jueves, 25 de agosto de 2022

7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar -Martes - 23, 30 - Agosto - Bendita banalidad ,. / LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -22, 29 - Domingo -21, 28 - Agosto - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 23, 30 - Agosto - Vanesa Romero ,. / Viajeros Cuatro - Marsella, mirador al Mediterráneo ,. / ¿Te lo vas a comer ? - La uva más denostada de Castilla-La Mancha resurge de sus cenizas,. . Alberto Chicote . / Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO - Eva Perón,.

 

 TITULO: 7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar -Martes -23, 30 - Agosto - Bendita banalidad ,.

¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.

 Lo mejor del programa ¡Buenos díasJavi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
 

 Al rincón de pensar - Martes -23,30 - Agosto,.


Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar, fue un programa de televisión español en el que cada semana dos personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores, deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.

 

 Bendita banalidad,.

 

 

La banalidad del drama: la literatura que surge de los grandes juicios históricos,.

Rebecca West, Hannah Arendt y Joseph Kessel son algunos de los más célebres cronistas judiciales, a los que se ha sumado Emmanuel Carrère con sus textos sobre el proceso por los atentados de 2015 en París. Su relato por entregas, publicado por este diario, termina este domingo,.

 La banalidad del mal, 50 años después | Cultura | EL PAÍS

foto / El ensayo de Hannah Arendt sobre el juicio al mandatario nazi Adolf Eichmann celebrado en la capital de Israel en 1961, Eichmann en Jerusalén, es seguramente la referencia de una larga tradición literaria de grandes crónicas sobre juicios. La filósofa alemana se convirtió en referente sin haber sido la pionera: 15 años antes, la novelista inglesa Rebecca West había cubierto los juicios de Núremberg —enviada como Arendt por el semanario The New Yorker—, y en ese mismo juicio estuvo también el escritor francés Joseph Kessel, enviado por France-Soir, que ya había cubierto en Francia el juicio al mariscal Pétain —jefe del Gobierno pronazi durante la II Guerra Mundial—, y que después cubriría el de Eichmann. Todas esas crónicas, escritas para la prensa, pueden leerse hoy en formato libro. Otro francés, Emmanuel Carrère, acaba de terminar su cobertura del proceso por los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París —la última entrega se publica mañana en este diario—. Carrère descartó al inicio que se tratara de un “Núremberg del terrorismo”: “[allí] se juzgó a altos dignatarios nazis, aquí se juzgará a pequeños maleantes adoctrinados, (…) pero será también un gran acontecimiento, algo inédito que deberá encontrar poco a poco sus reglas y su dramaturgia”, escribió en septiembre pasado. El septiembre próximo saldrá el libro.

La expresión “altos dignatarios nazis” es históricamente exacta, pero quizá sugiera una imagen muy distinta a la de los retratos que los cronistas hicieron de los acusados de Núremberg. El contraste entre una maquinaria articulada para asesinar a millones de personas y sus dirigentes, aquellos mataos que ya sin la parafernalia violenta del poder se sentaron en el banquillo en 1946, es una de las claves que comparten la mirada de West en Un reguero de pólvora (Reino de Redonda), y Kessel en Jugements derniers (Tallandier, sin edición española). “Ninguno luce sobre la frente, o en los ojos, el menor rastro, el menor reflejo, la más mínima justificación de su gloria pasada, o del terrorífico poder que tuvieron”, escribió Kessel. Para West, el contraste era casi categórico: “Aquí había un misterio: el de que Don Mojigato hubiese cometido un crimen tan enorme y despiadado”.

Dicho contraste, Hannah Arendt lo categorizó: en su crónica acuñó un concepto, la banalidad del mal, que desató una fuerte polémica. Arendt vio en Eichmann a un tipo “normal”, tan normal que actuó como millones de alemanes y como probablemente habrían actuado millones de ciudadanos de cualquier otro país en las mismas circunstancias. “En las circunstancias imperantes en el Tercer Reich tan solo los seres ‘excepcionales’ podían reaccionar ‘normalmente’. Esta simplísima verdad planteó a los jueces un dilema que no podían resolver, ni tampoco soslayar”, escribió Arendt.

Desajustes y dramaturgias

“El mal no era el resultado de un juicio moral equivocado”, dice Reyes Mate, profesor emérito del CSIC, para explicar el concepto de Arendt, “el mal se debía a una estructura del ser humano, en el que la humanidad y la animalidad están muy cercanas, todos somos potencialmente criminales, basta dejar de pensar y dejarte llevar por lo que te dicen, para convertirte en uno de esos individuos que colaboraban directa o indirectamente con el genocidio judío”, añade el autor de Memoria de Auschwitz.

Quizá Arendt acertó a describir al arquetipo de nazi, pero no es seguro que acertara a describir al verdadero Adolf Eichmann, dados los documentos y biografías aparecidas desde entonces. A otra escala, ese es el dilema, y el riesgo, de cualquier cronista: dónde radica la singularidad y dónde el drama de siempre. Tanto de los protagonistas como del momento histórico. “Las crónicas reflejan muy bien el momento en que la sociedad enjuicia ese pasado”, señala Mate. “Se ven muy bien en los juicios los límites del derecho y el desafío de los problemas. Hay un cierto desajuste entre tener que juzgar esos crímenes con leyes dadas y la enormidad del acontecimiento [el Holocausto] que no estaba prevista y que obliga a abrir nuevos caminos”, añade.

Asoma siempre la dramaturgia del proceso. Desde los jueces ingleses, por una vez sin pelucas, del Tribunal internacional Núremberg —se pretendía así desprender a los magistrados de los rasgos nacionales de sus países— a la “sala del juicio” de Jerusalén que Arendt vio “dispuesta como un teatro”, algo que atribuyó a los planes del primer ministro israelí Ben-Gurión de que el juicio sirviese como puesta en escena del Estado hebreo. “La justicia, aunque quizá sea una abstracción para quienes piensan como el primer ministro, demostró ser, en el caso de Eichmann, mucho más severa y exigente que Ben-Gurión y el poder concentrado en sus manos”, escribió Arendt.

Al margen de esos procesos históricos, otros autores se han ocupado de ese “experimento historiográfico” (Ferrajoli) que es cualquier juicio. Hay quien ha visto en ello una guerra entre dos versiones en la que no triunfa la más veraz, sino la más eficaz dramáticamente, como Janet Malcolm en su Ifigenia en Forest Hills (Debate), sobre un juicio por asesinato. Javier Melero, abogado de varios independentistas y autor de una crónica sobre el juicio del Procés, El encargo (Ariel) está de acuerdo a medias: es verdad que las partes tratan únicamente de “dotar de contenido jurídico a la versión de su cliente”, admite. Pero eso no quita que el sistema pueda funcionar: “Yo creo que sí hay una pretensión honesta de descubrir qué pasó, castigar a los culpables y reparar a las víctimas”, dice. “Verdad y Justicia son conceptos extremadamente arrogantes. De lo que se trata es de conseguir resultados mínimamente aceptables”, añade.

Los juicios por los grandes atentados terroristas atraen ahora las grandes coberturas, aunque no en exclusiva. Pablo Ordaz, periodista de este diario, cubrió el de los atentados del 11M en Madrid, y el del procés en el Tribunal Supremo. También en España, José Luis Martín Prieto cubrió así el juicio del 23-F para este periódico en 1982, y sus crónicas se recogieron luego en el libro Técnica de un golpe de Estado (Grijalbo). Antonio Muñoz Molina hizo lo mismo con el juicio contra parte del GAL en 1998, en La puerta de la infamia. Crónicas del caso Marey (Fundación Huerta de San Antonio). Más recientes, Arcadi Espada cubrió para El Mundo el del procés, publicado como Sed de Lex (Funambulista), y Guillem Martínez, para Ctxt, como Caja de Brujas (Contextos).

“A medida que avanza un juicio, vas descubriendo que lo que más polémica ha creado, a la hora de la verdad, que es lo que es un juicio, no tiene tanta importancia”, dice Ordaz, autor de Los tres pies del gato (Aguilar; sobre el 11M) y El juicio sin fin (Círculo de tiza; sobre el procés). Las reglas y las formas del proceso, tan tediosas, permiten a la justicia materializar sus objetivos, a muchos niveles. “Un juicio es una representación, una escenificación del crimen y de la víctima, y conlleva un momento pedagógico y un momento de justicia para la víctima fundamental”, sostiene Mate.

A diferencia del teatro y los relatos de ficción, la representación judicial incluye necesariamente el aburrimiento. “El símbolo de Núremberg era un bostezo”, escribió West, como quien levanta acta de un hecho desagradable, pero ineludible. Dios es mejor narrador: “Si el Alá de Las mil y una noches hubiese regido este designio divino, habría aparecido un ángel y fulminado a todos los acusados y luego habría proclamado que el resto de los presentes en el tribunal podría hacer lo que se les antojara, y ellos habrían huido (…) de regreso a la vida”.

A lo largo de todo el juicio, Carrère ha afrontado el desafío que el bajorrelieve de esos “pequeños maleantes”, adoctrinados en nombre de Alá, pero procesados por la justicia humana, suponía para su relato. Por suerte, no eran los únicos convocados. “Centenares de seres humanos que tienen en común haber vivido aquella noche del 13 de noviembre de 2015, haber sobrevivido a ella o haber sobrevivido a quienes amaban, van a comparecer ante nosotros y a tomar la palabra. Oiremos la verdad”, escribió sobre las víctimas.

La madre del español Juan Alberto González Garrido, asesinado en el Bataclan, compareció el 20 de octubre. “La sentencia no va a reparar el daño”, declaró. Concluido el juicio, en una terraza madrileña, Cristina Garrido, contaba este jueves que se “sintió liberada al hablar y decir lo que sentía” en el juicio. “Hablar de Juan Alberto me duele bastante, pero hablar de él es mantener viva su memoria y que no caiga en el olvido”.


 TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -22, 29  - Domingo -21, 28 - Agosto - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 23, 30 - Agosto - Vanesa Romero ,. 

 

DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -23, 30  - Agosto,.


 El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso. Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los invitados durante dos días pasando una noche allí. El MARTES -  23, 30 - Agosto  ,  a  las 22:40 por antena 3, etc. 

 

LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -22, 29  - Domingo -21, 28 - Agosto - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 23, 30 - Agosto -  Vanesa Romero,.


 Vanesa Romero,.


«Me he enfrentado a mis peores miedos»,.

 Me he enfrentado a mis peores miedos» | leonoticias

foto - La actriz Vanesa Romero, recuperada de un coronavirus que le llevó a sentir «que me moría», cumple 42 años y publica su primera novela,.

Han sido dos meses con el bicho dentro, pero ya está fuera, ya tengo anticuerpos», explica aliviada Vanesa Romero, tras haber vivido una auténtica película de terror como víctima del coronavirus. «No llegué a ingresar en un hospital pero soy asmática y sentía que me ahogaba». Ya recuperada, la actriz ha cambiado la angustia de la enfermedad por la alegría de vivir. Tiene motivo. El próximo jueves cumplirá 42 años y acaba de publicar su primera novela. Se titula 'Música para Sara', una historia de superación personal de tintes autobiográficos. « Con Sara me he reído, he llorado y me enfrentado a mis peores miedos. Ha sido un viaje increíble».

Detrás de la alocada Raquel Villanueva de 'La que se avecina' hay una alicantina muy disciplinada que de niña aspiraba a ser la primera de la clase y a menudo se quedaba en casa escribiendo cuentos mientras sus amiguitos de la urbanización jugaban en la calle... «Soy perfeccionista sin llegar al extremo», matiza Vanesa, que ni en sus mejores sueños se llegó a imaginar como novelista. La trama surgió en su cabeza mientras escribía 'Reflexiones de una rubia', su primer libro. «Pero una novela ya es un salto tremendo. Fue mi editor el que confió en mí. Descubrí que yo misma me estaba poniendo límites y cortando las alas. Al final, si dejas a un lado a tu Pepito Grillo, pueden salir cosas muy interesantes».

Lo que no imaginaba Vanesa es que antes de su debut como novelista tendría que atravesar el desierto... « Al comienzo del estado de alarma empecé con 38 de fiebre. Perdí el olfato y el gusto. Me hicieron la prueba y di positivo en coronavirus. Me pusieron en tratamiento, pero es un virus muy raro, va y viene, es una montaña rusa. De repente estás muy bien y luego te da un bajón horrible. Se me inflamaron los bronquios, tenía taquicardias... Nunca estoy enferma y en esta ocasión sentía que me moría. Pasas terror porque es una infección desconocida, y de pronto tu país está paralizado, los hospitales colapsados. Una voz en tu interior te dice: Vas a morir tú también».

Aficionada al yoga y a las terapias alternativas, Romero echó mano de todas las herramientas que guarda en lo que ella denomina su «botiquín para el alma». Desde la meditación al mindfulness o al Ho'oponopono, técnica de sanación polinesia que persigue borrar los pensamientos dolorosos. «He tenido que sacar todos mis recursos y dejar de ver las noticias porque me ponía peor. En lugar de eso, escuchaba música, me relajaba y empezaba a crear mis frases y afirmaciones positivas».

La actriz mantiene una relación estable con el músico y productor Alberto Jiménez, batería del grupo 'Showpay'. Él ha compuesto la canción que acompaña 'Música para Sara', por petición expresa de su autora. « Sigo siendo una romántica y me gustaría volver a casarme, creo en el amor para siempre y pienso que la persona con la que estoy es el hombre de mi vida», afirma Vanesa, que en el pasado sufrió un fracaso sentimental junto al director y guionista Alberto Caballero, con quien convivió siete años y solo uno de matrimonio. «Cada historia de amor es única, y porque la anterior saliera mal no tiene que repetirse en la siguiente -razona-. Cuando uno empieza con alguien tiene que ser generoso, quitarse mochilas, dejar el pasado atrás y no trasladar tus miedos e inseguridades a la pareja porque si no al final no vives la relación plenamente, vives con fantasmas».

«Quier intentar ser madre»

La hiperactiva Vanesa (Miss Alicante 1998), además de una serie de éxito, tiene más de un millón de seguidores en Instagram y un canal de Youtube. Y luego está el proyecto de la maternidad... «Lo del reloj biológico es un 'come-come'. Siempre estas dándole vueltas hasta que llega un momento en el que es ahora o nunca. Yo quiero intentarlo. Me gustaría vivir la experiencia de ser madre, pero siempre pienso que las cosas vienen cuando tiene que venir. Ahora que tengo anticuerpos quizás me pueda tranquilizar y sea el momento».

Sara, la protagonista de su novela, es una deportista de élite cuya vida da un giro radical en ocho segundos. Vanesa también practicó atletismo de jovencita y las lesiones le obligaron a abandonar. Igual que Sara, apenas tenía 18 años cuando decidió irse a Madrid a probar fortuna. «La diferencia es que a mí mis padres me apoyaron». La mediana de tres hermanos, Vanesa Romero no ha dejado de ser aquella niña «muy responsable» que pasó una temporada enferma de anginas y le pedía a su hermana que le llevara los deberes porque no quería perder el curso... «Soy competitiva -admite la actriz-, pero conmigo misma. Jamás competiría con un compañero».

 

TITULO:  Viajeros Cuatro -  Marsella, mirador al Mediterráneo .


El Miércoles -24, 31 - Agosto a las 22:45 por La cuatro, foto,.

 

 Marsella, mirador al Mediterráneo,.

 

 

El mar lo impregna todo en la segunda ciudad francesa más poblada, con barrios encantadores como el de Panier,.

 🌍 10 Consejos / Tips para viajar a MARSELLA y alrededores (Calanques) |  Francia | Guía de Viaje - YouTube

 Marsella, la capital de la Provenza, es un puerto de 855.000 habitantes en el que se tocan las cuatro esquinas del Mediterráneo, y que tiene tanto de Lyon o París como de Nápoles o Argel, considerada como su hermana gemela al otro lado del mar. En un mismo día nos perderemos por un bazar del norte de África, descubriremos uno de los edificios más interesantes de Le Corbusier y contemplaremos la puesta de sol en un archipiélago que parece recortado del Egeo.

 

9.00 El puerto colonial

Se llegue en avión o en tren —existe una línea de alta velocidad entre Madrid, Barcelona y Marsella—, la estación de Saint-Charles (1) da la bienvenida al viajero. Fue construida en 1848 sobre una colina desde la que se contempla toda la ciudad, incluida la basílica de Notre Dame de la Garde (2), cuya silueta no desaparecerá del horizonte en las próximas 24 horas. En la escalera monumental que une Saint-Charles con la ciudad están representadas las alegorías de África y Asia, que nos recuerdan que Marsella fue el principal puerto colonial francés.

9.30 Una galleta, un barco

A escasos 10 minutos de la Gare de Saint-Charles, junto a las neogóticas agujas de la iglesia de los Réformées (3), encontramos la Pâtisserie Plauchut (4), cuya decoración decimonónica da prueba de sus 200 años de historia. Ubicada al comienzo de La Canebière, en tiempos el bulevar más elegante de Marsella, esta pastelería ofrece una riquísima variedad de dulces típicos, entre los que destacan las navettes, unas galletas con forma de barquito que se toman el día de la Candelaria, el 2 de febrero.

 

10.30 La medina de Noailles

Después del cruce de La Canebière con el Boulevard Garibaldi comienza el Quartier de Noailles. A lo largo del siglo XX sus empinadas cuestas acogieron tanto a los armenios expulsados del imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial como a los pied noirs (pies negros), los franceses repatriados tras la independencia de Argelia. Prueba de este cosmopolitismo es el mercado des Capucins (5), un colorista zoco callejero que de lunes a sábado reúne puestos de verduras, carnes, dulces y especialidades del Magreb, como pastelas o burekas. También en Noailles se sitúa uno de los comercios con más solera de la ciudad, la Maison Empereur (6), una ferretería, cuchillería, droguería, juguetería y tienda de todo lo imaginable fundada en 1827 que conserva cierto estilo vintage. No faltan ni el clásico jabón de Marsella ni las tomettes, los baldosines hexagonales típicos de la Provenza.

11.30 Un paseo en autobús

Si seguimos bajando por La Canebière encontraremos la parada del autobús 521, que nos acercará a la Unité d’Habitation (7), declarada en 2016 patrimonio mundial por la Unesco junto a otros 16 proyectos de Le Corbusier. Además de ser una muestra arquitectónica sobresaliente del movimiento moderno, su toque brutalista que no oculta al ojo el uso del hormigón armado, la peculiaridad de reunir usos residenciales y servicios en un solo edificio y la sutileza de los detalles constructivos lo convierten en una obra maestra. Desde la cafetería del hotel Le Corbusier, ubicada en la tercera planta y decorada exclusivamente con muebles del arquitecto y de su colega Charlotte Perriand, se puede divisar el archipiélago de Frioul (8), que visitaremos más tarde.

 

13.00 El Vieux Port

Como si fuera un lago, el Vieux Port, el viejo puerto de Marsella, se adentra hasta el mismo corazón de la ciudad flanqueado por dos macizos de roca que nos impiden ver el mar. Siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj se suceden al norte el Hôtel-Dieu (9), antiguo hospital del siglo XVIII reconvertido en hotel de cinco estrellas, el Ayuntamiento (10) y el Fort Saint-Jean (11), conectado por una pasarela con el MuCEM, el Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo (12). Y al sur, el Palais du Pharo (13), construido como residencia para Napoleón III, y la abadía medieval de San Víctor (14). Para comer, nos acercamos al Cours d’Estienne d’Orves, una animada plaza que ocupa el solar de los antiguos arsenales de la marina real francesa. Aquí abre sus puertas la librería-restaurante Les Arcenaulx (15), donde podemos probar la bouillabaisse, una contundente sopa de pescado, ojear antiguas guías de viaje o comprar algunos clásicos de la literatura en provenzal.

15.00 Chocolate con aceite de oliva

Aunque la tradición provenzal se ha disuelto en la amalgama de culturas que hoy es Marsella, todavía existe un barrio que recuerda a la vecina ciudad de Aix-en-Provence. Su nombre es Le Panier y tiene numerosos cafés, talleres de artesanos y una bombonería en la que producen chocolate con aceite de oliva, L’Esperantine (16). Tras pasear por sus calles podemos sentarnos a descansar en el patio de la Vieille Charité (17), sede de varios museos de arqueología y antropología. De vuelta hacia el viejo puerto, nos detenemos en la catedral de Santa María la Mayor (18), caprichosa construcción decimonónica de estilo románico sienés.

 

17.00 Un trago en La Caravelle

Antes de que caiga el sol vamos a embarcarnos rumbo al archipiélago de Frioul, la zona insular de Marsella, pero mientras esperamos al ferri que parte del Vieux Port (5,60 euros por trayecto), podemos tomar un pastis (licor de anís) en el pub La Caravelle (19). La travesía no dura más de 20 minutos. Tras pasar junto a la pequeña isla en la que se levanta el castillo de If (20), donde Alejandro Dumas imaginó encarcelado al Conde de Montecristo, alcanzamos Pomègues y Ratonneau. Merece la pena acercarse hasta alguna de sus preciosas calas para contemplar el anochecer. ¡Parece mentira que estemos en la segunda ciudad más grande de Francia! Aunque decir Francia se queda corto para hablar de Marsella, la gran capital del Mediterráneo.

 

 

TITULO:  ¿Te lo vas a comer ? -  La uva más denostada de Castilla-La Mancha resurge de sus cenizas,. Alberto Chicote .


Te lo vas a comer?: Alberto Chicote ya no es bienvenido: "Me han dicho 'si  te metes en esto voy a ir a por ti'" | Televisión


El Miércoles -24, 31 - Agosto a las 22:45 por La sexta ,fotos,.

 

 

La uva más denostada de Castilla-La Mancha resurge de sus cenizas,.

La airén, variedad de sabor neutro utilizada tradicionalmente para crear vinos poco memorables e incluso para destilar, es reivindicada por hoy por viticultores de calidad,.

 Uva País. Uva salvaje. – La Noche en Vino.

Las Tinadas, el blanco sápido y glicérico que elabora Elías López Montero en Bodegas Verum (Tomelloso, Ciudad Real), ha cambiado drásticamente la percepción que se tenía de la airén. Hasta ahora, esta variedad carecía de valedores de calidad si exceptuamos a Alejandro Fernández, el creador de Pesquera, que unió su nombre al de la uva para crear un blanco de crianza en barrica, Alejairén, en su proyecto manchego de Campo de Criptana, también en Ciudad Real.

Esta uva neutra, bien adaptada a la meseta sur por su resistencia a la sequía y su vocación productiva, difícilmente puede competir con variedades más aromáticas. De ahí que se haya usado para la destilación (es la base habitual del brandi de Jerez) y para engrosar graneles anónimos destinados a la exportación o embotellados de perfil medio-bajo. Y de ahí también que haya estado en el foco de las subvenciones europeas al arranque. De las casi 480.000 hectáreas que había en España en 1990, el 97% en Castilla-La Mancha, se ha pasado a 200.000, y este año, además, ha terminado su reinado como variedad más plantada de España al verse superada por la tinta tempranillo.

Sin embargo, la pérdida de superficie parece inversamente proporcional al interés que empieza a generar en productores que apuestan por uvas autóctonas o bien adaptadas a las condiciones climáticas manchegas. Todos los intentos de crear airenes de cierto nivel, eso sí, se apoyan en viñedos viejos de secano en vaso, muy lejos de la viticultura industrial y productiva que rige la destilación y los graneles.

Aunque bodegas como la toledana Más Que Vinos ya ofrecían versiones de blancos jóvenes bien dignos, Elías López Montero elevó significativamente el listón en la cosecha de 2018 limitando la selección de uva a las cuatro hectáreas más viejas de la finca Las Tinadas: cepas plantadas en pie franco (sin injertar) en 1950 sobre suelos muy pedregosos. Sin pretender buscar aromas que no hay y criando en tinaja y acero inoxidable, dio con un blanco de graduación moderada, con buen peso en boca, sápido y persistente. Un airén de suelo, terruño y personalidad que se ganó casi de inmediato el aplauso de la crítica internacional.

No es el único que viste esta uva de tiros largos. La variedad también ocupa un lugar especial en Garage Wine, el diminuto proyecto que han creado en Quintanar de la Orden (Toledo) los primos Jesús Ángel Toledo y Julián Ajenjo junto a otras castas locales como brujidera, tinto velasco o verdoncho. Su airén procede de una parcelita de 980 cepas plantadas en 1940 por su bisabuelo sobre suelos muy calizos que marcan el carácter del vino.

Con una filosofía similar de recuperación varietal, pero un enfoque de vino natural, Jesús Recuero elabora en la localidad vecina de Villanueva de Alcardete y bajo la marca Calambur un airén con lías que muestra la complejidad y presencia en boca que se puede conseguir cuando se trabaja con uvas y viñas de calidad.

Todos estos productores han descubierto que una variedad neutra como la airén es excelente para transmitir el carácter de los suelos, aportar notas que van más allá de la fruta (toques sápidos, de tiza, piedra seca o húmeda…) y responder a la demanda creciente de vinos gastronómicos que acompañen bien la comida.

La tendencia se consolida con el reciente lanzamiento de Guadianeja Airén Encascado, primera incursión en la línea de gama alta de un peso pesado de la zona como Vinícola de Castilla, que recupera la elaboración y terminología de la fermentación con pieles (casca); o los originales blancos bajo velo de flor y a veces también con pieles que firma el joven Bernardo Ortega en Villarrobledo (Albacete).

En Jumilla (Murcia), donde la airén tiene una presencia casi residual, los hermanos Carlos y Juanjo Cerdán, de Bodegas Cerrón, se han desmarcado con un blanco que va camino de convertirse en vino de culto, tanto por su escasez como por las pasiones que levanta entre sumilleres y aficionados. El vino, que se sitúa ya cerca de los 60 euros de precio de venta, se elabora con una viña de apenas 900 cepas que plantó su bisabuelo en los años veinte y que, milagrosamente, ha sobrevivido al arranque. Las nuevas generaciones están haciendo maravillas con los viñedos que plantaron sus antepasados.

 

 

TITULO: Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO  - Eva Perón,. 

 

 Eva Perón,. 

 

 

El 70 aniversario de la muerte de Eva Perón no alcanza para unir al peronismo,.

El recuerdo de la figura más convocante de Argentina evidencia la fractura política del partido gobernante,.

 Eva Perón: Evita, la llama que abrió la política argentina a las mujeres |  EL PAÍS Argentina

Eva Perón - foto,.

El panteón que guarda los restos de Eva Perón en el cementerio de la Recoleta no lleva su nombre. Tallado en el mármol negro que lo recubre se lee simplemente “Familia Duarte”, su apellido de soltera. Habrá que prestar atención a las placas de bronce para saber que allí está su cuerpo. La tumba de la mujer más venerada y odiada de Argentina (aunque el paso del tiempo fortaleció la devoción y debilitó el repudio ciego) está sobre un pasillo de solo un metro de ancho, oculto a los curiosos. Hoy es más una atracción turística que un centro de peregrinaje de fieles. Este martes, sin embargo, las coronas de flores se amontonaban sobre la reja con candado y la gente se arremolinaba a su alrededor. Se celebraba el 70 aniversario de su muerte, víctima de un cáncer cuando solo tenía 33 años. Pero la memoria de Eva poco puede hacer para conjurar las divisiones del peronismo gobernante, fracturado en disputas internas que tiene al país al borde del abismo. Evita une, pero no lo suficiente.

“Se siente, se siente, Evita está presente”. La gente cantaba, se sacaba fotos con los dedos en V —gesto que identifica al peronismo—, y se sumía luego en el silencio. La presencia de Eva Perón en el cementerio de la Recoleta es uno de los hechos más paradójicos de la historia argentina. Eva Perón, la “abanderada de los humildes”, hija ilegítima de un político conservador, descansa entre estancieros, héroes de la independencia, escritores famosos, banqueros y militares golpistas profundamente antiperonistas.

 

 

El más célebre de ellos se llama Pedro Aramburu. En noviembre de 1955, tras el golpe a Juan Domingo Perón, Aramburu se proclamó presidente y ordenó robar de la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) el cuerpo embalsamado de Eva Perón. La intención era anular cualquier posibilidad de devoción y ocultar el cadáver a los ojos de los peronistas. El cuerpo de Eva terminó enterrado con nombre falso en Milán, Italia. En 1970, la guerrilla peronista Montoneros secuestró y asesinó a Aramburu. Su tumba de mármol está hoy a menos de 50 metros de la de Eva Perón. “Fue el destino”, dice Adriana Komisuk, presidenta del Partido Justicialista en Recoleta, la comuna donde está el cementerio. “Eva podría decir ‘miren, ustedes no me quieren, pero descansar, descansamos juntos”, reflexiona delante del panteón.

En las paredes de Buenos Aires ya no se lee “Viva el cáncer”, la frase que pintaba el antiperonismo cuando la enfermedad devoraba a la esposa de Perón. Era tanto el odio que las clases acomodadas le tenían. No le perdonaban que hubiese sido actriz en sus primeros años, o que osase pararse en pie de igualdad ante los hombres. Tampoco que vistiese de alta costura, cuando su destino era la ropa barata de tienda. Si acariciaba a un niño, era pura demagogia, falsa sensibilidad en una sociedad que estaba muy bien como estaba. Eva Perón sobrevivió a ese escarnio y cambió la historia de Argentina para siempre.

“Eva es parte de la cultura política argentina, lo cual no quiere decir que siga despertando pasiones encontradas”, aclara Federico Lorenz, historiador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). “Hay un nivel superficial de desencuentros, que quedó evidenciado cuando en los años noventa se filmó el musical Evita de Alan Parker, con Madonna”, dice. Aún hoy, muchos peronistas no perdonan al presidente Carlos Menem que haya prestado a Madonna el mítico balcón de la Casa Rosada desde el cual Perón y Eva hablaban a la multitud. “Más profundamente tenemos lo que significó Evita durante el primer Gobierno de Perón, o durante los setenta. Hoy sigue siendo convocante desde el punto de vista del peronismo porque hay una lucha irresuelta”, dice. Esta lucha tiene que ver con los derechos sociales, el feminismo y lo que el partido de Perón entiende por soberanía económica. Tan irresuelto está ese debate dentro del partido que este martes los homenajes se multiplicaron sin unidad.

En el cementerio se congregaron pequeñas agrupaciones, que pasaron por turnos frente al panteón. Pero también hubo una marcha de la Juventud Peronista y otro acto protocolar en la CGT. El Partido Justicialista, como se llama formalmente, convocó a un cuarto evento en su sede de Buenos Aires, donde se esperaba la presencia del presidente, Alberto Fernández. “Eva Perón, una pasión argentina”, escribió la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en su cuenta en Twitter. Y acompañó el texto con una imagen del Ministerio de Salud, a metros del Obelisco, donde los rostros troquelados en acero de Eva Perón ocupan nueve pisos de las caras norte y sur del edificio. Hacia el norte, mirando a la Recoleta, el barrio de los ricos, una Eva eufórica da uno de sus tradicionales discursos de denuncia social. Hacia el sur, desde donde partieron los obreros pobres que el 17 de octubre de 1945 llenaron la Plaza de Mayo para pedir por la libertad de Perón, se ve a la “Eva de los humildes”, sonriente y con una enorme flor en el pecho.

 

Esas dos Eva, la que está “combatiendo al capital” —como dice la marcha peronista— y la que sonríe al pueblo está en la esencia de las disputas que desangran actualmente al partido. Kirchner, y el kirchnerismo, se han apropiado de la Eva combatiente, un icono que choca contra las urgencias de un país endeudado, con inflación récord y cuatro de cada diez habitantes sumidos en la pobreza. El peronismo tradicional, el de los sindicatos y gobernadores, y también el del presidente Fernández, debe hacer como nunca antes equilibrio entre esos dos mundos. Está luego la Eva de la gente, “esa figura convocante para el movimiento de mujeres, y la eminentemente popular, como símbolo de los postergados”, dice Lorenz. “Hay además una Evita estatal”, agrega, “la de los homenajes, otra que arraiga en las tradiciones orales familiares, otra que se reproduce en remeras [sudaderas] y también en los mensajes de odio que circulan por WhatsApp. Eso evidencia que es una figura viva, en tanto es resignificada constantemente”.

Se puede agregar también a la Eva que habilitó el voto femenino, o la que pasaba horas y horas recibiendo la visita de mujeres y niños pobres. Está la Eva “descamisada”, símbolo de los trabajadores, y la “Evita Montonera” que en los setenta fue alimento de la lucha armada de las guerrillas peronistas. Y, claro, la que murió el 26 de julio de 1952, con 37 kilos y sostenida por un arnés para su última presentación pública junto a Perón. “Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la señora Eva Perón serán conducidos mañana, en horas de la mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente”, fue el mensaje oficial. Cientos de miles de personas —algunos historiadores hablan de hasta dos millones— desfilaron durante dos largas semanas delante del cuerpo embalsamado de Eva. Ya había nacido el mito.

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