Juegan en posiciones similares, tienen
el mismo nombre, son buenos amigos y comparten 'look' con una barba que
marca estilo. Ahora, tras una temporada espectacular en el Real Madrid,
se la juegan con la selección en el Eurobasket. Hablamos con los nuevos
líderes de la cancha.
La Selección Española de baloncesto afronta un Europeo en el
que, además de luchar por el título, buscará una recompensa igual de
valiosa: el pasaporte para los Juegos Olímpicos de Río.
La tarea
se presenta complicada porque, para lograrlo, habrá que llegar a la
final tras una exigente primera fase, que empieza el 5 de septiembre.
Pero todos quieren evitar el riesgo que supondría jugarse la plaza el
próximo año en el preolímpico. En la vuelta de Sergio Scariolo como
seleccionador y con un equipo mermado por las bajas de Calderón,
Navarro, Ricky, Marc Gasol e Ibaka, es el momento para que otros cojan
el mando. Todas las miradas apuntan a Llull y al Chacho Rodríguez, que
quieren poner en esta cita el broche a su inolvidable temporada en el
Real Madrid, con el que han ganado Copa de Europa, Liga, Copa del Rey y
Supercopa. Es su hora.
XLSemanal. ¿Es este Europeo especialmente importante?
Sergio Rodríguez.
Cada vez que se juega con la selección es un reto. Yo he disputado ya
tres Europeos y cada uno tenía su valor. Está claro que este es muy
importante porque todos queremos estar en Río.
Sergio Llull. Nosotros
somos ambiciosos y afrontamos cada torneo por estar en la lucha por las
medallas, pero el hecho de que podamos lograr la clasificación lo hace
más trascendente.
XL. Acaban de superar la barrera de las 100 internacionalidades con España. ¿Qué les supone alcanzar esa cifra?
S.R. Un
sueño hecho realidad. Venir a la selección es un gran reconocimiento
porque supone estar entre los mejores de tu país. Desde pequeño veía los
partidos y siempre quería estar. Superar los 100 partidos después de
siete campeonatos es una ilusión y un premio muy grande.
S.L. Es
una cifra muy bonita y un motivo de orgullo. Para mí es un privilegio
poder venir cada verano a defender la camiseta de la selección y espero
aumentarla mucho.
XL. Tienen la posibilidad de completar un año casi irrepetible si suman el oro en el Europeo a los títulos del Real Madrid.
S.R. Sabemos que es muy difícil, casi imposible, pero nos queda uno nada más.
S.L.
Sería redondear un año histórico. Lo que hemos hecho con el Madrid es
impresionante, algo que va a quedar en los libros y la gente lo va a
recordar.
XL. Llegan con la vitola de haber sido
referencia en el equipo campeón de Europa. ¿Sienten que es el momento
para que asuman ese papel también en la selección?
S.L.
Sí, puede ser y más viendo las bajas que hay. Los que estamos tendremos
que dar un paso adelante para que esas bajas se noten lo menos posible.
S.R. Venimos
con mucha predisposición, sabemos adónde vamos y lo complicado que es
estar bien. Yo he sido plata, bronce y cuarto, y Sergi ha tenido la
suerte de ganar los dos que ha disputado. Tenemos que estar muy
concentrados y tratar de ayudar al máximo en lo que podamos.
XL. ¿Están atravesando el mejor momento de su carrera?
S.R. Sin duda. Llevamos tres años jugando finales, con mucha confianza y sintiéndonos muy cómodos.
S.L. Personalmente
creo que estoy en mi mejor momento. Lo que intento es mejorar año tras
año, seguir creciendo y creo que lo estoy consiguiendo. Nunca te puedes
estancar ni dejar de aprender.
XL. Hay gente que opina que aún no se ha visto la mejor versión de Llull y Rodríguez en la selección.
S.L.
Probablemente. Al final tienes que entender también tu rol, algo que la
gente no piensa. Están acostumbrados a vernos en el Madrid con un papel
protagonista, pero aquí, con los jugadores que ha habido, a veces
tienes que hacer otras cosas que te pide el entrenador y que puedan
ayudar al equipo.
S.R. Hay mucha competencia. Lo
bueno de esta generación en los últimos 15 años es que ha habido una
gran lucha por cada puesto. Nosotros hemos intentado ayudar, pero hay
mucha competitividad. Todos intentamos jugar lo mejor posible y quizá,
al tener tanto nivel al lado, no se brille tanto.
XL. ¿La camiseta de España pesa más que la del Madrid?
S.R.
No creo que haya más presión. Son situaciones diferentes. Con el Madrid
te pasas diez meses compitiendo para ganar y te conoces más. Aquí
tenemos la suerte de haber coincidido varios durante bastante tiempo,
pero no deja de ser un mes y medio en el que te lo juegas todo, por lo
que lo más importante es llegar en un buen momento, sobre todo físico.
S.L. Yo
tampoco hablaría de presión. Tanto en el Madrid como en la selección se
juega para ganar. Es una responsabilidad defender esas dos camisetas.
Te obliga a dar el cien por cien siempre.
XL. Venimos de
la decepción del pasado Mundial en España. ¿Es importante conseguir un
buen resultado para volver a enganchar a la gente con la selección?
S.L.
Sí, está claro. Los primeros que nos llevamos una decepción fuimos
nosotros, fue un palo grande porque teníamos muchas expectativas puestas
en ese Mundial, que se jugaba en casa, pero hay que aprender de los
errores y venimos con ganas de hacer algo importante.
S.R. Esta
generación ha dado muchas alegrías en los últimos años. Cuando he
venido, nunca se ha hablado de lo que había ocurrido en el anterior
torneo; hayan ido bien las cosas o no. Todos tenemos claro el objetivo,
con un equipo diferente, y no hay que pensar en lo que ocurrió en el
pasado.
XL. ¿Las ausencias de Calderón, Ricky Rubio, Navarro, Ibaka y Marc Gasol hacen que España sea menos fuerte?
S.L. Esos
jugadores son irremplazables. Lo que tenemos que hacer los que estamos
es hacer bien las cosas que sabemos hacer. El equipo tiene talento
suficiente como para conseguir los objetivos.
S.R. Está
claro que perdemos mucha calidad, pero tenemos que sacar nuestras
virtudes y limitar las carencias que pueda haber. Hay equipo para
hacerlo bien, tenemos que estar muy unidos y muy concentrados desde el
principio.
XL. ¿Cómo valoran la vuelta de Scariolo como seleccionador?
S.L.
Es una buena noticia. Ya estuvo con nosotros y conseguimos muchos
éxitos con él. Conoce cómo funciona la federación, nosotros lo conocemos
a él, su método de trabajo, y creo que nos va a aportar cosas muy
positivas.
S.R. Él ya ha estado cuatro años aquí,
tiene un cien por cien de victorias en el Europeo y la plata olímpica.
Tiene un bagaje muy amplio, y seguro que nos ayudará.
XL.
¿Que tenga que volver a un puesto que ya ocupó habla muy bien de
Scariolo o significa que no todo el mundo vale para llevar el equipo
nacional?
S.L. Creo que habla muy bien de él.
S.R. Las situaciones personales tiene que valorarlas cada uno. Él ha decidido volver y nosotros estamos encantados.
XL. ¿Se le puede poner a España el cartel de favorito al triunfo?
S.R. El
sistema de competición hace que el Europeo esté muy abierto, más que
otras competiciones. Es duro porque hay mucha gente buena y en la
primera fase hay cinco partidos en seis días ante grandes equipos. El
favorito para mí es el que ganó la última edición y ese fue Francia.
Además, es el anfitrión.
S.L. Es un Europeo muy
exigente y muy igualado. Hay grandísimos equipos y quizá el que esté un
poco por encima es Francia. Es el actual campeón y están demostrando un
gran nivel.
XL. Sergio Llull es el hombre de los triples
imposibles. ¿Eso se consigue entrenando la cabeza para lograr la
confianza necesaria o perfeccionando al límite el mecanismo de
lanzamiento?
S.L. Es un poco de todo.
Para meter esos triples tienes que querer la responsabilidad de
tirarlos. Unas veces entran y otras no. En los momentos importantes
nunca me escondo y este año, por suerte, he podido acertar en algunos de
ellos.
XL. Muchos aficionados siguen sorprendidos de que Llull rechazara la oferta para irse a jugar la próxima temporada a la NBA.
S.L. Ha
sido una decisión difícil, la NBA es muy tentadora y Houston mostró
mucho interés, pero en el Real Madrid también ha demostrado que me
valoran, han hecho un gran esfuerzo y eso, unido a lo feliz que soy aquí
y a las muestras de cariño de la gente, hizo que me decantara por
quedarme.
EN LA CANCHA
Sergio Rodríguez
Medidas: 1,91 m y 79 kg.
Posición: base.
Características: rápido e imprevisible sobre la pista. Gran pasador. Récord de asistencias. Buen lanzador de triples.
Jugadores favoritos: «Jason
Williams ha sido el jugador que más me ha gustado. El único póster que
he tenido de un jugador español ha sido de Raúl López».
Antecedentes:
hijo de profesores que en su día jugaron al baloncesto, en su casa
siempre hubo una canasta. «Intentaba imitar a Michael Jordan... y,
cuando la canasta estaba baja, machacaba como Shaquille ONeal». Ahora no
machaca nunca. «Para hacer un mate cutre, prefiero no arriesgarme».
Mote: le pusieron Mojo Picón por la velocidad y el juego divertido.
Sergio Llull
Medidas: 1,90 m y 80 kg.
Posición: base o escolta.
Características:
jugador con un gran físico. Buen defensor, es idóneo para los
contraataques gracias a su velocidad. Especialista en los lanzamientos
triples.
Antecedentes: su padre, Paco Llull, fue también jugador de baloncesto. Jugaba de alero y era muy buen tirador.
Comienzos: empezó a jugar con cinco años en el colegio La Salle Mahón.
Jugadores favoritos:
«De pequeñito, me gustaba mucho Arlauckas, y me fijaba en Herreros, por
su entrega. Luego me impresionaron mucho la fuerza y el coraje de
Felipe».
Mote: no tiene uno habitual, pero lo llaman «el increíble Llull».
EN PRIVADO
DNI Sergio Rodríguez
Edad: 29 años.
Lugar de nacimiento: Santa Cruz de Tenerife.
Estado civil: casado desde hace un año con la alicantina Ana Bernal. Acaban de tener una hija.
Lugar favorito: «Mi isla, Tenerife. Y Madrid».
Comida: «Me encanta el sushi».
Música: «Me gustan muchos géneros, desde Juan Luis Guerra y Coldplay a 2Pac».
Manía: «Entrar a la pista con el pie derecho».
Sobre la barba: «No
me la dejo por superstición, es simplemente que me gusta llevarla. A mi
mujer también le gusta. Y no significa que me identifique con el
movimiento hipster, yo solo me identifico con las cosas que me gusta
hacer y nada más».
DNI Sergio Llull
Edad: 27 años.
Lugar de nacimiento: Mahón.
Estado civil: soltero, pero lleva varios años de relación con su novia, Almudena.
Lugar favorito: «Menorca, mi casa, un lugar espectacular».
Comida: «Me gusta muchísimo la ensaladilla rusa, y todo lo que sea marisco me vuelve loco».
Música: «Española, en especial cosas de Pereza y de Leiva».
Manía: «El orden. Me gusta que todo esté en su sitio y bien colocado».
No me gusta: «Me mata madrugar. Y me encanta la siesta. No hay nada mejor que acabar de comer y tumbarte en la cama».
Sobre la barba:
«Va por rachas, a veces me afeito y a veces me la dejo. A mi pareja y a
mi madre les gusta más cuando estoy afeitado; va en gustos...».
TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - Una nueva y lucrativa profesión,.
foto - el reloj,.
Le preguntaron hace unos años al CEO de la compañía Sony en qué
consistía el éxito empresarial y contestó que en lograr crear en el
consumidor una necesidad que desconocía tener. «Dígame se preguntó él.
¿Quién en los años setenta sentía la necesidad de tener un teléfono
portátil, por ejemplo? Si repasamos las películas y novelas de ciencia
ficción de todos los tiempos, veremos que sus autores imaginaban el
futuro con pequeñas naves espaciales individuales que surcan el espacio o
viviendo confortablemente en Marte. Pero nadie imaginó que un día
tendríamos en el bolsillo un artilugio que nos permitiera no solo
realizar llamadas, sino sacar fotos, calcular cuántas calorías quemamos
al día, hacer la compra de la semana o mantener cibersexo con alguien en
las antípodas. Mi trabajo consiste en eso, en intentar crear una
necesidad que las personas nunca han echado en falta». Han pasado varios
años desde esta declaración de intenciones, pero las grandes compañías
continúan en el mismo empeño. Para ello cuentan con personal cualificado
en diversas áreas, pero cada vez tienen más importancia en su plantilla
los llamados cazadores de tendencias. Personas que logran anticipar o
incluso fomentar los gustos de los consumidores. Para conseguirlo, se
dedican a recorrer diversos países en busca de iniciativas exportables
al resto del mundo. En España, por ejemplo, han conseguido cazar una
idea interesante. En el Teatreneu de Barcelona funciona una fórmula a
imitar. Consiste en colocar en cada asiento del teatro una tableta de
reconocimiento facial que mide con qué frecuencia se ríe el espectador.
Con ese dato, el empresario paga a la compañía teatral 30 céntimos por
carcajada. El resultado ha sido un aumento de taquilla de un 35 por
ciento. Otra tendencia que se está rentabilizando con éxito en los
Estados Unidos, y que tal vez (ojalá, ojalá) podamos ver pronto por
aquí, es la de los desenchufados o unplugged. Así llaman al creciente
número de personas que desean independizarse de la tecnología. Algunos
buscan, por ejemplo, campamentos donde olvidarse de Twitter y Facebook,
vivir más en contacto con la naturaleza y con otros seres de carne y
hueso que no estén encerrados en un plasma. Personalmente, esta
iniciativa me parece más un desiderátum que otra cosa, pero por lo visto
ya hay gente que se forra organizando fines de semana antitecnológicos
en los que los participantes pagan una pasta por que les confisquen el
móvil y les racionen al mínimo su conexión a Internet.
Como no
podría ser de otra manera, los cazadores de tendencias de los que
hablamos ganan verdaderas fortunas, y empresas como Pfizer, American
Express, Ford o el Banco Mundial se rifan sus servicios. Rohit Bhargava,
uno de los gurús más solicitados, en su libro Non Obvious compara su
profesión con la de esos expertos encargados de seleccionar
cuidadosamente las piezas de un caótico mosaico antiguo hasta que
aparece una figura que todo el mundo puede reconocer como obvia y
evidente. Sobre las tendencias a las que debe prestar atención un
empresario avispado, él señala en este momento dos. El microconsumo,
esto es personas dispuestas a pagar por tener una pequeña participación
en algo que les haga sentir importantes: la financiación de una
película, por ejemplo. Y por otro lado, la personalización. La marca
Burberry hizo mucho dinero el año pasado lanzando al mercado un poncho
en el que, en vez del logo o las iniciales de la marca, lo que el
cliente luce son las suyas propias. Lo mismo ocurre con la Magic Band,
una pulsera inteligente en la que Disney ha invertido mil millones de
dólares. Con ella, el usuario no solo tiene acceso VIP a todas las
atracciones del parque, sino que, mediante una cuenta de usuario,
consigue que Mickey, Donald y el resto de personajes llamen al portador
por su nombre. Visto lo visto, yo añadiría otra tendencia a cazar.
Convertirse uno mismo en detector de ellas. El mundo de Internet es el
campo ideal para descubrirlas y son muchos los que han ganado dinero de
este modo. Ojo atento, pues nunca se sabe cómo, cuándo o dónde saltará
la liebre que nos hará ricos.