TITULO: LA BICICLETA - "Alejando Valverde es el Eddy Merckx del ciclismo moderno",.
LA BICICLETA - "Alejando Valverde es el Eddy Merckx del ciclismo moderno", fotos.
CICLISMO - Reacciones unánimes tras la 100ª victoria del murciano.
"Alejando Valverde es el Eddy Merckx del ciclismo moderno",.
Hace nueve días, Alejandro Valverde inauguraba su casillero de victorias anuales en la Vuelta a Murcia (de un día) y colocaba el trofeo número 98 en sus vitrinas. El miércoles, nada más comenzar la Vuelta a Andalucía, se hacía con el 99º con una exhibición camino de Granada. El viernes voló en una contrarreloj que perdió por un segundo, pero le sirvió para moldear su victoria final, al regresar al liderato con un segundo de ventaja sobre Alberto Contador. Ayer, en una última jornada de media montaña con frío, lluvia y viento, aseguró su centenario de títulos y recibió el agasajo popular en Coín.El número se antoja corto. Valverde tiene ante sí tres temporadas prácticamente completas para aumentar su gloria. El murciano se nutre de sueños concretos en 2017: el Mundial de Bergen (Noruega) y la Vuelta a España, a la que se presentará como líder del Movistar Team.
Alejandro es un caso único. Muchos opinan que no se le valora lo suficiente. En el pelotón, sólo hay admiradores. "Tanta clase... Gana todos los meses del año, tiene ese don. He tenido la oportunidad de correr con él y, además, es un señor dentro del grupo", dice Dario Cioni, director italiano del equipo Sky.
Otro que ha compartido kilómetros de competición con él es Juanma Gárate, director del Cannondale, que plasma una metáfora ilustrativa: "Es un niño en la noche de Reyes todos los días del año. Tiene una alegría enorme cada vez que monta en bicicleta".
ILUSIÓN, LA PALABRA CLAVE
Ilusión es la palabra que define el ciclismo de Valverde. Magia. "El otro día ganó el maillot de líder en la crono por ilusión. Fue a reconocerla con Jorge Arcas y ya se veía que iba a hacer un prodigio", cuenta el entrenador del Movistar Team Mikel Zabala.
Pablo Lastras, director desde este año en el Movistar, ha compartido como ciclista la carrera del Bala hasta su retirada por infortunio en 2015. "El otro día, en el aeropuerto, hablando con directores de varios equipos, vimos que Alejandro es el Eddy Merckx del ciclismo moderno. Por su versatilidad", anota el madrileño.
Lastras anota otro detalle que subraya lo ya apuntado por Cioni: "Lo que más destaco de Alejandro, por encima de todo, es que es muy buena persona. Y eso le ha lastrado para ganar más carreras. Le ves en el comedor, con sus compañeros, y está atento a todos los detalles, los cuida".
Chente García Acosta, director del Movistar, anticipa la nostalgia: "Le vamos a echar de menos cuando lo deje. Algunos van a llorar. Otro como él no va a venir, es único. Hay que disfrutarlo en cada carrera, gane o cometa un error. A él no le importa, está siempre delante y cuando falla, pues dice 'la he cagado' y sigue adelante", decía el navarro en Setenil de las Bodegas.
Un corredor con potencial y ciertas aptitudes valverdianas es el italiano Fabio Felline, corredor del Trek-Segafredo. "Valverde siempre está fuerte, nunca débil. Para mí es una referencia, me gustaría ser como él, pero no sé yo si tengo piernas para tanto".
Pedro Delgado, ganador del Tour 1988 y comentarista en RTVE, esperaba la 100ª victoria y bastantes más. "Alejandro tiene una capacidad que no está al alcance de ningún otro ahora mismo. Se confirma que es uno de los mejores ciclistas de la historia por su polivalencia, su capacidad para ganar cualquier competición de cualquier duración. No se le reconoce como debería, ni en España ni fuera", afirma Perico.
"Cada año está más fuerte. Cada vez se va más deprisa en todas las carreras y él está siempre ahí con casi 37 años. Incombustible, no pasan el tiempo por él. Y le queda todavía mucho champán y mucho cava por descorchar", remata Eugenio Goikoetxea, director del Caja Rural-RGA.
TITULO: EL BALÓN ENTRO - "El fútbol y la paz van unidos para nosotros" ,.
Colombia - El deporte fue el refugio de los guerrilleros en época de combates
"El fútbol y la paz van unidos para nosotros" / fotos.
Walter Mendoza es el
alias de José Vicente Lesmes, comandante jefe del Bloque Occidental
Comandante Alfonso Cano (BOCAC) de las FARC. Él es la máxima autoridad militar y jerárquica en esta zona de la selva caucana (departamento
del Cauca, cuya capital es Popayán). Y, como no podía ser de otra
manera, su historia personal, independiente de sus actividades
guerrilleras, es dura. Tan dura como imaginarse a uno estar 30 años sin
ver a tus papás, sin regresar a tu ciudad o sin ver a tu amigos de toda
la vida. Pero es la vida que él eligió.
"Ingresé en las FARC en 1981. Tenía 19 años, dejaba detrás de mí lo más fundamental que tenía en ese momento, que era la familia. No me arrepiento en absoluto de esa decisión que tomé a pesar que sabía que también perdería a mis amigos de infancia, a los del 'estudio' (instituto) y que no volví a ver a mis padres hasta después de más de 30 años. Toda una vida", explica a MARCA el comandante Walter en el corazón de la selva.
"Recuerdo que en aquellos años, antes de incorporarme a filas de las FARC, yo jugaba al fútbol sala y al fútbol once en los equipos del colegio y en el del bachillerato, a pesar de que no pude finalizar mis estudios. También practicaba vóley. El deporte siempre fue mi pasión y el fútbol forma parte de mi vida desde muy pequeño", explica.
"En las FARC siempre fuimos muy cercanos al fútbol. Es el entretenimiento preferido por las tropas. Cuando no había televisión en los campamentos, o no podíamos verla, la radio siempre fue nuestra fiel compañera. Particularmente, el fútbol nunca se despegó de mi vida y uno se busca la vida para estar enterado de lo que sucede con la selección Colombia (los colombianos siempre evitan la preposición 'de' cuando se refieren al equipo nacional), el Atlético Nacional, que es mi equipo, o de las ligas en general", comenta Walter, que se declara aficionado del Barcelona si se habla de Europa.
Consultado sobre las actividades guerrilleras en la selva en época de guerra, el comandante espeta: "El deporte siempre es una herramienta aliciente. Es como que uno olvida todo ese trajín diario con tanta adrenalina que tenemos en épocas de combates y se distrae pensando en ello. Por esa razón, el fútbol es especialmente importante para que los combatientes se motiven con otros estímulos, por el simple motivo para que la mente deje de pensar siempre en el combate. El fútbol nos hace olvidar de lo que hay alrededor".
Walter recalca que el fútbol es su pasión y que no hay deporte que supere esa afición que él tiene: "El fútbol es mi fiel compañero siempre vaya donde vaya. Para que tenga una idea, cuando hacíamos campamentos nuevos cada vez que nos trasladábamos mandaba construir una 'cancha' (campo) para que pudiéramos jugar con la tropa. Para nosotros, las FARC, el fútbol y la paz van unidos".
La presencia de los que fueron ídolos de los colombianos en los terrenos de juego profesionales supuso un momento de éxtasis. El perfecto final de esta fiesta con el balón como protagonista.
"Ingresé en las FARC en 1981. Tenía 19 años, dejaba detrás de mí lo más fundamental que tenía en ese momento, que era la familia. No me arrepiento en absoluto de esa decisión que tomé a pesar que sabía que también perdería a mis amigos de infancia, a los del 'estudio' (instituto) y que no volví a ver a mis padres hasta después de más de 30 años. Toda una vida", explica a MARCA el comandante Walter en el corazón de la selva.
"Recuerdo que en aquellos años, antes de incorporarme a filas de las FARC, yo jugaba al fútbol sala y al fútbol once en los equipos del colegio y en el del bachillerato, a pesar de que no pude finalizar mis estudios. También practicaba vóley. El deporte siempre fue mi pasión y el fútbol forma parte de mi vida desde muy pequeño", explica.
"En las FARC siempre fuimos muy cercanos al fútbol. Es el entretenimiento preferido por las tropas. Cuando no había televisión en los campamentos, o no podíamos verla, la radio siempre fue nuestra fiel compañera. Particularmente, el fútbol nunca se despegó de mi vida y uno se busca la vida para estar enterado de lo que sucede con la selección Colombia (los colombianos siempre evitan la preposición 'de' cuando se refieren al equipo nacional), el Atlético Nacional, que es mi equipo, o de las ligas en general", comenta Walter, que se declara aficionado del Barcelona si se habla de Europa.
EL 'DOCTOR MAO'
Casualidad o no, en la década de los 80 al comandante le gustaba un programa de radio que se llamaba Guerrilla Deportiva que se emitía por RCN. Su director era Mario Alfonso Escobar que, periodísticamente, se hacía llamar Doctor Mao. "No había otro programa que yo escuchara. Ese es el que me gustaba", dice. Puras coincidencias que remiten a una cierta afinidad ideólogica.Consultado sobre las actividades guerrilleras en la selva en época de guerra, el comandante espeta: "El deporte siempre es una herramienta aliciente. Es como que uno olvida todo ese trajín diario con tanta adrenalina que tenemos en épocas de combates y se distrae pensando en ello. Por esa razón, el fútbol es especialmente importante para que los combatientes se motiven con otros estímulos, por el simple motivo para que la mente deje de pensar siempre en el combate. El fútbol nos hace olvidar de lo que hay alrededor".
Walter recalca que el fútbol es su pasión y que no hay deporte que supere esa afición que él tiene: "El fútbol es mi fiel compañero siempre vaya donde vaya. Para que tenga una idea, cuando hacíamos campamentos nuevos cada vez que nos trasladábamos mandaba construir una 'cancha' (campo) para que pudiéramos jugar con la tropa. Para nosotros, las FARC, el fútbol y la paz van unidos".
EL ' PADRINO` ASPRILLA
El Torneo de la Paz, que se desarrolla dentro de su jurisdicción, tiene para ellos el único fin de que los guerrilleros y los civiles se mezclen y ninguno vea al otro con diferencia, con rencor o con dolor. Es un pequeño paso adicional que las FARC promueven por iniciativa propia. Tan es así que el 'Tino' Asprilla, 'Totono' Grisales', Antonhy de Ávila o Jersson González, famosos exjugadores colombianos' se dieron cita en el Nicolás Fernández.La presencia de los que fueron ídolos de los colombianos en los terrenos de juego profesionales supuso un momento de éxtasis. El perfecto final de esta fiesta con el balón como protagonista.