- Hay Womad este año y también lo hay asegurado para el 2015, cuando este Festival que atrae a miles de personas a Cáceres cumpla 24 ...
SOCIEDADEl Womad de Cáceres, asegurado durante dos años
El Festival tendrá lugar del 8 al 11 de mayo y cuenta con una inversión de 417.000 euros, un 17% más que en 2013
Hay Womad este año y también lo hay asegurado para el 2015, cuando este Festival que atrae a miles de personas a Cáceres cumpla 24 años.Ya se sabe que el Womad 2014 comenzará el 8 de mayo, jueves, y terminara el domingo 11; pero aún no se ha desvelado qué grupos van a venir. Lo único que ha indicado por ahora la organización es que, «el Festival cuenta, un año más, con el apoyo incondicional del Gobierno de Extremadura, la Diputación de Cáceres y el Ayuntamiento de Cáceres, a través del Consorcio Gran Teatro», y que la organización «anda inmersa en ultimar los detalles de una de las ediciones más eclécticas de los últimos años». Al preguntarle el Diario HOY qué significado puede darse a la palabra 'ecléctico' al referirse a este festival, ha señalado que significa, «que habrá mucha más variedad en estilos musicales».Lo que sí ha trascendido ayer por la tarde, en la reunión extraordinaria del Consejo Rector del Consorcio Gran Teatro, es que esta edición cuenta con un 17% más de presupuesto, y que se ha asegurado la continuidad del Womad en Cáceres para el año 2015.El dinero para hacer realidad el Festival sale de tres instituciones, y cada una de ellas ha aumentado en 20.000 euros su aportación, para llegar así a una partida total de 417.000 euros. Para esta edición el Gobierno de Extremadura aporta 206.000 euros, la Diputación de Cáceres 110.000, y el Ayuntamiento de la ciudad 101.000 euros. Se han comprometido a aportar la misma cantidad para la edición de 2015.El director general de Promoción Cultural, José Antonio Agúndez, destacó que el gobierno de Monago sigue apoyando este Festival, «porque es extraordinariamente importante, no sólo para Cáceres, sino para toda la cultura de Extremadura». Explicó que Monago ha cumplido con su palabra de poner el dinero que había retirado un patrono. Se refería a los 100.000 euros que aportaba Caja de Extremadura.Agúndez ha considerado un éxito la negociación con el Womad para dos años, «la organización del Festival quería firmar por tres años, pero nos ha parecido que debemos asumir dos años, porque en el 2016 va a ser un nuevo equipo el que salga de las próximas elecciones, y así les dejamos las manos libres para que sean ellos los que negocien cómo será el Womad de 2016».El diputado de Cultura de la Diputación, Eduardo Villaverde, también ve positiva la negociación por dos años, «es un acierto, porque el año que viene, al ser un año electoral, podía presionar más la organización del Womad para una subida de precios. Ha sido una negociación importante». En la ya larga historia del Womad, hubo alguna ocasión en la que se ha firmado por tres años.La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, se mostraba bastante satisfecha al ver que se aseguraba la continuidad, durante dos años, de un festival que atrae a 15.000 espectadores por jornada, a la Plaza Mayor de una ciudad que se convierte en capital de la tolerancia y la música.TÍTULO: EL MONEDERO O LA CARTERA, TAIYE SELASI, ESCRITORA,.-fotos-EL MONEDERO O LA CARTERA, Taiye Selasi: “No soy africana ni americana: soy ‘afropolita”,.
La escritora es una de las estrellas emergentes de la literatura,.
Su primera novela, 'Lejos de Ghana', se publica en España,.
Taiye Selasi es el más claro ejemplo de esa realidad bautizada por ella como “afropolitismo”: nació en Londres hace 35 años, se crió en Massachusetts, es hija de un cirujano ghanés y una pediatra nigeriana y estudió en Yale y Oxford. Con el apoyo de Toni Morrison y el empuje del poderoso agente Andrew Wylie, conocido por su ferocidad como El Chacal, se ha convertido en una estrella emergente de la literatura. Su primera novela, Lejos de Ghana (Salamandra), cuenta la historia de los Sai, una familia afroamericana rota por el abandono del padre.
En el Trastevere, el barrio de Roma donde vive desde hace tres años, la conocen como la scrittrice y en un elegante local de copas de Piazza Spagna han bautizado con su nombre un cóctel: “Lleva vodka, jengibre, ingredientes secretos y mucho amor”. En la terraza de su ático está el estudio acristalado donde escribe. Rodeado de luz, con vistas espectaculares sobre la ciudad y entre los chillidos de las gaviotas, bien podría ser un faro. Desde hace unos meses, Selasi alterna la soledad de su trabajo con el reality televisivo donde participa como jurado, Masterpiece, en el que aspirantes a escritor compiten para publicar un libro y conseguir fama y dinero.
Pregunta. En el reciente Festival del Libro de Jaipur, en India, calificó de absurdo el concepto de novela africana y reivindicó otro término: afropolitismo. ¿Qué significa exactamente?
Respuesta. En 2005, escribí un ensayo donde describía el origen de una noción más flexible de identidad. El afropolitismo define a jóvenes de origen africano con una identidad híbrida, como mi hermana y yo. Mi padre nació en Costa del Oro, que en 1957 se convirtió en Ghana, estudió en Escocia y terminó trabajando como cirujano en Arabia Saudí. Los abuelos de mi madre eran un misionero escocés y una mujer yoruba, ella se crio entre Londres y Lagos y conoció a mi padre cuando ambos estudiaban Medicina en Zambia. Mi hermana melliza y yo nacimos en Londres y crecimos con el sentimiento de ser de todas partes, no sólo nigerianas o británicas o americanas.
P. ¿Y esa nueva identidad no modifica la definición de ser británico o ser americano?
R. Sin duda. Los grandes cambios que trajo el colonialismo son especialmente visibles, no en los jóvenes países que surgieron a continuación, sino en París, Londres, Bruselas… Cuando sales al mundo y lo colonizas, a continuación el mundo entra en tu casa. Si no quieres incluir a escritores indios, nigerianos o jamaicanos en tu definición de literatura británica, no deberías haber colonizado India, Nigeria y Jamaica. Hablamos de lo británico como si solo significara té, la reina o ser blanco, y eso es absurdo. Lo británico se ha vuelto “marrón”.
P. ¿Marrón?
R. Me niego a utilizar el término “negro”. Referirse a alguien por el color de su piel no es algo neutral e inofensivo. Al contrario: perpetúa el engaño de la existencia de una raza negra. Creo en el poder de la lengua para cambiar el pensamiento. James Baldwin decía que uno escribe para cambiar el mundo, aunque el cambio sea mínimo. Hablar de gente marrón produce cuanto menos extrañeza: ¿por qué no dice negro?
P. Usted, una afropolita, estudió en Estados Unidos. ¿Sintió una proximidad especial con la cultura afroamericana?
R. Desgraciadamente el mito de la raza es una parte dominante de la vida y de la cultura popular en Estados Unidos. Cuando llegué a Yale, entré a formar parte de la categoría de estudiantes negros de la universidad. Sin embargo, en un estudio reciente se mostraba que alrededor del 70% de esos estudiantes son inmigrantes de África o de las Indias Occidentales. Asumir que alguien que creció en Nairobi ha de congeniar con alguien que creció en Brooklyn por el color de su piel no tiene sentido. Dicho esto, sé que todo lo que han conseguido los inmigrantes africanos en EE UU ha sido posible gracias a los afroamericanos. Mi madre estudió en Harvard porque era una mujer brillante y porque trabajó muy duro, pero también porque, muchos años antes, otra persona de piel marrón consiguió entrar en esa institución en circunstancias muy duras.
P. Ser de todas partes y al mismo tiempo ninguna, ¿no la condena al desarraigo?
R. Identificar desarraigo con inmigración resulta engañoso. El arraigo es un sentimiento que nace de lo local y no de un país en su conjunto. Yo me siento en casa cuando voy a Accra, la capital de Ghana: el olor, la comida, las calles, mis amigos, mi madre, que vive allí desde hace 13 años, mi padre, que es ghanés… Pero eso no me sucede en otra ciudad, como Kumasi. Eso es algo universal. Mi abuela vive en Málaga desde hace muchos años, es una gran bailaora de flamenco y hace unas paellas buenísimas. Para ella eso es su España.
P. Pero para un escritor, ¿la patria no es su lengua?
R. Yo no hablo ninguna lengua como un nativo del país. En Ghana, en Italia y hasta en EEUU, la gente me pregunta de dónde soy. Mi madre tiene un acento británico muy marcado y fue ella quien me enseñó a hablar. En realidad, mi auténtico país es mi hermana. Lo más hermoso de tener una melliza es que por extraño que fuese el mundo en el que nací, no llegué sola.
P. Entre los estereotipos que existen en torno a África está la potente sexualidad del hombre africano. Sus personajes masculinos son amantes asombrosos…
R. Soy Escorpio, el signo más sexual del zodiaco. El sexo es una metáfora maravillosa de la experiencia humana: el deseo de unión, la búsqueda de un hogar, la separación… Explica el resto del drama humano; me interesa mucho, pero como cuestión humana, no relacionado con un continente de forma sociológica o antropológica. Eso no quiere decir que no sea consciente de que existe una inmensa mitología retorcida acerca de la sexualidad del africano.
P. Su agente literario, Andrew Wylie, es famoso por su ferocidad y su eficacia. ¿Cómo lleva trabajar con él?
R. Andrew es un hombre muy dulce. Le envié las cien primeras páginas de mi novela. Estaba tan nerviosa que escribí mal su apellido en el sobre, pero lo corregí a tiempo. Él se iba a Londres y leyó el manuscrito en el avión. Eso fue un jueves y el lunes siguiente me reuní con él. Me dijo que podía vender la novela sin que yo la terminara antes y así hizo. Pero las expectativas eran tan altas que no pude seguir escribiendo. Dejé Nueva York y vine a Roma para acabar la novela. Debo mi supervivencia como creadora a esta ciudad.
Fue el comentario generalizado entre las distintas partes
del comité organizador. Traer el Europeo de cross al Circo Romano de
Mérida empieza a tomar fuerza y pasa a ser una posibilidad muy real. El
Campeonato de España de Campo a Través resultó un éxito rotundo y la
Federación Extremeña de Atletismo se plantea dar un salto más. Salió
todo a la perfección y el escenario encandiló tanto a atletas y público
como a federativos y políticos. Extremadura demostró con creces que está
capacitada para celebrar competiciones de gran nivel. «Se habló de
organizar el Europeo de Cross. Ya en la presentación del campeonato el
alcalde de Mérida se lo pidió al presidente de la Española», señala
Pedro Talavera.
Para presentar la candidatura del Circo Romano como sede
del Campeonato de Europa de Cross hay que seguir unos plazos y una serie
de requisitos y sobre todo contar con el apoyo institucional y
económico de la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Mérida. La
idea pasaría por un proyecto deportivo global con el turismo como motor y
reclamo para proyectar y dar a conocer la capital autonómica en el
Viejo Continente. «Odriozola lo volvió a recordar el domingo y nos animó
a presentar el proyecto. Dijo que ya nos avisaría de los plazos, pero
hay que valorar el proyecto a nivel deportivo y de presupuesto y después
la Española tendría que aprobarlo», sostiene el secretario de la
Federación Extremeña. Talavera apunta que todos los organismos
implicados estarían dispuestos a dar el paso para organizar en unos años
la gran cita europea de campo a través por selecciones nacionales.
«Prácticamente es lo mismo que un Campeonato de España, incluso con
menos atletas y ya lo hemos hecho, aunque aquí entrarían idiomas. Para
el año que viene no sería porque hay que solicitarlo con dos años de
antelación».
Y es que el marco milenario sedujo a todos los asistentes.
«Del circuito todo el mundo ha hablado de maravilla. Es verdad que para
algunos atletas era muy llano y rápido para correr, pero sólo hemos
recibido felicitaciones. Odriozola puso en valor que se abriera el Circo
Romano en las condiciones que lo tenemos los extremeños para el deporte
y también la carrera de promoción, que para ellos fue una grata
sorpresa porque nunca se había hecho». La ocupación hotelera en Mérida
fue total y algunos atletas pernoctaron en Almendralejo y alrededores.
«Diez presidentes de federaciones me expresaron que había sido el mejor
campeonato en el que habían estado y el responsable de la Española no
recordaba una organización así. De hecho, reflejó en el informe que
había sido el mejor Campeonato de España de los que había estado»,
cuenta Talavera.
La lástima fue alguna alegría más al triunfo sin podio de
Houssame Benabbou para poner broche de oro a una jornada inolvidable.
Aún así pone un notable en el aspecto deportivo. «Deportivamente se
valoran las medallas y esperábamos una más, la de las chicas. Pese a la
retirada de Urbina han quedado sextas, un excelente puesto que no
corresponde a Extremadura porque en todo estamos por detrás,
infraestructuras, medios, recursos... Con Cristina (Jordán) y Teresa
(Urbina) habríamos podido luchar por el oro con Cantabria. Es complicado
ganar medallas y más cuando se da este nivel, en Mérida no ha faltado
nadie», expone el secretario federativo.
TÍTULO: LAS MANZANAS VERDES, CASTELLA GANA UNA PEQUEÑA BATALLA,.
- Castella anduvo suelto, sereno, serio, templadito y a gusto con el toro de la apertura. Cuando el toro se desinfló, Castella se pegó el arrimón ...
Castella gana una pequeña batalla
Al cabo de los años, reedición del mano a mano con Perera que en su día fue de grandes tensiones pero ya no. Con el mejor lote de Zalduendo, éxito del francés, que cortó una oreja
Los tres mejores toros de la corrida de Zalduendo se jugaron por delante. Cerraron los tres de peor condición. Cinqueños los seis. Muy bien armados todos sin excepción. Los dos más astifinos se corrieron por delante. Tal vez porque eran los de menos romana. Estaban, sin embargo, gloriosamente rematados. Aleonado el primero, como el antiguo juampedro legítimo: hecho para galopar. Solo que no le sobraron las fuerzas, se empezó a salir distraído de suertes y fue o quiso menos de lo prometido. También galopó el segundo, y descolgó enseguida, pero se pegó un volatín de los que tronchan por el cuello a tantos toros.Castella anduvo suelto, sereno, serio, templadito y a gusto con el toro de la apertura. Cuando el toro se desinfló, Castella se pegó el arrimón de su repertorio antiguo: circulares con cambio de mano. Severo dominio de la escena. Un pinchazo, una estocada atravesada. Perera salió embalado: dos largas afaroladas en tablas para recibir al segundo. Ya en la vertical, de rayas a medios Perera, se interpuso el viento, que se le metió por debajo de los vuelos. No hubo manera. Después de esa pelea sorda de hombre, viento y fiera, el toro cobró el volatín que valió por un puyazo y medio. Los dos que tomó el toro fueron un simulacro reglamentario. Joselito Gutiérrez banderilleó por el pitón izquierdo tan bien como siempre.Perera brindó desde los medios, donde el toro iba a pesar seguramente más. No llegó ni a poder comprobarse la causa, porque a los diez muletazos, por abajo, de poder y obligar, el toro estaba casi para el tinte. Le costó mucho venirse. La embestida, preciosa, pero sin motor. Dos claudicaciones. Se deshizo en hechizo. Un par de primores de Perera con la izquierda. Una estocada desprendida. Bramó dolido el toro al final. ¿Bramar? El maestro Juan Posada decía «mugir». Perera no quiso salir a saludar.Estaba frío el mano a mano para entonces. Primero, porque más que mano a mano era corrida de dos matadores y no otra cosa. El duelo en serio y de fondo de Castella y Perera fue hace tres, cuatro o cinco años, y entonces se sintió el ruido de sables propio. O de navajas. Aquellas batallas las ganó Perera. No puede decirse que la guerra, porque guerra no hay. No hubo ni siquiera pelea en este asalto de Valencia que ganó a los puntos Castella. El extremeño Perera no tuvo suerte en el reparto de toros: se aplomó el cuarto, que pareció de salida un gallito bueno, pero solo lo pareció, y el sexto, al que trató de convencer con la mano izquierda en suaves toques, punteó nervioso, adelantó por las dos manos, tardeó y acabó probando. En un momento, ya en la prórroga gratuita de la faena, el toro estuvo a punto de prender a Perera cuando se le columpiaba entre pitones.Castella, en cambio, gozó del beneficio de un tercer toro muy completo. El mejor de los seis, el sello de las joyas familiares de Zalduendo. Castella pareció entenderse con ese toro desde la misma salida. Tres lances a pies juntos bien librados, cuatro o cinco de rodillas cosidos entre sí y con los precedentes, y un farol de broche que puso a la gente en pie.Luego riñeron en quites los dos espadas. Riña apacible. Castella quitó por chicuelinas, revolera y larga tras la primera vara. Perera salió por gaoneras tras la segunda. No fue redondo el quite pero tuvo la marca del valor y el ajuste. Y entonces replicó Castella por valencianas o saltilleras, aprendidas de la genuina fuente mexicana. Con su golpe de sorpresa: el cite primero pareció para un lance clásico de frente por detrás. Y no.Muy a su antojo Castella con la muleta. Su apertura clásica: la madeja de ocho ligados en los medios -tres de ellos, los primeros impares, cambiados por la espalda- y el remate con el de la firma, el de pecho y el del desdén. Fue casi coser y cantar. Más breve, la faena se habría valorado el doble, porque el toro estaba juzgado y sentenciado a los veinte viajes. Mucho más brillante Castella con la zurda que con la diestra. Y eso es novedad. Un aviso. Una estocada a morir pero soltando el engaño.El quinto, grandón, veleto, cornipaso del derecho, bizco, bastante feo, salió frío y renco, se salió suelto del caballo -Pepe Doblado anduvo listo para cazarlo con dos puyazos arriba en otras tantas oleadas- y anduvo de acá para allá en correrías sospechas. Toro de varias caras, Castella le buscó las vueltas, lo sujetó con criterio de torero hecho y derecho, lo dejó planchado, se puso pesadito -otro aviso-, un pinchazo, estocada tendida y un descabello. No fue propiamente un combate. Pero cantó victoria Castella.