- Maitines de las finanzas locales donde se decide qué va a pasar hoy con el dinero en Santa Amalia o en Jarandilla. Un par de horas después, ...foto,.
Vuelven los atascos, los funcionarios y los frikis del Lidl,.
Uno de septiembre. Hoy, a las ocho de la mañana, volverán a reunirse los bancarios extremeños en los despachos de sus directores. Maitines de las finanzas locales donde se decide qué va a pasar hoy con el dinero en Santa Amalia o en Jarandilla. Un par de horas después, en las redacciones de los periódicos y de las emisoras de radio se repiten esas reuniones para adivinar qué va pasar hoy con todo.
Uno de septiembre. Desde bien temprano, las calles céntricas de las ciudades, asombrosamente vacías hasta ayer, se ven invadidas por riadas de coches que buscan un sitio libre. A las 8.05, el primer turno de cafés es un jolgorio tras un mes de aburrimiento. Los funcionarios impacientes, los que fichan y salen a desayunar, beben café en las barras mientras se entrecruzan narraciones de playa, anécdotas de carretera y recuerdos de chiringuito.
A esa hora, un pelotón de prejubilados toma las aceras que conducen al extrarradio: caminan deprisa, escuchan noticias por unos auriculares, mientras menean sus cabezas y chasquean sus lenguas. Un poco más tarde, sobre las nueve, empiezan a formarse los corrillos de los dependientes de comercio veteranos. Quedan pocos, pero tienen mucha autoridad y sus corrillos son el mejor sondeo diario para saber cómo va la crisis, cómo va lo de Podemos y cómo va lo de Casillas. También hay dependientes jóvenes, la mayoría, pero esos no hacen corrillos, esos prefieren irse a desayunar.
Los dependientes de antes desayunaban en casa y tenían tanta prestancia y tanta soltura que siempre parecían los dueños de la tienda. Formaban un grupo social tan sólido y respetado como el de los funcionarios y los bancarios con sus sueldos fijos y decentes, sus trajes con corbata y sus empleos seguros. Muchos acababan siendo concejales, directivos de fútbol y respetados activistas de Acción Católica.
Los dependientes de ahora son otra cosa. Para empezar, duran seis meses detrás del mostrador y no toda la vida. Sus empleos son volátiles y sus sueldos son indecentes, pero tienen la gracia insolente de la precariedad y la desvergüenza saludable de quienes no tienen nada que perder. Por eso desayunan fuera de casa y, en vez de ser directivos, prefieren ir al gimnasio entre semana, a un italiano los sábados por la noche y comer a las cinco los domingos. No son una casta sólida, pero se divierten más.
Uno de septiembre. Van a dar las diez y vuelven las colas impacientes de jubilados a las puertas de Carrefour y de frikis a las puertas del Lidl. Los primeros quieren hacer la compra ya. Los segundos son moteros, pescadores, informáticos o cocinillas y calientan inquietos para disputar la carrera de las ofertas del Lidl. Sobre esa hora, Cáceres, Badajoz y, sobre todo, Mérida, se llenan de alcaldes, ejecutivos y proyectistas en general. Vienen a consejerías y diputaciones a presentar sus planes y sus proyectos. Un par de horas después se les vuelve a ver. Van de regreso al párking. Nueve de cada diez están muy enfadados porque les han dicho que no. Uno de cada diez está mosqueado sin llegar a enfadarse: le han dicho que ya veremos.
Uno de septiembre. Colas en los bancos, en las oficinas de empleo, en Tráfico...Hacia las dos de la tarde, vuelven a llenarse los bares de las cañas elegantes por la plaza de los Alféreces de Badajoz y por Obispo Segura Sáez de Cáceres. También se llenan los bares de cañas castizas por San Roque y San Blas. La caña elegante cuesta medio euro más que la castiza, pero te llaman caballero y la oreja con tomate te la sirven en una cazuelita. Eso sí, debes llevar la camisa por dentro del pantalón.
Uno de septiembre en Extremadura. Siestas de sobremesa y matrimonios canónicos paseando al atardecer por Cánovas o San Francisco mientras las otras parejas prefieren las plazas, sea Mayor, sea Alta. Y por la noche, una región y una gran terraza de bar llena de extremeños que estiran la vacación, que quieren creer que agosto nunca se acaba.
El desayuno lunes, tostadas de pan con aceite y cafe con leche,.
La cena lunes, un huevo frito con patatas y postre una manzana, pan, beber agua,.
El desayuno martes, galletas Maria con un cafe con leche,.
La cena martes, filetes de pollo y postre un naranja, pan, beber fanta de naranja,.
TÍTULO: LA CHICA MARTES, ANA, EN SEPTIEMBRE MEJOR CHIRINGUITO Y PLAYA,.
- Los primeros días de septiembre, que coinciden con la semana de Feria y el festivo local, la mayoría opta por irse de vacaciones, escapar de ...foto, Ana,
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Los emeritenses aprovechan los días de Feria para disfrutar de unas
'minivacaciones' alejadas de la ciudad y el bullicio de la fiesta,. -
Las agencias de viajes notan un incremento en el número de ciudadanos que sale este año de viaje,.
Farolillos por sombrillas. Casetas por chiringuitos. Camisa, vaqueros y gorro de paja corporativo por chanclas, bañador y gafas de sol. Lo tradicional pocas veces pasa de moda, y en temas vacacionales los emeritenses parece que lo tienen claro. Los primeros días de septiembre, que coinciden con la semana de Feria y el festivo local, la mayoría opta por irse de vacaciones, escapar de la ciudad y disfrutar de los últimos rayos de sol que todavía broncean en la playa.
Segunda quincena de agosto y primeros de septiembre siguen siendo las fechas preferidas de los emeritenses para viajar, según las agencias de viajes de la ciudad. Desde Nautalia, ubicada en la céntrica calle Camilo José Cela, así lo explican. «En esta semana, Mérida se queda completamente vacía», indica Estefanía Galán, agente del establecimiento. Del 30 al 6 o del 1 al 8 de septiembre son los días con más salidas registradas.
Prefieren la tranquilidad de septiembre, y cada vez son más los que escogen estas fechas para disfrutar de unas mini vacaciones. Además del interés habitual por huir durante esos días, las agencias notan un aumento de ventas en turismo nacional con respecto a años anteriores. «Parece que estamos saliendo del bache en el que nos estancamos hace unos veranos», recalca Galán. Y lo notan en que en vez de tres o cuatro días, los emeritenses ya se animan a por la semana al completo.
También lo nota Galan Tours, situada en la Avenida Princesa Sofía. «Tenemos menos disponibilidad de hoteles debido a la aceptación e interés que está teniendo la gente», indica Isabel Galán, propietaria del negocio. Galán destaca como Nautalia el boom que en la capital autonómica tiene septiembre con respecto a otras épocas del año. «La semana de Feria es crucial», recalca.
DestinosEn cuanto a los destinos, los emeritenses por regla general no son de variar. Las playas se llevan la palma y cuanto más cerca, mejor. La costa de Huelva y la de Cádiz siguen siendo las más aclamadas, por aquello de recorrer menos kilómetros. Lo que no quiere decir que sea más barato. Los emeritenses viajan algo más, pero pagan lo mismo que años anteriores. «Los precios se mantienen», indica Galán. Por norma general, las familias al completo son las que escogen estos destinos convencionales. Los que se aventuran y apuestan por viajes fuera del país son los recién casados. Destinos como Europa, e incluso cruzar el charco dirección América o perderse en una playa caribeña, esas son opciones con más aceptación que registran en las agencias. «Es el perfil que por regla general se ajusta a salidas internacionales», indica la agente de Nautalia. Galán Tours por su parte señala que los destinos fuera de España varían en función de las promociones que manejan.
Los viajes de ida y vuelta en 24 horas también reflejan una aceptación más que interesante. Muchos son los que apuestan por este tipo de escapadas. Muchos y de diferentes edades. Desde los jóvenes que realizan su primer viaje en amigos, hasta los jubilados que prefieren un autobús que los acerque a la playa antes que exponerse en la carretera con su coche. Nautalia recalca que los viajes que ofertan en la semana de Feria están al completo. «A Roquetas de Mar, Chiclana, Gandía e incluso Benidorn han tenido una aceptación sorprendente», explica Estefanía Galán.
Muchos son los que se escapan por unos días para huir de la ciudad, del bullicio, los cacharritos y los perritos pilotos. Pero también están los que se quedan para disfrutar de la ciudad en fiestas.
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