El lunes -3- Agosto los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.
Miles de personas se manifiestan en Berlín en contra de las restricciones por la pandemia,.
La marcha ha reunido a un heterogéneo grupo de conspiracionistas, antivacunas, extremistas de derecha y negacionistas del virus,.
Varios
miles de personas se han manifestado este sábado en Berlín para
protestar contra las medidas de prevención frente al coronavirus que
según ellas limitan las libertades individuales. Los manifestantes, unos
17.000 según la policía —muchos menos que los 500.000 anunciados por
los organizadores de la marcha — se concentraron bajo el lema El Fin de la Pandemia - Día de Libertad.
La marcha fue convocada por el grupo de Stuttgart Querdenken 711 y ha reunido a una heterogénea mezcla
de conspiracionistas, simpatizantes de extrema derecha, militantes
antivacunas y negacionistas del SARS-CoV-2, el coronavirus que provoca
la covid-19.
Los manifestantes, que en su mayoría provenían de otras regiones del país, han rechazado las medidas implantadas para tratar de frenar la propagación del virus.
“Somos la segunda ola” o “Todo es una gran teoría de la conspiración”
han sido algunas de las frases coreadas. La protesta se ha iniciado poco
antes del mediodía frente a la puerta de Brandeburgo y ha recorrido
varias calles céntricas de manera pacífica, pero sin respetar las
medidas de seguridad, que recomiendan una distancia de 1,5 metros entre
las personas y el uso de mascarillas. Muy pocos de los asistentes
llevaban las bocas cubiertas.
“El Gobierno nos ha tratado
como animales y ha causado un daño tremendo a la economía del país”, ha
asegurado Herr Schmidt, de 60 años, quien ha añadido que se ha negado a
utilizar mascarillas desde el inicio de la crisis sanitaria. “Las
consecuencias de las medidas que adoptó la señora Merkel las sufriremos
después de las vacaciones”, ha añadido. Klaus Reinhardt, un estudiante
de Derecho de 23 años se ha mostrado más agresivo: “Llegó la hora de
rebelarse contra este Gobierno y contra el sistema que impera en el
país”, ha asegurado con su boca y nariz al descubierto.
Entre
los asistentes, la presencia de simpatizantes de ultraderecha no era
muy numerosa, pero se dejaban ver. Algunos llevaban la bandera imperial
negra, blanca y roja de Alemania y portaban pancartas que decían:
“Estamos haciendo ruido porque nos estáis robando la libertad” y
“¡Piensa, no uses una mascarilla!”.
La marcha que debía
culminar alrededor de las 16.00 horas fue disuelta. La policía de
Berlín, que pidió a través de altavoces a los manifestantes que
respetaran las medidas de seguridad, ha anunciado en Twitter que ha
interpuesto una denuncia contra los organizadores por “no respetar las
reglas de higiene”.
La protesta fue organizada por
Stephan Bergmann, un empresario que dio vida a la iniciativa Querdenken
711. Bergmann ha ganado notoriedad en sus discursos en los que ha
denunciado que el virus era “falso”. “El Gobierno no quiere proteger las
vidas humanas, sino introducir el comunismo. ¡A la mierda la regla de
la distancia!”, dijo Bergmann al periódico Tagespiegel en vísperas de la manifestación de Berlín.
Varios responsables políticos criticaron esta movilización, incluida Saskia Esken, responsable de los socialdemócratas,
partido minoritario de la coalición gubernamental con los conservadores
de la canciller Angela Merkel. “Sin distancia, sin mascarilla: no solo
ponen en peligro nuestra salud, sino también nuestro éxito ante la
pandemia y la reactivación de la economía, la educación y la sociedad.
¡Irresponsable!”, ha tuiteado.
El ministro del Interior,
Horst Seehofer, se ha mostrado por su parte más comprensivo al respecto,
pues “siempre hay opiniones diferentes” cuando se trata de
“restricciones a la libertad”, aunque, según él, “no son la mayoría”.
TITULO: Retratos con alma - Bolsonaro insta a los brasileños a «enfrentarse» al virus,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.Lunes -3- Agosto a las 22:40 horas en La 1 / foto,.
Bolsonaro insta a los brasileños a «enfrentarse» al virus,.
El dirigente latinoamericano advierte a la población de que «la mayoría se infectará»,.
Bolsonaro parece vivir en una realidad ajena a la que soporta su país, que se acerca a las 93.000 muertes y los 2,7 millones de positivos en una escalada donde los fallecidos –más de mil al día– y los enfermos crecen a un ritmo endiablado. Baste que entre el viernes y ayer, las autoridades sanitarias confirmaron 52.383 nuevos pacientes. De hecho, haber padecido la covid-19 no parece haber hecho demasiada mella en el mandatario conservador, que en su visita a Bagé habló ante sus seguidores sin mascarilla en varios momentos.
«Yo estoy en el grupo de riesgo. Ahora bien, nunca dudé de que algún día me contagiaría. Desafortunadamente, creo que la mayoría de vosotros se contagiará algún día», pronosticó Bolsonaro, por lo que invitó a los brasileños a «enfrentarse» a la pandemia. «¿A qué tienen miedo?», preguntó a quienes seguían su acto, sin hacerse eco de las devastadoras consecuencias que está provocando la pandemia y el elevado número de víctimas mortales.
De hecho, a este respecto el presidente aseveró: «Lo siento, lamento las muertes. Las personas mueren todos los días por varias causas, así es la vida». Sus comentarios, en el segundo acto en el que participa desde su confinamiento, recibieron ayer duras críticas del personal sanitario y varios epidemólogos del país.
TITULO: DIAS DE TOROS -Más cornadas da la pandemia ,.
Más cornadas da la pandemia ,.
Espectáculo inédito 7.000 toros salvarán la vida esta temporada por la suspensión en cascada de corridas y otros festejos populares. Los criadores calculan que las pérdidas rondarán los 100 millones,.
Lo sabe muy bien Antonio Bañuelos, de la Unión de Criadores de Toro de Lidia (UCTL), elegido presidente hace mes y medio y a quien ha tocado debutar con rejones. La Covid-19, sostiene, ha significado un duro golpe para un sector del que dependen 200.000 personas, entre empleos directos e indirectos. «La pandemia nos ha dado de lleno y lo ha hecho desde el inicio mismo de la temporada. Eso significan 7.000 animales que iban a morir en las plazas, entre corridas y festejos populares, y que ahora están en las fincas con el consiguiente gasto de alimentación, mantenimiento, veterinarios, salarios de nuestros trabajadores... Esto no es como vender coches, que si no puedes darles salida este mes ya lo harás el que viene. Hablamos de un producto perecedero, de animales que no se pueden lidiar después de cumplir los 6 años y de los que ahora hay un stock elevadísimo».
Con las fiestas patronales suspendidas prácticamente en toda España y los constantes rebrotes, el coste es enorme y la preocupación, máxima. Un clima complicado para generar la confianza necesaria para el desarrollo de la actividad. Citas como las celebradas en Olivenza o Ávila constituyen la excepción, «cuando deberíamos estar embarcando cientos de toros y novillos a diario».
Camada doble para 2021
A María José Sánchez Majeroni, alma de la vacada salmantina de Castillejo de Huebra, cien por cien Murube, el virus le ha hecho una 'avería' importante. «Teníamos toda la camada colocada. 75 toros y cuatro novilladas con utreros (3 años), en total un centenar de animales. La única opción es mandarlos al matadero o esperar a 2021, lo que significa muchas bajas y contar con que la camada del año que viene será doble, con el consiguiente desplome de precios». Tantas esperanzas depositadas en una cabaña que ahora verá pasar la temporada sin pena ni gloria. Ahí esta 'Paisano' para recordárselo. 530 kilos de toro negro, acucharado, muy serio y bajito. «De padres contrastados», puntualiza, orgullo que iba a ser de los festejos de Guadalajara. En fin.Antes de la Feria de Abril, fuentes de la UCTL calculaban que un año sin toros supondría pérdidas por valor de 77 millones de euros. Ahora, en agosto, la previsión es incluso peor, «de cien millones si esto no cambia». Bañuelos no ignora que «la crisis afecta a todos, no sólo al millar de ganaderías de lidia que hay repartidas por España» y entiende que, «como sucede con toda actividad cultural y económica, debemos adaptarnos para convivir con el virus garantizando la seguridad sanitaria».
Pero no elude la crítica. Su opinión, que comparten todos, es que la Administración no ha estado a la altura de las circunstancias. «La ópera, el cine, el ballet... todos tienen derecho a sus subvenciones. Nosotros ingresamos 140 millones de euros sólo de IVA y no contamos para nadie», reivindica Bañuelos. Ahí va otro dato. Un festejo en una plaza de primera aporta hasta 7.000 euros a las arcas del Estado sólo en concepto de seguridad social.
«Eso por no hablar del impacto que la ganadería de bravo tiene en la fijación del tejido rural y en el ecosistema de la llamada España vacía, y el daño irreparable a la marca 'España'», desliza Sánchez Majeroni, para quien las perspectivas sólo pueden ser malas, «más aún con el clima político actual, refractario a que se den corridas». La ganadera recuerda que las dehesas donde se cría el toro bravo están a menudo catalogadas por la UE como espacios de alto valor natural y reservorios de biodiversidad a cuya conservación contribuyen los ganaderos. «Si nuestras explotaciones no son rentables, estos espacios no podrán mantenerse y nos veremos obligados a abandonar nuestros campos, con la pérdida irreparable para el entorno».
Los alcaldes tienen transferida la facultad de organizar festejos -desde corridas a sokamuturras o bous al carrer-, pero los rebrotes del virus aconsejan cautela. Más aún cuando la normativa varía según la comunidad autónoma. Mientras en unas hablan de aforos del 75%, en otras exigen una distancia de seguridad de 1,5 metros, lo que en la práctica supone garantizar 9 metros cuadrados para cada aficionado. Si trasladamos este escenario a Las Ventas, con capacidad para 24.000 espectadores, significa que no pueden asistir más de 1.900, lo que hace «imposible programar con garantías una corrida dados los elevados costes de producción».
Así lo asegura el presidente del coso madrileño, Rafael García Garrido, a quien la pandemia ha arruinado la temporada y al que no le queda más remedio que pensar ya en la siguiente. «Se habla de mascarillas, de distancias, de aforos... y todo eso está muy bien, porque lo primero es la salud. Pero, ¿cómo organizas un festejo en edificios por lo general antiguos si hay que evitar aglomeraciones a las entradas y salidas, los accesos son los que son y a menudo no hay asientos individuales? ¿Se imagina un espectáculo de dos horas y media, a pleno sol y con la mascarilla puesta, sin beber agua?».
Abandonados a su suerte
Diego Urdiales, matador, sufre las consecuencias desde una perspectiva diferente. Ha pasado de torear 22 festejos en 2019 -la temporada más extensa de su vida- a no pisar el ruedo ni una sola vez, desde que en marzo se suspendiera la cita prevista en Arnedo, su pueblo. «Si yo estoy nervioso, imagínese mi cuadrilla. Ocho personas entre banderilleros, picadores, mozo de espadas y ayuda. Todos con familia y en una situación dramática, no digamos ya desde que el Gobierno ha decidido no otorgar las ayudas que les corresponden por su condición de artistas de espectáculos públicos».Urdiales se refiere al decreto que adscribe desde 1985 a toreros y subalternos al régimen de Bellas Artes y que, según Cultura, les da derecho a una ayuda mensual de 780 euros. Pero la sufrida infantería de los ruedos ha quedado fuera de este régimen de ayudas. «Todavía nadie nos ha dicho por qué, cuando somos gente que cotiza cada vez que percibe ingresos, lo que no ocurre desde octubre pasado», clama David Prados, presidente de la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros. Una circunstancia que ya ha desatado tensiones, como ocurrió hace una semana con el escrache en Toledo contra la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a quien acusan de «apuntillar al mundo del toro y asfixiar a sus trabajadores».
Las escasas novilladas y becerradas que acogen comunidades como Castilla-La Mancha o Andalucía permiten dar salida a cabezas de ganado de la temporada que viene, de manera que no se acumulen con los cinqueños que van a quedar de esta. «Serán muy pocos los que se maten, apenas unos 700 y eso con suerte». Si no hubiera habido rebrotes, ahora mismo se estaría lidiando en muchas plazas de España, pero los alcaldes no quieren arriesgarse ante la posibilidad de que se produzca un foco vírico una semana después de haber autorizado una corrida, a menudo acompañada de romerías, orquestas, desfiles....
El actual panorama está disparando el sacrificio de animales a precios muy por debajo de su coste de producción, que oscila entre los 4.000 y 5.000 euros en función de la explotación donde se críe, advierte Bañuelos. «El precio de la carne en matadero no supera los 500 euros, mientras que en una plaza de primera te pueden dar 10.000 por un toro. Las cifras hablan por sí mismas». El panorama es catastrófico. «Yo ya había recomendado a las ganaderías suprimir un 35% de la población de vacas para equilibrar la oferta y la demanda y estar acorde al número de festejos». El Covid no ha hecho sino agravar esta situación. La Feria de Otoño de Madrid se suspende, también la de San Miguel en Sevilla está en el aire... Cuando las capitales dan un paso atrás, los pueblos van detrás». Una estocada mortal de necesidad.