TITULO: Cartas Olvidadas - Subidones, 'believers' y gente en la calle,.
Subidones, 'believers' y gente en la calle,.
foto / Muchos militantes populares se quedaron sin poder acceder al Auditorio de Valencia,.
La musiquilla del PP, ese tachán tachán obsesivo, ya no suena casi nunca. Han retocado el himno y lo han hecho un poco más metalero, pero los organizadores de la convención han preferido bucear entre los éxitos de las últimas décadas y han encontrado dos canciones con mensaje. Cuando entró Pablo Casado en el Auditorio, a eso de las diez y media, pusieron a todo trapo 'Believer', de Imagine Dragons, y luego, cuando Teodoro Garcia Egea subió al estrado, metieron al máximo volumen 'The final countdown', de Europe.
Lo malo de esta nueva musicalidad del PP no es la previsible depresión que les va a entrar a Juan Pardo o a Julio Iglesias, tristemente arrinconados en el desván de los mitos olvidados, sino la suposición de que todos los asistentes a la convención tienen al menos un B2 de inglés y saben que 'believer' hace referencia al eslogan oficial del evento ('creemos') y que la auténtica 'final countdown' es la que la que le aguarda al gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez. Para colmo, la europarlamentaria Dolors Montserrat se vino arriba y proclamó a los cuatro vientos que el PP «is back». Los espectadores respiraron aliviados cuando comprobaron que el resto de su intervención era en castellano. Luego Dolors gritó «vaya subidón» y pareció definitivamente poseída por el espíritu de los cuarenta principales.
No obstante, apostarlo todo al rock en inglés tiene el inconveniente, como sabe cualquier discjockey, de que la música anglosajona está llena de grupos cuyos principales artistas se llevan a matar. En este PP rockero se está incubando una rivalidad, la de Casado y Ayuso, que ya veremos si no acaban como los hermanos Gallagher. Aunque la presidenta madrileña llegó a Valencia para decirle a Pablo que ella a muerte con él, Isabel, que entró en el Auditorio como si desfilara por la alfombra roja de Venecia, se llevó atronadoras ovaciones, quizá demasiado sonoras. Fue recibida con gritos de 'presidenta, presidenta'. Lo es, desde luego, pero ninguno de sus colegas que llegaron antes (ni Mañueco ni Fejóo ni Juanma Moreno) fueron aclamados de igual manera. Su entrada en el Palau coincidió, además, con un momento de bajonazo.
Enfervorecidos con Ayuso
Mientras Ayuso caminaba por el patio rodeada por una apretada nube de fotógrafos, en el interior hablaba el exsecretario general de la OTAN y exprimer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen. Estos invitados internacionales quedan muy bien para enseñar a las visitas, pero luego son un aburrimiento y no les hace nadie caso. Rasmussen habló de ejércitos y de alianza atlántica y fue despedido con aplausos educados y tibios, casi burocráticos. Nada que ver con las ovaciones que se llevaron Ayuso y Casado, aunque las de Ayuso sonaron irremediablemente más enfervorecidas y espontáneas. Alguien tendría que recordarle a Casado que 'Believer' es una canción que también habla de dolor, de sufrimiento y de penalidades.
La peregrinos del PP han llegado a Valencia después de completar una especie de Jacobeo al revés: empezaron en Santiago de Compostela el lunes y luego han pasado por Valladolid, Madrid, Córdoba y Cartagena. El domingo quieren ganarse el jubileo llenando la plaza de toros de Valencia y van por buen camino: hoy ha habido incluso demasiado público. Unas doscientas personas se han quedado sin poder entrar al auditorio, merodeando por el patio exterior del Palau y discutiendo infructuosamente con los encargados de seguridad. Cuando llegó Ayuso, varios militantes aprovecharon el aluvión de periodistas para invadir el recinto. Parecían niños saliendo en tromba al recreo.
Una señora bajita y decidida, que agarraba un bolsito de Bimba y Lola, fue placada, como en un partido de rugby, por dos miembros del equipo de seguridad. «Es que no caben más -decían-. Ya no pueden entrar más. Hay diputados regionales que se han quedado fuera». En un momento dado alguien se ha dado cuenta de que dentro faltaban seis presidentes provinciales y comenzó entonces una insólita búsqueda de presidentes provinciales del Partido Popular entre los desheredados del patio. «¡Aquí hay dos. Me faltan cuatro!», exclamaba con angustia un miembro de la organización.
Un grupito de simpatizantes del PP de Almería, que habían entrado ya, se habían registrado y habían ocupado sus asientos, cometieron el error de salir a respirar el aire cálido y húmedo de Valencia. Por más que enseñaron registros, códigos de barras y certificados, se quedaron en la explanada, rumiando su disgusto. Este cronista se acercó a ellos y les preguntó si podía hacerles una foto y algunas preguntas. Le miraron con suspicacia, le vieron la credencial y le respondieron: «Si es para poner mal al partido, no». Luego se giraron orgullosamente, como auténticos 'believers'.
TITULO: Cartas en el Cajon - Ayuso se descarta para liderar el PP nacional: «Mi sitio está en Madrid» ,.
Ayuso se descarta para liderar el PP nacional: «Mi sitio está en Madrid» ,.
Se hizo esperar pero su llegada no defraudó a nadie. Entre aplausos y vítores de «¡presidenta, presidenta!», Isabel Díaz Ayuso hizo este sábado su entrada triunfal en el Palacio de las Artes y las Ciencias de Valencia, penúltima parada de la convención itinerante del PP, con el firme objetivo de enterrar el hacha de guerra y firmar una tregua con Pablo Casado. «Ho te quiero decir Pablo, delante de todo el mundo que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y que daré lo mejor por Madrid», aseveró la líder regional después de que sus planes para asumir las riendas del partido en la Comunidad hayan abierto una grieta con la dirección nacional.
Díaz Ayuso aprovechó su intervención en una mesa redonda con el resto de presidentes autonómicos del PP para demostrar su lealtad a Casado y dejar claro que entre sus aspiraciones no está, al menos de momento, disputarle el sillón. La madrileña ligó su futuro político al Palacio de Correos de la Puerta de Sol, lejos de la Moncloa como tanto preocupa en la cúpula nacional. Con los galones de baronesa «podría aspirar a todo», reconocen fuentes del partido, y convertirse en una espada de Damocles para Casado, como le pasó en su día a Mariano Rajoy con Esperanza Aguirre. «Mi proyecto siempre ha sido el tuyo», zanjó Díaz Ayuso, dispuesta a aportar su granito de arena para que el líder del PP se convierta en el próximo jefe del Ejecutivo. «Daré lo mejor –defendió– para que tú seas presidente».
La intervención de la madrileña despertó la ovación cerrada de las cerca de mil personas, el aforo permitido por las restricciones sanitarias, presentes en el auditorio que levantó Santiago Calatrava. En su mayoría, dirigentes nacionales, regionales y locales del partido. Supuso, en parte, un alivio para la cúpula del PP, que no quiere un contrapoder que amenace el liderazgo de Casado y que busca cerrar este capítulo cuanto antes para estirar el momento dulce que le conceden las encuestas. Pero, como advierte un barón, «aún queda mucho partido por jugar».
El congreso regional está previsto para el primer semestre de 2022 y el calendario, insisten en la dirección nacional, es inamovible, por más que Díaz Ayuso apriete. En Génova defienden una bicefalia, pero la presidenta autonómica no está dispuesta a tirar la toalla. Cree que hay que «devolver la normalidad al partido», en manos de una gestora desde que Cristina Cifuentes dejó el cargo, en 2018, por el escándalo del 'caso máster'. Insiste en su «derecho» de concentrar ella los dos cargos y presidir el PP de Madrid y el Ejecutivo autonómico como hacen Alberto Núñez Feijoó en Galicia o Juanma Moreno en Andalucía. «Gobierno y partido –dijo– van de la mano». «Es lo normal», señalan la mayoría de dirigentes territoriales.
Pero aunque reconocen la legitimidad de sus reivindicaciones no todos los líderes regionales comparten el manejo de los focos ni de los tiempos. «Ha conseguido lo que quería», insistía este sábado uno de los barones que compartió escenario con la madrileña y que vio en su anuncio un «afán de protagonismo». «Ella es así», apuntaba otro líder autonómico.
Afán de protagonismo
Díaz Ayuso llegó a Valencia con el mensaje muy pensado. Prueba de ello es que su intervención estaba mecanografiada y con las últimas anotaciones hechas a mano. Recordó que siempre estuvo al lado de Casado cuando accedió a la presidencia de Nuevas Generaciones en Madrid o cuando se convirtió en el vicesecretario de Comunicación y portavoz nacional del partido. «Quería zanjar ya este tema», asegura un dirigente que habló con ella tras sus palabras. Sin embargo, casi nadie en el PP cree que lo consiga, aunque confían en que no empañe el discurso que hoy dará Casado en el cierre de la convención que ha preparado con tanto mimo durante los últimos meses y que espera le sirva como trampolín para llegar a la Moncloa.
Los presidentes autonómicos del PP, incluida Díaz Ayuso, estarán en la plaza de Toros de Valencia, escenario de las mayorías absolutas de antaño del partido, acompañando al líder de los populares y proyectando una imagen de unidad sin fisuras. «Unir para ganar y ganar para gobernar, y gobernar para crecer y ofrecer a los españoles un proyecto de vida», defendió el secretario general de los populares, Teodoro García Egea.
Un mensaje de unión que repitieron uno a uno el resto de barones, que se conjuraron para que Casado se convierta en el próximo inquilino de la Moncloa. «El PP es un partido leal y no un partido de codazos ni de zancadillas», recordó Núñez Feijoó. «Llegamos siempre más lejos cuando estamos unidos», avisó, por su parte, el presidente andaluz Juanma Moreno. También el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Manueco, dejó claro su respaldo a Casado al que se refirió como única alternativa al socialista Pedro Sánchez. «Debe quedar meridianamente claro –remarcó– que es el presidente que necesita España».
García Egea marca distancias con Vox y llama a ocupar el centroderecha
176 escaños. Es el objetivo que ayer se marcó el secretaio general del PP, Teodoro García Egea, para colocar a Pablo Casado en la Moncloa. El número dos de los populares fue el encargado de hacer el discurso interno, sin atril, y con una gran pantalla en la que se iba detallando la curva del ascenso del partido desde que Casado es presidente. Una línea que le situaba en cuarta posición en las encuestas, tras Ciudadanos, cuando cogió las riendas del partido y que acabó, al final, en primera posición con una mayoría absoluta de cara a las próximas generales. «Hemos construido un gran partido», aseveró García Egea, aunque reconoció que no ha sido «tarea fácil». «Cuando la tormenta está encima –señaló– solo los grandes equipos son capaces de ver detrás de las nubes».
Una meta, la de los 176 diputados que otorga la ansiada mayoría absoluta, que sólo conseguirán si triunfa la reunificación del centroderecha bajo las siglas del PP. «Ése es nuestro objetivo», reconoció la mano derecha de Casado para, a continuación, para marcar distancias con Vox, como le han reclamado a lo largo de la convención dirigentes del partido. «Si aspiramos a volver a ser un gran partido de centroderecha que configure una nueva mayoría –remarcó–, hemos de ocupar precisamente ese espacio».
García Egea insistió en que «ningún pacto» puede alejar al PP de la vocación de partido mayoritario para la que nació, defendiendo también la conformación de «los gobiernos de la libertad» formados en 2019 con Ciudadanos y manteniendo al margen a los de Santiago Abascal. «Pactar con dos socios que no se hablan entre sí no es fácil, pero tres años después todos vemos que mereció la pena mantenerse firme» y no ceder, remarcó, ante Vox.
Puso como ejemplo el Ejecutivode Andalucía, donde Juanma Moreno gobierna gracias a la coalición con los liberales, pero donde ha necesitado hasta ahora del apoyo de la ultraderecha tanto para la investidura del líder popular como para sacar adelante los Presupuestos u otras iniciativas en el Parlamento autonómico.
TITULO: REVISTA TENIS - Nadal, enigmático: "No sé cuándo volveré a jugar",.
Nadal, enigmático: "No sé cuándo volveré a jugar",.
Rafa Nadal admitió este miércoles, tras ser distinguido como hijo adoptivo en Sant Llorenç des Cardassar, que desconoce cuándo podrá reaparecer.
Rafa Nadal ha admitido este miércoles, tras ser distinguido como hijo adoptivo por el ayuntamiento de Sant Llorenç des Cardassar por la ayuda que prestó al municipio en la trágica torrentada de 2018, que desconoce cuándo podrá reaparecer en las pistas de tenis al estar inmerso en el proceso de recuperación de un tratamiento en el pie izquierdo. "Quiero recuperarme de la lesión para volver en condiciones", declaró Nadal, que este año ha tenido que renunciar a los Juegos Olímpicos de Tokio y a varios torneos, entre ellos Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.
"No sé cuándo volveré a jugar, trabajo mucho cada día, sigo un plan específico, evidentemente con una hoja de ruta marcada y con unos objetivos muy claros", respondió el tenista balear a una pregunta sobre su proceso de recuperación. "No diré cuáles son esos objetivos -añadió- porque hay cosas que no puedo controlar al cien por cien, pero dentro de mi cabeza sí que tengo claro cuáles son mis objetivos y confío en que las cosas sigan un curso positivo para poder intentar competir", indicó.
"Trabajo mucho a diario para intentar primero, recuperarme, y segundo, cuando esté recuperado estar preparado par volver a jugar en plenas condiciones", reiteró el ganador de veinte títulos de Grand Slams, empatado con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic. Nadal recordó que "hace relativamente poco" se sometió al tratamiento en el pie "un poquito agresivo", precisó.
"Estoy en un proceso de recuperación, de trabajo, con un aumento progresivo de cargas y las sensaciones no se miden diariamente. Hay que ser un poquito cauto, mirar un poco a medio plazo", agregó. El tenista mallorquín insistió en que sigue "a rajatabla" todo lo que le están recomendando para volver a la competición en plenas condiciones, y que lo hace "con la mejor de las actitudes y con la máxima intensidad e ilusión posible".
"Después hay cosas que no dependen de mi, pero confío en que lo que estoy haciendo dé el resultado que esperamos", remarcó. Nadal, finalmente, se refirió al inicio de Liga del Mallorca: "Es un buen comienzo de temporada; empezó bien, luego tuvo tres derrotas ante el Athletic de Bilbao, Madrid y Osasuna, viene de ganar (al Levante). Confiemos en que esa media de puntos (11) y de sensaciones siga siendo positiva", valoró el deportista balear.
Nadal, premiado por su ayuda tras trágica riada
El tenista español Rafa Nadal se ha solidarizado este miércoles con las familias que lo han perdido todo tras la erupción del volcán en la Cumbre Vieja de La Palma al ser distinguido como hijo adoptivo del municipio mallorquín de Sant Llorenç des Cardessar, devastado por una riada en 2018 en la que fallecieron trece personas. "Entre todos tenemos que ayudar en la tragedia de La Palma", dijo Nadal entre los aplausos de los asistentes al pleno extraordinario del ayuntamiento de Sant Llorenç que aprobó por unanimidad premiarle por haber donado un millón de euros a la localidad y haberse volcado personalmente en las tareas de auxilio a los afectados por la torrentada.
El alcalde, Mateu Puigrós, también expresó su solidaridad con la isla canaria de La Palma -"que ha sufrido el efecto devastador del volcán", precisó- al presidir el acto institucional celebrado en el Centro de Cultura de Sant Llorenç en el que se distinguió al tenista mallorquín. Nadal, que fue recibido con un ramo de flores, tomó la palabra para referirse a lo ocurrido en 2018 un municipio al que unos pocos kilómetros separan de su Manacor natal.
"Hice lo que sentí en ese momento, sin esperar reconocimiento a cambio, como lo hecho toda mi vida", recordó. "Estoy muy agradecido y siento una gran satisfacción por este reconocimiento, pero lamento que se produjese por un desastre donde se perdieron vidas. La verdad es que me entristece recordar esos días y ojalá nunca hubiese ocurrido", añadió el ganador de veinte títulos Grand Slam junto al suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
Nadal recibió la distinción de hijo adoptivo de Sant Llorenç acompañado por toda su familia y numerosos habitantes de la localidad, que le ovacionaron en varios momentos del acto institucional.