TITULO: Órbita Laika - Cinema paradiso', el filme con más besos,.
Lunes -5- Julio las 22:00 en La 2 / fotos,.
Cinema paradiso', el filme con más besos,.
Besos de película,.
La cinta de Giuseppe Tomatore contiene, en su último minuto, más de cincuenta de los más famosos besos de la historia del cine,.
La historia del cine está llena de besos, sobre todo de besos de amor. Difícil es contabilizarlos pero resulta evidente que la película con más besos es 'Cinema Paradiso', que en su último minuto contiene más de los 50 besos más famosos dados en el cine.
La película, dirigida por Giuseppe Tornatore (fue su segundo largometraje), protagonizada por Philippe Noiret, Jacques Perrin, Antonella Attili, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta o Marco Leonardi, y con una inolvidable banda sonora de Ennio Morricone, es todo un homenaje de amor al cine a través de la historia de uno de esos pequeños cines de pueblo y de la amistad de su protagonista con un chico del lugar fascinado por las películas que, con los años, llegará a ser un importante director de cine. Narrada en forma de flashback, se inicia cuando ya consagrado, el director regresa a su pueblo, del que partió de joven y al que no había regresado nunca, ante la noticia del fallecimiento de una persona. El muerto es el proyeccionista del cine del pueblo, ahora completamente abandonado, que inculcó al muchacho su pasión por el cine. El protagonista rememorará aquella amistad, así como sus años de adolescente con su primer amor. La escena final, en que el director ve en una pantalla todos aquellos besos suprimidos por la censura del cura del pueblo, es de una profunda emoción. Un canto de amor al cine y a la vida.
Cuando a las ocho y media de la mañana de un lunes de mayo de 1989 una película llamada 'Cinema Paradiso', procedente de Italia, se presentaba en el Festival de Cannes de un desconocido llamado Giuseppe Tornatore, nadie apostaba por ella. Se había estrenado en Italia y había sido un fracaso, por lo que muchos de los presentes en Cannes decidieron que aquella jornada se evitaban el madrugón y podrían recuperar algunas horas más de sueño. Sin embargo al acabar la proyección, tras interminables minutos de aplausos, todos los presentes avisaros a amigos y colegas para que no se perdiesen la película en las siguientes proyecciones.
Un parto complicado
La llegada a Cannes de 'Cinema Paradiso' no fue fácil. La película tuvo un parto complicado. Tornatore se basó en una historia real, la del cura de un pueblo que siempre veía las películas antes de ser proyectadas y cortaba los besos y las escenas que consideraba subidas de tono. El director unió este relato con la historia del charcutero de su pueblo, que de pequeño había sido monaguillo en una iglesia y cuando el proyeccionista no reintegraba los besos a las bobinas, los robaba. La película se rodó en varias etapas entre 5 de diciembre de 1987 y el 11 de septiembre de 1988 en localizaciones de Sicilia: Palermo, Bagheria, Castelbuono, Cefalú, Chiusa Sclafani, Palazzo Adriano (lugar donde se ubica la plaza donde está situado el Cinema Paradiso), Santa Flavia, San Nicola y L'Arena, y se estrenó en Italia el 17 de noviembre de aquel año. La versión de Tornatore, duraba tres horas, y el montaje que llegó a los cines dos horas y media. Existe una versión del director con aquellas tres horas.
En su estreno en Italia pasó desapercibida. Sólo recuperó algo de dinero en Sicilia, donde se había rodado. Su productor Franco Cristaldi, responsable de títulos como 'Amarcord', de Federico Fellini; 'Cristo se paró en Éboli, de Francesco Rosi o 'El nombre de la rosa', de Jean-Jacques Annaud, decide presentarla a la selección dde Cannes, no sin antes realizar una poda (con la que no estaba de acuerdo Tornatore), dejándola en 124 minutos. Entre las escenas suprimidas están muchas de la pareja de enamorados adolescentes y su reencuentro muchos años después en una tienda de Roma. Con esos 124 minutos (conocida como la versión de Cannes), se vuelve a estrenar en Italia, siendo un enorme éxito. A España llega el 18 de diciembre de 1989 siendo vista por más de un millón de personas, un éxito personal de su distribuidor, el desaparecido Antonio Llorens de Lauren Films, que cuando vio la película aquella mañana de mayo en Cannes, se dio cuenta de su potencial y luchó por lograr los derechos para España. La película se repuso en España hace tres años, logrando 10.000 espectadores en sus primeros días de exhibición, pese a que en muchas salas solo se pudo ver en sesiones de horario limitado.
En los Oscars 'Cinema Paradiso' vivió una pequeña polémica: Francia, que había presentado 'La pasión de Camille Claudel', protestó por considerar que el filme presentado por Italia a los premios no era el original. Pero el reconocimiento fue tal que nadie se atrevió a poner en duda su triunfo y los franceses aceptaron que el Oscar a la mejor película extranjera lo lograsen Tornatore y Cristaldi. Fue el tercer Óscar para el productor.
Carrusel de besos
Volviendo a los besos, en la película, todos los besos que el cura había censurado de las películas que se proyectaban en el pueblo, los había guardado el proyeccionista, y empalmando los cortes formó un gran carrusel de besos que deja en herencia al futuro director, que este ve en una sala privada de proyección al regresar del entierro de su mentor. Tornatore quería que el proyeccionista de aquella pequeña bobina de besos fuese Federico Fellini, pero fue Cristaldi quien sugirió que el personaje, al que apenas se ve, fuese interpretado por el propio Tornatore. ¿Y qué besos se podían ver en aquel carrusel final? La respuesta es que ahí están muchos de los más famosos de la historia del cine, entre ellos los de Vittorio Gassman y Silvana Mangano en 'Arroz amargo', el de Cary Grant y Rosalind Russell en 'Luna nueva', el que Jane Russell da a la cámara en 'El forajido', los de Charlie Chaplin y Georgia Hale en 'La quimera del oro', el de Errol Flynn y Olivia de Havilland en 'Robin de los bosques', el de Rodolfo Valentino en 'El hijo del Caíd', los de James Stewart y Donna Reed en '¡Qué bello es vivir!', el de Totò Mignone en 'La tierra tiembla', los de Marcello Mastroianni y Maria Schell en 'Noches blancas', el de Jean Gabin en 'Los bajos fondos', el de Helen Hayes y Gary Cooper en 'Adiós a las armas', los de Alida Valli y Farley Granger en 'Senso', el de Vittorio Gassman en 'El caballero misterioso', el de Anna Magnani en 'Bellíssima', los de Greta Garbo y John Barrymore en 'Grand Hotel', los de Spencer Tracy y Ingrid Bergman en 'El extraño caso del Dr. Jekkyll' o el de Clara Calamai en 'La cena delle beffe,.
TITULO : Zona indie - Cine - Cowboy de ciudad ,.
Este lunes-5- Julio a las 23:30, en la ‘Zona indie’ de La 2 se emite la película, foto.
- Reparto
- Bud Davis es un joven vaquero que se traslada desde un pueblecito de Texas a Houston. Su intención es encontrar trabajo y divertirse. Pronto empieza a frecuentar el "Gulleys", un local de música country en el que se enamora de la bella Sissy.
TITULO: + Cotas - El Universo escondido - El ritmo de las olas ,.
El Sabado -3-Julio- a las 9:30 por La 1, foto,.
El Universo escondido - El ritmo de las olas,.
La península Ibérica tiene unos siete mil Km. de costa: playas, acantilados, cabos y ensenadas, una diversidad de paisajes costeros, que albergan una gran variedad de vida: animales marinos. Cuando la marea baja, se forman charcos, en cuyo interior viven muchos invertebrados.TITULO: Generaciones - De los libros de autoayuda a 'La Odisea',.
De los libros de autoayuda a 'La Odisea',.
La biblioterapia, «píldoras y pomadas» literarias para ganar en sabiduría y salud,.
foto / En Florencia (Italia), hay una farmacia de libros. Se llama Piccola Farmacia Letteraria y es una librería donde las lecturas vienen acompañadas de originales prospectos con indicaciones terapéuticas. La «farmacéutica», una librera llamada Elena Molini, es quien escribe las recetas tras una lectura minuciosa, muchas veces ayudada por su hermana, que es psicóloga. La idea es dar respuesta a aquellos clientes que buscan consejo literario según sus inquietudes, ya sea el desamor, el duelo, la felicidad, el humor o la crisis de los 50. Una especie de «medicación literaria» para la mente y el alma que no necesita prescripción médica.
Esta original ocurrencia guarda mucha relación con una práctica llamada biblioterapia, que consiste en el uso de la lectura con un fin terapéutico o de desarrollo personal. No es nueva, pero sí cada vez más popular. De hecho, durante el confinamiento muchos hicieron de los libros su refugio para sobrellevar mejor la situación, según confiesa un 82% de los encuestados del estudio 'El papel del libro y de la lectura durante el periodo de confinamiento por Covid-19 en España', realizado por la empresa Conecta Research & Consulting. Pero, ¿realmente los libros tienen un poder sanador?
En su tratado de biblioterapia 'Manual de remedios literarios: Cómo curarnos con libros' (Siruela), las biblioterapeutas británicas Ella Berthoud y Susan Elderkin, que estudiaron literatura en la Universidad de Cambridge, plantean una serie de «píldoras y pomadas literarias con las que ganar salud, felicidad y sabiduría». ¿Qué tal unos gramos de la prosa de las hermanas Brönte para sanar el mal de amores? ¿Y una dosis de Hemingway contra la resaca? Las recomendaciones se organizan por orden alfabético y por dolencias, y las hay para niños y adultos.
Algo similar plantea su compatriota Lucy Horner, una joven que encontró, a través de la recomendación de una terapeuta, un bálsamo contra el trastorno de estrés postraumático y la ansiedad en el libro 'Guerra y Paz', de Leon Tolstoy. Fue entonces cuando creó la web ' Terapia Tolstoy', donde comparte su experiencia con los libros de ficción para apoyar la buena salud mental. Entre ellos encontramos 'La Odisea', de Homero, para cultivar la fortaleza; 'El hombre en busca de sentido', de Viktor Frankl para quienes se sienten perdidos; o 'El Principito', escrito por Antoine de Saint-Exupéry, que reflexiona sobre temas tan universales como el amor, la amistad, la soledad o el duelo.
Un gran número de personas se refugió en los libros para sobrellevar mejor el confinamiento
En España, algunas comunidades han puesto en marcha campañas relacionadas con esta práctica. En Galicia, por ejemplo, la Agencia de Conocimiento en Salud y la Consellería de Sanidad de la Xunta lanzaron en 2019 el proyecto 'Biblioterapia: lecturas saludables', que incluye una lista de 142 libros seleccionados, evaluados y validados por expertos del ámbito sanitario y literario-lector. Su objetivo es «que cualquier persona pueda utilizarlos como complemento en un tratamiento, en grupos de lectura o por su propio interés personal». Para ello, están agrupados en dos bloques: libros de autoayuda y psicoeducación, orientados a ofrecer técnicas e información para comprender y afrontar distintos problemas; y novelas y libros de no ficción, que plantean experiencias personales, emociones y conocimientos sobre la vida en los que el paciente se puede ver reflejado. Los del primer grupo son recomendaciones de profesionales sanitarios, mientras que los del segundo son sugerencias de pacientes y expertos en literatura y biblioterapia.
Encontramos así títulos para combatir la depresión y la tristeza como 'El arte de no amargarse la vida', de Rafael Santandreu; para enfrentarse a la pérdida, como 'Déjame que te cuente', de Jorge Bucay; para que los más pequeños entiendan el autismo, como 'La razón por la que salto', de Naoki Higashida; o para reflexionar sobre las relaciones tóxicas, como 'Extraños en un tren', de Patricia Highsmith.
Otro caso es el del municipio de Soto del Real, en la Comunidad de Madrid, que puso en marcha en 2012 el proyecto 'Biblioterapia para mayores', un servicio de préstamo institucional de libros para acercar los beneficios de la lectura a las residencias de la tercera edad.
No es un tratamiento
En las consultas médicas este uso de los libros «ha existido siempre», expresa la psicóloga clínica Ana Calero, «pero no solo para tratar problemas de la mente». Sin embargo, advierte: «la biblioterapia no es un tratamiento en sí mismo, sino un recurso complementario». De hecho, ella ni siquiera utiliza ese término y prefiere llamarlo «lecturas complementarias». «Creo que puede dar lugar a engaño pensar que algo es curativo cuando no lo es», señala.
«Los libros son ideales para profundizar en tu tema, pero por sí solos no curan una patología grave»
Calero encuentra en los libros un medio ideal para profundizar sobre un tema o anticipar unos contenidos que vas a tratar en consulta, pero «por sí solos y sin la orientación de un profesional no son capaces de solucionar un problema psicológico grave», expresa. «No digo con ello –aclara– que un buen libro de autoayuda no sea útil en determinadas situaciones, como al atravesar un pequeño bache, pero hay que tener cuidado con pensar que la lectura puede curar una patología, porque cuando el usuario vea que no le está ayudando se va a frustrar y su problema puede incluso empeorar». Lo ejemplifica con un símil: «Es como si tengo un dolor muscular y me leo un libro de fisioterapia. A lo mejor alguna técnica aprendo, pero seguramente no sea suficiente para eliminar mis contracturas».
Ella cuenta que en consulta se tiende a recomendar determinaos libros de autoayuda o libros técnicos fáciles de entender, y que sugerir novelas de ficción es poco común. Entre los que ella utiliza a menudo están: 'Bienestar, autoestima y felicidad', de Raimon Gaja, que explica conceptos importantes sobre la depresión; 'Adiós corazón', de Carmen Serrat-Valera y Mirem Larrazábal, para sobrellevar rupturas de pareja; y 'Agorafobia y ataques de pánico', de Arturo Bados López, que incluye materiales específicos para tratar estos males.
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