LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada Jesús Ortega ,. , fotos,.
Revista Grada Jesús Ortega,.
Jesús Ortega. Nacido para bailar.
Nacido en Badajoz en 1979, Jesús Ortega
es el bailaor extremeño de flamenco más internacional; no en vano ha
paseado el nombre de Extremadura por tablaos de varios países, entre
ellos Estados Unidos y Japón. Sigue admirando el baile flamenco con la
misma humildad y respeto que tenía el día que se topó con esta expresión
tan profunda y humana, cuando con tan solo 8 años decidió entregar su
vida a este arte. Decidió mostrar sus cualidades como bailaor a los 10
años, debutando con la escuela de Alfonso ‘El Maleno’ en Badajoz.
¿Qué te interesó antes, el baile o el flamenco?
Fueron ambas cosas de la mano, porque realmente lo que me llamó fue la música; estaba jugando de pequeño y escuché una música, en aquel entonces eran sevillanas porque era lo que se bailaba en los años 80 y 90, más que flamenco. Lo primero que me llamó fue la música, y cuando vi bailar eso fue lo que me cautivó.
Fueron ambas cosas de la mano, porque realmente lo que me llamó fue la música; estaba jugando de pequeño y escuché una música, en aquel entonces eran sevillanas porque era lo que se bailaba en los años 80 y 90, más que flamenco. Lo primero que me llamó fue la música, y cuando vi bailar eso fue lo que me cautivó.
¿Qué es el baile flamenco para Jesús Ortega?
Es difícil de explicar. Para mí el flamenco, más que una forma de vida es una necesidad en mi vida. Me levanto por la mañana y necesito expresarme. Era muy tímido de pequeño, me costaba mucho hablar, y era parecido a los japoneses en ese aspecto, lo usaba como método de expresión y de desahogo, sobre todo. También por mi tendencia sexual era muy introvertido, y gracias al baile pude romper un poco con la sociedad.
Es difícil de explicar. Para mí el flamenco, más que una forma de vida es una necesidad en mi vida. Me levanto por la mañana y necesito expresarme. Era muy tímido de pequeño, me costaba mucho hablar, y era parecido a los japoneses en ese aspecto, lo usaba como método de expresión y de desahogo, sobre todo. También por mi tendencia sexual era muy introvertido, y gracias al baile pude romper un poco con la sociedad.
¿Qué queda en ti de aquel joven
de 17 años que abandonó Badajoz camino de Sevilla y se fue a trabajar en
la compañía de la bailaora y coreógrafa Cristina Hoyos?
Queda la misma ilusión, o más. Me fui a Sevilla literalmente con una maleta, sin saber siquiera si me iba a quedar a dormir, porque no sabía si me iban a coger en la compañía; salió bien la prueba y tuve que buscar dónde dormir. Aquello era un sueño, lloré de emoción y entonces me prometí a mí mismo que, si entraba en la compañía de Cristina, cada vez que me pusiera las botas para subirme a un escenario le agradecería aquella oportunidad, y actualmente lo sigo haciendo antes de cada actuación.
Queda la misma ilusión, o más. Me fui a Sevilla literalmente con una maleta, sin saber siquiera si me iba a quedar a dormir, porque no sabía si me iban a coger en la compañía; salió bien la prueba y tuve que buscar dónde dormir. Aquello era un sueño, lloré de emoción y entonces me prometí a mí mismo que, si entraba en la compañía de Cristina, cada vez que me pusiera las botas para subirme a un escenario le agradecería aquella oportunidad, y actualmente lo sigo haciendo antes de cada actuación.
Miro atrás y, para no perder nunca la
ilusión, cierro los ojos y recuerdo aquel niño que empezó a bailar,
porque con los años y en un mundo tan difícil como el del flamenco, con
los años se puede ir perdiendo esa ilusión. Yo, que me dedico a bailar y
también a la docencia, si perdiese esa ilusión haría otra cosa;
seguramente sería empresario, pero montaría otra cosa que no tuviera
ninguna relación con el flamenco ni con el baile.
¿Qué supuso esa experiencia y, en concreto, la figura de Cristina Hoyos?
Fue un antes y un después, me lo dio todo; en Badajoz, cuando empecé en la escuela de Alfonso ‘El Maleno’, se bailaba, pero no tanto flamenco sino más bien sevillanas. Estoy muy agradecido a esa primera época, porque bailé mucho y en muchos escenarios, pero cuando me fui a Sevilla con 17 años a la compañía de Cristina me di cuenta de que no sabía apenas nada. En ese sentido empecé a bailar muy tarde, y en solo tres años con Cristina Hoyos cogí un nivel suficiente para bailar en una compañía como la suya. Entonces era un niño de Badajoz que iba todos los días a Sevilla y volvía, durante toda la semana, viendo cómo se bailaba allí; yo no sabía nada y me quedaba hasta la madrugada en casa ensayando, y luego me levantaba para ir a la Universidad.
Fue un antes y un después, me lo dio todo; en Badajoz, cuando empecé en la escuela de Alfonso ‘El Maleno’, se bailaba, pero no tanto flamenco sino más bien sevillanas. Estoy muy agradecido a esa primera época, porque bailé mucho y en muchos escenarios, pero cuando me fui a Sevilla con 17 años a la compañía de Cristina me di cuenta de que no sabía apenas nada. En ese sentido empecé a bailar muy tarde, y en solo tres años con Cristina Hoyos cogí un nivel suficiente para bailar en una compañía como la suya. Entonces era un niño de Badajoz que iba todos los días a Sevilla y volvía, durante toda la semana, viendo cómo se bailaba allí; yo no sabía nada y me quedaba hasta la madrugada en casa ensayando, y luego me levantaba para ir a la Universidad.
Cristina me dio la oportunidad de mi
vida porque a partir de entonces soy lo que soy, y si he conseguido lo
poco o mucho que tengo es gracias a que vería algo en mí para confiar en
mis capacidades. Entré de figuración, seguí bailando en el cuerpo de
baile y de coreógrafo con ella, como solista, y ahora es como mi madre.
A partir de entonces empieza tu carrera en solitario.
Yo creo que tomé una buena decisión, y es que tenía compañeros que solo bailaban en la compañía de Cristina, pero yo también hacía cosas por mi cuenta en Badajoz. Siempre he desarrollado mi propia carrera en solitario simultáneamente con mi dedicación al cuerpo de baile en la compañía de Cristina Hoyos.
Yo creo que tomé una buena decisión, y es que tenía compañeros que solo bailaban en la compañía de Cristina, pero yo también hacía cosas por mi cuenta en Badajoz. Siempre he desarrollado mi propia carrera en solitario simultáneamente con mi dedicación al cuerpo de baile en la compañía de Cristina Hoyos.
En 2011 Cristina dejó la dirección del
Ballet Andaluz y cada uno emprendió su camino. En 2012 me fui a Japón
seis meses y a partir de entonces me desvinculé un poco de la compañía
de Cristina; tras ese tiempo volví a Badajoz para montar una escuela,
porque mi ilusión también es la docencia, ayudar humildemente a que la
gente de aquí no se tenga que ir porque no haya nada en nuestra tierra;
que la gente se vaya porque quiera irse, no porque tenga que irse.
¿Qué ha aportado en tu carrera el país nipón y qué has intentado aportarle tú?
La primera vez que estuve en Japón fue en 2002, con la compañía, y me agobié mucho, no entendía nada ni del lenguaje ni de los símbolos, hasta la forma de expresarse con las manos no tiene nada que ver, y me daba pánico perderme.
La primera vez que estuve en Japón fue en 2002, con la compañía, y me agobié mucho, no entendía nada ni del lenguaje ni de los símbolos, hasta la forma de expresarse con las manos no tiene nada que ver, y me daba pánico perderme.
Pasaron los años y tras el accidente de
la central nuclear de Fukushima se organizó una gala benéfica para
recaudar fondos, llamaron a Cristina Hoyos y me dijo que me fuera con
ella. Entonces vi otro país diferente, su sensibilidad, todos tan unidos
a pesar de lo mal que estaban, y saber que con el baile podíamos ayudar
me enamoró.
Gracias a Japón soy otra persona, porque
me ha abierto muchos sentimientos, es un país con una energía diferente
y especial, y ahora cuando voy me cuesta regresar a España.
Yo he intentado aportar mi forma de
entender el flamenco y, sobre todo, me he esforzado mucho para que se
conozca el flamenco extremeño, que tenemos nuestros cantes y también los
bailamos.
¿Qué tiene el flamenco para que sea tan demandado no solo en Japón, sino casi en cualquier país del mundo?
Tiene magia. Me gusta mucho trabajar en los tablaos, veo a la gente que por primera vez asiste a un espectáculo y lo primero que les llama la atención es el baile; el cante es más duro al principio y cuesta más captarlo. He visto gente llorar después de una actuación de baile. Es ese poder de transmisión, porque al bailar nos dejamos la piel. En una hora de espectáculo haces pasar al espectador por una cantidad de emociones; un día te levantas sensible, otro triste, otro enamorado, y con el flamenco llegamos a esos sentimientos y haces que se sientan identificados.
Tiene magia. Me gusta mucho trabajar en los tablaos, veo a la gente que por primera vez asiste a un espectáculo y lo primero que les llama la atención es el baile; el cante es más duro al principio y cuesta más captarlo. He visto gente llorar después de una actuación de baile. Es ese poder de transmisión, porque al bailar nos dejamos la piel. En una hora de espectáculo haces pasar al espectador por una cantidad de emociones; un día te levantas sensible, otro triste, otro enamorado, y con el flamenco llegamos a esos sentimientos y haces que se sientan identificados.
¿Para bailar flamenco se necesitan capacidades naturales o todo se puede aprender?
La técnica se puede aprender, y de hecho se aprende, no deja de ser una disciplina más, como el ballet. Pero esa pregunta se suele hacer a quienes bailamos flamenco, a un clásico no, y no deja de ser danza.
La técnica se puede aprender, y de hecho se aprende, no deja de ser una disciplina más, como el ballet. Pero esa pregunta se suele hacer a quienes bailamos flamenco, a un clásico no, y no deja de ser danza.
En el flamenco, con el paso de los años,
se han ido depurando las técnicas. Ahora tenemos más de 200 alumnas en
la escuela y a todo el mundo le enseñamos a bailar, desde una niña de 5
años a una mujer que pasa de los 80. Ahora bien, para ser especial debes
tener algo especial, llámalo duende, llámalo arte; hay gente que es muy
dramática, hay gente que tiene mucho duende… debes tener algo especial y
yo lo capto mientras enseño la técnica, con los años cada vez antes, a
veces solo por la forma de andar. Tenemos ya una cantera maravillosa de
alumnas de 13 y 14 años, y otro grupo de chicas de 18 años con las que
hemos creado una compañía; esas niñas pueden llegar a ser mucho más, si
ellas quieren, y eso el maestro lo ve.
¿Hay algún palo con el que te sientas más identificado al bailar?
Sí, con dos en particular; con el taranto, el de siempre, y cuando termino de bailar por tarantos me gusta acabar por tangos; y también por alegrías, que disfruto mucho. Soy muy de extremos, tengo muchísima energía y normalmente siempre estoy muy alegre, muy positivo, pero el día que caigo lo hago de verdad. Y luego, indiscutiblemente, los jaleos.
Sí, con dos en particular; con el taranto, el de siempre, y cuando termino de bailar por tarantos me gusta acabar por tangos; y también por alegrías, que disfruto mucho. Soy muy de extremos, tengo muchísima energía y normalmente siempre estoy muy alegre, muy positivo, pero el día que caigo lo hago de verdad. Y luego, indiscutiblemente, los jaleos.
En ‘Camino’ plasmabas dos décadas de tu trayectoria. ¿Qué mostrabas en ese trabajo?
Realmente no quería contar nada, no quería que el público entendiera que era mi biografía plasmada en la escena; lo que pasa es que le tenemos que poner un nombre al espectáculo, y es verdad que en mis espectáculos me gusta crear un hilo conductor. En este caso elegí los palos con los que más me he identificado y los ordené cronológicamente, con el hilo conductor de la música y la puesta en escena, haciendo un recorrido con una serie de coreografías: los tarantos recordando cuando empecé con la compañía de Cristina Hoyos, guajiras por un viaje a Cuba que me marcó mucho, y así sucesivamente hasta llegar al final, a Badajoz, con una gran proyección de la Plaza Alta para terminar por tangos.
Realmente no quería contar nada, no quería que el público entendiera que era mi biografía plasmada en la escena; lo que pasa es que le tenemos que poner un nombre al espectáculo, y es verdad que en mis espectáculos me gusta crear un hilo conductor. En este caso elegí los palos con los que más me he identificado y los ordené cronológicamente, con el hilo conductor de la música y la puesta en escena, haciendo un recorrido con una serie de coreografías: los tarantos recordando cuando empecé con la compañía de Cristina Hoyos, guajiras por un viaje a Cuba que me marcó mucho, y así sucesivamente hasta llegar al final, a Badajoz, con una gran proyección de la Plaza Alta para terminar por tangos.
Háblanos de tu nuevo
espectáculo, ‘Flamenco abierto’, que ya has presentado en Chicago, un
extracto del cual podremos ver el 29 de junio en Talarrubias en el
Festival ‘Porrina de Badajoz’, y que también vas a llevar a Londres.
Hay compañeros en Extremadura a los que admiro mucho, y entre ellos están Manuel Pajares y Juan Manuel Moreno, que colaboraron en ‘Camino’. Como la admiración es mutua, nos propusimos montar algo más íntimo, para pasárnoslo bien, sin pretensión de nada, ni de que se fuera a mover ni a vender. Sin comerlo ni beberlo ‘Flamenco abierto’ ha tenido muy buenas críticas y vamos a hacer una pequeña representación en el ‘Porrina’; nos vamos al Festival de Londres con mucho respeto, porque tiene un cartel espectacular, con Sara Baras, Miguel Poveda, Rocío Molina…; y seguramente el año que viene vayamos también a Nueva York o Washington. Lo que nace con el cariño de repente se vende bastante bien, tiene esa fuerza.
Hay compañeros en Extremadura a los que admiro mucho, y entre ellos están Manuel Pajares y Juan Manuel Moreno, que colaboraron en ‘Camino’. Como la admiración es mutua, nos propusimos montar algo más íntimo, para pasárnoslo bien, sin pretensión de nada, ni de que se fuera a mover ni a vender. Sin comerlo ni beberlo ‘Flamenco abierto’ ha tenido muy buenas críticas y vamos a hacer una pequeña representación en el ‘Porrina’; nos vamos al Festival de Londres con mucho respeto, porque tiene un cartel espectacular, con Sara Baras, Miguel Poveda, Rocío Molina…; y seguramente el año que viene vayamos también a Nueva York o Washington. Lo que nace con el cariño de repente se vende bastante bien, tiene esa fuerza.
¿Cómo han sido tus últimas experiencias en Estados Unidos?
Muy bien. Por una parte, abrimos el Festival Flamenco de Chicago y fue un éxito. Pensábamos que la gente iba a ser más fría, pero nos atrevimos con una cosa arriesgada, un cante que hace Manuel Pajares, un martinete, sin instrumentación, a pesar de ser un cante muy duro, y la gente acabó llorando de la emoción.
Muy bien. Por una parte, abrimos el Festival Flamenco de Chicago y fue un éxito. Pensábamos que la gente iba a ser más fría, pero nos atrevimos con una cosa arriesgada, un cante que hace Manuel Pajares, un martinete, sin instrumentación, a pesar de ser un cante muy duro, y la gente acabó llorando de la emoción.
Por otra parte, me siento muy orgulloso
de haber trabajado con Plácido Domingo, en la coreografía de ‘El gato
montés’ de Cristina Hoyos para la Ópera de Los Ángeles, toda una
experiencia por haber vivido de cerca una gran producción.
Para tu labor docente cuentas
con tu Centro de Flamenco y Danza, en Badajoz; ¿qué tipo de formación
impartes y cómo responden tus alumnos?
Me vine a Badajoz hace seis años con un objetivo muy marcado, que era el proyecto, que estamos empezando ahora, de montar un centro de artes escénicas en la Plaza Alta; pero no podíamos empezar de la nada y comenzamos con una escuela pequeñita, con 20 alumnas, con la idea de ofrecer una formación y crear gente profesional, y ahora tenemos ya más de 200. Eso ya lo hemos conseguido, ya hay una cantera de niñas que empezaron con 6 años y que están trabajando; de hecho, hemos creado la Compañía Flamenco Joven, formada por seis bailaoras de nuestra escuela, y próximamente tenemos dos espectáculos en Extremadura con la idea de que la gente vea que se puede dedicar a esto; luego, quien se quiera titular tendrá que ir al Conservatorio.
Me vine a Badajoz hace seis años con un objetivo muy marcado, que era el proyecto, que estamos empezando ahora, de montar un centro de artes escénicas en la Plaza Alta; pero no podíamos empezar de la nada y comenzamos con una escuela pequeñita, con 20 alumnas, con la idea de ofrecer una formación y crear gente profesional, y ahora tenemos ya más de 200. Eso ya lo hemos conseguido, ya hay una cantera de niñas que empezaron con 6 años y que están trabajando; de hecho, hemos creado la Compañía Flamenco Joven, formada por seis bailaoras de nuestra escuela, y próximamente tenemos dos espectáculos en Extremadura con la idea de que la gente vea que se puede dedicar a esto; luego, quien se quiera titular tendrá que ir al Conservatorio.
Y también vamos a empezar un proyecto
con la Universidad de Extremadura para dar a conocer el flamenco a los
universitarios, con el apoyo de la Diputación de Badajoz, e intentar que
la enseñanza del flamenco sea reglada.
¿Qué nos puedes adelantar de ese centro que proyectas en el entorno de la Plaza Alta?
Espero que en un par de meses empecemos la obra. Contaremos con un espacio muy amplio, con cuatro salas de formación, una de ellas multifuncional, para representaciones y con un aforo de más de 100 personas sentadas. Ampliaremos también la formación, meteremos clases de guitarra, cante, percusión u otras disciplinas de danza. Tengo mucha ilusión depositada en ese proyecto.
Espero que en un par de meses empecemos la obra. Contaremos con un espacio muy amplio, con cuatro salas de formación, una de ellas multifuncional, para representaciones y con un aforo de más de 100 personas sentadas. Ampliaremos también la formación, meteremos clases de guitarra, cante, percusión u otras disciplinas de danza. Tengo mucha ilusión depositada en ese proyecto.
Otro de tus retos es la creación del Ballet Flamenco de Extremadura; ¿qué nos puedes contar de él?
Extremadura es flamenca. La primera vez que Andalucía intentó que el flamenco fuera declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco no tuvo éxito, lo que sí se logró después, cuando nos sumamos Extremadura y Murcia. Andalucía tiene su Ballet Flamenco y creo que es necesario que Extremadura cuente con el suyo. A título privado queremos demostrar que se puede vivir del flamenco; nuestro problema es que no tenemos tanto público como Andalucía, Madrid o Barcelona para que funcionen los tablaos a diario, pero después de esa primera iniciativa que ha sido el Ballet Joven creemos que podemos tener una compañía profesional de ballet flamenco.
Extremadura es flamenca. La primera vez que Andalucía intentó que el flamenco fuera declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco no tuvo éxito, lo que sí se logró después, cuando nos sumamos Extremadura y Murcia. Andalucía tiene su Ballet Flamenco y creo que es necesario que Extremadura cuente con el suyo. A título privado queremos demostrar que se puede vivir del flamenco; nuestro problema es que no tenemos tanto público como Andalucía, Madrid o Barcelona para que funcionen los tablaos a diario, pero después de esa primera iniciativa que ha sido el Ballet Joven creemos que podemos tener una compañía profesional de ballet flamenco.
¿Cómo te imaginas tu futuro?
De momento me veo muchos años bailando, porque necesito bailar, y llevo de la mano de las coreografías la docencia y también la dirección artística. Es verdad que cuando ya te ves mayor, con 65 años, las aptitudes no son las mismas, pero me veo bailando siempre, no sé si en un estudio o en un escenario, pero no me imagino un Jesús sin bailar.
De momento me veo muchos años bailando, porque necesito bailar, y llevo de la mano de las coreografías la docencia y también la dirección artística. Es verdad que cuando ya te ves mayor, con 65 años, las aptitudes no son las mismas, pero me veo bailando siempre, no sé si en un estudio o en un escenario, pero no me imagino un Jesús sin bailar.
¿Cómo valoras la situación y posicionamiento del flamenco extremeño?
Creo que se valora el flamenco extremeño, hay una cantera de jóvenes muy buenos en el cante, en la guitarra, en el baile; muchos de ellos además están viajando por el mundo trabajando. De hecho, los compañeros de Andalucía nos dicen “hay que ver qué flamencos sois en Extremadura, cómo suenan vuestros cantes, qué bien se baila en Extremadura”. Se conoce y se valora, aunque quizás más en el propio sector profesional, y tenemos que seguir esforzándonos para que fuera de la región se conozca el flamenco extremeño.
Creo que se valora el flamenco extremeño, hay una cantera de jóvenes muy buenos en el cante, en la guitarra, en el baile; muchos de ellos además están viajando por el mundo trabajando. De hecho, los compañeros de Andalucía nos dicen “hay que ver qué flamencos sois en Extremadura, cómo suenan vuestros cantes, qué bien se baila en Extremadura”. Se conoce y se valora, aunque quizás más en el propio sector profesional, y tenemos que seguir esforzándonos para que fuera de la región se conozca el flamenco extremeño.
TITULO: El Ministerio del Tiempo ,.
El Ministerio del Tiempo',.
Nuevas imágenes de la patrulla en la 4ª temporada de 'El Ministerio del Tiempo'
- La ficción de La 1 viajará a la convulsa corte de la Inglaterra del S. XVI, la España de la posguerra, la movida madrileña o el Siglo de Oro de Velázquez,.
- Galanes de cine, soldados de poderosos ejércitos, damas en las cortes más influentes, espías… son algunos de los personajes en los que se convertirán los agentes, foto.
Avanza la grabación de la cuarta temporada de ‘El Ministerio del Tiempo’, producida
por RTVE en colaboración con Globomedia (THE MEDIAPRO STUDIO) y Onza.
Los espectadores de la ficción de aventuras de La 1 podrán ver de nuevo
a Julián (Rodolfo Sancho), Amelia (Aura Garrido), Pacino (Hugo Silva), Alonso (Nacho Fresneda) y Lola (Macarena García), los miembros de la patrulla del tiempo más famosa de la televisión.
Acompañados por Irene (Cayetana Guillén Cuervo) en
muchas misiones, se transformarán en galanes de cine, soldados de
poderosos ejércitos, damas en las cortes más influyentes, espías o
periodistas para cumplir las misiones encargadas por Salvador (Jaime Blanch).
El objetivo: que el pasado no cambie para que nuestra Historia, con sus
luces y sus sombras, pueda continuar como la conocemos.
De la mano de Javier Olivares y Marc Vigil,
los nuevos capítulos exploran momentos tan diversos como la convulsa
corte de la Inglaterra del siglo XVI o la España de la postguerra civil,
pasando por la movida madrileña o el Siglo de Oro de Velázquez; sin
dejar de imaginar lo que podría suceder en el futuro si cambiamos la
Historia.
‘El Ministerio del Tiempo’ se estrenó en
La 1 el 24 de febrero de 2015. Treinta y cuatro capítulos y tres
temporadas después la serie de RTVE se ha convertido en un fenómeno de
culto respaldado por la crítica y el público.
Más de una veintena de prestigiosos
premios, entre los que se incluyen reconocimientos internacionales como
Mejor serie de televisión latinoamericana en los Premios Platino de
2018, mejor director en los Gold Panda Awards o la medalla de bronce en
el Festival Internacional de Nueva York. Entre los nacionales destacan
dos Premios Ondas a la Mejor serie española (en 2016 y en 2015); cuatro
premios Feroz; tres Fotogramas de Plata; seis Premios Unión de actores;
otros tres Premios MiM; y seis Premios Iris, entre otros.
TITULO:
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Detenida una pareja en Palencia por arrojar a su hijo recién nacido al río Carrión,.
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Detenida una pareja en Palencia por arrojar a su hijo recién nacido al río Carrión ,. , fotos,.
Detenida una pareja en Palencia por arrojar a su hijo recién nacido al río Carrión,.
La Policía Nacional halla el cadáver del bebé en el lugar donde los padres, de 23 y 29 años, ya detenidos, dijeron que habían lanzado al menor,.
La Policía Nacional ha detenido a una pareja en la provincia de Palencia,
una mujer de 23 años y un hombre de 29, por la muerte de su hijo recién
nacido, a quien, según su propia declaración, lanzaron al río Carrión a
su paso por el término municipal de Husillos, a doce kilómetros de la
capital palentina. El cadáver del bebé ha sido hallado en el río tras
una intensa búsqueda durante la noche del domingo en contenedores de
basura de Palencia capital y en un paraje cercano a donde fue arrojado,
según la Policía Nacional.
Sobre las diez de la noche, la policía recibió una llamada del centro de salud La Puebla en la que se informaba de que estaban atendiendo a una joven que manifestaba haber dado a luz, aunque decía desconocer dónde se encontraba el bebé. En el historial de la paciente constaba que días atrás había sido atendida en urgencias, donde fue advertida de que se preveía un parto de riesgo y la derivaron a otro centro sanitario especializado.
La policía se desplazó al centro de salud, donde la joven manifestó que había dado a luz la noche anterior y que se había desprendido del bebé arrojándolo a un contenedor en el polígono industrial de Palencia. Los agentes iniciaron la búsqueda, al tiempo que se realizaban gestiones para paralizar la recogida de basuras en la zona, con la esperanza de localizar al bebé todavía con vida. La Policía Nacional, junto a efectivos de Policía Local y de los servicios de limpieza de la empresa Urbaser inspeccionaron más de 40 contenedores durante más de dos horas, sin resultado.
De acuerdo a las mismas fuentes, la joven fue dada de alta y los médicos informaron a la policía de que el parto no había sido la noche anterior sino varios días antes. Posteriormente, la joven fue trasladada a comisaría donde manifestó que, junto a su pareja, había enterrado al bebé junto al Refugio, en el Monte el Viejo. Ambos fueron trasladados a dicho paraje, cercano a la capital palentina, aunque la búsqueda fue infructuosa de nuevo.
Tras ser nuevamente interrogados por la Policía, la pareja confesó que el parto se produjo el 28 de enero y que, tras el mismo, arrojaron al bebé al río Carrión, en un paraje cercano a Husillos, una localidad de unos 313 habitantes situada a unos doce kilómetros de la capital palentina. Tras desplazarse con la pareja al lugar donde decían haber depositado al bebé, la policía encontró su cadáver en el fondo del río.
Sobre las diez de la noche, la policía recibió una llamada del centro de salud La Puebla en la que se informaba de que estaban atendiendo a una joven que manifestaba haber dado a luz, aunque decía desconocer dónde se encontraba el bebé. En el historial de la paciente constaba que días atrás había sido atendida en urgencias, donde fue advertida de que se preveía un parto de riesgo y la derivaron a otro centro sanitario especializado.
La policía se desplazó al centro de salud, donde la joven manifestó que había dado a luz la noche anterior y que se había desprendido del bebé arrojándolo a un contenedor en el polígono industrial de Palencia. Los agentes iniciaron la búsqueda, al tiempo que se realizaban gestiones para paralizar la recogida de basuras en la zona, con la esperanza de localizar al bebé todavía con vida. La Policía Nacional, junto a efectivos de Policía Local y de los servicios de limpieza de la empresa Urbaser inspeccionaron más de 40 contenedores durante más de dos horas, sin resultado.
De acuerdo a las mismas fuentes, la joven fue dada de alta y los médicos informaron a la policía de que el parto no había sido la noche anterior sino varios días antes. Posteriormente, la joven fue trasladada a comisaría donde manifestó que, junto a su pareja, había enterrado al bebé junto al Refugio, en el Monte el Viejo. Ambos fueron trasladados a dicho paraje, cercano a la capital palentina, aunque la búsqueda fue infructuosa de nuevo.
Tras ser nuevamente interrogados por la Policía, la pareja confesó que el parto se produjo el 28 de enero y que, tras el mismo, arrojaron al bebé al río Carrión, en un paraje cercano a Husillos, una localidad de unos 313 habitantes situada a unos doce kilómetros de la capital palentina. Tras desplazarse con la pareja al lugar donde decían haber depositado al bebé, la policía encontró su cadáver en el fondo del río.
TITULO: HOY LE TOCA - El Torta del Casar se mete en el playoff a falta de una jornada,.