LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Los dos años de construcción del PP de Casado . ,. fotos,.
Los dos años de construcción del PP de Casado,.
El líder de los populares cambia de táctica para proyectar una imagen de partido de gobierno y dar la batalla por la Moncloa,.
Ha pasado poco más de un año desde aquel almuerzo del 27 de mayo en el que los barones del PP pusieron de manifiesto sus discrepancias con Pablo Casado
en el diagnóstico electoral y en la estrategia. El partido acababa de
lograr 700.000 papeletas extra en los comicios municipales y autonómicos
tras haberse derrumbado hasta los 66 escaños un mes antes en el
Congreso. En los territorios atribuyeron el avance a un rápido giro al centro
en el discurso para amarrar el poder en comunidades y ayuntamientos y
detener la sangría. La tesis, sin embargo, quedó desterrada en Génova.
El líder de los populares negó el viraje por «inexistente» e insistió en
que la formación nunca se había desplazado de su espacio político. Pero
la cosa, le replicaron, va de «percepciones», y los votantes habían
visto al partido en un proceso de «derechización».
También ahora, sostienen fuentes autonómicas, «la cosa va de percepciones». A eso, a la necesidad de que cale en la opinión pública la imagen de un PP «centrado», capaz de ejercer de «partido de gobierno», atribuyen la remodelación ratificada el jueves del equipo directivo, la salida de Cayetana Álvarez de Toledo y el ascenso de perfiles con experiencia de gestión, como Cuca Gamarra, Ana Pastor y José Luis Martínez-Almeida.
«El paso del tiempo da y quita razones -argumenta un cargo popular-. Y, en este caso, ha llevado a Casado a comprender que con fichajes como el de Álvarez de Toledo para puestos de primera línea no se representa a la sociedad de hoy». En el PP asisten estos días a la crisis, «atenuada por ocurrir en el mes de agosto», con la impresión de que el líder de los populares «enmienda» algunas de las decisiones que ha adoptado desde que en 2018 tomó el relevo de Rajoy. Un cambio de táctica, como le habían sugerido numerosas voces, para intentar poner rumbo a la Moncloa. «Esta vez -dicen- se la juega».
En primer lugar, recuerdan su empeño en el nombramiento de Álvarez de Toledo, pese a que sectores del partido alertaron de que sus vínculos con la fundación de José María Aznar, FAES,
y su renuncia a ir en las listas en 2015 por profundas diferencias con
Mariano Rajoy, no le hacían «adecuada» para representar al PP en su
versión más amplia. «A nadie puede extrañar -señala un dirigente
territorial-que haya ejercido de portavoz de sí misma».
Por otro lado, creen que el 'aznarismo', que se vio seducido por el cambio que representaba Casado, está retrocediendo, al menos en la estructura orgánica del partido, y que la promoción de Gamarra y Pastor supone otorgar responsabilidad a dos personas afines, la primera, a Soraya Sáenz de Santamaría y, la segunda, a Mariano Rajoy.
«Eso también hay que tenerlo en cuenta -analiza un miembro del Comité Ejecutivo del PP-, el gesto puede generar la impresión de que las heridas de las primarias se han cerrado». Fue en la elaboración de las listas electorales para los comicios del 28 de abril de 2019 cuando fuentes del partido criticaron el fin de la etapa de Rajoy, el desplazamiento de exministros y figuras que consideraban solventes a un rol secundario y el diseño de un grupo parlamentario «a la medida» de Casado. «Todo líder tiene derecho a conformar sus equipos», protestaron en la dirección nacional, donde defendieron haber encontrado un hueco para todos, si no en las planchas del Congreso, sí en las del Senado o el Parlamento Europeo.
Desde entonces, algunos dirigentes han abogado por que la cúpula acogiera a todas las sensibilidades.
Ampliar el núcleo, decían, de los que susurran al presidente. Un modelo
«más inclusivo». En la segunda convocatoria de elecciones generales,
las del 10 de noviembre del año pasado, las candidaturas reflejaron
algunos cambios. «Ajustes», relativizaron en la dirección. Pero que
Pastor ganara peso como número dos de la lista de Casado en Madrid se
leyó como una señal de que «se tomaba nota» y se empezaba a poner en
valor la trayectoria de gestión del PP. Lo consideraron insuficiente,
pero un paso.
En esa misma línea, la última remodelación ha tenido buena acogida en las organizaciones territoriales. «Llega tarde, pero bienvenida sea», señala un representante provincial. Son varios los cargos de peso que ahora esperan que la estrategia de bajar el voltaje y poner la brújula apuntando al centro se sostenga en el tiempo. «Esto del giro a la moderación ya lo hemos oído antes -añaden-, se trata de no caer en más vaivenes».
Encuentran ejemplos en la historia reciente del PP. Los sectores más críticos con inflamar los mensajes argumentan que la imagen con Vox y Ciudadanos en la madrileña plaza de Colón en febrero del año pasado para exigir a Pedro Sánchez comicios y la posterior campaña electoral, en la que se desplegó un discurso endurecido, acabaron topándose en las urnas con un severo retroceso que dejó al partido en 66 escaños. En cambio, la revisión de la estrategia derivó en un avance en noviembre hasta los 89 representantes en el Congreso -el grupo cuenta ahora con 88 tras la salida del diputado de Foro Asturias-.
También las elecciones del 12 de julio han contribuido a reforzar las posiciones de quienes en el PP hacen una reivindicación de la templanza. La victoria de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, su cuarta mayoría absoluta, avaló la apuesta por la moderación como fórmula.
Casado, mientras tanto, que niega ese pulso interno entre duros y blandos, «halcones y palomas», ha procurado explicar esta semana que el PP no cambia la estrategia de fondo, que no firmará grandes pactos con un Gobierno en el que está integrado Unidas Podemos. Desde luego, los Presupuestos quedan fuera del horizonte.
Sí abogó por encontrar un equilibrio en el tono de oposición: ni «crispación» ni «sumisión». «Tenemos que evitar el error fatal de pensar que para defender las convicciones hay que cavar trincheras y utilizar palabras como puños», subrayó el jueves.
Afines y críticos no ven más camino para ampliar la base electoral que ése, el de rebajar las tensiones que hastían al votante y aparcar episodios como el de Álvarez de Toledo llamando al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, «hijo de un terrorista». «Una cosa es cierta -resume un cargo del PP-, si quieres hacer tu política, primero tienes que llegar al poder».
Ismael Armenteros del Álamo (Madrid, 2001) ingresó en la Fábrica blanca en edad benjamín desde La Poveda y ha pasado por todos los equipos hasta el Juvenil A, que este sábado se clasificó para la final de la Youth League (Liga de Campeones Juvenil) y en la que como capitán participó en cinco partidos y marcó un gol. Esta temporada en la División de Honor Juvenil disputó 20 partidos y anotó 2 goles y ha sido convocado por el Castilla de Raúl. En la página web del Real Madrid le definen como «un defensa zurdo que destaca por su poderío físico, domina el juego aéreo y es un buen marcador».
También ahora, sostienen fuentes autonómicas, «la cosa va de percepciones». A eso, a la necesidad de que cale en la opinión pública la imagen de un PP «centrado», capaz de ejercer de «partido de gobierno», atribuyen la remodelación ratificada el jueves del equipo directivo, la salida de Cayetana Álvarez de Toledo y el ascenso de perfiles con experiencia de gestión, como Cuca Gamarra, Ana Pastor y José Luis Martínez-Almeida.
«El paso del tiempo da y quita razones -argumenta un cargo popular-. Y, en este caso, ha llevado a Casado a comprender que con fichajes como el de Álvarez de Toledo para puestos de primera línea no se representa a la sociedad de hoy». En el PP asisten estos días a la crisis, «atenuada por ocurrir en el mes de agosto», con la impresión de que el líder de los populares «enmienda» algunas de las decisiones que ha adoptado desde que en 2018 tomó el relevo de Rajoy. Un cambio de táctica, como le habían sugerido numerosas voces, para intentar poner rumbo a la Moncloa. «Esta vez -dicen- se la juega».
LAS CLAVES:
- Continuidad.
- El PP avisa de que los relevos en la dirección no implican una aproximación al Gobierno
- Estrategia.
- Cargos de peso confían en que el partido apunte al centro y sea capaz de mantener el rumbo
Por otro lado, creen que el 'aznarismo', que se vio seducido por el cambio que representaba Casado, está retrocediendo, al menos en la estructura orgánica del partido, y que la promoción de Gamarra y Pastor supone otorgar responsabilidad a dos personas afines, la primera, a Soraya Sáenz de Santamaría y, la segunda, a Mariano Rajoy.
«Eso también hay que tenerlo en cuenta -analiza un miembro del Comité Ejecutivo del PP-, el gesto puede generar la impresión de que las heridas de las primarias se han cerrado». Fue en la elaboración de las listas electorales para los comicios del 28 de abril de 2019 cuando fuentes del partido criticaron el fin de la etapa de Rajoy, el desplazamiento de exministros y figuras que consideraban solventes a un rol secundario y el diseño de un grupo parlamentario «a la medida» de Casado. «Todo líder tiene derecho a conformar sus equipos», protestaron en la dirección nacional, donde defendieron haber encontrado un hueco para todos, si no en las planchas del Congreso, sí en las del Senado o el Parlamento Europeo.
En esa misma línea, la última remodelación ha tenido buena acogida en las organizaciones territoriales. «Llega tarde, pero bienvenida sea», señala un representante provincial. Son varios los cargos de peso que ahora esperan que la estrategia de bajar el voltaje y poner la brújula apuntando al centro se sostenga en el tiempo. «Esto del giro a la moderación ya lo hemos oído antes -añaden-, se trata de no caer en más vaivenes».
El precio de crispar
Del discurso de Pablo Casado esta semana ante la Junta Directiva Nacional se deduce un interés en templar las formas. Aunque en la dirección muchas veces han preguntado qué es eso del «tono», fuentes populares interpretan que en la sala de mandos del PP se ha entendido que la «confrontación» tiene un precio, que puede llegar a movilizar al electorado de la izquierda y que «facilita que se vea al partido como radical», con la consecuente pérdida de respaldos en ese centro político indispensable para las grandes mayorías.Encuentran ejemplos en la historia reciente del PP. Los sectores más críticos con inflamar los mensajes argumentan que la imagen con Vox y Ciudadanos en la madrileña plaza de Colón en febrero del año pasado para exigir a Pedro Sánchez comicios y la posterior campaña electoral, en la que se desplegó un discurso endurecido, acabaron topándose en las urnas con un severo retroceso que dejó al partido en 66 escaños. En cambio, la revisión de la estrategia derivó en un avance en noviembre hasta los 89 representantes en el Congreso -el grupo cuenta ahora con 88 tras la salida del diputado de Foro Asturias-.
También las elecciones del 12 de julio han contribuido a reforzar las posiciones de quienes en el PP hacen una reivindicación de la templanza. La victoria de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, su cuarta mayoría absoluta, avaló la apuesta por la moderación como fórmula.
Casado, mientras tanto, que niega ese pulso interno entre duros y blandos, «halcones y palomas», ha procurado explicar esta semana que el PP no cambia la estrategia de fondo, que no firmará grandes pactos con un Gobierno en el que está integrado Unidas Podemos. Desde luego, los Presupuestos quedan fuera del horizonte.
Sí abogó por encontrar un equilibrio en el tono de oposición: ni «crispación» ni «sumisión». «Tenemos que evitar el error fatal de pensar que para defender las convicciones hay que cavar trincheras y utilizar palabras como puños», subrayó el jueves.
Afines y críticos no ven más camino para ampliar la base electoral que ése, el de rebajar las tensiones que hastían al votante y aparcar episodios como el de Álvarez de Toledo llamando al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, «hijo de un terrorista». «Una cosa es cierta -resume un cargo del PP-, si quieres hacer tu política, primero tienes que llegar al poder».
TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA - Armenteros, un mirlo blanco para apuntalar la defensa,.
Armenteros, un mirlo blanco para apuntalar la defensa,.
El Badajoz confirma la cesión del joven central y capitán del equipo juvenil del Real Madrid e internacional sub-20,.
Una de las joyas de la cantera del Real Madrid vestirá la camiseta blanquinegra. El Badajoz confirma la llegada de Ismael Armenteros, un central de 19 años con enorme proyección y que ha jugado en todas las categorías inferiores de la selección española hasta la sub-20. El club blanquinegro ha conseguido un acuerdo con el Real Madrid para la cesión de uno de los mayores talentos de su cantera. Con esta incorporación sub-23, Munitis completa una defensa de auténtico lujo y ya solo le faltan tres jugadores para cerrar su plantilla con un mediocentro defensivo sénior y dos sub-23 (Yeiber Murillo y un portero).Ismael Armenteros del Álamo (Madrid, 2001) ingresó en la Fábrica blanca en edad benjamín desde La Poveda y ha pasado por todos los equipos hasta el Juvenil A, que este sábado se clasificó para la final de la Youth League (Liga de Campeones Juvenil) y en la que como capitán participó en cinco partidos y marcó un gol. Esta temporada en la División de Honor Juvenil disputó 20 partidos y anotó 2 goles y ha sido convocado por el Castilla de Raúl. En la página web del Real Madrid le definen como «un defensa zurdo que destaca por su poderío físico, domina el juego aéreo y es un buen marcador».