viernes, 26 de junio de 2015

Aquí la Tierra - FUEGO EN LAS VENAS DE AMERICA, / EN TIERRA HOSTIL - HISTORIA OLEADA DE REFUGIADOS A ALEMANIA,./ CRONICAS - PORTADAS:

Resultat d'imatges de aqui la tierraTÍTULO: Aquí la Tierra - FUEGO EN LAS VENAS DE AMERICA, .


Aquí la Tierra :

"Aquí la Tierra" es un programa diario de TVE, de 20.30 a 21.00 donde Jacob Petrus nos ofrece una mirada inédita y entretenida sobre nuestro planeta. / foto,.



TÍTULO: FUEGO EN LAS VENAS DE AMERICA, .

Fuego en las venas de América

'Volando bajo', imagen tomada en 1988 por el fotógrafo mexicano Pablo Ortiz Monasterio. :: PHotoEspaña'Volando bajo', imagen tomada en 1988 por el fotógrafo mexicano Pablo Ortiz Monasterio. :: PHotoEspaña
  • 'Latin Fire', el pulso latinoaméricano en fotos entre la euforia y el melodrama,.

     

    Pasión, creación y revolución son los temas medulares de 'Latin Fire', una 'fogosa' exposición tan potente como heterogénea. Es un turbador caleidoscopio de la ebullición cultural y social latinoamericana, de su carácter diverso, apasionado y ardiente en 180 instantáneas. Son lo mejor de la colección de Anna Gamazo de Abelló, que ha reunido en apenas una década una de las mejores colecciones de Europa de fotografía latinoamericana contemporánea. Cubre un extenso abanico de autores, temas y países y es una de las citas ineludibles de PHotoEspaña 2015, en cartel hasta septiembre el palacio de Cibeles de Madrid.
    «Aúna diferentes identidades y multitud de miradas», asegura María García Yelo, directora de PHotoEspaña, sobre una exposición que explora las características comunes del fulgurante y desigual continente en el que, del Río Bravo a la Tierra de Fuego, conviven alegría y miseria, injusticia y riqueza, violencia, revolución y muerte.
    'Latin Fire' reúne 180 imágenes, muchas inéditas, firmadas por 52 fotógrafos y datadas entre 1958 y 2010. Los comisarios, Alexis Fabry y María Wills, pretenden con su selección «ilustrar una actitud, un comportamiento o la psicología del latinoamericano». Buscan las características «que recorren el continente» y hallan una primordial en la metáfora del fuego que llevan al título. «Un carácter cultural fogoso que se manifiesta la relación familiar, al bailar, en la vida nocturna o en los compromisos sociales y políticos».
    Las imágenes van así del fuego de las armas, las revoluciones, los movimientos reivindicativos de género o raza y las luchas culturales y contraculturales, hasta el ferviente fulgor y de la vida nocturna y marginal de capitales como Lima, México D.F., Buenos Aires, Caracas, Santiago y La Habana.
    Cada fotógrafo refleja de diferente manera, estilo y técnica «esa euforia y ese melodrama que forman parte de la vida diaria de los ocho países retratados». «Cada uno en su capacidad de alcanzar simultáneamente sensaciones tan distintas como el exceso de humor o el exceso de dolor», apuntan los comisarios.
    La revolución cubana, la represión de los militares argentinos y chilenos, los crímenes de los sicarios, los estragos del narco, la vida cotidiana en mercados, cárceles, iglesias o garitos, conforman este poliédrico retrato de la idiosincrasia latina. «Se relata en historias de cine o letras de canciones que siempre están cargadas de condimentos y picante», resumen los comisarios que, sin afán enciclopédico, articulan la muestra en dos amplios capítulos: 'Fuego' y 'Con el diablo en el cuerpo'.
    Agrupa la primera escenas de la revolución cubana -con imágenes de Raúl Corrales o Korda-; la guerrilla de Venezuela en los 60 retratada por Rodrigo Moya; la vida bajo la dictadura en los 80 en Chile, por Héctor López; en Buenos Aires, por Adriana Lestido y Eduardo Longoni; o en Lima en los 90, bajo la amenaza de Sendero Luminoso, por Jorge Deustua. También la conmovedora serie 'Desaparecidas', que Maya Goded realizó en 2005 en Ciudad Juarez (México) o la serie en la que Milagros de la Torres fotografía restos de utensilios de personas secuestradas en Colombia. Juan Manuel Echevarría también habla en sus imágenes de la violencia sin retratarla en sí misma y en medio de estas fotografías, el icono del Che Guevara muerto.
    'Con el diablo en el cuerpo', título de una de las canciones de la cantante cubana La Lupe, reflexiona sobre cómo «los lugares de fiesta terminan uniendo. Como se pierden las cuestiones políticas radicales para dejarse llevar por el fuego de la música y el baile». Las imágenes desvelan aquí «ese espíritu desenfadado de los latinoamericanos que buscan afirmar su carácter contra-cultural o, simplemente, desfogarse en sus experiencias, sean de vida o muerte».
    'Las prostitutas' de Fernel Franco, muestra miradas íntimas en retratos que exploran mundos subjetivos en cantinas, bares de mala muerte, cárceles, y espacios privados de encuentro. 'Las noches de reventón', de Armando Cristeto, comparte protagonismo con las 'Mujeres presas' de Adriana Lestido, los 'Internos' de Carlos Somonte, los travestis de Garciela Iturbide, y los bañistas de Rodrigo Moyo. La violencia en la fiestas se ve en series como 'Boda en Coyoacán', de Pedro Meyer, y las de José Luis Venegas en Tijuana.

    TÍTULO:  EN TIERRA HOSTIL - HISTORIA OLEADA DE REFUGIADOS A ALEMANIA,.

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     En tierra hostil es un programa de televisión español de reportajes-documental, producido y presentado por Alejandra Andrade y Jalis de la Serna, foto,.

    TÍTULO: Histórica oleada de refugiados a Alemania

    Manifestantes alemanes colocan tumbas simbólicas durante una protesta celebrada ayer a las puertas del Bundestag para condenar la deportación de inmigrantes. :: efe
    Manifestantes alemanes colocan tumbas simbólicas durante una protesta celebrada ayer a las puertas del Bundestag para condenar la deportación de inmigrantes. :: efe
  • El Gobierno espera para este año el número más alto de solicitudes de asilo desde la II Guerra Mundial

  • berlín. Alemania se enfrenta este año a la mayor avalancha de refugiados desde el final de la II Guerra Mundial, cuando entonces 14 millones de desplazados de origen germano se vieron obligados a abandonar sus regiones en el este de Europa para iniciar una nueva vida en alguna de las dos partes en las que estaba dividido el país. Las autoridades locales calculan que en 2015 se presentarán más de 450.000 solicitudes de asilo político. La cifra duplica con creces la registrada en 2014, cuando más de 220.000 personas pidieron acceder a la condición de refugiados. Una cantidad que España no alcanza ni sumando las solicitudes recibidas en los últimos 30 años.
    Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE), informó recientemente de que casi la mitad de los refugiados que llega al Viejo Continente presenta su solicitud de acogida en Alemania. El análisis para el primer trimestre de este año revela que las peticiones de asilo en suelo germano aumentaron un 32%, mientras en otros Estados como Suecia o Italia se produjeron apreciables retrocesos del 41% y el 28%, respectivamente.
    Ante una situación que amenaza con desbordar al país, el presidente, Joachim Gauck, hizo este fin de semana un llamamiento a la población para recibir con los brazos abiertos a quienes llegan huyendo de la guerra y la miseria. «Hace 70 años una Alemania pobre y destruida pudo integrar a millones de refugiados. ¿Por qué una Alemania de éxitos económicos y estabilidad política no va a ser capaz de reconocer en los retos actuales las oportunidades de mañana?», se preguntaba en su discurso con motivo de la primera jornada en memoria de los refugiados y las víctimas de deportaciones.
    El máximo mandatario germano subrayó el deber moral de todos los Estados europeos de rescatar y ofrecerles un refugio seguro a quienes cruzan el Mediterráneo en condiciones precarias y arriesgan sus vidas. «Esa protección es innegociable», afirmó Gauck, quien subrayó que ese compromiso debe mantenerse hasta que los afectados puedan regresar a sus países sin peligro o puedan vivir seguros «aquí o en otros lugares».
    Pero, ¿cuánto cuesta un refugiado? Según cálculos realizados por los 16 estados federados alemanes y sus municipios, responsables directos de la acogida de quienes solicitan asilo, cada persona conlleva un coste anual mínimo de 12.500 euros. Acoger a los 450.000 que se esperan este año, una cifra que no se da por cerrada y que podrían aumentar aun más, supondrá por ello un gasto de no menos de 5.600 millones de euros. Aunque el dinero no es el mayor problema en un país que marcha económicamente muy bien frente a otros socios europeos.
    Rechazo a los desplazados
    Más complicado resulta conseguir un techo para tantas cabezas. Muchos municipios son alertados con escasos días de antelación de la llegada de un nuevo contingente de refugiados a los que deben acoger y se las ven y las desean para darles cobijo. A marchas forzadas se acondicionan viejas escuelas, cuarteles abandonados e incluso pabellones deportivos para albergar provisionalmente a los solicitantes de asilo hasta que se van repartiendo en viviendas de protección pública.
    Muchos pasan meses e incluso años en centros de acogida. Y la respuesta social no siempre es positiva. Una gran parte de los alemanes rechaza tener cerca de sus hogares un centro de acogida o un albergue para refugiados. Son frecuentes los casos de edificios en proceso de habilitación que son incendiados intencionadamente, como en la localidad de Tröglitz, en Sajonia-Anhalt, donde varias viviendas destinadas a recibir a 40 refugiados fueron pasto de las llamas en mayo pocos días antes de la llegada de sus nuevos ocupantes. Movimientos como el racista de los 'Patriotas europeos contra la islamización de Occidente' (Pegida) contribuyen además a calentar el ambiente contra los desplazados con sus protestas, si bien es cierto que las contramanifestaciones solidarias con quienes buscan asilo en Alemania suelen ser más numerosas.
    Pese a todo, la mayoría de quienes solicitan en Alemania la condición de asilado son rechazados. Cuotas de aceptación superiores al 90% alcanzan solamente los refugiados procedentes de países sumidos en el caos como Siria, Somalia o Eritrea, o quienes pertenecen a minorías éticas amenazadas como los yazidíes en Irak, que son exterminados sistemáticamente por las fuerzas yihadistas de Estado Islámico. Por el contrario y aunque suman casi la mitad de las solicitudes, carecen prácticamente de posibilidades de ser acogidos en Alemania quienes proceden de los países de los Balcanes occidentales, como bosnios, serbios, montenegrinos, macedonios, albaneses y kosovares, que huyen de sus hogares por razones económicas.
    La cuota alemana de reconocimiento de asilo es del 30% de los solicitantes. No obstante, una buena parte de los rechazados trata como sea de alcanzar el estatus de «tolerado», que debe renovar cada tres meses para evitar su repatriación. Más de medio millón de personas cuya solicitud de asilo no ha sido aceptada viven pese a todo en territorio germano.

    TÍTULO: CRONICAS - PORTADAS:

    Resultat d'imatges de PORTADA programa la2En Portada. "Lampedusianos"

    • En Portada viaja a Lampedusa, la isla europea más cercana a África

    • Es uno de los principales puntos de acogida de quienes sueñan con Europa - fotos,.

    • Sus habitantes, gente solidaria, temen que la inmigración mine su prosperidad

    • Lampedusianos se estrena el jueves 25 de junio a las 23.30 h en La 2 y RTVE.es


    Llegar a Lampedusa es una aventura, aunque viajes con papeles y no necesites burlar las fronteras como los inmigrantes que hacen escala en la isla huyendo del hambre y de la guerra.
    El viaje fue el primer golpe de realidad; probablemente, la mejor manera de entrar en materia
    El viaje del equipo de En Portadaduró más que un vuelo transoceánico. Primero había que llegar a Roma; después a Sicilia y desde ahí, embarcar en un avión que nos dejaría en uno de los aeropuertos con vuelos regulares más pequeños del mundo. Un aeródromo mínimo en una isla mínima, de apenas 6.000 habitantes, sin agua potable, -salvo la que se recoge durante los días de lluvia-, y en la que todo lo que se necesita viene de fuera. El viaje fue el primer golpe de realidad; probablemente, la mejor manera de entrar en materia, porque pudimos sentir lo lejos que estábamos de todos y de todo, especialmente de Europa, pese a que Lampedusa es parte de ella.

    Un punto en el mapa

    Queríamos mostrar cómo es la vida en Lampedusa. Queríamos saber cómo es su día a día. Queríamos comprobar si la solidaridad, de la que tanta gala hacen sus vecinos, puede tener fecha de caducidad. Queríamos ver con nuestros propios ojos, -los de un equipo de reporteros-si la presión migratoria es, como creen algunos, una metástasis que amenaza el futuro.

    Aguas de Lampedusa. Ricas en pesca, fueron el sustento principal de la isla durante años. Aguas de Lampedusa. Ricas en pesca, fueron el sustento principal de la isla durante años.

    Y ahí estábamos: recorriendo una isla que, vista desde lejos, es menos que nada. De hecho, ni siquiera aparecía hasta bien entrada la década de los 70 en los mapas escolares de Italia. Algo que no parecía importar a sus habitantes, acostumbrados a vivir en soledad, sin más visitas programadas que las de los cetáceos, tortugas, aves, delfines y atunes de la zona. 
    Ni siquiera la visitaron sus nobles propietarios, la familia Tomasi, aunque le deban el título de Príncipes de Lampedusa. En la isla no hay palacios ni nada que recuerde al autor de El Gatopardo, que aunque vivió en Palermo, no tuvo curiosidad por conocerla.

    De la subsistencia al turismo

    Madre e hijo en un autobús. Desde Siria llegan a Lampedusa familias completas que huyen de la guerraLa economía de Lampedusa era de subsistencia hasta que llegó el turismo. Sus habitantes abandonaron la pesca, al menos como actividad principal, y se centraron en el trabajo estacional de los cuatro meses de verano. El dinero comenzó a entrar en la isla y los lampedusianos se toparon con una realidad metropolitana. Lo que no entraba en sus planes era convertirse en testigo de uno de los grandes movimientos migratorios de nuestro tiempo. Un fenómeno que en cifras de desplazados supera a las de la Segunda Guerra Mundial y que está lejos de finalizar.

    Desde Siria llegan a Lampedusa familias completas que huyen de la guerra

    Los lampedusianos sienten que su solidaridad se tambalea cuando flaquea el turismo
    El 80% de los inmigrantes que tratan de llegar a Europa tienen derecho a asilo. Son refugiados que huyen de Siria, Eritrea, Somalia, Sudán…. Los inmigrantes económicos suponen una minoría y Europa se enfrenta a una crisis humanitaria que está poniendo a prueba sus valores. Pero mientras Bruselas discute las cuotas de acogida y 12 gobiernos, entre ellos el de España, las consideran difícilmente asumibles, el Mediterráneo se sigue cobrando vidas; las mafias propietarias de ataúdes flotantes, continúan su próspero negocio y los lampedusianos sienten que su solidaridad se tambalea cuando flaquea el turismo.

    'Lampedusianos'. Álbum de viaje,.

    • Barco repleto de inmigrantes, la mayoría eritreos, somalíes y sirios, al atardecer

      Atardecer lampedusiano

      Barco repleto de inmigrantes, la mayoría eritreos, somalíes y sirios, al atardecer.
    • Finalizado el rescate, los inmigrantes esperan durante horas hasta llegar a tierra firme.

      El desembarco

    Quejosos y solidarios

     Los lampedusianos tienen el corazón partido. Los mismos que reclaman el desvío de los inmigrantes hacia otros puertos; los mismos que mantienen un discurso abiertamente racista, se echan al agua cada vez que hay una alerta. Salen al mar, se quitan sus ropas y cuando vuelven, dan casa y cobijo al náufrago.

    Una caricia y una sonrisa. Recibir trato humano ilumina la cara de los recién llegados.
     La minúscula comunidad de Lampedusa no se pone de acuerdo sobre si están mejor o peor que antes: hay quienes creen que la isla está muerta; que se ha transformado en un inmenso cuartel, lleno de militares; que apenas quedan restos de la paradisíaca isla donde hubo una pequeña industria conservera y en la que los inmigrantes no representaban ningún problema. Eran los años en los que tener un par de zapatos, -como reconocen los mayores del lugar-, era algo extraordinario. Pero las cosas no son como son, sino como se recuerdan y los lampedusianos fomentan la melancolía y un cierto acuerdo tácito de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

    Paisanos de Lampedusa. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
    Como nos dijo Giusi Nicolini, la brava alcaldesa de Lampedusa, su isla concentra todas las contradicciones del Mediterráneo.