DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - El encanto canalla del lado oscuro de Barcelona, fotos.
El encanto canalla del lado oscuro de Barcelona,.
Inmigrantes, turistas, 'hipsters', ancianos, prostitutas y drogadictos conviven en el barrio más multicultural de la capital
El Raval es todo un mundo, o más bien la confluencia de muchos mundos. Del mundo arrollador de la inmigración, que se advierte en los bazares orientales, los mercadillos de segunda mano, los doner kebab y restaurantes indios, los locutorios que florecen por cada esquina, los modestos negocios de ultramarinos chinos, 'todo a un euro' y reparaciones textiles donde toda la familia arrima el hombro. Y, a dos calles y una galaxia de distancia, el mundo sofisticado de una juventud acomodada y 'hipster' que ha 'descubierto' el encanto de este barrio y lo ha puesto de moda con sus restaurantes grill y sushi, sus coctelerías de diseño, vinotecas pijas y bistrós 'slow food', terrazas con estufas y bares de ambiente gay.
Hay un mundo miserable de drogadictos y prostitutas, que hacen la calle detrás del mercado de la Boquería o deambulan pidiendo una ayudita, que convive con el del turismo que se expande desde el Barrio Gótico, al otro lado de Las Ramblas, fascinado por este crisol tan 'auténtico' de culturas y razas. Y está el mundo dramático de los ancianos, los últimos supervivientes de un barrio obrero, cada vez más solos y acorralados, que ven cómo las viviendas de sus vecinos de toda la vida son adquiridas por agencias para arrendarlas a jóvenes profesionales de paso, cuando no 'okupadas' por expertos en el patadón en la puerta que las convertirán en narcopisos.
«Entre el atentado de Las Ramblas y lo de la independencia, las calles están más vacías»
PROBLEMAS Y RETOS
«Antes había pilinguis pero estaban ordenadas, y aunque vivía más gente, todos nos conocíamos»
«A las inmobiliarias les interesa ahuyentar a la gente mayor para quedarse con sus casas»
Bilal está preocupado porque a su familia la
van a echar de su casa. «Dentro de un mes tenemos que irnos», dice su
hijo Rifat, de 18 años, que llegó hace diez y se expresa en un
castellano perfecto. «La agencia quiere reformarlo. Ganan más dinero
alquilando habitaciones sueltas y no renuevan los contratos antiguos.
Podríamos negarnos y tardarían meses en expulsarnos, pero no queremos
problemas». Su padre le interrumpe: «Yo les digo: '50 o 100 euros más yo
te pago', pero ellos no escuchan. ¿Dónde ahora voy? Trabajamos diez,
once horas cada día, no puedo ir a Santa Coloma, está muy lejos», clama
el carnicero mientras disecciona con manos diestras un pollo.
Desde el mostrador de Lullaby, una boutique vintage situada en la Riera Baixa, Joan está acostumbrado a ver pasar ante su puerta a «gente nativa, erasmus, inmigrantes, turistas, heroinómanos... Porque la heroína está volviendo», asegura embutido entre modelos de factura 'hippie', botas de piel de cocodrilo y abalorios de todo tipo. «Hay unos treinta pisos de okupas donde la venden los camellos. Y nadie hace nada, porque a las inmobiliarias les interesa ahuyentar a la gente mayor para quedarse con sus casas y venderlas a extranjeros o alquilarlas. La especulación está a la orden del día. También se instalan algunas parejas jóvenes, pero se cansan enseguida y se van. Hay muchas casas vacías. El Raval ha cambiado mucho».
Pese a su fama de sórdidas y peligrosas, estas calles estrechas que han conformado durante siglos el Barrio Chino de la ciudad, sus arrabales, son bastante seguras. Los vecinos dicen que antes se veían más jeringuillas tiradas por las esquinas, pero la Guardia Urbana se ha puesto las pilas. «Hay mucha mezcla, pero se convive», explica Joan. «Hace un tiempo había más tirones, pero la Policía lo ha atajado y los chorizos se han ido a otro sitio. Claro que los guiris se lo ponían muy fácil; como no saben beber...».
En la frutería Turin, el único local iluminado en la oscura plazuela Dubte, Imran dispone chirivías en el mostrador y lamenta el descenso de clientes. «La gente anciana tiene miedo a salir por las manifestaciones. En cuanto oyen el helicóptero, se encierran en sus casas», dice. «Ahora estamos más tranquilos, pero entre el atentado de Las Ramblas y lo de la independencia, las calles están más vacías. Hombre, también será por el frío», concede este inmigrante de la Cachemira paquistaní que, después de quince años en Barcelona, tiene clara su visión del conflicto de identidades. «Cataluña es España y ya está. Los independentistas lo único que hacen es molestar». El ecuatoriano Rafael López, once años en la ciudad, asiente mientras pasa la fregona. «No veo por qué tanta protesta. A los que dicen 'Madrid nos roba' los veo como unos niñatos, ellos sí que defienden a los que han robado los impuestos que pagamos. No todos tienen el mismo pensar, pero yo lo veo así».
A Mari Ángeles García, que lleva toda una vida -setenta y muchos años, para ser exactos- instalada en la parte baja de El Raval, la invade la nostalgia al recordar épocas más felices. «Este era un barrio de trabajadores. Había pilinguis, pero estaban ordenadas, y aunque vivía mucha más gente, todos nos conocíamos. Ahora míralo. La sobrina de una amiga se fue de vacaciones el verano pasado y a la vuelta se encontró la puerta reventada y a un señor dentro de su casa. Lo denunció en comisaría, pero todavía no ha conseguido volver. ¿Será posible?».
vecinos viven en el barrio barcelonés de El Raval. En los años 50 del siglo pasado su población llegó a ser de casi 180.000, tres veces más que en la actualidad.
Se acomete un plan de rehabilitación integral del barrio, que ganó en limpieza y seguridad, aunque fue también muy criticado por dejar de lado a los vecinos en la toma de decisiones.
TITULO: REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - Carmen Márquez Prieto,.
fotos.
El pasado viernes tuvo lugar el acto de
entrega de galardones del XVII Premio de Pintura Timoteo Pérez Rubio que
se convoca desde el Ayuntamiento de Oliva de la Frontera. Dicho acto
contó con la presencia de Virginia Borrallo, vicepresidenta de la
Diputación de Badajoz, que acompañó a la Alcaldesa de Oliva, Luisa
Osorio y la Concejala de Cultura, María Gañán, que fue la encargada de
dirigir el acto. Durante el acto oficial, que se celebró en el salón de
plenos del consistorio a las 18:30 horas, se destacó la figura y
trayectoria del ilustre pintor olivero como salvador del patrimonio
artistico nacional durante la guerra civil española.
En esta edición, dos mujeres son las galardonadas, el primer premio ha sido para Carmen Márquez Prieto, de la localidad onubense de Aracena, por su obra técnica mixta titulada ‘Como excusa, un bodegón’. El segundo premio ha sido entregado a Mercedes Húmedas Pares, de Lleida, por su obra, un acrílico sobre tela titulado ‘Sólo tiempo’.
Una vez terminada la entrega de premios se procedió a inaugurar la muestra, un acto que contó con gran asistencia de público. Finalmente, se ofreció un vino de honor y aperitivo para todos los asistentes. En total, en esta edición se han seleccionado 24 obras para formar parte de la exposición que puede visitarse en la planta alta del ayuntamiento hasta el 22 de diciembre por las tardes de 19:00 a 21:00 horas y por las mañanas en horario de oficina, de 09:00 a 15:00 horas.
En esta edición, dos mujeres son las galardonadas, el primer premio ha sido para Carmen Márquez Prieto, de la localidad onubense de Aracena, por su obra técnica mixta titulada ‘Como excusa, un bodegón’. El segundo premio ha sido entregado a Mercedes Húmedas Pares, de Lleida, por su obra, un acrílico sobre tela titulado ‘Sólo tiempo’.
Una vez terminada la entrega de premios se procedió a inaugurar la muestra, un acto que contó con gran asistencia de público. Finalmente, se ofreció un vino de honor y aperitivo para todos los asistentes. En total, en esta edición se han seleccionado 24 obras para formar parte de la exposición que puede visitarse en la planta alta del ayuntamiento hasta el 22 de diciembre por las tardes de 19:00 a 21:00 horas y por las mañanas en horario de oficina, de 09:00 a 15:00 horas.
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