TITULO: Cartas Olvidadas - A QUEMARROPA O LIGAR - Mercedes Morán Álvarez - Consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible,.
Mercedes Morán Álvarez - Consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible,.
«La PAC se creó para la rentabilidad agraria, no para un objetivo climático»
Morán considera que se deben cambiar los protocolos de control sanitario ganadero e indica que también se cazará en fincas privadas de Monfragüe
Mercedes Morán Álvarez (Almendralejo, 1964) es ingeniera técnica agrícola y especialista en la Política Agraria Común (PAC). Vinculada gran parte de su vida profesional (25 años) a Asaja, reside en Cáceres desde hace tres décadas. Tiene dos hijos y ha escrito una novela, 'Así comenzó,.
Ingeniera Técnica Agrícola, especialidad en Industrias Agrarias por la Universidad de Extremadura. Premio alumna distinguida de la Universidad de Extremadura, fue profesora en la Escuela Universitaria "Santa Ana" de Almendralejo hasta 1991. Trabajó durante 25 años en la organización agraria ASAJA Cáceres, donde realizó labores de directora técnica. En 2011 se convierte en directora general de Política Agraria Comunitaria de la Junta de Extremadura hasta 2015 donde participó en las negociaciones de la actual aplicación de la PAC. Colabora con el programa AGROPOPULAR de César Lumbreras, y como articulista en El Periódico de Extremadura. Desde 2019 y hasta la actualidad ha sido diputada de la Asamblea de Extremadura y portavoz de agricultura y desarrollo rural. Actualmente es Vicesecretaria de Emergencia Demográfica, Agricultura y Ganadería del PP de Extremadura.
TITULO: Cartas en el Cajon - El secesionismo más duro pone a prueba a Puigdemont,.
El secesionismo más duro pone a prueba a Puigdemont,.
Las bases del Gobierno paralelo que lidera el ‘expresident’ votarán su gestión de la organización, así como su giro pactista ante la investidura de Pedro Sánchez,.
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foto / Carles Puigdemont y Yolanda Díaz, durante su polémica reunión en Bruselas a comienzos de septiembre.
Una de las grandes incógnitas de las negociaciones para que Pedro Sánchez revalide la presidencia del Gobierno es el punto de torsión de Junts per Catalunya. Hasta ahora, el tránsito de la estrategia de confrontación directa con el Estado a aceptar sentarse para hablar de la investidura lo sostiene que sea Carles Puigdemont — fundador y alma del partido— el que avale el acercamiento. Esa pátina de confianza, sin embargo, se enfrenta esta semana a una prueba de estrés con la consulta interna del Consell de la República, el gobierno paralelo que lidera el expresidente de Bruselas. Un Puigdemont no acostumbrado a ser intimidado por los suyos se enfrenta ahora a la posibilidad de que sus bases previas a la investidura puedan cambiar tanto su liderazgo en la organización como su giro pactista.
Junts y la empresa creada para institucionalizar el “camino del exilio” y el mandato republicano supuestamente surgido del referéndum ilegal de 2017 no tienen ninguna conexión orgánica. Y aunque la figura de Puigdemont es la guardiana de ambos partidos, el expresidente dejó de ser líder del partido en mayo de 2022 para concentrarse en dirigir la empresa con sede en un chalet de Waterloo, que funciona gracias a las cuotas que pagan sus más de 100.000 afiliados. Pareja.
En marzo del mismo año, cuando fue reelegido presidente del Consell con 102 votos frente a los siete de su oponente, Puigdemont afirmó que la unidad estaba llamada a completar el camino hacia la secesión y «reducir su dependencia» de los partidos secesionistas. a aquellos que han arruinado su incapacidad para ponerse de acuerdo sobre una nueva estrategia.
Tras simpatizar inicialmente con la idea del Consell, Esquerra acabó desmarcándose porque sospechaba que el expresident estaba intentando retener al personal político del independentismo. Junts, a su vez, acusó a sus socios de entonces de querer denigrar la figura de Puigdemont abandonando la fórmula de unir formaciones secesionistas en el «territorio libre» de Bélgica.
Esta división por nacimiento no impidió que el Consell desplegara su estructura, formada por un órgano ejecutivo (el Gobierno que dirige Puigdemont, en el que también está presente el eurodiputado Toni Comín) y un “órgano legislativo”, la Asamblea de Representantes, formado por 100 Las personas que están a favor de que los miembros voten, hay. y que tiene el poder de controlar la “acción política”.
El Consell acabó insertándose en el ecosistema independentista como una entidad más, pero sin alcanzar nunca el peso y la influencia de la Asamblea Nacional Catalana o de Òmnium Cultural. Iniciativas como el deseo de conceder al carné de socio (que cuesta 12 euros) el estatus de “identidad digital republicana” facilitaron a sus críticos clasificarlo casi en el ámbito de la nostalgia por el momento culminante del año. Procesos.
Esta vida casi insensible dio un giro total tras las elecciones generales del 23 de julio y la necesidad de que los socialistas contaran con los siete votos de Junts para reconfirmar la actual ejecutiva. El luchador de base Carles Puigdemont tomó automáticamente el protagonismo en las negociaciones de Junts. Algo que coincidió con el anuncio del 28 de agosto de que querían disolver la Asamblea de Representantes y optimizar su funcionamiento. La decisión provocó resentimiento en un sector y en un manifiesto firmado por una treintena de afiliados la calificaron de “ejercicio de autoritarismo bonapartista”, tras recordar que faltaban poco más de dos meses para las pertinentes elecciones.
La propuesta de cambios en la arquitectura del Consell, anunciada por Puigdemont en agosto, se someterá a una consulta que finaliza este lunes y cuyos resultados se conocerán este martes. Comín, que ha liderado una tormenta que afecta directamente a Puigdemont, defiende que la división en dos cámaras que defienden refleja la experiencia cinematográfica de aquellos años. El resultado, con relativas implicaciones para lo que hace Junts, permitirá efectivamente medir el nivel de insatisfacción con el liderazgo de alguien que hasta ahora ha sido un líder intocable.
Y es precisamente en este clima de desilusión que se ha forzado otra votación, que comienza este martes y que va claramente en contra de la vía propugnada por Puigdemont. El Consell permite a sus miembros deliberar sobre temas concretos si reciben la aprobación de más del 1% de los censados y así lo confirma su propia comisión electoral. A principios de octubre se dio permiso para preguntar si la empresa debía “promover el bloqueo de investidura” por parte de los partidos independentistas.
El Consell no sería la primera organización independentista que se pronuncia abiertamente en contra de un pacto en Madrid. De hecho, el ANC lleva semanas insistiendo en que las únicas negociaciones que deberían tener lugar son los términos de la independencia catalana. Pero nadie sabe que si Puigdemont vota a favor del bloqueo se encontraría en una posición incómoda.
El golpe sería más emocional que efectivo. Aunque políticamente los miembros del Consell se acercarían más a las tesis de enfrentamiento en el independentismo, algunas voces de Junts coinciden secretamente en que en función de la movilización se puede dar una cierta visión general del apoyo y la percepción en una parte del partido. La independencia fundamenta el giro. Hacedores de tratos.
El peso de la posición independentista en los cambios de los partidos se debe a una convergencia de intereses más que a un auténtico ejercicio de escucha. Junts ha subordinado la toma de decisiones a sus bases en otros momentos cruciales, como cuando dejó el Gobierno hace un año. El partido no confirma si se votará esta vez ni sobre qué. Allí nadie se atreve a cuestionar la pátina de Puigdemont.
TITULO : REVISTA TENIS - Alcaraz se da de baja en el torneo de Basilea por lesión,.
Alcaraz se da de baja en el torneo de Basilea por lesión,.
"Tengo un problema con la fascia plantar del pie izquierdo y fatiga muscular en la zona lumbar", afirma el murciano,.
La hoja de ruta de Carlos Alcaraz para lo que queda de 2023 se ha visto alterada por unos problemas físicos. "¡Desafortunadamente no podré jugar en Basilea este año! Tengo un problema con la fascia plantar del pie izquierdo y fatiga muscular en la zona lumbar que necesito tratamiento para poder jugar el resto de la temporada. ¡Espero verlos a todos pronto!", escribió el tenista murciano en sus redes sociales.
Alcaraz tenía previsto jugar en el ATP 500 de Basilea, como previa a la traca final, con el Masters 1.000 de París-Bercy y las Finales ATP o Torneo de Maestros, que reúne en Turín a los ocho mejores del año y en el que, por supuesto, ya se había ganado la plaza. La renuncia a Basilea hará que el español pierda 180 puntos, correspondientes a las semifinales del año pasado, y se aleje un poco más del objetivo de acabar el curso como número uno del mundo. Sigue con posibilidades, pero ya no dependería de sí mismo, también de lo que sea capaz de hacer Novak Djokovic, que reaparece justo para esos torneos.
Alcaraz ha disputado esta temporada 69 partidos, con 63 victorias, más que ningún otro tenista. Ha conquistado seis títulos, entre ellos un Grand Slam, Wimbledon, y dos Masters 1.000, Indian Wells y el Mutua Madrid Open.
Comenzó el curso tarde, en febrero en Buenos Aires, precisamente porque se estaba recuperando de unas molestias musculares que le hicieron no poder acudir al Open de Australia, la primera gran cita del año. Ya 2022 lo acabó también dolorido, con una rotura abdominal que le impidió poder estar en las Finales ATP y en la Copa Davis. Precisamente a la fase de grupos del legendario torneo de selecciones renunció este año en septiembre para cuidar el físico, pero al final han llegado las molestias más allá de las normales de un deportista que le hacen parar. Según se desprende de sus palabras, lo hace para poder jugar en los dos últimos torneos, más importantes.
En la gira asiática, que ha disputado por primera vez en este 2023, perdió en las semifinales de Pekín contra Sinner y en los octavos de final del Masters 1.000 de Shanghái contra Grigor Dimitrov.
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