TITULO: Órbita Laika -Los jardines franceses de Monty Don: El jardín artístico ,.
Lunes -1- Junio a las 22:00 en La 2 / foto,.
Los jardines franceses de Monty Don: El jardín artístico,.
Monty Don recurre a la famosa tradición artística de Francia
para ver qué influencia ha tenido en los jardines del país. Monty viaja
a algunos de los jardines de artistas célebres, incluido el creado por
el impresionista Claude Monet, el De Cézanne, el jardín cubista de
Guevrekian y otros más.
TITULO: Zona indie -Cine -Tras las huellas de los leones ,.
Este lunes -1- Junio a
las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.
Eleonore sufre ansiedad y
vive sola y retraída del mundo. Casi nunca sale de casa, hasta que un
día se entera de que su hermano está gravemente enfermo y va a visitarlo
a África.
TITULO: + Cotas - Conocemos al guardián de la montaña ,.
El Sabado -30- Mayo a las 9:30 por La 1, foto,.
Conocemos al guardián de la montaña,.
Juan Pablo se adentra en los valles
asturianos para conocer a fondo al mejor amigo del pastor: el mastín
español. Gallardo, un vecino de la montañesa aldea de Caso, nos acerca a
esta raza de perro guardián autóctona de esta zona de los Picos de
Europa. El mastín español atesora una fidelidad única que le mantiene
siempre cerca del ganado o las casas, una cualidad de gran valor para
una zona tan lobera y osera como la cordillera cantábrica. Además de ser
un animal lo suficientemente robusto como para aguantar las lluvias y
nevadas que azotan el monte norteño, y exigentes jornadas donde más
alerta se tiene que estar ante los depredadores.
TITULO: Generaciones - Una luz en medio de la oscuridad,.
Una luz en medio de la oscuridad,.
foto / Salgo
del supermercado y observo a mi lado a una señora que al estacionar su
carrito en su ubicación se dispone a limpiarlo por las zonas por donde
se maneja con papel y líquido detergente. Me quedo perplejo y le
traslado mi sorpresa por su conducta. Me contesta que ella siempre lo
hace cuando sale de estos establecimientos.
Repuesto de mi
atolondramiento por lo visto, me embarga una sensación de optimismo y
empiezo a creer que la civilización no está del todo perdida, como viene
uno pensando a la vista de las decisiones de nuestros gobernantes
nacionales y europeos (omito enumeración de las mismas) y del
comportamiento de la ciudadanía (por ejemplo, colocándose
obedientemente, cuando lo hace, equipos de protección y luego tirando
mascarillas usadas y guantes azules por la calle). Ya sé lo que tengo
que hacer la próxima vez que vaya al súper –al menos, mientras dure la
epidemia–, sin que el doctor Simón me lo diga, lo he aprendido en la
calle.
Por
cierto que, con la que está cayendo, bien agradeceríamos a las cadenas
de supermercados que implantaran un sistema de acceso a los carros de
compra distinto al habitual por su forma de almacenarlos, de forma que
no se tenga que usar necesariamente uno de los recientemente utilizados
por otras personas. Igual no es tan difícil, a lo mejor lo consiguen
preguntando a clientes con la categoría de la señora a la que he
aludido.
TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - - Hasta muy pronto, Germán,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - - Hasta muy pronto, Germán ,. , fotos,.
Hasta muy pronto, Germán,.
El Mono Burgos, coraje y corazón: por qué ha sido mucho más que el segundo de Simeone,.
Germán ‘el Mono’ Burgos dejará de ser el
segundo entrenador de Simeone a final de temporada para iniciar su
carrera como director técnico. Este ha sido su recorrido por el club
rojiblanco.
Hoy anuncia su adiós Germán Burgos, una persona que nos ha dado más de lo que cualquiera pueda imaginar", escribe Torres. Todo. Desde aquel 2001 en que dejara atrás un Mallorca en Champions para venir de la mano de Luis a un Atlético en Segunda. Icónico, auténtico, rock androll. Se coló en los hogares de toda España a través del televisor y una alcantarilla para gritar: "Hemos vuelto". El Atleti a Primera. No podía ser otro. Debía ser él. El Mono. "Siempre
es difícil encajar todas las piezas para que algo funcione a la
perfección, y más desde el silencio", que escribe también Torres. El
padre del balón parado en el Atleti, el hombre de la carpeta, el
profesor de inglés. Siempre cercano, siempre campechano, siempre tan de
verdad. Su voz rugosa recibía a los futbolistas con un abrazo en el Cerro, su inteligencia, su profesionalidad. Sus motes en los rondos, sus paseos en San Rafael. Era la sal de los entrenamientos, la chispa de Simeone,
esa pieza silenciosa que hacía que todo lo demás encajara. Ocho años
trabajando en perfil bajo para que el Atleti fuese campeón. Su Atleti.
Ese al que ahora dice hasta pronto. No por esperado duele menos.
"Hasta el último instante, siempre contigo, Germán, gracias por tanto". Lo dice El Niño, lo firmo yo. Echo infinitamente de menos ya ese "Casssón" con el que me saludas. Espero, pronto, volver a escucharlo.
TITULO: Las rutas Capone - Morena,.
Morena,.
foto / Si
recuerdo mi niñez, me veo disfrazado de alto dignatario musulmán con la
cara tiznada de negro, un turbante con un camafeo de mi madre
sosteniendo el envoltorio de telas sobre mi cabeza, una colcha
adamascada convertida en túnica lujosa y algún otro complemento que me
convertía en Aladino, en Alí Babá, en Abderramán, en Almanzor o en
cualquier otro personaje del universo moro de nuestra infancia.
¡Qué
bien hacían los turbantes nuestras madres! ¡Parecían educadas en la
corte del califa! Además, eran maestras en el arte del corcho quemado.
Con uno en la mano, eran capaces de convertirte en rajá hindú, en cadí
almohade, en visir turco... ¡Y qué cultura tan vasta tenían en las cosas
del mundo oriental! «Ven aquí, hijo, que te voy a disfrazar de diván
persa, de faraón egipcio o de sultán otomano», nos decían y nos
agarraban la barbilla con una mano mientras con la otra, aplicando el
corcho quemado con dedicación, nos convertían en sus príncipes moros.
«¿Mamá,
qué diferencia hay entre un visir y un sultán?», les preguntábamos. Y
ellas respondían que ninguna, que los dos eran reyes o algo así y que
nos iban a disfrazar de lo que más nos gustara. A mí me gustaba ser
diván, no sé si porque en casa había uno para sentarse y me parecía más
cercano y doméstico ser diván que ser gran chambelán del rey de
Mongolia, otra oferta de mi madre.
A la hora de la verdad, el
disfraz era siempre el mismo y el título estaba solo en la imaginación
de nuestras madres, que, ennegreciendo la cara con el corcho quemado,
componiendo un turbante con una sábana y algo de bisutería y
consiguiendo el milagro de que un cobertor viejo se convirtiera en
lujosa túnica imperial, nos lanzaban a las calles para que
participáramos en fiestas, comparsas, desfiles y cabalgatas.
Todos
hemos sido califas alguna vez en nuestras vidas. Y para más delito,
hemos sido califas de raza negra, o sea, atentábamos a la vez contra la
corrección política del futuro y contra la realidad histórica de siempre
porque lo habitual era que los califas tuvieran la tez morena, pero no
negra. Qué más daba si éramos niños y no pensábamos en ningún momento
que algún día podríamos llegar a ser primer ministro de Canadá o
concejal de Pescueza. Porque tal y como se están poniendo las cosas, si
en nuestra infancia tuvimos madres adictas al corcho quemado, nuestras
carreras políticas se han acabado para siempre.
Ya saben que
Justin Trudeau, el popular primer ministro canadiense, puede perder las
elecciones en su país porque se disfrazó de Aladino en una fiesta y de
jamaicano en el instituto. Sus rivales políticos lo acusan de hipócrita,
racista, poco íntegro e inaceptable. Y lo peor es que él mismo ha
pedido disculpas por haber cometido tamañas aberraciones en su juventud.
Este puritanismo extremo está llevando la falta de libertad y la
censura hasta extremos asfixiantes. En este periódico, se han publicado
recientemente interesantes reportajes contando el miedo de los
profesores universitarios en las aulas a ser incorrectos, el pánico a
emitir opiniones arriesgadas por novedosas. Si el mundo hubiera sido
siempre así, no habría habido vanguardias y seguiríamos en las cavernas
ideológicas.
En estos días, comparsas y grupos deciden los
disfraces del próximo Carnaval. Mucho cuidado con lo que eligen si
aspiran a ser algún día concejales porque la Nueva Inquisición tiene
preparada la leña para las hogueras. Tengo por ahí fotos de un desfile
de la Cruzada de la Bondad en las que aparezco convertido en un niño
visir-sultán-cadí-califa. Aquella Cruzada de la Bondad era una actividad
católica de la parroquia de San Pedro de Alcántara, o sea, más grave
aún: un niño cristiano mofándose del Islam. Yo creo que nuestras madres,
con su gran visión de la jugada y del futuro, utilizaban con tanto arte
el corcho quemado por nuestro bien: estaban impidiendo que en el futuro
nos dedicáramos a la política.
TITULO: Un país mágico - Zajoriles: los druidas hurdanos .
El sabado -6- Junio a las 18:30 por La 2, foto,.
Zajoriles: los druidas hurdanos,.
Con el nombre de zajoriles son conocidos en las Hurdes altas aquellos hombres especiales dotados de extrañas facultades,.
Con
el nombre de zajoriles son conocidos en las Hurdes altas aquellos
hombres especiales dotados de extrañas facultades. Aunque el nombre,
deformado por la pronunciación aspirada de la zona, proviene de la
palabra zahorí, que es el aquel que tiene el poder de encontrar aguas
subterráneas, estos hombres sabios no se limitan a esta acepción, sino
que poseen poderes adivinatorios, producen fenómenos mágicos y tienen la
virtud de curar con recetas secretas, e incluso algunos poseen dones
más sobrenaturales como el de conjurar las tormentas, la facultad de
levitar o de curar con el aliento o la saliva (como los saludadores).
Empleaban
sus poderes con fines benéficos y eran hombres sabios, respetados por
la comunidad de cada alquería, que guardaban y transmitían la sabiduría
popular hurdana. Se trataba de hombres buenos y justos que, a decir del
antropólogo Flores del Manzano, ponían paz en pleitos y pendencias.
Poseían amplios conocimientos sobre medicina popular, artesanía,
tradición oral y costumbres hurdanas. Lee el post completo en Extremadura Secreta.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo -7- Junio a las 19:00 por La 2 , foto.
Caminando sobre las olas - Etapa desde Unquera a Poo de Llanes,.
Kepa saboreará las dulces corbatas de Unquera. Ya en
Asturias visitará la fundación Archivo de Indianos en Colombres. A su
paso por Puertas de Vidiago, visitará El Hoyu l'agua. Kepa surfeará en
la Playa de Andrín, un sitio espectacular donde coger buenas olas.
TITULO: Un trío en la cocina - 300 años sin apagar los fogones ,.
fotos,. Un trío en la cocina - 300 años sin apagar los fogones ,.
300 años sin apagar los fogones,.
El restaurante Sobrino de Botín, en el Madrid más castizo, es el más antiguo del mundo,.
Es
casi más fácil decir quién no ha estado en Botín que citar a todos los
que lo han frecuentado. En sus cerca de 300 años la casa de comidas más
antigua del mundo ha tenido tiempo de acoger a mucha gente. En el número
17 de la calle de Cuchilleros, en el corazón del Madrid más castizo, se
sentaron a la mesa al calor del horno de leña Benito Pérez Galdós,
Ramón Gómez de la Serna, Graham Greene, Woody Allen, Ava Gardner, Jackie
Kennedy, Pierce Brosnan y, cómo no, Ernest Hemingway, entre otros.
Cada día se asan allí unos 50 cochinillos criados en tierras segovianas
y un sinfín de corderos de Aranda de Duero (Burgos). Además se sirven
sus típicas sopas de ajo y cazuelas de pescado, cocinadas a la lumbre de
una cocina de carbón. No es, como se ve, el colmo de la gastronomía de
vanguardia ni aparece en la Guía Michelin, pero lo que hace atractivo
este lugar no son tanto sus viandas, que también, como sus muros con
solera, su antiquísima bodega del siglo XVI o su horno, que no se ha
apagado desde 1725. De lo añejo del lugar da fe el Libro Guinness de los
Récords, cuya certificación se expone a la vista de todos para aplacar
los recelos de los incrédulos. Los dueños sabían que regentaban un lugar
de viejo linaje, pero no tanto. Sospechaban que aquí se cocieron
sabrosas leyendas, como esa que dice que en la cocina se afanó Goya como
friegaplatos. Sin embargo, estaban convencidos de que alguna vetusta
fonda de Europa retenía el título, así que fue toda una sorpresa conocer
la noticia en 1987.
De hecho fue un comensal inglés, ya
jubilado, quien escribió a los responsables del Libro Guinness para que
Botín fuera honrado por sus merecimientos, para lo cual había que
despojar del título a Le Procope de París. Y es que este establecimiento
había mudado de emplazamiento, con lo que incumplía uno de los tres
requisitos exigidos.
«Hay edificios más antiguos con un restaurante, pero el nuestro lleva abierto desde 1725»
El local, cuyo verdadero nombre es Sobrino
de Botín, se abisma en la oscuridad de sus cavas, amplias oquedades
subterráneas donde se agolpan botellas cubiertas de una densa película
de polvo. Estos pasadizos ahora permanecen tapiados, pero en su día
comunicaban con el Viaducto y el Palacio Real. La calle, donde se
asentaba el gremio de cuchilleros, está horadada por sótanos y galerías
medievales. Por estos lares menudeaban tabernas, figones y bodegas de
mucha prosapia, algunas aún hoy abiertas, como La Daniela, La Traviesa,
Asquiniña o Las Cuevas de Luis Candelas.
Por la calle desfilan
continuamente los guías que pastorean a los turistas, incansables a la
hora de tirar fotos de la fachada revestida de madera y que se meten
hasta la cocina, en el sentido literal de la expresión. Porque el
observador más goloso se relame a la vista de los cochinillos, cuya piel
cruje cuando están a punto. Justo en ese momento la carne tiene la
textura de la mantequilla.
Los orígenes del comercio se remontan
al siglo XVIII, cuando Cándido Remis, sobrino del francés Jean Botin -un
cocinero galo que vino a Madrid con idea de trabajar para la Corte-
fundó Casa Botín al erigir sobre una bodega la que luego sería célebre
casa de comidas. Al principio funcionaba como posada que hospedaba a
forasteros. Fue en el siglo XX cuando el restaurante pasó a manos de sus
actuales propietarios. Entonces, solo la entrada y el primer piso
estaban dedicados a despachar comidas; la bodega era utilizada como
almacén y el segundo y tercer piso estaban destinados a vivienda
familiar. «Desde 1725 el negocio no se ha interrumpido. Hay otros
edificios más antiguos que albergan un restaurante, pero el nuestro
lleva sin cerrar desde esa fecha sin interrupciones», dice Javier
Sánchez, director adjunto del establecimiento. Sánchez empezó a trabajar
en Botín hace 42 años cuando era casi un crío y trajinaba de chico para
todo: servía cafés, tiraba la basura, barría y ejercía de metre. Ahora a
sus muchas tareas añade la de hacer de cicerone para los turistas y los
curiosos que engrosan las visitas guiadas, organizadas en ocasiones por
el ayuntamiento.
«El francés que fundó esta casa se casó con una
asturiana, si bien no tuvo descendientes. Heredó el negocio su sobrino,
que puso su parentesco en la denominación. Fue en 1925 cuando la
familia González se hizo cargo del negocio. Ya vamos por la cuarta
generación», explica Sánchez.
Suizos y glorias de crema
El lugar ha sido testigo de cómo llegaban a la capital los
arrieros del XVIII con sus bestias, cuando la Plaza Mayor era un mercado
de abastos y escenario de celebraciones reales. En las plantas de
arriba una posada daba hospedaje a los viajeros. Lo de dar de comer al
hambriento se produjo con el transcurrir de los años. Y es que hasta
bien entrado el siglo XVIII no se permitía vender en los mesones carne,
vino o cualquier otro tipo de pitanza, pues se consideraba una
intromisión que solo causaba perjuicios a otros gremios. Así, únicamente
se podía servir lo que el huésped traía consigo. En el Madrid
decimonónico, los descendientes de Remis despachaban pestiños,
bartolillos, suizos y glorias de crema. El restaurante propiamente dicho
era un invento fino de los franceses pensado para gentes de postín.
La
casa ha visto cómo se sucedían eclipses y cometas, sequías e
inundaciones, reyes y plebeyos, caballerías y tranvías, manolos y
hípsteres; ha sido testigo de la Restauración borbónica, el advenimiento
de las dos Repúblicas y el estallido de la Guerra Civil. Durante la
contienda siguió abriendo sus puertas. «Caían los obuses, se oían los
disparos y los aviones, pero en la bodega, que en realidad es una cueva,
se guardaban muy bien. En uno de los balcones de la segunda planta aún
hay un barrote de la baranda doblado a raíz del impacto de la metralla».
En
los estantes de la cocina los cochinillos, que han de tener unos 19
días de vida y pesar al menos cuatro kilos, se alinean como libros en
una biblioteca. Desde las siete y media de la mañana ya se empiezan a
preparar las cosas, se quitan las cenizas y se renueva la leña, al
tiempo que los cochinillos van entrando en el horno, donde caben unos 14
ejemplares.
Ernest Hemingway era un asiduo. En un rincón de la
primera planta, martini en mano, el narrador encontró la inspiración.
Entre copa y copa fue hilando párrafos hasta escribir 'Fiesta' y 'Muerte
en la tarde'. Algo tendrá este lugar para que lo frecuenten tantos
hombres de letras y aparezca en muchas novelas, desde las de Galdós a
las de María Dueñas.
Por 46 euros puede comerse el visitante un
menú de la casa compuesto por sopas de ajo, cochinillo asado y helado,
incluido el pan y medio litro de vino. Son viandas que ha degustado
mucha gente, famosos y gentes del vulgo, atraídos por la leyenda de sus
mesas, en las que se han sentado los reyes actuales y los eméritos. Y no
solo ellos. En las paredes hay cuadros con las firmas estampadas de
Borbones de todos los tiempos, como Felipe V y Fernando VII.
A
partir de la una de la tarde comienza a venir la parroquia extranjera,
que gusta de hincar el diente temprano, mientras que el comensal
autóctono se presenta a eso de las tres. A Botín llegan clientes de
todas las etnias y países: chinos, japoneses, franceses, ingleses,
alemanes... Ha habido avispados que han querido adquirir el local con
ofertas tentadoras, pero siempre obtienen la misma respuesta de los
González: «El restaurante no tiene precio».
Con sus paredes
alicatadas de azulejos, sus techos atravesados por vigas de madera y sus
lámparas de forja, Botín parece un lugar varado en el tiempo. De no ser
por los turistas orientales que recalan aquí se diría que estamos en
una novela de Galdós. Los dueños intentaron conquistar otros mercados y
abrieron locales en Miami, México y Puerto Rico, pero la cosa no cuajó y
todas las réplicas acabaron cerrando. No era del todo mala idea, porque
la fama de Botín traspasa fronteras. Cuando la colombiana Íngrid
Betancourt estuvo secuestrada por la guerrilla de las FARC, fantaseaba
para mantener alto el ánimo con comer en los salones de este viejo
asadero.
Sobrino de Botín se fundó en 1725, lo que lo convierte en
el restaurante más antiguo del mundo, según el libro Guinnes de los
Récords. Se levantó sobre una bodega que data de 1590, del que parten
pasadizos que recorren el Madrid de los Austrias. Desde 1925 el local
está regentado por la familia González. Ya van por la cuarta generación.
El horno de leña, que se mantiene encendido desde que el negocio
abrió sus puertas, es la pieza más emblemática de la casa. En el asador
se cocinan unos 50 cochinillos diarios y muchos corderos. Dicen que el
sabor característico, aparte de la destreza del cocinero, lo confiere la
leña de encina.
Ultramarinos La Confianza, fundada en 1871, es
la tienda más antigua de España. En Sevilla, funciona desde 1670 El
Rinconcillo, un bar donde los camareros anotan la cuenta con tiza en la
barra mientras anuncian con efusión las propinas.
TITULO:
Documentos TV - 'Plásticos por todas partes',.
Martes 2 de Junio a las 00:00 horas en La 2, foto,.
'Plásticos por todas partes',.
2 min.‘Documentos TV’ recupera el reportaje ‘Plásticos por todas partes’ en el que muestra cómo el plástico inunda nuestras vidas y nuestros océanos.
La producción de plástico crece sin control y en la actualidad se han
generado ya, más de ocho mil millones de toneladas de este material
ligero, versátil y sobre todo, barato. Sin reciclaje, ni reutilización
global los científicos estiman, que para 2050, doce mil millones de
toneladas de desechos plásticos flotarán a la deriva en los mares
Desde la década de los 50’, cuando el plástico hizo su aparición
hasta hoy, se han generado algo más de ocho mil millones de toneladas.
Para los amantes de las comparaciones, sería el equivalente a 822.000
torres Eiffel.
‘Plástico por todas partes’ informa y reflexiona sobre el exceso de
plástico que nos rodea y los graves problemas medioambientales,
provocados por sus residuos. Del deporte a los materiales de
construcción, pasando por la medicina y la automoción, este material
ligero, versátil y sobre todo barato ha llegado para quedarse. Sin
embargo, deshacerse de él, resulta mucho más complicado y entraña
considerables peligros, especialmente para los océanos.
De los seis mil millones de toneladas de desechos plásticos
distribuidas por el planeta, tan sólo un 9% se reciclan, el 12% se
incineran y el 79% restante termina en los vertederos y flotando en los
océanos, formando grandes islas de plástico o en micropartículas. El
plástico está por todas partes. Dos tercios de las aves marinas ya
tienen residuos de plástico en su tracto digestivo.
Dos mil millones de personas en el mundo carecen de un sistema de
gestión de residuos. Sin reciclaje, ni reutilización, los científicos
avisan de que para 2050, doce mil millones de toneladas de basura
plástica flotarán a la deriva por nuestros océanos.