- Reparto
- Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon Pegg, Vanessa Kirby, Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela Bassett, Sian Brooke, Ving Rhames, Sean Harris, Wes Bentley, Frederick Schmidt, Liang Yang, Kristoffer Joner,.
- Sexta entrega de la saga. En esta ocasión presenta a Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo IMF (Alec Baldwin, Simon Pegg, Ving Rhames), con algunos aliados conocidos (Rebecca Ferguson, Michelle Monaghan), en una lucha contrarreloj después de que una misión salga mal,.
- TITULO: MIERCOLES -1- JUEVES -2- VIERNES -3- AGOSTO - CINE -Aquaman,.
- Reparto
- Jason Momoa, Amber Heard, Patrick Wilson, Willem Dafoe, Nicole Kidman, Yahya Abdul-Mateen II, Temuera Morrison, Dolph Lundgren, Michael Beach, Ludi Lin, Graham McTavish, Patrick Cox,.
- Arthur Curry se entera de que es el heredero del reino submarino de la Atlántida. Así se convertirá en Aquaman, el emperador de Atlantis, comprometido a defender todo el planeta, tanto en la tierra como en los mares.
- TITULO: SABADO -4- DOMINGO -5- AGOSTO -CINE - Han Solo: Una historia de Star Wars ,.
-
- Reparto
- Alden Ehrenreich, Emilia Clarke, Woody Harrelson, Donald Glover, Thandie Newton, Paul Bettany, Phoebe Waller-Bridge, Warwick Davis, Clint Howard, Richard Dixon, Joonas Suotamo, Sarah-Stephanie, Deepak Anand, Slim Khezri, Ian Kenny, Douglas Robson, Omar Alboukharey, Sean Gislingham, Nathaniel Lonsdale,.
- 'Han Solo: Una Historia de Star Wars' da un salto al hiperespacio en una aventura completamente nueva a través de una serie de escapadas por el oscuro y peligroso inframundo criminal, donde se forjarán nuevas amistades y se revelarán secretos del pasado de uno de los héroes más inverosímiles de la saga de Star Wars. Han Solo conoce por primera vez a su leal copiloto Chewbacca y al famoso jugador Lando Calrissian, y se embarcarán en una misión desesperada.
- TITULO: DESTINO DE PELICULA - CINE - Black Panther,.
- Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong'o, Danai Gurira, Martin Freeman, Angela Bassett, Forest Whitaker, Andy Serkis, Winston Duke, Daniel Kaluuya, Sterling K. Brown, Florence Kasumba, Letitia Wright, Phylicia Rashad, Sydelle Noel, John Kani, Stan Lee,.
- “Black Panther" cuenta la historia de T'Challa quien, después de los acontecimientos de "Capitán América: Civil War", vuelve a casa, a la nación de Wakanda, aislada y muy avanzada tecnológicamente, para ser proclamado Rey. Pero la reaparición de un viejo enemigo pone a prueba el temple de T'Challa como Rey y Black Panther ya que se ve arrastrado a un conflicto que pone en peligro todo el destino de Wakanda y del mundo.
- TITULO: LUNES -30- JULIO - HISTORIA DE NUESTRO CINE - CINE -Deadpool 2,.
- El lunes -30 - julio a las 22:30 por La 2, foto, etc.
- Reparto
- Ryan Reynolds, Josh Brolin, Zazie Beetz, Morena Baccarin, Julian Dennison, T.J. Miller, Karan Soni, Brianna Hildebrand, Leslie Uggams, Jack Kesy, Eddie Marsan, Lewis Tan, Bill Skarsgård, Brad Pitt, Rob Delaney, Terry Crews, Shiori Kutsuna, Hayley Sales, Luke Roessler, Scott Vickaryous, Tanis Dolman, Nikolai Witschl, Andréa Vawda,.
- Wade Wilson (Ryan Reynolds), mejor conocido como Deadpool, su nombre de batalla e identidad antiheroica, está de regreso con Deadpool 2 y en esta ocasión su misión será salvar a un chico llamado Russell (Julian Dennison) de las manos de un poderoso rival llamado Cable (Josh Brolin). En aras de dar cumplimiento a su tarea el antihéroe formará un grupo al cual pondrá el nombre de X-Force. Secuela de la exitosa película (recaudó más de 780 millones de dólares en todo el mundo) parodia de los superhéroes mutantes del 2016, también protagonizada por Reynolds.
- TITULO:Menudos Vecinos: CANAL EXTREMADURA - La Zarza,.
- foto
- En esta ocasión el equipo del programa “Menudos vecinos” ha viajado a la localidad pacense de La Zarza, en la comarca de las Vegas Bajas. Acompañados por los alumnos del Colegio Público Nuestra Señora de las Nieves visitaremos las pinturas rupestres de La Calderita, degustaremos las célebres “roscas de La Zarza” y conoceremos diversas tradiciones del municipio de la mano del grupo de folclore “Tierrablanca”. También nos acercaremos hasta el cine Terraza, uno de los últimos cines de verano que continúan activos en la provincia.
domingo, 22 de julio de 2018
LUNES -30- MARTES -31- JULIO - CINE - Misión imposible: Fallout,./ MIERCOLES -1- JUEVES -2- VIERNES -3- AGOSTO - CINE - Aquaman,./ SABADO -4- DOMINGO -5- AGOSTO -CINE -Han Solo: Una historia de Star Wars ,./ DESTINO DE PELICULA - CINE -Black Panther,./ LUNES -30- JULIO - HISTORIA DE NUESTRO CINE - CINE -Deadpool 2,./ Menudos Vecinos: CANAL EXTREMADURA - La Zarza ,.
TITULO: LUNES -30- MARTES -31- JULIO - CINE - Misión imposible: Fallout,.
Maneras de educar -Entender el silencio japonés - SABADO -28- JULIO ,./ España a ras de cielo - PLANETA CALLEJA - Antonio Martín “La ACB será lo que la afición quiera - DOMINGO -29- JULIO,
TITULO:Maneras
de educar -Entender el silencio japonés - SABADO -28- JULIO ,.
Maneras de educar - SABADO -28- JULIO ,.
Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios . El sabado -28- julio a las 10:15 por La 1, etc.
Entender el silencio japonés,.
La
ataraxia se ha sustanciado en mí. Aquella armonía, que persiguió Azorín
toda su vida y que aprendió de Schopenhauer, se ha hecho carne en mi
carne después de la experiencia vivida la pasada semana, cuando Japón y
su cultura llegaron hasta mí y parece que se van a quedar un tiempo. Ya
veremos cuánto dura este equilibrio que la maestra Keiin Yoshimura me ha
transmitido con sus actitudes y sus consejos.
La semana pasada, descubrí la danza Kamigata-Mai, los cuentos japoneses y el sosiego que puede desprenderse de una taza de té y de su preparación demorada, concienzuda, reflexiva, relajada... He asistido a espectáculos que si los cuentas, aburres a las ovejas, pero que contemplados, acababan transmitiéndote una paz inesperada, aunque sobre el escenario sucedieran pocas cosas y las que sucedían eran tan simples como el dolor que provoca el hombre, la felicidad de conformarse sin ambicionar lo superfluo y el encanto del momento presente.
Escribo todo esto en la terraza de un bar serrano, mientras a mi alrededor chilla un perrito, gritan cinco hombres futboleros y escucha música de Camela una dama enjoyada. Frente a esa histeria desasosegante, Japón y la estética íntima de la parsimonia, de la educación, de la ceremonia. Vuelve a chillar el chuchín, los hombres cuentan chistes verdes de machotes, un niño caprichoso berrea porque quiere jugar con el móvil de su papi. Y añoro Japón.
Los cuentos japoneses son bonitos. En ellos no hay violencia. Nada de lobos que se zampan abuelitas y cerditos, nada de madrastras envenenadoras, nada de brujas que engordan a niños para comérselos... En los cuentos japoneses, hay pájaros blancos, historias de amor y moralejas sencillas como que la codicia y la ambición pueden llevarte a la perdición.
Y para desmenuzar el horror y reflejar el dolor de las bombas atómicas, les basta un gesto, una danza, una música, un caleidoscopio de luces sobre una pantalla y te sobrecoges sin necesidad de ver sangre ni destrucción.
La semana pasada, embriagado de ceremonia japonesa y plenitud naciente, he disfrutado de la belleza de ver la luna llena a través de las ramas de un naranjo en un patio monumental cacereño, rodeado de 150 personas que asistían en absoluto silencio a espectáculos sencillos en los que el conflicto se sugería, el argumento se adivinaba y nada era obvio, todo era delicadeza y metáfora.
Es otra manera de vivir. Otro estilo. Otra cultura. Tanto que en los espectáculos se pedía que, al final, no se aplaudiera, sino que se meditara por la paz mundial. Y sobrecogía estar en medio de la gente, a la medianoche, en una oscuridad solo matizada por el claro de luna, en silencio absoluto tras una sesión de danza que se ovacionaba sin ruido.
La semana pasada, la cultura y el universo del Japón se sustanciaron en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres y descubrí que algo tan sencillo como preparar y servir un té puede convertirse en un ritual que acabe impregnándote de misticismo y emoción. En el patio del palacio cacereño de Moctezuma, la maestra Keiin Yoshimura preparó y sirvió té durante una hora a Piti Hurtado, a Beatriz Muñoz, a Julián Gómez, a Leandro Lorrio y a Conchi Bellorín ante la sorprendida mirada de Masami Shimokoshi, coordinadora cultural de la embajada de Japón en España, que no imaginaba que en Extremadura hubiera tanto interés por la cultura de su país.
Pero es algo lógico. No se trata solo de una danza, de un cuento, de un servicio de té, se trata de una manera de entender la vida a la que Extremadura no es ajena porque aquí no seremos ricos, pero aún queda gente que entiende el silencio.
TITULO:España a ras de cielo - Antonio Martín “La ACB será lo que la afición quiera - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -29- JULIO,.
España a ras de cielo ,.
España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo. Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista. , etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -29- JULIO,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.
Antonio Martín visitó As “La ACB será lo que la afición quiera ,.
Acaba de aterrizar en el cargo, pero usted ha crecido con la ACB. Primero fue jugador y luego director de baloncesto del Madrid. ¿Qué diagnóstico hace de la Liga?
Acabo de llegar, sí, pero el diagnóstico de la situación está en boca de todos, aunque se mire desde diferentes ángulos. A veces la imagen está más castigada de lo que refleja la realidad. Ahora se trata de trabajar para que los que creen que hay muchas cosas que están mal cambien su manera de pensar.
Javier Imbroda ganó en mayo la elección a presidente pero no logró el respaldo de al menos 14 de los 18 clubes. La ACB dio una mala imagen. Su nombramiento, en cambio, ha sido por unanimidad.
Sí, la situación se ha corregido y agradezco a los clubes su apoyo. Lo positivo es que ha sido todo espontáneo, porque los propios miembros de la Asociación identificaron que existía un problema, que la posición previa no les llevaba a ningún sitio, y ha habido un entendimiento más natural.
¿Cómo y cuándo se pone su nombre sobre la mesa?
Algunos clubes hicieron una reflexión y salió mi nombre, luego me lo comunicaron a mí, y me dijeron que le diera una vuelta. Poco a poco fue cogiendo forma, los equipos me ayudaron a tomar la decisión.
Por primera vez un exjugador estará al frente de la ACB, ¿le da eso más fuerzas para llegar al rescate?
No creo que haya que rescatar nada, sino analizar lo que es mejorable y ese margen de crecimiento sí forma parte del atractivo del reto. A veces parece que todo lo hecho antes no cuenta y se realiza un análisis de un fotograma, no de la película entera. Y la ACB tiene 36 años. Pero sí, hay predisposición de los clubes y de los patrocinadores, y energía suficiente para tratar de dar un empujón y mejorar las cosas.
¿Se puede hablar de una refundación?
Esta no es la ACB de José Miguel Calleja (nuevo director general) y de Antonio Martín, sino que hay mucha más gente trabajando. La clave es establecer una hoja de ruta para lograr los avances que la mayoría señalaríamos como necesarios. Para conseguirlo se debe generar un ambiente previo en el que todos estén dispuestos a apoyarnos. No sé si es una refundación o una redirección de la estrategia, da igual. Hay que definir la ruta, hacer un análisis interno, pero también resulta clave escuchar al aficionado. Esto es más importante que si parte de la ejecutiva ha cambiado.
Señale una prioridad para los próximos meses.
Quizá sorprenda, pero sobre todo hay que entender a la gente y al aficionado que es el potencial consumidor del baloncesto. No hay que oír, sino escuchar al usuario final de nuestro contenido. Tendremos que ser lo que los aficionados quieran que seamos. Si a un grupo de gente no le resultamos atractivos, hay que acercarse a ellos y conseguir que sí lo seamos. Quizá históricamente hemos estado un poco pasivos.
¿Se refiere a los jóvenes, a los aficionados a la NBA?
Sí, y también a personas a las que no les gusta la NBA. El consumo audiovisual del deporte ha cambiado. No sé si hay ya mucha gente de 18 años que ve un partido sin hacer nada más, sin interactuar. Además, es muy difícil que yo exija presencia en un medio como As si no somos capaces de crear un relato a través de los personajes. Es una pescadilla que se muerde la cola, pero hay que cortar en seco y empezar de nuevo.
¿Ha cambiado mucho la ACB desde que usted dirigiera la sección del Real Madrid entre 2005 y 2009?
No he notado un cambio demasiado grande desde entonces. Ciertas dinámicas no han ido a mejor, muchas veces por falta de diálogo, porque hemos carecido de una ruta definida entre los 18 asociados. Quizá ha faltado ir todos a una. Pero las necesidades y los intereses de los 18 equipos son los mismos que los de hace una década.
Rienda, Garbajosa, Rubiales, usted… exdeportistas y ahora presidentes. La tendencia parece clara.
Hablar, por ejemplo, con Garbajosa me va a resultar más fácil porque tenemos una piel parecida. Podemos mostrar opiniones distintas, pero seguro que será más sencillo lograr un punto de encuentro.
Van de la mano con Movistar+, ¿han cerrado ya la renovación del contrato de televisión?
No sé si se ha cerrado del todo, pero las conversaciones van por buen camino. Todo lo que empuje el socio televisivo y nos enriquezca es muy positivo. No trabajar de manera conjunta sería una locura. Necesitamos empatía, que sepamos qué precisa nuestro socio y que ellos conozcan nuestra ruta.
¿Qué le parece que por primera vez en la historia la Selección española no la formen los mejores jugadores?
La ACB no ha generado ese problema, pero si nosotros confundimos al usuario de una manera poco lógica nos dará la espalda, y no a la FIBA o a la Euroliga, sino a todo el baloncesto. Es un tema candente y se debe trabajar con diálogo más allá de los intereses particulares. Lo más preocupante es que el usuario diga: ‘Con este batiburrillo que tenéis, a mí no me interesa’. Dicho esto, si me preguntan si hay espacio para todos, la respuesta es que sí. Debemos organizar el calendario, entre otras cosas, y cada una de las partes tiene que dejarse plumas en el intento. No puede haber un ganador y un perdedor. Hay que entenderlo antes de que el consumidor nos diga: ‘Así no’. Hay que ofrecer una imagen global positiva porque el producto es el mismo, el baloncesto. A veces hablamos de un problema que es internacional con la visión que da el salón de una casa.
¿Se refiere a la posibilidad de recortar el calendario?
Esa sería una parte, porque no podemos tener a los protagonistas, los jugadores, jugando como locos. Pero oxigenar el calendario es una cuestión también de la Euroliga y de la FIBA. De todos.
¿Habrá una reducción en el número de equipos?
No, trabajamos en otras fórmulas. Ninguna, a corto plazo, pasa por recortar de 18 a 16 equipos. Además, eso supondría una reducción de apenas cuatro jornadas, a efectos reales sería un parche. Nuestra reflexión va más enfocada a un calendario común en el que se pueda convivir. El próximo curso habrá once equipos de la ACB en Europa. Hay que cuidar de ellos y del resto. Queremos una ACB atractiva y que los clubes que juegan en Europa piensen: ‘Cómo nos compensa estar también en la Liga, en las dos competiciones’.
¿Por dónde podría venir ese cambio de formato?
Primero, debe beneficiar a los 18 equipos, no solo a algunos, sin perder de vista que la temporada son nueve meses y que hay más de una competición ACB. La Copa, por ejemplo, nadie la discute. La gente la ve como un punto de encuentro y cargada de verdad, como lo ha estado el reciente Mundial de fútbol. El público percibe esa trascendencia.
¿Cómo se puede potenciar el atractivo de la Liga Endesa?
El fútbol admite muchas cosas, pero otros deportes no tanto, por eso hay que hacer una reflexión profunda en el baloncesto. El carrusel de hace décadas no va a volver, de hecho tampoco existe en el fútbol. Ahora el deporte se consume de otra manera, pero es obligado que el aficionado conozca cuándo, cómo y qué se juega. Que sea algo palpable.
¿Qué porción de la tarta del baloncesto le corresponde ahora a la ACB?
La gente que apuesta por nuestro contenido lo hace por una serie de motivos. La tarta será la que sea, pero ofrecemos algo que tiene un valor. Nunca ha habido más gente en las canchas que en la época actual, la generación de ingresos es la mayor de siempre y, aun así, es verdad que el contenido ha sufrido. Ahora debemos optimizarlo todo desde un enfoque realista y poner también los datos positivos encima de la mesa, que los hay.
Maneras de educar - SABADO -28- JULIO ,.
Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios
Entender el silencio japonés,.
Entender el silencio japonés / foto.
La cultura oriental del sosiego se ha sustanciado en Cáceres,.
La semana pasada, descubrí la danza Kamigata-Mai, los cuentos japoneses y el sosiego que puede desprenderse de una taza de té y de su preparación demorada, concienzuda, reflexiva, relajada... He asistido a espectáculos que si los cuentas, aburres a las ovejas, pero que contemplados, acababan transmitiéndote una paz inesperada, aunque sobre el escenario sucedieran pocas cosas y las que sucedían eran tan simples como el dolor que provoca el hombre, la felicidad de conformarse sin ambicionar lo superfluo y el encanto del momento presente.
Escribo todo esto en la terraza de un bar serrano, mientras a mi alrededor chilla un perrito, gritan cinco hombres futboleros y escucha música de Camela una dama enjoyada. Frente a esa histeria desasosegante, Japón y la estética íntima de la parsimonia, de la educación, de la ceremonia. Vuelve a chillar el chuchín, los hombres cuentan chistes verdes de machotes, un niño caprichoso berrea porque quiere jugar con el móvil de su papi. Y añoro Japón.
Los cuentos japoneses son bonitos. En ellos no hay violencia. Nada de lobos que se zampan abuelitas y cerditos, nada de madrastras envenenadoras, nada de brujas que engordan a niños para comérselos... En los cuentos japoneses, hay pájaros blancos, historias de amor y moralejas sencillas como que la codicia y la ambición pueden llevarte a la perdición.
Y para desmenuzar el horror y reflejar el dolor de las bombas atómicas, les basta un gesto, una danza, una música, un caleidoscopio de luces sobre una pantalla y te sobrecoges sin necesidad de ver sangre ni destrucción.
La semana pasada, embriagado de ceremonia japonesa y plenitud naciente, he disfrutado de la belleza de ver la luna llena a través de las ramas de un naranjo en un patio monumental cacereño, rodeado de 150 personas que asistían en absoluto silencio a espectáculos sencillos en los que el conflicto se sugería, el argumento se adivinaba y nada era obvio, todo era delicadeza y metáfora.
Es otra manera de vivir. Otro estilo. Otra cultura. Tanto que en los espectáculos se pedía que, al final, no se aplaudiera, sino que se meditara por la paz mundial. Y sobrecogía estar en medio de la gente, a la medianoche, en una oscuridad solo matizada por el claro de luna, en silencio absoluto tras una sesión de danza que se ovacionaba sin ruido.
La semana pasada, la cultura y el universo del Japón se sustanciaron en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres y descubrí que algo tan sencillo como preparar y servir un té puede convertirse en un ritual que acabe impregnándote de misticismo y emoción. En el patio del palacio cacereño de Moctezuma, la maestra Keiin Yoshimura preparó y sirvió té durante una hora a Piti Hurtado, a Beatriz Muñoz, a Julián Gómez, a Leandro Lorrio y a Conchi Bellorín ante la sorprendida mirada de Masami Shimokoshi, coordinadora cultural de la embajada de Japón en España, que no imaginaba que en Extremadura hubiera tanto interés por la cultura de su país.
Pero es algo lógico. No se trata solo de una danza, de un cuento, de un servicio de té, se trata de una manera de entender la vida a la que Extremadura no es ajena porque aquí no seremos ricos, pero aún queda gente que entiende el silencio.
TITULO:España a ras de cielo - Antonio Martín “La ACB será lo que la afición quiera - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -29- JULIO,.
España a ras de cielo ,.
España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo. Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista. , etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -29- JULIO,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.
Antonio Martín visitó As “La ACB será lo que la afición quiera ,.
foto - Antonio Martín visitó As“La ACB será lo que la afición quiera”,.
El nuevo presidente de la ACB ha visitado el Diario As apenas tres días después de ser elegido en el cargo. “Hay que escuchar al consumidor de baloncesto ",.
Antonio Martín Espina (Madrid, 1966) fue elegido el pasado lunes presidente de la ACB con el voto favorable de los 18 clubes. Este jueves, recién aterrizado en el cargo, visitó As junto a Ricardo de Diego, director de marca de la Liga. “No sé si es una refundación o una redirección de la estrategia, pero hay que acercarse a la gente”, dice.
Acaba de aterrizar en el cargo, pero usted ha crecido con la ACB. Primero fue jugador y luego director de baloncesto del Madrid. ¿Qué diagnóstico hace de la Liga?
Acabo de llegar, sí, pero el diagnóstico de la situación está en boca de todos, aunque se mire desde diferentes ángulos. A veces la imagen está más castigada de lo que refleja la realidad. Ahora se trata de trabajar para que los que creen que hay muchas cosas que están mal cambien su manera de pensar.
Javier Imbroda ganó en mayo la elección a presidente pero no logró el respaldo de al menos 14 de los 18 clubes. La ACB dio una mala imagen. Su nombramiento, en cambio, ha sido por unanimidad.
Sí, la situación se ha corregido y agradezco a los clubes su apoyo. Lo positivo es que ha sido todo espontáneo, porque los propios miembros de la Asociación identificaron que existía un problema, que la posición previa no les llevaba a ningún sitio, y ha habido un entendimiento más natural.
¿Cómo y cuándo se pone su nombre sobre la mesa?
Algunos clubes hicieron una reflexión y salió mi nombre, luego me lo comunicaron a mí, y me dijeron que le diera una vuelta. Poco a poco fue cogiendo forma, los equipos me ayudaron a tomar la decisión.
Por primera vez un exjugador estará al frente de la ACB, ¿le da eso más fuerzas para llegar al rescate?
No creo que haya que rescatar nada, sino analizar lo que es mejorable y ese margen de crecimiento sí forma parte del atractivo del reto. A veces parece que todo lo hecho antes no cuenta y se realiza un análisis de un fotograma, no de la película entera. Y la ACB tiene 36 años. Pero sí, hay predisposición de los clubes y de los patrocinadores, y energía suficiente para tratar de dar un empujón y mejorar las cosas.
¿Se puede hablar de una refundación?
Esta no es la ACB de José Miguel Calleja (nuevo director general) y de Antonio Martín, sino que hay mucha más gente trabajando. La clave es establecer una hoja de ruta para lograr los avances que la mayoría señalaríamos como necesarios. Para conseguirlo se debe generar un ambiente previo en el que todos estén dispuestos a apoyarnos. No sé si es una refundación o una redirección de la estrategia, da igual. Hay que definir la ruta, hacer un análisis interno, pero también resulta clave escuchar al aficionado. Esto es más importante que si parte de la ejecutiva ha cambiado.
"Hay predisposición en los clubes y energía suficiente para dar un empujón"
Quizá sorprenda, pero sobre todo hay que entender a la gente y al aficionado que es el potencial consumidor del baloncesto. No hay que oír, sino escuchar al usuario final de nuestro contenido. Tendremos que ser lo que los aficionados quieran que seamos. Si a un grupo de gente no le resultamos atractivos, hay que acercarse a ellos y conseguir que sí lo seamos. Quizá históricamente hemos estado un poco pasivos.
¿Se refiere a los jóvenes, a los aficionados a la NBA?
Sí, y también a personas a las que no les gusta la NBA. El consumo audiovisual del deporte ha cambiado. No sé si hay ya mucha gente de 18 años que ve un partido sin hacer nada más, sin interactuar. Además, es muy difícil que yo exija presencia en un medio como As si no somos capaces de crear un relato a través de los personajes. Es una pescadilla que se muerde la cola, pero hay que cortar en seco y empezar de nuevo.
¿Ha cambiado mucho la ACB desde que usted dirigiera la sección del Real Madrid entre 2005 y 2009?
No he notado un cambio demasiado grande desde entonces. Ciertas dinámicas no han ido a mejor, muchas veces por falta de diálogo, porque hemos carecido de una ruta definida entre los 18 asociados. Quizá ha faltado ir todos a una. Pero las necesidades y los intereses de los 18 equipos son los mismos que los de hace una década.
"Hablar con Garbajosa será fácil porque tenemos una 'piel' parecida"
Hablar, por ejemplo, con Garbajosa me va a resultar más fácil porque tenemos una piel parecida. Podemos mostrar opiniones distintas, pero seguro que será más sencillo lograr un punto de encuentro.
Van de la mano con Movistar+, ¿han cerrado ya la renovación del contrato de televisión?
No sé si se ha cerrado del todo, pero las conversaciones van por buen camino. Todo lo que empuje el socio televisivo y nos enriquezca es muy positivo. No trabajar de manera conjunta sería una locura. Necesitamos empatía, que sepamos qué precisa nuestro socio y que ellos conozcan nuestra ruta.
¿Qué le parece que por primera vez en la historia la Selección española no la formen los mejores jugadores?
La ACB no ha generado ese problema, pero si nosotros confundimos al usuario de una manera poco lógica nos dará la espalda, y no a la FIBA o a la Euroliga, sino a todo el baloncesto. Es un tema candente y se debe trabajar con diálogo más allá de los intereses particulares. Lo más preocupante es que el usuario diga: ‘Con este batiburrillo que tenéis, a mí no me interesa’. Dicho esto, si me preguntan si hay espacio para todos, la respuesta es que sí. Debemos organizar el calendario, entre otras cosas, y cada una de las partes tiene que dejarse plumas en el intento. No puede haber un ganador y un perdedor. Hay que entenderlo antes de que el consumidor nos diga: ‘Así no’. Hay que ofrecer una imagen global positiva porque el producto es el mismo, el baloncesto. A veces hablamos de un problema que es internacional con la visión que da el salón de una casa.
"No pensamos en reducir la Liga a 16, sería un parche, sino en un calendario común"
Esa sería una parte, porque no podemos tener a los protagonistas, los jugadores, jugando como locos. Pero oxigenar el calendario es una cuestión también de la Euroliga y de la FIBA. De todos.
¿Habrá una reducción en el número de equipos?
No, trabajamos en otras fórmulas. Ninguna, a corto plazo, pasa por recortar de 18 a 16 equipos. Además, eso supondría una reducción de apenas cuatro jornadas, a efectos reales sería un parche. Nuestra reflexión va más enfocada a un calendario común en el que se pueda convivir. El próximo curso habrá once equipos de la ACB en Europa. Hay que cuidar de ellos y del resto. Queremos una ACB atractiva y que los clubes que juegan en Europa piensen: ‘Cómo nos compensa estar también en la Liga, en las dos competiciones’.
¿Por dónde podría venir ese cambio de formato?
Primero, debe beneficiar a los 18 equipos, no solo a algunos, sin perder de vista que la temporada son nueve meses y que hay más de una competición ACB. La Copa, por ejemplo, nadie la discute. La gente la ve como un punto de encuentro y cargada de verdad, como lo ha estado el reciente Mundial de fútbol. El público percibe esa trascendencia.
¿Cómo se puede potenciar el atractivo de la Liga Endesa?
El fútbol admite muchas cosas, pero otros deportes no tanto, por eso hay que hacer una reflexión profunda en el baloncesto. El carrusel de hace décadas no va a volver, de hecho tampoco existe en el fútbol. Ahora el deporte se consume de otra manera, pero es obligado que el aficionado conozca cuándo, cómo y qué se juega. Que sea algo palpable.
¿Qué porción de la tarta del baloncesto le corresponde ahora a la ACB?
La gente que apuesta por nuestro contenido lo hace por una serie de motivos. La tarta será la que sea, pero ofrecemos algo que tiene un valor. Nunca ha habido más gente en las canchas que en la época actual, la generación de ingresos es la mayor de siempre y, aun así, es verdad que el contenido ha sufrido. Ahora debemos optimizarlo todo desde un enfoque realista y poner también los datos positivos encima de la mesa, que los hay.
¡Qué grande es el cine! - EL HORMIGUERO VIERNES -27- JULIO -Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,./ ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum ,.
TITULO: ¡Qué grande es el cine! - EL HORMIGUERO VIERNES -27- JULIO -Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,.
¡Qué grande es el cine! ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
EL HORMIGUERO VIERNES -27- JULIO -Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,.
Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,.
Antonio
Manuel Hidalgo cogió un día del cajón la compacta negra Kodak de su
padre. Apenas tenía once o doce años. Le sorprendió el resultado. Se
entusiasmó tanto con la foto que decidió matricularse en el grado medio
de Formación Profesional. Ahora dispara una Nikon D5200 y el pasado
miércoles expuso sus primeras fotos en La Chimenea Art Market, uno de los espacios del Convento de la calle Joaquín Costa.
Es la primera vez que los alumnos del Grado Superior del Rodríguez Moñino exponen al público sus trabajos. El paso lo ha dado Lucina Vicente, la profesora de fotografía. El año que viene por estas fechas, explica, los veinte alumnos de primero ya se habrán graduado. Tendrán que buscarse un hueco en la profesión y conviene arriesgar como estudiantes para que los demás vean su trabajo. «Salir de las faldas del instituto», sentencia.
La profesora habla de un grupo heterogéneo de chicos con perspectivas muy diferentes. Algunos pasarán por la universidad para estudiar Periodismo o Comunicación Audiovisual y otros seguirán experimentando en el mundo artístico. En estos tiempos en los que todo el mundo lleva un móvil en el bolsillo y hace fotos continuamente, supone un reto combatir la intoxicación inconsciente con la que llegan los jóvenes a este módulo. «Mi objetivo fundamental es que tengan una cultura fotográfica generosa».
Y eso es lo que trata de conseguir Antonio Manuel. Su inspiración le llegó por el director de cine Tony Scott. La atmósfera rojiza de las películas de Beverly Hills trata de trasladarlas a sus fotos. En la Chimenea ha colgado un atardecer de un viernes de enero en el parque del Guadiana. «Me encantan los filtros rojizos».
Durante este primer curso han trabajado con los filtros, con los parámetros de las cámaras y con las técnicas. En segundo ya toca especializarse y coger destreza. La técnica, explica la profesora, antes o después la aprenden, pero también hay que tener la capacidad de sacar composiciones de las experiencias vividas y del mundo que les rodea. Tener una visión propia. Lucina estuvo diez años en el instituto Brocense de Cáceres y cumple su segundo en el Rodríguez Moñino. Como docente cree que debe promover la interacción de los estudiantes con la ciudad. «Forman parte de este entorno. Hacen fotos aquí, se inspiran aquí y está bien que la gente conozcan lo que hacen».
Algunas de las fotos que cuelgan desde finales de junio en el vestíbulo del Convento de Joaquín Costa dan fe de ese interés. No faltan la particular visión que los chicos tienen de los puentes, de la Plaza Alta o de los bordillos de las calles. Antonio Manuel confiesa que se ha pateado Badajoz. En su móvil guarda tomas en El Nevero, en el Casco Antiguo o en la autovía.
TITULO: ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum ,.
ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum , fotos.
Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum,.
Entramos en la trastienda secreta donde la institución londinense custodia sus emblemáticas colecciones de arte egipcio,.
¡Qué grande es el cine! ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
EL HORMIGUERO VIERNES -27- JULIO -Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,.
Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro ,.
Los alumnos del Moñino exponen sus fotos por primera vez fuera del centro - foto.
En el Convento de Joaquín Costa han colgado algunos trabajos para mostrar lo que han aprendido,.
Es la primera vez que los alumnos del Grado Superior del Rodríguez Moñino exponen al público sus trabajos. El paso lo ha dado Lucina Vicente, la profesora de fotografía. El año que viene por estas fechas, explica, los veinte alumnos de primero ya se habrán graduado. Tendrán que buscarse un hueco en la profesión y conviene arriesgar como estudiantes para que los demás vean su trabajo. «Salir de las faldas del instituto», sentencia.
La profesora habla de un grupo heterogéneo de chicos con perspectivas muy diferentes. Algunos pasarán por la universidad para estudiar Periodismo o Comunicación Audiovisual y otros seguirán experimentando en el mundo artístico. En estos tiempos en los que todo el mundo lleva un móvil en el bolsillo y hace fotos continuamente, supone un reto combatir la intoxicación inconsciente con la que llegan los jóvenes a este módulo. «Mi objetivo fundamental es que tengan una cultura fotográfica generosa».
Algunos de los chicos pasarán por la Universidad y otros seguirán experimentando
De esta forma los chicos podrán desarrollar
un criterio analítico y capacidad de creación. Es el camino para
sobrevivir, que cada uno busque un estilo propio, aconseja.Y eso es lo que trata de conseguir Antonio Manuel. Su inspiración le llegó por el director de cine Tony Scott. La atmósfera rojiza de las películas de Beverly Hills trata de trasladarlas a sus fotos. En la Chimenea ha colgado un atardecer de un viernes de enero en el parque del Guadiana. «Me encantan los filtros rojizos».
Durante este primer curso han trabajado con los filtros, con los parámetros de las cámaras y con las técnicas. En segundo ya toca especializarse y coger destreza. La técnica, explica la profesora, antes o después la aprenden, pero también hay que tener la capacidad de sacar composiciones de las experiencias vividas y del mundo que les rodea. Tener una visión propia. Lucina estuvo diez años en el instituto Brocense de Cáceres y cumple su segundo en el Rodríguez Moñino. Como docente cree que debe promover la interacción de los estudiantes con la ciudad. «Forman parte de este entorno. Hacen fotos aquí, se inspiran aquí y está bien que la gente conozcan lo que hacen».
Algunas de las fotos que cuelgan desde finales de junio en el vestíbulo del Convento de Joaquín Costa dan fe de ese interés. No faltan la particular visión que los chicos tienen de los puentes, de la Plaza Alta o de los bordillos de las calles. Antonio Manuel confiesa que se ha pateado Badajoz. En su móvil guarda tomas en El Nevero, en el Casco Antiguo o en la autovía.
Patear las calles
«Quiero hacer lo mismo en otra ciudad, experimentar y patearme las calles hasta dar con la foto que tengo en la cabeza». En su futuro espera poner en marcha su propio negocio. Vivir de la fotografía y aprender también a manejar cámaras vídeo. En el ciclo superior trabajan tanto la imagen fija como la imagen en movimiento. Tiene que aprobar todavía un examen práctico de vídeo, pero sus miras están en la fotografía. La profesora les anima a que experimenten y no paren de producir. Por eso les propuso la exposición en el Convento. Cada año suelen cerrar el curso mostrando retratos en el Centro Joven durante la graduación del segundo curso. Dar el paso y salir del entorno académico ha sido una motivación y estímulo, según ha constatado la profesora. Aunque son trabajos noveles, de fotógrafos que están empezando, Lucina aprecia un esfuerzo extra de los chicos por llegar a los demás.TITULO: ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum ,.
ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum , fotos.
Reportaje: Un cocodrilo sagrado en el sótano del British Museum,.
Entramos en la trastienda secreta donde la institución londinense custodia sus emblemáticas colecciones de arte egipcio,.
En los sótanos del British Museum
de Londres hay un gran cocodrilo del Nilo de cuatro metros con fauces
terribles y mirada hostil. Hace mucho que no se mueve, pero no por ello
su presencia es menos perturbadora. Además, está en compañía de un
montón de momias. Momias egipcias, por todas partes (el museo posee 80
humanas y 300 de animales), colocadas en altas estanterías que parecen
nichos. Algunas en sus ajados e historiados ataúdes, otras sueltas,
envueltas en sus viejos vendajes. Una necrópolis inesperada tan lejos de
Egipto. Todo está debajo de las salas del centro por las que discurre
la ruidosa multitud de los visitantes. Es el misterioso espacio de los
almacenes, uno de los lugares más sorprendentes y excitantes de los
museos, un sitio donde se guardan cosas tan interesantes como las que se
exhiben bajo los focos (¡e incluso más!) y donde se pueden tener
visiones muy extrañas y vivir experiencias insólitas. No en balde las
salas de reserva —otra forma de denominar a los almacenes— han tenido
siempre fama de inquietantes. ¿Qué ocurre allí? ¿Qué se guarda? ¿Qué
diálogo establecen entre ellos los objetos depositados fuera de la vista
del público?
La preparación de una gran exposición que incluye obras de los fondos del British Museum (además de otras que están expuestas) es una ocasión magnífica para asomarse a ese mundo oculto y desconocido. Y a la vez para descubrir cómo se organiza una muestra internacional de primer orden, paso a paso, desde la idea original hasta la selección de piezas y su traslado.
La exposición Faraón. Rey de Egipto,
producida en el marco del acuerdo entre el Museo Británico y la
Fundación La Caixa, se inaugurará el próximo 8 de junio en el CaixaForum
de Barcelona (hasta el 16 de septiembre) para luego exhibirse en el de
Madrid (del 17 de octubre al 20 de enero de 2019). La muestra se compone
de 140 objetos que cubren 3.000 años y las 30 dinastías (más los persas
y los Ptolomeos griegos) de la historia del Antiguo Egipto, y que
sirven al propósito de explorar los ideales, símbolos e ideología de la
monarquía faraónica. Entre el material, desde minúsculos pendientes
hasta grandes estatuas de piedra, pasando por papiros y estelas. Se
trata de poner al público cara a cara con los reyes desaparecidos y
explicar a través de ellos, de su poder y de sus funciones, la
civilización egipcia.
Acceder a los fondos del British Museum y a todos sus espacios no
públicos es un proceso complejo. La seguridad es exhaustiva. Quedamos en
la verja exterior del museo para un minucioso proceso de identificación
y acreditación. De la mano de Marie Vandenbeusch, responsable del
departamento del Antiguo Egipto y Sudán y comisaria de la exposición que
se prepara, atravesamos puertas que se abren con tarjetas, recorremos
pasillos y bajamos escaleras. De repente accedemos a una de las salas
públicas y nos damos casi de bruces con una estatua moái de la isla de
Pascua. Avanzamos entre la muchedumbre un rato para volvernos a
introducir, a través de un espacio vetado al público, en otro dédalo de
pasadizos.
La comisaria, una mujer joven y simpática, pasa su tarjeta de identificación por un lector y aparecemos en la mummy room, la sala de las momias, a la sazón vacía porque aún no se ha abierto la sección egipcia a las visitas. Es una sensación extraña, son más los muertos que nosotros los vivos. Las momias parecen mirarnos con las bocas abiertas en un mudo reproche por perturbar su descanso. Rodeado de ellas, busco la calidez humana en la conversación con la suiza Vandenbeusch. Admiramos varias momias, lo que une mucho. Especialmente la del hombre de época romana con la cara pintada sobre lino, barba e inexplicables pechos femeninos.
Explica la estudiosa que el British (que guarda 120 momias humanas)
no tiene problemas éticos para exhibirlas. “Lo hacemos con respeto y
preservando su dignidad, dejando claro que son individuos y no objetos.
Tratamos de mostrarlas con una luz más suave cuando van de gira”. A
CaixaForum no viajará ninguna (aunque sí algún trozo monumental de
sarcófago, como el que muestra la cabeza de Ramsés VI): la comisaria no
cree que sea necesario para el argumento de la exposición. “Hay que
acostumbrar a la gente a no pensar siempre en las momias cuando hablas
de Egipto”. Vale, pero las echaremos de menos.
Al British Museum se le dio mucho gato por liebre inicialmente con las momias. Las primeras que adquirió, procedentes de la colección de su fundador, Hans Sloane, eran todas falsas. Muchas de animales solo contenían unos pocos huesos o incluso nada más que barro o madera. En el museo no se desenvuelven momias —lo que era todo un show— desde 1790.
La comisaria señala varias piezas, tras las vitrinas, que viajarán a
España. El piramidión (remate de la punta) de la pequeña pirámide de la
tumba de Intef V en Dra Abu el Naga, con los nombres del rey; un cierre
de brazalete de oro con minúsculos gatos recostados que procede del
enterramiento en Edfu de la reina Sobekemsaf (Dinastía XVII, 1600 antes
de Cristo); un anillo con un niño-rey (luce el uraeus, la cobra
en la frente) representado… La exposición, explica Vandenbeusch, no
será cronológica (aunque tendrá todo el apoyo de esquemas y mapas para
orientar al visitante), sino temática: irá abordando diferentes asuntos
mediante los objetos, revelando las historias que hay detrás de estos y
que nos hablan de los faraones, esos formidables autócratas que
acumulaban todos los poderes: administrativo, judicial, religioso,
militar. Y que eran además dioses encarnados y llegaban a rendir culto a
sus propias efigies.
“Los reyes de Egipto”, recuerda, “no siempre fueron hombres y tampoco egipcios, a veces Egipto estuvo dividido por guerras civiles, conquistado por poderes extranjeros o regido por monarcas rivales. Algunos fueron reverenciados, como Tutmosis III, el gran faraón guerrero que extendió las fronteras del país; otros, satirizados u odiados, como Akenatón”. Muchos de los objetos supervivientes del Antiguo Egipto, prosigue, arrojan la imagen del faraón que él quería proyectar. La muestra quiere explorar la realidad que hay detrás y “los retos de reinar sobre una de las grandes civilizaciones de la antigüedad”.
¿Cómo era ser faraón? “Llevaba una vida muy ritualizada, cada día
debía realizar ritos para los dioses. Era el garante de Maat, el orden
cósmico. Sus apariciones debían estar muy teatralizadas y en ellas,
rodeado de esplendor y oro, mostraba su naturaleza divina”. Todo lo cual
no significa que puertas adentro, incluso en la propia familia, no
hubiera tensiones y luchas de poder que podían conducir a conflictos
dinásticos e incluso a la conspiración y el asesinato.
Hay que recordar que la propia palabra faraón, a pesar de su fuerza y su capacidad de simbolizar el Antiguo Egipto, es una convención relativamente moderna. Su acepción actual data del final de la época faraónica. Hasta entonces al monarca se le denominaba simplemente rey, señor o majestad. Faraón designaba al palacio y sus habitantes, como si dijéramos Casa Blanca, Elíseo, Zarzuela o Buckingham.
La comisaria confiesa que siempre, en última instancia, se impone el
pragmatismo al organizar una exposición de estas características.
“Tienes una lista ideal de piezas y luego hay que bajar a la realidad y
ver de cuáles dispones, las que pueden viajar, las que precisan
restauración…”. Tiene que haber, señala, un equilibrio entre elementos,
monumentales y pequeños, una mezcla entre objetos conocidos y otros que
sean un descubrimiento para el público, que nunca hayan sido antes
expuestos, fotografiados o publicados. Debe hacerse una síntesis. Y
luego llega el diálogo con los diseñadores para decidir de qué manera
llegará el proyecto al público. “Uno de los grandes retos es el
espacio”.
En todo caso, Faraón. Rey de Egipto, que revisa y reelabora, añadiendo ideas y objetos nuevos, un proyecto de exposición organizada en 2016 para el Cleveland Museum of Art (EE UU), ha podido al final reunir un conjunto verdaderamente notable de obras que incluyen estatuas monumentales, relieves delicadamente tallados de antiguos monumentos y rutilantes piezas de joyería. También algunos objetos inesperados y muy sorprendentes, como el arco de guerra de uno de los comandantes del ejército del faraón, tablillas de arcilla con cartas diplomáticas o un papiro que recoge un proceso por un robo en un templo.
Regresamos a los espacios restringidos del British. La comisaria aprovecha para recordar que en los sótanos del museo, revisando las colecciones, se producen hoy en día tantos descubrimientos como sobre el terreno. “Cada vez que entras en los almacenes descubres cosas nuevas”. Pasamos ante el despacho del departamento de Egipto y Sudán, con peluches de cocodrilos y recuerdos personales, por un pasillo en el que domina un retrato de la máscara de Tutankamón y una escalera en cuyo rellano hay una estatua de Sobek. En el despacho de la propia comisaria hay una muñeca que es una momia y una tesis sobre el asno en la vida religiosa egipcia.
Los almacenes subterráneos están divididos según los materiales que hay depositados: piedra, orgánico, momias. “No deje basura aquí”, reza un cartel.
En la zona de piedra, nos reciben, junto a un banco de trabajo con herramientas, Evan York, responsable de preservación y accesibilidad de las colecciones, y un enorme capitel hathórico (en forma de cabeza de la diosa vaca Hathor), medio embalado para la exposición. Un escriba está de cara a la pared. En un pasillo se alinean decenas de impresionantes estatuas de la diosa Sejmet, “la terrible”, con cabeza de leona. Una, sentada, está sujeta con correajes y parece prisionera. Resulta tentador hacerse un selfie. “No es muy cooperativa”, apunta York. Es maravilloso verlas, a las diosas, en este contexto privado, tan juntas, desprovistas del realce, y también de la distancia que da una sala de museo. Pienso absurdamente que parecen aguardar a que se abra una puerta a otro mundo, como en Stargate.
York, que es egiptólogo de formación, lleva 20 años cuidando de estas
piezas. “Son mis amigas. No percibo nada siniestro aquí. ¿Fantasmas? Me
temo que no”. Se pone guantes de plástico para mover un busto de
faraón. Pese a todo, no cuesta nada imaginar paseando por aquí a un
espectro como Belphegor, el fantasma del Louvre que resultó ser Juliette
Gréco (y después Sophie Marceau), poseída por una momia. Las
exposiciones “son una forma de dar salida a material sensacional que
permanece guardado por falta de espacio en las salas, donde la
competencia es tan alta”, explica la comisaria, sacándome de la
ensoñación.
Veo un gigantesco puño de faraón, de granito; una estela amarniana con el símbolo solar, una esfinge, un busto maravilloso de Tutmosis III en basalto negro. “Puedes sentir su poder, el aura del guerrero que condujo 17 campañas en 20 años”. Sobre una mesa y en estanterías se alinea un ejército de ushebtis, las figuritas que acompañaban a los difuntos en las tumbas. En un estante, una cabeza de Alejandro Magno (que también fue faraón), recostada, en un largo sueño de conquista. En otra mesa hay objetos pequeños de metal destinados a la exposición. Una estatuilla fascinante de Amón en plata y oro. “Procede de un santuario de Karnak, ilustra la idea de que el rey era el único que podía acceder a la parte más sagrada del templo y hacer ofrendas a la divinidad”.
Tantas cosas…, ¿no se pierde nada? “¡No! A cada objeto se le sigue
continuamente la pista en la base de datos al moverlo. Tenemos tantos,
15.000, que a veces hay alguna localización incorrecta”.
Excepcionalmente, una pieza puede estar “deslocalizada” un rato. Una
hora ya hace sufrir mucho. Pero todo aparece.
La comisaria y el conservador me piden que por seguridad no detalle el color de las cajas de embalaje ni las indicaciones que aparecen en ellas, algunas muy sabrosas. La amenaza de robo durante los traslados siempre está ahí. Estos objetos no son solo bellos e impresionantes, sino piezas de un valor inconmensurable. Una estela de media tonelada ya ha sido embalada. Be careful. En total ya hay 44 cajas preparadas. En algunas van varios objetos. Debe ser importante que vuelvan las mismas que han salido, bromeo admirando a un Ptolomeo. “¡Sí, por favor!”, exclaman al unísono York y Vandenbeusch.
Por un pasillo que parece la sentina de la Nostromo pasamos
ante dos copias de la piedra de Rosetta y un molde para hacer réplicas.
Atravesamos la surtida biblioteca y llegamos a otra sección del almacén,
la de material orgánico. Dentro están las momias instaladas en
estanterías, hasta cinco niveles que llegan al techo. Curioseo mientras
la comisaria y el conservador hablan con el fotógrafo junto a un
sarcófago ramésida en restauración. Cajas de flechas, cajas de vasos
canopos, el ataúd de Ankhesnefer, ¡glups!, una caja de cráneos. Y
entonces descubro el cocodrilo, escondido al acecho debajo de todo, a
nivel del suelo, en la penumbra. Pego un respingo y hasta se me escapa
un grito. “No te preocupes, lleva tiempo muerto”, ríe York. “Lo
escaneamos y dentro tiene piedras de las que se tragan para la digestión
y un hueso de muslo de vaca. Probablemente era un espécimen sagrado que
vivía en un santuario de Sobek, el dios cocodrilo, y le reservaban la
mejor parte de los sacrificios y ofrendas”.
Entre las muchas maravillas de los almacenes del British Museum que van a viajar a España no figura el cocodrilo. Es difícil decir si eso le importa al añoso reptil momificado, que ya habrá visto de todo en sus días de gloria junto al Nilo. Pero ahí se queda en su cubil, oscuro y misterioso, símbolo perfecto de todas las cosas prodigiosas y pasmosas que guarda en su abultado y generoso vientre el viejo museo londinense.
La preparación de una gran exposición que incluye obras de los fondos del British Museum (además de otras que están expuestas) es una ocasión magnífica para asomarse a ese mundo oculto y desconocido. Y a la vez para descubrir cómo se organiza una muestra internacional de primer orden, paso a paso, desde la idea original hasta la selección de piezas y su traslado.
“En los sótanos del museo, revisando las colecciones, se producen hoy en día tantos descubrimientos como sobre
el terreno”
el terreno”
La comisaria, una mujer joven y simpática, pasa su tarjeta de identificación por un lector y aparecemos en la mummy room, la sala de las momias, a la sazón vacía porque aún no se ha abierto la sección egipcia a las visitas. Es una sensación extraña, son más los muertos que nosotros los vivos. Las momias parecen mirarnos con las bocas abiertas en un mudo reproche por perturbar su descanso. Rodeado de ellas, busco la calidez humana en la conversación con la suiza Vandenbeusch. Admiramos varias momias, lo que une mucho. Especialmente la del hombre de época romana con la cara pintada sobre lino, barba e inexplicables pechos femeninos.
Al British Museum se le dio mucho gato por liebre inicialmente con las momias. Las primeras que adquirió, procedentes de la colección de su fundador, Hans Sloane, eran todas falsas. Muchas de animales solo contenían unos pocos huesos o incluso nada más que barro o madera. En el museo no se desenvuelven momias —lo que era todo un show— desde 1790.
‘Faraón. Rey de Egipto’ exhibirá unas estatuas
monumentales, así como relieves delicadamente tallados y rutilantes
piezas de joyería
“Los reyes de Egipto”, recuerda, “no siempre fueron hombres y tampoco egipcios, a veces Egipto estuvo dividido por guerras civiles, conquistado por poderes extranjeros o regido por monarcas rivales. Algunos fueron reverenciados, como Tutmosis III, el gran faraón guerrero que extendió las fronteras del país; otros, satirizados u odiados, como Akenatón”. Muchos de los objetos supervivientes del Antiguo Egipto, prosigue, arrojan la imagen del faraón que él quería proyectar. La muestra quiere explorar la realidad que hay detrás y “los retos de reinar sobre una de las grandes civilizaciones de la antigüedad”.
Hay que recordar que la propia palabra faraón, a pesar de su fuerza y su capacidad de simbolizar el Antiguo Egipto, es una convención relativamente moderna. Su acepción actual data del final de la época faraónica. Hasta entonces al monarca se le denominaba simplemente rey, señor o majestad. Faraón designaba al palacio y sus habitantes, como si dijéramos Casa Blanca, Elíseo, Zarzuela o Buckingham.
En todo caso, Faraón. Rey de Egipto, que revisa y reelabora, añadiendo ideas y objetos nuevos, un proyecto de exposición organizada en 2016 para el Cleveland Museum of Art (EE UU), ha podido al final reunir un conjunto verdaderamente notable de obras que incluyen estatuas monumentales, relieves delicadamente tallados de antiguos monumentos y rutilantes piezas de joyería. También algunos objetos inesperados y muy sorprendentes, como el arco de guerra de uno de los comandantes del ejército del faraón, tablillas de arcilla con cartas diplomáticas o un papiro que recoge un proceso por un robo en un templo.
Regresamos a los espacios restringidos del British. La comisaria aprovecha para recordar que en los sótanos del museo, revisando las colecciones, se producen hoy en día tantos descubrimientos como sobre el terreno. “Cada vez que entras en los almacenes descubres cosas nuevas”. Pasamos ante el despacho del departamento de Egipto y Sudán, con peluches de cocodrilos y recuerdos personales, por un pasillo en el que domina un retrato de la máscara de Tutankamón y una escalera en cuyo rellano hay una estatua de Sobek. En el despacho de la propia comisaria hay una muñeca que es una momia y una tesis sobre el asno en la vida religiosa egipcia.
Los almacenes subterráneos están divididos según los materiales que hay depositados: piedra, orgánico, momias. “No deje basura aquí”, reza un cartel.
En la zona de piedra, nos reciben, junto a un banco de trabajo con herramientas, Evan York, responsable de preservación y accesibilidad de las colecciones, y un enorme capitel hathórico (en forma de cabeza de la diosa vaca Hathor), medio embalado para la exposición. Un escriba está de cara a la pared. En un pasillo se alinean decenas de impresionantes estatuas de la diosa Sejmet, “la terrible”, con cabeza de leona. Una, sentada, está sujeta con correajes y parece prisionera. Resulta tentador hacerse un selfie. “No es muy cooperativa”, apunta York. Es maravilloso verlas, a las diosas, en este contexto privado, tan juntas, desprovistas del realce, y también de la distancia que da una sala de museo. Pienso absurdamente que parecen aguardar a que se abra una puerta a otro mundo, como en Stargate.
Veo un gigantesco puño de faraón, de granito; una estela amarniana con el símbolo solar, una esfinge, un busto maravilloso de Tutmosis III en basalto negro. “Puedes sentir su poder, el aura del guerrero que condujo 17 campañas en 20 años”. Sobre una mesa y en estanterías se alinea un ejército de ushebtis, las figuritas que acompañaban a los difuntos en las tumbas. En un estante, una cabeza de Alejandro Magno (que también fue faraón), recostada, en un largo sueño de conquista. En otra mesa hay objetos pequeños de metal destinados a la exposición. Una estatuilla fascinante de Amón en plata y oro. “Procede de un santuario de Karnak, ilustra la idea de que el rey era el único que podía acceder a la parte más sagrada del templo y hacer ofrendas a la divinidad”.
“Llevo 20 años cuidando de estas piezas. Son mis amigas. No percibo nada siniestro. ¿Fantasmas? Me temo que no”
La comisaria y el conservador me piden que por seguridad no detalle el color de las cajas de embalaje ni las indicaciones que aparecen en ellas, algunas muy sabrosas. La amenaza de robo durante los traslados siempre está ahí. Estos objetos no son solo bellos e impresionantes, sino piezas de un valor inconmensurable. Una estela de media tonelada ya ha sido embalada. Be careful. En total ya hay 44 cajas preparadas. En algunas van varios objetos. Debe ser importante que vuelvan las mismas que han salido, bromeo admirando a un Ptolomeo. “¡Sí, por favor!”, exclaman al unísono York y Vandenbeusch.
Entre las muchas maravillas de los almacenes del British Museum que van a viajar a España no figura el cocodrilo. Es difícil decir si eso le importa al añoso reptil momificado, que ya habrá visto de todo en sus días de gloria junto al Nilo. Pero ahí se queda en su cubil, oscuro y misterioso, símbolo perfecto de todas las cosas prodigiosas y pasmosas que guarda en su abultado y generoso vientre el viejo museo londinense.
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