¿En qué momento se ha cambiado el café de la tarde por los desayunos? Las restricciones de la pandemia han obligado a cambiar muchos de nuestros hábitos de ocio y esto ha ocasionado que cada vez sean más los ciudadanos, tanto jóvenes como adultos, que opten por quedar para desayunar fuera de casa. Una de las ventajas es poder socializar sin dejar de cumplir con otros compromisos del día a día como ir a trabajar, llevar a los niños al colegio, hacer la compra, la comida o salir a practicar deporte. Y esta nueva moda ha hecho que los bares se adapten, amplíen su carta y ofrezcan nuevos productos para captar a ese público: panes de cereales, integral, leche sin lactosa, tés de sabores y tostadas de aguacate o rulo de cabra que han desplazado a la tradicional de mantequilla y mermelada. Sin embargo, todos coinciden: triunfa la de queso y jamón york. 

Los bares siempre han ofrecido desayunos, pero varios establecimientos de la ciudad aseguran que ahora la gente sale mucho más a desayunar que antes, incluso la edad de la clientela es más variada:es decir, hay personas de todas las edades llenando las terrazas. Estos establecimientos emeritenses reiteran que está de moda ir a desayunar entre amigos o familiares. «Ahora la gente sale más que antes, se nota que hay mucha más clientela, sobre todo en las terrazas», afirma Juan Méndez, el encargado de la Bocatería Lu&Ce en la zona sur.

Terraza de la Bocatería Lu&Ce.

Terraza de la Bocatería Lu&Ce.

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Esta idea también se comparte en el centro de la ciudad. «Se nota la afluencia de gente, además de que suelen aprovechar más las mañanas que las tardes, por lo que el aumento de personas que llenan las terrazas es más notable a la hora de los desayunos», destaca el encargado del kiosco Malabar, Tato Caldera. 

Terraza del kiosco Malabar

Terraza del kiosco Malabar ,.

En el polígono Nueva Ciudad, el trabajador Balbino, de La Esquinita, sostiene que «a la hora de los desayunos hay muchas más personas». El empleado del bar La Antigua Genaro Álvarez se expresa en el mismo sentido: «Sí que está de moda el desayuno, porque aunque siempre ha venido bastante gente a desayunar, es cierto que hemos notado un gran aumento de personas que ahora vienen más». La gastronomía siempre viene acompañada de grandes cambios y uno en los que más se ha hecho notar es en la gran variedad de tostadas que se pueden encontrar a día de hoy en los distintos bares, además de los diferentes panes disponibles en los establecimientos, como el pan sin gluten, con cereales, de trigo o de centeno, entre otras variedades. También gracias al comercio internacional, muchos productos procedentes de otros lugares del mundo, como el aguacate, han llegado hasta las terrazas de la ciudad, y parece ser que ha venido para quedarse por esta nueva moda. 

La variedad de tostadas que existen a día de hoy ha cambiado las preferencias culinarias de los clientes, por ejemplo, antes se optaba más por las tostadas de mantequilla con mermelada, aceite con sal y ajo, mientras que en la actualidad las cartas de los establecimientos ofrecen opciones como las de aguacate, las de jamón york con queso (más conocida como parisina), las de rulo de cabra con lacón o de roquefort. Lo que está claro es que la de jamón ibérico con tomate sigue siendo la más solicitada.

Los bares han ampliado su carta en cuanto a la variedad de desayunos, como así lo aseguran los establecimientos consultados, además de que en comparación con años anteriores tienen más variedad que ofrecer a los clientes. «Aunque ahora haya más variedad de tostadas, también está la gente tradicional que se mantiene firme a las de toda la vida», puntualiza Méndez.

Los precios de los desayunos también han influido a la hora de ampliar su carta y estos pueden variar según las zonas de la ciudad, desde los dos euros en la periferia hasta los 3,50 euros en el centro, pero también depende de la calidad del producto, como bien explica Balbino: «Mis precios están puestos acorde a la calidad que yo considero que puedo ofrecer».