foto, Brays Efe: "Almodóvar me felicitó, me dijo que ojalá algún día trabajemos juntos... ¡y yo me morí!",.
Actor, 28 años. Nací en Las Palmas de Gran Canaria, pero me crie en Vilariño (Pontevedra). Gané un premio Feroz por la webserie ‘Paquita Salas’. Ahora estoy en el Teatro Alcázar (Madrid) con ‘El príncipe y la corista’.
XLSemanal. ¿De dónde sale ese nombre tan peculiar?Brays Efe. Brais es un nombre gallego, pero en el Registro de Canarias lo escribieron con ‘y’. Y como le cogí cariño al error, así se quedó. Lo de Efe es porque me apellido Fernández.
XL. Ha dirigido tres cortos y dos obras de miniteatro.
B.E. Escribo, dirijo y también actúo, sí. Ya he hecho cine, televisión y teatro.
XL. Y se dio a conocer protagonizando la serie Paquita Salas…
B.E. Empezó como una broma que colgamos unos amigos en Instagram y terminó siendo una miniserie para Flooxer (Atresmedia) que tuvo bastante éxito. Es una comedia on-line.
XL. Que ganó tres premios Feroz.
B.E. ¡Fíjate! Fue una noche muy loca, todo fue muy inesperado y surrealista.
XL. Para interpretar a Paquita Salas -una representante de actores, de 50 años- se tiñe de rubio, se depila, se pone tacones… ¿y dice que se inspiró en Terelu Campos?
B.E. Sí, Paquita es una mujer enloquecida con un punto de ternura y atrapada en el look de los años noventa. Es un híbrido entre Terelu y Mila Ximénez, a las que adoro [ríe] Para dar vida a Paquita, fui a la peluquería con una foto de Terelu. Pedí que me peinaran como a ella.
XL. Y todo con un punto kitsch.
B.E. Sí; nos fijamos mucho en la cultura reality, en la cultura Telecinco, porque tienen una gran audiencia. Llevamos a la ficción el neorrealismo televisivo.
XL. Y, ahora, príncipe adolescente…
B.E. Es mi tercera obra de teatro, pero la más seria. En El príncipe y la corista hago de Nicolás VII, rey de Carpatia: un adolescente enfadado porque no le gusta la realidad política de su país. Soy un príncipe podemita que patalea y toca las narices a todo lo establecido, pero aún con muy poco poder. ¡Muy actual!
XL. Dicen que Almodóvar le tiró los tejos.
B.E. ¡Ah! [Ríe]. Yo estaba en la última gala de los Goya retransmitiendo el backstage para una cadena y se me acercó, me agarró del hombro, me dio la enhorabuena. Fue tan impactante que no recuerdo bien qué me dijo. Me felicitó por los Feroz, me dijo que le había gustado mucho y que ojalá trabajemos juntos algún día. ¡Y yo me morí!
XL. Ha dicho. «No he visto nunca Pretty woman». ¿Usted en qué planeta vive?
B.E. [Ríe]. Es que no me gusta ver películas en la tele, solo en el cine; y, por edad, no me pilló. Tampoco he ido nunca a Ikea -prefiero el mueble sólido- ni nunca compré lotería. Estas cosas me alejan un poco de la locura.
Desayuno: domingo y lunes - Paquita Salas se cuida,.
Cena - foto - un filete de carne y salchichas, etc.
«Ni café ni té ni leche: soy intolerante a la lactosa. Tomo un zumo de naranja, piña o manzana con zanahoria; una tostada con pavo; un yogur con muesli ‘bio’ y fruta».
TITULO: EL SILENCIO POR FAVOR - HAY CLIENTES QUE SOLO MIRAN EL DINERO Y NO TANTO LA CALIDAD,.
HAY CLIENTES QUE SOLO MIRAN EL DINERO Y NO TANTO LA CALIDAD,. foto.
«Hay clientes que solo miran el dinero y no tanto la calidad»
foto, Rafael Sánchez Quesero y ganadero,.Dirige el negocio familiar fundado hace quince años y se dedica al sector del ovino y del queso,.
-¿Cómo se formó la quesería?
-Seguí los pasos de mi padre. Surgió y se habló con Isidro Fernández, de la empresa Lactocyex, para que nos asesorara y nos ayudara en la puesta en marcha de la fábrica. Así comenzamos. También se solicitó una ayuda a Adicomt, que nos informaron de todos los pasos que debíamos dar. Quizá lo peor es que hubo que mover mucho papeleo, tanto para la creación de la empresa como para la solicitud de la subvención. No hay duda: lo peor de este trabajo es los trámites burocráticos, que te quitan mucho tiempo. Sin embargo, es una tarea necesaria.
«El oficio de pastor no lo puede desempeñar cualquiera, es necesario
implicarse con los animales»«Si hay leche suficiente se hace queso todos
los días, si no, según la producción»
-¿Cómo es el día a día?-Me levanto temprano y lo primero que hago es ver a los animales para saber cómo están. A partir de ahí, se ordeñan con la maquinaria. Si lo hiciéramos a mano, estaríamos todo el día y no podríamos hacer otra cosa. Se les echa de comer y para ello se clasifican, porque no todas las ovejas están igual. Por la tarde, también hay que revisar a los animales. Al día siguiente, hay que hacer la misma operación y el mismo trabajo. Otro día, si sales a repartir el queso, te dedicas a ver clientes sin parar. Por suerte, tengo una persona conmigo trabajando.
-Y el queso, ¿cuándo se hace?
-Si hay leche suficiente, se hace todos los días, si no, según la producción. Hacemos queso de pasta dura de oveja. También producimos cremas, queso fresco y cuajada. Lo elaboramos bajo el nombre comercial de 'Los Vallespedros'. La verdad es que tenemos buena aceptación.
-¿Dónde va esa producción?
-Tenemos muchos y buenos clientes. Principalmente repartimos en toda la provincia de Cáceres. Poco a poco hacemos más clientes que quedan conformes con nuestros productos. Es importante remarcar que nosotros apostamos por la calidad de nuestros quesos.
-¿Es muy sacrificado el trabajo?
-No es muy sacrificado, pero es diario, continuo, no puedes parar la maquinaria. Es el único problema que tiene. Todos los días son iguales. Te levantas y es como si todo estuviera sin hacer. Quizá lo que más me gusta es estar con las ovejas, revisarlas, andar con ellas, clasificarlas y ver que están bien, sobre todo, en época de primavera y otoño. Ahora, en verano, con el calor, es más duro. Me gusta mi trabajo, aunque no faltan días de enfado y de disgustos, supongo que como en todos sitios. A pesar de ello, si naciera otra vez, volvería a ser pastor. Estoy entre mis animales, en la naturaleza, sin ruidos.
-¿Es pastor o ganadero?
-Yo prefiero definirme como pastor, que es el que está con las ovejas, el que las cuida, las entiende y las atiende. El ganadero es solo el dueño de esos animales. El oficio de pastor no lo puede desempeñar cualquiera. Se necesita una implicación con esos animales, saber lo que les pasa.
-Además de ese trabajo en el campo, tiene que ser comercial.
-Así es. Tengo que hacer un poco de todo. Es un trabajo necesario, aunque no es lo que mas me gusta. A veces el trato con el cliente es complicado. No obstante, hay de todo. Existe mucha competencia y existen potenciales clientes que solo miran el dinero y no tanto la calidad. Como he comentado, nosotros apostamos por menor tirada y mejores quesos.
-¿Hay tiempo para salir con los amigos o vacaciones?
-Se puede salir con los amigos una noche. Lo malo que ese tiempo te lo tienes que quitar de la cama, porque al día siguiente hay que volver al trabajo. Lo complicado es tener vacaciones. Aquí no podemos cerrar, no hay días libres. Los animales no entienden de días de fiesta.
TITULO: LA COCINA DOMINGO - LUNES - GARCIAZ: CROQUETAS CON CHAL,.
foto - GARCIAZ: CROQUETAS CON CHAL,.
Garciaz: croquetas con chal,.
En este pueblo serrano se cena fresquito en El Rincón de Molina.
Estamos en un pueblo de 773 habitantes poco conocido porque queda un tanto a desmano: no lo cruza ninguna carretera general ni se encuentra en ninguna ruta de peregrinos. Estamos, en fin, en Garciaz, un pueblo de montaña algo escondido, pero que precisamente por ello es una de esas sorpresas que Extremadura regala al viajero que sabe perderse por carreteras secundarias.
A Garciaz se suele llegar desde la carretera de Trujillo a Guadalupe, bien cogiendo el cruce de Madroñera y siguiendo adelante tras cruzar este pueblo, bien cogiendo un cruce en Conquista de la Sierra. Otra carretera llega a Garciaz desde Berzocana. En cualquier caso, son carreteras sinuosas que cruzan la sierra y discurren entre bosques de alcornoques y de robles. La naturaleza por esta serranía tan poco transitada es muy generosa y el bosque mediterráneo brilla aquí en todo su esplendor.
Nada más llegar a Garciaz, en plena carretera, nos encontraremos un cartel que señala el restaurante donde comeremos hoy. Está en el número 18 de la calle Arroyuelo. Se llama El Rincón de Molina, y conviene fijarse bien al escribir el nombre, no vaya a suceder como el sábado pasado, que rebauticé el antiguo restaurante cacereño La Parrilla de Galarza como La Terraza de Galarza cuando su nuevo nombre es El Mirador de Galarza. Así que llegamos a El Rincón de Molina, en Garciaz, que quede claro.
El local tiene una agradable terraza y el bar goza de gran animación. Pasamos al restaurante, con paredes de ladrillo visto, bonitas fotos antiguas del pueblo y utensilios campesinos decorando el salón: yunques y otros aperos. Un cartel a la entrada anuncia un menú del día entre semana a nueve euros y otro especial de fin de semana, que cuesta diez.
La carta es sencilla: tortilla española (8 euros), secreto trinchado (10), oreja a la plancha (6), bandeja de huevos rotos (10), calamares a la romana (7). Se sirven cazuelitas de carne en salsa (1,50) y los consabidos bocadillos y hamburguesas. Esto es lo básico, lo del día a día. Pero en verano, una carpa contigua se convierte en restaurante-barbacoa y ahí ya preparan asados y carnes variadas a la parrilla, además de prestar chales a los frioleros.
Lo interesante de El Rincón de Molina es el menú del día, que el sábado que lo visitamos ofrecía gazpacho, macarrones, judías verdes o ensalada de verano de primero. Escogimos la ensalada, muy refrescante y bien ligada con salsas sabrosas, vegetales muy frescos, dulces frutas y unos langostinos coronando la fiesta.
De segundo: magro en salsa, lomo a la lancha, pollo guisado o croquetas de jamón. Obligamos a la cocinera a pasar la prueba de la croqueta y la superó con matrícula de honor. Deliciosas croquetas repletas de jamón estas que preparan en El Rincón de Molina: sabrosas, suaves y con sabor a croquetas de madre o de abuela.
El servicio es eficiente. Te recomiendan los platos con buen tino y, al acabar, es entretenido levantarse de la mesa y repasar la historia de Garciaz a través de las fotografías de las diferentes generaciones del pueblo. Tras la comida, un paseo por el pueblo: el rollo, la plaza, la iglesia, la flora, la fauna y los microclimas.