sábado, 14 de octubre de 2017

ATENCION Y OBRAS - CINE - VIAJANDO CON CHESTER - LA NOCHE LARGA: MUJERES EN PRIMERA LINEA - UNA PAYA MUY FLAMENCA,./

TITULO: ATENCION Y OBRAS - CINE - VIAJANDO CON CHESTER - LA NOCHE LARGA: MUJERES EN PRIMERA LINEA - UNA PAYA MUY FLAMENCA,.

ATENCION Y OBRAS - CINE ,.
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 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.



 VIAJANDO CON CHESTER -

Resultat d'imatges de viajando con chester Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.








LA NOCHE LARGA: MUJERES EN PRIMERA LINEA - UNA PAYA MUY FLAMENCA,

UNA PAYA MUY FLAMENCA, foto.

Una paya muy flamenca

Mariola es una mánager de prestigio, que ha representado a Marta Sánchez, Lolita y Rosario Flores.

Sevillana, cañera y resuelta, Mariola Orellana es la 'dos veces mujer' de Antonio Carmona. «Un ciclón», asegura Rafa Amargo


Su marido la llama 'Mario'. Sus amigos, 'Mariobras' por su afición a la decoración y a las reformas domésticas. Sus representados la adoran y muchos flamencos se quitan el sombrero ante ella. «Es la habilidad personificada, muy lista, un ciclón. En un segundo mueve el mundo, así tuviera que hacer uno nuevo», asegura el bailaor Rafa Amargo. Ella es Mariola Orellana, la 'dos veces mujer' del cantante Antonio Carmona. Como representante de artistas, está acostumbrada a mantenerse detrás de los focos, pero esta semana ha cogido el toro por los cuernos y se ha plantado ante las cámaras para aclarar el estado de salud de su pareja, que ingresó en la UCI del hospital San Francisco de Asís de Madrid el 4 de octubre con una gravísima infección provocada por una reacción a unos implantes dentales.
Afortunadamente, a la hora de escribir estas líneas el exlíder de Ketama ya había sido trasladado a planta, estaba consciente y presentaba una gran mejoría. Su mujer, muy activa en las redes, se encargó de difundir la buena noticia subiendo una expresiva imagen a Instagram: la de Antonio Carmona y su último 'hit', 'Mencanta', junto a la frase «He vuelto». Más claro, agua.
Mujer fuerte, emprendedora y resuelta, Mariola Orellana es esa paya esbelta y rubia, la octava de diez hermanos, niña de 'familia bien' sevillana que se enamoró perdidamente de un gitano... Y, pese a algún que otro bache, ya lleva con él media vida. A sus 54 años (dos más que su marido), está posicionada como una mánager de prestigio, por cuyas manos han pasado Marta Sánchez, Lolita, el propio Antonio Carmona y su íntima amiga, Rosario.
Él le robó un beso furtivo en una discoteca, y ella se propuso que aquello no iba a quedar ahí
Mariola siempre ha puesto la amistad por encima del trabajo. Suele decir que para representar a alguien necesita haber establecido antes un vínculo afectivo. De hecho, las imágenes de Mariola que más difusión han tenido se produjeron tras la muerte de Lola Flores y se repitieron días después con la trágica desaparición de su hijo Antonio. La rubia que sostenía como un sólido pilar a unas derrumbadas Lolita y Rosario era ella.
«En el 'management' Mariola tiene un lugar indiscutible, puesto que ha sido pionera en muchas cosas. Por ejemplo, en sacar el flamenco de lo jondo a las pistas de baile y abrirlo casándolo con la samba, la bossa nova, el fado, el tango...», describe Amargo. Pero sus comienzos fueron muy poco flamencos. Estudió enfermería, se casó con un sobrino del escultor canario César Manrique, se fue a vivir a Lanzarote y montó una guardería... Se separó. También fundó una banda de punk denominada 'Besos y rasguños'.
Fue un beso precisamente lo que la dejó «totalmente colgá» de Antonio Carmona, según relató Orellana hace años. Un beso furtivo que él le robó en una discoteca. Y ella se propuso que aquello no iba a quedar ahí. Que su misión a partir de ese momento iba a ser enamorarlo. «Soy la reina de la estrategia», sostiene. Y desplegó todas sus armas haciéndose la encontradiza. En cada concierto de Ketama, allí estaba ella... Como representante, como público, como lo que fuera... «Uf, qué 'pesá' -llegó a pensar Antonio-, esta chica está en todas partes».

A espaldas de las familias

Pero funcionó. Una noche en Barcelona, el cantante de Ketama de pronto se puso malísimo... Y Mariola hizo de enfermera. Él cayó rendido. «Vente a vivir conmigo», le dijo. Y ella lo dejó todo en Sevilla y le siguió. Se casaron en 1993 en Gibraltar, a espaldas de sus familiares, que por entonces andaban convertidos en una versión cañí de Capuletos y Montescos. El clan del Habichuela no veía con buenos ojos a la paya. Y los acomodados Orellana, aunque un poco más flexibles, no terminaban de asimilar que su hija se hubiera liado con un gitano... Tuvieron que pasar años, pero hoy ambas familias son una piña.
La pareja tiene dos hijas veinteañeras, Marina y Lucía, que también se dedican a la música. Juntos han aprendido a superar los desajustes derivados de las giras constantes de él o la permanente dependencia del móvil de ella por su trabajo 'full time' como mánager... «¡O el teléfono o yo!», llegó a plantearle Antonio. Su peor crisis llegó en 2011. Incluso firmaron los papeles del divorcio... Pero se volvieron a casar al año siguiente en Tierra Santa y hoy Antonio asegura que su Mariola «es la mujer de mi vida». «Me gustan las mujeres cañeras, con mucha personalidad», advierte el cantante... Y de eso anda sobrada Mariola Orellana.

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