El melón piel de sapo tiene forma ovoide y la corteza de color verde con manchas oscuras,.
Castilla-La Mancha es una
gran productora de melón en España: el 46% del total de la producción
nacional se concentra en nuestra región, principalmente en la provincia
de Ciudad Real (90% total producción de melón regional).
El
sector del melón en la región está formado por 10.000 hectáreas, con más
de 350.000 toneladas de producción al año y emplea a más de 11.000
agricultores.
<a
href='http://ads.lacerca.com/delivery/ck.php?n=a812a6b6&amp;cb=25410827090'
target='_blank'><img
src='http://ads.lacerca.com/delivery/avw.php?what=bannerid:2&amp;cb=25410827090&amp;n=a812a6b6'
border='0' alt='' /></a>
Cuenta además, desde
2004, con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Melón de La Mancha
que garantiza los mayores estándares de calidad que certifican la
excelencia de este fruto.
Castilla-La Mancha es la cuarta
Comunidad Autónoma en exportación de melón en España según datos
actuales. Más del 80% de sus exportaciones se destinan a países de
la Unión Europea
(Portugal, Francia, Italia y Alemania) y destaca un 17% de sus
exportaciones a nuevos países extra comunitarios como China, Hong Kong y
Singapur.
Origen ancestral
Durante
la pasada campaña, el precio medio del melón osciló entre los diez y
los once céntimos el kilo, frente a los 0,57, 0,58 e incluso 0,80 euros
el kilo que alcanzó el producto en el mercado.
Alrededor
de 500 años antes de Cristo, los egipcios ya podían disfrutar de su
sabor y posteriormente lo introdujeron en Grecia e Italia. Venerado por
ser tan beneficioso como el sol, el melón entró en España y,
concretamente, en La Mancha de la mano de los árabes en el siglo XI y no
fue hasta el XV cuando llegó a tierras francesas.
El Tratado
Agrícola de Ibn Bassal al- Tulaytubí recoge las referencias más antiguas
de las que se dispone sobre la existencia del melón en tierras
manchegas, pero no las únicas. En obras como El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de La Mancha, de
Miguel de Cervantes, el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita, o en la obra satírica de
Francisco de Quevedo también se encuentran alusiones al melón.
Pertenece
a la familia de las Cucurbitáceas, plantas herbáceas rastreras o
trepadoras, tales como la calabaza, el pepino y la sandía, por lo que en
realidad el melón es del género de las verduras. En el caso de este
vegetal, la planta de la que procede, que es trepadora, encuentra en la
comarca de La Mancha las condiciones óptimas para la variedad
Saccharinus de los cultivares autóctonos de melón Piñonet o Piel de
Sapo. Tanto, que se extiende por algo más de 10.000 hectáreas de la
Región, lo que representa el 46 por ciento de la producción nacional.
En el año 2003 se constituyó, gracias al impulso de la Unión de
Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha, la Asociación para la
Promoción del Melón de La Mancha. Fruto del trabajo realizado por este
colectivo se consiguió dar un paso más, con la obtención de la
Indicación Geográfica Protegida (IGP) Melón de la Mancha, cuyo
reconocimiento comunitario llegó el 10 de diciembre de 2010.
La zona de producción, acondicionamiento y envasado del melón está
situada en la comarca natural “Mancha”, y comprende las localidades de
Alcázar de San Juan, Arenales de San Gregorio, Argamasilla de Alba,
Campo de Criptana, Daimiel, Herencia, Llanos, Manzanares, Membrilla, Socuéllamos, Tomelloso, Valdepeñas y Villarta de San Juan.
El Melón de La Mancha y sus particularidades
Venerado
por ser tan beneficioso como el sol, el melón entró en España y,
concretamente, en La Mancha de la mano de los árabes en el siglo XI.
Foto: Ensalada con melón.
Para ser amparado por esta IGP,
el melón debe cumplir unas determinadas características, como ser de
categoría Primera, con un contenido en azúcar mínimo de trece grados
Brix y un peso que oscile entre los 1,8 y los cuatro kilos. Al
principio, el contenido mínimo en azúcar era de once grados Brix, una
cantidad no permitida en la actualidad por la Unión Europea.
El
melón piel de sapo tiene forma ovoide y la corteza, de color verde con
manchas oscuras y con un grosor medio de entre 0,6 y 0,8 centímetros,
puede ser lisa o bien presentar rugosidades. Sin embargo, son el dulzor,
la alta jugosidad y la escasa fibrosidad de su carne las principales
señas de identidad del Melón de La Mancha. Unos requisitos que se
preservan gracias al control periódico y exhaustivo de cada partida
mediante el análisis de muestras reducidas y la adecuación del melón a
las condiciones de madurez. La vitrescencia de la pulpa, que es una
alteración de la fruta de pepitas, y el desprendimiento de las semillas
se consideran defectos críticos que deben ser detectados en este tipo de
controles.
El alto contenido de vitaminas y minerales convierte al melón en referente nutricional
Propio
de los meses más calurosos del año, el melón es una de las mejores
opciones del verano para saciar la sed, hidratarse y, al mismo tiempo,
nutrirse.
La Unión de Cooperativas Agrarias de
Castilla-La Mancha y la entonces Asociación para la Promoción del Melón
de La Mancha solicitaron al departamento de Biotecnología del Centro
Teleológico y Alimentario AINIA de Valencia la elaboración de un
estudio, entre los meses de julio y octubre del año 2003, para analizar
la caracterización nutricional y composición química del melón verde
Piel de Sapo. Gracias a los resultados de este trabajo se conocen las
vitaminas y minerales que posee y se ha concluido que se trata de un
referente nutricional.
Tal y como se desprende del estudio, esta
variedad de melón contiene fósforo, potasio y sodio en cantidades
superiores a la Cantidad Diaria Recomendada (CDR) y también, hierro y
calcio, aunque en menor proporción. Así, cabe destacar que el potasio es
esencial en la dieta y favorece el correcto funcionamiento de los
procesos metabólicos. El melón Piel de Sapo contiene más sodio y potasio
que otras frutas, como la naranja, la sandía o el melocotón. Gracias a
su elevado contenido en agua, estimula la función renal y facilita la
eliminación de toxinas.
Sus bondades no acaban aquí. Es una rica
fuente de vitaminas B3 y B5, necesarias para el crecimiento y la
reproducción y para facilitar el metabolismo de los alimentos,
respectivamente.
Asimismo, este estudio ha revelado que el melón
verde Piel de Sapo contiene la mayoría de los aminoácidos esenciales,
incorporados al organismo mediante la dieta alimenticia. Propio de los
meses más calurosos del año, el melón es una de las mejores opciones del
verano para saciar la sed, hidratarse y, al mismo tiempo, nutrirse.
El melón se convierte en el ingrediente estrella para todo tipo de platos durante los meses de verano
¿Quién no ha deleitado una sabrosa rodaja de melón acompañada con unas lonchas de jamón serrano?
Con
la llegada de las altas temperaturas, el melón se convierte en la
‘fruta’ ideal para refrescarse. Su alto contenido en agua, que en
algunos casos llega hasta el 95 por ciento, hace que la mayor parte de
las variedades sean ideales como postre. Sin embargo, sus usos en la
cocina van más allá. Desde entrantes, ensaladas, aperitivos o
guarniciones hasta sorbetes y helados. El melón se convierte, durante la
época estival, en el complemento perfecto para todo tipo de platos.
¿Quién no ha deleitado a su paladar con una sabrosa rodaja de melón
acompañada con unas lonchas de jamón serrano? En algunos países
orientales, el melón se utiliza para dar la bienvenida a los invitados.
En este caso se sirve muy frío y espolvoreado con azúcar y jengibre.
A
la hora de elegir un buen melón hay que tener en cuenta una serie de
recomendaciones básicas. Si no tiene olor es recomendable dejarlo
madurar a temperatura ambiente durante unos días. Para saber si está
bien maduro, basta con presionar la base y notar si cede un poco. Hay
que tener cuidado, porque el melón maduro se deteriora con rapidez, por
lo que se debe consumir lo antes posible. Con la intención de saber si
un melón es macho o hembra hay que observar la parte por la que ha
estado unido a la planta. Si tiene muchos círculos blancos alrededor de
la base es hembra y suelen tener mejor sabor. Asimismo, cuantas más
marcas o rayas blancas tenga, más dulce es su sabor. Si el rayado es
longitudinal y va de extremo a extremo estaremos ante un melón macho. En
ocasiones, es complicado encontrar un melón hembra en el supermercado,
pues los mayoristas de fruta lo suelen reservar para los restaurantes.
El cultivo del melón, una práctica manual
El melón es una planta de climas cálidos y no muy húmedos.
Las
condiciones climatológicas son determinantes en este tipo de cultivo.
El melón es una planta de climas cálidos y no muy húmedos. Para que el
desarrollo, la floración y la posterior maduración sean óptimos, la
planta debe estar a una temperatura mínima de 20ºC y a una máxima de
39ºC, estableciéndose en 25 grados la temperatura mínima para que
madure. Hay que tener en cuenta que se precisan, como mínimo, 15 grados
centígrados para que el melón germine. Asimismo, la luminosidad es
determinante para la correcta fecundación de las flores y para la
absorción de elementos nutritivos. La temperatura del suelo debe estar a
un mínimo de 15ºC, evitando la época de heladas para su cultivo.
El melón se puede plantar bien por siembra directa o por trasplante. Lo
primero es la preparación del terreno en el mes de octubre. Si la opción
elegida es el trasplante éste puede realizarse desde mediados de abril
hasta principios de julio, cuando las plántulas tienen al menos la
primera hoja verdadera bien desarrollada. En este sentido hay que tener
en cuenta que cuando nacen tienen dos hojas que luego pierde, por lo que
hay que esperar a que realmente sea la verdadera. La plantación se
realiza de forma manual.
Durante el ciclo vegetativo, además de
regar y abonar las plantas, se debe escardar y eliminar los frutos en
aquellas plantas que tengan un exceso.
A la hora de regar hay que
procurar que el agua no toque las hojas para evitar que la planta se
pudra.
Una práctica habitual para aumentar la temperatura del suelo, disminuir
la evaporación del agua e incrementar la calidad del fruto es colocar
una película de polietileno negro.
La cosecha del melón también es manual. Los frutos se depositan a lo
largo de las hileras y posteriormente se cargan en un remolque.
El
calibre del Melón de La Mancha está determinado por el peso, que oscila
entre 1,8 y 4 kilos y dependiendo de éste, se presentarán a la venta en
envases de madera o cartón.
Ya en los centros de
manipulación y envasado de las estructuras agrarias de comercialización
se descarga lo recolectado y se procede al pesado, la identificación de
cada partida y el control de calidad. Tras esto, el melón se almacena a
temperatura ambiente con una ventilación y humedad adecuadas.
En
el caso concreto del Melón de La Mancha, el calibre está determinado por
el peso, que oscila entre 1,8 y 4 kilos y dependiendo de éste, se
presentarán a la venta en envases de madera o cartón.
Los controles de calidad son exigentes y en cada palet deberá existir
una etiqueta de trazabilidad que permita identificar a los productores,
el lugar de origen y la fecha de envasado, algo tremendamente
importante, ya que los melones amparados bajo la IGP tienen un tiempo
máximo de almacenamiento de 45 días desde la fecha de corta.
Una vez completado el proceso, los melones llegan a los supermercados y grandes cadenas de distribución listos para su consumo.