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Ninots incombustibles ,.
Ninots incombustibles,.
El Festival de la Nieve de Saporo atrae cada año a más de dos millones de visitantes. 201 artísticas figuras, algunas de hasta 18 metros de altura, se exhiben estos días,.
Estas últimas se encuentran repartidas por el extenso Parque Odori, el escenario principal de la muestra. La 'calle grande', que es el significado de Odori en japonés, se extiende de este a oeste en el centro de la ciudad como una ancha avenida de 1,5 kilómetros de longitud que abarca doce manzanas y ocupa una superficie de 78.901 metros cuadrados. Al margen de la actual exposición de arte en frío, este parque acoge a lo largo de todo el año numerosas fiestas y ceremonias. Aquí posan 118 de las esculturas de la presente edición. 60 composiciones más, especialmente realizadas en hielo, se ubican en el barrio Susukino, una de las zonas más bulliciosas de Saporo por ser un distrito repleto de bares, restaurantes, hoteles y establecimientos de ocio para adultos. Las 23 restantes se han instalado en la zona de Tsudo-mu, un marco habilitado con largos toboganes de nieve, una pista de patinaje sobre hielo y otras atracciones ideadas fundamentalmente para el público infantil.
Es decir, tres escenarios diferenciados para un efímero parque de atracciones que durante ocho días copa la actividad en la capital de la prefectura de Hokkaido. El llamativo acontecimiento congrega cada año a más de dos millones de visitantes, algo más de los habitantes de la ciudad.
10.000 camiones
La pervivencia de este espectacular festival cada mes de febrero desde hace 69 años es posible por las bajas temperaturas que Saporo registra regularmente por esta época. Dos grados bajo cero es allí el promedio diario a la una del mediodía durante este mes. Para asegurar el 'material' suficiente a los artistas, este año se ha transportado nieve de los alrededores por medio de casi 10.000 camiones.Todo comenzó en 1950, cuando seis estudiantes de instituto tuvieron la ocurrencia de construir grandes esculturas en el Parque Odori. El resultado agradó a sus vecinos y, cinco años más tarde, algunos soldados de las Fuerzas de Defensa de la cercana base militar de Makomanai se unieron con sus propias figuras. El encuentro fue adquiriendo mayor popularidad interna y una coincidencia de fechas quiso que, en 1972, su fama trascendiera fronteras. La gran proyección internacional le llegó ese año con la celebración de la cita olímpica de Saporo, esa en la que el malogrado Paquito Fernández Ochoa protagonizara la gran sorpresa y ganara el eslalon especial, consiguiendo la que hasta ahora es la única medalla de oro de España en unos Juegos de Invierno. Queda por ver si la recién iniciada competición de Pyeongchang amplía este corto balance...
Para 1974 el festival organizó ya el Concurso Internacional de Esculturas de Nieve y Hielo en el que es, más o menos, su formato actual y en el que participan virtuosos artistas de todo el mundo. Hábiles artesanos de lo efímero saben que en unos días sus composiciones serán destruidas o, en el mejor de los casos, la vida de las mismas se prolongará unas semanas, hasta que el ascenso de las temperaturas las vaya deshaciendo. Gota a gota.
TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - Jazz en Granada - LUNES -26- FEBRERO ,.
El lunes -26- febrero a las 23:30 por La 2, fotos.
Jazz en Granada
Granada en Jazz
Hace ya más de un siglo, en febrero de 1917, se grabó en Nueva York el primer disco de jazz de la Historia. Fue la Dixieland Jass Band, de Nueva Orleans; curiosamente, una formación de músicos blancos tocando una música de raíces negras
Desde hace décadas, los festivales de jazz han ido en aumento; y el Festival Internacional de Granada lleva casi cuarenta años acercando las músicas del jazz a la ciudad y sus aficionados
#CRjazz
Ron Carter en Granada y Granada en Ron Carter
El ya mítico contrabajista norteamericano, con ochenta años cumplidos, actuaba a finales de 2017 por segunda vez en el Festival Internacional de Jazz de la ciudad. Un representante del jazz más “clásico”, una leyenda viva para muchos; formó parte del segundo gran quinteto de Miles Davis, a principios de los años 60; pero es algo sobre lo que Mr.Carter está cansado que le pregunten... En realidad, su propia vida, dedicada a la música, da para llenar horas y horas de entrevistas.Con apenas quince años, tuvo que renunciar a su deseo de dedicarse a la música clásica y entrar en una orquesta sinfónica. El famoso director Leopold Stokowski le reconoció que tocaba el bajo de forma maravillosa pero que su orquesta nunca le contrataría. La audiencia de la música sinfónica “no estaba todavía preparada para aceptar a músicos negros”.
El jazz fue de alguna manera su tabla de salvación después de aquello. Y hoy, aquel virtuoso del contrabajo, está entre los intérpretes con más sesiones de grabación de la historia del jazz, una historia conocida por los aficionados pero que el gran público desconoce. Y es que el jazz no es solo una música. Son muchas músicas.
Y desde que empezó a hacerse notar, no ha parado de evolucionar y contagiarse de todo lo que tenía y tiene alrededor. Si al principio fue popular y estuvo presente en salones de baile y otros locales, luego dejó de bailarse y cambió de formas y usos, hasta el punto de ser considerada por algunos como una música rara. Lo cierto es que, como toda expresión artística, necesita un tiempo de contemplación; de escucha, en este caso.
Dicen que la palabra jazz apareció publicada por primera vez en España en las páginas del semanario Mundo Gráfico. Concretamente en el número del 2 de enero de 1918, en Notas Gráficas de los Estados Unidos, la foto principal muestra a unas jóvenes observando risueñas los movimientos y la interpretación de otro joven frente a ellas. Como reza el pie de foto: Muchachas norteamericanas oyendo la música de la nueva danza “Jazz”, que ha venido a reemplazar al “fox-trot” y al “five-step” ejecutada por su autor.
Considerado por muchos como la banda sonora del siglo XX, marcará todas las artes …Y, por supuesto, el cine. También se convertirá en la banda sonora de grandes clásicos…y permanece, como una ensoñación, en la memoria colectiva de algunos aficionados.
Pero, volviendo al presente y llegados a este punto, nos preguntamos y les preguntamos (a todos aquellos que hacen jazz) : ¿qué es el jazz?. Y no hay una sola y única respuesta. Una manera de entender la música. Una manera de expresión. Una forma de vida. El jazz no es una música, sino muchas músicas. Y el momento en que se interpreta es fundamental. Es el momento para la improvisación, para la libertad y el juego.
El norteamericano Robert Glasper también estuvo en Granada. Su jazz no tiene mucho que ver con el de Ron Carter, y si con todas las nuevas corrientes musicales que han surgido en los últimos años. De hecho, Glasper se caracteriza por la experimentación. Sobre el escenario, los platos de un DJ, unen el jazz con el hip hop y la “música disco”. El jazz de Robert Glasper es el jazz de su tiempo. Y como nos dijo cuando hablamos con él, hace un jazz influido por la música de su época, porque “la tradición del jazz es que siempre cambia, que nunca permanece igual. Esa es la verdadera tradición de la música. Siempre refleja su época. El jazz siempre se ha visto influenciado por lo que le rodea”.
Así que, buscando respuestas a lo que es y representa el Jazz, nos fuimos a Granada. Un Festival de Jazz en una ciudad con una gran tradición musical; de todo tipo de músicas. Un Festival que no es de los más conocidos y publicitados, pero que convoca una vez al año a todos aquellos que quieran conocer más de cerca eso que llamamos Jazz. Desde los artistas consagrados como Ron Carter, a los jóvenes de su tiempo como Robert Glasper.
También de su tiempo, pero sin salir de casa, otros jóvenes…Mezquida, Aurignac y Prats. O lo que es lo mismo: MAP. Piano, Saxo y Batería, que dieron al público del Festival todo lo que les pidió el momento.
Postdata: Finalmente, porqué no decirlo, tenemos que confesar que disfrutamos. Además de aprender, que es lo que suele ocurrir en estos casos. Y como ocurre también a menudo, ni están todos los que son ni son todos los que están…Detrás del escenario, en los camerinos, en los locales de música en directo, en tantos y tantos sitios…suele haber muchas personas sin cuyo trabajo la música no podría sonar, el Jazz no podría ser Jazz. Gracias a todos, y como muestra, un botón: el Maestro Afinador , un profesional indispensable… siempre que haya un piano cerca.