TITULO: Cartas Olvidadas -El Ministerio de Sanidad no tiene previsto realizar pruebas masivas de coronavirus a personas asintomáticas ,.
El Ministerio de Sanidad no tiene previsto realizar pruebas masivas de coronavirus a personas asintomáticas ,.
Los 2,8 millones de test de detección de anticuerpos ya repartidos no son para hacer pruebas aleatorias o masivas, sino para confirmar casos en zonas de prevalencia como el medio sanitario o las residencias,.
foto / El Ministerio de Sanidad no tiene previsto realizar pruebas masivas
de coronavirus a personas asintomáticas. Es más, el departamento que
dirige Salvador Illa ya ha hecho llegar a diversas comunidades el
mensaje de que los 2,8 millones de test de detección de anticuerpos ya
repartidos no son para hacer pruebas aleatorias o masivas, sino para
confirmar casos en zonas de prevalencia como el medio sanitario o las
residencias o para detectar positivos entre pacientes con síntomas
compatibles con la Covid-19.
Ayer, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencia, dejó claro que el Gobierno central ni ha propuesto ni lo hará en un futuro una campaña masiva de test y que sigue confiando en el que el famoso estudio de seroprevalencia con pruebas a 90.000 ciudadanos -y que debería empezar la próxima semana si no hay más retrasos- sea suficiente para saber el grado de inmunidad de 'rebaño' que tiene la sociedad española.
"Todo el mundo quiere hacerse pruebas, pero las pruebas serológicas no son 100% fiables, por eso no se pueden hacer a cualquier grupo y en cualquier condición, insistió el experto. Simón, además, mostró sin tapujos también su criterio contrario a que las empresas hayan empezado a realizar pruebas a sus empleados. El epidemiólogo dijo que Sanidad no "puede recomendar" que las compañías hagan estos test porque -explicó- se trata de una cuestión mucho más compleja que hacer una única prueba".
"Si alguna empresa realiza estos test, tiene que hacer pruebas de comprobación de positivos y negativos, tiene que ser también capaz de interpretar el resultado, de dar seguimiento a los contactos de los positivos...", dijo Fernando Simón, que llegó a afirmar que las pruebas en las empresas "pueden generar situaciones en las que se usen recursos públicos sin que tenga un sentido real", además de crear todavía más confusión.
foto / Pedro Sánchez se ha plantado y no va a permitir que algún presidente
autonómico vaya por libre con las medidas de alivio del estado de
alarma. El ministro de Sanidad ya se lo avisó a los consejeros el
viernes, pero el presidente del Gobierno será más rotundo hoy en la
videoconferencia con los 17 gobernantes territoriales. En la Moncloa no
creen que vaya a haber un conflicto y esperan que las instrucciones del
«mando único» se acaten, como ha ocurrido en las cinco reuniones
anteriores.
El Estado de las Autonomías soporta con la COVID-19 el mayor grado de estrés desde su instauración hace cuatro décadas. Las tiranteces son superiores con Cataluña y el País Vasco, las comunidades con el mayor umbral de autogobierno y gobernadas por fuerzas nacionalistas. Pero no habrá tratos de excepción ni «reinos de taifas». El «café para todos», aplicado en los años ochenta por el entonces ministro Manuel Clavero Arévalo, será más doctrina que nunca. Lo que no quiere decir, apuntan en la Moncloa, que la relajación del estado de alarma vaya a ser igual en todos los territorios. «Unidad no es uniformidad», suele decir Sánchez. Solo que las diferencias en esta ocasión se establecerán por criterios sanitarios y no por singularidades históricas o políticas.
El Gobierno espera, pese al ruido declarativo previo, que la conferencia de presidentes de hoy se desarrolle sin sobresaltos. Sánchez expondrá las líneas maestras del plan de relajación de las restricciones y tomará nota, según dijo ayer el propio presidente, de sus aportaciones, aunque la última palabra la tendrá el «cuadro de mando» gubernamental. Sánchez está empeñado en que esta unidad de acción se mantenga a pesar de que el malestar autonómico.
Ayer, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Emergencia, dejó claro que el Gobierno central ni ha propuesto ni lo hará en un futuro una campaña masiva de test y que sigue confiando en el que el famoso estudio de seroprevalencia con pruebas a 90.000 ciudadanos -y que debería empezar la próxima semana si no hay más retrasos- sea suficiente para saber el grado de inmunidad de 'rebaño' que tiene la sociedad española.
"Todo el mundo quiere hacerse pruebas, pero las pruebas serológicas no son 100% fiables, por eso no se pueden hacer a cualquier grupo y en cualquier condición, insistió el experto. Simón, además, mostró sin tapujos también su criterio contrario a que las empresas hayan empezado a realizar pruebas a sus empleados. El epidemiólogo dijo que Sanidad no "puede recomendar" que las compañías hagan estos test porque -explicó- se trata de una cuestión mucho más compleja que hacer una única prueba".
"Si alguna empresa realiza estos test, tiene que hacer pruebas de comprobación de positivos y negativos, tiene que ser también capaz de interpretar el resultado, de dar seguimiento a los contactos de los positivos...", dijo Fernando Simón, que llegó a afirmar que las pruebas en las empresas "pueden generar situaciones en las que se usen recursos públicos sin que tenga un sentido real", además de crear todavía más confusión.
TITULO: Cartas en el Cajon - El presidente cierra el paso a una desescalada a la carta por comunidades autónomas .
El presidente cierra el paso a una desescalada a la carta por comunidades autónomas .
El Estado de las Autonomías soporta con la COVID-19 el mayor grado de estrés desde su instauración hace cuatro décadas. Las tiranteces son superiores con Cataluña y el País Vasco, las comunidades con el mayor umbral de autogobierno y gobernadas por fuerzas nacionalistas. Pero no habrá tratos de excepción ni «reinos de taifas». El «café para todos», aplicado en los años ochenta por el entonces ministro Manuel Clavero Arévalo, será más doctrina que nunca. Lo que no quiere decir, apuntan en la Moncloa, que la relajación del estado de alarma vaya a ser igual en todos los territorios. «Unidad no es uniformidad», suele decir Sánchez. Solo que las diferencias en esta ocasión se establecerán por criterios sanitarios y no por singularidades históricas o políticas.
El Gobierno espera, pese al ruido declarativo previo, que la conferencia de presidentes de hoy se desarrolle sin sobresaltos. Sánchez expondrá las líneas maestras del plan de relajación de las restricciones y tomará nota, según dijo ayer el propio presidente, de sus aportaciones, aunque la última palabra la tendrá el «cuadro de mando» gubernamental. Sánchez está empeñado en que esta unidad de acción se mantenga a pesar de que el malestar autonómico.
TITULO: REVISTA TENIS -TENIS Moyá: "A veces cuando entreno con Nadal tengo que pedir una pista de la que nos echen",.
TENIS Moyá: "A veces cuando entreno con Nadal tengo que pedir una pista de la que nos echen",.
El extenista y actual entrenador del balear analizó a su pupilo junto a Alex Corretja y Javier Frana en Subidos a la Red, además de repasar su paso por el circuito.
foto / Carlos Moyá pasó por el podcast Subidos a la Red junto a Álex Corretja y Javier Frana para repasar sus inicios en el tenis y su trayectoria en el circuito y su actual labor como entrenador al lado de Rafa Nadal.
Moyá destacó la capacidad de entrenamiento de Nadal e incluso reveló una anécdota que muestra la implicación del manacorí a la hora de practicar. "Cuando estás más cerca de ellos, más admirable te parece lo que hacen. Es imposible criticarle algo a Rafa con todo lo que ha conseguido y la actitud que tiene. Cuando juega tengo la tranquilidad de que lo va a dar todo. A veces hay que pararle en los entrenamientos. Voy a los torneos y a los de las pistas de entrenamiento les digo que nos metan en una pista en la que venga alguien para que nos echen. Todo el mundo pide lo contrario. No quiero que juegue mas de 'x' tiempo. Si la pista está vacía es difícil pararle aunque ahora lo asimila más. Para que veáis lo perfeccionista y exigente que es Rafa. Es un placer estar con él. Sabes que en el partido va a haber lucha. Pondría mi vida en sus manos".
El mallorquín analizó también la capacidad que tiene Nadal para seguir mejorando y sus ganas por aprender. "Es muy abierto que es a la hora de escuchar, de seguir mejorando. Pienso mucho lo que le tengo que decir porque cuando llegué al equipo ya tenía 14 Grand Slam. Llegué tras dos años malos tras su ansiedad en 2015 y las lesiones de 2016 y los cambios hacen más fácil que estés más abierto. Todo el equipo fuimos a una y vimos lo que podía mejorar Rafa. Todos pueden mejorar porque la perfeccion en el tenis no existe. Hablé con él y estuvo muy por la labor. A Rafa le conozco desde los 11 años. Hemos vivido tantas cosas dentro y fuera de pista y ese factor influye a la hora de lo que sientes en un partido. Ver lo que ha logrado un gran amigo es imposible que lo viva con alguien más, sólo con un hijo. Es muy difícil vivir algo similar cuando termine la carrera de Rafa".
Moyá también analizó cómo se presenta la temporada de tenis tras el parón. "Es una incógnita saber quienes han sido los más perjudicados por el parón. Cuanto más edad, menos tiempo tienes en la pista. Los jóvenes podrán recuperar antes. A Djokovic le ha perjudicado bastante porque estaba en racha y a Rafa también porque se ha suspendido la temporada de tierra. Al que le he venido menos mal es a Federer, porque el tiempo que ha elegido para operarse... le ha permitido que regrese como una rosa".
Moyá también repasó sus inicios en el circuito y cómo fue su progresión. "Tenía claro que quería ser tenista. Creo que me veían potencial y Lorenzo Fargas le propuso a mi familia que me fuera a Barcelona con 14 años y mis padres se negaron cuando tenía 14 años. Pensaba que se me escapaba el único tren pero a la vez no me quemé siendo joven. Gané torneos en Mallorca y a los 17 años me llegó la oportunidad con Alberto Tous y Juan Avendaño y logré una beca en el CAR Sant Cugat. Los inicios no fueron fáciles con lagrimas y lloros, pasas de ser el mejor en tu zona a ser uno mas, pero fui superando obstaculos. Me iba marcando objetivos como lograr un punto ATP, ser Top-500, aunque a veces te estancabas. Vivi lo que tenia que vivir a los 20 sabiendo que a los 40 no lo viviria. Ahora toca vivir otros momentos. Mi yo actual no podría entrenar a mi yo de hace 20 años. Me retiré con 33 años, de los más mayores entonces. Fui de los que menos renunció a cosas. No esta abajo un régimen tan estricto. Me perjudicaría, pero eso me dejó jugar más años".
El mallorquín también confesó cuál fue su táctica para ganar a Corretja en la final de Roland Garros de 1998. "Dos jugadores tienen su plan y al final gana el que impone el suyo. Yo te abría a la derecha porque tú tenías mejor revés y además si tú tocabas derechas era más fácil que yo tocara derechas también. Si te tiro a la derecha tu paralelo tiene que ser muy bueno para que yo la toque de revés y si no es muy bueno la siguiente mía va a ser derecha. Tenía que intentar tocar el máximo número de derechas Y consideré que si tu primera bola era de derecha, me permitiría a mí jugar de derecha también. Imagino que tu intentabas evitar mi derecha. No me interesaba alargar el punto y con otros jugadores sí me interesaba. Contigo no, porque me desgastabas más. Un partido largo te venía mejor a ti.
Repasando a sus rivales más difíciles Moyá destacó al propio Corretja y a Roger Federer. "Alex fue un rival muy difícil. Era de tierra y evolucionó en pista rapida e indoor. Mejoró mucho el saque. Te ponia en apuros y te ganaba. Era muy listo en la pista. Ferrero también fue muy duro y siempre había más nervios. De los extranjeros a Federer nunca le pude ganar. En Marsella 1999 es el mejor junior del mundo, el 300 del ranking y yo era el 3 y ya me ganó. Si llego a saber que era la oportunidad de ganarle... Solo le gané en dobles en Roma 2007 con Nadal junto a Wawrinka y Federer. Los argentinos eran muy difíciles pero Squillari y Puerta eran muy duros".
Moyá destacó la capacidad de entrenamiento de Nadal e incluso reveló una anécdota que muestra la implicación del manacorí a la hora de practicar. "Cuando estás más cerca de ellos, más admirable te parece lo que hacen. Es imposible criticarle algo a Rafa con todo lo que ha conseguido y la actitud que tiene. Cuando juega tengo la tranquilidad de que lo va a dar todo. A veces hay que pararle en los entrenamientos. Voy a los torneos y a los de las pistas de entrenamiento les digo que nos metan en una pista en la que venga alguien para que nos echen. Todo el mundo pide lo contrario. No quiero que juegue mas de 'x' tiempo. Si la pista está vacía es difícil pararle aunque ahora lo asimila más. Para que veáis lo perfeccionista y exigente que es Rafa. Es un placer estar con él. Sabes que en el partido va a haber lucha. Pondría mi vida en sus manos".
El mallorquín analizó también la capacidad que tiene Nadal para seguir mejorando y sus ganas por aprender. "Es muy abierto que es a la hora de escuchar, de seguir mejorando. Pienso mucho lo que le tengo que decir porque cuando llegué al equipo ya tenía 14 Grand Slam. Llegué tras dos años malos tras su ansiedad en 2015 y las lesiones de 2016 y los cambios hacen más fácil que estés más abierto. Todo el equipo fuimos a una y vimos lo que podía mejorar Rafa. Todos pueden mejorar porque la perfeccion en el tenis no existe. Hablé con él y estuvo muy por la labor. A Rafa le conozco desde los 11 años. Hemos vivido tantas cosas dentro y fuera de pista y ese factor influye a la hora de lo que sientes en un partido. Ver lo que ha logrado un gran amigo es imposible que lo viva con alguien más, sólo con un hijo. Es muy difícil vivir algo similar cuando termine la carrera de Rafa".
Moyá también analizó cómo se presenta la temporada de tenis tras el parón. "Es una incógnita saber quienes han sido los más perjudicados por el parón. Cuanto más edad, menos tiempo tienes en la pista. Los jóvenes podrán recuperar antes. A Djokovic le ha perjudicado bastante porque estaba en racha y a Rafa también porque se ha suspendido la temporada de tierra. Al que le he venido menos mal es a Federer, porque el tiempo que ha elegido para operarse... le ha permitido que regrese como una rosa".
Moyá también repasó sus inicios en el circuito y cómo fue su progresión. "Tenía claro que quería ser tenista. Creo que me veían potencial y Lorenzo Fargas le propuso a mi familia que me fuera a Barcelona con 14 años y mis padres se negaron cuando tenía 14 años. Pensaba que se me escapaba el único tren pero a la vez no me quemé siendo joven. Gané torneos en Mallorca y a los 17 años me llegó la oportunidad con Alberto Tous y Juan Avendaño y logré una beca en el CAR Sant Cugat. Los inicios no fueron fáciles con lagrimas y lloros, pasas de ser el mejor en tu zona a ser uno mas, pero fui superando obstaculos. Me iba marcando objetivos como lograr un punto ATP, ser Top-500, aunque a veces te estancabas. Vivi lo que tenia que vivir a los 20 sabiendo que a los 40 no lo viviria. Ahora toca vivir otros momentos. Mi yo actual no podría entrenar a mi yo de hace 20 años. Me retiré con 33 años, de los más mayores entonces. Fui de los que menos renunció a cosas. No esta abajo un régimen tan estricto. Me perjudicaría, pero eso me dejó jugar más años".
El mallorquín también confesó cuál fue su táctica para ganar a Corretja en la final de Roland Garros de 1998. "Dos jugadores tienen su plan y al final gana el que impone el suyo. Yo te abría a la derecha porque tú tenías mejor revés y además si tú tocabas derechas era más fácil que yo tocara derechas también. Si te tiro a la derecha tu paralelo tiene que ser muy bueno para que yo la toque de revés y si no es muy bueno la siguiente mía va a ser derecha. Tenía que intentar tocar el máximo número de derechas Y consideré que si tu primera bola era de derecha, me permitiría a mí jugar de derecha también. Imagino que tu intentabas evitar mi derecha. No me interesaba alargar el punto y con otros jugadores sí me interesaba. Contigo no, porque me desgastabas más. Un partido largo te venía mejor a ti.
Repasando a sus rivales más difíciles Moyá destacó al propio Corretja y a Roger Federer. "Alex fue un rival muy difícil. Era de tierra y evolucionó en pista rapida e indoor. Mejoró mucho el saque. Te ponia en apuros y te ganaba. Era muy listo en la pista. Ferrero también fue muy duro y siempre había más nervios. De los extranjeros a Federer nunca le pude ganar. En Marsella 1999 es el mejor junior del mundo, el 300 del ranking y yo era el 3 y ya me ganó. Si llego a saber que era la oportunidad de ganarle... Solo le gané en dobles en Roma 2007 con Nadal junto a Wawrinka y Federer. Los argentinos eran muy difíciles pero Squillari y Puerta eran muy duros".