Justo al final del verano, cuando el calendario exige que nos despidamos de la costa, quisiera rendirle un homenaje al mar, porque su ...foto,
Justo al final del verano, cuando el calendario exige que
nos despidamos de la costa, quisiera rendirle un homenaje al mar, porque
su presencia en nuestras vidas prevalece sobre todos los demás factores
de la felicidad. Es lo que afirma el think tank New Economics
Foundation (NEF) y ahora lo ha corroborado la London School of
Economics: somos más felices con mar que sin mar. De las
localidades que encabezan las listas que miden el nivel de bienestar en
Gran Bretaña, todas son islas. Estas clasificaciones indican un nivel de
bienestar superior a la media en Escocia, Irlanda del Norte y el
suroeste de Inglaterra, y un bienestar por debajo de la media tanto en
las afueras como en el centro de Londres.
La meta de la NEF es mejorar la calidad de vida mediante la divulgación de soluciones innovadoras. Este propósito la ha llevado a analizar las tasas de felicidad y de bienestar a partir de datos subjetivos, que ha combinado con los datos convencionales compilados para su Encuesta de Población Anual. Para analizar de manera distanciada el nivel de bienestar, no preguntaron a los entrevistados dónde les gustaría vivir. Decidieron medir la tasa de felicidad a partir de preguntas sobre el bienestar subjetivo. Preguntaron: ¿cuál es su nivel de satisfacción cuando piensa en su vida?, ¿cuál fue su grado de felicidad ayer?, ¿cuál fue su nivel de ansiedad ayer?, ¿hasta qué punto siente usted que las cosas que hace en su vida valen la pena?
Este tipo de preguntas permitieron a la NEF medir el bienestar de la gente que vive en las zonas rurales y en las zonas urbanas sin tener en cuenta las preferencias individuales. La impresión general nos llevaría a pensar que se vive mejor en Londres que en una isla perdida en medio del mar, pero los resultados hallaron los niveles de bienestar más altos entre los isleños, mientras los niveles de bienestar más bajos se encontraron en Londres y, a continuación, Luton, Reading y los valles de Merthyr Tydfil y Blaenau Gwent. La vida rural y, sobre todo, marítima tiene ventajas que obviamente hemos descuidado.
Los resultados no se veían modificados por las cuestiones de riqueza, ya que el área de menor felicidad Londres es la más rica del país. En el Reino Unido, según la NEF, solo un 31 por ciento en la variación del nivel bienestar puede explicarse por la privación o la pobreza. Quizá otros factores, como la densidad de población el valle de Merthyr Tydfil cuenta con 442 habitantes por kilómetro cuadrado, sí podrían alterar el nivel de bienestar, pero esos factores emanan de la percepción subjetiva y no se tuvieron en cuenta. A la vista está, los resultados rindieron claramente un homenaje al mar. Las islas de Escocia Eilean Siar, la isla de Orkney, la isla de Shetland, la isla de Anglesey, Aberdeenshire y Flintshire, la isla de Wight, Dumfries y Galloway, una zona pionera en la promoción del bienestar encabezan todas las listas de felicidad.
Los académicos y la sociedad civil piden desde hace años a los gobiernos que midan el progreso de manera diferente. Más del 80 por ciento de la población piensa que el Ejecutivo debería tener como objetivo principal lograr una «mayor felicidad» de sus ciudadanos en lugar de una «mayor fortuna». Los estadistas y la clase política se han centrado en los indicadores que consideran objetivos el PIB, la esperanza de vida, la educación sin tener en cuenta la percepción de los ciudadanos, que consideran subjetiva. Quizá por eso la población se sienta, hoy más que nunca, aturdida por esa falta de observación.
Entretanto permítanme ser malo por una vez, terminando esta reflexión con unas preguntas: ¿cuáles son los factores que incitan a algunas regiones de Europa a reclamar la independencia? ¿Y cuáles son los más inductivos: un elevado nivel de bienestar económico o la presencia pura del mar?
TÍTULO: TENIS, COPA DAVIS, Gala León, capitana de la Copa Davis.
Gala León va a ser la nueva capitana de la Copa Davis. La madrileña, de 40 años, actuaba ..foto,.
Pagar 15.000 libras al año por 'pintarrajear' con el príncipe de Cambridge sale rentable.foto,.
A fondo
La meta de la NEF es mejorar la calidad de vida mediante la divulgación de soluciones innovadoras. Este propósito la ha llevado a analizar las tasas de felicidad y de bienestar a partir de datos subjetivos, que ha combinado con los datos convencionales compilados para su Encuesta de Población Anual. Para analizar de manera distanciada el nivel de bienestar, no preguntaron a los entrevistados dónde les gustaría vivir. Decidieron medir la tasa de felicidad a partir de preguntas sobre el bienestar subjetivo. Preguntaron: ¿cuál es su nivel de satisfacción cuando piensa en su vida?, ¿cuál fue su grado de felicidad ayer?, ¿cuál fue su nivel de ansiedad ayer?, ¿hasta qué punto siente usted que las cosas que hace en su vida valen la pena?
Este tipo de preguntas permitieron a la NEF medir el bienestar de la gente que vive en las zonas rurales y en las zonas urbanas sin tener en cuenta las preferencias individuales. La impresión general nos llevaría a pensar que se vive mejor en Londres que en una isla perdida en medio del mar, pero los resultados hallaron los niveles de bienestar más altos entre los isleños, mientras los niveles de bienestar más bajos se encontraron en Londres y, a continuación, Luton, Reading y los valles de Merthyr Tydfil y Blaenau Gwent. La vida rural y, sobre todo, marítima tiene ventajas que obviamente hemos descuidado.
Los resultados no se veían modificados por las cuestiones de riqueza, ya que el área de menor felicidad Londres es la más rica del país. En el Reino Unido, según la NEF, solo un 31 por ciento en la variación del nivel bienestar puede explicarse por la privación o la pobreza. Quizá otros factores, como la densidad de población el valle de Merthyr Tydfil cuenta con 442 habitantes por kilómetro cuadrado, sí podrían alterar el nivel de bienestar, pero esos factores emanan de la percepción subjetiva y no se tuvieron en cuenta. A la vista está, los resultados rindieron claramente un homenaje al mar. Las islas de Escocia Eilean Siar, la isla de Orkney, la isla de Shetland, la isla de Anglesey, Aberdeenshire y Flintshire, la isla de Wight, Dumfries y Galloway, una zona pionera en la promoción del bienestar encabezan todas las listas de felicidad.
Los académicos y la sociedad civil piden desde hace años a los gobiernos que midan el progreso de manera diferente. Más del 80 por ciento de la población piensa que el Ejecutivo debería tener como objetivo principal lograr una «mayor felicidad» de sus ciudadanos en lugar de una «mayor fortuna». Los estadistas y la clase política se han centrado en los indicadores que consideran objetivos el PIB, la esperanza de vida, la educación sin tener en cuenta la percepción de los ciudadanos, que consideran subjetiva. Quizá por eso la población se sienta, hoy más que nunca, aturdida por esa falta de observación.
Entretanto permítanme ser malo por una vez, terminando esta reflexión con unas preguntas: ¿cuáles son los factores que incitan a algunas regiones de Europa a reclamar la independencia? ¿Y cuáles son los más inductivos: un elevado nivel de bienestar económico o la presencia pura del mar?
TÍTULO: TENIS, COPA DAVIS, Gala León, capitana de la Copa Davis.
Gala León va a ser la nueva capitana de la Copa Davis. La madrileña, de 40 años, actuaba ..foto,.
Tenis / Copa Davis
Gala León, capitana de la Copa Davis
La directora deportiva asume el cargo después de que Carlos Moyá rechazase la oferta de renovación de la Federación,.
Gala León va a ser la nueva capitana de la Copa Davis.
La madrileña, de 40 años, actuaba como directora deportiva de la Real
Federación Española de Tenis desde que asumió en julio el cargo que dejó
Albert Costa y debía ser la encargada de nombrar a un nuevo
seleccionador después de la renuncia de Carlos Moyá. Sin embargo, y después de que el balear rechazara la oferta de renovación que la RFET le presentó este domingo, Gala León se autonombró capitana para la próxima temporada.
Este domingo, la junta directiva de la RFET se reunía de urgencia en Madrid para tratar el asunto. El presidente José Luis Escañuela explicaba que la intención era darle a Moyá otra vez las riendas del equipo
pese a su dimisión, que llegó después de que España perdiera la
categoría en el Grupo Mundial. Pero Moyá ya dijo que no tenía intención
de asumir la responsabilidad y pocas horas después se oficializaba el
nombramiento de Gala León.
«Reunida hoy la Junta Directiva de la RFET en Madrid, y a la vista de las declaraciones de Carlos Moyá, se ha aprobado que la dirección deportiva, ejercida por Gala León, lidere la capitanía de Copa Davis»,
informa el organismo en un comunicado. El martes, en Sevilla, la RFET
convocará a los medios para dar los detalles de esta noticia.
Moyá ha atendido a las peticiones de la RFET y ha escuchado la oferta, pero ha mantenido su postura.
«Doy las gracias a la confianza depositada en mí por el presidente y la
junta directiva de la RFET. Lo he hecho lo mejor posible y como mejor
he podido y sabido. Por circunstancias personales mi cabeza dice no y mi corazón sí para cuando dichas circunstancias cambien»,
explica Moyá en un comunicado que difunde la RFET. «En un futuro, si
mis circunstancias personales son otras, pero, sobre todo, si la Copa
Davis vuelve a ser un objetivo real para todos los jugadores, la puerta
queda abierta por mi parte», agrega.
Se aviva el debate sobre la Davis. Moyá se sintió abandonado por las estrellas y la competición ya no tiene el mismo tirón entre
las raquetas nacionales. Escañuela aceptó que el problema era más
importante que el de un solo descenso y de ahí que le ofreciera seguir.
«Moyá nos ha hecho conscientes del problema que arrastra el Equipo de
Copa Davis desde hace mucho tiempo y queremos que sea él, el que ponga
los cimientos de la nueva Selección Española de Tenis, dándole la misma
oportunidad que a capitanes anteriores de poder desarrollar su proyecto
en un mínimo de dos años». Moyá no aceptó y Gala León coge el cargo.
Es la primera mujer que dirige al equipo español de la Copa Davis.
Gala León fue dos veces campeona de España (1998 y 1999) y disputó 651
partidos en el circuito profesional. Alcanzó la vigésima séptima
posición en el ránking de la WTA en el año 2000 y esa temporada la
exjugadora española conquistó en Madrid su único título.
Desde su retirada, León fue entrenadora, entre otras, de las españolas Silvia Soler, Estrella Cabeza y Beatriz García Vidagany y de la rusa Ekaterina Makarova.
TÍTULO: A FONDO, LA CARTA DE LA SEMANA, ¡ QUIERO QUE MI BEBÉ JUEGUE CON EL PRINCIPE, JORGE,.
¡Quiero que mi bebé juegue con el príncipe Jorge!
La obsesión de los ultrarricos de la
City por la guardería de sus hijos es tal que los apuntan antes de
nacer. Incluso movilizan a asesores para conseguir una plaza. Pagar
15.000 libras al año por 'pintarrajear' con el príncipe de Cambridge
sale rentable. Es el seguro perfecto para ser alguien. Se lo contamos.
Emanuela Ferrero empezó a desesperarse poco después de que
su hijo cumpliera tres semanas. vivía en el exclusivo barrio londinense
de chelsea y buscaba guardería para su bebé. Al principio creía estar
haciéndolo todo correctamente y con tiempo suficiente: su hijo Leopoldo
apenas si era capaz de sostener la cabeza y ella ya se había puesto en
marcha. Pero no era así. «¡Tenía que haber hecho la
preinscripción cuando estaba embarazada! afirma. No tenía ni idea de que
las cosas aquí iban a ser tan difíciles».
Llamó a una primera guardería. «Me dijeron que tenían una lista de espera de dos años y que llegaba tarde. En las siguientes, me despacharon con que perdía el tiempo». A Emanuela le entró el pánico. «Empecé a visitar una guardería tras otra. Fue una pesadilla. Me sentí un desastre como madre, pensé que había echado a perder la oportunidad de que mi hijo tuviera una buena educación. Mi suegra se burlaba de mí. Me decía: 'No puedes ir a todas las guarderías de Londres. Decídete por una, y ya está. No es más que una guardería. Tampoco es el fin del mundo'. Pero ¡sí que es el fin del mundo!». Y como ella, por absurdo que parezca, piensan muchas parejas adineradas de Londres.
La asistencia a una guardería en el Reino Unido no es obligatoria, pero Emanuela tenía claro que si esperaba a los cuatro años habría demasiados competidores para ingresar en una 'buena' escuela. Y asistir a una 'mala' guardería recortaría las posibilidades del pequeño. «Conocí a madres gestantes que estaban preinscribiendo a sus hijos nonatos, que tenían controlado al milímetro todo el mapa educativo desde el jardín de infancia hasta la universidad». Emanuela preinscribió a su pequeño en ocho guarderías. La preinscripción no garantiza una plaza, y la tarifa, que no es retornable, está entre las 50 y las 150 libras. Se gastó unas 1000 libras. Al recordar lo sucedido, Emanuela reconoce que perdió un poco la cabeza.
Pero no es la única. Hay tanta competencia para obtener plaza en las guarderías de ciertos barrios londinenses que los padres con dinero están pagando más de 18.000 libras para asegurarse un año de jardín de infancia. El crecimiento de Londres como centro financiero y la llegada de familias extranjeras muy ricas procedentes de Rusia, Oriente Medio, Estados Unidos y Asia Oriental han disparado la demanda en los centros más prestigiosos. La guardería de postín no es importante por sí misma, pero es la llave para entrar en uno de los exclusivos colegios londinenses que, a su vez, aseguran acabar en el paraíso: las universidades de Oxford y Cambridge.
Educate Private es otra empresa dedicada a gestionar el ingreso en una guardería. Cobra 3000 libras y el año pasado asesoró a 40 familias. A este coste se suman las cuotas de las guarderías, que empiezan en 10.000 libras al año por tres horas al día y alcanzan las 15.600 libras por la asistencia a tiempo completo. «Es un negocio floreciente», indica Jane Ritchie, antigua directora de la Minors Nursery School, en Notting Hill, guardería a la que fueron los príncipes Enrique y Guillermo. En 1990, el trimestre salía por unas 200 libras; hoy cuesta 2950. Ritchie dirigió la guardería durante 21 años, hasta que en 2011 la vendió a Alpha Plus Group, propietario de una red de escuelas privadas entre las que se cuenta el colegio Wetherby. «Los que sacan buenas notas en Wetherby van a Eton, Harrow, Winchester, Saint Paul's, King's College y Wimbledon, de los seis colegios masculinos más prestigiosos del país».
Este septiembre hay 200 nombres en la lista de espera... y nada más que 12 plazas libres. «La gente a veces se lo toma de forma personal, pero el hecho es que no tenemos más espacio físico», dice Harrison. «Al final he comprendido que el acceso no se consigue por el orden de llegada. Lo fundamental es trabajarse bien a los de la guardería», asegura Sienna, ex profesional de la banca y hoy ama de casa casada con un banquero, que escribe el blog Notting Hill Yummy Mummy. Su hijo de cinco años asistió a una de esas guarderías «supercompetitivas». Sienna explica que «las cinco guarderías de ensueño» son Acorn, Minors, Strawberry Fields, Rolfe's y Ladbroke Square Montessori.
Un ejemplo es Emma Chandler, de 41 años, que antes trabajaba en la industria de la moda y está casada con un inversor de capital riesgo. Tiene dos hijos mellizos de un año. Emma se decantó por la escuela cuando estaba embarazada. Sabía que tenía que efectuar las preinscripciones poco después del parto, pero las cosas se complicaron porque dio a luz diez semanas antes de lo previsto. Dado que ella no podía ocuparse, hospitalizada con sus bebés, contrató a un asesor para hacer el papeleo, pero al final consiguió encontrar una guardería por su cuenta y por casualidad. «Mi marido y yo hablamos con la directora. La mujer nos dijo que tenía ocupadas el 97 por ciento de las plazas... y de repente nos ofreció dos. Nos pusimos contentísimos». Chandler explica así lo sucedido: «Creo que la cosa tuvo que ver con Cliff Richards, cuyo nombre surgió en la conversación. Resultó que la directora había trabajado como corista de Cliff, que es amigo de mi familia política».
Emanuela Ferrero también ha encontrado una guardería «estupendísima» con la ayuda de un asesor. El único problema es que a Leopoldo tienen que haberle enseñado a ir al baño antes de ingresar en ella. «Porque no quieren que se produzcan accidentes de ningún tipo. Es un poco complicado, porque el niño tan solo tendrá dos años y tres meses cuando empiece a ir al centro. Si no consigo enseñarle, se perderá un trimestre. Los de la guardería fueron tajantes al respecto. Me lo dejaron clarísimo».
Llamó a una primera guardería. «Me dijeron que tenían una lista de espera de dos años y que llegaba tarde. En las siguientes, me despacharon con que perdía el tiempo». A Emanuela le entró el pánico. «Empecé a visitar una guardería tras otra. Fue una pesadilla. Me sentí un desastre como madre, pensé que había echado a perder la oportunidad de que mi hijo tuviera una buena educación. Mi suegra se burlaba de mí. Me decía: 'No puedes ir a todas las guarderías de Londres. Decídete por una, y ya está. No es más que una guardería. Tampoco es el fin del mundo'. Pero ¡sí que es el fin del mundo!». Y como ella, por absurdo que parezca, piensan muchas parejas adineradas de Londres.
La asistencia a una guardería en el Reino Unido no es obligatoria, pero Emanuela tenía claro que si esperaba a los cuatro años habría demasiados competidores para ingresar en una 'buena' escuela. Y asistir a una 'mala' guardería recortaría las posibilidades del pequeño. «Conocí a madres gestantes que estaban preinscribiendo a sus hijos nonatos, que tenían controlado al milímetro todo el mapa educativo desde el jardín de infancia hasta la universidad». Emanuela preinscribió a su pequeño en ocho guarderías. La preinscripción no garantiza una plaza, y la tarifa, que no es retornable, está entre las 50 y las 150 libras. Se gastó unas 1000 libras. Al recordar lo sucedido, Emanuela reconoce que perdió un poco la cabeza.
Pero no es la única. Hay tanta competencia para obtener plaza en las guarderías de ciertos barrios londinenses que los padres con dinero están pagando más de 18.000 libras para asegurarse un año de jardín de infancia. El crecimiento de Londres como centro financiero y la llegada de familias extranjeras muy ricas procedentes de Rusia, Oriente Medio, Estados Unidos y Asia Oriental han disparado la demanda en los centros más prestigiosos. La guardería de postín no es importante por sí misma, pero es la llave para entrar en uno de los exclusivos colegios londinenses que, a su vez, aseguran acabar en el paraíso: las universidades de Oxford y Cambridge.
Y llegaron los asesores
La
gran demanda de plazas ha llevado a la aparición de una profesión: los
asesores educativos. La empresa Bonas MacFarlane cobra 5500 libras para
«asegurar las mayores posibilidades» de conseguir plaza en un jardín de
infancia de campanillas. De eso se encarga Lucy Fletcher, directora de
ubicación escolar: «Entre el 80 y el 90 por ciento de las
guarderías quieren que la preinscripción se realice en la fecha más
cercana posible al nacimiento», dice. Hay guarderías que incluso piden
que la preinscripción se efectúe durante el embarazo. En estos
casos hay que dejar sin rellenar los espacios destinados al nombre del
bebé y la fecha del nacimiento, pero los padres deben contactar con su
asesor muy poco después de su llegada al mundo. «Hice la llamada y envié
el correo electrónico requeridos a las tres de la madrugada desde el
paritorio, justo después de haber dado a luz cuenta una madre. Al final
nos aseguramos la plaza, pero, por Dios, es excesivo tener que
concentrarme en una cosa así después de haber pasado por un parto de 22
horas». Educate Private es otra empresa dedicada a gestionar el ingreso en una guardería. Cobra 3000 libras y el año pasado asesoró a 40 familias. A este coste se suman las cuotas de las guarderías, que empiezan en 10.000 libras al año por tres horas al día y alcanzan las 15.600 libras por la asistencia a tiempo completo. «Es un negocio floreciente», indica Jane Ritchie, antigua directora de la Minors Nursery School, en Notting Hill, guardería a la que fueron los príncipes Enrique y Guillermo. En 1990, el trimestre salía por unas 200 libras; hoy cuesta 2950. Ritchie dirigió la guardería durante 21 años, hasta que en 2011 la vendió a Alpha Plus Group, propietario de una red de escuelas privadas entre las que se cuenta el colegio Wetherby. «Los que sacan buenas notas en Wetherby van a Eton, Harrow, Winchester, Saint Paul's, King's College y Wimbledon, de los seis colegios masculinos más prestigiosos del país».
Educar para el éxito
Emplazada
en Chelsea, la guardería Miss Daisy es uno de los tres jardines de
infancia propiedad de Daisy Harrison, de 38 años, maestra que abrió su
primera guardería en 2006. «Vi que los niños que llegaban de las
guarderías no estaban muy bien preparados para la escuela. Nadie les
había enseñado a seguir las normas, a colgar la chaqueta en la percha, a
manejarse bien con un lápiz o a dar las gracias», explica. En la
guardería hay 40 niños, divididos en dos cursos. Los más
pequeños acuden unas pocas horas al día, pero a partir de los tres años
pueden estar desde las 8:45 de la mañana hasta las 15:00 horas, tres
veces por semana. Las cuotas son de 3200 libras por trimestre en el
primero de los casos y de 4400 en el segundo. Los pequeños aprenden
nociones de francés, canto, arte dramático, cocina, fútbol, arte y
manualidades. Se les enseña a manejar un lápiz, contar hasta
diez, escribir sus nombres y ser conscientes de las formas, colores y
sonidos de las letras. Sin embargo, el principal atractivo de Miss Daisy
radica en su historial como trampolín para el ingreso en las escuelas
de élite londinenses. «Las escuelas se fijan en la visión de
conjunto afirma. Lo que quieren son niños con buenos modales, que sean
capaces de concentrarse y tengan un potencial». Pone un
ejemplo: a la hora de ser presentados a los responsables de la escuela,
los niños saben que tienen que estrechar sus manos con firmeza. «Deben
presentarse y establecer contacto visual directo. 'Hola, señor Jones, me
llamo William. Encantado de conocerlo'. Si el niño tiene las manos en
los bolsillos, ya puede olvidarse», asegura.
Los factores añadidos
Llegado
el momento de la verdad, ¿cómo decide Harrison quiénes van a ser los
niños elegidos que entrarán en Miss Daisy? «Tomamos buena nota si los
padres nos envían los impresos de preinscripción directamente desde el
hospital, porque es señal de que lo tienen todo bien pensado. Pero
nuestra decisión final no se basa en este factor». Harrison se
fija en las fechas de nacimiento, «porque no es conveniente que una
clase esté formada totalmente por niños nacidos en verano», y en otros
indicadores menos sutiles. «Para mí, lo principal es la recomendación
hecha por otros padres dice. En esta zona de Londres viven familias
encantadoras, que saben bien cuáles son nuestras prioridades. Y pienso
que sus amistades también lo saben». Este septiembre hay 200 nombres en la lista de espera... y nada más que 12 plazas libres. «La gente a veces se lo toma de forma personal, pero el hecho es que no tenemos más espacio físico», dice Harrison. «Al final he comprendido que el acceso no se consigue por el orden de llegada. Lo fundamental es trabajarse bien a los de la guardería», asegura Sienna, ex profesional de la banca y hoy ama de casa casada con un banquero, que escribe el blog Notting Hill Yummy Mummy. Su hijo de cinco años asistió a una de esas guarderías «supercompetitivas». Sienna explica que «las cinco guarderías de ensueño» son Acorn, Minors, Strawberry Fields, Rolfe's y Ladbroke Square Montessori.
El poder de los 'padrinos'
«Comprendí
que todo este asunto es muy competitivo porque la gente me decía que
todos los meses iban a la guardería y les regalaban tarjetas, fotos,
galletitas... Es excesivo, pero es lo que hay. Tienes que ir de visita a
la guardería y decirles que estás encantado con ellos. También debes
dejar claro que estás bien relacionada, por lo que conviene dejar caer
ciertos nombres...».Un ejemplo es Emma Chandler, de 41 años, que antes trabajaba en la industria de la moda y está casada con un inversor de capital riesgo. Tiene dos hijos mellizos de un año. Emma se decantó por la escuela cuando estaba embarazada. Sabía que tenía que efectuar las preinscripciones poco después del parto, pero las cosas se complicaron porque dio a luz diez semanas antes de lo previsto. Dado que ella no podía ocuparse, hospitalizada con sus bebés, contrató a un asesor para hacer el papeleo, pero al final consiguió encontrar una guardería por su cuenta y por casualidad. «Mi marido y yo hablamos con la directora. La mujer nos dijo que tenía ocupadas el 97 por ciento de las plazas... y de repente nos ofreció dos. Nos pusimos contentísimos». Chandler explica así lo sucedido: «Creo que la cosa tuvo que ver con Cliff Richards, cuyo nombre surgió en la conversación. Resultó que la directora había trabajado como corista de Cliff, que es amigo de mi familia política».
Emanuela Ferrero también ha encontrado una guardería «estupendísima» con la ayuda de un asesor. El único problema es que a Leopoldo tienen que haberle enseñado a ir al baño antes de ingresar en ella. «Porque no quieren que se produzcan accidentes de ningún tipo. Es un poco complicado, porque el niño tan solo tendrá dos años y tres meses cuando empiece a ir al centro. Si no consigo enseñarle, se perderá un trimestre. Los de la guardería fueron tajantes al respecto. Me lo dejaron clarísimo».
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