El domingo -25- Agosto , a las 21:30 por La Sexta, foto,.
Un puñado de medidas para evitar una extinción masiva de especies ,.
Los esfuerzos internacionales lucen insuficientes
para evitar una extinción masiva de especies en plena era digital. El
comercio por internet ha ampliado las laberínticas artimañas del tráfico
ilegal de animales y plantas. Bajo el amparo de las normas
internacionales de la Convención Mundial de Vida Silvestre (Cites), que
cada tres años reúne a 183 gobiernos incluidos España y la Unión
Europea, están protegidas 35.000 especies de flora y fauna. Pero hay un
millón de especies en peligro, según la Plataforma de Ciencia y Política
sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (Ipbes). Estamos ante la
«sexta crisis de la extinción», asegura Ivonne Higuero, secretaria
general de la Cites, antes de inaugurar la primera jornada de esta
reunión intergubernamental que se celebra en Suiza. Antes de su
intervención, Higuero pidió un minuto de silencio por las víctimas del
acto terrorista sucedido hace unos meses en Sri Lanka, donde se
celebraría este congreso, pero que se fijó después en Ginebra, para
garantizar las medidas de seguridad.
Según se aprecia en el pliego de medidas que ha trascendido antes de la inauguración, los gobiernos darán preferencia a los animales que, por una parte, son más conocidos, como el elefante, el rinoceronte o la jirafa y, por otra, crean riqueza a sus comunidades, como la vicuña o el cocodrilo. «La conferencia de este año se centrará en reforzar las normas y estándares existentes al tiempo que se amplían los beneficios a nuevas plantas y animales amenazadas por la actividad antropogénica», sostuvo Higuero en los preliminares de la convención. El boom del comercio electrónico de reptiles destaca entre esas acciones humanas.
La mayor nueva amenaza identificada, y que presenta un inusual reto, es el tráfico de especies en peligro.
CAFE GIJON,.
El Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. El café está frente a una estación de ferrocarril del mismo nombre (Recoletos) y a la Biblioteca Nacional de España (BNE). La terraza de enfrente se encuentra en el pasillo central del Paseo.
MANZANAS VERDES -El fuerte de San Cristóbal podría ser rehabilitado como hostería y museo ,.
Ya en 1978, las autoridades locales plantearon la posibilidad de restaurarlo. El alcalde de Badajoz de aquella época, Luis Movilla, había mantenido conversaciones con el delegado de Cultura, Francisco Pedraja, y el de Parques y Jardines, Fernando Rodríguez, con el propósito de sacar el monumento del abandono crónico en el que se encontraba. Ambos delegados visitaron el recinto y quedaron sorprendidos de las «enormes posibilidades» que presentaba.
Pensaron en rehabilitarlo con un doble fin: por un lado, instalar allí una hostería o mesón con un importante atractivo turístico; y por otro, que albergase además el museo de la ciudad, inexistente hasta entonces. Años antes ya se habían propuesto otras alternativas que también estaban encima de la mesa, como construir un funicular que lo uniese con la Alcazaba o reconvertirlo en un parador con una enorme cascada que llegase hasta el río. Nada estaba descartado.
Junto a ella, también se quería establecer en el fuerte el museo de la ciudad. En 1978, Badajoz todavía no contaba con una instalación que explicase tanto a sus visitantes como a sus propios ciudadanos la importancia histórica de la localidad.
Además, las autoridades tenían pensado complementar el museo con una biblioteca, un lugar de consulta para investigadores que contase con actas municipales y la más amplia y variada bibliografía sobre la ciudad.
El trabajo no iba a ser sencillo. Según describe la noticia, primero debía realizarse una limpieza integral del recinto, totalmente abarrotado de basura, arbustos y matorrales. También habría que retirar todos los escombros y ripios que se encontraban en el lugar.
Otro de los objetivos era eliminar los eucaliptos de sus alrededores, ya que los expertos aseguraban que esta especie invasora acababa con toda la vegetación autóctona de la zona. Se intentaría repoblar de nuevo con los tradicionales lirios y varitas de San José que otorgaban un color especial al cerro. Por último, también había que adecuar los accesos hasta el fuerte.
25 años después, ante la inactividad del Consistorio en la restauración del fuerte, se decidió que el museo de la ciudad fuese ubicado finalmente en el Casco Antiguo bajo el nombre de 'Luis de Morales'. En abril de 2003 abrió sus puertas al público.
El fuerte de San Cristóbal fue construido en el siglo XVII, en el contexto de la Guerra de Restauración con Portugal, con el objetivo de defender la ciudad ante los posibles ataques del país vecino. El enclave constituyó uno de los primeros elementos que se erigieron del sistema abaluartado que protegería Badajoz.
Fue propiedad del Ministerio de Defensa hasta 1973, cuando se lo vendió al Ayuntamiento de Badajoz. A pesar del cambio de dueño, el estado del fuerte de San Cristóbal no mejoró. Ya en 1974 este periódico denunciaba el abandono completo en el que se hallaba: «Estar en manos del Ayuntamiento y no estar en manos de nadie parece ser lo mismo. El fuerte está sucio, sin ningún cuidado ni vigilancia».
Aunque fueron muchas las propuestas de rehabilitación del fuerte, en la práctica las medidas brillaron por su ausencia. De nada sirvió tampoco que estuviese declarado Monumento Nacional desde 1932 o que lo proclamasen Bien de Interés Cultural en 1985. Pasaron los años y el fuerte de San Cristóbal siguió en el mismo estado ruinoso que le caracterizaba.
Por fin, en 2011, la esperanza por recuperar la histórica fortaleza volvió a la ciudadanía pacense. El fuerte sería reformado por completo gracias a una ayuda europea que sufragaría gran parte de su coste. Este periódico tituló así la pretensión del Ayuntamiento: 'El fuerte de San Cristóbal acogerá un museo y un espacio hostelero'. Había pasado un tercio de siglo desde 1978 y parecía que nada había cambiado.
Su finalización estaba prevista para antes de que acabase 2012. A mediados de 2013, las obras aún continuaban. Además, el proyecto no estuvo exento de polémica: la Asociación Cívica promovió la firma de un manifiesto que se oponía por completo a las actuaciones previstas dentro de las instalaciones. Recibieron el apoyo de varios centenares de expertos, entre los que se encontraban historiadores, arqueólogos, arquitectos y catedráticas. Todos consideraban el diseño previsto por el Consistorio como «un atropello y un atentado» contra el monumento.
Finalmente, sus puertas fueron abiertas al público en enero de 2014. «Estamos ante una 'cara', la rehabilitación exterior; y una 'cruz', la alteración interior; que nos queda un sabor amargo de lo que debió ser la joya de la corona de las fortificaciones abaluartadas de Badajoz», escribió en este periódico Moisés Cayetano, doctor en Geografía e Historia.
TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE -Caníbal,.
foto / Lo
escribió Julio Camba: «A mí la naturaleza me produce una sola
inspiración: la de dormir». A mí, en cambio, la inspiración que me
produce es la de comer: veo un paisaje verde y frondoso y me entran
ganas de echarme un bocadillo al coleto. O, mejor aún, de comerme el
paisaje mismo: un sándwich de ría con salsa de sotobosque de helechos y
doble de queso. Lo mío con la belleza es canibalismo. Y gula.
Los paisajes nuevos y hermosos son siempre una posibilidad: la de poder vivir allí para disfrutar todos los días de esa belleza que te sobrecoge y te abruma. Pero, para el de fuera, ese disfrute es temporal y se reduce a unos pocos días en los que sólo te da tiempo a arañar la superficie, por lo que confiarlo al recuerdo o a las fotografías es poca cosa, que la memoria es frágil y el encuadre limitado.
Por eso yo me fío más de la memoria de mi estómago y me como los paisajes. Los de allí y los de aquí, los verdes y los ocres, los de arriba y los de abajo, que el pulpo sabe mejor en Galicia que en ningún otro sitio, que sólo en Asturias la sidra no te deja resaca y que el caldero del Mar Menor está mucho más rico si te lo comes en un chiringuito con el cuerpo lleno de sal. Y eso lo sabemos todos: usted, yo, Julio Camba («La primera fabada que yo he tomado en mi vida me la ofreció en Somió don Melquiades Álvarez, y era tan buena, que a causa de ella estuve a punto de ingresar en el partido reformista») y Donald Trump. Por eso, el día en el que al presidente norteamericano se le antojó un helado quiso comprar Groenlandia. Para comérsela. Éste sí que es caníbal.
Según se aprecia en el pliego de medidas que ha trascendido antes de la inauguración, los gobiernos darán preferencia a los animales que, por una parte, son más conocidos, como el elefante, el rinoceronte o la jirafa y, por otra, crean riqueza a sus comunidades, como la vicuña o el cocodrilo. «La conferencia de este año se centrará en reforzar las normas y estándares existentes al tiempo que se amplían los beneficios a nuevas plantas y animales amenazadas por la actividad antropogénica», sostuvo Higuero en los preliminares de la convención. El boom del comercio electrónico de reptiles destaca entre esas acciones humanas.
La mayor nueva amenaza identificada, y que presenta un inusual reto, es el tráfico de especies en peligro.
TITULO: CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - El fuerte de San Cristóbal podría ser rehabilitado como hostería y museo ,.
CAFE GIJON,.
Café Gijón - foto,.
MANZANAS VERDES -El fuerte de San Cristóbal podría ser rehabilitado como hostería y museo ,.
MANZANAS
VERDES - El fuerte de San Cristóbal podría ser rehabilitado como hostería y museo,. . , fotos .
El fuerte de San Cristóbal podría ser rehabilitado como hostería y museo,.
Tal día como HOY, 20 de agosto de 1978,.
En 1978, las autoridades locales plantearon la posibilidad de restaurar el monumento, que se encontraba en un pésimo estado de abandono,.
El sábado pasado, el fuerte de San Cristóbal abrió sus puertas para que los pacenses pudieran contemplar la lluvia de estrellas desde un marco incomparable. Ya se ha convertido en uno de los enclaves más importantes de la ciudad, aunque no siempre fue así. Durante muchos años, estuvo completamente abandonado esperando una reforma que siempre se prometía pero nunca llegaba.Ya en 1978, las autoridades locales plantearon la posibilidad de restaurarlo. El alcalde de Badajoz de aquella época, Luis Movilla, había mantenido conversaciones con el delegado de Cultura, Francisco Pedraja, y el de Parques y Jardines, Fernando Rodríguez, con el propósito de sacar el monumento del abandono crónico en el que se encontraba. Ambos delegados visitaron el recinto y quedaron sorprendidos de las «enormes posibilidades» que presentaba.
Pensaron en rehabilitarlo con un doble fin: por un lado, instalar allí una hostería o mesón con un importante atractivo turístico; y por otro, que albergase además el museo de la ciudad, inexistente hasta entonces. Años antes ya se habían propuesto otras alternativas que también estaban encima de la mesa, como construir un funicular que lo uniese con la Alcazaba o reconvertirlo en un parador con una enorme cascada que llegase hasta el río. Nada estaba descartado.
Había otras alternativas, como crear un funicular o una gran cascada
La idea de alojar en sus instalaciones un
mesón se fundamentaba en las «pintorescas vistas, tanto de la vega del
Guadiana como de la ciudad en general» que ofrecía el fuerte, al estar
situado en un cerro muy elevado. No obstante, puntualizaba el
periodista, «la hostería tendría que reunir unas características
arquitectónicas compatibles» con el recinto.Junto a ella, también se quería establecer en el fuerte el museo de la ciudad. En 1978, Badajoz todavía no contaba con una instalación que explicase tanto a sus visitantes como a sus propios ciudadanos la importancia histórica de la localidad.
Además, las autoridades tenían pensado complementar el museo con una biblioteca, un lugar de consulta para investigadores que contase con actas municipales y la más amplia y variada bibliografía sobre la ciudad.
El trabajo no iba a ser sencillo. Según describe la noticia, primero debía realizarse una limpieza integral del recinto, totalmente abarrotado de basura, arbustos y matorrales. También habría que retirar todos los escombros y ripios que se encontraban en el lugar.
Otro de los objetivos era eliminar los eucaliptos de sus alrededores, ya que los expertos aseguraban que esta especie invasora acababa con toda la vegetación autóctona de la zona. Se intentaría repoblar de nuevo con los tradicionales lirios y varitas de San José que otorgaban un color especial al cerro. Por último, también había que adecuar los accesos hasta el fuerte.
La restauración final del monumento tuvo que esperar más de tres décadas
Fernando Saavedra, autor del texto,
terminaba el texto con un único anhelo: «Nuestro deseo es que la
actuación no se demore. Resultará rentable en muchos aspectos».25 años después, ante la inactividad del Consistorio en la restauración del fuerte, se decidió que el museo de la ciudad fuese ubicado finalmente en el Casco Antiguo bajo el nombre de 'Luis de Morales'. En abril de 2003 abrió sus puertas al público.
El fuerte de San Cristóbal fue construido en el siglo XVII, en el contexto de la Guerra de Restauración con Portugal, con el objetivo de defender la ciudad ante los posibles ataques del país vecino. El enclave constituyó uno de los primeros elementos que se erigieron del sistema abaluartado que protegería Badajoz.
Fue propiedad del Ministerio de Defensa hasta 1973, cuando se lo vendió al Ayuntamiento de Badajoz. A pesar del cambio de dueño, el estado del fuerte de San Cristóbal no mejoró. Ya en 1974 este periódico denunciaba el abandono completo en el que se hallaba: «Estar en manos del Ayuntamiento y no estar en manos de nadie parece ser lo mismo. El fuerte está sucio, sin ningún cuidado ni vigilancia».
Aunque fueron muchas las propuestas de rehabilitación del fuerte, en la práctica las medidas brillaron por su ausencia. De nada sirvió tampoco que estuviese declarado Monumento Nacional desde 1932 o que lo proclamasen Bien de Interés Cultural en 1985. Pasaron los años y el fuerte de San Cristóbal siguió en el mismo estado ruinoso que le caracterizaba.
Por fin, en 2011, la esperanza por recuperar la histórica fortaleza volvió a la ciudadanía pacense. El fuerte sería reformado por completo gracias a una ayuda europea que sufragaría gran parte de su coste. Este periódico tituló así la pretensión del Ayuntamiento: 'El fuerte de San Cristóbal acogerá un museo y un espacio hostelero'. Había pasado un tercio de siglo desde 1978 y parecía que nada había cambiado.
Su finalización estaba prevista para antes de que acabase 2012. A mediados de 2013, las obras aún continuaban. Además, el proyecto no estuvo exento de polémica: la Asociación Cívica promovió la firma de un manifiesto que se oponía por completo a las actuaciones previstas dentro de las instalaciones. Recibieron el apoyo de varios centenares de expertos, entre los que se encontraban historiadores, arqueólogos, arquitectos y catedráticas. Todos consideraban el diseño previsto por el Consistorio como «un atropello y un atentado» contra el monumento.
Finalmente, sus puertas fueron abiertas al público en enero de 2014. «Estamos ante una 'cara', la rehabilitación exterior; y una 'cruz', la alteración interior; que nos queda un sabor amargo de lo que debió ser la joya de la corona de las fortificaciones abaluartadas de Badajoz», escribió en este periódico Moisés Cayetano, doctor en Geografía e Historia.
TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE -Caníbal,.
Caníbal,.
Los paisajes nuevos y hermosos son siempre una posibilidad: la de poder vivir allí para disfrutar todos los días de esa belleza que te sobrecoge y te abruma. Pero, para el de fuera, ese disfrute es temporal y se reduce a unos pocos días en los que sólo te da tiempo a arañar la superficie, por lo que confiarlo al recuerdo o a las fotografías es poca cosa, que la memoria es frágil y el encuadre limitado.
Por eso yo me fío más de la memoria de mi estómago y me como los paisajes. Los de allí y los de aquí, los verdes y los ocres, los de arriba y los de abajo, que el pulpo sabe mejor en Galicia que en ningún otro sitio, que sólo en Asturias la sidra no te deja resaca y que el caldero del Mar Menor está mucho más rico si te lo comes en un chiringuito con el cuerpo lleno de sal. Y eso lo sabemos todos: usted, yo, Julio Camba («La primera fabada que yo he tomado en mi vida me la ofreció en Somió don Melquiades Álvarez, y era tan buena, que a causa de ella estuve a punto de ingresar en el partido reformista») y Donald Trump. Por eso, el día en el que al presidente norteamericano se le antojó un helado quiso comprar Groenlandia. Para comérsela. Éste sí que es caníbal.