domingo, 16 de octubre de 2022

Atención obras - Cine - Ángel Carmona y Rosario La Tremendita. , . Jueves -3- Noviembre ,./ Detrás del instante - Los ‘Encuentros’ del mundo de la cultura ,. / TARDE DE CINE CON - PAVESE Y LA 'FEMME FATALE ,. / Historia de nuestro cine -Cine - El elegido .Viernes-4- Noviembre,.

 

          TITULO: Atención obras - Cine - Ángel Carmona y Rosario La Tremendita . Jueves -3- Noviembre,.

Jueves - -3- Noviembre a las 20:00 horas en La 2, foto,.

 Ángel Carmona y Rosario La Tremendita,.

 Atención Obras - Rosario Guerrero

Esta semana en ‘Atención Obras’Ángel Carmona entrevistará a la compositora, productora, letrista y multi instrumentista Rosario La Tremendita. La cantaora, nacida en el barrio de Triana de Sevilla, está considerada como “la protagonista de la última gran revolución del cante jondo”.

Sus discos muestran la evolución natural de una gran conocedora del flamenco, a la vez que la de una artista inquieta en continua búsqueda que absorbe las influencias actuales sin perder su esencia: el flamenco.

En 2021 lanza ‘Tremenda’, la primera parte de su doble álbum, ‘Tremenda. Principio y Origen’. Trabajo que supone un viaje desde el flamenco más vanguardista al más tradicional, a través de una revisión del cante jondo y de la construcción de una atmósfera electrónica dominada por el bajo y los sintetizadores. La segunda parte, publicada recientemente, ‘Tremenda origen’, aborda los mismos temas pero acompañada solo con guitarra. Para este disco ha contado con guitarristas como José del Tomate, Paquete, Rycardo Moreno, Niño Josele, Raúl Rodríguez, Joselito Acedo o el maestro Rafael Riqueni.

La artista actuará el próximo próximo 26 de octubre en los Teatros del Canal, en el marco del Festival Suma Flamenca de Madrid. Antes de esa fecha la sevillana recalará en Granada, Lepe (Huelva) y Montoro (Córdoba). En noviembre La Tremendita actuará en Málaga y el Festival de Jazz de Barcelona.

La obra de José Troncoso

En clave teatral nos acercaremos al universo de José Troncoso, un autor que ha realizado algunos de los montajes más destacados del circuito off de los últimos años. Hablarán con el actor, director y dramaturgo gaditano de su trayectoria personal y profesional, donde se encuentran obras como ‘La noria invisible’, ‘Los despiertos’ o ‘Las princesas del Pacífico’.

 

TITULO:  Detrás del instante -Los ‘Encuentros’ del mundo de la cultura ,.

 

Miércoles -2- Noviembre a las 20:00 horas en La 2 / foto,.

 

 Los ‘Encuentros’ del mundo de la cultura ,.

Como lector de EL PAÍS, puedes conocer de cerca a tus artistas favoritos a través de eventos exclusivos de gran calidad periodística.

 Así son los ENCUENTROS EL PAÍS | Cultura | EL PAÍS

 

Desde EL PAÍS, te ofrecemos la oportunidad de conocer de cerca a los artistas más relevantes del panorama cultural a través de una experiencia única.

Con los Encuentros EL PAÍS serás testigo de la conversación entre nuestros periodistas y los personajes más destacados del mundo de la música, el cine, la televisión y el teatro. Tendrás la oportunidad de asistir como público a entrevistas íntimas donde podrás escuchar en primera persona sus historias y disfrutar en directo de actuaciones musicales exclusivas. 

Cantantes como Pablo Alborán, Alejandro Sanz, Leiva o Dani Martín, actores como Luis Tosar, Mario Casas, Emma Suárez o Inmanol Arias y directores como Álex de la Iglesia o Daniel Guzmán, son algunos de los invitados que han pasado por los Encuentros de EL PAÍS. 

 

 

TITULO:TARDE DE CINE CON - PAVESE Y LA 'FEMME FATALE,.

 

PAVESE Y LA 'FEMME FATALE,.


PAVESE Y LA 'FEMME FATALE' | Hoy

foto / Un 27 de agosto en la ciudad de Turín, Cesare Pavese decide quitarse la vida. Y lo hace según el dictamen de su poema quizá más conocido, aquel que alimentaría el mito de su amor sin final feliz junto a la actriz estadounidense Constance Dowling: «Vendrá la muerte y tendrá tus ojos» a quien le escribe una última carta que denota una vez más el universo convulso y siempre propenso a la caída de aquel joven de Santo Stefano Belbo que tras la muerte de su padre llegó a mostrarse profundamente introvertido, tímido y reservado, un Pavese cuya «vocación» al suicidio lo mantuvo abrazando causas contradictorias, pasando del comunismo al fascismo sin más teoría que su apasionado capricho, el de un poeta al que el amor pudo mantener a salvo aunque las mujeres fueran siempre para él como un pueblo enemigo; ya había fracasado antes en un intento de suicidio cuando, de regreso al Piemonte, descubriera que una donna de la cual estuvo mucho tiempo enamorado, era finalmente desposada. En este, su intento final, Pavese le escribe a Dowling:

«No tengo más aliento para escribir poesía. Las poesías llegaron contigo y se fueron contigo. He escrito ésta hace algunas tardes, durante largas horas mientras esperaba, vacilante, poder llamarte. Perdóname la tristeza, pero también contigo estaba triste. Yo te perdono todo este dolor que me carcome el corazón, sí, te aseguro, le doy la bienvenida. Este dolor eres tú, la verdadera maravilla y el verdadero horror de ti. Rostro de primavera, adiós. Te deseo éxito en tus días y un matrimonio feliz, sí. Rostro de primavera, he amado todo de ti, no sólo tu belleza, lo cual sería demasiado fácil, sino tu fealdad, tus momentos desagradables, tu tache noir, tu rostro hermético. No te olvides de eso».

El universo de Pavese fue siempre el de un hombre lastimado por la existencia y quien buscaba infatigablemente excusas para su descenso hacia el abismo. En más de un sentido, El oficio de vivir –sus diarios escritos en algo más de quince años (1935-1950)–, representan un recorrido consciente hacia esa necesidad de hallar una justificación plausible para la muerte, para la cual Dowling como femme fatal e irrevocable ícono de esa idea del amor funesto tan suya, tan de Pavese, significó el necesario detonante final. Así escribe Pavese al referirse a la muerte en sus diarios: “Y sin embargo, no acierto a pensar una vez en la muerte sin temblar ante esta idea: vendrá la muerte necesariamente, por causas ordinarias, preparada por toda una vida, infalible, tan verdad es que vendrá». Pavese quería convertirla en un ritual más allá de la tosca naturalidad de la vejez o del tiempo que descorre las cortinas en un eterno déjà vu, buscaba simplemente razones para desistir de vivir:

«Será un hecho natural como el de caer la lluvia. Y a esto no me resigno: ¿por qué no se busca la muerte voluntaria, que sea una afirmación de libre elección, que exprese algo? ¿En vez de dejarse morir? ¿Por qué?Por esto. Se difiere siempre la sensación sabiendo —esperando— que otro día, otra hora de vida podrían ser afirmación, expresión de una ulterior voluntad que, si escogemos la muerte, excluiremos. Porque, en fin —hablo de mí—, se piensa que siempre habrá tiempo. Y llegará el día de la muerte natural. Y habremos perdido la gran ocasión de realizar por una razón el acto más importante de nuestra vida.”

Cesare Pavese era en esencia «un niño que jugaba», como bien lo dijera el portugués Fernando Pessoa en ese eterno irse desmadejando como un ovillo hacia dentro. A fuerza de consagrarse a la tristeza y el fracaso consciente frente a sus proyectos de vida, Pavese mantuvo en todo caso la dignidad de saberse parte de un espectáculo al cual había que darle un final contundente y del que pudiera sentirse plenamente dueño, no como figurante ni como pieza de ajedrez, más bien consistía en dar a a su puesta en escena el tinte de un tutti trágico con el que pudiera congraciarse, al mismo tiempo, con la idea de la muerte y con el vértigo narcótico de su propia vida, “no tengo nada que desear en este mundo, salvo lo que quince años de fracasos excluyen ahora”. Se trataba de burlar esa idea tan suya sobre aquellos dioses sin sentimientos que solo desean mantener en movimiento el gran mecanismo de la existencia terrenal, donde todo sucede como se debe, la inutilidad masoquista del sufrimiento de todos los hombres sobre la tierra, toda vez que la única alegría posible es el regreso a casa, a la soledad de ese «bien cotidiano verdadero», la soledad, aunque siempre fuese un abandonado en búsqueda de un amor irrealizable. Dice entonces en sus diarios:

“El vacío no es ya suplido por ninguna chispa vital. Sé bien que no iré más allá, y ahora todo está dicho. El fracaso es todavía peor porque algún resultado he conseguido, y no puedo abandonarme a una caída total. Y sé que me levantaré y haré todavía cosas. Pero la grieta existe, evidentemente. ”

Hay desde luego contradicción constante en Pavese y ese quizá sea uno de los más claros signos de su genio, como ese sabio de Wilde que se contradice siempre a sí mismo, acaso buscando entre las piedras un rescoldo de oportunidad para todo aquello que la vida misma niega desde su sincretismo constante. Se trataba de buscar algo de esperanza en medio de tanta pena inconsolable («Perdono a tutti e a tutti chiedo perdono. Va bene? Non fate troppi pettegolezzi«). Para el verano de 1990, Edouardo Sanguinetti escribía en el Diario de Poesía de Argentina lo que representa precisamente este Oficio de vivir, la obra autobiográfica de un suicida, y más allá de su talante funesto, se constituía como el libro de un hombre obsesionado con la idea de construirse un destino, «construirse una vida que tuviera sentido, como dar a la existencia una suerte de sacralidad». Siempre estragado por el problema de la culpa, el pecado, «la necesidad de confesarse siempre a sí mismo». Este Pavese que de repente sobrevive para nosotros en su humanidad desbordada, ese vitalismo decadente por el que recordamos incluso aquel Triunfo de la muerte de Gabriele D’Annunzio, el libro de cabecera que el propio José Asunción Silva pareciera haber estado leyendo justo antes de su suicidio. El de Pavese quizá sea el mejor libro autobiográfico escrito por un poeta (su narrativa es poesía en todo sentido aunque su producción como poeta haya sido puntualmente tan breve y no tan conocida), para tocar el tema de la muerte, quince años rondando esta idea antes de encontrar en Constance Dowling una excusa para concretarla:

“Sólo así se explica mi vida actual de suicida. Y sé que estoy condenado para siempre al suicidio ante todo obstáculo y dolor. Es esto lo que me aterra: mi principio es el suicidio, nunca consumado, que no consumaré nunca pero que me halaga la sensibilidad.

Lo terrible es que todo lo que me queda ahora no basta para enderezarme porque en un estado idéntico —aparte las traiciones— había estado ya en el pasado y ya entonces no había encontrado ninguna salvación moral. Tampoco esta vez me templaré, es claro.”



TITULO:  Historia de nuestro cine -Cine -   El elegido ., Viernes- 4- Noviembre ,.

 

 El Viernes - 4- Noviembre  a las 22:15 por La 2, foto,.

 El elegido

 
Reparto

 España, 1937. Un joven oficial republicano llamado Ramón Mercader es reclutado por el servicio de espionaje soviético para participar en una misión de alto secreto ordenada por el propio Stalin: asesinar a León Trotsky, a quien considera un traidor. Tras prepararse en Rusia, Ramón deja su vida y viaja a París bajo una nueva identidad, la de un belga adinerado llamado Jacques Mornard. Allí conoce a Sylvia, una joven trotskista, quien no tardará en ser seducida por Jacques. En 1940 se reencuentran en México, país en el que Trotsky vive exiliado. Ramón dice refugiarse de la Guerra que asola Europa y Sylvia trabaja como secretaria de Trotsky. Ajena a los verdaderos planes de su amado, Sylvia le abre las puertas de su vida y le introduce en el círculo íntimo de su objetivo.

 

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