TITULO: La Hora Musa - Ana Mena trajo su música ligera a Don Benito ,. Martes - 31 - Mayo ,.
'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes - 31- Mayo , foto,.
Don Benito volvió a disfrutar de la música en directo meses después del último gran concierto antes de la pandemia. La artista malagueña Ana Mena fue la encargada de volver a levantar el telón con su animada música que hizo bailar a los presentes con éxitos como Solo, Música ligera o Un beso de improviso, acompañando su voz con un enérgico cuerpo de baile.
Durante la actuación, la que fuera candidata a representar a Italia en Eurovisión con el tema Duecentomila Ore también tuvo el detalle de felicitar a la representante española, Chanel Terrero, por su tercera posición en el festival.
La noche, con la plaza de toros como escenario, también contó con Dj German, Miguel Carrasco y Lorena Santos como teloneros de la andaluza.
TITULO: Cachitos de hierro y cromo - Bunbury cancela su gira de despedida: «Me es imposible hacer más conciertos»,. Martes -31 - Mayo,.
El martes -31- Mayo a las 22:30 horas por La 2, foto,.
Enrique Bunbury (Zaragoza, 1967) no engañó al bautizar su gira: 'El último tour'. El pasado mes de febrero ya dejaba claro en un comunicado que decía adiós a los escenarios por problemas de salud, aunque esperaba seguir componiendo y grabando canciones. «He escuchado varios diagnósticos, la realidad es que mi garganta se cierra e irrita y mis vías respiratorias dificultan la ejecución de mi trabajo», alegó. El 6 de mayo arrancaba en Nueva York la primera parte americana de la gira, un prólogo a los conciertos españoles de este verano. Su vozarrón atronó en el teatro Kings de Brooklyn durante casi dos horas de show, en el que desgranó una veintena de temas más cuatro bises. Nada hacía presagiar que el cantante no iba a dar más de sí.
Tras un concierto «fabuloso» en Atlanta, según el propio protagonista, Bunbury ha cancelado la gira a un día de la celebración del recital en el Rosemont de Chicago. «Mis problemas con la garganta y la respiración se acrecentaron y volvieron anoche con agudeza», argumenta en un comunicado. «Lo que pensaba que iba a estar controlado está totalmente fuera de mis manos y deseos». La sinuosa voz de Héroes de Silencio no puede aguantar el ritmo de una gira que estaba previsto que concluyera en septiembre. En 2015 ya empezó a notar molestias, pero el parón provocado por la pandemia le dio visos de esperanza.
«A estas alturas, no consideramos más cancelaciones ni posponer más conciertos», lamenta. «Con todo el dolor de mi corazón me toca adelantar lo que ya veía inminente. Me es imposible hacer más conciertos. Entiendo que muchos comprasteis entradas para una gira norteamericana que ya estaba 'sold out' (con entradas agotadas) y una española que apuntaba a lo mismo. Podréis devolver los tickets donde los adquiristeis». Bunbury se despide apelando a «vuestra comprensión en este momento tan doloroso para mí y todo el equipo».
El cantante ha publicado diez álbumes de estudio y seis en directo en sus 25 años de carrera en solitario –35 si se suma la etapa de Héroes de Silencio–. Cuando anunció su gira de despedida se mostraba esperanzado con un futuro profesional alejado de los escenarios. Se abría ante él «un sinfín de posibilidades» en lo creativo. «Componer canciones, grabar discos, pintar y escribir libros de poesía forman parte de mis objetivos», sostenía el músico, que a sus 54 años afirmaba tener ya edad para este «cambio importante» en su vida.
Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy ha ofrecido más de 1.500 conciertos en España, Europa, América Latina, Estados Unidos y Japón. «Me he subido a los mejores escenarios del mundo y a algunos de los peores, he actuado delante de 25 personas y de 250.000 y en la mayoría de ellos he tenido la fortuna de disfrutar de una época en la que no se veían ni mascarillas ni móviles», incidía el músico, que ha plasmado parte de esa trayectoria en el documental 'Héroes, silencio y rock and roll', nominado a los Goya y disponible en Netflix.
El filme retrata los inicios del grupo, su explosión internacional, sus llenazos en grandes recintos –los más importantes, en su gira de regreso en 2007– y sus horas de furgoneta por Alemania, donde se hicieron grandes tras foguearse en bares. Una etapa que arrancó como banda en 1988 con 'El mar no cesa', su estreno discográfico. Siguió con tres discos más: 'Senderos de traición' (1990), 'El espíritu del vino' (1993) y 'Avalancha' (1995), que contenían himnos épicos con letras crípticas como 'Entre dos tierras', 'Maldito duende' o 'Iberia sumergida'.
La formación se separó en 1996 después de una gira que a Bunbury le resultó «un suplicio». Un año después presentó su debut en solitario 'Radical Sonora' (1997), abierto a otras influencias menos hard rockeras también presentes en otros célebres trabajos suyos como 'Pequeño', 'Flamingos' o 'Palosanto'. En España, la gira de despedida comenzaba el 22 de julio en Cádiz y tenía previsto hacer paradas en Murcia, Mallorca, Málaga, Pontevedra, Alicante, Gran Canaria, Tenerife, Zaragoza, Granada, Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.
TITULO: Locos por las motos - Bastianini y Aleix Espargaró van en serio ,.
Bastianini y Aleix Espargaró van en serio ,.
Tercera victoria de la temporada del italiano tras batir a su compatriota Bagnaia, que acabó por el asfalto, y notable tercer puesto del catalán por delante de Quartararo, el ídolo local,.
foto / Nada menos que 110.000 personas llenaban este domingo el Circuito de Le Mans. Un gentío apasionado deseoso de ver ganar a uno de sus pilotos de MotoGP. Johann Zarco o, sobre todo, a Fabio Quartararo, 'El Diablo', el campeón del mundo de 2021, el favorito a la victoria con los papeles en la mano. El de Yamaha había mostrado en todas las sesiones de entrenamientos un ritmo superior al de sus rivales, mucho respecto a algunos, y algo menos respecto a otros, sobre todo Pecco Bagnaia, que había recortado su ventaja el sábado por la tarde.
Bagnaia añadió a esta mejoría el plus de salir desde la pole, y el hándicap para su rival de salir cuarto. Y esto es mucho en el MotoGP de estos días: con las altas temperaturas de estas últimas carreras, con tantos dispositivos aerodinámicos, ha aumentado la precisión a la par que se han complicado las maniobras de adelantamiento, que tienen menos margen, también por el sobrecalentamiento que sufre el neumático delantero cuando se va pegado al colín de un rival. Sabedores de esto, en Ducati habían planteado una carrera con Bagnaia en cabeza y con el máximo número de pilotos entre él y Quartararo, para tratar de bloquear así el paso al francés. Y la estrategia les salió muy bien, aunque no con el protagonista esperado.
Jack Miller, el segundo de la parrilla, salió más que bien, con Bagnaia detrás de él. El italiano no necesitó demasiado tiempo para pasar a su compañero de equipo, y ahí empezó la carrera planteada. Esto en un día plagado de caídas. La primera la de Alex Rins, cuando marchaba tercero a rueda de las Ducati, un incidente que dejó esa posición a Enea Bastianini (en un fin de semana emotivo para Suzuki las malas sensaciones se incrementaron con la caída a mitad de la prueba de Joan Mir cuando marchaba cuarto). Bastianini empezó muy pronto a parecerse al que ganó en Catar y en Austin, ese que espera paciente y que juega con los neumáticos como nadie para saber cuándo atacar. A Miller en la vuelta 12, y luego ya cuando marchaban los dos solos, al número uno de su marca. Un momento, el de ver a otra Ducati sobrepasarle que sacó de sus casillas a Bagnaia, que cometió dos errores, el segundo fatal.
En un momento en el que se encaminaba hacia otro golpe en la general a Quartararo, tras derrotarle en Jerez, el italiano falló, y salió con la cabeza gacha de Francia. Con esto Bastianini no tuvo más que continuar con su paso firme, y cerrar un tercer triunfo que le acerca en la clasificación (tercero a ocho puntos del líder) y que, si no lo había hecho ya, demuestra que lo suyo no es una casualidad y que va en serio.
Espargaró, entusiasmado
Lo mismo que Aleix Espargaró, en un circuito al que llegaba a la defensiva al considerarlo poco propicio para su estilo de pilotaje. «Es increíble: aquí en Le Mans, donde siempre he sufrido mucho, tercer podio consecutivo y hemos recortado puntos a Fabio, que aquí vuela, que es su casa», razonaba satisfecho tras aguantar el empuje del galo, desesperado (él y sus seguidores) al no encontrar el hueco para pasarle. «Ha sido la carrera más dura del año para mí, sin duda. No era muy competitivo, se me cerraba mucho la dirección e iba salvando las caídas todo el rato, y ya se ha visto lo fácil que era caerse. Y cuando he visto a Fabio, sabía que no podía dejar ni un metro».
Una defensa numantina, y sin errores, que le permitió firmar su cuarto cajón de 2022 y acercarse a Quartararo a cuatro puntos, después de que se hayan terminado tres carreras, las de Portugal, Jerez y esta de Francia, señaladas por el de Yamaha para contar con un buen margen de ventaja por si las cosas se le complican en los próximos grandes premios. Un resultado, el de Espargaró, que obliga a tomar muy en serio tanto sus opciones como las de Aprilia, la moto que más está sorprendiendo este año. En el lado contrario sigue la Honda, que con Marc Márquez consiguió un pobre sexto puesto a 15 segundos del ganador, teniendo en cuenta que se cayeron tres pilotos que estaban rodando por delante del ocho veces campeón del mundo.