viernes, 19 de agosto de 2022

Un país en la mochila - El hormiguero Lunes -22- Jueves -25- Agosto ,. / AQUI HAY TRABAJO - La justicia europea avala la devolución íntegra de las cláusulas suelo a los afectados por el cambio de criterio del Supremo,. / 80 cm - Un paseo por los 'carriles Ribó': Valencia nos recibe con un intenso tráfico... ¡de bicicletas!.

   TITULO: Un país en la mochila - El hormiguero Lunes -22- Jueves -25- Agosto ,.

El hormiguero Lunes -22- Jueves -25- Agosto ,.

El lunes  al jueves a las 21:45 horas, en Antena 3, fotos.

 

Lunes -22- y Martes -23- Agosto ,.

 David Summers: «Nunca en la vida fuimos pijos»,.

 Hombres G presentan 'Voy a pasármelo bien': David Summers: «Nunca en la vida  fuimos pijos» | Las Provincias

 

 De derecha a izquierda, Dani Mezquita, Rafa Gutiérrez, David Summers y Javier Molina, este martes en Madrid.

El grupo regresa con el disco 'Resurrección', su primer álbum con canciones inéditas en casi una década,.

 

Lo han titulado Resurrección porque sabían que parte de la crítica los había dado por muertos durante estos casi 10 años de ausencia de discos con canciones inéditas. Pero ellos cuentan que el nombre del nuevo álbum es solo una ironía más de la que han echado mano para causar impacto y recordar que siguen siendo "igual de cachondos". Hombres G ha estrenado este viernes nuevo disco casi una década después de Desayuno Continental (2010), su último álbum de temas originales, y lo hace recordando que durante estos años, además de haber estado de forma permanente sobre el escenario, han presentado varios singles, un disco acústico (En la playa, 2011) y un recopilatorio de sus grandes éxitos por su trigésimo aniversario, 30 años y un día (2015).

No solo no han resucitado, sino que cuentan que siguen tan vivos como siempre e igual de displicentes. Prueba de ello es el tema que abre el álbum, Con los brazos en cruz, toda una oda a ese lado gamberro que les hizo tan populares en los ochenta. “La canción es la historia de un tipo que viene desde el pasado e irrumpe en este momento, se da cuenta de que ante la muchísima autocensura y corrección política que hay no puede hacer nada con libertad y entonces decide no acojonarse y comportarse de la misma forma que cuando uno podía pasárselo bien”, explica el vocalista David Summers, para quien el tema es también una especie de flashback a los Hombres G del 83 o 84, a ese alma de punkies que cree que tienen todavía. “No podíamos perder el humor en los tiempos en los que se prohíbe todo”, resume entre carcajadas el batería Javier Molina.

La receta que prescriben contra el enfado social que perciben es la que sus fans ya conocen: ese toque fanfarrón que permite olvidar el día a día y abrazar, cuentan, emociones más intensas. “Lo nuestro es chulería sana, con sentido del humor. Es decir ‘¡Venga, que esto no es para tanto!”, cuenta Rafa Gutiérrez, primer guitarra del grupo. “Y eso ahora que parece que la ironía se ha vuelto privada”, añade el guitarrista y teclista Dani Mezquita. Pero en Resurrección —el álbum de la banda más complejo y avanzado en armonías, en palabras de Summers— Hombres G no deja de lado ni mucho menos la faceta amorosa que ha convivido todos estos años con su cara más desvergonzada. No les apetece nada cambiar ahora de tercio: lo difícil, dicen, es hablar del amor y hacerlo con tal variedad de sentimientos que parezca que ese tema no se cierra nunca.

 

Summers, compositor de la mayoría de temas, reconoce que ha pulido sus letras amorosas durante estas tres décadas largas de vida. “Hemos pasado por lo cómico, también hemos sido muy irreverentes. Ahora intento que lo que cantemos sea consecuente con la edad que tenemos”, bromea. El líder del grupo que enamoró con Devuélveme a mi chica, Venezia o Marta tiene un marcapasos considera que la evolución de la banda en las composiciones también se puede percibir en la forma como han ido despersonalizando las historias que contaban. “Antes, las letras que hacíamos eran historias concretas, reales algunas y ficticias otras, como la de Marta; pero con el tiempo he tratado incluso de no determinar a veces ni siquiera el género para que las canciones de amor le puedan servir a cualquier pareja”, relata.

Cóctel de historias tiernas y del resultado de dar rienda suelta a la autoafirmación, Resurrección expresa también la renuncia del cuarteto pop a tratar de contemporizar con canciones sobre temas de actualidad. La experiencia ya les demostró que lo suyo son los universales: el amor, la soledad, la desesperación. “Denunciamos la violencia bestial que existía en los años noventa en Esta es tu vida; ahora hay incluso más violencia, y, lo peor, cuando la cantábamos en directo era una forma de recordarle al público la mierda que era todo”, cuenta Summers, y añade: “Una letra de amor sincera y bonita puede sobrevivir décadas, las canciones sociales o de denuncia, en cambio, aburren al cabo de cierto tiempo”. “Son hasta un poco oportunistas”, puntualiza Mezquita.

 

 

Miercoles -24- y Jueves -25- Agosto,.

 

«Un musical es para un actor lo que un ironman para un atleta»,.

El actor talaverano Leo Rivera vuelve a Mérida cinco años después de su estreno en un escenario donde experimenta «grandes sensaciones»,.

 Un musical es para un actor lo que un ironman para un atleta» | Hoy

Leandro Rivera Hernández, conocido artísticamente como Leo Rivera (Talavera de la Reina, Toledo. 1980), vio con cinco años el musical 'Wide Side Story'. Supo entonces que quería dedicarse a los musicales y la interpretación. Encontró en los musicales el cóctel que une todo lo que le gusta, por eso antes de estudiar interpretación se formó,.

 TITULO : AQUI HAY TRABAJO - La justicia europea avala la devolución íntegra de las cláusulas suelo a los afectados por el cambio de criterio del Supremo,.

La justicia europea avala la devolución íntegra de las cláusulas suelo a los afectados por el cambio de criterio del Supremo,.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europa se opone a que los principios procesales nacionales limiten la efectividad de la directiva de protección a los consumidores,.

 Los juzgados de hipotecas abusivas resuelven más de medio millón de casos,  pero aún tienen 200.000 pendientes | Economía | EL PAÍS

foto / El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) avala que los consumidores afectados por cláusulas suelo abusivas puedan reclamar la devolución íntegra de las cantidades que pagaron de más, incluso si en su día solo se les devolvió una parte como señalaba entonces la doctrina del Tribunal Supremo español. En cuatro sentencias conocidas este martes, la Gran Sala del tribunal de Luxemburgo, que reúne a 15 de sus 27 magistrados, ha determinado que “las disposiciones procesales nacionales deben respetar el principio de efectividad” que la justicia comunitaria otorga a su directiva de protección de los consumidores, según la nota remitida a los medios por el TJUE. Se trata de un nuevo pronunciamiento europeo sobre las cláusulas suelo, que afectaron a cientos de miles de prestatarios al limitar lo que las hipotecas variables podían abaratarse si bajaban mucho los intereses (como sucedió), en un asunto que lleva más de un lustro coleando entre tribunales españoles y la justicia comunitaria.

De los cuatro asuntos examinados ahora, dos son españoles (los otros dos son de Italia y Rumanía) y han llegado hasta Luxemburgo a raíz de preguntas prejudiciales formuladas por el Tribunal Supremo. Consciente de que el nuevo pronunciamiento afecta a principios de derecho importantes como el de cosa juzgada (un asunto despachado en sentencia firme no puede volver a ser juzgado porque provocaría inseguridad jurídica) y la preclusión (el respeto de los plazos procesales), la Gran Sala del TJUE ensalza estos principios, pero también señala “que los Estados miembros están obligados a establecer medios adecuados y eficaces para que cese el uso de cláusulas abusivas”.

El origen del embrollo en España se encuentra en la sentencia que el Tribunal Supremo dictó el 9 de mayo de 2013. En la misma, se reconocía la abusividad de algunas cláusulas suelo, pero el tribunal limitó la restitución de las cantidades a partir del momento en que salió esa sentencia. Es decir, quienes reclamaron entonces solo obtenían la devolución de lo que habían pagado de más desde mayo de 2013. El asunto llegó a Europa, en uno de los múltiples viajes que ha hecho, y el TJUE sentenció a finales de 2016 que el Supremo no podía limitar en el tiempo la devolución de cantidades. Si una cláusula era abusiva, el banco debía pagar al prestatario todo lo que le había cobrado de más desde el principio de la hipoteca. El problema era qué pasaba entonces con quienes ya habían reclamado antes del pronunciamiento europeo.

Como algunos procesos seguían vivos (porque alguna de las partes los habían impugnado, por motivo de las cláusulas suelo o por cualquier otro), el Supremo acabó preguntando a Europa qué hacía en esos casos. Sobre esto versan los asuntos españoles que ha examinado el tribunal de Luxemburgo. Uno parte de una hipoteca de Banco CEISS (actualmente integrado en Unicaja) en el que el juez de primera instancia dio la razón al consumidor, devolviendo lo pagado de más por su cláusula suelo desde 2013. El banco apeló y en segunda instancia, pese a que entonces Europa ya se había pronunciado sobre la restitución íntegra de las cantidades, la Audiencia Provincial no ordenó esa devolución, alegando que no era objeto del proceso, porque quien había puesto el recurso no era el consumidor. Entonces fue este el que hizo llegar el caso al Supremo, que preguntó a su vez al TJUE. Este concluye ahora que “el Derecho de la Unión se opone a la aplicación de principios procesales nacionales” que impiden a un tribunal español “examinar de oficio” un asunto como este, máxime cuando la no impugnación por el afectado “no puede imputarse a la pasividad total de este” (puesto que la jurisprudencia de la época no le daba la razón).

Manuel Pérez Peña, abogado del despacho sevillano Portero y Peña Abogados, se muestra “muy orgulloso” por el resultado de un proceso que da la razón a su cliente y en el que, recuerda, tuvo que defender sus tesis “en contra de todos los abogados de todos los países miembros”. “Gracias a esta sentencia, ahora se podrá reclamar lo que no se pagó aprovechándose de las diferencias en la legislación”, resume el abogado, quien destaca que “es necesario que cada persona ponga un nuevo procedimiento” ya que las devoluciones no se harán de oficio. Javier de la Torre, abogado especializado en cláusulas suelo del despacho zaragozano Independencia 23 Abogados, estima que el fallo “abre la puerta a miles de reclamaciones”. “Todas las demandas entre 2010, cuando se empezó a mover el asunto de las cláusulas suelo, y 2016, cuando se pronunció el TJUE, van a estar mal”, resume De la Torre, quien cree que en todos los casos en que los clientes solo reclamasen desde 2013 (porque era lo que señalaba entonces la jurisprudencia) o a los que solo se les concedió el dinero desde esa fecha y no apelaron en el proceso, ahora podrán acudir de nuevo a los tribunales.

Cosa juzgada

El segundo asunto español revisado por Luxemburgo se refiere a un préstamo hipotecario de Ibercaja en el que se ejecutó la hipoteca por falta de pago de los prestatarios. Uno de estos pidió que se le devolviera lo que había pagado de más por cláusulas de intereses de demora y suelo consideradas abusivas, cuando el inmueble se encontraba en procedimiento de ejecución y ya había sido subastado. El caso, por tanto, supone directamente un choque con los principios de cosa juzgada y preclusión, porque el contrato ya había sido verificado al principio del procedimiento. El TJUE asegura que “el Derecho de la Unión se opone a una legislación nacional que, debido al efecto de cosa juzgada y a la preclusión, no permite al juez examinar de oficio el carácter abusivo de cláusulas contractuales en el marco de un procedimiento de ejecución hipotecaria”. La Gran Sala reconoce la importancia de esos principios para garantizar la seguridad jurídica, pero pone en duda la manera en que se aplican en España.

 

El criterio de la justicia europea es que el consumidor debe poder reclamar el carácter abusivo de las cláusulas cuando el asunto ya ha sido visto, pero “la resolución judicial en que se despacha la ejecución hipotecaria no contiene ningún motivo, siquiera sucinto, que acredite la existencia de ese examen [de abusividad] ni indica que la apreciación efectuada por dicho juez al término de ese examen no podrá ya cuestionarse si no se formula oposición dentro del referido plazo”. Lo que viene a decir, por tanto, es que no se puede considerar que sea una cosa juzgada si el consumidor no tiene certeza de que el juez ha revisado específicamente esas cláusulas y ha deliberado sobre ellas. El TJUE, en este caso, sí limita los efectos en cuanto a la subasta del inmueble. “El juez ya no puede proceder a un examen del carácter abusivo de cláusulas contractuales que llevase a la anulación de los actos de transmisión de la propiedad y cuestionar la seguridad jurídica de la transmisión de la propiedad ya realizada frente a un tercero”, sostiene la nota del tribunal europeo. Pero agrega que “no obstante, en esa situación, el consumidor debe poder invocar, en un procedimiento posterior distinto, el carácter abusivo de las cláusulas (...) con el fin de obtener la reparación del perjuicio económico causado”.

El fallo, estima la asociación de consumidores financieros Asufin, “da un portazo a la cosa juzgada si esta daña el interés del consumidor”. La organización ha celebrado los nuevos pronunciamientos europeos. “Es una gran noticia que va en la dirección de reforzar la protección de los consumidores, desamparados muchas veces ante sentencias en firme que son realmente complejas de revisar y que pueden incorporar interpretaciones sesgadas del Derecho de la Unión”, sostiene la presidenta de Asufin, Patricia Suárez, en un comunicado remitido a los medios. La patronal bancaria AEB ha indicado que esperará a estudiar las sentencias “en detalle” antes de emitir una valoración. Fuentes bancarias, bajo condición de anonimato, indican que “la realidad es que [el fallo europeo] abre la posibilidad a que un juez que ya ha dictado sentencia pueda reabrir el caso”, aunque remarcan que “no es algo automático”. “No pensamos que se reabra un aumento de la litigiosidad”, concluyen.

 

  TITULO : 80 cm -Un paseo por los 'carriles Ribó': Valencia nos recibe con un intenso tráfico... ¡de bicicletas!. 


Un paseo por los 'carriles Ribó': Valencia nos recibe con un intenso tráfico... ¡de bicicletas!.

 

foto / «Una etapa llana de verdad, un trámite, como si fuera la última del Tour de Francia»,.

 Las bicis avanzan en las tres capitales valencianas con carriles propios |  Comunidad Valenciana | EL PAÍS

Como ayer nos acercamos a Valencia más de lo que teníamos pensado en un primer momento, ya que no encontramos alojamiento en ningún punto anterior de nuestro rodeo, la etapa que queda para hoy es realmente corta.

Se parece a esa imagen que tenía al principio, en la que como, en el Tour de Francia, el último día es un trámite más turístico que deportivo, en el que se cumplimentan unos pocos kilómetros a un ritmo amable antes de llegar a la meta final, donde los profesionales disputan un sprint y nosotros, en cambio, vamos a parar a hacernos la foto de la victoria, la prueba de que hemos llegado al final de nuestro camino tras catorce días de viaje. En bicicleta, pero de viaje.

Es imposible, ahora que estamos tan cerca del final, no hacer hacer recuento de estas dos semanas. La prueba de que esa conversión, ese paso pretendido de ciclista a viajero, se manifesta en el hecho de que mi repaso mental no incluya las cifras 'deportivas' del trayecto, sino los paisajes que hemos recorrido.

Al margen de esta ola de calor que lo ha condicionado todo y que hemos surfeado como hemos podido –no han sido para nada temperaturas habituales a mediados de junio, que sigue siendo la época más recomendable para recorrer este itinerario– y del incendio que nos obligó a dar ese último rodeo, el viaje ha sido un disfrute continuo. En un alarde de optimismo inveterado, incluso soy capaz de convencerme de que esas temperaturas extremas nos han obligado a madrugar tanto que hemos disfrutado de las horas en las que la luz es más bonita –el alba– sobre la bicicleta. Y tiene mérito, porque en ningún otro momento del año amanece tan temprano.

Es domingo y nos cruzamos con familias ociosas que recorren los carriles bici que dan acceso a la ciudad con bicicletas de paseo y sillas con niños dormidos en ellas. A nosotros nos llaman más la atención los arrozales y las barracas situados a la orilla de la Vía Churra, que es como se llama el camino que estamos recorriendo, en alusión a las ovejas que llegaban a la ciudad desde el norte, como nosotros.

Me distraigo de unas pedaladas fáciles haciendo recuento de lo que hemos vivido en catorce días, porque los recuerdos son tantos que ya se van mezclando y desordenando. Nos preguntamos qué nos ha gustado más, qué nos ha sorprendido y nos cuesta quedarnos con un único momento: la subida al castillo de Gormaz, el valle que llevaba a Valdanzo, el puerto de Villarosario, las calles de Albarracín, la catedral del Burgo de Osma, el tamaño de las raciones de comida, aquel gazpacho en Atienza, las charlas con otros viajeros o con quienes nos han ido alojando en estas dos semanas... imposible quedarse con uno.

Hemos podido ver cómo en la primera semana se sucedían la alfalfa, el trigo y la cebada, y que todavía estaba verde. Y el momento en el que aparecían los primeros frutales, más o menos en el segundo tercio, o los primeros campos de olivos, ya en Teruel. En algunas sitios estaban ya recogiendo cerezas. O los campos de naranjos de ayer y los arrozales de hoy. Tengo la sensación de haber pasado de la primavera al verano de forma brusca, y a la vez haber descubierto un paisaje mucho más verde lo que imaginaba.

A estas alturas recuerdo más lugares que caminos, así que esa debe de ser la clave: en algún momento la ruta en bicicleta se ha convertido en un viaje. Recuerdo haber pasado por una decena de poblaciones de las que me dio pena irme cada mañana. Si tienen la suerte de hacer este viaje, resérvense algunos días de margen para dedicárselos a esos lugares que merecen un buen paseo. Si solo pudiera dar un consejo, sería ese.

Hemos visto muchos animales: especialmente corzos, pero también liebres, cigüeñas y todo tipo de rapaces. Supongo que sea algo normal si vives en el campo. Esa es otra de las claves: es un viaje que recorre el entorno rural. Los tramos de pistas o senderos, de hecho, atraviesan algunos lugares remotos de una zona que ya está, de por sí, muy poco poblada, así que conviene llevar agua y repuestos para solventar cualquier problema. En ese sentido, hemos tenido suerte: cero problemas mecánicos y ningún incidente de importancia.

Eso no quiere decir que Julia no se haya traído marcas en la piel de cuatro provincias diferentes. Creo que ha librado en Valencia. Si eso no es dejarse la piel por la empresa.

«800 kilómetros en 14 días, me siento como el Cid cuando se sentó en el trono de Valencia»

La última etapa ha sido un paseo y en la que más ha costado hacer el equipaje. Yo lo llamo el efecto de la maleta creciente. Según han ido pasando los días, conseguir un bulto transportable se ha ido complicando. Y no porque hubiéramos comprado cosas. Gonzalo dice que es por el cansancio, que hace que la compactemos con menos mimo. Yo añadiría que también por la pereza: lo peor de ser nómada es estar recogiendo tus trastos todo el rato.

Por primera vez en quince días no hemos puesto el despertador. Hemos abierto los ojos a la misma hora de siempre, pero hemos remoloneado entre las sábanas hasta una hora razonable para buscar una cafetería en la que desayunar. Tampoco hemos lavado la ropa del día anterior. Con una muda limpia para hoy teníamos de sobra. Por si se lo preguntan: esta tarea se hace a mano, como las abuelas, solo que en vez de en el río, lo hacemos en los baños de los hoteles. Benditos bidés. Confieso que he echado de menos la lavadora durante el viaje por eso del centrifugado: usar el truco de ciclista antiguo de retorcer la ropa en una toalla es efectivo, pero agotador.

Por delante teníamos apenas 25 kilómetros hasta llegar a Valencia y según había visto era un recorrido sencillo: todo carril bici. Antes de llegar ya nos habían dicho que la capital del Turia tenía una red muy importante, pero es que son 160 kilómetros que conectan todos los barrios y localidades cercanas. Allí les llaman los 'carriles Ribó' , alcalde de Valencia desde 2015 y firme defensor del uso de la bicicleta para desplazamientos urbanos. Él mismo va a trabajar en la suya.

Para mí, que llego harta de cuestas y piedras, me parecen autopistas, pero ojo también porque, como en ellas, el tráfico es intenso. Ni la M-30, señores, tiene tanto movimiento un domingo. Hay mucho turista haciendo 'tours' sobre dos ruedas (la mayoría holandeses, ¿a que ya se lo esperaban?). Y precisamente este colectivo es el más peligroso. O mejor dicho, somos, porque ni ellos ni nosotros dominamos los cruces y vamos como patos mareados.

En cambio, los valencianos se mueven con destreza sobre estas vías a veces verdes a veces rojas. Se nota que no es postureo y que muchos de ellos van cada día a sus tareas así. Todo lo que ha costado llegar a la ciudad es indirectamente proporcional a lo que cuesta llegar al casco antiguo y la estatua del Cid. Allí, frente a Rodrígo Díaz de Vivar, siento por primera vez que ha cumplido la misión. He superado el reto: 800 kilómetros en bici, 14 días pedaleando, más de 10.000 metros de desnivel positivo. Se dice rápido. Y no nos hemos divorciado. Es más, no hemos discutido ni una sola vez, qué cosas.

No sé como se sentiría el Campeador cuando se sentó en el trono de Valencia y se proclamó «príncipe Rodrigo», pero estoy segura de que muy parecido a cómo lo hice yo ante la última cerveza de este viaje en las intrincadas callejuelas del centro.

Eso sí, él aguantó cinco años como rey y a nosotros el trono no nos va a durar ni 24 horas. Al día siguiente hay que volver a la rutina. Voy a echar de menos pedalear cada día y solo de pensar en mi armario, a punto de explotar de ropa, me dan ganas de volverme minimalista. También he decidido apuntarme a un cursillo para mejorar mi técnica sobre la 'mountain bike'.