TITULO: Domingo
- 20 , 27 - Octubre - LIARLA PARDO - Andrius Kubilius ,.
El domingo - 20 , 27 - Octubre , a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Andrius Kubilius ,.
Andrius Kubilius, el hombre que tiene el encargo de preparar a la UE para la guerra,.
El ex primer ministro lituano cree que Putin estará listo para atacar a Europa «en seis u ocho años» si logra beneficios de la invasión de Ucrania,.
Esta legislatura, la Comisión Europea tendrá por primera vez en su historia un responsable de Defensa. Y si alguien esperaba que la UE debería iniciarse en este delicado sector con un responsable más técnico que político puede que se sienta decepcionado.
TITULO: Donde viajan dos - ESTAMBUL, mosaico de pueblos, culturas y religiones,.
foto / Estambul es una ciudad apasionante y llena de vida. Dividida por el estrecho del Bósforo, se asienta en dos continentes: Asia y Europa. Fue la capital de los Imperios Bizantino y Otomano, que nos dejaron grandes tesoros que revelan el esplendor de épocas pasadas. En la zona Europea, el estuario llamado “Cuerno de Oro”, crea, además, un hermoso puerto natural que separa la ciudad antigua de la nueva. Las une el Puente Gálata, que ofrece algunas de las mejores vistas de Estambul al atardecer, cuando las cúpulas y los minaretes de las mezquitas recortan el cielo rosado y el agua se vuelve cobriza mientras se escucha el canto del muecín llamando a la oración.
En el escenario histórico, Estambul fue fundada por el caudillo Byzas, que llegó al lado europeo del estuario del Cuerno de Oro en el año 675 a.C. Nacía así Bizancio, la ciudad de Byzas. En el año 330 d. C. pasó a llamarse Constantinopla al ser tomada por Constantino I el Grande. Bajo el mando de este emperador, Constantinopla se convirtió en capital del Imperio Romano de Oriente, conocido como Imperio Bizantino. El gran legado, fue la labor y empeño del emperador para que Constantinopla alcanzase una belleza superior a la ciudad más grande de su tiempo: Roma.
Tras la caída de Constantinopla
ante los otomanos en 1453, se transformó en una ciudad musulmana y sede
del Califato Otomano. Durante este periodo, sufrió una profunda
transformación cultural pasando de ser bizantina imperial a otomana, y,
de cristiano ortodoxa a islámica. Aunque algunas iglesias fueron
convertidas en mezquitas, otras muchas se conservaron. Los otomanos,
tolerantes con otras religiones, dejaron a disposición de cristianos y
judíos parte de las iglesias y sinagogas. Actualmente, las nuevas
mezquitas, construidas por los sultanes en conmemoración de sus
reinados, se pueden ver junto a parroquias y sinagogas.
El estrecho del Bósforo otorga a Estambul lugares fascinantes
El 29 de octubre de 1923, Mustafá Kemal
Atatürk estableció la República y la capital se trasladó a Ankara. En
1930, la ciudad adoptó oficialmente el nombre de Estambul. La mayoría de
la población es de confesión musulmana, con minorías de cristianos y de
judíos. Actualmente es una de las ciudades más turísticas de Europa,
declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985.
El
estrecho del Bósforo, otorga a Estambul lugares fascinantes. En sus
orillas palacetes y mezquitas se alinean en paisajes incomparables que
dotan a la ciudad de gran belleza. El “Cuerno de Oro” es una estrecha
bahía que, en forma de cuerno, divide la ciudad vieja y la nueva.
Para
recorrer la ciudad, el tranvía resulta bastante cómodo, sobre todo para
el casco histórico. Con una sola tarjeta, que cargamos en la estación
de metro del Golden Horn Bridge, se puede acceder a todo el transporte
público, incluyendo los ferris que transitan por el Cuerno de Oro y el
Bósforo. Comprar la tarjeta, es sencillo y un grupo, puede acceder, con
una misma tarjeta.
Además de
contemplar los vestigios de los imperios más grandes del mundo,
descubrir sus mezquitas, conocer sus museos y disfrutar de la
gastronomía, darte un baño turco en un lugar histórico es otra opción de
ocio muy relajante que nos brinda Estambul.
Nos alojamos en el centro histórico de Estambul, en el barrio Sultanahmet, Hotel Boutique ST. Sophia, que se halla a 250 metros de la Mezquita Azul y a 5 minutos a pie de la parada de tranvía. El Puente de Gálata sobre el Cuerno de Oro se encuentra a 15 minutos a pie.
El
hotel es pequeño, tiene desayuno-buffet, pero no dispone de
restaurante, aunque no es necesario, ya que por los alrededores
encuentras para todos los gustos. www.boutiquesaintsophia.com.
Desde la misma recepción del hotel nos reservan una mesa en el Seven
Hills Restaurant, donde disfrutamos de una bandeja de pescado fresco al
peso, que previamente elegimos en el mostrador. También degustamos
pequeños y deliciosos aperitivos de cocina otomana. Está ubicado en una
azotea con vistas a la Mezquita Azul. Aconsejamos reservar al anochecer
para ver la tenue iluminación de la mezquita.
Hay otros restaurantes por la zona como el restaurante Matbah que dispone de salones en jardines con vistas a la Mezquita del sultán Zeynep y la Madrasa Caferaga, el Nars Brasserie, Fine Dine y Sur Balick Restaurant,
todos disfrutan de una carta elaborada de sabores tradicionales
combinada con unas vistas de ensueño entre las cúpulas y el Bósforo.
En
la mayoría el servicio es excelente, atentos y amables, es curioso y
parece habitual que nos lean la cuenta antes de pagar, para comprobar
que es correcta. Una maravilla.
Con
el fin de aprovechar los días al máximo, contratamos los servicios de
un guía privado, Sherhan Kocaman, un profesional muy ocurrente, que con
un gran sentido del humor, nos enseñó su ciudad y el sentir de sus
gentes. Habla perfectamente español y le encanta España y los españoles,
sorprendiéndonos del buen conocimiento que tiene de nuestro país y
nuestra cultura. Junto a Sherhan pasamos unos días muy interesantes y
animados. Puedes contactar con él a través de Facebook, así como obtener
información de sus itinerarios.
Dilek
es otra de las guías que aconsejamos, tiene un buen conocimiento
histórico y habla muy bien español. La contactamos a través de Civitatis
en un tour de tres horas por el centro. Además de hacernos las visitas
muy interesantes pasamos buenos momentos y nos instruyó sobre cómo y por
dónde movernos en Estambul.
Barrios de Estambul
El barrio de Sultanahmet es el distrito más antiguo y el corazón turístico en el que se concentran los monumentos más importantes de los imperios Bizantino y Otomano. La Plaza de Sultanahmet es el núcleo principal y en la época bizantina constituyó el centro de Estambul. En esta plaza ajardinada, se halla el Hipódromo Romano, en el que se realizaban principalmente carreras de carros y constituyó el lugar de ocio y entretenimiento durante más de mil años. En el Hipódromo podemos contemplar el Obelisco (traído de Egipto, que es el monumento más antiguo de Estambul, con más de 3500 años de antigüedad), la Columna Serpentina, la Columna de Constantino o la Fuente Alemana, los únicos monumentos que han sobrevivido al paso del tiempo. Históricamente el Hipódromo fue también escenario de sublevaciones, castigos y derramamiento de sangre. Actualmente es un punto de encuentro, de estambulitas y visitantes.
Uno de los monumentos más importantes y obra maestra del arte bizantino, es la Basílica de Santa Sofía o Ayasofía (como la llaman los turcos). Se construyó durante los años 532 al 537 y la hazaña arquitectónica se debe a la construcción de la impresionante cúpula. Asimismo, Santa Sofía nos habla del pasado glorioso de la ciudad, pues fue en Santa Sofía donde el emperador Constantino (1453) permaneció toda una noche para intentar hacer las paces con Dios ante la inminencia de la muerte. También, donde el sultán Mehmet II, agradeció su victoria al tomar la ciudad, convirtiéndola en mezquita. El célebre arquitecto turco Sinan, materializó lo que Santa Sofía es hasta nuestros días. Toda una muestra de tolerancia, pues no fue destruida, sino reconvertida a lugar sagrado del Islam. El uso del edificio como templo musulmán no mutiló su grandeza. Tras ser convertida en museo por el presidente Atatürk, se hallaron mosaicos bizantinos que habían sido encalados por los otomanos. Actualmente siguen recuperándose, y son los ejemplos más bellos del Arte Bizantino realizados entre el s. IX al s. XII.
Santa Sofía es más que un templo, es el ejemplo
de cómo la belleza es capaz de sobrevivir a la destrucción
Antes de entrar al templo, merece la pena rodearlo, para hacernos una idea de sus enormes dimensiones. Una vez en el interior, desde las plantas superiores, resulta impresionante la vistas de la nave central y de la cúpula, decorada con una representación del cielo y que se sustituyó por citas coránicas tras la conquista islámica. Los imponentes medallones con caligrafía cúfica, añadidos en el siglo XV, recuerdan a Alá, Mahoma y los cuatro primeros califas. Pero Santa Sofía es más que un templo, es el ejemplo de cómo la belleza es capaz de sobrevivir a la destrucción, ya que quienes pisaron su interior, romanos, musulmanes e incluso vikingos, quisieron que su huella perviviera en ella. Es por ello por lo que Santa Sofía se ha convertido en un emblema de tolerancia de la ciudad.
Después de la conquista otomana,
los sultanes dedicaron el dinero de sus invasiones a la construcción de
mezquitas. La más famosa es la Mezquita Azul o Mezquita de Sultanhamet,
junto a sus seis minaretes elevándose al cielo. Es la única de Estambul
y de Turquía que posee seis minaretes, lo que le otorga un valor
especial. Fue construida bajo las órdenes del Sultán Ahmed I (1609-1616)
y es la más grande e importante de Estambul.
Para
entrar en las mezquitas, se debe llevar ropa apropiada y descalzarse.
Las mujeres deben cubrirse los hombros y el cabello. Si no lleváis nada
para taparos, en la entrada suelen prestar algo para tal fin.
Aconsejamos llevar unos calcetines para no andar descalzo en el
interior. Una vez dejamos los zapatos en la entrada y nos cubrimos la
cabeza, entramos en la sala enmoquetada. En nuestra visita la mitad de
la nave, pesar nuestro, se encontraba en restauración.
El conjunto es todo un espectáculo que te deja con la boca abierta
Aun así, pudimos imaginar su
grandiosidad. Encontramos sentados algunas familias con niños que
descansaban sobre la mullida moqueta, otras personas parecen que estaban
dormidas sobre algunos bancos laterales. Algunos fieles rezaban frente
al mihrab y los visitantes, deambulaban observando minuciosamente cada
detalle. Reinaba el silencio. La parte superior está formada por una
sucesión de cúpulas que aumentan el tamaño hasta llegar a la principal.
Están decoradas por más de 20.000 azulejos de color azul de Iznik que
proporcionan el color por lo que es conocida. La iluminación proviene de
sus más de 200 vidrieras, y de las inmensas e increíbles lámparas de
araña que cuelgan del altísimo techo. El conjunto, es todo un
espectáculo que te deja con la boca abierta. Sí, nos impresionó la mitad
que pudimos ver, no hay palabras para describirla en su magnitud.
Una
vez fuera, si hay apetito muy cerquita, en Tarihi Sultahnahmet
Köftecisi, podéis probar una especie de albóndigas de carne especiada
(köfte) que preparan desde 1920.
El Palacio Topkapi
es otro imprescindible del centro histórico, residencia principal de
los sultanes del imperio otomano y sede de su gobierno durante 400 años.
Cuenta con varios patios y edificios de interés que fueron
construyéndose a lo largo del tiempo. La Cámara del Tesoro, alberga
joyas de valor incalculable, armas y vestiduras utilizadas por los
sultanes. El harén es una de las zonas más atrayentes y más visitadas.
Embellecido de manera suntuosa, fue un lugar misterioso y prohibido, que
cautivó la imaginación de pintores y escritores europeos durante
siglos. Para acceder al harén, es necesario adquirir una entrada
independiente. Tras el establecimiento de la República turca en1923, el
Palacio Topkapi fue renovado y transformado en museo. En el mismo
recinto, junto a otros edificios, se encuentra el Museo Arqueológico,
uno de más importantes del mundo.
Asimismo, hay que conocer alguna de las
“Las Cisternas de Estambul”. Se trata de depósitos de agua almacenada
en distintas partes de la ciudad, con el fin de hacer frente a las
épocas de sequía y asedio. La más grande, es la Cisterna Basílica o Cisterna de Yerebatan,
situada frente a Santa Sofía. Construida por el emperador Justiniano en
el año 532 a.C., se la conoce también como “Palacio Sumergido” al estar
formada por 336 columnas de mármol con bajorrelieves, que sujetan el
techo. Unas pasarelas sobre el agua permiten realizar un bello
recorrido, donde además del frescor y los reflejos de la tenue luz, la
música nos sumerge en un mundo relajante, muy lejos del bullicio
exterior.
Como opción a las
habituales colas en la Basílica Cisterna, recomendamos visitar la
Cisterna de Serefiye Sarnıcı que, aunque de menores dimensiones, es un
rincón encantador y actualmente se utiliza como sala de exposiciones.
Entre las columnas encontramos hermosas esculturas de un artista turco
sobre el agua. Un lugar con mucha magia, donde la entrada, de momento,
es gratuita. Se halla en la calle Piyer Loti Caddesi nº 23 bajo un
enorme cubo de cristal.
Otro
enclave que no te puedes perder de este barrio es el Gran Bazar, uno de
los más grandes del mundo, que cuenta con más de 3.600 tiendas
distribuidas en 64 calles. Para acceder al recinto tiene 22 puertas, que
aunque están bien señalizadas, es bastante probable que no salgas por
la que entraste. El colorido de los puestos, el arte del regateo, la
fabulosa artesanía y la arquitectura del edificio, son solo algunas de
las buenas razones para recorrerlo. Hay que dedicarle algo de tiempo.
Una manera de deleitarse, es sentarte a tomar un té turco y observar a
los vendedores y el ir y venir de la gente.
En una de las salidas, hallamos un
restaurante de la cadena de steakhouse, el Nusr-Et Steakhouse del
excéntrico chef turco, Nusret Gökçe, famoso por su manera de cortar y
echarle sal a la carne. Un restaurante desenfadado, en el que saboreamos
diferentes platos y, aunque no precisamente de la mano del afamado
restaurador, presenciamos el pequeño “performance” de un atractivo
cocinero turco, que, sin mirarla, corta y sala con mucho temple la pieza
de carne.
Pasear por las
calles aledañas al bazar es otra recomendación, pues descubrimos bonitos
rincones sin rumbo fijo. Cerca de la puerta de acceso nº1 del Gran
Bazar, se halla Dönerci Şahin Usta, un famoso puesto de comida, donde se
dice que hacen el mejor kebab de Estambul. No se puede ir en hora
punta, ya que se forma mucha cola.
Bajando hacia el barrio portuario
de Eminönü, la Mezquita de Rüstem Pasa domina la silueta de la ciudad.
Es una de las más bellas, y, al estar construida sobre una plataforma se
ve desde varios puntos. Es obra del genio de la arquitectura otomana,
Sinan y está decorada con los azulejos más bellos de Iznik del s. XVI. A
la salida, nos dirigirnos al Complejo Religioso de Sülemaniye
(1550-1557), solo tenemos que seguir los minaretes de su Mezquita. De
nuevo, Sinan, es el artífice de esta monumental obra que glorifica al
Sultán Solimán el Magnífico. En el complejo podemos ver el Mausoleo del
Sultán, el de su esposa, y el del mismo arquitecto Sinan, Este último
sorprende por su humildad y sencillez después de haber creado obras tan
diversas. El complejo alberga cuatro madrasas.
Una
vez que nos adentramos en el Cuerno de Oro, encontramos dos barrios
identificados con el estuario: Balat y Ferner. La benevolencia de los
otomanos hacia otras religiones como la cristiana y judía se deja ver en
ellos. El Barrio de Eyüp, es uno de los distritos más conservadores
alejado del centro turístico. Es muy visitado por los musulmanes puesto
que alberga tumbas y mausoleos de celebridades de la religión islámica,
así como mezquitas, como La Mezquita de Eyüp que es el lugar sagrado más
conocido de Estambul. Esto es porque Eyüp Ensari, compañero de Mahoma,
fue enterrado en este lugar cuando los árabes asediaron Estambul
(674-678). Por ello, muchas personas célebres del Imperio Otomano,
eligieron este enclave para que sus almas descansaran en el. Una de las
características del barrio son las lápidas del cementerio, algunas de
ellas trabajadas como auténticas obras de arte.
La Iglesia de San salvador de Chora acoge
los mejores ejemplos de pintura bizantina
Recorriendo todo el camino del cementerio llegamos al Café de Pierre Loti, que adquiere su nombre por el célebre novelista francés, un asiduo del lugar, que vivió en Estambul. Cuentan que Pierre Loti se enamoró de una de las concubinas de un sultán, llamada Aziyadé. Para estar cerca de ella, se trasladó al barrio islámico disfrazado de turco. Cuando vuelve de un viaje descubre la tumba de Aziyadé en el cementerio de Eyüp, supuestamente castigada por haber transgredido las leyes del harén. Nos encanta la historia, pero realmente, todo se halla muy entremezclado con ambiguas aventuras del protagonista con sus sirvientes, primero un sefardita de Salónica, más tarde un turco de Estambul. Pero detrás de todo esto, el café es un bellísimo mirador del “Cuerno de Oro” y del barrio en sí. Merece la pena subir a contemplar las panorámicas que nos ofrece mientras tomamos un tradicional té de manzana. No nos extraña que Pierre se inspirara en este lugar. Para llegar podemos tomar el teleférico cercano a la Mezquita de Eyüp. Otro indispensable del barrio es la Iglesia de San salvador de Chora, donde se pueden contemplar los mejores ejemplos de pintura bizantina, que fueron tapados con yeso, y posteriormente descubiertos en 1900.
Regresando a Eminönü, y antes de
cruzar el Puente Gálata que une las orillas del Cuerno de Oro, visitamos
El Bazar de las Especias o Bazar Egipcio. De menores dimensiones que el
Gran Bazar, es muy atractivo. Tiene seis puertas de acceso y representa
un punto de encuentro de varias culturas. Encontramos frutos secos,
quesos, dulces, productos tradicionales y por supuesto especies que los
vendedores exponen con exquisito gusto y esmero. Se vende todos los
sabores de té al peso, así como mezclas para todos los gustos. Déjate
llevar por sus olores y por tanta riqueza visual, un placer para los
sentidos. Adyacente al bazar, se ubica la Nueva Mezquita (Yeni Cami),
que data de 1663.
Muy cerca en
el Hamdí Restoran, con vistas al puente y la torre Gálata, probamos el
“lahmacun”, lo que viene a ser la pizza turca, que tiene poco que ver
con la italiana, no lleva queso, y suele ser de carne y vegetales, todo
muy condimentado. Lo sirven con medio limón.
El
Puente Gálata, es otro de los grandes emblemas de la ciudad que conecta
las dos orillas del Cuerno de Oro. Con 490 metros de longitud permite
el acceso a un sector más moderno y noctámbulo. Sobre el puente, al
atardecer, obtenemos la vista más seductora de Estambul. De un lado,
sobre la colina, asoma la Torre Gálata rodeada de gaviotas, que parece
custodiar los imponentes minaretes y las cúpulas de las mezquitas de la
otra orilla, envueltas en un cielo rojizo. A esta bella estampa del
Cuerno de Oro y el Bósforo, se une el canto del muecín llamando a la
oración. Un paseo delicioso e idílico, que hay que repetir una vez que
anochece.
El puente es bastante
bullicioso. A los transeúntes se unen vendedores ambulantes, turistas y
pescadores tirando las cañas al estrecho. Tiene dos niveles, y en el
inferior, se han establecido algunos bares, restaurantes y cafés muy
populares entre locales y turistas. Es un buen sitio para fumar un
narguile, o probar el raki, algo que se debe hacer antes de marchar de
Estambul. El raki es la bebida nacional de Turquía, está hecho de uvas
fermentadas y anisadas, y se toma con comida, sobre todo con la cena.
Los bares y pubs de los bajos del puente, son una ubicación ideal
mientras contemplamos el atardecer sobre las mezquitas. Una buena opción
antes de internarnos en el Barrio Gálata, actualmente Karaköy.
Karaköy, ha sido a lo largo de la
historia el puerto comercial de Estambul, situado en la misma entrada
del Cuerno de Oro. Sus orillas están bañadas por el Mar de Mármara y
repletas de quioscos, restaurantes y comercios. Desde Karaköy se
disfruta de unas excelentes vistas de la otra orilla, Sultanameth, sobre
todo al caer el sol, cuando las sombras cubren la Mezquita Azul, Santa
Sofía y El Palacio de Topkapi, originando un hermoso paisaje muy
romántico de Estambul, una de las principales atracciones del barrio.
Paseando observamos una mezcla entre lo tradicional y lo nuevo, los
lugares de moda se mezclan con negocios familiares. Tomando como
referencia La Torre Gálata, subimos cuestas pronunciadas donde se
disponen mesitas de café con coloridos manteles de diseño turco.
Hallamos curiosas escaleras de “Art Noveau”, como las de Kamondo, que
tienen una forma curva, entrelazada, por si tropiezas, no caer por tan
inclinada pendiente. Al fondo de una calle empedrada, vislumbramos la
Torre Medieval. Es redonda, fue un faro en sus orígenes y reconvertida
por los genoveses para vigilar los barcos que entraban a la ciudad. Nos
ofrece de nuevo, otra de las vistas más espectaculares de Estambul. Como
anécdota, fuimos testigos de una original pedida de mano. Bajo la
torre, un nervioso joven y varios amigos desplegaron una enorme pancarta
en la que escrito figuraba la controvertida pregunta de compromiso a la
chica, que sin saber lo que se estaba tramando, había subido a la
torre, engañada con una amiga. Una vez se asomara al balcón, se
encontraría a sus pies la arriesgada petición. El novio, amigos,
turistas y locales esperamos expectantes con el fin de no perdernos el
emocionante desenlace. La genial idea fue infalible y todo acabó entre
vítores y aplausos.
Los fines de semana, los
alrededores de la torre se convierten en un punto de encuentro para
jóvenes de todas las edades bajo el ritmo de la música callejera.
El
Barrio de Taksim, es uno de los más modernos, distrito comercial,
turístico y de ocio conocido por sus restaurantes, tiendas y hoteles. La
Plaza de Taskim es el corazón del barrio en cuya explanada descubrimos
un monumento a la independencia, que representa al líder Atatürk junto a
otras figuras del nacionalismo turco. Por la animada calle Istiklal
Caddesi, descubrimos un sinfín de lugares de ocio, numerosos centros
comerciales, galerías de arte, cines, teatros y tiendas de marcas
conocidas. Es una larguísima avenida peatonal en la que sólo circula un
encantador y antiguo tranvía que parece sacado de otra época. Por las
callejuelas adyacentes, se abren pasajes que guardan muchas sorpresas,
como el de “Halep” o “El Pasaje de Flores” con rincones tradicionales de
esencia turca. Proponemos degustar el célebre café turco en la calle
Cezayir, preparado en la típica cafetera de cobre, que se sirve en
tacitas bajas. Una vez que el fino polvo de café con el que es
preparado, se ha sedimentado completamente, se toma de una vez. Lo
suelen servir con un vasito de agua y sin azúcar. Una golosina en su
lugar, al parecer sirve como tal.
Algunos
de los edificios, albergan restaurantes con terraza en sus pisos más
altos, donde contemplar el barrio y la ciudad. Sugerimos una cena al
atardecer sobre la bahía de Estambul, en el Divan Brasserie Beyoğlu
ubicado en la azotea del edificio en el nº181. Las vistas son
maravillosas. www.divan.com.tr.
En cuanto al ocio nocturno, Taksim es una de las zonas más animadas, con pubs y locales de marcha.
Otro
de los recorridos más bonitos de Estambul es el que va de Karaköy a
Ortaköy por los márgenes del estrecho. En este trayecto, se alinean
mezquitas y palacios construidos a orillas del mar, como la Mezquita y
el Palacio de Dolmabahce, que para reconocerlo basta con comparar su
tamaño con el resto de construcciones ribereñas. Construido por orden
del Sultán Abdulmecid (1842-1853), que trasladó su corte desde el
Palacio de Topkapi, fue la residencia oficial de los sultanes turcos
desde 1853 hasta 1922. En la actualidad también está reconvertido en
museo.
Pasamos por El Museo
Marítimo, El Palacio de Yildiz, construido sobre una colina, y el
Palacio de Ciragan convertido en un hotel de cinco estrellas.
Continuando por la misma ruta llegamos a OrtaKöy, uno de los barrios más
carismáticos y hoy en día, otro de los centros de ocio de Estambul. Es
un barrio bohemio, donde disfrutar de galerías de arte y exposiciones de
fotografía o pintura al aire libre. Los fines de semana, sus calles se
llenan de mercadillos. La Mezquita de Ortaköy es el símbolo del barrio.
Una preciosidad construida en 1853 en un saliente al mar. Los jardines
que la rodean invitan a un descanso con vistas al estrecho y al puente
colgante. En esta zona, el café restaurante House Café Ortaköy, ofrece
una cocina mediterránea, europea, turca e internacional. Aunque
aparentemente pueda parecer algo caro, los precios son bastante
asequibles. Tiene una terraza a orillas del mar.
Mas
allá, si continuamos el litoral del lado europeo, se encuentra Bebek,
un barrio elegante con hermosos paseos por la costa y bonitas
construcciones que vale la pena detenerse a contemplar. Una zona muy
“chic” alejada del centro turístico que vale la pena conocer.
La parte asiática: Üsküdar y Kadiköy
Üsküdar y Kadiköy, son los barrios
asiáticos de Estambul, situados al otro lado del estrecho que durante
los periodos bizantino y otomano, fueron el lugar de descanso y coto de
numerosos emperadores y sultanes. En los márgenes del Bósforo abundan
los jardines verdes, pabellones y palacios veraniegos, bellos ejemplos
de la arquitectura otomana, como el Palacio de Beylerbayi construido por
el Sultán Abdulaziz en 1865.
En
Üsküdar frente a la “Torre de la Doncella”, volvemos a obtener otra
bella fotografía de los atardeceres de Estambul. Se trata de una torre
sobre un islote rodeada de agua y que guarda una leyenda. La leyenda
cuenta que al predecir una vidente, que la bella hija del emperador
Constantino moriría por la mordedura de una serpiente, el emperador
construyó la torre y trasladó a la doncella allí, pensando que ninguna
serpiente podría alcanzar la isla en medio del mar. Sin embargo, una
astuta víbora escondida en una cesta de comida, acabó con su vida.
La
vislumbramos recortada sobre el anaranjado cielo, mientras caminamos
por un bonito paseo, entre locales y turistas. Algunas gradas y terrazas
se disponen frente al mar. Nos detenemos en un puesto de helados, ya
que probar el helado turco, es algo que hay que experimentar. Viene
acompañado de una pequeña “animación”, para nuestra sorpresa. El
dependiente juega al “te lo doy” “no te lo doy”, con ágiles movimientos
cucurucho arriba y abajo. Percibimos que es todo un arte, una tradición
que incita a tomarte uno.
Para
completar la visita a Estambul, no puede faltar el paseo en barco por el
Bósforo. Se puede contratar un tour privado o hacerlo en el ferry. Esto
último que es lo más económico y recorre, tanto el “Cuerno de Oro”,
como las ambas orillas del Bósforo. Las panorámicas que nos deja este
“tour”, tanto de día como de noche, son otro espectáculo más de la
ciudad. La mejor temporada para hacerlo, va desde finales de abril hasta
septiembre, aunque los meses de julio y agosto son especialmente
calurosos en general, para visitar Estambul.
Desde
el embarcadero de Karaköy, tomamos un crucero-yate, que previamente
contratamos desde Madrid, antes de emprender el viaje. Resultó muy
cómodo, pero algo caro comparado con lo que se oferta “in situ”, en el
embarcadero de Karakoy. Por supuesto mereció la pena. Lo realizamos con
la empresa Bosphorus Tours, y tuvo una duración de dos horas. No
aconsejamos menos tiempo, para poder disfrutar de ambas orillas. Durante
la primera parte del recorrido, navegamos por el litoral europeo, donde
contemplamos nuevamente la Torre Gálata, el Palacio Dolmabahç, la
Mezquita Ortaköy y la fortaleza de Rumelihisarı, desde otra perspectiva.
En esta nueva vista,
observamos hermosos jardines y las estancias de algunos de los palacetes
reconvertidos en hoteles de lujo. La embarcación se acerca, para
nuestro asombro al pantalán de uno de ellos. Allí recogemos a una
familia de turistas que se une al tour, lo que nos permite disfrutar,
muy de cerca, de tan majestuoso edificio. Continuamos navegando junto a
la costa y contemplamos la celebración de una boda en la elegantísima
terraza del “Hotel Four Seasons”. Buena elección para el evento, al caer
el sol y al borde del mar. Un viaje muy relajante, sentados en cómodos
sillones, donde nos ofrecen una refrescante limonada acompañada de
canapés, pastelitos y frutas. No se puede pedir más…una travesía de
lujo, en un entorno sublime…
Se
suceden residencias, palacios y fortalezas, muchas de ellas
pertenecientes a Pashas Otomanos. Pasamos bajo el puente colgante del
Bósforo y cruzamos al lado asiático. En esta orilla destaca el palacio
Küçüksu, la Fortaleza de Anatolian y la escuela militar más antigua de
Turquía. Percibimos que el ambiente de la ciudad no sólo se reduce al
centro histórico, especialmente con el buen tiempo. Vemos mansiones con
embarcaderos privados, chalets con piscinas y algunas escalinatas que
bajan al mar, prados, cenadores, y distinguidos restaurantes. Nos
acercamos a la Torre de la Doncella, la rodeamos… regresamos al puerto…
la entrada por la bocana del Cuerno de Oro, no tenía parangón… fue
inolvidable.
Islas de Estambul o Islas Príncipes
Estambul tiene mucho que ofrecernos,
desde varios puntos se distingue la silueta de las islas del pequeño
archipiélago del Mar de Mármara. Sedef, Büyukada, Heybeliada, Burgazada y
Kinaliada, son las más grandes y cada una posee su particular belleza.
Los ferris desde Estambul llegan a las cuatro islas principales,
Büyükada, Heybeliada, Burgazada y Kinaliada. Durante el periodo
bizantino fueron lugar de exilio y prisión para príncipes y aristócratas
repudiados. Para haceros una idea, Büyükada, es la más grande de las
nueve islas y posee una superficie de 5 km².
Como
suele pasar, el tiempo de visita en Estambul no nos da para más, y
tenemos que renunciar a su visita. Lo dejaremos para nuestro regreso a
tan hospitalario, interesante y legendario país, del que nos queda
tantísimo por conocer.
TITULO : Escala humana - Diques ecológicos para el Amarillo , Miercoles - 23 , 30 - Octubre ,.
El Miercoles - 23 , 30 - Octubre, a las 21:00 por La 2, foto,.
Diques ecológicos para el Amarillo,.
La aldea de Pema Lhade, situada cerca del sinuoso cauce del río Jiaqu, solía sufrir mucho en temporada de lluvias. Cada vez que este afluente del Amarillo se desbordaba, el agua erosionaba la tierra de las orillas y abría importantes grietas en el suelo. “Para los vecinos, resultaba muy difícil llevar el ganado o la leche hasta el mercado cuando todo estaba inundado”, recuerda Tsetanpal, que tiene 39 años y vive allí.
Hoy, los problemas de esta localidad de la provincia de Sichuan son cosa del pasado. La suerte de Pema Lhade cambió en 2022, cuando se construyó un dique de 5 kilómetros que mantiene el agua a raya. Para Tsetanpal, es un alivio no tener que volver a lidiar con las crecidas.
Una medida eficaz
El muro de contención que se levantó es una bolsa ecológica que se rellena de tierra y semillas de hierba. Tiene la peculiaridad de no estar hecho de hormigón, lo que permite no interrumpir el intercambio de agua entre el río y el humedal que lo rodea. “Si hubiéramos echado cemento, los dos espacios habrían quedado totalmente aislados”, explica Li Rui, subdirector del centro que abastece de agua a Aba, el condado en el que se encuentra la aldea.
Tras haber resistido dos temporadas de lluvias, este talud respetuoso con el medio ambiente ha demostrado ser eficaz, afirma Li. Según cree, el sistema podría replicarse dentro de poco en otras zonas.
El dique ecológico de Pema Lhade es una de las muchas medidas respetuosas con el medio ambiente que han adoptado las autoridades para proteger la cuenca del Amarillo, considerado el “río madre” de la nación china. El Gobierno central vela con especial cuidado por él.
El presidente chino, Xi Jinping, ha presidido tres simposios dedicados a la protección medioambiental del río Amarillo y a la calidad que se busca para su desarrollo. El primero de ellos se celebró en 2019 en Zhengzhou, capital de la provincia de Henan. Xi recalcó que una de las principales misiones del país consiste en preservar el Amarillo y que esta estrategia “es clave para que el país se revitalice y se desarrolle de forma sostenible”.
Otra de las reuniones tuvo lugar en 2021 en Jinan, capital de la provincia de Shandong. Xi subrayó allí que las regiones con estatus de provincia que se encuentran a lo largo del Amarillo debían priorizar el medio ambiente y comprometerse con el desarrollo ecológico.
Lanzhou, capital de la provincia de Gansu, acogió el mes pasado el tercero de estos simposios. En esta ocasión, el presidente chino abogó por implementar un sistema que fuera más estricto a la hora de proteger y utilizar los recursos hídricos. Es importante transformar de forma completamente ecológica la manera en la que se desarrolla la cuenca del río y construir un sistema moderno que aporte claros beneficios, recordó Xi.
Con sus 5.464 kilómetros de longitud, el Amarillo es el río con más
sedimentos de la Tierra. La mayoría de ellos procede de la meseta de
Loes, situada en su curso medio. Debido a esta circunstancia, en sus
tramos más bajos el lecho del Amarillo se ha elevado varios metros sobre
el terreno que lo rodea. Por ello, controlar la erosión del suelo
resulta tan importante.
El “río madre”, considerado la cuna de la
civilización china, nace en Qinghai y atraviesa nueve provincias y
regiones autónomas antes de desembocar en el mar de Bohai, al este del
país.
Todos los tramos del Amarillo que discurren por la provincia de Sichuan, donde se extiende a lo largo de 174 kilómetros, se encuentran en la prefectura autónoma de las etnias tibetana y qiang de Aba. Dentro de este territorio, pasa por cuatro condados: Aba, Songpan, Hongyuan y Zoige. La prefectura, cuyos humedales almacenan casi 10.000 millones de metros cúbicos de agua, es una tributaria clave del río Amarillo en sus tramos superiores. En las épocas en las que baja caudaloso, le aporta el 26% del agua, mientras que en los periodos de menos abundancia le dona el 40%.
TÍTULO:
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Lula y Bolsonaro miden fuerzas en las elecciones municipales de Brasil ,.
LA
MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Lula y Bolsonaro miden fuerzas en las elecciones municipales de Brasil , fotos.
El Miercoles - 23 , 30 - Octubre , a las 22:00 por antena 3,.
Lula y Bolsonaro miden fuerzas en las elecciones municipales de Brasil,.
Luiz Inácio Lula da Silva, durante la presentación de su candidato a la alcaldía de São Paulo, el diputado Guilherme Boulos,.
El presidente no consigue traducir en popularidad los buenos resultados económicos, y Bolsonaro ve amenazado su monopolio de la extrema derecha con el surgimiento de opciones aún más estrafalarias,.
Más de 155 millones de brasileños están llamados a las urnas este domingo. Elegirán a los concejales y los alcaldes de los más de 5.400 municipios del país, y aunque la mayoría de las campañas giran en torno a los asuntos cotidianos (transporte, salud, educación…) y tienen su dinámica propia, estos comicios también tienen bastante de termómetro de la temperatura de la política nacional. La Administración de Luiz Inácio Lula da Silva está cerca de llegar al ecuador sin que los buenos datos económicos se traduzcan,.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Oxford ,.
ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Oxford ,.
Pasea por la ciudad universitaria de Oxford,.
Marina, Placi, Rosa, Josuah y Quino mostrarán todos sus rincones,.
Viaja hasta la “Ciudad de las agujas de ensueño”: Oxford. Ubicada en el condado de Oxfordshire, es la segunda ciudad más turística y una de las más caras del país.
Junto a Marina, Placi, Rosa, Josuah y Quino, el espacio de viajes de La 1 explorará sus calles, conocerá la vida de la universidad, la más antigua de habla inglesa del mundo, descubrirá rincones donde se rodaron escenas de famosas películas como Harry Potter, el ambiente de sus famosos pubs, y las aulas donde estudiaron decenas de ganadores del Premio Nobel.
El viaje comenzará junto a Marina, una joven sevillana profesora de universidad; y continuará con Placi, jefa de ventas en un centro militar que lleva más de dos décadas en Reino Unido.
A continuación, la zaragozana Rosa, profesora de Gramática que lleva veinte años en el país; y Josuah, estudiante malagueño que es gerente en un hostal para jóvenes y también rapero.
El recorrido por Oxford terminará con Quino, un camarero malagueño que trabaja en el Palacio Blenheim, una monumental residencia campestre situada en Woodstock, en el condado de Oxfordshire.