TITULO: Cena con mamá - Kira Miró , Viernes -8, 15- Octubre ,.
Viernes -8, 15- Octubre a las 22:00 en La 1, foto,.
Kira Miró ,.
«Los canarios somos de otra pasta»,.
La actriz elogia la actitud de los palmeros ante la catástrofe del volcán. «Son un ejemplo de serenidad y templanza»,.
En sus comienzos, Kira Miró participó en 'La Katarsis del tomatazo', un espectáculo donde jóvenes actores probaban sus 'sketches' ante un público armado con tomates... «Y claro, tú a un espectador le das un tomate y no se lo va a llevar a casa, te lo lanza», recuerda la actriz riendo.
De aquella experiencia extrajo una conclusión: «Si la vida te da tomates, haz una buena salsa». Filosofía que, más de veinte años después, le viene perfecta para su papel como embajadora de la marca Orlando y sus tres nuevas 'Creaciones'. «A eso he venido –explicó el jueves Kira en Madrid– a aprender a hacer recetas más elaboradas con estas salsas, porque las mías son sencillas pero un poco aburridas».
No miente esta canaria cuando dice que «donde hay tomate, ahí voy yo», porque lo suyo es meterse en proyectos tirando a peliagudos. Fue campeona de la primera edición de 'El Desafío' en Antena 3. Y desde hace unas semanas ha tomado el relevo de Pilar Rubio en los retos de 'El Hormiguero'. «Pilar y yo trabajamos juntas en 'Isi & Disi: Alto Voltaje' y desde entonces tenemos muy buena relación. Las dos somos muy trabajadoras y disciplinadas. Le he pedido que me dé algún consejo y solo me ha dicho que intente disfrutarlo».
Disfrutar se antoja difícil cuando hay que superar varios obstáculos sobre una plataforma suspendida a veinte metros de altura. Sobre todo si, como es el caso de Kira, padeces vértigo... «Es esa cosa del sufrimiento gratificante –aclara–. Todo lo que sufres luego equivale a la enorme satisfacción que sientes cuando logras el reto». Y ella lo consiguió. Sin embargo, el vértigo sigue ahí. Procede de un hecho «muy traumático» que la actriz vivió hace unos años y que prefiere no desvelar. «Desde entonces tengo como una cosa atrapada en mi ser que hace que no pueda con las alturas. Pero fue muy bonito atravesar ese miedo y tirar para adelante cuando me temblaba todo el cuerpo».
La actriz, expareja del cantante Macaco, se llama Kira por su abuela, que sacó el nombre de una novela rusa
Nacida hace 41 años en Gran Canaria, Kira, nombre que sacó su abuela de una novela rusa, es hija del empresario José García Beltrán, en su día conocido como Pepe MacDonald y 'el alcalde de la noche' por las discotecas que llegó a regentar en Las Palmas. Con su muerte, hace dos años, se fue toda una leyenda. La madre, Marta Miró, ganó un Goya como directora de producción de la película de Isabel Coixet 'Nadie quiere la noche'. Y el abuelo materno obtuvo el premio de Canarias a las Bellas Artes en 1992.
Los dos hermanos de la actriz también son artistas. La hermana, en concreto, es bailarina y acompañó a Kira en su reto de imitar a Catherine Zeta Jones en el musical 'Chicago'. «Necesitaba una cómplice, y tenerla a ella cerca es un lujo».
Ambiente rural y volcanes
La actriz se crió en un ambiente rural en el pueblo canario de Tafira. «Crecí a los pies de un volcán, lo teníamos justo al lado. La tierra de mi jardín era lava, puro picón, pero nunca nos sentimos en peligro porque ese volcán ya está apagado, de hecho mi padre iba a caballo por la caldera de Bandama».
La tragedia del Cumbre Vieja de La Palma tiene a Kira «con el corazón en un puño». La actriz participa activamente en acciones y donaciones para sus paisanos. «Son un ejemplo de templanza y serenidad –defiende–. Es muy emocionante ver la calma con la que hablan los afectados, cuando su pueblo entero ha desaparecido».
Su padre, dueño de varias 'discos', era el 'alcalde de la noche' de Las Palmas y su madre ganó un Goya como directora de producción
En opinión de la actriz, el temperamento apacible es una seña de identidad de su archipiélago. «El carácter canario es muy templado, muy tranquilo. Somos de otra pasta, tenemos esa actitud de calma, de 'bueno pues ya...', de aceptación. No somos una población nada crispada». A ella en concreto le suelen decir que transmite mucha tranquilidad. Sin embargo... «Tengo un volcán interior, una tormenta, una marejada –confiesa– Puedo aparentar serenidad y estar atacada por dentro».
Kira fue durante años pareja del cantante Macaco. Hoy día prefiere no dar detalles sobre su vida sentimental. «En mi profesión estoy tan expuesta que todo lo que pueda guardarme para mí bienvenido sea». Hace años se declaraba «muy mami» y con ganas de tener hijos, pero hoy evita tocar el tema. «Me lo preguntaron cuando hacía de embarazada en 'El Nombre' pero es una pregunta muy delicada y creo que las mujeres debemos guardarnos eso para nosotras».
Deportista impenitente enganchada al kite-surf, esta canaria compagina sus retos extremos con la obra teatral 'Escape Room' y el inicio del rodaje de la película 'Para entrar a vivir'... «Ahora mismo el mayor reto de mi vida es gestionar todos los trabajos que tengo».
TITULO:
Imprescindibles' estrena en La 2 - Fallece a los 94 años el artista Antonio Reyes Herrera ,.
Domingo -10, 17- Octubre,.
Domingo -10, 17- Octubre a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Fallece a los 94 años el artista Antonio Reyes Herrera,.
Escultor y tallista de miles de imágenes, fue nombrado hijo predilecto de Don Benito en 2015 como reconocimiento a su trayectoria profesional y humana,.
El artista dombenitense Antonio Reyes Herrera ha fallecido a los 94 años, según ha comunicado el Ayuntamiento de Don Benito que, en 2015, lo nombró hijo predilecto como reconocimiento a su trayectoria profesional y humana, pero también a la importante donación realizada al Consistorio para su exposición en el museo etnográfico.
«Amó de manera increíble a su pueblo, siempre tuvo en su mente a Don Benito e hizo una importante donación de su obra. Una persona hecha a sí misma y con unos valores personales altísimos, es una gran pérdida para la localidad y para el mundo de la cultura», reconocía a HOY el alcalde, José Luis Quintana.
Antonio Reyes Herrera fue escultor y tallista de miles de imágenes, desde las que representan a personas normales, de la calle, sus trabajos, sus penas y sufrimientos; a otras tallas de estilos románico y gótico que han recorrido no sólo la geografía española sino que también han estado en lugares como Florencia, Pisa, Viena, Budapest o Praga, entre otras ciudades europeas. No obstante, parte de su obra se encuentra en lugares como El Vaticano, Berlín, Lisboa, Madrid y Ohio.
Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Don Benito. La temática de sus obras está ligada a la religiosa en estilos románico, gótico y otros clásicos que le han servido para plasmar escenas bíblicas.
El escultor donó numerosas obras al Consistorio para el Museo Etnográfico «Agustin Aparicio Cerrato». Además, una de las salas de dicho museo lleva puesto su nombre como reconocimiento a la trayectoria profesional dedicada a las artes.
Desde el Ayuntamiento de Don Benito han trasladado las condolencias a sus familiares.
TITULO:
De seda y hierro - Rescoldos de aquel fuego ,. Domingo-10, 17 - Octubre ,.
El Domingo -10, 17 - Octubre , a las 20:20 por La 2, foto,.
Rescoldos de aquel fuego,.
Francisco Brines firma en su último libro, 'Donde muere la muerte', un puñado de poemas memorables,.
Hay en 'Donde muere la muerte', el esperado último libro de Francisco Brines, un puñado de poemas memorables, pero quizá no hay un libro. Su obra poética podríamos considerarla cerrada en 1995 con 'La última costa', pero el cuarto de siglo transcurrido desde entonces le añade un epílogo, emocionante desde el punto de vista humano,.
Los versos son una meditación, un monólogo reflexivo, existencial y filosófico, en que el sujeto poético comienza planteándose la posibilidad de que su vida (y por extensión, sentimos los lectores, toda vida humana) fuera sólo una entre muchas otras vidas posibles, reales o imaginadas, vidas del pasado, "ya vividas", o vidas del futuro, "las sucesivas por vivir". Parece, al principio, que perder esa supuesta vida no singular haría que la dicha, o la infelicidad, fueran más apreciadas, más amadas (habría más dicha y más infelicidad con que completar las que tenemos, o la vida sería eterna, y aún más preciada, por ello). Sin embargo, el sujeto poético se/nos dice que esa supuesta vida, vivida como eterna, como un continuo permanente, o como algo inacabable, dejaría, deja sólo (hermoso verso, que se convierte en paradoja) "una huella de seca irrealidad". Sólo es vida real, auténtica, insinúa el poeta, precisamente aquella que se vive sabiendo que es única, y única cada felicidad y desdicha que depara; esa vida que se sabe que, al perderse, no podrá nunca ser recuperada.
En la segunda estrofa el sujeto poético argumenta su punto de vista. Se sigue exaltando el valor de la existencia humana y mortal: siempre hay, se afirma, al menos un hecho, un suceso memorable, en toda vida humana, aún en aquella "mal vivida". Y ese pequeño o gran suceso resulta suficiente para dar sentido a la existencia. Lo dicen esos versos construidos con una imagen preciosa: el suceso real es salvado por la memoria junto "a los faustos hechos de las otras" vidas (el pasado y el futuro, como se sabe, están siempre llenos de dicha, de felicidad). No hay que pedir la inmortalidad, quiere decirnos el poeta: es su condición única y perecedera lo que convierte en valiosa a la vida, esa "palabra de fuego", como él mismo la nombrara alguna vez.
En el último libro de Francisco Brines, La última costa (1995), hay un breve poema, espléndido como todos los suyos, que podría servirnos para resumir una actitud estética. Bajo el título de "Apunte de viaje (en coche)", leemos:
Las ventanas reflejan el fuego del poniente
y flota una luz gris que ha venido del mar.
En mí quiere quedarse el día que se muere
como si yo, al mirarle, lo pudiera salvar.
¿Y Quién hay que me mire, y que pueda salvarme?
La luz se ha vuelto negra y se ha borrado el mar.
Estos versos de Brines son una muestra de sus procedimientos de trabajo: una mirada atenta al mundo y a la vida, la conciencia estremecida del tiempo que se aleja, la piedad ante las cosas que irremediablemente se van, la confianza en que la verdadera belleza permanece en algún sitio, o el propósito de contribuir (mediante la escritura) a esa salvación. Porque la luz gris del poniente merecería más tiempo e, igual que el día que se muere, desearía quedarse. La luz de ese atardecer es un símbolo y busca, al mostrar su belleza, convencer al viajero para que la lleve con él. La luz quiere seducir al que la mira. Pero la luz se acaba, y de gris pasa a negra: parece como si nadie pudiera salvarla. Y el poeta también percibe dentro de sí mismo un afán semejante: desea una mirada que lo salve. Tal vez esa mirada es la escritura; y de ese modo la luz queda salvada en el poema. Y el poeta, salvando la luz, también se salva (de algún modo) a sí mismo.
Así es la poesía de Francisco Brines: un juego cruzado de correspondencias y de símbolos donde la mirada poética se desdobla sin desdoblarse para, tras la fusión de razón y sentimiento, ofrecerle al lector la síntesis vital de una experiencia que no se queda ahí, en el mero acontecimiento cotidiano, sino que es capaz de elevarse sobre la anécdota y sacudirse la soledad, hasta lograr el anhelado encuentro con los otros, con el mundo.
La poesía de Brines se enmarca en ese ámbito estético que se conoce como poesía de la experiencia, siempre que entendamos el término experiencia desde una óptica plural: pensemos que la experiencia humana siempre es personal y subjetiva, distinta en cada caso, cambiante siempre: la subjetividad nos construye, sin subjetividad no seríamos lo que somos. Las experiencias de los poemas de Francisco Brines se construyen sobre experiencias íntimas, personales; sin embargo, y como bien ha señalado José Olivio Jiménez, estos poemas no serían sólo "poesía intimista", pues, al construirse con experiencias comunes a todos los mortales, también serían poesía universal.
Esa reivindicación tranquila de la intimidad es uno de los baluartes de la concepción poética de Brines. Pensemos que su primer libro, Las brasas, se publicó en la España de 1960, aquella época turbia en la que definir la propia individualidad era una tarea difícil: España era entonces un país donde lamentablemente todo estaba ya muy definido y donde la literatura caminaba por cauces inapelables, incluso cuando pretendía oponerse a las doctrinas oficiales: recordemos cómo la corriente de la poesía social marcaba los límites y las aspiraciones de poetas y lectores. Como ha dicho el propio Brines, "la Generación del 50 dejó de cantar al obrero que no leía sus poemas y dirigieron su mensaje crítico e irónico contra su propia clase social, la burguesía, lo que les permitió, además, subir el nivel de su escritura."
Y es que los escritores de la generación del 50, sin renunciar a sus compromisos cívicos, "se alzaron como señala José Olivio Jiménez a más altas metas: la búsqueda del conocimiento a través del acto poético, el aunamiento y personalización del estilo […], la consecuente y saludable amplitud temática y, con ella, la reconquista de la intimidad, execrado tema por [los poetas] sociales […] como narcisismo burgués". En este sentido (refiriéndose a Materia narrativa inexacta), José Olivio Jiménez añade que en estos poemas "se asienta la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad individual, de los derechos inalienables de la persona".
También José Luis Gómez Toré se ha detenido en este punto cuando ha señalado que en la concepción poética de Francisco Brines hay una temprana "desconfianza radical ante la utopía", desconfianza que lo distancia de la poesía social. En Brines, dice Gómez Toré, "la consideración del individuo como origen y raíz de la ética, tan cercana al existencialismo, favorece la elaboración de una poesía de resonancias íntimas y con una raíz experiencial como base de toda construcción poemática". Así que Francisco Brines entra de lleno en ese ámbito estético de la poesía de la experiencia, pero (siguiendo a José Olivio Jiménez) no como un poeta "regodeado en aburrirnos con relatos triviales de las peripecias que se acumulan en la nada cotidiana". En este sentido, el propósito de Brines no es otro que el de penetrar en el sentido de las experiencias vividas, no sólo transcribirlas o anotarlas, sino profundizar en ellas procurando desvelar lo que tengan en común con la vida del mundo.
La intimidad meditada, la conciencia aguda de la existencia, o la mirada atenta sobre las cosas, no serían nunca argumentos suficientes si no vinieran acompañados de los mecanismos expresivos adecuados: la mesura sentimental que se manifiesta ya desde su primer libro; una cierta austeridad retórica que genera una brillantez sin excesos, sin fuegos de artificio; una disposición muy equilibrada de los materiales poéticos; la intuición de sus elementos simbólicos; la nitidez de sus atmósferas y climas; la naturalidad en el fraseo, muy próximo al coloquialismo; una deslumbrante precisión léxica y ningún forcejeo con el lenguaje. Así es la poesía de Brines, una poesía en la que no se falsifican los sentimientos, donde no se medita para corroborar principios doctrinales, donde no hay ideas previas. A esta actitud estética, José Olivio Jiménez la ha llamado clasicismo, es decir, poesía nacida "de un legítimo propósito de permanencia y de un claro sentido de las posibilidades y limitaciones de su tiempo".
Señalemos, por último, la presencia luminosa de la naturaleza mediterránea en los poemas de Francisco Brines: el mar, la luz, los nardos, las palomas, los jardines, los matorrales, el jazmín, el azahar, los árboles frutales, los senderos de un monte, las tapias, los pinos, los limoneros… "Mi poesía -ha dicho Brines- es mediterránea, porque yo soy muy dependiente de la naturaleza. Mi entorno es el de la luz, el cielo, el mar, el aire y los árboles cultivados. Amo todo eso".
EN una ocasión le oí decir a Brines: "la poesía es intensidad". Y esa tensión que concentra en sus poemas es una de las principales claves de su escritura. Cada poema suyo podría ser llamado "un hueco de intensidad", título de uno de los recogidos en su libro El otoño de las rosas. Un hueco de intensidad, como es la realidad, la materia fugitiva de nuestra vida, que se nos va deshaciendo ante nuestros ojos, como la luz que declina en las tardes (la preferida del poeta) hasta llevarnos a la oscuridad.
El poema "Despedida al pie de un rosal" es de una lucidez y de una belleza casi insoportables. Porque nos muestra una derrota amarga y total, la vida y su acabamiento, ese volcar la nada hecha cenizas al pie de un rosal frágil que tiembla en el otoño. Es Francisco Brines un poeta del tiempo y de la pérdida. Podríamos decir que su poesía es "la palabra del tiempo", distinguiéndola así -sin enfrentarla- de "la palabra en el tiempo" machadiana. En sus poemas se recoge el tiempo de la vida deshaciéndose, la conciencia de ese desgaste y el dolor que nos daña. Aunque Brines no renuncia en su poesía a celebrar la vida, todos los dones que la vida nos da. Y en esta celebración de la belleza que el mundo nos ofrece, encontramos un poso cernudiano que le suele acompañar. Aunque el gozo esté nublado por la muerte que llevamos dentro. Y por eso el tono elegiaco nunca abandona a Brines, y siempre entre las rosas asoman sus espinas.
Así en esta despedida: una vez que nos sabemos nada, nada nos queda. Apenas esperar, mientras se acaba el tiempo, que nos permite aún retener un resto del esplendor vivido antes de entrar en la definitiva oscuridad. Esperar ("sin alguna esperanza") contemplando el propio fuego que nos consume, tan extraño como si fuera ajeno. Y recordar al niño que fuimos. Algo recurrente en la poesía de Brines, puesto que la infancia es el único momento que no está herido por el tiempo, por la muerte. Al menos en la conciencia infantil, porque es impresionante cómo el poema nos dice que aún el pájaro de la infancia cantaba ya sin vida "entonces". Con un fino -y tierno- guiño último, Brines llega a unir las brasas de su primer libro con este rosal final. Para terminar con un verso que es mitad celebración y mitad pérdida, y que encierra toda la intensidad de su poesía: "Cuánto olor en el aire, y el aire se lo lleva".
Hasta el siglo XVIII las poéticas nacían casi siempre de propósitos académicos o academicistas, ni siquiera las escribían los poetas. Más tarde (y hasta hace muy poco) las poéticas (por ejemplo, vanguardistas) adquirieron la forma de declaración colectiva de principios con los que se postulaba la extrema necesidad de iniciar otros rumbos estéticos (o, incluso, morales) y, al mismo tiempo, se derogaban sin remedio todas las literaturas anteriores. De un modo u otro (en prosa o en verso, individuales o colectivas), las poéticas han sido, casi siempre, fórmulas de afirmación.
Francisco Brines, como otros poetas de su generación, también ha escrito algunos poemas donde han quedado reflejadas sus ideas poéticas o su experiencia de la poesía. El poema que hoy traemos aquí es una breve y valiosa reflexión sobre la naturaleza del hecho poético. Partiendo de una anécdota tan sencilla como la (posible) rotura de un vaso, Brines construye su poema estableciendo una correspondencia entre el vaso y el alma para, una vez constatada la posibilidad de que el alma también se quiebre, hablar de la necesidad de que el contenido potencial del alma (las palabras, es decir, la memoria) discurra como discurre el agua: primero, bebiéndola; y, después, cantando.
La relación entre el agua que se mueve y las palabras del alma (quebrada o no) nos remite a Antonio Machado. Al fin y al cabo, el canto (la poesía) existe porque algo se pierde o está a punto de perderse: la trasparencia metafórica del vaso, la transparencia del agua, las palabras lavadas antes de ser cantadas..., son elementos que desvelan una idea machadiana (temporal) de la poesía o del poema. No hacían falta más versos ni más frases. Sobre todo porque Brines no pretende afirmarse, excluir o derogar. Sólo quiere (y nos propone) beber (y cantar) antes de que se rompa el vaso.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - Un tribunal de apelaciones reinstaura la ley que prohíbe abortar en Texas,.
El viernes -8, 15- Octubre 0.40 / Cuatro, foto,.
Un tribunal de apelaciones reinstaura la ley que prohíbe abortar en Texas,.
La decisión invalida el bloqueo temporal de un juez a la norma, que castiga las interrupciones que se realicen a partir de la sexta semana,.
Las libertades individuales de las mujeres en Texas han vuelto a recibir un jarro de agua fría. Esta vez, por parte de un tribunal de apelaciones de Nueva Orleans que autorizó el viernes el restablecimiento de la controvertida ley del aborto. La norma, que entró en vigor el 1 de septiembre y estaba bloqueada temporalmente por un juez, prohíbe todas las interrupciones una vez que se detectan latidos del corazón del feto, alrededor de las seis semanas de gestación. Una fase muy temprana en la que la mayoría de las mujeres desconocen que están embarazadas.
El fallo del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, un órgano judicial de carácter intermedio y tendencia conservadora, ha dado al traste con el bloqueo decretado el miércoles por el juez federal Robert Pitman, luego de una querella del Ejecutivo de Joe Biden. «Grandes noticias», celebró el fiscal general de Texas, Ken Paxton, el republicano que apeló la decisión de Pitman ante la corte federal de Nueva Orleans. «Combatiré los excesos del Gobierno en todo momento», advirtió.
La decisión respecto a la llamada 'ley de Texas' fue calificada por Pitman de «flagrantemente inconstitucional» ya que viola el precedente sentado por el Tribunal Supremo en el caso de Roe vs Wade, que en 1973 garantizó el derecho al aborto hasta que el feto sea viable fuera del útero; alrededor de las 22 semanas de embarazo. «Desde que entró en vigencia esta norma, las mujeres han sido ilegalmente imposibilitadas de ejercer el control de sus vidas de la forma en que están protegidas por la Constitución», señaló el magistrado.
Cazarrecompensas
El proyecto de Ley del Senado 8 (SB8), en efecto, no contempla el aborto a partir de la sexta semana de gestación en Texas. Ni siquiera prevé excepciones en caso de violación o incesto. Por el contrario, permite a cualquier persona demandar a médicos que realicen estas intervenciones cuando se detecta el latido del corazón del feto así como a quien facilite ese procedimiento.
Incluso los denunciantes pueden ser recompensados con 10.000 dólares (unos 8.640 euros) por iniciar casos que lleguen a juicio. Esto ha llevado a que la norma sea denunciada por incitar a la gente a actuar como vigilantes o cazarrecompensas. La SB8 se espera que termine en manos del Supremo, donde los conservadores tienen una mayoría de 6-3.
Planned Parenthood, la mayor organización del país de servicios de salud reproductiva, condenó este sábado el fallo de dicha corte de apelaciones al considerar que la reinstalación de la 'ley de Texas' «ignora una vez más medio siglo de precedentes que protegen el derecho constitucional al aborto».
En la misma línea, Brigitte Amiri, abogada de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, lamentó que «esta es una orden alarmante que prohibirá las interrupciones en un momento en que los proveedores de servicios de aborto estaban comenzando a reanudar la atención para todas las pacientes».