España a ras de cielo ,.
España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo. Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista. , etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO - 14 - Junio ,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.
Julieta Zylberberg,.
Julieta Zylberberg - foto,. | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
4 de marzo de 1983 (37 años) Buenos Aires, Argentina | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Pareja | Esteban Lamothe (2007-2017) | |
Hijos | Luis Ernesto Lamothe (n. 2012) | |
Información profesional | ||
Ocupación | actriz | |
Años activa | 1995-presente | |
Premios artísticos | ||
Premios Cóndor de Plata |
Mejor actriz 2011 - La mirada invisible1 | |
Trayectoria
Comenzó su carrera en la tira infantil Magazine For Fai, conducido por el inefable Mex Urtizberea, fiel exponente del humor "in" y del "out style".2 Su primera participación fue en la película La niña santa en el 2004,3 en ese año también estuvo en el primer capítulo de la telenovela Culpable de este amor y apareció en la miniserie Sangre fría.Luego en el 2005 participó en la película Géminis, e interpretó varios papeles en algunos episodios de la primera temporada de Casados con hijos con el destacado actor, Guillermo Francella y la actriz Luisana Lopilato.2
En el 2006 participó en la película Cara de queso y en el programa de televisión Bendita vida.4
Un año después, protagonizó la película Tres minutos junto a Nicolás Pauls y Antonella Costa.
En 2008, actuó en la comedia Una de dos (que comenzó el 28 de enero y terminó el 21 de febrero por bajo índice de audiencia). Debido a esto, Julieta se quedó sin trabajo, hasta que fue llamada para que realice una participación especial en la serie Aquí no hay quien viva, adaptación de la versión española. En ese mismo año, participó en la miniserie de televisión e Internet Amanda O, interpretando a la secretaria personal de Natalia Oreiro.
En 2009, antagonizó en Enseñame a vivir, la telecomedia de Pol-ka Producciones.5
En 2010, protagonizó la película La mirada invisible; y participó en la obra de teatro Agosto: Condado de Osage, trabajando junto a grandes actrices como Norma Aleandro y Mercedes Morán.
12 meses después, tuvo un papel en la película Los Marziano protagonizada por Guillermo Francella y luego interpretó a Helena Epstein en la telenovela de Pol-Ka Producciones, llamada Los únicos.
En 2012 actuó en Condicionados personificando a Charo, la hija de Soledad Silveyra y Oscar Martínez y protagonizó la película Extraños en la noche junto al cantante y actor Diego Torres.
El 8 de diciembre del 2012 se convirtió en madre por primera vez de un varón, junto al que era su pareja, Esteban Lamothe2 al que llamaron Luis Ernesto Lamothe.67
Luego de cuatro años, en 2016, protagonizó junto a Juan Minujín, Loco x Vos, una comedia argentina, versión de la estadounidense "Mad About You" que fue transmitida por Telefe.
El miércoles 31 de mayo de 2017 confirmó su separación de su pareja, el actor argentino Esteban Lamothe., etc,.
TITULO: Ochéntame otra vez - Strange fruit' de Billie Holiday: tres estrofas de jazz contra el racismo .
Ochéntame otra vez - Strange fruit' de Billie Holiday: tres estrofas de jazz contra el racismo .
Jueves -11- Junio a las 22:35 por La 1, fotos,.
Strange fruit' de Billie Holiday: tres estrofas de jazz contra el racismo .
Una
insólita biografía sobre Billie Holiday narra la historia de una
canción por la que ella fue tan venerada como perseguida, un himno
contra la segregación racial, esa infamia que aún suelta coletazos
De los árboles sureños pende una extraña fruta, /
hay sangre en sus ramas y sangre en sus raíces, / cuerpos negros que
balancea la brisa del sur, / extraña es la fruta que cuelga de los
álamos. EEUU, primer tercio del siglo XX. Hombres negros se balancean sangrantes y mutilados a la vista festiva de los blancos. Han sido culpables de «arrogancia», contestar fuerte a un blanco, mirar a una mujer de raza superior o comprarse un coche. El sur del país es una cosecha de cadáveres verticales.
Nadie se escandaliza demasiado. Los estados sureños viven el crimen de las turbas como un espectáculo y los del norte miran para otro lado mientras miles de hombres y mujeres de raza negra mueren en el espanto de un deporte popular: el linchamiento.
Y entonces, una canción lo empieza a cambiar todo.
Strange fruit.
Y una voz, negra y lenta, se la muestra al mundo con el desgarro del jazz.
Billie Holiday.
Quizá, antes de morir bajo la rodilla de un policía blanco, George Floyd había oído muchas veces en su vida Strange fruit. Y quizá había leído historias de la vida de Billie Holiday. Ahora, un libro sobre la cantante descubre algunos secretos de la canción.
Y viceversa.
Se titula Con Billie Holiday, una biografía coral (Libros del Kultrum) y es una profunda investigación de la vida y la muerte de aquella garganta. La escritora, Julia Blackburn, ha buceado en un material insólito, más de 150 entrevistas que la periodista Linda Kuehl realizó en los años 70 a amigos, enemigos, policías, toxicómanos, músicos, vecinos y estudiosos de Billie Holiday.
El material era abrumador hasta para la propia Kuehl, dos cajas de zapatos llenas de cintas magnetofónicas, recortes de periódicos, historiales médicos, archivos policiales, documentos legales, actas de juicios, cartas, listas de la compra, postales y hasta anotaciones de la ayudante de Billie Holiday. La periodista hilvanó decenas de folios y se enfrentó a sí misma y a terceros por la responsabilidad de tener que pronunciarse sobre la relevancia y el valor de las fuentes. Hasta dos editores, incluido el que le había encargado el trabajo, rechazaron el ecléctico retrato porque era «un batiburrillo donde el lector se pierde con facilidad». Una noche de 1979, Linda Kuehl se sentó en el alféizar de la ventana del tercer piso del hotel de Nueva York al que había viajado para ver una actuación de Count Basie y se lanzó al vacío.
Tras el suicidio, la familia de Kuehl guardó todo el material que ella había acumulado y años después se lo vendió a un coleccionista privado. Julia Blackburn lo encontró y logró que le permitiera consultar una montaña de carpetas y documentos. Y tras cientos de zambullidas en ese material, Blackburn ha compuesto Con Billie Holiday, una biografia coral, un testamento tan ácido como cálido sobre aquella mujer y sus circunstancias.
Y entre ellas está una canción, apenas tres minutos que cambiaron la vida de Billie Holiday y ayudaron a mejorar la Historia.
Un día de 1935, Abel Meeropol, un profesor judío que por la mañana daba clases de inglés y por la noche escribía poemas y hacía política clandestina de izquierdas, vio la foto de un hombre colgado en un árbol tras un linchamiento. Estuvo tantos días impresionado con la imagen que escribió tres estrofas heridas, calientes, iracundas y combativas, un disparo de tinta contra los bárbaros.
Julia Blackburn recuerda en su libro que el propio Meeropol contaba que musicalizó el poema y que su mujer, Anne, lo cantaba en reuniones familiares.
Así que, probablemente, una persona de raza blanca, Anne Meeropol (estamos en los años 30, apellido del marido, por supuesto) fue la primera mujer que cantó Strange fruit. Pero nadie se enteró. Según cuenta la revista Opera Mundi, dos años después, el poema fue publicado en The New York Teacher, un periódico sindical, bajo el título Bitter Fruit (Amarga fruta). Lara Duncan, una cantante negra, la incorporó musicalizada al repertorio del coro del Sindicato de los Maestros, que organizaba espectáculos donde se recaudaban fondos para la lucha antifascista de la Guerra Civil española.
El coproductor de aquellos conciertos, Robert Gordon, era también el responsable de espectáculo de un club neoyorquino que iba a resultar clave en la historia de esta canción: el Café Society.
Dirigido por Barney Josephson, un ex vendedor de zapatos, el Society era un lugar de encuentro en paz entre negros y blancos, un refugio de intelectuales, escritores, artistas, líderes laborales y amantes del jazz. Charles Chaplin, Errol Flyn o Lauren Bacall se dejaban ver en sus mesas. Lena Horne, Teddy Wilson o Sarah Vaugham se dejaban aplaudir en su escenario.
Y, evidentemente, Billie Holiday.
Una noche de comienzos de abril de 1939, alguien invitó a Meeropol al Café Society. Josephson quería que Billie cantara Strange fruit, y Meeropol se sentó al piano con ella. Y la ensayaron juntos.
La investigación de Julia Blackburn cuenta que, al principio, Billie Holiday no se sentía muy cómoda con la canción porque no se parecía a ninguna de las que había interpretado en su vida. Tenía 24 años, pero ya acumulaba un repertorio de músicas enormes que no se correspondían con sus cicatrices de maltrato, violencia, racismo, cárcel y drogas.
Sin embargo, unos días después, Meeropol volvió a coincidir con Holiday y entonces pasó algo. «Billie hizo una interpretación asombrosa, dramática y emocionante. Su manera de cantar daba cuenta de la amargura y del horror que yo había querido expresar con la canción».
Nada más terminar la actuación todo calló en el local.
Silencio.
Segundos después, alguien empezó a aplaudir tímidamente y el resto de la sala se fue sumando hasta formar una ovación sin censura.
Había nacido una revolución en tres estrofas.
Bucólica escena en el Sur gallardo, / ojos saltones y una mueca en la boca, / el olor a magnolias es fresco y dulce, / y el repentino olor de la carne quemada.
La gente empezó a ir al Café Society sólo para escuchar Strange fruit cantada por aquella mujer negra en trance. La propia Holiday diría después que la canción le recordaba la muerte de su padre, al que «por culpa de las leyes segregacionistas del Sur» le negaron la asistencia médica en un hospital ocupado por pacientes blancos. Quizá por eso algunos testigos la vieron llorar más de una vez mientras cantaba este himno antiracista.
La canción emocionaba y alentaba a los defensores de los Derechos Humanos, indignaba a los supremacistas e incomodaba al mercado de las grandes discográficas porque temían perder ventas en los estados del Sur. Columbia Records se negó a grabarla y dejó el asunto a una compañía de jazz alternativo, el sello Commodore. El 20 de abril de 1939, Billie y ocho músicos desplegaron el dolor de un piano, una trompeta, un saxo alto, dos saxos tenores, una guitarra, un bajo y una batería y grabaron cuatro minutos contra un siglo de esclavitud.
A partir de ahí, Billie Holiday y Strange fruit no se separaron jamás. La artista cerraba sus espectáculos con esa canción. Los camareros dejaban de servir, el público quedaba en silencio, el local se oscurecía por completo y un foco iluminaba el rostro de Billie. Los músicos acometían una introducción, ella aparecía, se colocaba ante el micro, empezaba a cantar y tres minutos después abandonaba el escenario entre ovaciones absolutas.
Pero nunca volvía a escena.
Todo quedaba a oscuras y en silencio.
Negro.
Algunos clubes tenían reticencias con la canción, pero Billie Holiday incluía una cláusula en sus contratos para asegurarse de que el colofón de sus noches sería esa extraña fruta. Una sentencia judicial le prohibió cantar Strange fruit en el Teatro Earle de Filadelfia, pero Billie la desobedeció y la cantó. Al día siguiente, fue detenida y enviada a prisión.
Todos los senadores de EEUU recibieron una copia del disco a modo de protesta por los linchamientos, pero las cloacas del poder siguieron montando campañas anticomunistas, cerraron clubes como el Café Society y complicaron la vida de Billie Holiday. «Strange fruit fue una de las razones por las que el FBI se lanzó a por mí».
Algunos puristas dicen que Strange fruit no es exactamente una pieza de jazz.
Quién sabe.
Por el camino, gigantes como Casandra Wilson, Carmen McRae, Nina Simone o Sting fueron haciéndola también suya. Y la revista británica Q Magazine la colocó entre las 10 canciones que cambiaron el mundo.
A finales de los años 70, sentado en una sala del asilo, Meeropol era ya presa del Alzheimer. Su hijo lo visitaba con frecuencia, pero algunas veces se acercaba un poco más a su padre y tocaba en el piano algunos acordes.
Y entonces el viejo Abel reaccionaba, levantaba la vista y se ponía a cantar... Strange fruit.
Fruta que será pasto de los cuervos, / presa de la lluvia, juguete del viento, / fruta que el sol pudrirá, que del árbol caerá. / ¡Cuán extraña y amarga es esta cosecha!,.
TITULO: Cómo nos reímos - Gila nunca fue serio,.
Gila nunca fue serio,.
- Un homenaje al mítico humorista que ha creado escuela y se ha convertido en el modelo de los humoristas profesionales de hoy,.
- Desvela historia de una vida dedicada al dibujo de la carcajada en el rostro del público,.
El domingo-7- junio a las 21:30 por La2, foto,.
Gila es un personaje irrepetible, sin duda, el mejor interlocutor posible para entablar un diálogo, sin más respuesta que la satisfacción del espectador, que desvele la historia de una vida dedicada al dibujo de la carcajada en el rostro del público.
Miguel Gila, con su imprescindible
La empresa apasionante, desde el punto de vista del contador de historias, que significa presentar ante el espectador la trayectoria vital y profesional de un personaje único como Gila ha sido un gran aliciente para fijarse en él como protagonista de un documental.
TITULO: Aquí la tierra - Mercado de la Cebada ,.
foto / Visitamos la carnicería del mercado de la Cebada para conocer algunas preparaciones con carne sencillas de preparar. Elaboramos quesos en Guadarrama y, de postre, un arroz con leche especial: un arroz con leche de aprovechamiento con suero de leche. En Asturias, conocemos animales con bastante carácter.