martes, 7 de junio de 2016

VIAJANDO CON CHESTER - La Ruta del Regadío,./ ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - UNA CORDOBESA, LA MAS LONGEVA,.

Resultat d'imatges de fotos viajando con chesterTITULO: VIAJANDO CON CHESTER - La Ruta del Regadío,

 VIAJANDO CON CHESTER -


 Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.



 La Ruta del Regadío,.

Explotación de nectarinas situada en el término municipal de Montijo. :: E.R.La Ruta del Regadío


Explotación de nectarinas situada en el término municipal de Montijo. foto,.

  • Viajar por las vegas de la región es un viaje pedagógico y necesario,.

    A nadie se le ocurre irse de excursión al regadío. Lo normal es visitar Cáceres, Mérida, Trujillo, Monfragüe, Guadalupe, Plasencia, Badajoz, Zafra... Y vamos a esas ciudades una y otra vez. Nos llevan de niños con la escuela, de adolescentes con el instituto, de hijos con nuestros padres, de padres con nuestros hijos, de novios con nuestras novias... Y volver a empezar.
    Conocemos las ciudades emblemáticas, pero no conocemos Extremadura. Por eso, cuando algún ignorante habla de nosotros como habitantes de un erial desértico y agreste, nos lo creemos o tardamos en responder.
    Hay un viaje espectacular y pedagógico que rara vez organizan las escuelas, pero que debería ser obligatorio. No puede haber ningún niño extremeño que no haya hecho una excursión por el regadío. Es un viaje sencillo y cercano que parece tonto, pero es de una belleza que sorprende a la mayoría de los extremeños.
    Justo ahora, cuando las dehesas amarillean y los llanos muestran señales de sequedad y dureza, impresiona viajar de Mérida a Gévora o de Miajadas a Don Benito. Las opciones son múltiples: de Galisteo a Coria, de Montijo a Lobón, los pueblos del Tiétar...
    Cada una de estas rutas te sumerge en un mar verde que rompe el tópico de la Extremadura agostada. Vas por la carretera y una lección de agricultura te va llevando del mar del maíz al verdor del arroz, de los campos de tomate a las hileras de frutales cargados de ciruelas, melocotones y nectarinas.
    Suena raro, ¿verdad? Si unos amigos le propusieran hacer una excursión de Madrigalejo a Villar de Rena, quizás se reirían de él. ¿Cómo has dicho, de dónde a dónde? Pues sí, se sorprenderían al ver la cantidad de pájaros que se mueven entre los arrozales, la actividad frenética del campo, el verde resplandeciente de los sembrados y el blanco refulgente de los poblados de colonización.
    ¿Turismo de regadío? ¡Este tipo está tonto y no sabe ni de qué escribir! Reconozco que dentro de un mes, cruzar esas tierras regadas por el agua embalsada del Guadiana, el Alagón o el Tiétar es una manera de oscurecer el parabrisas en cinco minutos con los cuerpos de miles de mosquitos estampados contra el cristal. Y reconozco que recorrer esas tierras una tarde de calor solo se puede entender si forma parte de una sesión de tortura. Pero en determinadas fechas y a determinadas horas, pocas excursiones me parecen tan bellas como un paseo por el regadío, deteniéndose en las encrucijadas de caminos para mostrar a nuestros hijos las diferencias entre una nectarina y un albaricoque o entre una ciruela claudia y una ciruela roja. Pero en el árbol, rodeados de pájaros, de insectos, de un manto verde pespunteado por frutas de colores.
    Cuando a mediados del siglo pasado, 225.000 hectáreas eran puestas en régimen de regadío y se levantaban 60 nuevos poblados a los que llegaban miles de colonos desde pueblos de Extremadura y de otras regiones, todo cambió. Cada familia recibió su lote de cuatro hectáreas y de simiente, su casa, su yegua y sus dos vacas. Y a partir de ese momento, una parte sustancial de Extremadura fue diferente.
    Cuando un avión surca el cielo de Extremadura y los viajeros se asoman a las ventanillas, se sorprenden al descubrir una gran mancha verde. Sientes entonces el orgullo de habitar una tierra tan diversa e inesperada. Pero luego, ya en tierra, se te cae el alma a los pies al descubrir que somos nosotros quienes desconocemos nuestra riqueza. Por eso, desde 'Un país que nunca se acaba' les proponemos hoy un viaje imprescindible, original, sorprendente y barato: recorrer las rutas del regadío.


TÍTULO: ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE -  UNA CORDOBESA, LA MAS LONGEVA,.
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  ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.


 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.



CINE -    UNA CORDOBESA, LA MAS LONGEVA,.

Una cordobesa, la más longeva


Ana Vela, con sus hijos, en 2011, cuando celebró su 110 cumpleaños. :: Alejandro García / Efe
foto, Ana Vela, con sus hijos, en 2011, cuando celebró su 110 cumpleaños.

  • Ana Vela, con sus 114 años, se convierte en la persona que más tiempo ha vivido en la historia de España,.

    Ana Vela Rubio, una anciana que vive en una residencia geriátrica de Barcelona, se ha convertido en la persona más longeva que jamás ha vivido en España, con 114 años y 221 días, según informaron ayer fuentes del Grupo de Investigación en Gerontología (GIG).
    Ana Vela, que sufre demencia senil, es actualmente la sexta mujer más anciana del mundo y la segunda de Europa, tras la italiana Emma Morano, que ha cumplido 116 años y 190 días, la jamaicana Violet Brown, que tiene 116 años y 88 días, las japonesas Nabi Tajima y Chiyo Miyako, ambas con 115 años, y la francesa Eudoxie Baboul, que ha cumplido 114 años y 249 días, según la clasificación de supercentenarias realizada expertos del GIG, informa Efe.
    Ana Vela nació el 30 de octubre de 1901, en Puente Genil (Córdoba), llegó a Cataluña en los años 40, en plena posguerra, en busca de un trabajo. Desde que cumplió los 103 años reside en el centro geriátrico La Verneda, cerca de donde vive su hija, que tiene 88 años, en el distrito de Sant Martí, al norte de la ciudad de Barcelona.
    Modista de profesión, Ana Vela se trasladó desde Puente Genil a Cataluña en la década de los 40, donde empezó a trabajar como cortadora-modista en el entonces sanatorio de tuberculosos de Tarrasa (Barcelona).
    Desde hace once años vive en la Residencia, Centro de Día y Hogar La Verneda de Barcelona, que gestiona la Fundación Salud y Comunidad y cuya titularidad corresponde al Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS) de la Generalitat.
    Aunque ya padecía deterioro cognitivo avanzado y necesitaba una silla de ruedas para moverse por la residencia de ancianos, Ana Vela dijo cuando celebró su 110 cumpleaños que estaba ilusionada con la celebración de su supercentenario que su propia familia, el centro en el que vive, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat le prepararon en aquella ocasión.
    Hija de Pedro y Carmen, cursó estudios primarios. Católica practicante, Ana Vela trabajó también como modista en su casa durante muchos años. Esta mujer tuvo cuatro hijos, de los que dos aún viven -la citada hija que ahora tiene 88 años y un hijo en Torremolinos (Málaga)-. Además cuenta con cuatro nietos, varios biznietos y un sobrino que vive en Cervelló (Barcelona).

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