Moyà: “No quiero que Nadal pase por lo que yo pasé”,.
El preparador del número uno (Palma, 42 años) charla con EL PAÍS sobre el carrusel emocional de esta temporada. Recuerda su adiós al tenis y perfila a un campeón obligado a dosificarse por las lesiones,.
A media mañana del viernes, Carlos Moyà (Palma de Mallorca, 42 años)
confía en que la aerolínea recupere su equipaje, perdido el día
anterior durante el tránsito de Barcelona a Marbella, donde este fin de
semana participa junto a otros ilustres veteranos en la Senior Masters Cup.
“Paciencia, es lo que toca”, dice el exnúmero uno, que a continuación
analiza el presente y una temporada traducida en un verdadero carrusel
emocional para su tenista, Rafael Nadal.
Trabado
por dos lesiones significativas, una en el psoas ilíaco y otra en el
tendón rotuliano de la rodilla derecha, el de Manacor tan solo ha podido
disputar este año nueve torneos. Ganó cinco y tuvo que abandonar en
dos, habiéndole frenado solo Thiem (Madrid) y Djokovic (Wimbledon). Estos días se recupera en su tierra
mientras el preparador habla sobre la experiencia de volar junto a un
icono y de su adiós al tenis, como consecuencia de un problema en la
cadera.
Pregunta. Lleva ya más de un año y medio en el banquillo de Nadal. ¿Cómo ha sido la experiencia hasta ahora? ¿Se han superado las expectativas?
Respuesta. Mis expectativas son acordes al jugador que tengo. Con Raonic eran unas y con Rafa son otras, y está claro que yo siempre he creído mucho en Rafa. Tengo muchísima fe en él. Sé que podía pasar todo lo que ha ocurrido a lo largo de este año y medio; después los acontecimientos van confirmándolo, pero para mí, él es uno de los tenistas más grandes de la historia y lo mejor es que todavía tiene hambre y ganas de mejorar, de evolucionar y competir. Cuando eso sucede, en un caso como de él, los resultados van llegando sí o sí.
P. Usted comentaba que le impacta todo lo que se mueve alrededor de su jugador. Vivir a su lado, de un lado a otro, ¿es algo así como viajar con un beatle de la raqueta?
R. Soy muy consciente de lo que privilegiado que soy de poder estar donde estoy, junto a un deportista de tanta magnitud y con tanta repercusión en todo el mundo, y en consecuencia todo lo que ello implica. Repito, hablamos de uno de los grandes del tenis y además Rafa es un amigo de toda la vida, desde hace muchos años, así que las circunstancias para mí son irrepetibles. Estoy viviendo algo muy especial y quiero saborearlo a cada instante.
P. ¿Cuál es el sello de Moyà en este Nadal de 32 años?
R. Creo que esto debería contestarlo directamente él, pero lo más importante es que todo el equipo vamos a una, en la misma dirección, y queremos lo mejor para él. Queremos un Rafa que se dosifique más, que descanse más y que en la pista sea lo más agresivo posible. Queremos un Rafa que juegue más años y que sea él quien decida retirarse del tenis y no al revés, que el tenis le retire a él, así que debe adaptar su juego y eso es en lo que más estamos incidiendo. El objetivo es que compita con el mínimo dolor posible, porque al fin y al cabo eso siempre está ahí.
P. Este año ha sufrido dos lesiones significativas, las de Australia y Nueva York. De alguna manera, ¿temen que en un momento dado su cuerpo pueda decir basta y no sea el propio Nadal quien diga basta?
R. Eso es algo que está ahí. Prácticamente el 90% de las retiradas o más están relacionadas con los problemas físicos. Muy poca gente se retira estando al 100% físicamente y estando a un alto nivel, así que somos conscientes de que esto pueda pasar. De hecho, a mí me pasó. Precisamente, estamos intentando evitar que Rafa tenga que pasar por una circunstancia como esa, por la que yo pasé, pero no es fácil. Las lesiones vienen en cualquier momento y aunque en ese momento no lo sepas, a veces te llevan a la retirada. En su momento es lo que me pasó a mí [en 2010, a los 34 años] y ahora no quiero que le ocurra a él.
P. ¿Cómo se encara una retirada después de toda una vida en el circuito?
R. El cuerpo va dándote señales y, sobre todo, la cabeza también. No es una decisión que se toma de un día para otro ni mucho menos. Son meses de pensarlo y creo que Rafa no ha llegado todavía a ese estado. A mí me ocurrió y tardas meses en tomar la decisión de decir: "Mira, ya está". El ranking también te marca un poco ese momento y yo no veo a Rafa luchando sin estar entre los 10 o 15 mejores del mundo. Por respeto a sí mismo, a su nombre y a quién es, creo que él no debería llegar a ser un jugador que pelee por llegar a los cuartos de final de los torneos. Yo creo que el tiempo va poniendo todo eso en su sitio y estamos bastante lejos todavía.
P. Al margen de las lesiones, el presente revela un
Nadal más conservador a la hora de configurar su calendario. ¿Ahora
escucha más?
R. Rafa siempre escucha. También es verdad que ha jugado solo nueve torneos este año, pero en realidad han sido las circunstancias las que le han llevado hasta esta situación. Yo no me engaño y sé que si él hubiese estado bien a estas alturas habría jugado 11 o 12; igual no hubiese jugado Cincinnati o Queen’s [renunció a los dos para dosificarse], pero quizá Brisbane, Indian Wells o Miami sí los hubiera jugado. Si no fue allí es porque físicamente no pudo. También es verdad que él va dándose cuenta de que debe ir dosificándose más. Eso sí, estando al 100% no es un jugador que vaya a jugar solo 10 u 11 torneos, sino 15, 16 o incluso alguno más.
P. Ahora mismo, ¿cuál es el plan para el regreso?
R. No vamos a hacer locuras, no tenemos ninguna prisa. La rodilla es la que nos irá marcando los tiempos y en ese sentido no vamos a arriesgar lo más mínimo. La idea es que regrese a la pista en París-Bercy (a partir del 29 de octubre), pero si no puede lo hará en Londres (desde el 11 de noviembre) y si hace falta esperar al próximo año lo haremos. En un principio retomaremos los entrenamientos la próxima semana e iremos paso a paso, poco a poco. Por encima de todo, queremos que Rafa esté sano y que a partir de ahí disfrute compitiendo. Si la cosa va en ese orden, el resto llegará por sí solo.
P. Como técnico, ¿baraja la posibilidad de que en el
futuro siga el modelo de Federer y renuncia a una franja específica de
la temporada?
R. Tienes que ir adaptándote sobre la marcha. La gente es muy resultadista y lo de Federer funcionó el año pasado, pero en este los resultados no han sido los mismos y ya hay quien dice que debería haber jugado más porque las circunstancias eran distintas a las de este año. No, mire, las circunstancias son las que son; el año pasado no jugó en tierra y tuvo una temporada increíble, y en este ha hecho lo mismo y no ha sido igual, teniendo en cuenta que es un año mayor. La gente se aprovecha mucho de esto: cuando los resultados son buenos todo es increíble y cuando no son tan buenos… Que Rafa haga eso es difícil, pero repito que tendremos que ir evaluándolo sobre la marcha.
P. Para cerrar. Djokovic ha ganado dos grandes y amenaza el número uno. ¿Hasta qué punto lo cambia todo su retorno competitivo?
R. Cambia, pero sabíamos que era un rival que tarde o temprano iba a volver a estar ahí. Solo teníamos la duda de cuándo, y ese cuándo ha llegado ya. Yo creo que él es uno de los grandes de este deporte e incluso diría que pertenece al mismo grupo que Roger y Rafa. Él ha vuelto, pero de todos modos para ser el mejor hay que luchar con los mejores y Rafa está preparado para ello.
Pregunta. Lleva ya más de un año y medio en el banquillo de Nadal. ¿Cómo ha sido la experiencia hasta ahora? ¿Se han superado las expectativas?
Respuesta. Mis expectativas son acordes al jugador que tengo. Con Raonic eran unas y con Rafa son otras, y está claro que yo siempre he creído mucho en Rafa. Tengo muchísima fe en él. Sé que podía pasar todo lo que ha ocurrido a lo largo de este año y medio; después los acontecimientos van confirmándolo, pero para mí, él es uno de los tenistas más grandes de la historia y lo mejor es que todavía tiene hambre y ganas de mejorar, de evolucionar y competir. Cuando eso sucede, en un caso como de él, los resultados van llegando sí o sí.
P. Usted comentaba que le impacta todo lo que se mueve alrededor de su jugador. Vivir a su lado, de un lado a otro, ¿es algo así como viajar con un beatle de la raqueta?
R. Soy muy consciente de lo que privilegiado que soy de poder estar donde estoy, junto a un deportista de tanta magnitud y con tanta repercusión en todo el mundo, y en consecuencia todo lo que ello implica. Repito, hablamos de uno de los grandes del tenis y además Rafa es un amigo de toda la vida, desde hace muchos años, así que las circunstancias para mí son irrepetibles. Estoy viviendo algo muy especial y quiero saborearlo a cada instante.
Queremos que sea Rafa el que decida retirarse del tenis y no al revés
R. Creo que esto debería contestarlo directamente él, pero lo más importante es que todo el equipo vamos a una, en la misma dirección, y queremos lo mejor para él. Queremos un Rafa que se dosifique más, que descanse más y que en la pista sea lo más agresivo posible. Queremos un Rafa que juegue más años y que sea él quien decida retirarse del tenis y no al revés, que el tenis le retire a él, así que debe adaptar su juego y eso es en lo que más estamos incidiendo. El objetivo es que compita con el mínimo dolor posible, porque al fin y al cabo eso siempre está ahí.
P. Este año ha sufrido dos lesiones significativas, las de Australia y Nueva York. De alguna manera, ¿temen que en un momento dado su cuerpo pueda decir basta y no sea el propio Nadal quien diga basta?
R. Eso es algo que está ahí. Prácticamente el 90% de las retiradas o más están relacionadas con los problemas físicos. Muy poca gente se retira estando al 100% físicamente y estando a un alto nivel, así que somos conscientes de que esto pueda pasar. De hecho, a mí me pasó. Precisamente, estamos intentando evitar que Rafa tenga que pasar por una circunstancia como esa, por la que yo pasé, pero no es fácil. Las lesiones vienen en cualquier momento y aunque en ese momento no lo sepas, a veces te llevan a la retirada. En su momento es lo que me pasó a mí [en 2010, a los 34 años] y ahora no quiero que le ocurra a él.
P. ¿Cómo se encara una retirada después de toda una vida en el circuito?
R. El cuerpo va dándote señales y, sobre todo, la cabeza también. No es una decisión que se toma de un día para otro ni mucho menos. Son meses de pensarlo y creo que Rafa no ha llegado todavía a ese estado. A mí me ocurrió y tardas meses en tomar la decisión de decir: "Mira, ya está". El ranking también te marca un poco ese momento y yo no veo a Rafa luchando sin estar entre los 10 o 15 mejores del mundo. Por respeto a sí mismo, a su nombre y a quién es, creo que él no debería llegar a ser un jugador que pelee por llegar a los cuartos de final de los torneos. Yo creo que el tiempo va poniendo todo eso en su sitio y estamos bastante lejos todavía.
R. Rafa siempre escucha. También es verdad que ha jugado solo nueve torneos este año, pero en realidad han sido las circunstancias las que le han llevado hasta esta situación. Yo no me engaño y sé que si él hubiese estado bien a estas alturas habría jugado 11 o 12; igual no hubiese jugado Cincinnati o Queen’s [renunció a los dos para dosificarse], pero quizá Brisbane, Indian Wells o Miami sí los hubiera jugado. Si no fue allí es porque físicamente no pudo. También es verdad que él va dándose cuenta de que debe ir dosificándose más. Eso sí, estando al 100% no es un jugador que vaya a jugar solo 10 u 11 torneos, sino 15, 16 o incluso alguno más.
P. Ahora mismo, ¿cuál es el plan para el regreso?
R. No vamos a hacer locuras, no tenemos ninguna prisa. La rodilla es la que nos irá marcando los tiempos y en ese sentido no vamos a arriesgar lo más mínimo. La idea es que regrese a la pista en París-Bercy (a partir del 29 de octubre), pero si no puede lo hará en Londres (desde el 11 de noviembre) y si hace falta esperar al próximo año lo haremos. En un principio retomaremos los entrenamientos la próxima semana e iremos paso a paso, poco a poco. Por encima de todo, queremos que Rafa esté sano y que a partir de ahí disfrute compitiendo. Si la cosa va en ese orden, el resto llegará por sí solo.
Djokovic es uno de los grandes. Pertenece al grupo de Rafa y Roger
R. Tienes que ir adaptándote sobre la marcha. La gente es muy resultadista y lo de Federer funcionó el año pasado, pero en este los resultados no han sido los mismos y ya hay quien dice que debería haber jugado más porque las circunstancias eran distintas a las de este año. No, mire, las circunstancias son las que son; el año pasado no jugó en tierra y tuvo una temporada increíble, y en este ha hecho lo mismo y no ha sido igual, teniendo en cuenta que es un año mayor. La gente se aprovecha mucho de esto: cuando los resultados son buenos todo es increíble y cuando no son tan buenos… Que Rafa haga eso es difícil, pero repito que tendremos que ir evaluándolo sobre la marcha.
P. Para cerrar. Djokovic ha ganado dos grandes y amenaza el número uno. ¿Hasta qué punto lo cambia todo su retorno competitivo?
R. Cambia, pero sabíamos que era un rival que tarde o temprano iba a volver a estar ahí. Solo teníamos la duda de cuándo, y ese cuándo ha llegado ya. Yo creo que él es uno de los grandes de este deporte e incluso diría que pertenece al mismo grupo que Roger y Rafa. Él ha vuelto, pero de todos modos para ser el mejor hay que luchar con los mejores y Rafa está preparado para ello.