
El Seprona de la
Guardia Civil investiga a dos hombres por un presunto
delito contra la flora y fauna por maltrato animal, uno de ellos residente en el municipio zaragozano de
Pinseque y propietario de un perro de raza
dobermann al que sometió a una
mutilación de rabo y orejas, prácticas prohibidas por ley, y el otro el veterinario que la practicó, con domicilio en
Badajoz.

La
Guardia Civil ha explicado en una nota de prensa que el pasado 2 de
noviembre, el Equipo de Investigación del Seprona de Zaragoza tuvo
conocimiento, a través del Colegio de Veterinarios de Zaragoza, de un
posible delito contra el bienestar animal por una cautectomía y
otectomía -mutilación de rabo y orejas- que presentaba un perro de raza
dobermann cuyo propietario residía en Pinseque.
Los agentes
iniciaron una investigación para comprobar estos hechos y, tras
consultar con el veterinario que atendió a este can antes y después de
realizarse las mutilaciones, pudieron determinar que el dobermann fue
atendido por esta persona con fecha 9 de octubre de este año, cuando
contaba con
seis meses de edad, para implantarle el correspondiente microchip y ponerle la vacuna de la rabia.
En
ese momento, no había sido sometido a ninguna intervención quirúrgica
estética y presentaba el rabo y orejas en perfecto estado, no existiendo
ninguna justificación médica para llevar a cabo dichas intervenciones.
Una
vez comprobados estos extremos, el Seprona se desplazó a la localidad
de Pinseque para mantener una entrevista con el propietario del can, un
varón de
nacionalidad francesa. Esta persona mostró a
los agentes el dobermann, cuyo microchip fue comprobado por la Guardia
Civil para determinar que se trataba del mismo animal.
Además se
pudo observar cómo el perro había sido sometido a una cautectomía y
otectomía, y presentaba el rabo mutilado y las orejas entablilladas para
que la parte de la oreja que queda tras la operación, se mantuviese
hacia arriba.
Una vez solicitado el informe del veterinario de
haber realizado estas operaciones, se comprobó que las mismas fueron
realizadas por un facultativo de Badajoz el día 26 de octubre de 2017.
Legislación
La
Guardia Civil ha indicado que la Ley de protección animal de Aragón
prohíbe «maltratar a los animales o someterlos a cualquier práctica que
les pueda producir
daños o sufrimientos innecesarios e
injustificados» y también prohíbe «practicar mutilaciones, excepto en
caso de necesidad médico-quirúrgica, por exigencia funcional o por
castraciones, siempre con control de facultativos competentes».
En
cuanto a la Ley de Protección de los Animales de Extremadura, prohíbe
«maltratar, torturar o infligir daños a los animales o someterlos a
cualquier otra práctica que les pueda producir sufrimiento o daños
injustificados o la muerte» y prohíbe «practicarles mutilaciones,
excepto las controladas por los veterinarios en caso de necesidad, o por
exigencia funcional, o para mantener los estándares oficiales».
Por
todo lo anterior, el Seprona procedió a investigar, no detener, tanto
al propietario del can, vecino de Pinseque, como al veterinario que
efectuó las operaciones, con domicilio en Badajoz, por un presunto
delito contra la flora y la fauna por maltrato animal.