foto, Antonio Fabregat: "Trump no es un buen comunicador,.
Vende mucho la escoba con un discurso vacío",.
Madrileño, 21 años. Estudió Derecho y ADE en la Universidad Pontificia de Comillas. Fue el mejor orador universitario del mundo en 2015 y 2016. Publica ‘Convence y vencerás’ (Alienta Editorial).
XLSemanal. El próximo 17 de julio empieza el campeonato mundial de oradores, ¿se va a presentar otra vez?Antonio Fabregat. Sí, intentaré ganarlo por tercera vez consecutiva. Es un reto por conseguir.
XL. Con 21 años, tiene un montón de alumnos a los que enseña a debatir.
A.F. Sí, doy clases en unos másteres y soy socio de una empresa que forma a directivos en comunicación.
XL. Quién suele ganar un debate: ¿el más listo, el más demagogo, el más agresivo…?
A.F. Depende del debate; en los que hago yo, gana el que tiene mejores argumentos; aunque, a veces, estos se quedan por el camino porque no han sido expuestos con persuasión.
XL. En el último mundial, siete de los diez finalistas eran españoles. ¿Tenemos piquito de oro?
A.F. Tenemos potencial y muy buenas capacidades naturales, aunque nos falta un poco de formación.
XL. ¿Qué políticos españoles tienen mejor discurso y convencen más?
A.F. Quizá Iglesias y Rivera, porque comprenden muy bien uno de los problemas de hoy: el distanciamiento entre los políticos y los ciudadanos. Independientemente del contenido político, los dos acercan mucho su lenguaje al de la calle. Y eso a la gente le gusta. comprende lo que dicen.
XL. ¿Y el que peor lo hace?
A.F. Quizá Rajoy, por lo mismo. Es quien peor ha entendido ese acercamiento. Su punto débil: lee demasiado. Pero maneja muy bien sus puntos fuertes, como la ironía. Puede ganar un debate con su socarronería gallega. Y a lo de saber mantenerse no le gana nadie. Es su don.
XL. ¿Y qué me dice de Trump?
A.F. A mí no me gusta. Vende mucho la escoba con un discurso a veces muy vacío, aunque con buena ejecución. No es un buen comunicador; y cada semana lo pillan en cosas que se vuelven contra él. Sí me gustaban mucho Steve Jobs y Obama: son dos referencias claras.
XL. Si ha ganado, Trump no lo habrá hecho tan mal…
A.F. Ha encontrado una realidad social en América a la que ha sabido dirigirse, pero eso no lo convierte en un buen comunicador. Solo ha conectado muy bien con la clase media-baja.
XL. ¿Sus amigos le llevan la contraria o pasan de discutir con usted?
A.F. Les encanta llevarme la contraria y ponerse en mi contra para provocarme.
XL. ¿Lo han llamado ‘marisabidillo’?
A.F. Sí; mi abuela sobre todo, pero ella me dice ‘marisabihondo’ [risas].
foto, Desayuno: domingo y lunes amor de madre,.
Cena domingo y lunes un pincho de carne y pan, foto
«Tomo una tostada calentita, con aceite de oliva y jamón serrano. Y siempre con un cacao. Me lo prepara cada mañana mi madre. ¡Una suerte!».
TITULO: LA COCINA DOMINGO - LUNES - PRESA O PLUMA ,.
foto - PRESA O PLUMA ,.
¿Presa o pluma? Sutil y suculento debate en torno a dos partes nobles del cerdo ibérico. Adolfo Maestre prefiere la presa. «Es la estrella de la cocina del cerdo ibérico», defiende. Pero su chef, Carlos González,
Charlie, contraataca: «Para mí, la gran pieza del cerdo ibérico es la
pluma». Para que decidamos, nos invitan a probar una pluma ibérica
marinada con miso y miel (8 euros) con puré de cebolleta asada, que, en
definición de una comensal, está «¡Espectacular!». Después, probamos un
tataki de presa ibérica, pero no marcada en sartén o a la plancha, sino a
la brasa y marinada en soja y vinagre de arroz. ¡Sublime! ¿Cómo decidir
entre papá o mamá? Nos quedamos con las dos: presa y pluma.
En Cáceres, donde estuvo secuestrado el hijo del prior de Crato y aspirante al trono de Portugal por orden de Felipe II y donde el obispo García de Galarza controló el territorio de Coria y de Cáceres... Donde estuvieron un seminario, un cuartel y un mercado, hoy se levanta un aparcamiento público y, en lo alto, abre desde hace 12 años un restaurante que se llamaba hasta ahora La Parrilla de Galarza y que cambia su nombre por el de La Terraza de Galarza. Pero el cambio de nombre trae consigo otras novedades interesantes.
Adolfo Maestre es el gerente de La Terraza de Galarza. Este funcionario reconvertido en hostelero ha agitado la restauración cacereña desde que abrió La Parrilla. Transformada en La Terraza, se incorporan al empeño su hijo, Fran Silvio Maestre, primer cacereño egresado en Gastronomía y Artes Culinarias por el Basque Culinary Center, y el jefe de cocina Carlos González, Charlie.
Resulta interesante este cambio porque va a ser el resultado de un proyecto académico. Como en cualquier grado o estudio superior, Fran Silvio ha de realizar un TFG (Trabajo Fin de Grado), que debe ser aprobado por un tribunal para que el estudiante consiga su título. En este caso, el TFG de Silvio no es otro que este proyecto de cambio en el negocio de su padre, que no solo tendrá que lograr el aprobado, o el sobresaliente, de sus profesores, sino también de la clientela cacereña de este singular restaurante, desde cuya terraza se disfrutan unas vistas inéditas y maravillosas de la parte antigua de Cáceres.
Silvio ha optado por entronizar el ibérico en el restaurante porque, al igual que Ferrán Adriá, considera que es, junto con el caviar, el foie y las trufas, uno de las cuatro elementos estrella de la gastronomía. La idea, y la realidad, es cocinar el cerdo ibérico con una filosofía culinaria del siglo XXI. Son cerdos ibéricos criados por la familia Maestre en una finca entre Cáceres y Trujillo, lo que garantiza el control absoluto de la trazabilidad del producto.
En ese punto, aparece la figura de Carlos González, chef placentino que, tras trabajar en diferentes restaurantes de Plasencia y Zafra, se marchó a Bruselas y a Yorkshire, donde dirigió diversos restaurantes de inspiración española, además de ser chef privado de los embajadores de España. Tanto él como su mujer, Aleksandra, pensaron que el mejor lugar para criar a un hijo era Extremadura, se vinieron y ahora trabajan juntos en La Terraza de Galarza.
La hora de la verdad, la de la comida... Llegan a la mesa un tartar de solomillo sobre pan de cristal con alioli de ajo negro y gelatina de naranja delicioso y un pan bao vietnamita con curry de costilla ibérica (7,20) inolvidable... En caso de preferir un menú del día, en La Terraza ofrecen uno muy cuidado por 13,50: pasta con mejillones y gulas, arroz negro con sepia y alioli o ensalada de calabacín con yogurt y eneldo de primero; secreto ibérico de papada a la brasa con salteado de patata, panceta ibérica glaseada con salsa hoisin o bacalao al horno sobre salmorejo de tomate asado de segundo más postre, pan y bebida.
Como ven, en cuestión de cerdo ibérico no es fácil optar: ¿pluma, presa, abanico, lagarto, oreja, pie, morro, rabo, carrillera, secreto, solomillo, costilla, lomo, cabezada, panceta, papada...?,.
En Cáceres, donde estuvo secuestrado el hijo del prior de Crato y aspirante al trono de Portugal por orden de Felipe II y donde el obispo García de Galarza controló el territorio de Coria y de Cáceres... Donde estuvieron un seminario, un cuartel y un mercado, hoy se levanta un aparcamiento público y, en lo alto, abre desde hace 12 años un restaurante que se llamaba hasta ahora La Parrilla de Galarza y que cambia su nombre por el de La Terraza de Galarza. Pero el cambio de nombre trae consigo otras novedades interesantes.
Adolfo Maestre es el gerente de La Terraza de Galarza. Este funcionario reconvertido en hostelero ha agitado la restauración cacereña desde que abrió La Parrilla. Transformada en La Terraza, se incorporan al empeño su hijo, Fran Silvio Maestre, primer cacereño egresado en Gastronomía y Artes Culinarias por el Basque Culinary Center, y el jefe de cocina Carlos González, Charlie.
Resulta interesante este cambio porque va a ser el resultado de un proyecto académico. Como en cualquier grado o estudio superior, Fran Silvio ha de realizar un TFG (Trabajo Fin de Grado), que debe ser aprobado por un tribunal para que el estudiante consiga su título. En este caso, el TFG de Silvio no es otro que este proyecto de cambio en el negocio de su padre, que no solo tendrá que lograr el aprobado, o el sobresaliente, de sus profesores, sino también de la clientela cacereña de este singular restaurante, desde cuya terraza se disfrutan unas vistas inéditas y maravillosas de la parte antigua de Cáceres.
Silvio ha optado por entronizar el ibérico en el restaurante porque, al igual que Ferrán Adriá, considera que es, junto con el caviar, el foie y las trufas, uno de las cuatro elementos estrella de la gastronomía. La idea, y la realidad, es cocinar el cerdo ibérico con una filosofía culinaria del siglo XXI. Son cerdos ibéricos criados por la familia Maestre en una finca entre Cáceres y Trujillo, lo que garantiza el control absoluto de la trazabilidad del producto.
En ese punto, aparece la figura de Carlos González, chef placentino que, tras trabajar en diferentes restaurantes de Plasencia y Zafra, se marchó a Bruselas y a Yorkshire, donde dirigió diversos restaurantes de inspiración española, además de ser chef privado de los embajadores de España. Tanto él como su mujer, Aleksandra, pensaron que el mejor lugar para criar a un hijo era Extremadura, se vinieron y ahora trabajan juntos en La Terraza de Galarza.
La hora de la verdad, la de la comida... Llegan a la mesa un tartar de solomillo sobre pan de cristal con alioli de ajo negro y gelatina de naranja delicioso y un pan bao vietnamita con curry de costilla ibérica (7,20) inolvidable... En caso de preferir un menú del día, en La Terraza ofrecen uno muy cuidado por 13,50: pasta con mejillones y gulas, arroz negro con sepia y alioli o ensalada de calabacín con yogurt y eneldo de primero; secreto ibérico de papada a la brasa con salteado de patata, panceta ibérica glaseada con salsa hoisin o bacalao al horno sobre salmorejo de tomate asado de segundo más postre, pan y bebida.
Como ven, en cuestión de cerdo ibérico no es fácil optar: ¿pluma, presa, abanico, lagarto, oreja, pie, morro, rabo, carrillera, secreto, solomillo, costilla, lomo, cabezada, panceta, papada...?,.
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