sábado, 1 de marzo de 2025

Los pilares del tiempo - Egipto anuncia el descubrimiento de la primera tumba de faraón en los últimos 100 años ,. / REVISTA QUO - El motor gripado de Alemania,.

 

 TITULO : Los pilares del tiempo -  Egipto anuncia el descubrimiento de la primera tumba de faraón en los últimos 100 años ,. 

 Los pilares del tiempo -   Egipto anuncia el descubrimiento de la primera tumba de faraón en los últimos 100 años,.

Egipto anuncia el descubrimiento de la primera tumba de faraón en los últimos 100 años,.

Se trata de la tumba del rey Tutmosis II, la última tumba real descubierta desde 1922,.

Lugar en el que han descubierto la tumba.
 
foto / Lugar en el que han descubierto la tumba.

Una misión arqueológica conjunta egipcio-británica ha descubierto la tumba del rey Tutmosis II, última tumba real desaparecida de la XVIII Dinastía y primera descubierta desde la de Tutankamón en 1922.

Este notable descubrimiento se realizó durante los trabajos de excavación e investigación en la Tumba C4, cuya entrada y corredor principal se descubrieron inicialmente en 2022 en el Valle C, ubicado aproximadamente a 2,4 kilómetros al oeste del Valle de los Reyes en la región montañosa occidental de Luxor. Nuevas pruebas identificaron definitivamente la tumba como perteneciente al faraón Tutmosis II.

El Ministro de Turismo y Antigüedades, Sherif Fathi, elogió en la cuenta en Facebook de su departamento los esfuerzos de excavación en la zona y destacó la importancia de este descubrimiento para revelar más secretos y tesoros de la antigua civilización egipcia. Señaló que se trata de la primera tumba real que se encuentra desde el descubrimiento revolucionario de la tumba del rey Tutankamón hace más de un siglo.

El Dr. Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, explicó que cuando se descubrieron la entrada y el corredor principal de la Tumba C4 en octubre de 2022, el equipo creyó inicialmente que se trataba de la tumba de una de las esposas reales de los reyes tutmosidas. Esta suposición se basó en su proximidad a las tumbas de las esposas del rey Tutmosis III y a la tumba de la reina Hatshepsut, que originalmente había preparado como consorte real antes de ascender al trono como faraón.

Sin embargo, la excavación continuada esta temporada desenterró nueva evidencia arqueológica que identificó al propietario de la tumba como el faraón Tutmosis II. La reina Hatshepsut, su esposa y su media hermana supervisaron los preparativos del entierro del rey.

Entre los hallazgos significativos se encontraban fragmentos de frascos de alabastro con la inscripción del nombre del faraón Tutmosis II, identificado como el "rey fallecido", junto con inscripciones que llevaban el nombre de su principal consorte real, la reina Hatshepsut. Estas inscripciones confirmaron la propiedad de la tumba.

INTERIOR EN MAL ESTADO Y CONTENIDO TRASLADADO POR UNA INUNDACIÓN

El Dr. Khaled describió este descubrimiento como uno de los avances arqueológicos más importantes de los últimos años. Los artefactos encontrados dentro de la tumba brindan información fundamental sobre la historia de la región y el reinado de Tutmosis II. Cabe destacar que este descubrimiento incluye muebles funerarios que pertenecían al rey, lo que marca el primer hallazgo de tales artículos, ya que no existen muebles funerarios de Tutmosis II en los museos del mundo.

Mohamed Abdel Badi, director del Sector de Antigüedades Egipcias y codirector de la misión, reveló que la tumba estaba en mal estado de conservación debido a una inundación que se produjo poco después de la muerte del rey. El agua inundó la tumba, dañando su interior y requiriendo un extenso trabajo de restauración por parte del equipo arqueológico para recuperar los fragmentos de yeso caídos. Los estudios preliminares sugieren que el contenido original de la tumba fue reubicado en otro sitio durante la antigüedad después de la inundación.

Entre los fragmentos recuperados había restos de yeso con inscripciones azules, motivos de estrellas amarillas y partes del Libro de Amduat, un texto religioso clave asociado con las tumbas reales del antiguo Egipto.

El Dr. Piers Latherland, jefe del equipo británico de la misión, señaló que el diseño arquitectónico simple de la tumba sirvió como prototipo para las tumbas reales posteriores de la XVIII Dinastía. Presenta un corredor enlucido que conduce a la cámara funeraria, con el piso del corredor elevado aproximadamente 1,4 metros por encima del piso de la cámara funeraria. Se cree que el corredor elevado se utilizó para reubicar el contenido de la tumba, incluida la momia de Tutmosis II, después de la inundación.

La misión, que ha estado realizando estudios arqueológicos en el sitio durante dos años, continuará su trabajo para descubrir más secretos del área y localizar el lugar de descanso final del contenido original de la tumba.

 

TITULO: REVISTA QUO -  El motor gripado de Alemania,.

 REVISTA QUO - El motor gripado de Alemania , fotos ,.

 El motor gripado de Alemania,.

En crisis como la economía, la industria automovilística germana «vota con los pies» en las elecciones de este domingo,.

«Tenemos que protegernos de la competencia internacional, hace tiempo que dejaron de tener miedo», señala Scholz,.
 
 Qué le estamos haciendo a Quo? - Quo

A lo largo de su medio siglo de vida empresarial, se ha convertido en el líder mundial del mercado de tuneladoras. Con 82 años a sus espaldas y el partido jugado, Martin Herrenknecht habla con gran libertad: «el 'gobierno semáforo' ha puesto gran entusiasmo ,.


viernes, 28 de febrero de 2025

Atención obras - Cine - Amaral ,.Viernes - 14 - Marzo ,./ Detrás del instante - Adiós a Juan Mariné, el genio de la lámpara y el hombre que lavó todo el viejo cine español ,. / TARDE DE CINE CON - Más triste todavía ,. / Historia de nuestro cine -Cine - Los Cronocrímenes , Viernes - 14 - Marzo ,.

 

 TITULO: Atención obras - Cine - Amaral  ,. Viernes - 14 - Marzo  ,.

 Viernes - 14 - Marzo    a las 20:00 horas en La 2, foto,.

 Amaral ,.

 Atención obras - Amaral

Atención Obras’ cambia su hora de emisión a las 20:00 horas y recibe en su sofá rojo al dúo Amaral. Cayetana Guillén Cuervo charla con Eva Amaral y Juan Aguirre, que están volcados en la presentación de su noveno trabajo en sus 27 años de carrera artística.

Su álbum ‘Dolce Vita’ contiene 15 canciones que confirman la capacidad creativa de este dúo surgido en Zaragoza en los 90 del siglo pasado. Temas como ‘Rompehielos’, ‘Los demonios del fuego’ o ‘Libre’ hablan de un paraíso donde ser libres, donde empezar de cero, donde hasta lo más pequeño asombra como si lo descubriéramos por primera vez.

En la entrevista, donde Eva y Juan derrochan complicidad y risas, contarán entre otras muchas cosas cómo ha sido el proceso de creación de su último álbum y cómo les costó llegar al gran público tras dejar Zaragoza y ubicarse en Madrid, donde alguna sala de conciertos les exigía cantar en inglés para poder actuar.

Y también, cine, teatro y flamenco

El monte Fitz Roy se localiza en al sur de la Patagonia, en la frontera entre Argentina y Chile y es el lugar donde transcurre la última comedia de Jordi Galcerán dirigida por Sergi Belbel titulada ‘Fitzroy’. Amparo Larrañaga, Ruth Díaz, Cecilia Solaguren y Anna Carreño son cuatro montañeras que hablarán de empoderamiento femenino, de solidaridad, de valentía, coraje y astucia.

El autor y director argentino Claudio Tolcachir ha elegido la profesión de repartidor para su obra ‘Los de ahí’. Un texto que ahonda en el desarraigo, la precariedad y la incomunicación entre las personas. Una historia donde se confirma la indiferencia de la sociedad ante la precariedad de la nueva clase explotada por las plataformas digitales.

En la agenda de citas culturales por toda España, el programa cierra con flamenco con el Festival de Jerez que, entre otros, contará con la presencia de la Compañía Manuel Liñán y su espectáculo ‘Muerta de amor’.

 

 TITULO:  Detrás del instante - Adiós a Juan Mariné, el genio de la lámpara y el hombre que lavó todo el viejo cine español ,. 

 Miércoles - 12 - Marzo   a las 20:00 horas en La 2 / foto,.

Adiós a Juan Mariné, el genio de la lámpara y el hombre que lavó todo el viejo cine español,.

El director de fotografía y restaurador, Goya de Honor 2024, ha fallecido a los 104 años,.

Juan Mariné durante el rodaje de 'La gata', primera película rodada en CinemaScope en España,.

Juan Mariné estaba tan incrustado a la historia y prehistoria del cine español que la noticia de su fallecimiento abre un boquete todavía indetectable y que la gente del cine, los de muy dentro, irán descubriendo el lugar, el grosor, el deterioro que su ausencia ,.

El director de fotografía, restaurador e investigador de cine Juan Mariné, Goya de Honor 2024, falleció este lunes en Madrid, a los 104 años de edad, según ha anunciado este martes la Academia de Cine en un comunicado, que señala que sus restos mortales serán velados en el Tanatorio de la M30 de Madrid este martes, a partir de las 15:00 horas. 
"Hoy nos despedimos de una figura clave en la historia del cine español. Además de inspirar a otros directores de fotografía con su trabajo como José Luis Alcaine o Rita Noriega, nos deja un legado enorme de cine. No solo por aquellas películas que realizó como director de fotografía, también por todas a las que dedicó su tiempo, paciencia e ingenio para que pudieran ser restauradas y no cayeran en el olvido. Mariné entendía la importancia de recuperar al máximo nuestro patrimonio cinematográfico y, gracias a eso, las personas podrán descubrir el cine del pasado y dejarse inspirar con él", ha subrayado la institución. 
 
Mariné, primer director de fotografía que ingresó en la Academia de Cine, recibió el pasado año el Goya de Honor 2024. El centenario restaurador recogió este premio honorífico a toda su trayectoria y aportes a la historia del cine español en un acto íntimo que se celebró en la sede de la institución, rodeado de su familia, amigos y compañeros. 

La Junta Directiva de la Academia de Cine decidió otorgarle este premio "por su entera dedicación al cine durante más de 80 años de trayectoria que transitan por la historia del cine español, por sus esfuerzos en el trabajo de la conservación y la restauración fílmica, y por representar vivamente, a través de su oficio, la importancia de la luz en la historia" del cine español. 
Mariné se adentró en el cine a la precoz edad de trece años, cuando llegó al rodaje de 'El octavo mandamiento' para entregar unas cámaras nuevas procedentes de Francia que solo él supo hacer funcionar, y en sus últimos años de vida, noventa después, acudía con frecuencia a la ECAM para restaurar películas. 
El comunicado de la Academia resalta la promesa que se hizo Mariné al terminar la Guerra Civil: "dedicaría su vida al cine y Mariné ha cumplido ese pacto hasta sus últimos días"

Nacido en Barcelona en 1920, su amor por el cine le llegó con tan solo cuatro años, cuando un día veraneando en Arenys del Mar vio una proyección de los primeros cortos de Charles Chaplin. El impacto de esas imágenes fue tan grande que le pidió a su madre que le inscribiera en la escuela antes de tiempo para poder leer los carteles de las películas mudas. 
Ya en su adolescencia visitaba con frecuencia el cineclub de Arenys del Mar. Ahí, el proyector solía estropearse con regularidad y así Mariné tuvo sus primeros contactos con estos aparatos: intentando arreglarlos para poder seguir viendo las películas que tanto le hacían disfrutar. Gracias a ese ingenio y curiosidad consiguió, un año más tarde, poner a funcionar esas cámaras con 'El octavo mandamiento'. 
 
La Academia señala que hablar de Mariné es "hablar de la historia del cine", pero también de la historia de España: afiliado al sindicato CNT, grabó el entierro de Buenaventura Durruti en 1936; fue fotógrafo de guerra de Enrique Líster; estuvo internado en los campos de concentración de Francia y en el campo de prisioneros de La Rinconada (Sevilla); y fue fotógrafo del Estado Mayor de Cataluña, puesto que compaginó con su labor como ayudante de fotografía en producciones en Barcelona. 
Su debut como director de fotografía llegó en 1947, en un episodio de la película 'Cuatro mujeres', de Antonio del Amo, la primera de las 150 cintas que rodó hasta su retiro en 1990
Mariné era habitual en las producciones de del Amo, Pedro Lazaga, José María Forqué, o Pedro Masó. 'Historias de la televisión', de José Luis Sáenz de Heredia; 'El astronauta', de Javier Aguirre; 'María de la O', de Ramón Torrado; 'El crimen perfecto', de Fernando Fernán Gómez; y 'La gran familia', de Fernando Palacios, son algunos de los muchos títulos de su filmografía. Su trabajo incluso llamó la atención de Orson Welles, que le invitó a quedarse en su casa para que hiciera unas conferencias en la Universidad de California, propuesta que Mariné rechazó ya que no se sentía atraído por Hollywood. 
Destacó también como inventor de nuevas técnicas fotográficas, como el Formato Mariné. Tras su última película en 1990, 'La grieta', de Juan Piquer Simón, se dedicó de lleno a la importantísima labor de la restauración, consiguiendo rescatar muchos filmes españoles que se daban por irrecuperables. "Imposible es algo que se tarda un poco más en conseguir", era una de las máximas que el restaurador catalán tenía siempre presente. 
Mariné inventó diversos artefactos para que le ayudasen en esta tarea, como una copiadora óptica o una máquina de lavar negativos. Desempeñó esta labor diariamente en la ECAM, en un sótano dónde tenía su despacho al que los alumnos de la escuela apodaban el "sub-Mariné"
Mariné fue reconocido con el Premio Nacional de Cinematografía, El Premio Nacional de Fotografía, la Medalla de Oro de la Academia, la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid, la Medalla de Oro de las Bellas Artes y el Premio de Investigación Juan de la Cierva, entre otros. Además, su figura ha sido homenajeada en muchas ocasiones y desde distintos espacios como la Filmoteca Española, la Academia de Cine, la Fundación Aula de Cine Josep M. Queraltó y el Círculo de Escritores Cinematográficos. 
Su figura y trabajo también le han convertido en el objeto de varios documentales como 'Juan Mariné. Un siglo de Cine', 'Juan Mariné: la aventura de hacer cine' o 'El submariné'.
 

TITULO:TARDE DE CINE CON - Más triste todavía,.

Más triste todavía,.

 El triste precio de la estupidez

foto / Arístides, según nos cuenta Plutarco en sus Vidas paralelas, era un político ateniense. Sometido a una consulta popular para establecer si se le condenaba al destierro —ostracismo se llamaba a eso, pues se escribía el voto en conchas marinas y trozos de cerámica—, un ciego, que ignoraba quién era, le pidió que anotara por él su propio nombre. “¿Que te ha hecho de malo?”, preguntó Arístides mientras lo hacía. “Nada —respondió el ciego—. Pero estoy harto de oír decir que es una persona honrada”.

Hartazgo es la palabra: un término a menudo subestimado en política y otros ámbitos, pero cuyos efectos pueden ser lo mismo liberadores que tóxicos. De muchos hartazgos históricos surgieron derrocamientos y tiranías. Pocas cosas son tan ingobernables, por una parte, y tan manipulables por otra —si se cuenta con medios adecuados— como la reacción de las masas hartas de algo. O de alguien.

Asusta, y con razón, la ruidosa galopada reaccionaria que sacude Occidente. Después de dos décadas predicando lo contrario, los apóstoles del mundo feliz paritario e igualitario, la izquierda de nueva generación, canceladora, facilona y woke, se lleva las manos a la cabeza preguntándose cómo es posible, después de tanta doctrina y tanta píldora aparentemente tragada por todos, cuando la batalla parecía resuelta, que al barco del progreso humano le entre agua por todas partes y los demonios largamente denunciados se hagan con el timón de la nave, trayendo consigo sus ajustes de cuentas, rencores y represalias.

¿Qué ha pasado, cómo es posible? se preguntan esos imbéciles. ¿Qué es lo que ha traído a la ultraderecha en Estados Unidos y Europa, resucitando fantasmas que parecían bien muertos y bajo tierra? Miran hacia todos lados palpándose la ropa con estupor. Quién diablos nos ha robado la cartera, inquieren. Pero el único lugar que no miran es el espejo, hacia ellos mismos. A su estupidez, irresponsabilidad e ignorancia, cuando no deliberada mala fe, que convirtió a una ultraderecha antes inexistente en Europa, o más bien minoritaria o residual, en pretexto, en factor útil para su hipócrita ejercicio de oportunismo político.

¿Cuándo cuajó esa derecha europea radical y arrogante? se lamentan. Y la respuesta es aterradoramente sencilla: cuando la izquierda de nuevo cuño dejó de ocuparse de los trabajadores para abrazar e imponer, llevándola a extremos irracionales y ridículos —tan antiamericanos como son para unas cosas, y tan babeantes para otras—, la peligrosa doctrina nacida en Harvard y la universidad de Carolina en la que se fue apoyando poco a poco, extendida como mancha de aceite, tanta basura ideológica: penalizar la libertad individual en favor de la sumisión grupal, retorcer hasta la más grotesca exageración conceptos útiles, nobles y necesarios como izquierda, igualdad, paridad, feminismo, antifascismo. Y todo eso, imponiendo mediante las redes sociales un matonismo abrumador, un régimen dictatorial ante el que primero claudicaron los más débiles y luego nadie se atrevió a discutir. Lo define perfectamente mi amigo Juan Soto Ivars —uno de los pocos que en los últimos tiempos se han mantenido valerosamente libres—: “Nadie hizo nada porque contradecir la monserga provocaba señalamiento, etiquetado, vergüenza. Prefirieron ser discretos y que no les salpicara. Así se inundó todo. Es alucinante que auténticos liliputienses lograsen, con sus consignas rellenas de bilis, que multinacionales y gobiernos repitieran esa morralla. He visto a directores de empresa acojonados por las opiniones de una becaria y a profesores de instituto dando la razón al más gritón, arrogante y bobo“.

Y así ha sido, literalmente. Hasta las grandes y pequeñas empresas e industrias internacionales, atentas siempre a cuanto signifique negocio, subieron a ese tren para asumir las consignas del momento con verdadero entusiasmo —la hipócrita fe del converso—, alardeando de ser más feministas, más paritarias, más inclusivas, más políticamente correctas que nadie. De ese modo, también lo woke ha sido pingüe negocio durante todo este tiempo. Bajo la dictadura de pandillas digitales que en las redes sociales fingían ser masas populares, mediante la infiltración y control de organismos del Estado, centros de trabajo y universidades, los paladines de lo woke lincharon a todo aquel que no se plegaba a la nueva dictadura: a quien no llamaba niños a delincuentes de dieciséis años y un metro setenta de estatura, a quien, sin dejarse influir por el miedo o la alienación ideológica, decía camionero en vez de transportista, inmigrante en lugar de esa gilipollez de migrante, alumnos en vez de alumnado, o hablase con naturalidad de padres sin precisar que hay parejas de padre y padre, y de madre y madre, o de sexo fluido, o de lo que carajo sea. A quien, en el humilde colegio de su pueblo, en vez de imponer la lectura de una autora feminista o un mediocre autor local —al que no lee ni siquiera el profe— proponía a Homero, Jorge Manrique, Cervantes o Pérez Galdós. A cualquiera que cuestionara, en fin, el lenguaje impuesto y las narrativas oficiales. Consiguiendo, de ese modo, la sumisión cómplice de los cobardes y el silencio cauto de los reacios a buscarse problemas, amordazando a la prensa escrita y digital, convirtiendo los centros escolares en escenario —teatral es el adjetivo adecuado— para chicas arrogantes, crecidas en su poderío, y para chicos atemorizados y confusos hasta el disparate, desconcertados primero y rencorosos después.

El caso, patente hoy, es que esos idiotas o canallas repartieron certificados de democracia, de solidaridad, de igualdad; decretaron un multiculturalismo postizo e imposible, acomplejado ante el radicalismo islámico —profesoras con velo dan clase a niñas europeas y la tumba de Carlos Martel en Saint-Denis necesita protección antiterrorista—. Dictaron una manera determinada de ser y de pensar, atormentando a sus víctimas con escraches infames. Impusieron a toda costa su lenguaje, a menudo impostado y absurdo, desafiando no sólo las normas sabias de las academias, sino el más puro sentido común. Se granjearon, en fin, después de calzarnos tanto miedo y tanta basura, la antipatía de la gente normal e incluso el rechazo inteligente de algunos de los colectivos a los que aseguraban defender.

En España, naturalmente, nuestra nueva izquierda —la que en su inculta fatuidad reniega de Julio Anguita y de Felipe González— se puso a la cabeza. Se erigió en administradora única del negocio, y utilizó la palabra negocio con absoluta deliberación. La cosa empezó con lo normal, lo razonable, lo necesario, la paulatina toma de conciencia de que hay vicios sociales intolerables. ¿Quién, salvo una bestia reaccionaria, no iba a asumir y apoyar eso? Pero el asunto exigía, por razones tácticas, tener un monstruo enfrente; y si éste no existía o no era lo bastante poderoso, fabricarlo. Engordarlo bien. De ahí la magnificación de una derecha extrema que antes apenas pesaba en la vida pública, y que ahora abunda en los telediarios y que incluso se ha creído de verdad a sí misma, alentada por individuos de la catadura del tal Buxadé o el siniestro Herman Tertsch. Pero al principio no era así, y de ahí proviene el apunte tóxico, el señalamiento, el adjetivo fascista aplicado a cualquier desacuerdo, cualquier disidencia, cualquier reacción opuesta, por argumentada y razonable que fuera o sea. De ahí, en fin, la equiparación de unos con otros, la cancelación, la prepotencia y la venganza, las campañas desencadenadas incluso contra las personalidades de izquierda o periodistas que, como mi también amigo Antonio García Ferreras y otros comunicadores e intelectuales brillantes, no quisieron marcar a ciegas el nuevo paso de la oca que ordenaban desde el mostrador de la taberna Garibaldi. Sicarios de esa izquierda dogmatizaban y acusaban, y siguen haciéndolo, en los medios digitales y las tertulias radiofónicas y televisivas. Y tan agresiva dictadura acabó envileciendo palabras nobles y perjudicando luchas justas.

Al final, claro, se acabaron viendo las costuras: la hipocresía y el turbio sesgo de quienes pontificaban, calumniaban y señalaban. El hermana yo te creo de Irene Montero y sus violadores liberados por la nueva ley, el chúpame la minga de Pablo Echnique, la venenosa bajunería y mala índole de Pablo Iglesias, gallito del harén, que las azotaría hasta hacerlas sangrar —prepárense, pues se dispone a volver mediante señora interpuesta—, el ridículo lenguaje cursi-infantil de Yolanda Díaz, el farisaico pseudofeminismo del hoy cancelado y escondido Peio Riaño —patético agitador cultural que sostenía que los cuadros de El Prado son machistas—, el enhiesto miembro viril de Íñigo Errejón y tanta basura, tanto camelo barato, tanta mierda empaquetada para su venta a granel por ciertos medios informativos digitales que, con eso y alguna ayudita financiera extra, se ganan la vida. Y de nuevo recurro a mi querido Soto Ivars para expresar lo que yo no diría mejor que él: “No creían verdaderamente en nada de lo que decían: eso lo supimos más tarde, cuando fueron despeñándose. El daño que han hecho a los colectivos que supuestamente defendieron todavía no se puede medir; hay que esperar a conocer la temperatura exacta de la reacción furiosa que han despertado. Lo indiscutible es que quebraron el progreso. Las sociedades occidentales eran cada vez más igualitarias, inclusivas y diversas, pero ellos no podían vivir sin su batalla. Ahora, a saber qué pasará“.

Y lo que pasará, lo que inevitablemente tenía que pasar, está pasando. Que las grandes empresas norteamericanas como Disney, MacDonald’s, Harley Davidson, Ford, Meta, Cartepillar, Amazon, bancos poderosos y fondos de inversión —los europeos irán detrás, como siempre— empiezan a adaptarse al nuevo clima político; y en parte por miedo a las represalias de la derecha emergente y en parte porque comprueban la temperatura, templan el vocabulario y retiran dinero de campañas que antes apoyaban. Atentos al sentir pendular de su clientela, se desmarcan cada vez más de esas dos décadas de presión y sobreactuación insoportable. O sea que, en mayor número, los ciegos atenienses piden a Arístides que escriba su propio nombre en la concha y se vaya a hacer puñetas. Y lo hacen como era previsible —y temible— que lo hicieran: yéndose peligrosamente al otro lado, propiciando el resurgir en España, en Europa, en los Estados Unidos, de un ultranacionalismo conservador, crudo, arrogante, agriamente populista, al que ahora se acogen los cabreados y los desesperados, los fatigados de tanta demagogia y tanto cuento chino; no sólo para darle su voto, que, al fin y al cabo, de eso trata la democracia, sino para confiarle la revancha, la venganza contra todo aquello que semejantes cantamañanas les hicieron engullir durante veinte años. Por los daños irreparables causados, por la incertidumbre y el disparate.

Nada tranquilizador, desde luego: se avecinan horas negras, y Trump de nuevo en la Casa Blanca es el más perverso ejemplo. Pero lo peor del asunto es que los mismos que, allí y aquí, hicieron posible la tormenta se proclamarán ahora más necesarios que nunca, postulándose a sí mismos para combatirla. Seguirán ahí esperando otra vez su hora, confiados en que el futuro péndulo de la Historia los favorezca de nuevo entre los escombros del mundo razonable que tanto han contribuido a demoler. Al fin y al cabo, las ratas son los únicos animales capaces de sobrevivir a cualquier desastre.

 

TITULO:  Historia de nuestro cine - Cine -  Los Cronocrímenes ., Viernes  -  14 - Marzo ,.

 

 Los Cronocrímenes

 

 

El Viernes   -   14 - Marzo    a las 22:15 por La 2, foto,.

 

 

Reparto ,.  Karra Elejalde, Bárbara Goenaga, Nacho Vigalondo, Juan Inciarte,.

  Un hombre viaja accidentalmente al pasado y se encuentra consigo mismo, con una chica desnuda en medio del bosque, con con un extraño individuo con la cara cubierta por un vendaje de color rosa y con una inquietante mansión en la ladera de una colina. Son las piezas de un puzle impredecible que conducen a una insólita modalidad de crimen. ¿Quién es el asesino? ¿Quién es la víctima?,.