jueves, 1 de diciembre de 2022

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - La verdadera pregunta ,. / Danke, señor Havertz ,./ Havertz salva a España, pero Alemania dice adiós al Mundial ,. / EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Ucrania pide a los refugiados que no regresen al país por la crisis energética que se avecina en invierno,. / Donde comen dos - Neúmaticos y ruralidad,.

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 DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - La verdadera pregunta , fotos.

 La verdadera pregunta,.

 Silvia Hidalgo y su Yo, mentira | leonoticias

La escritora sevillana Silvia Hidalgo, Licenciada en Ingeniería Informática, fue la guionista y directora del cortometraje titulado Nido (2019), presentando en el 45º Festival Iberoamericano de Huelva. Como novelista, ha escrito Dejarse Flequillo (2016) y Yo, mentira (2021). También ha participado en diversas antologías de relatos como Folloneras (2016), She was so bad (2017) y Cuadernos de Medusa (2018). 

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En su novela Yo, mentira no hay nombres propios, pero sí una narradora en primera persona con una voz tan auténtica como frágil, en un universo cotidiano que construye junto a su marido, el Escritor, y su hijo pequeño, mientras sobrevive a su propia rutina diaria, en un entorno financiero discriminatorio y hostil. 

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- Desde el inicio de la novela, se observa que la narradora ama y teme a su hijo a partes iguales, porque la maternidad es esa gran experiencia de la que raras veces se habla con sinceridad. De la misma forma, no sabe si estará «a la altura» en su papel de esposa del Escritor. Por un lado, ve cómo su hijo «ya ha comenzado a expresarse de ese modo seudohumano. Porque, ¿cómo se le habla a un hijo?»; y, por otro lado, se siente impotente porque no puede expresar aquello que le recorre la mente: «Abro la boca, pero mis palabras se quedan agazapadas, esperando otro momento o el orden correcto en el que salir; mis palabras, que siempre suenan aburridas y nunca cuentan lo que quiero. Porque, ¿cómo se le habla a un marido?». Silvia, ¿has encontrado respuestas para estas preguntas?

En el libro quería expresar que, en nuestros entornos más cercanos, solemos tener una imagen muy consolidada. En este terreno, hablar de lo mundano, dentro de la rutina, es algo natural y fácil, pero expresar algo que nos incomoda, que puede perturbar o cambiar nuestra propia imagen es mucho más difícil. Con los hijos y las hijas se añade una presión extra, al buscar que la imagen que estamos creando en ellos sea perfecta. A título personal, creo que esa imagen, como la que tenemos de los demás no es sagrada, no debemos tener tanto miedo a mancillarla.

- Su hijo la pone a prueba constantemente o, al menos, ella es lo que cree: «No entiende que debe valerse por sí mismo, saber pedir ayuda si su madre falla, si su madre se olvida de él en el coche o lo pierde de vista en el agua». ¿Cómo aprende una madre a perdonarse por los (posibles) errores que pueda cometer, por lo que de ella se espera, por el simple hecho de dar a luz?

No soy una profesional ni la persona adecuada para esta pregunta, creo que antes que el perdón viene asumir que no somos ni seremos mujeres perfectas, que vamos a cometer errores, quizás no los mismos que consideramos que cometieron en nuestra infancia, pero está claro que meteremos la pata. Cuando abrazas tu debilidad humana, puedes tratarte con más cariño.

- En el mundo financiero en el que trabaja, no se siente a gusto, pues no ha llegado donde quería: «En el pasado yo también confié en mí, toda ilusión y actitud, porque yo sí, yo me abriría camino hacia la planta alta de los despachos marrones». ¿Por qué solemos apostar todo –la felicidad, la meta profesional, la vida personal…− a una sola carta, sabiendo lo osado que es?

Desde pequeñas, el sistema te ofrece varias vías, la del éxito que nos vendieron estaba clara: estudios (cuanto más técnico mejor), trabajo profesionalizado (cuanto mayor rango mejor) y amor (cuanto más duradero mejor). Si tenías capacidad para alcanzarlo, no te planteabas otro camino, porque lo demás era fracasar. El problema quizás no es tanto el apostar por un camino, sino ser incapaz de ver otros o de deshacerlo y coger uno distinto, según tus nuevas necesidades. Yo misma empecé a escribir pasados los 35 años, aunque, eso sí, tenemos que tener claro que en toda nueva ruta hay que estar muy dispuesta al fracaso.

- Además, el hecho de ser madre ha impedido a la protagonista el ascenso profesional que tanto ha ansiado: «Adivino su plan, como yo lo tuve, de volver a la normalidad a través de una faja. En esa normalidad no caben el vientre hinchado o las tetas que supuran leche. […] con ellos se evita el código mojado sobre la blusa que vendría a decir «mujer, no deberías estar aquí»». ¿Cuándo lograremos las mujeres la efectiva conciliación entre la maternidad y el trabajo? ¿Cómo se reconcilian las mujeres con su propio cuerpo después de ser madres?

La incorporación de la mujer al mundo laboral, al mundo de la empresa específicamente, no ha sido tal incorporación, sino una inserción bajo unas reglas y unos moldes masculinos en los que nos hemos visto obligadas a encajar. Se pretende que pensemos y lideremos como lo ha hecho el patriarcado durante siglos. Por eso, el avance en este plano es tan lento, pues incorporarnos implica una máxima que engloba la maternidad junto con debates que deberían ya estar superados, como la menstruación. Será más efectiva conforme avance el feminismo y las feministas adquieran poder social, político y legislativo.

Respecto al cuerpo, debemos desaprender la idea de belleza y perfección que tenemos inculcada a fuego. De nuevo, perdonar nuestra imperfección, asumir que nunca vamos a lograr lo imposible y quizás, con algo de suerte, gustarnos un poco más, tenerle más cariño y respeto a nuestro propio cuerpo.

- El difícil papel de ser madres conlleva, además, una revolución psicológica en las mentes de las mujeres: «Le cuento [al médico] que tengo una depresión posparto. Él dice que tras cinco años es imposible eso que cuento; lo llama de otro modo, como si el nombre importara. Le explico que no tuve tiempo en su momento y que me la he prorrateado, solo recaigo unos días al año, como la celebración de un aniversario y su resaca». ¿Por qué la Ciencia es tan estricta con la maternidad, por qué no logra «salvar» a las madres de sí mismas, ni física ni psicológicamente?

La ciencia ha ignorado durante mucho tiempo (y aún no se ha puesto al día) las particularidades de la salud de la mujer. Se ha estudiado el cuerpo del hombre blanco como lo neutro, hasta hace poco no supimos que el infarto no se presenta en las mujeres con dolor en el brazo izquierdo ni tampoco se estudió el efecto de las vacunas para la Covid en el ciclo menstrual. Y psicológicamente…

- En el mundo profesional de la narradora no hay lugar para medias tintas, ni siquiera en el lenguaje o códigos que se emplean, que se convierten en «un muro pálido de contención antiruido a través del cual se escapan conversaciones en un idioma extraño sobre vinos, moda y viajes. Un idioma que se aprende y se imita, pero en el que nunca se sueña». ¿Por qué es imposible soñar en ese mundo?

Aquí me refiero a la imposibilidad del salto de clase. Dan igual los méritos y el puesto que alcances, si vienes de otro lado, puede que nunca te sientas parte de ese mundo que crees haber alcanzado.

- Anteriormente, la protagonista ha trabajado como cajera de supermercado: «Era la peor cajera de todas porque, al menos una vez al día, me enamoraba de un cliente». ¿Sobrevaloramos la necesidad de enamorarnos? Ella misma cree ser la autora de la siguiente cita: «Si vas a entregarte a un hombre, hazlo a uno capaz de dejar sus miserias por escrito». ¿Por qué intentamos ser la perfecta imperfección ante la mirada de la persona de la que nos enamoramos?

Hemos visto muchas películas con chicas protagonistas tan guapas, sexis y divertidas a las que había que dibujarle una encantadora imperfección o manía soportable para que el chico no se sintiera del todo inferior. Supongo que tenemos aprendidas pequeñas lecciones como no ser más altas, no ganar más dinero y no tener más éxito. Gustar «sin apabullar, sin dar miedo», nos pasamos la vida cuidando el ego de señores.

- Se podría decir que la narradora practica una autocrítica excesiva, sobre todo cuando idealiza a su marido: «No sé si los demás maridos son iguales. Un escritor nunca está del todo contigo, siempre está contigo y con la historia que esté escribiendo. Come y escribe. Escucha y escribe. Besa y escribe. […] él hace tiempo que consiguió ser quien esperaba». En las relaciones de pareja, ¿qué espacios son necesarios para desconectar el uno del otro? ¿Cómo se puede solucionar la idealización del ser amado?

Cada relación y cada momento tiene sus necesidades. En mi novela, la protagonista necesita conectarse con ella misma, por eso necesita alejarse de los ojos de él, que en parte la definen.

Respecto a la idealización del ser amado, no sé si debe ser un asunto a solucionar, el tiempo y la rutina ya meten los dientes ahí. Mejor admirar que idealizar, eso sí.

- Queremos confesarte que tenemos prácticamente cada página subrayada, porque los enunciados de la narradora son pequeñas bofetadas de realidad, citas de autoridad reales y ahítas de verdades que deberíamos gritar hasta quedarnos afónicas: «Algunos miedos no se pierden, se acumulan. No son miedos dignos de atención, solemnes, de los que te paralizan o te empujan a hacer grandes logros, solo son miedos femeninos, adiposos, cada miedo un kilo de más que por abandono deja de molestarte y al que te acostumbras». ¿Cómo conseguimos (sobre)vivir a pesar de tenerlos? ¿Cómo podríamos superar, por lo tanto, «morir de pronto, sin sentir[nos] terminadas»?

Supongo que todos vivimos con miedos, no hay otra forma y no está mal tenerlos. Tampoco creo que se superen o haya que esforzarse en eso. Vivimos porque nos acostumbramos o los tenemos algo domados, y los que vivimos algo mejor es porque tenemos la suerte de ser capaces de amordazarlos.

- «Es raro ser madre, tener un trabajo de oficina y que hoy, en un congreso, alguien vaya a escuchar lo que tengo que decir. Es raro que consiguiera esos nombres mayúsculos: esposa, madre, profesional; que sean los mismos que siempre escuché hacia las que sí eran esposas de verdad, madres de verdad, profesionales de verdad; y es raro que no haya otro nombre distinto para esto que soy yo». ¿Cómo se lidia, en el día a día, con el síndrome de la impostora; por qué las mujeres seguimos sin creer en nosotras mismas?

Por un lado, está el nivel de exigencia que nos han hecho tener con nosotras mismas, la hipervigilancia a la que estamos sometidas, porque cualquier error será expuesto como prueba irrefutable de nuestra (incuestionada tantos siglos) inferioridad.

Por otro lado, aunque una mujer crea en sí misma, no suele sentirse con la libertad de expresar su orgullo públicamente, siempre hay un temor de ser tratada de arrogante; una mujer segura de sí misma se percibe como una amenaza al status quo.

- Las emociones de la narradora tejen su propio relato y aquello que se cuestiona constituye el exoesqueleto de la novela: «Me pregunto qué querrán decir los que afirman que alguien les hace feliz, que otra persona les hace feliz; ¿cómo se consigue algo así? Y ¿cómo se permite?». ¿Por qué somos tan dependientes emocionalmente?

La protagonista está dañada, no cree merecer ser querida, así que desea no necesitarlo, no depender de lo que despierta en los demás. Pero somos animales sociales, necesitamos unos de otros y nos gusta que nos necesiten. Nadie es una isla. No debería haber nada malo en que nos afecten nuestras relaciones con los demás, el problema es cuando esas relaciones no son sanas y equilibradas.

- «Lo cierto es que todos buscamos una verdad, rotunda e incuestionable, verdades como dobles líneas continuas en la carretera que nos mantengan alerta: eres lo que comes, la piel tiene memoria, tu cuerpo es tu templo». Además, en el ámbito laboral, ella cree que «necesitamos que alguien diga que no mentimos, que nos firme esa verdad, la selle y nos la entregue en un papel». ¿No es acaso contradictorio que busquemos una verdad irrebatible, pero prefiramos, en ocasiones, vivir en una mentira?

La protagonista está en una fase de continuo cuestionamiento y es agotador, lo cómodo es quedarnos con las noticias, las teorías y las ideologías con las que encajamos mejor y en las que encaja nuestra propia vida. Personalmente, no conozco a nadie que sea capaz de vivir sin caer en contradicciones, más o menos graves, nos contamos mentiras para sentirnos mejor, para encajar en esa verdad absoluta con la que comulgamos.

- La narradora no ve que el paso del tiempo se produzca de la misma manera para los hombres que para las mujeres: «[…] las niñas y adolescentes hablan de sí mismas […], las adultas no conjugan la primera persona, son sus maridos los que se jubilaron, son sus hijas las que preparan unas oposiciones. Es la forma elegante que tenemos de desaparecer». ¿Por qué la edad es tan cruel con las mujeres? ¿Por qué buscamos «desaparecer» con el transcurso de los años?

Hasta ¿hace poco? el mayor valor que podíamos tener las mujeres era la belleza, una belleza imposible de alcanzar, por otro lado. Esa belleza canónica solo se da, y en ocasiones, en la adolescencia, cada año que te separa de ella, pues, te devalúa.

No buscamos desaparecer, nos hacen desaparecer, la presencia en los medios, en la ficción, mengua. Incluso, en el ámbito doméstico, nos encierran en la cocina. Al final, si te tratan como a un reducto social, puedes llegar a creer que tu opinión o tu experiencia vital no son importantes.

- Leyendo la novela, nos ha quedado muy claro que la autoestima no pasa por su mejor momento: «No debo ser un buen tema de conversación. Me extraña que mi vida apenas cambie y que sin embargo mi estado de ánimo siga el patrón lunático de las mares, por eso no debe tener razón alguna cuando estoy triste y menos aun cuando me siento feliz». Verdaderamente, ¿resulta tan difícil conocerse y reconciliarse con una misma?

A la protagonista le cuesta más iniciar el camino. Es una decisión complicada, no siempre va a acabar bien, porque ya nada vuelve atrás y el entorno no va a cambiar. La culpa se aligera bastante, comprendiendo de dónde viene y con el feminismo.

- A medio camino entre la victimización y el masoquismo, la narradora parece rebelarse, primero ante sí misma y luego, ante los que la rodean: «He fracasado, Sigo siendo yo. […] Quería esa mancha. Quiero que diga por mí que no soy lo que esperaban, que me señale como mala esposa, como perdida, indecente, desleal y mala madre; una marca que diga que soy una bruja; una letra escarlata que dé miedo, que dé envidia y que dé asco a todos, a todos los que todo lo saben, a los rectos, a los intachables, sobre todo a esos». ¿Expresarlo así, cuanto menos, alivia algo todo el pesar con el que cargamos las mujeres?

Aquí me refiero de nuevo al tema de la hipervigilancia sobre nosotras, por cuenta propia, por el entorno cercano y el social. Cuando de verdad dejas de formar parte del tribunal patriarcal sobre ti y sobre las otras, ves casi como un honor que te expulsen con alguna de estas lindezas. Es parte del camino, un sellito de calidad.

- Esta narradora, llena de inseguridades, llega a afirmar: «No hay nada peor que un amor platónico, con todo ese anhelo insaciable de un imposible; no podría soportar a un marido melancólico y mucho menos a un poeta». ¿Qué tienen de malo los amores platónicos? ¿Y los poetas?

Esto es un sarcasmo de la narradora, ya lo comentaba antes, creo que es más sana la mediocridad conocida, querida y admirada que la fantasía idealizada de perfección que proyectamos en un amor platónico.

Respecto a los poetas, es la experiencia que vive la protagonista al sentirse fuera del mundo de las letras y criticando esa fantasía estereotipada sobre el poeta sensible y profundo, que, por supuesto, existe, pero que, como en todas las ocupaciones, la ejercen seres humanos estupendos, aunque también conozco a poetas que son auténticos sociópatas.

- «Cuando abro la puerta, me disculpo y la cierro de inmediato. Cruzo el pasillo de vuelta, me escondo en los cojines con más miedo aún, porque las mujeres no sabemos qué hacer cuando un hombre llora». ¿Cómo superamos lo que se espera de un hombre frente a la sensibilidad que, por tradición, se asocia a las mujeres?

Con feminismo. El machismo ha destrozado a muchas mujeres, pero nos ha hecho daño a todos.

- «Hacía tiempo que no me enfadaba con alguien que no fuera yo misma. Sienta bien, es una energía que se propulsa desde mi pecho hacia afuera y no hacia adentro por una vez». Emocionalmente, ¿es más saludable enfadarse con otro que hacerlo con uno mismo?

Siempre. Muchísimas de las mujeres que conozco se ponen tristes tras una discusión, no se enfadan. Nos han educado sumisas, nos ponemos tristes, aunque sepamos que llevamos razón. De nuevo lo digo, perdemos muchísimo tiempo cuidando el ego de señores.

- Somos defensoras de que aún debemos practicar más y mejor la sororidad, pues, en ocasiones, nos sentimos enemigas de nosotras mismas, al igual que la narradora: «Yo, que no era como las demás, que no me ofendía, con la que sí se podía hablar sin decoro, sin miramiento. Yo, que les fui infiel a todas; yo, que quise ser uno de ellos». ¿Por qué, a veces, hemos querido ser como los hombres, en especial, en lo que se refiere a ciertas prácticas insultantes y/o discriminatorias?

No creo que hayamos querido ser como en ellos en esas prácticas, creo que queríamos ser como ellos porque son ellos quienes tienen el poder y, por tanto, toman las grandes decisiones económicas, políticas, sociales, incluso domésticas. Hemos participado de esas prácticas porque era la manera en la que creíamos que nos alejábamos de los roles femeninos que no queríamos representar y para que nos vieran como uno más. Víctimas y verdugos.

- La narradora, una mentira muy verdadera, no ha logrado «el equilibrio perfecto»: «Cuando era más joven, todos me cuidaban: come más, no tomes tanto café, bebe más agua. Me protegían de otros […]. Ahora soy yo la que incomoda y es a los chicos nuevos a los que advierten sobre mí: cuidado, podría malinterpretarte, no aguanta ni una broma». ¿Qué hacemos cuando creemos que no encajamos en ningún lugar, por edad, por ser mujeres, por ser (o no ser) madres, por no callarnos…?

A veces, lo que tenemos que hacer es pelear, dar guerra, ser molestas, al menos. Otras veces, rendirnos, irnos, dejar que nos expulsen del entorno hostil y buscar otro donde desarrollar todo nuestro potencial y talento. Ninguna mujer más debe sacrificarse por la lucha. Me parecería muy loable que Irene Montero dijera mañana «Ahí os quedáis».

- En nuestras vidas fingidas somos aquello que aparentamos ser, lo que ocultamos a los demás: «Desde la radio critican a alguien que llevaba una doble vida. ¿Quién lleva una sola vida? Me pregunto si llevar una doble vida o vivir por encima de nuestras posibilidades no son las únicas opciones dignas para nosotros, los mediocres». ¿Por qué esto es ser mediocres? ¿Qué hacemos, entonces, con la mediocridad?

A la mediocridad debemos abrazarla, como al fracaso. Esa autoexigencia de la que os hablaba antes nos obliga a perseguir una excelencia inalcanzable. Está bien llegar a ser muy buena en algo, pero el talento es algo que no podemos controlar, podemos trabajar mucho y hacer algo mejor que hace un año, pero quizás siga siendo mediocre, lo que no quita que también pueda haber belleza en esa vulnerabilidad, en el error, en lo vulgar. Es más humano ser mediocre que ser un genio.

El amor de la narradora –hacia su marido, hacia su hijo, hacia su suegra, hacia sus compañeros de trabajo…− siempre es «impuntual». O eso es lo que tiene interiorizado, como si fuera la única que así lo sintiera, porque hay cosas de las que no se hablan, problemas que nos aíslan y nos arrinconan en el lado más oscuro de la soledad. En realidad, si miramos, y no solo vemos; si conversamos, y no solo hablamos, podremos descubrir, estimados lectores y seguidores de La tinta entre tus dedos, que, como nosotras, hay «miles de mujeres. ¿Existen tantas? ¿Dónde se esconden a diario?». ¡Descubrámoslo!, porque «la vida es inevitable y la mañana llega».

TITULO:  Danke, señor Havertz ,.

 Danke, señor Havertz ,.

QATAR 2022 - JAPÓN- 2 - ESPAÑA -1- Resultado Final - foto,.

Puede clasificarse España para octavos de final del Mundial de Qatar si  pierde contra Japón?

España cae ante Japón y llega a estar eliminada durante unos minutos, pero los goles del punta alemán nos meten en octavos. El rival, Marruecos.

TITULO: Havertz salva a España, pero Alemania dice adiós al Mundial ,.

 Havertz salva a España, pero Alemania dice adiós al Mundial ,.

Alemania se despeña esperando un favor de España,.

Los de Flick cumplieron en un partido de locura, pero murieron porque la ayuda española no llegó. Alemania soñará con Keylor y con Tanaka.

 Kai Havertz, sin miedo contra España: no se esconderán y cree en  clasificación en Mundial Qatar 2022 | Mundial Qatar 2022 | Futbolred

 foto / Resultado Final -  Costa Rica -2- Alemania -4-,.

Al Bayt vivió una locura que se llevó por delante a Alemania, que se quedó con el molde esperando un favor español. Por segundo Mundial consecutivo, la cuatro veces campeona tiene que adelantar el viaje de vuelta a la primera fase. En la previa, Müller y compañía habían deslizado un resultado de 8-0, pero el orgullo tico les hizo vivir una pesadilla que marcará a la nueva generación que comanda Flick. Y eso que antes de los dos minutos Musiala ya había probado a Keylor para anunciarle que iba a tener una noche agitada. El meta respondió y vio cómo instantes después el elástico talento alemán fue sorteando rivales dentro del área uno tras otro como si fueran conos. No se habían llegado a los cinco minutos y Costa Rica ya estaba recluida en la mitad final de su propio campo. Flick había sorprendido de inicio ubicando a Kimmich como lateral. Más manejo, más precisión y más soluciones desde el perfil derecho. Pero la lata tica se abrió por la izquierda, con una incorporación de Raum y un preciso centro del lateral del Leipzig para habilitar la diagonal de Gnabry. El giro del cuello del diez germano liquidaba la resistencia centroamericana sin ni siquiera haber dado tiempo a discutir los términos. Alemania no quería parar.

Desactivado Campbell, los de Suárez no tenían ni una posesión de respiro. El estrés era incesante, espoleado por un Sané nítido y dinámico, que encadenaba pases al espacio. La baja del futbolista del Bayern en el primer partido había sido una coartada para Flick y no le faltaba razón. Costa Rica, que preveía en la previa la presión alta alemana, no daba con un mecanismo para liberarse. La cuestión alemana ya pasaba por no equivocarse. Y lo hicieron, varias veces. Al borde del descanso entre Raum y Rüdiger, dejaron que Fuller se plantara ante Neuer. Pero esta vez el héroe frente a Japón se topó con el capitán alemán. Se cerraba el primer acto, todavía con el resultado abierto gracias a cuatro paradas de Keylor después de recibir un bombardeo de 12 remates. Las noticias desde el estadio Khalifa eran las mejores para Alemania gracias a Morata.

Pero el descanso trajo un giro dramático perverso. El que plantearon Doan y Tanaka con sus goles a España. La noticia fue un estruendo que se iluminó por el videomarcador en Al Bayt. Fue como un resorte para Flick, que inmediatamente buscó socorro en Füllkrug. Pero su altivo equipo se había convertido en un flan que Campbell engulló. El de León interpretó a la perfección la ruptura de Fuller y su pase fue rematado de primeras por Waston. Neuer tapó la primera, pero ya no pudo con el remate de Tejeda en segunda oleada. Alemania temblaba porque, además, los postes se aliaban con Keylor. Costa Rica tiene argumentos limitados, pero uno que conocen todos es su juego a balón parado. Por ahí se descosió el desorientado combinado de Flick. Campbell centró, Waston la ganó de primeras, Tejeda peinó y Vargas, en semifallo, ponía momentáneamente a Costa Rica en la siguiente fase. Fue un sueño efímero, lo que tardó Havertz en igualar para abrir otro episodio de histeria. Keylor era la última barricada. El portero del PSG volaba de poste a poste en una noche antológica que toda Alemania recordará. Hasta que Havertz y Füllkrug completaron el trabajo. Ya sólo quedaba el favor español, un gol para al menos igualar con Japón. Una ayuda que nunca llegó.

 

TITULO:   EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I - Ucrania pide a los refugiados que no regresen al país por la crisis energética que se avecina en invierno ,.

 EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. -   Ucrania pide a los refugiados que no regresen al país por la crisis energética que se avecina en invierno   ,  fotos,.

  Ucrania pide a los refugiados que no regresen al país por la crisis energética que se avecina en invierno,.

 

El frío es un arma de guerra, tanto para mermar a las tropas como para debilitar a la población civil, y en Ucrania la temporada de invierno dura seis meses.

Después de los últimos ataques, que han dañado el 40% de las infraestructuras eléctricas necesarias para el funcionamiento de las centrales térmicas, las autoridades no descartan que en lo peor del invierno muchos núcleos de población se queden sin calefacción durante días.

 

Por ese motivo, el Gobierno de Ucrania ha pedido a los refugiados en otros países que no regresen este invierno debido a la crisis energética y a la dura situación que se avecina con el frío. Kiev teme que cuando llegue la nieve no todo el mundo tenga cómo calentarse.

La OTAN denuncia que Rusia acusa "falsamente" a Ucrania de preparar una 'bomba sucia'
La OTAN denuncia que Rusia acusa "falsamente" a Ucrania de preparar una 'bomba sucia',.

Calderas móviles para hospitales y colegios

"No podemos proteger completamente las instalaciones eléctricas. Dependemos de la defensa antiaérea para no llegar a esa situación. Por eso estamos preparando calderas móviles y autónomas", asegura a TVE el jefe adjunto de la Administración de la Ciudad de Kiev, Petro Oleksandrovych Panteleev, que añade que se llevarían a los sitios más vulnerables como hospitales o colegios. 

 

En Kiev, el 90% de la población de la capital depende del sistema de calefacción central, y aunque ya está encendida, muchos tienen el temor de que pueda fallar en pleno invierno por la guerra.  

Mientras tanto, ya hay cortes de luz cada día, así que las autoridades insisten en que para ahorrar energía no se usen los calefactores eléctricos que muchos han comprado para hacer frente al frío en caso de que la calefacción central falle. 

Según las previsiones, los ucranianos todavía disponen de unos días más antes de que bajen las temperaturas, ya que como en España, los termómetros registran datos más altos de lo habitual. Algo de margen para hacerse a la idea de que puede que este sea el invierno más duro de sus vidas.

 

TITULO:  Donde comen dos - Neúmaticos y ruralidad,. 

 Neúmaticos y ruralidad,. 

Neúmaticos y ruralidad

foto / Los tribuletes gastronómicos y los aficionados del país dedicamos anualmente esta semana a zurrarle a la Michelin. Hay unas pocas horas puramente informativas para contar quién recibe una nueva estrella y quién se queda sin ella, pero inmediatamente empiezan los análisis y juicios sobre las decisiones de los inspectores y sobre la gala, unos con más gónadas y otros con más cabeza, pero no hay ninguno que se quede sin dictar sentencia sobre lo acertado de tal o cual presencia u ausencia.

A mí me asalta la duda cada año de si volver a escribir sobre el tema, pero en cuanto me siento al teclado el duendecillo de los dedos calientes me empuja a meterme en el barro. Y lo de barro no lo digo por decir sino porque este año, lo más interesante de la guía en mi opinión es precisamente el barro o, dicho de un modo más ortodoxo, el espacio y reconocimiento que va cobrando, por fin, la cocina que se hace en los entornos rurales, proyectos que a golpe de ilusión y riñón se arrancan, se desarrollan y logran destacar en entornos antaño improbables para las estrellas Michelin.

Elio Fernández, el cocinero del restaurante Ferpel de Ortiguera, en el Occidente asturiano, lo llevó al extremo, aprovechando su minuto de gloria sobre el escenario de Toledo para gritar al mundo: «Mundo rural, mundo rural». Con similares palabras o actitudes se fueron sumando y se fundieron en un abrazo otros muchos compañeros. La energía colectiva en la tanda de los nuevos una estrella Michelin fue emocionante. Llegan fuertes y sabios, para quedarse.

Es verdad que hace ya muchos años que la guía premiaba a algunas casas situadas fuera de las ciudades, como el paradigmático Les Cols de Fina Puigdevall con sus dos estrellas, pero eran nombres aislados y, en todo caso, no hacían generación.

Se rompe el techo de cristal

Si la estrella concedida por fin en 2021 al zamorano de Castroverde de Campos Lera supuso la ruptura de una suerte de techo de cristal, esta semana han sido muchos los camaradas de guerrilla que han ascendido a ese parnaso particular de la chaquetilla entorchada, empezando por la doble a Xosé Cannas (Pepe Vieira) uno de los pioneros de este modo de cocinar y entender la vida. Monte, la casa de Xune Andrade en San Feliz, un pueblo de veinte habitantes en el Concejo de Lena (Asturias), no es solo un restaurante, sino también una reivindicación de la cultura de la cuenca minera y de aquellos territorios en los que la esperanza de futuro parece a veces un rescoldo.

Arrea!, la casa de los hermanos Lamo, rescata del olvido un modo de vivir que ya se ha perdido y devuelve la dignidad a los oficios y los alimentos de un pueblo a través de la cocina. La alcaldesa de Campezo, Ibernalo Basterra, se subió el martes por la noche al campanario de la iglesia a tirar cohetes con varios vecinos cuando se enteró que Edorta Lamo había ganado una estrella Michelin. La Montaña Alavesa ya está en el orbe. Y así podríamos seguir contando otras historias de pueblos como Casas-Ibañez, donde Oba, el gastronómico de los Cañitas Maite, lograba no solo su macarrón, sino que miles de españoles supieran a qué provincia pertenece.

Las personas, primero

Y si añadimos a los que han recibido la estrella verde extenderíamos la mancha revolucionaria a rincones como Lekunberri, Fuentespalda, Cereceda o Passos de Silgueiros, aunque no es la misma cosa verde que rural. Me gusta diferenciar a los nuevos cocineros rurales del resto que también hablan de productores y sostenibilidad. Lo digo porque cada vez encuentro a más personas que creen son la misma cosa o que por hablar en términos de producto, territorio e identidad ya son la vanguardia comprometida del país.

Los rurales aspiran a salvar la diversidad, pero de todos los ecosistemas, los que más les preocupan son los humanos. Detrás de sus proyectos hay esperanza, una visión que rompe por primera vez en 50 años con la idea de que la sociedad rural es la sociedad fracasada. Hay una decisión de vivir en los pueblos, de compartir conocimiento y visibilidad, de inyectar ilusión. Dije una vez que la última luz amarilla que se apaga en algunas comarcas es la del restaurante y, gracias a mucho esfuerzo, cada vez hay más áreas iluminadas.

Se acaba el espacio y no quiero dejar de hacer un mínimo apunte reivindicativo como todos en estos días y después de darles las gracias a los inspectores de la guía por hacer justicia, aunque sea tarde, con Atrio y acertar con los Torres, quiero pedirles un poco de amplitud de miras o decencia con algunos otros para el año que viene. Faltan la tercera para Camarena, como llevo diciendo tiempos en estas páginas, y para Disfrutar y no pido más, como en las cartas de los Reyes Magos, para que me lo traigan, aunque tengo más candidatos.

PD. Si como dijo Churchill, la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, sigo creyendo que la Michelin es la menos mala de todas las guías y rankings que proliferan como las setas en Soria. Lo que no me ha gustado es no tenerla aún en papel. Los ritos y los mitos no deben zarandearse mucho.

El Telediario La 1 - Estados Unidos Trump anuncia su candidatura presidencial para 2024: "El regreso de América empieza ahora mismo" ,. / EL MAGO DEL TIEMPO - Precipitaciones localmente fuertes o persistentes en la zona de Levante e Ibiza. Heladas localmente fuertes en Pirineos ,. / Volando voy - Jesús Calleja - Alejo Stivel y Ariel Rot,.

        TITULO:  El Telediario La 1  - Estados Unidos Trump anuncia su candidatura presidencial para 2024: "El regreso de América empieza ahora mismo" ,.

 Estados Unidos Trump anuncia su candidatura presidencial para 2024: "El regreso de América empieza ahora mismo" ,.


"El regreso de América empieza ahora mismo". Así es como Donald Trump ha presentado su candidatura para volver a la Casa Blanca. El expresidente de Estados Unidos ha anunciado este martes que se presentará por tercera vez a la Presidencia del país, dos años después de ser derrotado por Joe Biden en unas elecciones que sigue calificando, sin pruebas, de "fraudulentas", aunque no se ha referido a ellas en su anuncio.

Presentado como "el próximo presidente" y rodeado de decenas de sus simpatizantes, el magnate y antiguo líder republicano ha recuperado su mantra Make America Great Again con el que dio la sorpresa en 2016 al ser elegido presidente de Estados Unidos. Trump desecha así el lema que escogió para hacer campaña en las elecciones legislativas, Save America, de las manos de Biden y los demócratas. Entonces, el presidente logró una inesperada victoria de la mano de una sólida base descontenta con las élites y la política tradicional, una base motivada por un hombre que hablaba sin tapujos de lo que quería.

Tras semanas de especulaciones, Trump ha escogido su mansión en Mar-a-Lago (Florida) para un anuncio que en 2015 pronunció desde su lujosa Trump Tower en Nueva York.

Esto es solo el principio del rescate del sueño americano. Vuelvo a ser vuestra voz

Pero seis años después, Trump atraviesa uno de sus momentos más frágiles: una vez más, la realidad contradijo a las encuestas y los republicanos no solo no han logrado hacerse con el control del Senado, sino que si logran la mayoría en la Cámara de Representantes será por la mínima. Además, varios de los candidatos aupados por Trump, los mismos que defienden su tesis de fraude electoral en 2020, han sido derrotados y el partido ha perdido a un buen número de gobernadores.

Con todo, ni las voces de la élite republicana que ya abogan por un futuro sin el expresidente, ni la realidad de las urnas han servido para frenar sus deseos, por mucho que el magnate haya proclamado la victoria republicana y "el fin de Nancy Pelosi" en la Cámara baja sin siquiera estar declarada oficialmente. Trump quiere volver y lo hace convencido de que puede movilizar a una base trumpista muy sólida en un país que sigue profundamente polarizado. "Esto es solo el principio del rescate del sueño americano. [...] Y como en 2016, vuelvo a ser vuestra voz, aunque el establishment quiera silenciarnos. Me presento porque creo que el mundo no ha visto lo glorioso que puede ser este país", ha señalado.

foto - Las Mañanas de RNE - Las 'midterm' de Estados Unidos dejan el reflejo de un país polarizado ,.

Contra un segundo mandato de Biden

Fiel a su estilo populista, Trump ha utilizado buena parte de su discurso para arremeter contra el presidente Joe Biden, su gestión y algunos despites como el agradecimiento a otro país en su discurso en la cumbre del clima en Egipto. Además, ha aprovechado para presumir de los "logros" que se alcanzaron durante su tiempo en la Casa Blanca.

"Los dos últimos años bajo Biden han sido un tiempo de dolor, ansiedad y decadencia", ha señalado el republicano, que ha criticado la inflación en el país o la "dependencia energética" que dice estar provocada por Biden, no la guerra. Eso sí, ha asegurado que la guerra en Ucrania con él "jamás habría ocurrido", y ha presumido de que ningún conflicto de la magnitud de la guerra en Europa estalló durante su Presidencia. "Nos están llevando a la guerra nuclear. Hablan de salvar los océanos, pero no se preocupan de unas armas que pueden destruirnos", ha ironizado respecto al retorno de Biden a la agenda climática.

Biden está forzando el declive de América sobre nosotros y ese no es un destino que debamos aceptar. No tiene que ser así.

Ya mirando a la campaña, Trump ha prometido "luchar como nunca nadie ha luchado" para impedir que Biden tenga un segundo mandato, si bien el demócrata anunciará su decisión sobre su candidatura a principios de 2023. Según Trump, estos dos años con Biden han llenado el país de "invasores" que trafican con drogas y "errores" que han convertido a Estados Unidos en "el hazmerréir mundial". "Pero no tiene que ser así. Hace dos años éramos una gran nación y pronto volveremos a serlo. Biden está forzando el declive de América sobre nosotros y ese no es un destino que debamos aceptar", ha clamado entre aplausos. "Por todo esto, para que América vuelva a ser grande, anuncio que me presentaré en 2024", ha concluido.

Las causas judiciales y el dilema de los republicanos

Trump ya pasó a la historia por ser un presidente incómodo, a quienes sus asesores han descrito como un personaje "tirano, irresponsable, caprichoso, caótico e infantil". Sus numerosas salidas de tono con otros adversarios políticos, la prensa o sus detractores sembraron pasión y odio a partes iguales en la América que Trump quiere ahora 'recuperar'. Pero las circunstancias no son las mismas y, además de las investigaciones a sus finanzas o su presunto traslado ilegal de documentos de alto secreto de la Casa Blanca, el asalto al Capitolio sigue en la memoria colectiva, aunque Trump ha evitado mencionarlo.

El 6 de enero de 2021, mientras el Congreso se disponía a nominar oficialmente a Joe Biden como próximo presidente de EE.UU., Trump utilizó su cuenta en Twitter -por ahora suspendida- como altavoz de sus quejas contra el supuesto fraude electoral. La sede de la democracia estadounidense sufrió entonces el mayor ataque de su historia, con el asalto de miles de simpatizantes del entonces presidente al Capitolio, un hecho que terminó con la muerte de cinco personas, con el segundo juicio político al presidente y que todavía investiga el Congreso.

Donald Trump, la derrota del presidente que dividió los Estados Unidos
foto - Donald Trump, la derrota del presidente que dividió los Estados Unidos,.

Precisamente, uno de los primeros en distanciarse de Trump fue su vicepresidente, Mike Pence, el mismo que esta semana cuestionó su capacidad para volver a la Presidencia. Y como él, muchos aliados ponen en duda ahora sus opciones para una nueva carrera en 2024, como Mike Pompeo, quien fuera su secretario de Estado, que pide "más seriedad y menos ruido".

A ellos se suma el emergente Ron DeSantis, el gobernador republicano de Florida cuya victoria en las legislativas ha avivado los rumores de una posible disputa a Trump en las primarias republicanas que empezarán el próximo año. De hecho, hay quien le ha pedido directamente que no se presente, o quienes creen que el mal resultado republicano en las midterm debe ser una "llamada" a que no se presente.

foto / Trump, el blanco de las críticas republicanas tras los resultados de las legislativas,.

Si logra la nominación republicana y gana en 2024, Trump sería el segundo presidente en la historia que revalidaría un cargo de forma no consecutiva. La ley estadounidense no permite a un presidente postularse para el cargo más de dos veces seguidas, pero su derrota en 2020 le permite volver a una carrera electoral que se antoja reñida, especialmente en el seno de un Partido Republicano ahora atrapado entre pasar página o una regresión al pasado con Trump.

 

TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - Precipitaciones localmente fuertes o persistentes en la zona de Levante e Ibiza. Heladas localmente fuertes en Pirineos ,. 

 Precipitaciones localmente fuertes o persistentes en la zona de Levante e Ibiza. Heladas localmente fuertes en Pirineos ,.

 Precipitaciones localmente fuertes o persistentes en la zona de Levante e Ibiza. Heladas localmente fuertes en Pirineos

foto / Nuboso de madrugada en el área del Estrecho y Andalucía occidental, con precipitaciones, que irán remitiendo a lo largo del día, a la vez que disminuirá la nubosidad. Nuboso o cubierto en la zona de Levante e Ibiza, con precipitaciones que pueden ser localmente fuertes o persistentes. Se podrían extender, de forma más débil y aislada, a otras zonas del área mediterránea y de Andalucía. Intervalos nubosos en el resto de la Península, salvo en el sur de Galicia y oeste de la meseta norte, donde estará poco nuboso. En Canarias, intervalos nubosos en general, con probabilidad de precipitaciones en el norte de las islas.

 

TITULO:  Volando voy -  Jesús Calleja - Alejo Stivel y Ariel Rot ,.


 Este domingo - 11 , 18 - Diciembre a las 21.30,
Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.

 Alejo Stivel y Ariel Rot,.

Alejo Stivel y Ariel Rot: "Fuimos sexo, drogas y rock and roll y ahora somos café, viagra y Vivaldi",.

 Con Tequila cumplieron a rajatabla cada cliché de las estrellas y sobrevivieron. Una película repasa ahora aquel fenómeno irreplicable,.

 

PREGUNTA. He venido a hablar de sexo, drogas y rock and roll. ¿Por dónde empezamos?

ALEJO STIVEL. Ve quitándote la ropa.

P. Entonces igual sí querríais drogas.

ARIEL ROT. Es muy torpe mezclar las tres cosas, eso ya lo aprendimos.

A.S. Depende de la edad que tengas.

A.R. Ahora somos café, petanca y Vivaldi.

A.S. Café, viagra y Vivaldi (risas).

Ariel (1960) y Alejo (1959) salieron de Argentina escapando de la dictadura militar y llegaron a España para despertarla del franquismo a guitarrazos. En 1976 fundaron un grupo de rock y el resto es Historia e historia. Una que cuenta, sin esconder sus aristas, Tequila. Sexo, drogas y rock and roll, el documental dirigido por Álvaro Longoria que se estrena en cines el día 25. Dice Miguel Ríos en la película que, sin ellos saberlo, al cantar "vamos a tocar un rock and roll a la plaza del pueblo" estaban definiendo aquella España que salía de un largo letargo. Sobre todo las adolescentes, que enloquecieron con aquellos chavales de su edad pero que parecían venir de otro planeta.

La Súper Pop, la gran revista de fans de este país, se fundó casi por ellos, protagonistas en todos sus primeros números aunque Ariel reniegue: "Fue un fenómeno extendido en ese momento. No éramos sólo nosotros, aunque no vamos a dar nombres porque sería muy lamentable ponerse en el mismo saco (risas)".

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P. ¿Qué España os encontrasteis? En la película se dice, literalmente, que una bastante paleta.

A.R. Hombre, paleto suena un poco despectivo, pero... en algunas zonas sí que lo era (risas). Nosotros fuimos conociendo España haciendo las giras, no teníamos ni idea de dónde estábamos. Ni geográficamente, ni las costumbres, ni los acentos. Fue muy curioso ir descubriendo cosas que nos llamaban la atención. Como que se desayunaban tostadas con aceite, por ejemplo. O en el País Vasco, que las fans te entraban hablando en vasco. Éramos bastante ignorantes en ese sentido y, evidentemente, desde que Tequila empezó hasta que se separó, España se convirtió en otro país.

P. Escapando de una dictadura, llegasteis a una sociedad que salía de otra.

A.S. Fue un contraste muy fuerte porque nosotros veníamos no sólo de un país con un nivel cultural muy desarrollado, sino de una élite cultural dentro de Argentina. A pesar de nuestras tiernas edades, teníamos un acceso directo de primera mano a toda esa cultura que, en ese momento, era la más alta que había dentro del habla hispana. Y, además, teníamos una libertad muy grande en la calle, las ciudades eran muy seguras, íbamos a conciertos... Teníamos una actividad de gente adulta siendo niños. Luego allí se estropeó todo y cuando llegamos aquí estaba empezando todo, estaba embrionario. Aunque ya había muerto el dictador todavía era la España de Franco, de alguna manera. El contraste fue brutal en todos los sentidos: el musical, en la calle, la gente, cómo se comportaba, cómo vestía. Para bien y para mal, porque también había una libertad que había desaparecido en Argentina. El cambio fue radical.

P. Aquí el rock era casi residual.

A.R. Nosotros habíamos escuchado mucho a Serrat y a Paco Ibáñez, veíamos películas de Carlos Saura, nada más llegar vimos El desencanto de Chávarri, que nos encantó. Sabíamos que en España existía una propuesta cultural interesante, lo que no había era rock and roll, por lo menos como lo entendíamos nosotros. En ese sentido jugamos con cierta ventaja. Llevábamos muchos años tocando y aprendiendo de la escuela del rock argentino. Ese lenguaje lo teníamos ya muy incorporado y lo podíamos hacer en castellano con muchísima naturalidad. Eso aquí todavía costaba.

A.S. Nuestra ventaja era que nos habíamos alimentado de Charly García, de Spinetta y de toda una escena del rock que usaba el español desde hacía mucho tiempo de una manera muy natural. Además, Argentina tiene una personalidad musical muy marcada por el aislamiento que tenía el país. Entonces, se generó esa personalidad tan peculiar que nosotros mezclamos con los Stones y con nuestras propias personalidades. Y salió Tequila.

P. El éxito fue demencial e instantáneo, ¿cómo lo encajasteis?

A.R. No nos lo podíamos creer, aunque tardamos en ser conscientes de lo que estaba pasando. Nos dimos cuenta en un primer concierto muy famoso en el Parque de Atracciones de Madrid, cuando de repente nos encontramos con 15.000 personas enloquecidas. Porque hasta ahí nos decían: "Vais a ser número 1 de Los 40 Principales". Y nosotros no teníamos ni idea de lo que eran Los 40 Principales ni la importancia que tenían. Por otro lado, no nos lo podíamos estar pasando mejor (risas). Porque, aparte de todos los condimentos que trae el éxito, estábamos tocando nuestras canciones para la gente y teníamos un local con instrumentos para nosotros todos los días y todas las horas que queríamos. Eso ya nos desbordaba. Era el sueño. Un local de ensayo y que vinieran a vernos tres chavales y chavalas del barrio ya era suficiente para ser totalmente feliz.

P. ¿Es imposible no volverse gilipollas ante algo así?

A.R. Te pasan muchas cosas, es una situación poliédrica. Te vuelves gilipollas, pero no sólo eso. Yo también me volví un poco fóbico en cuanto a la gente. Te expones, te ves... Pasan muchas cosas. Pero, sí, te vuelves gilipollas en el sentido de ir de sobrado por la vida, es inevitable si te pasa algo así a esa edad.

A.S. Yo venía de una familia muy famosa en Argentina, porque trabajaban en televisión. Desde muy pequeño estaba acostumbrado a estar con gente a que le venían todo el tiempo a saludar, a pedir autógrafos y era reconocida. Mi relación con la fama no fue la de un chaval que sale del barrio y de repente se hace estrella. Tenía una familiaridad con la popularidad y no me afectaba mucho, lo gilipollas que fui con Tequila ya lo era antes. Yo ya era gilipollas antes de hacerme famoso (risas). Ese carácter un poco sobrado ya lo teníamos un poco de fábrica. En realidad, una actitud pendenciera es esencia del rock.

P. Las chicas encontraron en vosotros una vía de liberación tras el franquismo y os cayó la etiqueta peyorativa de 'grupo de fans'.

A.S. Los Beatles fueron un grupo de fans. Y antes Elvis y Sinatra, que fue el primer gran fenómeno de fans al que las niñas perseguían. Causa rechazo porque es un fenómeno que surge de modo natural, pero es bastante utilizado por las compañías discográficas para potenciar el marketing. Es un arma de marketing muy poderosa y con nosotros lo explotaron al máximo. Eso hace que para alguna gente pierdas credibilidad, pero Yesterday no es mejor o peor canción porque haya unas chicas gritando detrás del escenario.

A.R. Otra cosa es que, a veces, ese fenómeno eclipsaba la música. Los Beatles dejaron de actuar porque no se escuchaban por los gritos y yo creo que algún público nuestro dejó de venir a los conciertos porque le molestaban todas esas chicas gritando. No les gustaba compartir sus gustos con esa masa de chicas manipuladas, que, como dices, estaban soltando allí todas las represiones y frustraciones acumuladas durante el franquismo. En nuestros conciertos podían desenvolverse de una manera colectiva y coger valor para hacer barbaridades que nunca hubiesen hecho solas.

A.S. Todos los que criticaban eso, con mayor o menor acierto, no contaban con qué les sucedía a ellas porque, evidentemente, era un gran plan salir con sus amigas, gritar y desmadrarse. Nunca he visto sufrir a una fan en un concierto. Era una liberación. La crítica a eso como fenómeno fomentado y manipulado por la mercadotecnia la puedo aceptar, pero si te te fijas en lo que les pasaba a ellas, fue importante y positivo.

P. Y todo esto nos lleva al sexo. Cecilia (Roth, hermana de Ariel y narradora del documental) es muy dura cuando habla de esta parte. En concreto, usa la palabra 'sometimiento'.

A.R. Sinceramente, no sé a qué se refiere. Cecilia y yo vivíamos juntos y sabe perfectamente que ninguna de las chicas que subían a casa era fan, las chicas con las que nos veíamos nunca pertenecían a ese mundo. No nos metíamos ahí porque ya teníamos suficiente con verlas sudadas, gritando, pidiéndote autógrafos, tirándote del pelo... Era lo que era. Nunca lo utilizamos sexualmente, nos movíamos en otro círculo y no eran chicas precisamente sumisas las que subían a casa.

No hicimos nada con las fans por lo que decir: mea culpa

Alejo Stivel

A.S. Creo que Cecilia se refiere a la disponibilidad que ofrecían las fans, a lo que ellas estaban dispuestas a hacer, que es evidente. Que nosotros utilizáramos esa disponibilidad o no ya es otra historia. Lo que es cierto es que era la actitud de muchas fan y no es algo sano. No nos acusa de aprovecharnos, sino que denuncia una situación que se daba y no le parece bien. Nosotros eso podemos compartirlo, pero no hicimos nada por lo que decir: "Mea culpa".

P. Cuando llegabais a cualquier ciudad, la discográfica os mandaba 30 o 40 chicas con camisetas a la puerta del hotel.

A.R. Sí. Hubo algo instrumentado y, en cierto modo, era un intercambio: la compañía las traía a nuestros conciertos, les regalaba camisetas y a algunas acceso al camerino. Eso hacía que en los medios todo aquel fenómeno se amplificase, pero nosotros no queríamos saber nada más del asunto.

A.S. Realmente no creo que haya que dramatizarlo demasiado. Ellas se juntaban en un club de fans y la compañía aprovechaba su presencia para vender euforia y decir en los titulares: "El gran éxito de Tequila".

P. ¿La vorágine os hizo desconfiados?

A.R. Sí. Nosotros teníamos un cable a tierra que era que teníamos que cumplir con el grupo y, además, nos gustaba hacerlo, pero llegó un momento en que éramos muy famosos y la noche madrileña tenía un lado peligroso: no era solamente la Movida pasándoselo bien en Rockola. En el centro estaba muy instalado el tema yonki y, cuando fallaban los contactos habituales, nos mezclábamos con ese mundo sórdido para conseguir drogas. Eso implicaba cierto peligro y tuvimos malas experiencias. A partir de ahí sí que empezamos a ir con recelo. Nos volvimos locos, pero bendita locura también con 18 años.

A.S. Salíamos, íbamos a cenar con nuestros amigos y al cine, pero también currábamos sin parar. Hacíamos ciento y pico actuaciones al año, más el viaje, más grabar casi un disco anual, más la promo, la tele, ensayar, componer... Así que quizás nos aislamos un poco, pero es que tampoco teníamos mucho tiempo libre para compartir.

A.R. Pero eso no era trabajo para nosotros, eso era la vida.

P. Hemos llegado de modo natural al tema de las drogas.

A.R. A estas alturas, bien. Mis hijos ya lo saben, mis padres hace mucho que también, así que podemos hablarlo.

P. Juzgar el consumo de drogas en 1980 con la perspectiva de 2022 es tramposo.

A.S. Claro, era cultural y era internacional. Nosotros veíamos que nuestros ídolos se drogaban y alardeaban de ello desde que éramos pequeños. No era algo oculto. Los Beatles con el ácido en Lucy in the sky with diamonds, los Rolling Stones tomaban heroína... La droga estaba mucho más metida en la sociedad y no se habían visto tantas consecuencias. Algunas sí: Brian Jones, Janis Joplin... Pero era parte del juego, parte del manual del sexo, drogas y rock and roll.

A.R. Nosotros empezamos a experimentar muy jovencitos con todo lo que teníamos a nuestro alcance, pero eran cosas más blandas. Veíamos a Lou Reed hablar de heroína, pero nos parecía algo muy lejano. Hasta que en un momento dado se puso muy accesible y empezó a normalizarse en la sociedad. Le perdimos el respeto y eso, claro, lo cambió todo. De repente mucha gente cercana la tomaba y decía que era la hostia. Pensamos: "Vamos a probarla, no será tan peligrosa".

P. Era ambas cosas, la hostia y peligrosa, ¿no?

Le perdimos el respeto a la heroína y eso lo cambió todo: la factura que pagamos fue terrible

Ariel Rot

A.R. Sí. Es una de las drogas más atractivas por algo, pero la factura que pagas es terrible. Ahora lo sabemos, pero entonces pensamos que eran mitos. Aunque tampoco éramos gilipollas. No creíamos que la heroína era inofensiva, pero nos convencimos de que el riesgo no era tanto. Durante un tiempo fuimos bastante cautelosos. Coqueteábamos con ella, pero tardamos en empezar a tener un hábito y aún más en que ese hábito pasara a ser un enganche. No fue del día a la mañana gracias a que teníamos ese cable a tierra que era el grupo y al dinero, claro, porque aunque ganábamos mucho, el hábito era muy caro. El enganche fuerte vino cuando nos separamos.

A.S. Como dice Charly García: "La entrada es gratis; la salida, veremos".

P. ¿Tenéis sensación de supervivientes o es un topicazo?

A.R. Todos somos supervivientes, ¿no?

A.S. Algunos de más guerras que otros. Yo sí tengo la sensación de superviviente. No sólo de esta época sino también de la anterior, la dictadura militar, y después de causales que se te presentan en la vida que cada día dices: "Joder, otro día más que sobreviví".

A.R. Somos una generación de supervivientes porque estuvimos en el centro de la diana en demasiados escenarios: las drogas, el SIDA, la dictadura argentina, las Malvinas... Hubo un montón de situaciones de riesgo, pero no es una etiqueta que me guste aunque pueda ser cierta.

P. La Movida, cuando estalla, renegó de vosotros y os fue apartando. ¿Por qué?

A.S. Una de las señas de identidad de la Movida, heredada del punk de Inglaterra, era enfrentarse a lo establecido como suele hacer cada generación. Los Sex Pistols decían que los Rolling Stones eran unos viejos y ellos lo hacían con nosotros. Lo gracioso de nuestro caso era que muchos de la Movida eran mayores que nosotros, pero como habíamos sido muy precoces, estábamos súper establecidos. Además nuestra estética y nuestra actitud eran muy setenteras, nada de la nueva ola. Aunque luego éramos amigos, ellos quedaban bien confrontando con nosotros y diciendo: "Estos son el establishment". Formaba parte de su discurso hacernos de menos y tratarnos como unos carcas de 21 años.

A.R. A mí no me gusta decir "ellos" porque no lo considero así. Todos salíamos por la noche juntos a divertirnos y todos hacíamos música. Esa coyuntura siempre me pareció un poco absurda, no hacía falta tener un carnet para ser de la Movida ni era una secta. Yo también era la Movida.

A.S. Pero había un rechazo general, eso sí existía.

A.R. Me gustaría aclarar un poco esto porque se provoca una especie de enfrentamiento y creo que para nada era así. Lógicamente, unos chavales que tenían una banda que imitaba a los Ramones no iban a hablar bien de Tequila en los medios, pero si querían mirar a un guitarrista, se ponían a mirar cómo tocaba yo.

A.S. Yo también creo que privadamente no había esa animadversión, pero públicamente sí. Recuerdo haber ido a Rockola, que era el templo de la Movida, y que no me dejaran entrar: "Tú no, tú no". Y, ¿por qué no?

A.R. Yo iba a Rockola de domingo a jueves todos los días, pero a mí no me dejaban entrar en Pachá y a Alejo sí (risas).

P. Ambos habéis tenido luego carreras exitosas, pero tras la separación pasasteis años de muchos apuros. ¿Qué os robó más dinero: la heroína o las discográficas?

A.S. Había que hacer borrón y cuenta nueva. Nos arruinamos porque estaba escrito que todo lo que ganamos con Tequila nos lo teníamos que gastar. En lo que fuera: dejando que nos robaran las compañías, en drogas, en cenas, en champán, en compartir con los amigos, en viajar, en pasarlo bien...

A.R. Se fue mucho dinero en todo eso y otra cosa que nos arruinó fue que tuvimos que comprar nuestro propio equipo y nuestra propia furgoneta. No había compañías de alquiler en esa época y era lo que se estilaba, pero gente como Miguel Ríos tenía una solidez económica más potente que la nuestra. De los shows descontábamos para pagar las letras y nos convirtió en algo que no queríamos ser: pequeños empresarios. Entre unas cosas y otras, se nos fue todo,.