jueves, 3 de noviembre de 2016

REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - ¿Qué regalamos al ponente? ./ ME RESBALA - DE NOCHE SALGO A CONQUISTAR EL MUNDO,.

TITULO: REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - ¿Qué regalamos al ponente? .

Un variado lote de productos gastronómicos extremeños. :: hoyREVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - ¿Qué regalamos al ponente? . fotos.

¿Qué regalamos al ponente?,.

Un variado lote de productos gastronómicos extremeños. 
  • Hay que obsequiar al conferenciante con productos gastronómicos,.

    Resultat d'imatges de TAPAS Y BARRAS - fotosResultat d'imatges de UN PAIS PARA COMERSELOEl otro día inauguré el curso en el instituto García Téllez y me regalaron dos botellas de tinto extremeño Mansaborá, que decía Pablo Medrano que no tiene nada que envidiar al Pago de Carraovejas. Fue emocionante recibir aquel presente. Nada de bolígrafos, carpetas ni libros objeto y, sobre todo, nada de placas. Cada vez que llego a casa con una placa, intuyo las intenciones de quien la coloca en una repisa: tirármela a la cabeza. Con las repisas llenas de placas pasa como con el Victoria & Albert Museum de Londres, que mi madre, cuando lo visitó, no se admiró ante tanta pieza preciosa y tanto detallito 'art déco', sino que exclamó: «¡Virgen Santa!, pobre de quien tenga que limpiar el polvo de tanto cacharro».
    Cuando acude alguien a conferenciar a la Casa de Cultura, al instituto o al Casino, las cabezas pensantes se reúnen para decidir qué se le regala y convienen en que lo mejor es una placa bonita con una leyenda cariñosa. Y al acabar la conferencia, se acercan al ponente y le hacen el obsequio, que llega convenientemente envuelto y guardado en una caja. El agasajado la abre con mucha ceremonia, sabiendo perfectamente de qué se trata, pone cara impostada de sorpresa, sonríe emocionado y agradece casi con lágrimas en los ojos, que son falsas si no se encarga de limpiar el polvo en su casa o sinceras si le toca ese menester doméstico.
    Por eso, cuando me regalaron dos botellas de vino, me llevé una gran alegría. La misma que en Guareña cuando recibí una botella de aceite por hablar o en Hervás tras recoger un bote de miel, una lata de pimentón y unos chorizos por pregonar. Porque una cosa está clara: a nadie le pagan por hablar, olvídense de pedir dinero por dedicar dos tardes a preparar su conferencia, hacerse 200 kilómetros, charlar durante dos horas, ser amable con medio pueblo, cenar con quienes le invitaron y regresar a casa a las dos de la madrugada. Pero ya que no le pagan a usted (el del sonido, cobra, la imprenta que hace los carteles, también, el bar que trae el agua mineral, lo mismo y si algún empleado hace horas extras, no le faltará la bonificación). Ya que no le pagan, digo, por lo menos que le alegren la merienda del día siguiente.
    En mi lugar de trabajo procuro ser coherente y a los conferenciantes les pagamos siempre el hotel, el viaje y la gratificación correspondiente, pues entendemos que la cultura es un trabajo más. Pero no falta el detalle de recuerdo. En ese punto, pretendíamos ser originales y no dábamos placa, pero yo creo que hacíamos el ridículo igual porque entregábamos un abrecartas, un archivador, una cartera mona. El conferenciante observaba el obsequio con cara de póker, hasta que adivinaba o le explicábamos que aquel puñal plateado era para abrir unas cartas, que, dicho sea de paso, ya no recibe nadie, y ponía cara de felicidad extrema. «Cada vez que encuentre en el buzón una carta del banco, la abriré acordándome de vosotros», nos decía con sorna, y yo interpretaba al instante que se acordaría, en tal caso, de nuestra madre.
    Así que, tras la alegría de las dos botellas de vino, hemos cambiado la costumbre de entregar a los conferenciantes presentes inútiles, hemos copiado al Téllez y cuando el otro día vino un importante catedrático de Madrid a inaugurar el curso, le entregamos una aparente caja conteniendo licor de cereza del Jerte, cerezas, también del Valle, en conserva, una botella de aceite de oliva virgen extra de Gata, una caja de bombones de higo de Almoharín, un tarro de mermelada artesana de Guijo de Santa Bárbara y una botellita de vino Ribera del Guadiana. Supe que habíamos acertado porque el conferenciante no se separó de su caja en toda la mañana.

    TITULO: ME RESBALA -   DE NOCHE SALGO A CONQUISTAR EL MUNDO,.

    Sanjuan anuncia que el próximo mes de mayo se enfrentará a un reto «muy, muy gordo». ME RESBALA -   DE NOCHE SALGO A CONQUISTAR EL MUNDO, fotos.

    De noche salgo a conquistar el mundo,.

    Sanjuan anuncia que el próximo mes de mayo se enfrentará a un reto «muy, muy gordo».
  • Resultat d'imatges de me resbala fotoValentí Sanjuan, que superó una racha de golpes en su vida gracias a las carreras extremas, tiene un nuevo reto: practicar 'Deportes Imposibles' en el canal A&E,.

    Valentí Sanjuan (Barcelona, 1981) se define como 'Iroman', 'Ultraman y Batman, como «un exgordo que un día se levantó del sofá». El reto más difícil de su vida le llegó cuando le despidieron de su trabajo como periodista, su novia le dejó por otro y su madre «murió de cáncer, de forma fulminante», todo al mismo tiempo, en 2013. Lo que a cualquier otra persona le hubiera dejado anestesiada, a él le sirvió de acicate para empezar una nueva vida. Escribió un libro ('Lo que te hace grande'), montó una empresa de contenidos, abrió un canal de Youtube (Valentíestáloco, que cuenta con más de 138.000 suscriptores) y se preparó en solo dos meses para correr carreras extremas, como el Iroman de Lanzarote, una prueba que consiste en nadar 3,86 kilómetros, otros 180 de ciclismo y 42,2 de carrera a pie, equivalente a un maratón, en menos de 17 horas. Ahora su historia llega a la televisión de la mano del canal de pago A&E con 'Deportes Imposibles' (se estrena mañana a partir de las 22.50 horas).
    Nuestro protagonista tendrá que enfrentarse, con una preparación de solo 48 horas para adaptarse a los retos, a deportes minoritarios pero que exigen una gran técnica y un entrenamiento muy específico. Es el caso del chess boxing, que mezcla dos disciplinas tan dispares como el boxeo o el ajedrez; el fútbol gaélico, deporte nacional irlandés que comparte elementos con el fútbol y el rugby; el kayak polo, en el que los participantes han de anotar tantos con un balón mientras están subidos en una piragua; el skeleton, que consiste en descender una carretera de montaña a más de 80 kilómetros por hora sobre una lámina de metal con ruedas; el hockey subacuático, que se practica de igual forma que el normal pero bajo el agua; y el ultimate beach frisbee, que lleva el lúdico entretenimiento del disco volador playero hasta las últimas consecuencias.
    «Preparación no había ninguna, desconocía todos estos deportes. Yo había jugado a fútbol, del chess boxing solo sabía mover las fichas de ajedrez y del kayak polo, pues sí, lo típico, sabía remar porque lo había hecho en las convivencias del cole. El reto para cada una de estas situaciones era en 48 horas tener unas nociones mínimas para enfrentarme a gente profesional cuando llegara el momento. Al menos no hacer el ridículo, dar el pego, y ver también cuál es la dificultad de estos deportes, lo que engancha a las personas que lo practican», explica Sanjuan a este periódico.
    ¿Cuál fue el más complicado?
    En el que tuve más presión fue en el chess boxing'; piensas que solo vas a jugar al ajedrez y ya está, pero tenía enfrente a un subcampeón del mundo que te está arreando. Es muy 'heavy' ponerte delante de un tío muy fuerte que durante tres minutos va a intentar darte palos y que luego, cuando baja la adrenalina, ya estás sentado delante de un tablero intentando que no te dé jaque mate. En el combate había público y todo, no fue el más difícil, pero a la que te despistas te pueden saltar un diente. Sin duda, fue en el que sufrí más.
    Los límites están en nuestro cerebro.
    Sí. Todo el mundo tiene que ser un poco realista con uno mismo, hay que motivarse y poner todos los medios para conseguir lo que se quiere. A veces se tardan dos meses, otros dos años en prepararlas. Pero se acaban consiguiendo si quieres de verdad. Solo hace falta ponerse el machete entre los dientes.
    Lo peor que puede pasar
    ¿Qué le diría a una persona que se encuentre en una situación parecida a la que usted vivió?
    Que encuentre la motivación, las ganas, aquello que quiera hacer. Yo lo encontré en las carreras extremas, en montar una empresa y en llevar un canal de YouTube. Hay gente que lo encontrará en viajar, en sacarse unas oposiciones o en volver a perseguir a esa chica que de pequeño le dio calabazas. La opción de dejar las cosas tiradas está muy bien hasta que un día un empleado de la funeraria te afeite dentro de una casa de pino. Decir en ese momento: '¿Y si hubiera dado ese paso?'... Es lo peor que nos puede pasar».
    Seguro que le han dicho más de una vez que se busque un trabajo 'normal'.
    (Carcajada) Sobre todo mi abuela. ¡A ver qué le cuento! Imagínate cómo se lo explicará ella a sus amigas. Estamos en un mundo donde tenemos la opción de dedicarnos a lo que queramos y si lo hacemos de forma original puedes salir adelante. Yo soy un 'Batman', tengo mi vida normal, como todo el mundo, pero cuando se hace de noche o cuando me puedo poner la máscara salgo a conquistar el mundo por ahí.
    ¿Cuál será su próximo reto?
    No se puede contar, es secreto. Pero, a más corto plazo, me voy a la Transcumbres en Argentina y a la Titan Desert en Cuba. En mayo voy a hacer un reto muy, muy gordo, pero no se le puede poner nombres y apellidos porque no me dejan.

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