Viernes - 28- DICIEMBRE a las 22:10 horas en La 1, foto,.
Seis décimos del Gordo de Navidad dejan 2,4 millones de euros en Extremadura,.
El número 03347, agraciado con el Gordo de
Navidad y dotado con cuatro millones de euros por serie, ha repartido
2,4 millones de euros en Extremadura, merced a seis décimos adquiridos
en Badajoz (2), Cáceres (2), Casar de Cáceres (1) y Trujillo (1).
En la capital pacense, dos décimos del 03347 fueron adquiridos en un punto de venta ubicado en la avenida de Santa Marina; otros dos en la ciudad de Cáceres, uno en la avenida de San Blas y otro en la avenida Virgen de la Montaña.
El décimo vendido en este último lugar, un estanco con punto de venta electrónico, fue adquirido la pasada semana por una persona que eligió ese número, según ha explicado a EFE su gerente, Jorge Sánchez, quien en 2015 y 2016 vendió un cuarto premio del Sorteo Extraordinario de Navidad.
En el punto de venta autorizado de Badajoz donde se han vendido dos décimos, Álvaro Martínez, hijo del titular de este local ubicado en el número 12 de la avenida Santa Marina, se ha mostrado "muy ilusionado"
Es la primera que conceden el Gordo, aunque ya en 2014 repartieron la suerte con un segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad. A estas horas, un grupo de personas ataviadas con una camiseta con el mensaje "Primer premio vendido aquí", celebran la noticia brindando también con cava.
Asimismo, un décimo fue comprado en un establecimiento de la avenida de la Constitución, de Casar de Cáceres, y otro en la Plaza Mayor de Trujilo (Cáceres).
En declaraciones a EFE, la titular del establecimiento de Casar de Cáceres que ha vendido el décimo, Teresa Sánchez, ha asegurado estar "muy feliz", aunque sólo haya sido un décimo, ya que es la primera vez que vende un número agraciado con el Gordo de Navidad.
En Trujillo, el décimo ha sido vendido por terminal en una administración de lotería. Su titular, Luis Moreno, ha expresado su alegría por repartir 400.000 euros y, especialmente, porque es la primera vez que "vende el Gordo" de Navidad.
El premio se ha dado a conocer a las 12.35 horas, en la octava tabla, y ha sido cantado por Carla García y Aya Ben Hamdouch.
A
las 11.43 horas llegaba un cuarto premio, el 67774. Esa era la primera
vez que sonaba el nombre de Cáceres entre los agraciados en el sorteo de
la Lotería de Navidad celebrado ayer. Dotado con 200.000 euros a la
serie, el número lo cantaron en el segundo alambre de la sexta tabla y
una pequeña parte recayó en el municipio de Arroyo de la Luz.
La administración número dos situada en la calle Rafael Chaparro había vendido un décimo de ese número y repartido 20.000 euros. «Al principio no me lo creía hasta que han empezado a llamar muchos periodistas», contaba ayer la empleada de la administración.
Ella supo que definitivamente era cierto cuando lo certificaron los dos representantes de la delegación provincial de Cáceres de Loterías y Apuestas del Estado con el cartel que colgaron en dicha administración. Eso fue pasadas las 12.00 horas y ante la expectación de algunos vecinos arroyanos que se acercaron a ese establecimiento para conocer el nombre de los agraciados.
Aunque los afortunados no hicieron acto de presencia en la administración inmediatamente después de conocer que su número estaba premiado, los vecinos que se congregaron en la zona destacaron que «se trata de un décimo comprado por los dueños de un estanco de la localidad y que han compartido el boleto entre tres amigos».
Este número también se ha vendido en Barcelona, Valencia, Baleares, Vizcaya, Santa Cruz de Tenerife, A Coruña, León, Madrid, Alicante, Almería, Asturias, Ceuta, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Gerona, Granada, Guadalajara y Guipúzcoa, entre otros lugares.
TITULO: Lazos de sangre - El retrato de la natalidad extremeña,.
Cuando
era pequeña, Estrella Valverde jugaba a imaginarse con 30 años. Incluso
dibujaba entre superhéroes, princesas y paisajes la que sería su futura
familia: un marido, dos bebés y ella. Hoy está a punto de cumplir 33 y
nada de eso forma parte de su realidad. Esta extremeña vive en un piso
en el barrio de Tetuán (Madrid) con su novio, Jaime Galeano, de 31.
Ambos nacieron en Cáceres y tienen planes de boda para 2019. A lo de ser
padres prefieren no ponerle fecha.
«El cambio de ciudad, la búsqueda de empleo, la inestabilidad laboral, lo deprisa que va todo... Son muchas las razones que ni siquiera nos han permitido plantearnos cuándo tendremos nuestro primer hijo», reconoce Estrella justo después de terminar su turno en la tienda en la que trabaja. Lo hace de lunes a domingo normalmente y parte de su tiempo libre lo dedica a estudiar Pedagogía por la UNED. Es su segunda carrera. Primero hizo Magisterio.
Por su parte, Jaime es licenciado en Geografía y Ordenación del Territorio y cuenta con un máster en Sistemas de Información Geográfica y Teledetección. «Sabía que en Extremadura no tenía futuro, así que nos vinimos a probar suerte y nos ofrecieron más oportunidades», explica este joven, que es director del área de sistemas de información geográfica de una empresa ingeniera de telecomunicaciones. Hace de enlace entre proyectos de España y Finlandia y, tras varios años de esfuerzo, puede decir que tiene un puesto estable. «Lo que antes pasaba a los 20, hoy en día empieza a llegar a los 30. Antes no puedes planear nada», confiesa.
Él y Estrella, que llevan siete años como pareja, son parte de una estadística que en las últimas semanas ha dejado unos cuantos titulares que ponen de manifiesto el batacazo de la pirámide de población extremeña. En la primera mitad de este año, la región sumó un total de 3.818 nacimientos y 6.153 muertes, lo que equivale a un saldo vegetativo negativo de 2.335 personas, según el INE. La natalidad lleva años en regresión, pero entre enero y junio de 2018 se ha desplomado. Los 3.818 bebés de esos seis meses son un 10,3% menos que los de las mismas fechas de 2017.
Jaime y Estrella coinciden cuando se les pregunta por las medidas que se deberían poner en marcha para que esas cifras cambien. «Los políticos tienen que tomar conciencia de que la bajada de la natalidad es un problema grave. El cheque bebé no vale para nada, solo para comprar unos pocos pañales», afirma Estrella, que se sincera y reconoce que le han preguntado en varias entrevistas de trabajo si tiene pensado ser madre. «Todos sabemos por qué lo preguntan», comenta. «Conozco a mujeres a las que han despedido tras quedarse embarazadas», añade. Por ejemplos como ese defienden que hay que abogar por políticas de conciliación familiar y laboral, jornadas completas e intensivas o el teletrabajo.
En el mismo sentido se manifiesta el profesor de Geografía de la Universidad de Extremadura y experto en Demografía Antonio Pérez. Considera que las razones de la caída de natalidad en la región extremeña se debe a varios problemas. Alude al envejecimiento demográfico y a la escasez de mujeres en edad fértil por la emigración femenina. «En esta comunidad, con un cierto carácter tradicional, siempre han solido tener más hijos, pero desde el año 2000 eso ha empezado a caer y ahora estamos por debajo de la media nacional», afirma Pérez.
Él cree que han penetrado las ideas modernas y urbanas en los ámbitos rurales. «Eso se nota en las estadísticas. Las mujeres extremeñas se casan menos y cada vez más tarde. Si acceden a la maternidad lo hacen a partir de los 32 años de media», añade antes de referirse a los hijos de madres inmigrantes. «Esa población es la que ha hecho que la natalidad no caiga más, pero tras la llegada de la crisis económica las personas de otros países se empezaron a marchar».
Con esos datos encima de la mesa ya es tarde. «Las medidas se tenían que haber tomado hace mucho tiempo como han hecho en otros países. Por ejemplo, en Francia y Noruega pusieron en marcha iniciativas para conciliar la vida familiar y laboral y ahora están cosechando lo que sembraron hace cuatro décadas», asevera Pérez.
Lamenta que en España solo se han preocupado por este asunto esporádicamente. «Aquí no existe flexibilidad horaria y el principal problema que tienen las madres es qué hacer con sus bebés tras las baja de maternidad. Mientras que en otros países es de un año, aquí solo es de cuatro meses».
Está seguro de que la caída de la natalidad no se debe principalmente a la falta de deseo por ser padres. Lo demuestra con datos. El avance de la última encuesta de fecundidad del INE que alude a 2018 revela que casi tres de cada cuatro mujeres desearían tener al menos dos hijos. El principal incentivo que demandan es el aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad. También la flexibilidad en el horario de trabajo.
En esa misma encuesta se hace referencia al porcentaje de mujeres que acceden a tratamientos de fertilidad. El 5,4% de las que tienen entre 18 y 55 años residentes en España se ha sometido alguna vez a un proceso de reproducción asistida.
Es el caso de la cacereña Laura Santos. Tiene 31 años y se casó con Vidal Aguirre (35 años), también de Cáceres, en 2012. En la mente de los dos siempre rondó la idea de ser padres pero no fue hasta diciembre de 2017 cuando nacieron sus mellizas. Tuvieron que recurrir a un tratamiento de fertilidad y, después de varios intentos en la Seguridad Social, acudieron a una clínica privada. «Tras un largo proceso hoy tenemos dos hijas preciosas», dicen sonrientes Laura y Vidal, que no descartan tener más niños en un futuro.
Hay quien sabe que ese momento no llegará ningún día. Lo tienen decidido. Forman parte de un grupo de gente a los que desde hace no muchos años se les llama 'Childfree' (sin niños). Es un término usado para describir a quienes no tienen ni desean tener hijos. Han dejado de avergonzarse por reconocer que no quieren ser padres. Así lo creen por convicción.
Este movimiento social surgió en la década de 1970 en Estados Unidos y su idea ya se ha extendido por todo el mundo. Incluso algunos de sus miembros defienden espacios libres de niños y acogen tanto a quienes quieren esterilizarse para no procrear como a aquellos que no pueden tener hijos por problemas de fertilidad con el objetivo de ayudarles a vivir plenamente sin hijos.
Estrella antes pasaba algunas temporadas de verano en una de esas localidades, Valdefuentes, donde viven unas 1.200 personas. En ella conserva algunos amigos. La mayoría están fuera de la región. Su hermano también se tuvo que marchar de Extremadura para trabajar y ahora vive en Bruselas. El de Jaime en Santiago de Chile. «Ese es el deprimente retrato. Muchos amigos están en ciudades grandes como Madrid. Solo dos o tres se han quedado en nuestra tierra y de ellos la excepción la marca el que tiene hijos», lamenta Estrella.
Esa excepción tiene el nombre de una de sus mejores amigas. La conoce desde los tres años y se llama Sandra Nevado (32 años). Ella y Tomás Crespo (38 años), su marido, tuvieron una hija hace cuatro meses. Desde entonces les ha cambiado la vida. Ellos siempre quisieron ser padres. «Supimos que era el momento perfecto cuando ambos encontramos la estabilidad laboral y ya teníamos nuestra propia casa», comenta Sandra, quien reconoce que le gustaría tener otro bebé. Por ahora, prefiere esperar un poco. «Tu vida da un vuelco de 180 grados cuando eres madre. Es mucho trabajo, cambia por completo tu día a día, pero el esfuerzo y las pocas horas de sueño merecen la pena».
Lo mismo opina Ana María Jiménez. Es orientadora educativa en la localidad de Castuera y tiene tres hijos junto a su marido Cristóbal Romero. Viven en Villanueva de la Serena y a su día le faltan horas. Se levanta a las cinco de la mañana para hacer todas las tareas. «No paro ni un segundo, pero me compensa», dice tras reconocer que le hubiera gustado tener otro bebé. «Por la edad ya no puedo, pero vengo de una familia de cinco hermanos y mi infancia ha sido muy feliz».
Asegura que, entre su círculo de amigos, ella es «el bicho raro». Reconoce que es de las que piensan que la caída de la natalidad está muy relacionada con el actual ritmo de vida. «Es complicado compaginarlo todo, pero si se quiere se puede. Es comodidad en algunos casos y en otros hay factores como la estabilidad o las posibilidades de conciliación». Confiesa que está acostumbrada a escuchar este tipo de frases: «No sé cómo lo haces, cómo puedes o de dónde sacas el tiempo y la fuerza». Palabras que en tiempos de baja natalidad suenan a superheroína.
A los porcentajes y cifras de la caída de la natalidad, los extremeños Jaime Galeano y Estrella Valverde le ponen rostro. También palabras. Son duras pero realistas. «Extremadura no ofrece futuro, no da empleo y sin trabajo no se puede tener un hijo», coinciden estos jóvenes que llevan siete años juntos y actualmente viven en Madrid.
Ella se graduó en Magisterio y él es licenciado en Geografía y Ordenación del Territorio. Los dos también estudiaron en la Universidad de Extremadura, pero esta tierra no les dio las oportunidades que buscaban.
Emigraron a la capital madrileña y después de cuatro años allí es cuando realmente pueden decir que tienen estabilidad laboral. «No hemos tenido tiempo ni para pensar si queremos ser padres», reconocen tras asegurar que si Extremadura les hubiera brindado la posibilidad de trabajar de lo que estudiaron hoy es muy probable que fueran padres
Ana María Jiménez y Cristóbal Romero viven en Villanueva de la Serena. Siempre supieron que querían ser familia numerosa. Se casaron en 2010 y luego llegaron los hijos. Tienen tres de cuatro, cinco y siete años. «No hemos tenido más por la edad, si no me hubiera gustado otro», reconoce Ana María.
Ambos trabajan en colegios y en los últimos años han sido testigos de la caída de la natalidad en Extremadura. Por ejemplo, en la última década en uno de los centros educativos que atiende han pasado de contar con 525 alumnos a 295, según apunta Ana María, que actualmente trabaja como orientadora educativa en Castuera. «La dificultad para conciliar la vida laboral y familiar hace que se retrase el momento de ser padres. En muchos casos no dan el paso por comodidad, prefieren no cambiar su modo de vida», explica tras asegurar que a ella el esfuerzo le compensa. «Mis hijos me llenan de felicidad», concluye.
La vida de los cacereños Sandra Nevado y Tomás Crespo cambió por completo el pasado 28 de agosto. Ese día nació su primera hija.
Ellos se casaron en el año 2016 después de una década como pareja y tenían claro que querían ser padres. «Nos hacía mucha ilusión tener hijos, pero hasta que ha llegado el momento no hemos decidido dar el paso. Al lograr la estabilidad laboral fuimos a por el bebé», coinciden.
«Ahora lo primero es ella, ya no piensas casi en ti. Era algo de lo que éramos conscientes. Sabíamos que nuestra rutina iba a dar un giro de 180 grados. Se duerme menos, se sale menos, hay más preocupaciones, pero a nosotros nos compensa, nos llena de felicidad», añaden. Tanto es así que entre sus planes de futuro está tener otro bebé.
«Para compaginar la vida familiar y laboral contamos con la ayuda de los abuelos. Cuando sea un poco más mayor irá a la guardería», concluyen.
Han estado cinco años intentado ser padres y lo han logrado. Las mellizas de Laura Santos y Vidal Aguirre nacieron en diciembre de 2017. Ellos forman parte de ese grupo de parejas que intentan tener un bebé y recurren a tratamientos de fertilidad.
«En la Seguridad Social nos hicieron cuatro inseminaciones artificiales porque por nuestras características decían que era lo más apropiado. No sabían la razón por la que no me quedaba embarazada. Eso no funcionó y volvimos a esperar para pasar a la fecundación in vitro, que tampoco fue bien y abandoné el tratamiento», explica Laura. «Es todo muy largo y siguen un protocolo que falla mucho», lamentan estos dos cacereños, que luego decidieron acudir a una clínica privada. «Allí en un mes me quedé embarazada», comenta la joven, quien recuerda que la mayoría de personas con las que coincidió que también se estaban sometiendo a los mismos tratamientos tenían entre 35 y 42 años.
Elegido en 1960, Kennedy se convirtió en el presidente más joven de su país, después de Theodore Roosevelt. Ejerció desde el 20 de enero de 1961 hasta su asesinato. Durante su gobierno tuvo lugar la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba, la construcción del Muro de Berlín, el inicio de la carrera espacial y la consolidación del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, así como las primeras acciones de su país en la guerra de Vietnam.
Durante la Segunda Guerra Mundial, destacó por su liderazgo como comandante de la lancha torpedera PT-109 en el área del Pacífico Sur. En un reconocimiento, la PT-109 fue impactada por un destructor japonés, que partió la lancha en dos y ocasionó una explosión. La tripulación a su cargo nadó hasta una isla y sobrevivió hasta ser rescatada. Esta hazaña le dio popularidad y con ella comenzó su carrera política.
Kennedy representó al estado de Massachusetts como miembro de la Cámara de Representantes desde 1947 hasta 1953. Luego, como senador, desde 1953 hasta que asumió la Presidencia en 1961. Con 43 años, fue el candidato presidencial del Partido Demócrata en 1960, derrotó a Richard Nixon en una de las votaciones presidenciales más ajustadas. Kennedy había sido la última persona en ser elegida ejerciendo el cargo de senador. También ha sido el único católico presidente de EE.UU., así como el único nacido durante la Primera Guerra Mundial y también el primero nacido en el siglo XX.
Murió asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas2, crimen por el que fue arrestado Lee Harvey Oswald, asesinado dos días después por Jack Ruby, por lo que no pudieron someterlo a juicio. La Comisión Warren concluyó que Oswald había actuado solo en el asesinato. Sin embargo, el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos estimó en 1979 que pudo existir una conspiración. El tema ha sido muy debatido y existen múltiples teorías sobre el magnicidio, un momento imborrable en la historia de Estados Unidos.
De acuerdo con las últimas investigaciones realizadas por el periodista David Talbot, Allen Dulles sería el autor intelectual del asesinato del presidente Kennedy, quien en 1961 le había destituido del cargo de director de la CIA por el fracaso del plan desarrollado por Dwight Eisenhower para invadir Cuba, la «Operación Bahía de Cochinos».3
Muchos han considerado a Kennedy como un icono de las aspiraciones y esperanzas estadounidenses; en algunas encuestas en su país continúa siendo estimado como uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos.
En la capital pacense, dos décimos del 03347 fueron adquiridos en un punto de venta ubicado en la avenida de Santa Marina; otros dos en la ciudad de Cáceres, uno en la avenida de San Blas y otro en la avenida Virgen de la Montaña.
El décimo vendido en este último lugar, un estanco con punto de venta electrónico, fue adquirido la pasada semana por una persona que eligió ese número, según ha explicado a EFE su gerente, Jorge Sánchez, quien en 2015 y 2016 vendió un cuarto premio del Sorteo Extraordinario de Navidad.
En el punto de venta autorizado de Badajoz donde se han vendido dos décimos, Álvaro Martínez, hijo del titular de este local ubicado en el número 12 de la avenida Santa Marina, se ha mostrado "muy ilusionado"
Es la primera que conceden el Gordo, aunque ya en 2014 repartieron la suerte con un segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad. A estas horas, un grupo de personas ataviadas con una camiseta con el mensaje "Primer premio vendido aquí", celebran la noticia brindando también con cava.
Asimismo, un décimo fue comprado en un establecimiento de la avenida de la Constitución, de Casar de Cáceres, y otro en la Plaza Mayor de Trujilo (Cáceres).
En declaraciones a EFE, la titular del establecimiento de Casar de Cáceres que ha vendido el décimo, Teresa Sánchez, ha asegurado estar "muy feliz", aunque sólo haya sido un décimo, ya que es la primera vez que vende un número agraciado con el Gordo de Navidad.
En Trujillo, el décimo ha sido vendido por terminal en una administración de lotería. Su titular, Luis Moreno, ha expresado su alegría por repartir 400.000 euros y, especialmente, porque es la primera vez que "vende el Gordo" de Navidad.
El premio se ha dado a conocer a las 12.35 horas, en la octava tabla, y ha sido cantado por Carla García y Aya Ben Hamdouch.
TITULO:VACACIONES - EUROPA DE PELICULA -Un décimo del 67774 lleva 20.000 euros a Arroyo de la Luz,.
Un décimo del 67774 lleva 20.000 euros a Arroyo de la Luz,.
El boleto fue vendido en la administración número dos de la calle Rafael Chaparro de la localidad cacereña,.
La administración número dos situada en la calle Rafael Chaparro había vendido un décimo de ese número y repartido 20.000 euros. «Al principio no me lo creía hasta que han empezado a llamar muchos periodistas», contaba ayer la empleada de la administración.
Ella supo que definitivamente era cierto cuando lo certificaron los dos representantes de la delegación provincial de Cáceres de Loterías y Apuestas del Estado con el cartel que colgaron en dicha administración. Eso fue pasadas las 12.00 horas y ante la expectación de algunos vecinos arroyanos que se acercaron a ese establecimiento para conocer el nombre de los agraciados.
Aunque los afortunados no hicieron acto de presencia en la administración inmediatamente después de conocer que su número estaba premiado, los vecinos que se congregaron en la zona destacaron que «se trata de un décimo comprado por los dueños de un estanco de la localidad y que han compartido el boleto entre tres amigos».
Este número también se ha vendido en Barcelona, Valencia, Baleares, Vizcaya, Santa Cruz de Tenerife, A Coruña, León, Madrid, Alicante, Almería, Asturias, Ceuta, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Gerona, Granada, Guadalajara y Guipúzcoa, entre otros lugares.
TITULO: Lazos de sangre - El retrato de la natalidad extremeña,.
El miercoles -26- Diciembre a las 21:30 por La 1, fotos.
El retrato de la natalidad extremeña,.
Familias numerosas, parejas sin hijos y padres primerizos creen que cada vez hay menos bebés por la dificultad para conciliar, la inestabilidad laboral y una mentalidad que aboga por una vida plena sin descendencia ,.
«El cambio de ciudad, la búsqueda de empleo, la inestabilidad laboral, lo deprisa que va todo... Son muchas las razones que ni siquiera nos han permitido plantearnos cuándo tendremos nuestro primer hijo», reconoce Estrella justo después de terminar su turno en la tienda en la que trabaja. Lo hace de lunes a domingo normalmente y parte de su tiempo libre lo dedica a estudiar Pedagogía por la UNED. Es su segunda carrera. Primero hizo Magisterio.
Por su parte, Jaime es licenciado en Geografía y Ordenación del Territorio y cuenta con un máster en Sistemas de Información Geográfica y Teledetección. «Sabía que en Extremadura no tenía futuro, así que nos vinimos a probar suerte y nos ofrecieron más oportunidades», explica este joven, que es director del área de sistemas de información geográfica de una empresa ingeniera de telecomunicaciones. Hace de enlace entre proyectos de España y Finlandia y, tras varios años de esfuerzo, puede decir que tiene un puesto estable. «Lo que antes pasaba a los 20, hoy en día empieza a llegar a los 30. Antes no puedes planear nada», confiesa.
Él y Estrella, que llevan siete años como pareja, son parte de una estadística que en las últimas semanas ha dejado unos cuantos titulares que ponen de manifiesto el batacazo de la pirámide de población extremeña. En la primera mitad de este año, la región sumó un total de 3.818 nacimientos y 6.153 muertes, lo que equivale a un saldo vegetativo negativo de 2.335 personas, según el INE. La natalidad lleva años en regresión, pero entre enero y junio de 2018 se ha desplomado. Los 3.818 bebés de esos seis meses son un 10,3% menos que los de las mismas fechas de 2017.
Jaime y Estrella coinciden cuando se les pregunta por las medidas que se deberían poner en marcha para que esas cifras cambien. «Los políticos tienen que tomar conciencia de que la bajada de la natalidad es un problema grave. El cheque bebé no vale para nada, solo para comprar unos pocos pañales», afirma Estrella, que se sincera y reconoce que le han preguntado en varias entrevistas de trabajo si tiene pensado ser madre. «Todos sabemos por qué lo preguntan», comenta. «Conozco a mujeres a las que han despedido tras quedarse embarazadas», añade. Por ejemplos como ese defienden que hay que abogar por políticas de conciliación familiar y laboral, jornadas completas e intensivas o el teletrabajo.
En el mismo sentido se manifiesta el profesor de Geografía de la Universidad de Extremadura y experto en Demografía Antonio Pérez. Considera que las razones de la caída de natalidad en la región extremeña se debe a varios problemas. Alude al envejecimiento demográfico y a la escasez de mujeres en edad fértil por la emigración femenina. «En esta comunidad, con un cierto carácter tradicional, siempre han solido tener más hijos, pero desde el año 2000 eso ha empezado a caer y ahora estamos por debajo de la media nacional», afirma Pérez.
Él cree que han penetrado las ideas modernas y urbanas en los ámbitos rurales. «Eso se nota en las estadísticas. Las mujeres extremeñas se casan menos y cada vez más tarde. Si acceden a la maternidad lo hacen a partir de los 32 años de media», añade antes de referirse a los hijos de madres inmigrantes. «Esa población es la que ha hecho que la natalidad no caiga más, pero tras la llegada de la crisis económica las personas de otros países se empezaron a marchar».
Sin solución
Asegura que las previsiones no son esperanzadoras. Las estadísticas marcan un descenso poblacional y de natalidad, así como un incremento de la tasa de mortalidad. «Estamos abocados a un proceso de despoblación galopante», sentencia tras referirse a que 44 municipios extremeños –35 de la provincia de Cáceres y nueve de la de Badajoz– no registraron ningún nacimiento en 2017. Ese año el número de alumbramientos ascendió a 8.495 en la región, con una tasa bruta de natalidad por cada mil habitantes del 7,92, según el Instituto de Estadística de Extremadura.Con esos datos encima de la mesa ya es tarde. «Las medidas se tenían que haber tomado hace mucho tiempo como han hecho en otros países. Por ejemplo, en Francia y Noruega pusieron en marcha iniciativas para conciliar la vida familiar y laboral y ahora están cosechando lo que sembraron hace cuatro décadas», asevera Pérez.
Lamenta que en España solo se han preocupado por este asunto esporádicamente. «Aquí no existe flexibilidad horaria y el principal problema que tienen las madres es qué hacer con sus bebés tras las baja de maternidad. Mientras que en otros países es de un año, aquí solo es de cuatro meses».
Está seguro de que la caída de la natalidad no se debe principalmente a la falta de deseo por ser padres. Lo demuestra con datos. El avance de la última encuesta de fecundidad del INE que alude a 2018 revela que casi tres de cada cuatro mujeres desearían tener al menos dos hijos. El principal incentivo que demandan es el aumento de la duración del permiso de maternidad y paternidad. También la flexibilidad en el horario de trabajo.
En esa misma encuesta se hace referencia al porcentaje de mujeres que acceden a tratamientos de fertilidad. El 5,4% de las que tienen entre 18 y 55 años residentes en España se ha sometido alguna vez a un proceso de reproducción asistida.
Es el caso de la cacereña Laura Santos. Tiene 31 años y se casó con Vidal Aguirre (35 años), también de Cáceres, en 2012. En la mente de los dos siempre rondó la idea de ser padres pero no fue hasta diciembre de 2017 cuando nacieron sus mellizas. Tuvieron que recurrir a un tratamiento de fertilidad y, después de varios intentos en la Seguridad Social, acudieron a una clínica privada. «Tras un largo proceso hoy tenemos dos hijas preciosas», dicen sonrientes Laura y Vidal, que no descartan tener más niños en un futuro.
Hay quien sabe que ese momento no llegará ningún día. Lo tienen decidido. Forman parte de un grupo de gente a los que desde hace no muchos años se les llama 'Childfree' (sin niños). Es un término usado para describir a quienes no tienen ni desean tener hijos. Han dejado de avergonzarse por reconocer que no quieren ser padres. Así lo creen por convicción.
Este movimiento social surgió en la década de 1970 en Estados Unidos y su idea ya se ha extendido por todo el mundo. Incluso algunos de sus miembros defienden espacios libres de niños y acogen tanto a quienes quieren esterilizarse para no procrear como a aquellos que no pueden tener hijos por problemas de fertilidad con el objetivo de ayudarles a vivir plenamente sin hijos.
Pueblos que desaparecerán
Para el geógrafo Antonio Pérez cambiar esa forma de pensar es complicado y la única alternativa para que no desaparezcan municipios pasa por crear trabajo y traer a población joven. «Extremadura en ese sentido está abocada al fracaso. Hay territorios que hay que repoblar. Por ejemplo, el 75% de los municipios en la región tienen unos 2.000 habitantes y es muy difícil que se salven de la despoblación», afirma.Estrella antes pasaba algunas temporadas de verano en una de esas localidades, Valdefuentes, donde viven unas 1.200 personas. En ella conserva algunos amigos. La mayoría están fuera de la región. Su hermano también se tuvo que marchar de Extremadura para trabajar y ahora vive en Bruselas. El de Jaime en Santiago de Chile. «Ese es el deprimente retrato. Muchos amigos están en ciudades grandes como Madrid. Solo dos o tres se han quedado en nuestra tierra y de ellos la excepción la marca el que tiene hijos», lamenta Estrella.
Esa excepción tiene el nombre de una de sus mejores amigas. La conoce desde los tres años y se llama Sandra Nevado (32 años). Ella y Tomás Crespo (38 años), su marido, tuvieron una hija hace cuatro meses. Desde entonces les ha cambiado la vida. Ellos siempre quisieron ser padres. «Supimos que era el momento perfecto cuando ambos encontramos la estabilidad laboral y ya teníamos nuestra propia casa», comenta Sandra, quien reconoce que le gustaría tener otro bebé. Por ahora, prefiere esperar un poco. «Tu vida da un vuelco de 180 grados cuando eres madre. Es mucho trabajo, cambia por completo tu día a día, pero el esfuerzo y las pocas horas de sueño merecen la pena».
Lo mismo opina Ana María Jiménez. Es orientadora educativa en la localidad de Castuera y tiene tres hijos junto a su marido Cristóbal Romero. Viven en Villanueva de la Serena y a su día le faltan horas. Se levanta a las cinco de la mañana para hacer todas las tareas. «No paro ni un segundo, pero me compensa», dice tras reconocer que le hubiera gustado tener otro bebé. «Por la edad ya no puedo, pero vengo de una familia de cinco hermanos y mi infancia ha sido muy feliz».
Asegura que, entre su círculo de amigos, ella es «el bicho raro». Reconoce que es de las que piensan que la caída de la natalidad está muy relacionada con el actual ritmo de vida. «Es complicado compaginarlo todo, pero si se quiere se puede. Es comodidad en algunos casos y en otros hay factores como la estabilidad o las posibilidades de conciliación». Confiesa que está acostumbrada a escuchar este tipo de frases: «No sé cómo lo haces, cómo puedes o de dónde sacas el tiempo y la fuerza». Palabras que en tiempos de baja natalidad suenan a superheroína.
Jaime y Estrella emigraron a Madrid
«Extremadura no da empleo y así no se puede tener hijos»
A los porcentajes y cifras de la caída de la natalidad, los extremeños Jaime Galeano y Estrella Valverde le ponen rostro. También palabras. Son duras pero realistas. «Extremadura no ofrece futuro, no da empleo y sin trabajo no se puede tener un hijo», coinciden estos jóvenes que llevan siete años juntos y actualmente viven en Madrid.
Ella se graduó en Magisterio y él es licenciado en Geografía y Ordenación del Territorio. Los dos también estudiaron en la Universidad de Extremadura, pero esta tierra no les dio las oportunidades que buscaban.
Emigraron a la capital madrileña y después de cuatro años allí es cuando realmente pueden decir que tienen estabilidad laboral. «No hemos tenido tiempo ni para pensar si queremos ser padres», reconocen tras asegurar que si Extremadura les hubiera brindado la posibilidad de trabajar de lo que estudiaron hoy es muy probable que fueran padres
Ana María y Cristóbal tienen tres hijos
«Hoy en día muchos no son padres por comodidad»
Ana María Jiménez y Cristóbal Romero viven en Villanueva de la Serena. Siempre supieron que querían ser familia numerosa. Se casaron en 2010 y luego llegaron los hijos. Tienen tres de cuatro, cinco y siete años. «No hemos tenido más por la edad, si no me hubiera gustado otro», reconoce Ana María.
Ambos trabajan en colegios y en los últimos años han sido testigos de la caída de la natalidad en Extremadura. Por ejemplo, en la última década en uno de los centros educativos que atiende han pasado de contar con 525 alumnos a 295, según apunta Ana María, que actualmente trabaja como orientadora educativa en Castuera. «La dificultad para conciliar la vida laboral y familiar hace que se retrase el momento de ser padres. En muchos casos no dan el paso por comodidad, prefieren no cambiar su modo de vida», explica tras asegurar que a ella el esfuerzo le compensa. «Mis hijos me llenan de felicidad», concluye.
Tomás y Sandra tienen una hija de 4 meses
«Al lograr estabilidad laboral fuimos a por el bebé»
La vida de los cacereños Sandra Nevado y Tomás Crespo cambió por completo el pasado 28 de agosto. Ese día nació su primera hija.
Ellos se casaron en el año 2016 después de una década como pareja y tenían claro que querían ser padres. «Nos hacía mucha ilusión tener hijos, pero hasta que ha llegado el momento no hemos decidido dar el paso. Al lograr la estabilidad laboral fuimos a por el bebé», coinciden.
«Ahora lo primero es ella, ya no piensas casi en ti. Era algo de lo que éramos conscientes. Sabíamos que nuestra rutina iba a dar un giro de 180 grados. Se duerme menos, se sale menos, hay más preocupaciones, pero a nosotros nos compensa, nos llena de felicidad», añaden. Tanto es así que entre sus planes de futuro está tener otro bebé.
«Para compaginar la vida familiar y laboral contamos con la ayuda de los abuelos. Cuando sea un poco más mayor irá a la guardería», concluyen.
Laura y Vidal iempre han querido ser padres
«Tras un largo tratamiento hoy tenemos mellizas»
Han estado cinco años intentado ser padres y lo han logrado. Las mellizas de Laura Santos y Vidal Aguirre nacieron en diciembre de 2017. Ellos forman parte de ese grupo de parejas que intentan tener un bebé y recurren a tratamientos de fertilidad.
«En la Seguridad Social nos hicieron cuatro inseminaciones artificiales porque por nuestras características decían que era lo más apropiado. No sabían la razón por la que no me quedaba embarazada. Eso no funcionó y volvimos a esperar para pasar a la fecundación in vitro, que tampoco fue bien y abandoné el tratamiento», explica Laura. «Es todo muy largo y siguen un protocolo que falla mucho», lamentan estos dos cacereños, que luego decidieron acudir a una clínica privada. «Allí en un mes me quedé embarazada», comenta la joven, quien recuerda que la mayoría de personas con las que coincidió que también se estaban sometiendo a los mismos tratamientos tenían entre 35 y 42 años.
TITULO: VUELTA AL COLE -El Camello de la Casa Blanca - John F. Kennedy,.
foto / John Fitzgerald Kennedy (Brookline, Massachusetts, 29 de mayo de 1917-Dallas, Texas, 22 de noviembre de 1963) fue el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos. Fue conocido como John F. Kennedy; "Jack", por sus amigos; o como JFK.
Elegido en 1960, Kennedy se convirtió en el presidente más joven de su país, después de Theodore Roosevelt. Ejerció desde el 20 de enero de 1961 hasta su asesinato. Durante su gobierno tuvo lugar la invasión de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba, la construcción del Muro de Berlín, el inicio de la carrera espacial y la consolidación del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, así como las primeras acciones de su país en la guerra de Vietnam.
Durante la Segunda Guerra Mundial, destacó por su liderazgo como comandante de la lancha torpedera PT-109 en el área del Pacífico Sur. En un reconocimiento, la PT-109 fue impactada por un destructor japonés, que partió la lancha en dos y ocasionó una explosión. La tripulación a su cargo nadó hasta una isla y sobrevivió hasta ser rescatada. Esta hazaña le dio popularidad y con ella comenzó su carrera política.
Kennedy representó al estado de Massachusetts como miembro de la Cámara de Representantes desde 1947 hasta 1953. Luego, como senador, desde 1953 hasta que asumió la Presidencia en 1961. Con 43 años, fue el candidato presidencial del Partido Demócrata en 1960, derrotó a Richard Nixon en una de las votaciones presidenciales más ajustadas. Kennedy había sido la última persona en ser elegida ejerciendo el cargo de senador. También ha sido el único católico presidente de EE.UU., así como el único nacido durante la Primera Guerra Mundial y también el primero nacido en el siglo XX.
Murió asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas2, crimen por el que fue arrestado Lee Harvey Oswald, asesinado dos días después por Jack Ruby, por lo que no pudieron someterlo a juicio. La Comisión Warren concluyó que Oswald había actuado solo en el asesinato. Sin embargo, el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos estimó en 1979 que pudo existir una conspiración. El tema ha sido muy debatido y existen múltiples teorías sobre el magnicidio, un momento imborrable en la historia de Estados Unidos.
De acuerdo con las últimas investigaciones realizadas por el periodista David Talbot, Allen Dulles sería el autor intelectual del asesinato del presidente Kennedy, quien en 1961 le había destituido del cargo de director de la CIA por el fracaso del plan desarrollado por Dwight Eisenhower para invadir Cuba, la «Operación Bahía de Cochinos».3
Muchos han considerado a Kennedy como un icono de las aspiraciones y esperanzas estadounidenses; en algunas encuestas en su país continúa siendo estimado como uno de los mejores presidentes de los Estados Unidos.
El Presidente recibió varios impactos de bala en la calle Elm de Dallas (Texas) en un Lincoln Continental Convertible, producido por Ford a las 12:30 p.m. el 22 de noviembre de 1963, mientras realizaba una visita política por el estado de Texas. Fue declarado muerto media hora más tarde.
Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino, fue arrestado en un teatro 80 minutos después de los disparos. Oswald fue acusado matar a un oficial de policía de Dallas, J.D. Tippit, antes de ser acusado por el homicidio del presidente.20 Oswald dijo no haber matado a nadie, alegó que él solo era un señuelo.
El 29 de noviembre, Lyndon B. Johnson creó la Comisión Warren —presidida por el juez de la Suprema Corte Earl Warren— para investigar el asesinato, la cual concluyó que Oswald actuó solo, pero sus conclusiones siguen siendo objeto de debate, tanto académico como popular.
El Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (US House of Representatives Select Committee on Assassinations) o (HSCA) fue establecido en 1976 para investigar el asesinato del presidente John F. Kennedy. Las investigaciones del comité duraron hasta 1978, y en 1979 emitieron el informe final. En dicho informe, concluyó, entre otros hechos, que el presidente John F. Kennedy fue asesinado como resultado de una conspiración, en la que estuvieron involucradas varias dependencias del Gobierno estadounidense. El Departamento de Justicia, FBI, CIA, y la Comisión Warren fueron severamente criticados por dicho Comité por su pobre desempeño en las investigaciones llevadas a cabo, y el Servicio Secreto fue tildado de deficiente en su protección al presidente.
En particular, un porcentaje significativo de estadounidenses encuestados cree en algún tipo de conspiración.2122 Tales creencias también están muy extendidas en la extensa literatura sobre el tema. Según el famoso historiador estadounidense, el Dr. Michael Parenti23, de unos 600 libros publicados sobre el asesinato de Kennedy hasta 1996, «el 80 por ciento atribuyó el asesinato a una conspiración vinculada a las agencias de inteligencia de los EE.UU.».
Después del asesinato el cuerpo de Kennedy fue trasladado a Washington D. C., al Ala Este de la Casa Blanca,
donde permaneció hasta el domingo. Ese 24 de noviembre, el ataúd fue
transportado en una carroza tirada por caballos desde la Casa Blanca
hasta el Capitolio, donde fue velado en público. El lunes 25 de noviembre se realizó el funeral de estado, al cual asistieron más de 90 representantes de diversos países. El día siguiente al asesinato, el nuevo presidente Johnson había declarado el lunes como día nacional de luto. En la mañana se realizó una misa en la catedral de San Mateo de Washington D. C. y luego fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington.
El 14 de marzo de 1967, el cuerpo de Kennedy fue trasladado a su sepultura permanente situada en el Cementerio Nacional de Arlington. Está junto a su esposa y sus hijos menores. Su hermano, el senador Robert F. Kennedy está cerca de ellos. Su tumba fue iluminada por lo que se denomina "llama eterna". En el documental The Fog of War, el entonces Secretario de Defensa Robert McNamara, dijo haber elegido el lugar para la tumba y que Jackie estuvo de acuerdo. Kennedy y William Howard Taft son los únicos presidentes de los Estados Unidos enterrados en el Cementerio Arlington., etc.
En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -2-ENERO ,, etc.
fotos / Este mismo mes de enero, el lector que lea estas páginas podrá hacer
la prueba de acercarse al campanario más cercano; con alta probabilidad
avistará a las cigüeñas en sus nidos. Contradiciendo al "por San Blas,
la cigüeña verás" del refranero, las zancudas vienen retornando de
Nigeria con mucha antelación al día del santo, el 3 de febrero. Es más,
en Doñana y en el interior de Andalucía se las oye crotorar todo el año.
No se trata de la única ave en portarse de modo anormal; abandonando la
pauta seguida desde tiempo inmemorial, la abubilla y la codorniz dejan
de migrar y se vuelven sedentarias.
Algo raro les sucede a estos pájaros de puntualidad legendaria. ¿Cómo interpretar su conducta? Descifrar el vuelo de las aves ha desvelado a los humanos desde muy antiguo. Movidos por ese afán, los griegos pergeñaron un saber adivinatorio, la ornitomancia, conforme al cual la aparición de un águila por la derecha o por la izquierda anticipaba el resultado de una batalla. Hoy contamos con un instrumento interpretativo a la altura de nuestra civilización científica-técnica: la fenología, la disciplina abocada al estudio de los ciclos vitales de animales y plantas en relación con el tiempo y el clima. En los movimientos de los pájaros sus practicantes leen un mensaje preocupante: el cambio climático está afectando a los seres vivos.
Que España, estación de paso de muchas especies, se haya tornado una
parada permanente, tiene para los fenólogos una explicación: el aumento
sostenido de las temperaturas. Es verdad que en ello influye la
proliferación de vertederos, una fuente de alimentos a lo largo del año;
pero son los inviernos benignos los que propician que se queden entre
nosotros. Otras aves, por el contrario, han retrasado su llegada: el
ruiseñor, la golondrina y el cuco vienen dos semanas más tarde respecto a
1970, según señala Josep Peñuelas, director de la unidad de
Ecofisiología CREAF del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC). Sus retrasos, precisa el biólogo, guardan probablemente relación
con la sequía que asola sus cuarteles de invierno africanos, por la
cual el acopio de energías para el viaje intercontinental les demanda
más tiempo.
Las aves son "importantes indicadores" del aumento de la temperatura media en superficie, asegura Juan José Sanz, experto en ecología animal del Museo Natural de Ciencias Naturales-CSIC. Cualquier madrileño puede comprobarlo en los bosques de la Casa de Campo si repara en los gigantescos nidos armados por las cotorras suramericanas. Su presencia sólo se explica por un ambiente más cálido. Introducidas en cautividad, "no habrían sobrevivido en condiciones distintas a las de su hábitat natural", apunta Sanz. Que se hayan aclimatado tiene un significado: España se recalienta.
En efecto, entre 1864 y 1999 la temperatura en nuestro país aumentó 1,5 grados centígrados, muy por encima del 0,6º registrado a nivel mundial; así lo ha establecido el Estudio de los Efectos del Cambio Climático en España encargado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, y realizado en colaboración con 400 expertos.
El calentamiento se ha hecho más acentuado en los inviernos. Que son cada vez más suaves "se nota al mirar las fotos de nuestros abuelos, sepultados bajo montañas de ropa de abrigo durante la estación invernal", apunta Antonio Ruiz de Elvira, ecólogo de la Universidad de Alcalá de Henares. El calor aprieta, sobre todo en las ciudades: Madrid es la capital europea con el mayor aumento de temperatura media de los últimos 30 años: 2,2º, según indica un estudio de WWF/Adena. Con tan tórrido clima no sorprende que las mascotas exóticas huidas campen a sus anchas en los espacios verdes urbanos.
01 El microcosmos del maestro
Con toda su aplastante objetividad, las cifras del termómetro nada dicen del impacto del calentamiento en la fauna y flora española. Nuestro conocimiento en ese aspecto tiene un origen muy distinto, y se remonta a 1952, cuando Pere Comas, un maestro del pueblecito catalán de Cardedeu, comenzó a llevar un cuidadoso registro de las fechas de aparición y caída de las hojas, salida de las flores y de la maduración de los frutos de más de cien especies de plantas cultivadas y silvestres. Durante más de la mitad de su vida, Comas, un apasionado de la cultura, la arquitectura y la meteorología local, aprovechó sus paseos diarios para auscultar los biorritmos del Vallés Oriental a través del comportamiento de almendros, membrillos y fresnos; de la llegada de golondrinas, vencejos y mariposas; del canto de los primeros ruiseñores, cucos y codornices; de las primeras lluvias y de las últimas nevadas. Así fue llenando cuadernos y cuadernos con "una de las mejores series disponibles en el mundo, en cantidad y calidad", recuerdan el escritor Miguel Delibes y su hijo biólogo en el libro La Tierra herida.
La labor de Comas era excepcional en un país sin tradición en tales registros. Peñuelas y sus colegas supieron de él por boca de los naturalistas de la región del Montseny. Ellos necesitaban datos de las alteraciones biológicas producidas en las últimas décadas, a fin de relacionarlos con las variaciones térmicas. Ya octogenario, el maestro de Cardedeu les pasó sus series sin vacilar. Al cotejarlos con los guarismos de los satélites meteorológicos, vieron que los indicios de aquel microcosmos casaban con los indicadores globales. Para la fenología española esos cuadernos fueron el equivalente a la Piedra Rosetta para el descifrado de los jeroglíficos egipcios, pues con ellos se pudo entender los mensajes que emitían plantas y animales, sin ser oídos hasta ese momento.
El primer mensaje descifrado no podía sonar más sensacional: la primavera biológica se está adelantando. Los datos de Comas permitieron establecer que las hojas de olmos e higueras brotan un mes antes y caen 13 días después de lo acostumbrado medio siglo atrás. También demostraron que las flores se han sumado al despertar prematuro del follaje: la zarza florece 42 días antes, y el guisante, 23; y otro tanto ocurre con los frutos: el membrillo aparece 23 días antes, y el albaricoque, 24. "Si llamamos invierno al periodo del año en el que los árboles están desnudos, en 2000 esa estación habría sido un mes más corta que en 1952", comenta Peñuelas.
La naturaleza ha adelantado sus relojes. El lector aficionado a la jardinería se dará cuenta de ello al ver las yemas del granado y los primeros capullos del rosal despuntar en febrero. Quien no se entere del cambio de hora llegará tarde al espectáculo de los almendros en flor de la madrileña Quinta de los Molinos, que cada año se despliega más temprano. El cambio climático, un trastorno al que creíamos confinado al Ártico o a las islas del Pacífico, se ha introducido con sigilo en nuestros jardines. Las narices de los alérgicos tampoco han necesitado anuncios oficiales para percatarse del despertar floral. "El adelanto en la floración supone una presencia polínica en el aire más prolongada, con previsibles repercusiones en un aumento del número de pacientes de alergia", sostiene Carmen Galán, coordinadora de la Red Española de Aerobiología. Por otra parte, las emisiones de polen a destiempo amenazan con provocar desencuentros entre las plantas y sus animales polinizadores. Como explica Peñuelas, "si las flores adelantan su ciclo y los insectos que las polinizan no lo hacen, no coincidirán en el tiempo", con riesgo de que la fructificación se vaya al garete, y con ella no sólo la producción de miel y frutas, sino el conjunto de la flora.
Por lo pronto, las plantas se han puesto a crecer a toda prisa. Al acortarse su letargo, su crecimiento anual se ha alargado unos 18 días. A ello contribuye la acción fertilizadora del CO2, pues, a medida que su disponibilidad aumenta, los vegetales lo absorben a raudales y crecen más rápido. Pero esa reacción exuberante es engañosa: "Las plantas de hojas caducas sufren peor la falta de agua y un ciclo vital más largo las hará más vulnerables a la sequía"; al cabo de un tiempo, la productividad se desplomará, prevé Peñuelas. A través de las plantas, la Tierra está respirando con más fuerza, no de manera saludable sino como alguien sometido a un estrés físico permanente.
Otras plantas, agobiadas por la presión térmica, protegen sus hojas emitiendo gases refrigerantes llamados monoterpenos. En ocasiones, ese recurso no basta y los vegetales deben refugiarse en las montañas -un ascenso de 500 metros les ayuda a contrarrestar un aumento de 3º C de temperatura-. El excursionista que suba a Peñalara, el pico más alto de la sierra madrileña, verá la cumbre invadida por especies de zonas cálidas como arbustos, enebro rastrero, piorno serrano. "Su avance se debe al cambio climático", afirma Eduardo Sobrino, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid que estudió el fenómeno. Algo similar se aprecia en el macizo del Montseny; en sus laderas, los encinares, árboles de clima mediterráneo, ganan terreno a los hayedos y robledales, los cuales se repliegan a las cimas y desalojan su vegetación alpina.
02 El síntoma mariposa
Comas perseveró en sus observaciones hasta su muerte, y tuvo la satisfacción de ver su nombre en prestigiosas revistas internacionales: el suyo fue el triunfo de un científico aficionado. Su gesta está siendo continuada por un grupo de investigadores. Gracias a ellos sabemos que ciertas mariposas han adelantado su metamorfosis 11 días. ¿Qué importancia tiene este detalle? Mucha; los lepidópteros son un fiel indicador de la salud del bosque. ¿Y qué indican ahora? De entrada, que las altas temperaturas fuerzan a los insectos a madurar antes de tiempo. Ello entraña un desbarajuste ecológico, pues los ritmos naturales están regulados por una red de relojes biológicos bien sincronizados, y la alteración de uno repercute en los demás, trastornando las cadenas reproductivas y alimentarias. Ya lo sufren en carne propia las aves migratorias, que, "al llegar con la primavera avanzada, tienen menos tiempo para poner huevos, y su éxito reproductor se resiente", refiere Sanz. Y también los papamoscas cerrojillos de Holanda, cuyos pollitos nacían "en 1980 a primeros de junio, cuando había más orugas", dice Peñuelas; "en el año 2000 seguían naciendo más o menos por la misma fecha, pero, debido al adelantamiento del ciclo vegetal, las orugas abundan a mediados de mayo y los pájaros se las pierden". Tales desajustes ponen a ciertas aves en peligro de extinción; aparte de promover la proliferación de insectos dañinos, libres del control ejercido por aquéllas.
Los seguidores de Comas han advertido además que los animales acosados por los calores imitan a las plantas y huyen hacia arriba. En la laguna Grande de Gredos (Madrid), y en los lagos de altura de Somiedo (Asturias), han aparecido ranas comunes y ranitas de San Antón, respectivamente. En la sierra de Guadarrama, los senderistas marchan entre mariposas que revolotean muy por encima de sus niveles habituales. Y en la sierra de Baeza, la oruga procesionaria ha subido a cotas inéditas, lo cual supone una mala noticia para los pinos silvestres, hasta el momento a salvo de su voracidad.
Otras criaturas escapan a climas más templados: mariposas y libélulas oriundas de Murcia y Andalucía se dejan ver en Cataluña, en tanto las mariposas de esta región caen en las redes de los coleccionistas del sur de Francia. Los testimonios de los cazadores hablan de movimientos parecidos que han puesto patas arriba el mapa cinegético peninsular: ahora las tórtolas abundan en el noroeste, y las codornices y perdices escasean en tierras bajas de las dos Castillas; mientras aves de climas cálidos, como la garcilla bueyera, el abejaruco y el flamenco, se expanden hacia el norte.
No todas las especies reaccionan al calentamiento -el vencejo, por ejemplo, no ha variado un ápice sus peregrinaciones-; pero la falta de un inventario exhaustivo impide saber cuántas son. Podemos hacernos una idea con el estudio de Terry Root, de la Universidad de Stanford (EE UU), referente a 1.473 especies animales y vegetales de todo el mundo: el 81% sufre transformaciones biológicas relacionadas con esa causa, y apenas una minoría soporta sin inmutarse el aumento medio de 0,6º en la temperatura. ¿Qué ocurrirá con las plantas y animales de los que dependemos para comer, vestir y curarnos de cumplirse las previsiones de una subida de entre 1º y 5º este siglo? ¿Y al conjunto de los seres vivos? Nadie se atreve a pronosticarlo.
03 Glaciares en fuga
El mismo año en que el maestro de Cardedeu iniciaba sus observaciones, un amante de los Pirineos comenzó a notar cambios semejantes en ese entorno. Desde 1952, Eduardo Martínez de Pisón, geógrafo y montañero, viene siendo testigo de cómo los glaciares, arrinconados por el calor, se retiran a las cumbres. "Donde antes pisabas mucho hielo, ahora pisas mucha piedra", recuerda este catedrático de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Si para alcanzar el glaciar del macizo Maladeta-Aneto, en 1990 debía subir 2.800 metros, el pasado verano tuvo que ascender hasta los 3.000 metros. Su encogimiento es dramático: de 700 hectáreas a mediados del siglo XIX, pasó a 180 en los años noventa y a 90 hectáreas este año. El glaciar del Monte Perdido, que ocupaba 1.779 hectáreas, se contrajo a 65 este verano, según informa la organización ecologista Greenpeace. Con este deshielo acelerado, es posible que el glaciar del Aneto y los otros 19 glaciares del Pirineo español desaparezcan en 20 años. "Los hombres llegan y los glaciares se van", reflexiona con melancolía Martínez Pisón.
En vez de un aviso susurrado, el retroceso de las imponentes montañas de hielo está dando la alarma por megafonía. "Un glaciar es un altavoz de las modificaciones en los ecosistemas montañosos", dice el geógrafo, dolido por "la pérdida paisajística que entraña su desaparición". Su retroceso corre en paralelo con la disminución de las nevadas. "Décadas atrás, era normal que nevara una vez al año al menos en el norte e interior de España; eso ya no sucede", advierte José Luis García Ortega, de Greenpeace. Hasta el rocío va desapareciendo de los campos; de él pronto sólo quedará constancia en la poesía. Si bien en España no puede hablarse de una relación directa entre la sequía actual y el cambio global, el régimen de precipitaciones ha variado notablemente. "Aunque llueva la misma cantidad que antes, a los seres vivos no les da igual que lo haga en invierno que en verano, ni que el agua caiga en forma de lluvia y no de nieve", explica Luis Balairón, investigador del Instituto Nacional de Meteorología. "Por lo que sí puede decirse que el calentamiento intensifica los efectos negativos de la sequía".
04 Mediterráneo tropical
Si de la montaña bajamos al mar, veremos multiplicarse las señales del calentamiento. De darnos un chapuzón en el Mediterráneo lo sentiremos más tibio en comparación con nuestros baños de la infancia. La memoria no nos engaña: en los años ochenta, sus aguas se calentaron 0,3º; en la década siguiente, 0,75º, y en 2003 registraron los valores más altos de los últimos 45 veranos, con 32º en algunos puntos, según informa el Centro Meteorológico de Baleares. Lo mismo ocurre en el Atlántico, de forma atenuada. En conjunto, la temperatura de las aguas superficiales que rodean la Península viene aumentando "en torno a 0,4-0,5º por década", se dice en el Estudio de los Efectos del Cambio Climático en España.
Si además practicamos submarinismo tendremos otro signo en el avance imparable de las macroalgas de afinidad tropical y algas rojas diversas. Como un monstruo de ciencia-ficción que todo lo devora a su paso, las invasoras arrasan las comunidades de algas autóctonas e incluso llegan a afectar a las ondulantes praderas de Posidonia, las hierbas que tapizan los fondos marinos y constituyen auténticos oasis de biodiversidad donde habitan insectos, moluscos, gusanos, caracoles, esponjas Por no hablar del peligro planteado por la llegada de algas y fitoplancton tóxicos, como las que originaron las temibles mareas rojas. Aunque su aparición no responde al cambio climático, "su prevalencia puede asociarse al calentamiento del agua, lo que favorecería su aparición cada vez más frecuente", se asegura en el mencionado estudio. A la misma causa cabe atribuir las floraciones de algas que, al teñir las aguas de una coloración verde-parduzca, dan un aspecto sucio a las playas del Mediterráneo y del Atlántico.
Otra señal de alerta proviene de mar adentro, y la dan los peces con su huida al norte. Los pescadores baleares lo han notado en sus menores capturas de sardinas, boquerones y alachas, cuyos cardúmenes siguen al plancton en su busca de aguas frías, y en la presencia en el Mediterráneo septentrional de peces de la costa norafricana. La alacha, por ejemplo, necesita 24º de temperatura en verano para procrear, condiciones que ya se dan en la Costa Brava. Peces de ambiente frío como el espadín comienzan a escasear, mientras el recalentado Mare Nostrum se vuelve un hogar cada vez más confortable para los meros tropicales, salmonetes arco iris y otras criaturas procedentes del mar Rojo. "Asistimos a la tropicalización del Mediterráneo", sostiene Enric Ballesteros, experto en ecología acuática del Centro de Estudios Avanzados de Blanes-CSIC. El cúmulo de alteraciones ha llevado al director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, Millán Millán, a afirmar que las previsiones climáticas para dentro de 50 años "son ya una realidad en el Mediterráneo".
Un trasiego similar tiene lugar en el litoral atlántico. El aumento de la temperatura en el golfo de Vizcaya empuja a las anchoas y sardinas a desovar más al norte. En las costas asturianas aparecen especies de aguas cálidas como el pez vela o la carabela portuguesa (un tipo de medusa), en tanto peces, plancton e ictoplancton del Algarve extienden su hábitat hasta la zona de Brest (Francia), según señalan fuentes del Instituto Oceanográfico de Gijón. Y en costas canarias, el marlín, un pez originario del océano Índico, ha adquirido carta de ciudadanía hasta el punto de convertirse en pieza de pesca deportiva.
Las señales emitidas por el coro de aves, insectos, peces e insectos de nuestro país coinciden con los datos de otras partes de nuestro hemisferio: por donde quiera que se mire, las avanzadillas de la fauna y la flora huyen al norte o a las alturas montañosas.
05 La era del 'antropoceno'
¿Hasta qué punto la culpa de la redistribución de aves y peces la tiene el clima, y no la sobrepesca, la caza o la urbanización? A veces cuesta dar una respuesta concluyente, puesto que en ecología los hilos de las causalidades se cruzan y forman una madeja enmarañada. La escasez de salmón en los ríos de la Cornisa Cantábrica puede deberse a la temperatura, a la pesca o a la contaminación. "Ciertas modificaciones en los ecosistemas de alta montaña responden al abandono de la agricultura y la ganadería", admite Martínez de Pisón. La profusión de medusas en la costa levantina no puede disociarse de la pesca que diezmó a los peces que las tenían a raya. Ni la reforestación del Montseny es ajena a la prohibición de quemar pastos, una práctica que no dejaba crecer a los retoños arbóreos. Pero esos factores no alcanzan a explicar los ciclos vitales alterados; "sólo se entienden por el calentamiento global", concluye Peñuelas.
"Determinados comportamientos de la Naturaleza son mejores indicadores de la realidad que algunas variables geofísicas", explica Balairón. "Los seres vivientes y los glaciares expresan la complejidad climática en términos fáciles de observar. El sistema atmosférico se caracteriza por oscilaciones extremas y transitorias; las reacciones de las especies, en contraste, reflejan las variaciones permanentes de modo más fehaciente". Con todo, advierte el meteorólogo, las respuestas biológicas sólo dan prueba del calentamiento veloz; no dicen nada de la responsabilidad humana. Dilucidar ese punto sólo resulta posible en el marco de los grandes modelos climatológicos.
¿Por qué se calienta la Tierra? Para entenderlo hay que partir del dispositivo de climatización natural por el cual ciertos gases atmosféricos -vapor de agua y dióxido de carbono (CO2), entre otros- dejan pasar los rayos solares y atrapan la radiación infrarroja que el planeta devuelve al espacio, y al hacerlo ayudan a calentar el globo. A esto se le llama efecto invernadero, por su similitud con las estructuras acristaladas en donde la energía solar entra pero la infrarroja no puede salir, con el resultado de que en su interior hace más calor que fuera. Sin dicho efecto, la superficie planetaria se helaría; pero, de intensificarse, se produciría un calentamiento adicional. Es lo que sucede a raíz de la inyección de CO2 liberado por la combustión de cantidades monstruosas de carbón y petróleo. Las cifras no mienten: desde que en 1781 James Watt inventó la máquina de vapor y sentó las bases del consumo masivo de combustibles fósiles, la concentración atmosférica de CO2 ha ido al alza: de 280 partes por millón en el siglo XVIII pasó a 330 en 1970, y a 375 hoy día; en paralelo, la temperatura media global subió de los 14,8º de la era preindustrial a los 15,4º actuales. Algunos expertos dicen que vivimos en el Antropoceno, la era del clima modelado por la acción humana.
Cuesta encontrar un científico español que no crea en el cambio climático o en su vínculo con la actividad humana, el factor antropogénico. "Ningún investigador serio niega ese factor", afirma Ballesteros. Los escépticos se hallan entre los economistas y periodistas conservadores que han colgado a los análisis climatológicos el sambenito de "ecoalarmismo". Para los portavoces del pensamiento "ecológicamente incorrecto", el calentamiento del planeta no es sino la coartada esgrimida por los enemigos del neoliberalismo y la globalización, para trabar la expansión del mercado. Lo que no aciertan a explicar es por qué extraño motivo el estamento científico se presta a dar pretextos a los radicales. Sucede que en este punto el consenso es abrumador: de 928 artículos sobre cambio climático difundidos entre 1993 y 2003, el 75% avalaba la tesis del factor antropogénico, y el 25% restante se centraba en cuestiones de método, de acuerdo con el estudio publicado por Naomi Oreskes en Science. ¡Ni uno solo en contra!
Pese a todo, subsisten algunos disidentes. Sin negar la subida de la temperatura, estos expertos dudan de la influencia humana en su gestación y relativizan su impacto. Arguyen que se trata de algo natural, como el enfriamiento causante de la Edad de Hielo, contra el cual poco podemos hacer, salvo adaptarnos. Los ciclos solares y los gases de los volcanes, añaden, tendrían mucho que ver con el cambio climático; a este argumento replican sus adversarios que, aun otorgando a ambos factores cierta influencia en el siglo XIX, ésta no explicaría las temperaturas de los últimos 30 años, un lapso sin mayor actividad solar ni volcánica.
06 La pequeña Edad de Hielo
La modificación climática más drástica anterior a la que estamos viviendo culminó hace apenas 150 años, y se la conoce como Pequeña Edad de Hielo. Este periodo frío, abierto a mediados del siglo XVI y concluido a mediados del XIX, afectó a todo el globo. De causas inciertas, se le relaciona con una actividad solar disminuida y una mayor erupción volcánica. Su magnitud inspiró a la pintura europea un tema: los paisajes invernales con gente patinando en canales helados. En España, los glaciares volvieron a expandirse, incluso en Sierra Nevada; los ríos Ebro, Turia y Tajo se congelaron repetidas veces; numerosos puertos montañosos se abrieron sólo en agosto, y disminuyeron los pastos de alta montaña. Las bajas temperaturas, apunta Martínez de Pisón, favorecieron el surgimiento de una industria basada en el almacenamiento y distribución de hielo (la ciudad tinerfeña de La Orotava, de clima tropical, prosperó con la venta de hielo del Teide). Finalmente, "en 1864, un ingeniero notó que los glaciares pirenaicos comenzaban a retroceder, marcando el cierre del intervalo gélido", añade el catedrático de la UAM. Hoy se aprecia que España atravesó aquellos rigores climáticos sin penalidades extraordinarias; en contraste, parece dudoso que, vistas las alteraciones biológicas en curso, vaya a superar indemne los calores que se nos echan encima.
Como última línea defensiva, los incrédulos se atrincheran en las incógnitas relativas a procesos naturales susceptibles de mitigar el efecto invernadero. Tal es la postura de Richard Lindzen, un meteorólogo del Massachussets Institute of Technology (EE UU) que se apoya en la sequedad de las capas altas de la atmósfera inducida por el calentamiento, para predecir una mengua en el volumen de vapor atmosférico y, en consecuencia, un descenso de 1º en la temperatura media.
¿Podemos cruzarnos de brazos a la espera del cumplimiento de tan tranquilizadora previsión? ¿O debemos creer los vaticinios inquietantes y actuar en consecuencia? Las alteraciones citadas certifican que lo que una década atrás era una conjetura, ya se despliega a nuestra vista. Los sutiles indicios replican a pequeña escala los colosales síntomas referidos en grandes titulares. El calentamiento global, que primero se hizo sentir en el casquete polar ártico y en los tifones, ha alcanzado a los seres vivos. "Los medidores biológicos indican que, al mudar el clima, los organismos vivientes reaccionan con una carrera adaptativa en la que puede haber más perdedores que ganadores", manifiesta Balairón. Por eso, y pese a las incógnitas por despejar, "no hay más remedio que tomar decisiones en medio de incertidumbres", prosigue. "Nos urge actuar para que no se concreten los peores escenarios manejados por los modelos climáticos, y el Tratado de Kioto es una de las vías de acción posibles, a medio camino de la transformación radical de la sociedad industrial reclamada por ecologistas y de la pasividad confiada de los escépticos", concluye el meteorólogo. Entretanto, el cambio climático continúa estrechando el cerco a la Humanidad. Quien haya tomado nota del aviso de las cigüeñas, no podrá decir que no fue advertido a tiempo.
foto / La ministra ignorante. Lecciones sobre el abandono intelectual.
Justo en medio del debate sobre unicaba, y ante el fuerte reclamo de la comunidad educativa de que se den a conocer los nombres de los especialistas que el gobierno eligió para llevar adelante sus reformas, se hizo público el nombre de una de ellas: Cris Morena.
¿Cuál es el problema?
Lo explico sencillo.
El problema no es que Cris morena hable de las analogías entre la escuela y la prisión sin haber leído a Foucault, convirtiendo un análisis crítico en una gansada absurda.
El problema no es que Cris Morena formule ideas ahistóricas y reduccionistas que desconocen por completo el carácter social de la educación, y caricaturizan los problemas didácticos como problemas de "motivación" y "fuerza de voluntad".
El problema no es que Cris Morena utilice palabras que antes utilizaron Ranciere o Paulo Freire, pero tergiversándolas brutalmente, despojándolas de todo su trasfondo político y convirtiéndolas en instrumento de un enfoque profundamente neoliberal.
El problema no es que Cris Morena, en su burda falta de entendimiento de los hechos educativos y su complejidad, hable como una abuela chocha, repitiendo las ideas brillantes de sus nietos, y creyendo que eso puede convertirse en una revolución educativa.
El problema es que nuestros funcionarios educativos le den voz y recursos, y que las ideas de esta señora ocupen un lugar central en la ideología política del gobierno.
El problema es que tengamos una Ministra de Educación tan ignorante como Cris Morena.
Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino, fue arrestado en un teatro 80 minutos después de los disparos. Oswald fue acusado matar a un oficial de policía de Dallas, J.D. Tippit, antes de ser acusado por el homicidio del presidente.20 Oswald dijo no haber matado a nadie, alegó que él solo era un señuelo.
El 29 de noviembre, Lyndon B. Johnson creó la Comisión Warren —presidida por el juez de la Suprema Corte Earl Warren— para investigar el asesinato, la cual concluyó que Oswald actuó solo, pero sus conclusiones siguen siendo objeto de debate, tanto académico como popular.
El Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos (US House of Representatives Select Committee on Assassinations) o (HSCA) fue establecido en 1976 para investigar el asesinato del presidente John F. Kennedy. Las investigaciones del comité duraron hasta 1978, y en 1979 emitieron el informe final. En dicho informe, concluyó, entre otros hechos, que el presidente John F. Kennedy fue asesinado como resultado de una conspiración, en la que estuvieron involucradas varias dependencias del Gobierno estadounidense. El Departamento de Justicia, FBI, CIA, y la Comisión Warren fueron severamente criticados por dicho Comité por su pobre desempeño en las investigaciones llevadas a cabo, y el Servicio Secreto fue tildado de deficiente en su protección al presidente.
En particular, un porcentaje significativo de estadounidenses encuestados cree en algún tipo de conspiración.2122 Tales creencias también están muy extendidas en la extensa literatura sobre el tema. Según el famoso historiador estadounidense, el Dr. Michael Parenti23, de unos 600 libros publicados sobre el asesinato de Kennedy hasta 1996, «el 80 por ciento atribuyó el asesinato a una conspiración vinculada a las agencias de inteligencia de los EE.UU.».
Funeral y entierro
El 14 de marzo de 1967, el cuerpo de Kennedy fue trasladado a su sepultura permanente situada en el Cementerio Nacional de Arlington. Está junto a su esposa y sus hijos menores. Su hermano, el senador Robert F. Kennedy está cerca de ellos. Su tumba fue iluminada por lo que se denomina "llama eterna". En el documental The Fog of War, el entonces Secretario de Defensa Robert McNamara, dijo haber elegido el lugar para la tumba y que Jackie estuvo de acuerdo. Kennedy y William Howard Taft son los únicos presidentes de los Estados Unidos enterrados en el Cementerio Arlington., etc.
TITULO:
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -En
la tuya o en la mía -Miercoles -2-ENERO - Las heridas del cambio climatico ,.
En la tuya o en la mía - Miercoles -2-ENERO -
En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -2-ENERO ,, etc.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - Las heridas del cambio climatico ,.
Las heridas del cambio climatico ,.
fotos / Este mismo mes de enero, el lector que lea estas páginas podrá hacer
la prueba de acercarse al campanario más cercano; con alta probabilidad
avistará a las cigüeñas en sus nidos. Contradiciendo al "por San Blas,
la cigüeña verás" del refranero, las zancudas vienen retornando de
Nigeria con mucha antelación al día del santo, el 3 de febrero. Es más,
en Doñana y en el interior de Andalucía se las oye crotorar todo el año.
No se trata de la única ave en portarse de modo anormal; abandonando la
pauta seguida desde tiempo inmemorial, la abubilla y la codorniz dejan
de migrar y se vuelven sedentarias.Algo raro les sucede a estos pájaros de puntualidad legendaria. ¿Cómo interpretar su conducta? Descifrar el vuelo de las aves ha desvelado a los humanos desde muy antiguo. Movidos por ese afán, los griegos pergeñaron un saber adivinatorio, la ornitomancia, conforme al cual la aparición de un águila por la derecha o por la izquierda anticipaba el resultado de una batalla. Hoy contamos con un instrumento interpretativo a la altura de nuestra civilización científica-técnica: la fenología, la disciplina abocada al estudio de los ciclos vitales de animales y plantas en relación con el tiempo y el clima. En los movimientos de los pájaros sus practicantes leen un mensaje preocupante: el cambio climático está afectando a los seres vivos.
Si llamamos invierno al periodo con árboles desnudos, en 2000 duró un mes menos que en 1952
Durante 50 años, Pere Comas apuntó cuándo se
caían las hojas, llegaban las golondrinas, maduraban los frutos y
cantaban los ruiseñores
Con este deshielo acelerado, es posible que los glaciares de los Pirineos desaparezcan en 20 años
El 75% de los artículos científicos entre 1993 y 2003 avalaba la tesis de la influencia humana
Las aves son "importantes indicadores" del aumento de la temperatura media en superficie, asegura Juan José Sanz, experto en ecología animal del Museo Natural de Ciencias Naturales-CSIC. Cualquier madrileño puede comprobarlo en los bosques de la Casa de Campo si repara en los gigantescos nidos armados por las cotorras suramericanas. Su presencia sólo se explica por un ambiente más cálido. Introducidas en cautividad, "no habrían sobrevivido en condiciones distintas a las de su hábitat natural", apunta Sanz. Que se hayan aclimatado tiene un significado: España se recalienta.
En efecto, entre 1864 y 1999 la temperatura en nuestro país aumentó 1,5 grados centígrados, muy por encima del 0,6º registrado a nivel mundial; así lo ha establecido el Estudio de los Efectos del Cambio Climático en España encargado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha, y realizado en colaboración con 400 expertos.
El calentamiento se ha hecho más acentuado en los inviernos. Que son cada vez más suaves "se nota al mirar las fotos de nuestros abuelos, sepultados bajo montañas de ropa de abrigo durante la estación invernal", apunta Antonio Ruiz de Elvira, ecólogo de la Universidad de Alcalá de Henares. El calor aprieta, sobre todo en las ciudades: Madrid es la capital europea con el mayor aumento de temperatura media de los últimos 30 años: 2,2º, según indica un estudio de WWF/Adena. Con tan tórrido clima no sorprende que las mascotas exóticas huidas campen a sus anchas en los espacios verdes urbanos.
01 El microcosmos del maestro
Con toda su aplastante objetividad, las cifras del termómetro nada dicen del impacto del calentamiento en la fauna y flora española. Nuestro conocimiento en ese aspecto tiene un origen muy distinto, y se remonta a 1952, cuando Pere Comas, un maestro del pueblecito catalán de Cardedeu, comenzó a llevar un cuidadoso registro de las fechas de aparición y caída de las hojas, salida de las flores y de la maduración de los frutos de más de cien especies de plantas cultivadas y silvestres. Durante más de la mitad de su vida, Comas, un apasionado de la cultura, la arquitectura y la meteorología local, aprovechó sus paseos diarios para auscultar los biorritmos del Vallés Oriental a través del comportamiento de almendros, membrillos y fresnos; de la llegada de golondrinas, vencejos y mariposas; del canto de los primeros ruiseñores, cucos y codornices; de las primeras lluvias y de las últimas nevadas. Así fue llenando cuadernos y cuadernos con "una de las mejores series disponibles en el mundo, en cantidad y calidad", recuerdan el escritor Miguel Delibes y su hijo biólogo en el libro La Tierra herida.
La labor de Comas era excepcional en un país sin tradición en tales registros. Peñuelas y sus colegas supieron de él por boca de los naturalistas de la región del Montseny. Ellos necesitaban datos de las alteraciones biológicas producidas en las últimas décadas, a fin de relacionarlos con las variaciones térmicas. Ya octogenario, el maestro de Cardedeu les pasó sus series sin vacilar. Al cotejarlos con los guarismos de los satélites meteorológicos, vieron que los indicios de aquel microcosmos casaban con los indicadores globales. Para la fenología española esos cuadernos fueron el equivalente a la Piedra Rosetta para el descifrado de los jeroglíficos egipcios, pues con ellos se pudo entender los mensajes que emitían plantas y animales, sin ser oídos hasta ese momento.
El primer mensaje descifrado no podía sonar más sensacional: la primavera biológica se está adelantando. Los datos de Comas permitieron establecer que las hojas de olmos e higueras brotan un mes antes y caen 13 días después de lo acostumbrado medio siglo atrás. También demostraron que las flores se han sumado al despertar prematuro del follaje: la zarza florece 42 días antes, y el guisante, 23; y otro tanto ocurre con los frutos: el membrillo aparece 23 días antes, y el albaricoque, 24. "Si llamamos invierno al periodo del año en el que los árboles están desnudos, en 2000 esa estación habría sido un mes más corta que en 1952", comenta Peñuelas.
La naturaleza ha adelantado sus relojes. El lector aficionado a la jardinería se dará cuenta de ello al ver las yemas del granado y los primeros capullos del rosal despuntar en febrero. Quien no se entere del cambio de hora llegará tarde al espectáculo de los almendros en flor de la madrileña Quinta de los Molinos, que cada año se despliega más temprano. El cambio climático, un trastorno al que creíamos confinado al Ártico o a las islas del Pacífico, se ha introducido con sigilo en nuestros jardines. Las narices de los alérgicos tampoco han necesitado anuncios oficiales para percatarse del despertar floral. "El adelanto en la floración supone una presencia polínica en el aire más prolongada, con previsibles repercusiones en un aumento del número de pacientes de alergia", sostiene Carmen Galán, coordinadora de la Red Española de Aerobiología. Por otra parte, las emisiones de polen a destiempo amenazan con provocar desencuentros entre las plantas y sus animales polinizadores. Como explica Peñuelas, "si las flores adelantan su ciclo y los insectos que las polinizan no lo hacen, no coincidirán en el tiempo", con riesgo de que la fructificación se vaya al garete, y con ella no sólo la producción de miel y frutas, sino el conjunto de la flora.
Por lo pronto, las plantas se han puesto a crecer a toda prisa. Al acortarse su letargo, su crecimiento anual se ha alargado unos 18 días. A ello contribuye la acción fertilizadora del CO2, pues, a medida que su disponibilidad aumenta, los vegetales lo absorben a raudales y crecen más rápido. Pero esa reacción exuberante es engañosa: "Las plantas de hojas caducas sufren peor la falta de agua y un ciclo vital más largo las hará más vulnerables a la sequía"; al cabo de un tiempo, la productividad se desplomará, prevé Peñuelas. A través de las plantas, la Tierra está respirando con más fuerza, no de manera saludable sino como alguien sometido a un estrés físico permanente.
Otras plantas, agobiadas por la presión térmica, protegen sus hojas emitiendo gases refrigerantes llamados monoterpenos. En ocasiones, ese recurso no basta y los vegetales deben refugiarse en las montañas -un ascenso de 500 metros les ayuda a contrarrestar un aumento de 3º C de temperatura-. El excursionista que suba a Peñalara, el pico más alto de la sierra madrileña, verá la cumbre invadida por especies de zonas cálidas como arbustos, enebro rastrero, piorno serrano. "Su avance se debe al cambio climático", afirma Eduardo Sobrino, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid que estudió el fenómeno. Algo similar se aprecia en el macizo del Montseny; en sus laderas, los encinares, árboles de clima mediterráneo, ganan terreno a los hayedos y robledales, los cuales se repliegan a las cimas y desalojan su vegetación alpina.
02 El síntoma mariposa
Comas perseveró en sus observaciones hasta su muerte, y tuvo la satisfacción de ver su nombre en prestigiosas revistas internacionales: el suyo fue el triunfo de un científico aficionado. Su gesta está siendo continuada por un grupo de investigadores. Gracias a ellos sabemos que ciertas mariposas han adelantado su metamorfosis 11 días. ¿Qué importancia tiene este detalle? Mucha; los lepidópteros son un fiel indicador de la salud del bosque. ¿Y qué indican ahora? De entrada, que las altas temperaturas fuerzan a los insectos a madurar antes de tiempo. Ello entraña un desbarajuste ecológico, pues los ritmos naturales están regulados por una red de relojes biológicos bien sincronizados, y la alteración de uno repercute en los demás, trastornando las cadenas reproductivas y alimentarias. Ya lo sufren en carne propia las aves migratorias, que, "al llegar con la primavera avanzada, tienen menos tiempo para poner huevos, y su éxito reproductor se resiente", refiere Sanz. Y también los papamoscas cerrojillos de Holanda, cuyos pollitos nacían "en 1980 a primeros de junio, cuando había más orugas", dice Peñuelas; "en el año 2000 seguían naciendo más o menos por la misma fecha, pero, debido al adelantamiento del ciclo vegetal, las orugas abundan a mediados de mayo y los pájaros se las pierden". Tales desajustes ponen a ciertas aves en peligro de extinción; aparte de promover la proliferación de insectos dañinos, libres del control ejercido por aquéllas.
Los seguidores de Comas han advertido además que los animales acosados por los calores imitan a las plantas y huyen hacia arriba. En la laguna Grande de Gredos (Madrid), y en los lagos de altura de Somiedo (Asturias), han aparecido ranas comunes y ranitas de San Antón, respectivamente. En la sierra de Guadarrama, los senderistas marchan entre mariposas que revolotean muy por encima de sus niveles habituales. Y en la sierra de Baeza, la oruga procesionaria ha subido a cotas inéditas, lo cual supone una mala noticia para los pinos silvestres, hasta el momento a salvo de su voracidad.
Otras criaturas escapan a climas más templados: mariposas y libélulas oriundas de Murcia y Andalucía se dejan ver en Cataluña, en tanto las mariposas de esta región caen en las redes de los coleccionistas del sur de Francia. Los testimonios de los cazadores hablan de movimientos parecidos que han puesto patas arriba el mapa cinegético peninsular: ahora las tórtolas abundan en el noroeste, y las codornices y perdices escasean en tierras bajas de las dos Castillas; mientras aves de climas cálidos, como la garcilla bueyera, el abejaruco y el flamenco, se expanden hacia el norte.
No todas las especies reaccionan al calentamiento -el vencejo, por ejemplo, no ha variado un ápice sus peregrinaciones-; pero la falta de un inventario exhaustivo impide saber cuántas son. Podemos hacernos una idea con el estudio de Terry Root, de la Universidad de Stanford (EE UU), referente a 1.473 especies animales y vegetales de todo el mundo: el 81% sufre transformaciones biológicas relacionadas con esa causa, y apenas una minoría soporta sin inmutarse el aumento medio de 0,6º en la temperatura. ¿Qué ocurrirá con las plantas y animales de los que dependemos para comer, vestir y curarnos de cumplirse las previsiones de una subida de entre 1º y 5º este siglo? ¿Y al conjunto de los seres vivos? Nadie se atreve a pronosticarlo.
03 Glaciares en fuga
El mismo año en que el maestro de Cardedeu iniciaba sus observaciones, un amante de los Pirineos comenzó a notar cambios semejantes en ese entorno. Desde 1952, Eduardo Martínez de Pisón, geógrafo y montañero, viene siendo testigo de cómo los glaciares, arrinconados por el calor, se retiran a las cumbres. "Donde antes pisabas mucho hielo, ahora pisas mucha piedra", recuerda este catedrático de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Si para alcanzar el glaciar del macizo Maladeta-Aneto, en 1990 debía subir 2.800 metros, el pasado verano tuvo que ascender hasta los 3.000 metros. Su encogimiento es dramático: de 700 hectáreas a mediados del siglo XIX, pasó a 180 en los años noventa y a 90 hectáreas este año. El glaciar del Monte Perdido, que ocupaba 1.779 hectáreas, se contrajo a 65 este verano, según informa la organización ecologista Greenpeace. Con este deshielo acelerado, es posible que el glaciar del Aneto y los otros 19 glaciares del Pirineo español desaparezcan en 20 años. "Los hombres llegan y los glaciares se van", reflexiona con melancolía Martínez Pisón.
En vez de un aviso susurrado, el retroceso de las imponentes montañas de hielo está dando la alarma por megafonía. "Un glaciar es un altavoz de las modificaciones en los ecosistemas montañosos", dice el geógrafo, dolido por "la pérdida paisajística que entraña su desaparición". Su retroceso corre en paralelo con la disminución de las nevadas. "Décadas atrás, era normal que nevara una vez al año al menos en el norte e interior de España; eso ya no sucede", advierte José Luis García Ortega, de Greenpeace. Hasta el rocío va desapareciendo de los campos; de él pronto sólo quedará constancia en la poesía. Si bien en España no puede hablarse de una relación directa entre la sequía actual y el cambio global, el régimen de precipitaciones ha variado notablemente. "Aunque llueva la misma cantidad que antes, a los seres vivos no les da igual que lo haga en invierno que en verano, ni que el agua caiga en forma de lluvia y no de nieve", explica Luis Balairón, investigador del Instituto Nacional de Meteorología. "Por lo que sí puede decirse que el calentamiento intensifica los efectos negativos de la sequía".
04 Mediterráneo tropical
Si de la montaña bajamos al mar, veremos multiplicarse las señales del calentamiento. De darnos un chapuzón en el Mediterráneo lo sentiremos más tibio en comparación con nuestros baños de la infancia. La memoria no nos engaña: en los años ochenta, sus aguas se calentaron 0,3º; en la década siguiente, 0,75º, y en 2003 registraron los valores más altos de los últimos 45 veranos, con 32º en algunos puntos, según informa el Centro Meteorológico de Baleares. Lo mismo ocurre en el Atlántico, de forma atenuada. En conjunto, la temperatura de las aguas superficiales que rodean la Península viene aumentando "en torno a 0,4-0,5º por década", se dice en el Estudio de los Efectos del Cambio Climático en España.
Si además practicamos submarinismo tendremos otro signo en el avance imparable de las macroalgas de afinidad tropical y algas rojas diversas. Como un monstruo de ciencia-ficción que todo lo devora a su paso, las invasoras arrasan las comunidades de algas autóctonas e incluso llegan a afectar a las ondulantes praderas de Posidonia, las hierbas que tapizan los fondos marinos y constituyen auténticos oasis de biodiversidad donde habitan insectos, moluscos, gusanos, caracoles, esponjas Por no hablar del peligro planteado por la llegada de algas y fitoplancton tóxicos, como las que originaron las temibles mareas rojas. Aunque su aparición no responde al cambio climático, "su prevalencia puede asociarse al calentamiento del agua, lo que favorecería su aparición cada vez más frecuente", se asegura en el mencionado estudio. A la misma causa cabe atribuir las floraciones de algas que, al teñir las aguas de una coloración verde-parduzca, dan un aspecto sucio a las playas del Mediterráneo y del Atlántico.
Otra señal de alerta proviene de mar adentro, y la dan los peces con su huida al norte. Los pescadores baleares lo han notado en sus menores capturas de sardinas, boquerones y alachas, cuyos cardúmenes siguen al plancton en su busca de aguas frías, y en la presencia en el Mediterráneo septentrional de peces de la costa norafricana. La alacha, por ejemplo, necesita 24º de temperatura en verano para procrear, condiciones que ya se dan en la Costa Brava. Peces de ambiente frío como el espadín comienzan a escasear, mientras el recalentado Mare Nostrum se vuelve un hogar cada vez más confortable para los meros tropicales, salmonetes arco iris y otras criaturas procedentes del mar Rojo. "Asistimos a la tropicalización del Mediterráneo", sostiene Enric Ballesteros, experto en ecología acuática del Centro de Estudios Avanzados de Blanes-CSIC. El cúmulo de alteraciones ha llevado al director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, Millán Millán, a afirmar que las previsiones climáticas para dentro de 50 años "son ya una realidad en el Mediterráneo".
Un trasiego similar tiene lugar en el litoral atlántico. El aumento de la temperatura en el golfo de Vizcaya empuja a las anchoas y sardinas a desovar más al norte. En las costas asturianas aparecen especies de aguas cálidas como el pez vela o la carabela portuguesa (un tipo de medusa), en tanto peces, plancton e ictoplancton del Algarve extienden su hábitat hasta la zona de Brest (Francia), según señalan fuentes del Instituto Oceanográfico de Gijón. Y en costas canarias, el marlín, un pez originario del océano Índico, ha adquirido carta de ciudadanía hasta el punto de convertirse en pieza de pesca deportiva.
Las señales emitidas por el coro de aves, insectos, peces e insectos de nuestro país coinciden con los datos de otras partes de nuestro hemisferio: por donde quiera que se mire, las avanzadillas de la fauna y la flora huyen al norte o a las alturas montañosas.
05 La era del 'antropoceno'
¿Hasta qué punto la culpa de la redistribución de aves y peces la tiene el clima, y no la sobrepesca, la caza o la urbanización? A veces cuesta dar una respuesta concluyente, puesto que en ecología los hilos de las causalidades se cruzan y forman una madeja enmarañada. La escasez de salmón en los ríos de la Cornisa Cantábrica puede deberse a la temperatura, a la pesca o a la contaminación. "Ciertas modificaciones en los ecosistemas de alta montaña responden al abandono de la agricultura y la ganadería", admite Martínez de Pisón. La profusión de medusas en la costa levantina no puede disociarse de la pesca que diezmó a los peces que las tenían a raya. Ni la reforestación del Montseny es ajena a la prohibición de quemar pastos, una práctica que no dejaba crecer a los retoños arbóreos. Pero esos factores no alcanzan a explicar los ciclos vitales alterados; "sólo se entienden por el calentamiento global", concluye Peñuelas.
"Determinados comportamientos de la Naturaleza son mejores indicadores de la realidad que algunas variables geofísicas", explica Balairón. "Los seres vivientes y los glaciares expresan la complejidad climática en términos fáciles de observar. El sistema atmosférico se caracteriza por oscilaciones extremas y transitorias; las reacciones de las especies, en contraste, reflejan las variaciones permanentes de modo más fehaciente". Con todo, advierte el meteorólogo, las respuestas biológicas sólo dan prueba del calentamiento veloz; no dicen nada de la responsabilidad humana. Dilucidar ese punto sólo resulta posible en el marco de los grandes modelos climatológicos.
¿Por qué se calienta la Tierra? Para entenderlo hay que partir del dispositivo de climatización natural por el cual ciertos gases atmosféricos -vapor de agua y dióxido de carbono (CO2), entre otros- dejan pasar los rayos solares y atrapan la radiación infrarroja que el planeta devuelve al espacio, y al hacerlo ayudan a calentar el globo. A esto se le llama efecto invernadero, por su similitud con las estructuras acristaladas en donde la energía solar entra pero la infrarroja no puede salir, con el resultado de que en su interior hace más calor que fuera. Sin dicho efecto, la superficie planetaria se helaría; pero, de intensificarse, se produciría un calentamiento adicional. Es lo que sucede a raíz de la inyección de CO2 liberado por la combustión de cantidades monstruosas de carbón y petróleo. Las cifras no mienten: desde que en 1781 James Watt inventó la máquina de vapor y sentó las bases del consumo masivo de combustibles fósiles, la concentración atmosférica de CO2 ha ido al alza: de 280 partes por millón en el siglo XVIII pasó a 330 en 1970, y a 375 hoy día; en paralelo, la temperatura media global subió de los 14,8º de la era preindustrial a los 15,4º actuales. Algunos expertos dicen que vivimos en el Antropoceno, la era del clima modelado por la acción humana.
Cuesta encontrar un científico español que no crea en el cambio climático o en su vínculo con la actividad humana, el factor antropogénico. "Ningún investigador serio niega ese factor", afirma Ballesteros. Los escépticos se hallan entre los economistas y periodistas conservadores que han colgado a los análisis climatológicos el sambenito de "ecoalarmismo". Para los portavoces del pensamiento "ecológicamente incorrecto", el calentamiento del planeta no es sino la coartada esgrimida por los enemigos del neoliberalismo y la globalización, para trabar la expansión del mercado. Lo que no aciertan a explicar es por qué extraño motivo el estamento científico se presta a dar pretextos a los radicales. Sucede que en este punto el consenso es abrumador: de 928 artículos sobre cambio climático difundidos entre 1993 y 2003, el 75% avalaba la tesis del factor antropogénico, y el 25% restante se centraba en cuestiones de método, de acuerdo con el estudio publicado por Naomi Oreskes en Science. ¡Ni uno solo en contra!
Pese a todo, subsisten algunos disidentes. Sin negar la subida de la temperatura, estos expertos dudan de la influencia humana en su gestación y relativizan su impacto. Arguyen que se trata de algo natural, como el enfriamiento causante de la Edad de Hielo, contra el cual poco podemos hacer, salvo adaptarnos. Los ciclos solares y los gases de los volcanes, añaden, tendrían mucho que ver con el cambio climático; a este argumento replican sus adversarios que, aun otorgando a ambos factores cierta influencia en el siglo XIX, ésta no explicaría las temperaturas de los últimos 30 años, un lapso sin mayor actividad solar ni volcánica.
06 La pequeña Edad de Hielo
La modificación climática más drástica anterior a la que estamos viviendo culminó hace apenas 150 años, y se la conoce como Pequeña Edad de Hielo. Este periodo frío, abierto a mediados del siglo XVI y concluido a mediados del XIX, afectó a todo el globo. De causas inciertas, se le relaciona con una actividad solar disminuida y una mayor erupción volcánica. Su magnitud inspiró a la pintura europea un tema: los paisajes invernales con gente patinando en canales helados. En España, los glaciares volvieron a expandirse, incluso en Sierra Nevada; los ríos Ebro, Turia y Tajo se congelaron repetidas veces; numerosos puertos montañosos se abrieron sólo en agosto, y disminuyeron los pastos de alta montaña. Las bajas temperaturas, apunta Martínez de Pisón, favorecieron el surgimiento de una industria basada en el almacenamiento y distribución de hielo (la ciudad tinerfeña de La Orotava, de clima tropical, prosperó con la venta de hielo del Teide). Finalmente, "en 1864, un ingeniero notó que los glaciares pirenaicos comenzaban a retroceder, marcando el cierre del intervalo gélido", añade el catedrático de la UAM. Hoy se aprecia que España atravesó aquellos rigores climáticos sin penalidades extraordinarias; en contraste, parece dudoso que, vistas las alteraciones biológicas en curso, vaya a superar indemne los calores que se nos echan encima.
Como última línea defensiva, los incrédulos se atrincheran en las incógnitas relativas a procesos naturales susceptibles de mitigar el efecto invernadero. Tal es la postura de Richard Lindzen, un meteorólogo del Massachussets Institute of Technology (EE UU) que se apoya en la sequedad de las capas altas de la atmósfera inducida por el calentamiento, para predecir una mengua en el volumen de vapor atmosférico y, en consecuencia, un descenso de 1º en la temperatura media.
¿Podemos cruzarnos de brazos a la espera del cumplimiento de tan tranquilizadora previsión? ¿O debemos creer los vaticinios inquietantes y actuar en consecuencia? Las alteraciones citadas certifican que lo que una década atrás era una conjetura, ya se despliega a nuestra vista. Los sutiles indicios replican a pequeña escala los colosales síntomas referidos en grandes titulares. El calentamiento global, que primero se hizo sentir en el casquete polar ártico y en los tifones, ha alcanzado a los seres vivos. "Los medidores biológicos indican que, al mudar el clima, los organismos vivientes reaccionan con una carrera adaptativa en la que puede haber más perdedores que ganadores", manifiesta Balairón. Por eso, y pese a las incógnitas por despejar, "no hay más remedio que tomar decisiones en medio de incertidumbres", prosigue. "Nos urge actuar para que no se concreten los peores escenarios manejados por los modelos climáticos, y el Tratado de Kioto es una de las vías de acción posibles, a medio camino de la transformación radical de la sociedad industrial reclamada por ecologistas y de la pasividad confiada de los escépticos", concluye el meteorólogo. Entretanto, el cambio climático continúa estrechando el cerco a la Humanidad. Quien haya tomado nota del aviso de las cigüeñas, no podrá decir que no fue advertido a tiempo.
El enigma de las tormentas violentas
La proliferación de pequeños indicios sobre el calentamiento global
no llega a modificar la percepción dominante: para la mayoría de los
españoles, el cambio climático consiste en trastornos de gran magnitud
y, en concreto, en las alteraciones más visibles de los regímenes de
lluvias y tormentas. Ejemplo de lo último es la que devastó parte de las
islas Canarias el pasado mes de noviembre: mientras en la opinión
pública se alza una multitud de dedos acusando al cambio climático de la
llamada tormenta Delta, los expertos no se ponen de acuerdo: mientras
que algunos meteorólogos norteamericanos descartan cualquier relación
entre Delta y el calentamiento del planeta, especialistas de la
Organización Meteorológica Mundial no rechazan algún tipo de conexión.
Equidistante de ambas posiciones se sitúa Luis Balairón, investigador
del Instituto Nacional de Meteorología, que juzga tan poco científico
afirmar una relación de causa/efecto como negar de plano esa
posibilidad. "Resulta muy extraño que esa tormenta nacida en África
occidental se desviara en su camino inicial y enfilase a las Canarias.
Es un fenómeno singular, como el huracán Vince de octubre pasado; pero
como estos trastornos violentos e inesperados se están volviendo más
frecuentes, merecen ser estudiados con rigor para saber si se trata de
nuevos síntomas del cambio global o de eventos aislados dictados por el
azar climatológico".
Una red de 'testigos del clima'
La preocupación por cartografiar los desajustes del calendario
natural ha llevado a las redes fenológicas europeas a reclutar
voluntarios. La United Kingdom Phenology Network cuenta con 21.000
fenólogos aficionados que, armados de cámaras y libreta de notas,
merodean por jardines y campos para detectar pruebas del desquicio
biológico y fotografiarlas. Por ellos se sabe que la primavera se ha
anticipado en Inglaterra: la prímula ha perdido el título de primera
flor del año, pues desde finales de octubre sus pétalos alegran los
parques, en lugar de hacerlo en febrero, y los sapos, en vez de desovar
entre enero y marzo, lo hicieron en noviembre. Algo parecido les pasa a
los animales domésticos: "Tengo dos tortugas que siempre hibernan a
principios de noviembre", informa una vecina de Kent, "pero este año se
las ve muy despiertas, haciendo lo que las parejas de tortugas suelen
hacer en primavera". Este verano hubo otro hecho sorprendente: la
maduración de las moras, que anunciaba la llegada del otoño, se adelantó
a julio. De Europa del norte llegan noticias similares: las palmeras de
cáñamo importadas de China se aclimatan en Alemania; la mariposa
bómbice, jamás vista en esos pagos, asola los robles de ese país; los
estorninos adelantan su retorno; la garzota y el abejaruco del
Mediterráneo se encuentran a gusto en los países nórdicos, y el
reyezuelo y la alondra dejan de viajar, de acuerdo con el Instituto Max
Planck. En el medio acuático ocurre otro tanto: sardinas, anchoas y
ostras del Pacífico abundan en el mar del Norte; algas tropicales
invaden los ríos alemanes, y en el Atlántico, diversas variedades de
zooplancton se desplazan diez grados de latitud al Norte, en perjuicio
de peces como el salmón, que se internan en el mar en pos de una comida
que se ha ido.
De estos desarreglos quieren alertar los Testigos del Clima a las autoridades comunitarias. Con el respaldo de la organización WWF/Adena, cinco habitantes de la Unión Europea viajaron en noviembre a Bruselas a dar su testimonio personal de cómo les afecta el cambio climático: el español José Luis Oliveros, un agricultor que ha perdido su cosecha de legumbres a causa de la sequía veraniega; el alemán Georg Sperber, un guarda forestal que ha visto cómo, por el aumento de la temperatura, las plagas de escarabajos se ceban con los abetos de Baviera; Cassian Garbett, un residente de la costa inglesa testigo de la subida del nivel del mar; el escocés Alan Stewart, dueño de un centro para perros de trineo amenazado por la desaparición de la nieve, y el italiano Giuseppe Miranti, un apicultor cuya producción ha caído debido a la menor actividad de las abejas, por el adelanto de la floración. "Para tener credibilidad internacional, la UE debería cumplir sus compromisos con el Protocolo de Kioto y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 8% para 2012", comenta Stephan Singer, responsable de Cambio Climático y Energía de WWF/Adena. "Los ciudadanos esperan ver iniciativas auténticas por parte de la UE, puesto que el cambio climático constituye ya una realidad de su vida cotidiana".
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -4- Enero - Una ministra ignorante ,.
MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes -4- Enero , etc.
De estos desarreglos quieren alertar los Testigos del Clima a las autoridades comunitarias. Con el respaldo de la organización WWF/Adena, cinco habitantes de la Unión Europea viajaron en noviembre a Bruselas a dar su testimonio personal de cómo les afecta el cambio climático: el español José Luis Oliveros, un agricultor que ha perdido su cosecha de legumbres a causa de la sequía veraniega; el alemán Georg Sperber, un guarda forestal que ha visto cómo, por el aumento de la temperatura, las plagas de escarabajos se ceban con los abetos de Baviera; Cassian Garbett, un residente de la costa inglesa testigo de la subida del nivel del mar; el escocés Alan Stewart, dueño de un centro para perros de trineo amenazado por la desaparición de la nieve, y el italiano Giuseppe Miranti, un apicultor cuya producción ha caído debido a la menor actividad de las abejas, por el adelanto de la floración. "Para tener credibilidad internacional, la UE debería cumplir sus compromisos con el Protocolo de Kioto y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 8% para 2012", comenta Stephan Singer, responsable de Cambio Climático y Energía de WWF/Adena. "Los ciudadanos esperan ver iniciativas auténticas por parte de la UE, puesto que el cambio climático constituye ya una realidad de su vida cotidiana".
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -4- Enero - Una ministra ignorante ,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES - 4- Enero ,.
MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes -4- Enero , etc.
Una ministra ignorante ,.
foto / La ministra ignorante. Lecciones sobre el abandono intelectual.
Justo en medio del debate sobre unicaba, y ante el fuerte reclamo de la comunidad educativa de que se den a conocer los nombres de los especialistas que el gobierno eligió para llevar adelante sus reformas, se hizo público el nombre de una de ellas: Cris Morena.
¿Cuál es el problema?
Lo explico sencillo.
El problema no es que Cris morena hable de las analogías entre la escuela y la prisión sin haber leído a Foucault, convirtiendo un análisis crítico en una gansada absurda.
El problema no es que Cris Morena formule ideas ahistóricas y reduccionistas que desconocen por completo el carácter social de la educación, y caricaturizan los problemas didácticos como problemas de "motivación" y "fuerza de voluntad".
El problema no es que Cris Morena utilice palabras que antes utilizaron Ranciere o Paulo Freire, pero tergiversándolas brutalmente, despojándolas de todo su trasfondo político y convirtiéndolas en instrumento de un enfoque profundamente neoliberal.
El problema no es que Cris Morena, en su burda falta de entendimiento de los hechos educativos y su complejidad, hable como una abuela chocha, repitiendo las ideas brillantes de sus nietos, y creyendo que eso puede convertirse en una revolución educativa.
El problema es que nuestros funcionarios educativos le den voz y recursos, y que las ideas de esta señora ocupen un lugar central en la ideología política del gobierno.
El problema es que tengamos una Ministra de Educación tan ignorante como Cris Morena.