El Sabado -6- Abril a las 21:30 por La 1, foto,.
¡Peligro, bulos!
- También: "La ira de Idai" (el ciclón que ha arrasado Mozambique) y "Goleadoras de primera" (fútbol femenino),.
El 60 por ciento de los españoles nos creemos capaces de detectar los bulos. Pero los investigadores han demostrado que nos equivocamos: al 86 por ciento nos cuesta distinguir una patraña en internet de una noticia veraz. Los bulos -las fake news- han encontrado en la red un ecosistema ideal para propagarse a toda velocidad.
Los investigadores nos dicen que las noticias falsas se extienden mucho más y más rápido que las de verdad. "Nos creemos los bulos porque los bulos se construyen para reforzar nuestras creencias... Son noticias que están estudiadas para que la gente se sienta emocionalmente identificada con ellas y las difunda", nos cuenta Mariluz Congosto, experta en redes.
Lanzar un bulo es mucho más fácil que desmontarlo y eso es especialmente preocupante en período electoral. Informe Semanal ha entrevistado a Tessa Lyons, la responsable de la integridad de las noticias en Facebook, la mayor red social, cuestionada por la propagación de bulos durante la campaña de Donald Trump, la del ahora presidente de Brasil, Jair Bolsonario, y la del referéndum del Brexit, entre otras. Facebook ha lanzado esta semana en España un programa de fact-checking con la colaboración de verificadores como la web maldita.es. "Hemos comprobado que cuando calificamos una historia como falsa, su distribución se reduce un 80 por ciento, así que hemos hecho progresos, pero también sabemos que queda mucho por hacer y que tenemos que trabajar estrechamente con los gobiernos y la sociedad civil", reconoce Lyons.
El ministerio de Interior, la Comision Europea y algunas redes sociales están poniendo en marcha protocolos para luchar contra la desinformación. Una plaga que tiene como objetivos prioritarios los inmigrantes, las mujeres y los políticos.
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LA IRA DE IDAI
"Han muerto muchas personas, se han perdido muchas vidas. No tenemos comida, la comida vino, me asaltaron y me la quitaron". Una superviviente del ciclón Idai resume el drama de casi dos millones de mozambiqueños. El equipo de Informe Semanal pudo llegar hasta ella en un helicóptero que llevaba ayuda humanitaria. Aún sigue aislada con otras 1.500 personas que malviven en una escuela rural después de perder sus casas. Un millón de niños, según UNICEF, están en grave riesgo.
David, español residente en Beira desde hace trece años, nos cuenta que el día del ciclón intentó salir de su casa, pero el viento era tan fuerte que no podía dar un paso. Idai puede haber sido la peor catástrofe registrada hasta ahora en el hemisferio sur. El viento huracanado sumado a la subida del nivel del mar golpeó con especial dureza el centro de Mozambique. Barroso, profesor de la villa de Buzi, se salvó porque pudo subir al tejado de su casa. "Los helicópteros pasaban", nos cuenta, "pero no nos rescataban ni nos traían comida. Creí que iba a morir" hasta que, cinco días después, bajaron las aguas y pudo descender.
Un equipo de Informe Semanal ha recorrido estos días las zonas más castigadas por Idai: poblaciones empobrecidas y muy vulnerables ya antes de la tragedia. La prioridad es ahora hacer llegar alimentos, medicinas y agua potable a los damnificados para evitar epidemias, sobre todo el cólera. Los damnificados se sienten indefensos y desamparados. "Estamos en la escuela, no tenemos donde dormir, ni que comer, los niños están todos llorando de hambre. No tenemos ningún apoyo aquí" se queja un superviviente.
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El fútbol jugado por mujeres reclama su sitio como deporte de masas. Recluido durante décadas a pequeños campos con unas pocas decenas de espectadores, el balompié femenino llena ahora estadios como San Mamés o el Wanda Metropolitano. Las mujeres del Barça se han metido, por segunda vez, en las semifinales de la Champions femenina y disputarán el pase a la final con el Bayern de Munich. Tres de los grandes clubes de fútbol, el Barcelona, el Athletic de Bilbao y el Atlético de Madrid, han apostado por sus equipos de mujeres, completamente profesionales. Son las que están mejor pagadas, pero sus sueldos y condiciones se sitúan a años luz de distancia de los de sus compañeros hombres. En Informe Semanal hemos hablado con varias de estas jugadoras que libran, nos cuentan algunas de ellas, una doble lucha: por ganar partidos y por sus derechos, por reducir esa enorme brecha.
"Tenemos que empezar a luchar por nuestros derechos, porque haya igualdad" (Erika Vázquez, delantera del Athletic de Bilbao)“