TITULO: Cartas Olvidadas - Las heridas abiertas de Colombia ,.
Las heridas abiertas de Colombia,.
La sombra de un tercer conflicto violento planea después de que un exjefe guerrillero haya amenazado de muerte al presidente,.
¿Hacia dónde se dirige un país que mantiene abiertas todas sus heridas de guerra? ¿Qué camino está eligiendo una nación donde la violencia se ha multiplicado y el orden público es incontrolable? ¿Cuál es el destino de Colombia cuando el principal opositor del Acuerdo de Paz tampoco busca su fórmula de paz? ¿Y qué pasará en esta Colombia ensangrentada si las opciones de centro izquierda, lideradas por el exguerrillero del M-19 Gustavo Petro, salen victoriosas en las elecciones presidenciales? ¿Qué está pasando en esta nación donde un exlíder guerrillero de las extintas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que estuvo en la mesa de la negociación de los acuerdos de paz del 2016 en La Habana, Jesús Santrich, amenaza de muerte al presidente de la República, Iván Duque?
Las noticias sobre la pandemia provocada por la Covid-19 apenas estremecen al pueblo colombiano. El virus no mete tanto miedo en el cuerpo de sus ciudadanos como la destrucción de los Acuerdos de Paz firmados en 2016, a pesar de un plebiscito en el que el 'no' resultó ganador gracias a la campaña del expresidente Álvaro Uribe. Triunfa la teoría de que Colombia está a las puertas de afrontar el tercer conflicto más violento de su historia. Se lo ha preguntado el antropólogo y doctorado en Ciencias Políticas, Francisco Gutiérrez Sanín, en su último libro titulado '¿Un nuevo ciclo de la guerra en Colombia?'.
Desde marzo de 2017 existe en Colombia la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Nació poco después de firmarse el Acuerdo de Paz entre el Gobierno presidido por Juan Manuel Santos y la principal guerrilla del país, las FARC. La JEP tiene en su agenda siete casos por investigar y juzgar que aterrorizan a cualquier ciudadano. Los titula 'Caso 01' y así sucesivamente. Y ese 01 pertenece a la imputación de exlíderes guerrilleros de las FARC de delitos de lesa humanidad por el secuestro de 2.107 personas entre 1993 y 2012. La investigación, no obstante, cree que las víctimas fueron realmente 20.000.
20.000 secuestrados
El próximo 30 de abril los principales señalados como responsables de semejante atrocidad tendrán que responder a las imputaciones. Se da el caso de que los ocho miembros del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), nombre adquirido después del Acuerdo de Paz, entonaron el 'mea culpa' el pasado septiembre. Pero la página no ha pasado: «El secuestro sólo dejó una profunda herida en el alma de los afectados e hirió de muerte nuestra legitimidad y credibilidad», fue la frase más reproducida por los medios y que Rodrigo Londoño, alias Timochenko, pronunció antes de acogerse a los beneficios del acuerdo firmado en La Habana y que le permitían entrar en el Congreso colombiano.
Según el director del diario 'El Espectador', Fidel Cano, el pueblo colombiano espera que los acusados por esos secuestros «acepten su delitos y paguen las penas acordadas en el acuerdo de paz; la justicia que se negoció no contempla la impunidad, solamente que a cambio de abandonar la guerra armada se aplican penas menores. Y por supuesto existe algún tipo de amnistía, pero exclusivamente para los delitos de carácter puramente político y estos no lo son. Así que esa idea de que esto va en contra del acuerdo es lejana de la realidad y los líderes lo saben. Deben aceptar los cargos como parte de ese acuerdo. Si no lo hicieren, pues esa misma justicia contempla un procedimiento de procesamiento diferente y más severo. No creo que lo escojan. Yo no les recomendaría hacerlo».
A juicio de algunos disidentes de las antiguas FARC, el Gobierno de Iván Duque ha incumplido los acuerdos. Cada día encuentran más líderes sociales asesinados, y la removilización de los cuadros intermedios de las guerrillas es notoria. Los disidentes siguen reclutando personal, las masacres son diarias en poblaciones pobres e indefensas y el sistema político parece estar abierto a la confrontación.
Huido a Venezuela
En este sentido hay que anotar la última aparición de Jesús Santrich, que llegó a acogerse a los acuerdos de paz y el año pasado decidió huir del país para volver a la guerrilla. Desde Venezuela, donde se cree que Nicolás Maduro avala a los disidentes, Santrich lanzó un mensaje al actual presidente de Colombia, Iván Duque: «Memento mori. A todo Procusto le llega su deseo, es decir a todo marrano gordo le llega su diciembre. Nos vemos». Actualmente prófugo de la justicia, Santrich también es perseguido por delitos de narcotráfico. «No temo a las amenazas de delincuentes», contestó Duque.
La JEP, que el viernes pasado obtuvo el apoyo de Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno español, tiene ante sí la investigación del Caso 03: Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en conflicto por agentes del Estado.
TITULO: Cartas en el Cajon - El Gobierno de Colombia pide perdón por la muerte del abogado ,.
El Gobierno de Colombia pide perdón por la muerte del abogado,.
Los investigadores creen que los dos policías que propinaron una paliza mortal a Javier Ordóñez mantenían una antigua rencilla con el letrado,.
Después de tres días de protestas y disturbios callejeros, el Gobierno de Colombia pidió ayer perdón por el asesinato del abogado Javier Ordóñez a manos de dos policías que le aplicaron descargas eléctricas y dieron una paliza en la comisaría. Más que por la presión popular, el ministro de Defensa, Carlos Holmes, decidió disculparse tras visionar dos vídeos donde se aprecia la brutalidad de los agentes y conocerse algunos datos de la investigación, como que los dos funcionarios mantenían antiguas rencillas con el letrado fallecido.
Holmes estuvo acompañado por el máximo responsable de la Policía, que también lamentó la muerte y confirmó que los sospechosos pasarán a disposición de la Justicia para responder por homicidio y abuso de autoridad. «La Policía Nacional pide perdón por cualquier violación a la ley o desconocimiento a los reglamentos en los que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución», declaró Holmes.
Aparte de la grabación realizada por un amigo de Ordóñez, donde se observa a los policías aplicándole una pistola eléctrica en el momento de la detención en una zona de bares –un vídeo ampliamente difundido en las redes sociales–, la Fiscalía tendría en su poder otra que registra los malos tratos infligidos al abogado de 42 años en la comisaría de Villa Luz, a la que fue trasladado. Al parecer, los violentos golpes recibidos en la cabeza terminaron con su vida. Aparte del cese de los dos funcionarios que practicaron la detención, otros cinco uniformados han sido suspendidos temporalmente.
Con las disculpas, el Gobierno espera zanjar la ola de protestas desatada en los últimos cuatro días, cuya tensión descendió ayer de modo notable. No obstante, unas 70 personas fueron dispersadas con bombas aturdidoras cuando se dirigían al cuartel de Villa Luz con intención de incendiarlo.
La segunda derivada de este caso radica en la actuación de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y los participantes en actos vandálicos durante estos días. El último balance indica que 13 personas han muerto en los enfrentamientos –diez por heridas de bala– y más de 400 –209 civiles y 194 policías– se encuentran heridas, muchas de ellas en tiroteos.
A instancias de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que denunció 78 víctimas de balazos en 48 horas, la Justicia ha abierto una investigación por presuntos abusos de autoridad y pedido al Gobierno una lista de la munición gastada en los disturbios y el nombre de los agentes asignados a cada arma. A sus manos han llegado decenas de vídeos que muestran a policías disparando al parecer «indiscriminadamente» a la población.
TITULO: REVISTA TENIS - Anabel Medina: «Mis aficiones no tienen que ver con el tenis, soy una friki de los puzles» ,.
Anabel Medina: «Mis aficiones no tienen que ver con el tenis, soy una friki de los puzles»,.
La tenista torrentina se define como una persona «fiel y tranquila», que ha sabido tomar decisiones sin mirar atrás, gracias a un entorno estable formado por la familia, su entrenador y, desde hace unos años, su pareja,.
No lleva zapatillas, ni ropa deportiva, aunque estemos en el club de tenis y al fondo se oiga el peloteo de las pistas. De la práctica del tenis se ha retirado por completo, incluso como aficionada. Necesitaba parar. Anabel Medina parece tímida, aunque se nota que tiene callo con las entrevistas porque han formado parte de una vida profesional en la élite de una generación de tenistas que ha dado -y sigue dando- grandes alegrías a los aficionados españoles. La serenidad y el equilibrio que afloran en el carácter de la torrentina permiten imaginarla, fácilmente, en una vida mucho más relajada, aunque en este año no haya parado: entrenadora, capitana de la Copa Federación, directora del Open de Tenis de Valencia. Será que la capacidad de Anabel Medina llegá más allá de la raqueta.
-Se retiró hace un año. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, ¿valora de la misma manera aquella decisión?
-Me siento muy orgullosa de las dos decisiones más importantes que he tomado en mi carrera: dejar el tenis a nivel individual y la retirada por completo. Creo que lo hice en el momento correcto, nunca he tenido dudas; quizás la gente que me rodea lo ha pasado peor que yo.
-¿Por qué?
-Les daba penita, pero yo les decía que pena ninguna. Tengo treinta y siete años y he dado todo lo que he podido. Es una alegría poder decir adiós a mi carrera profesional y marcarme otros proyectos de vida. Me apetece hacer otras cosas fuera del tenis, que al final es lo único que he hecho hasta ahora.
-Pero ese cambio no es fácil. Recuerdo a una atleta que me decía que le costó aceptar que ya no iba a ser la número uno en nada más de lo que hiciera a partir de su retirada.
-Hay dos perfiles de deportista, aquel al que le gusta estar en lo más alto, tener todos los focos a su alrededor, y el que ha hecho una carrera muy buena con un perfil un poco más discreto. A mí me ha gustado hablar dentro de la pista y soy muy ambiciosa: en todo lo que hago me gusta hacerlo muy bien pero no necesito vivir de la notoriedad.
-Ahora es entrenadora y capitana del equipo español de la Copa Federación. ¿Se veía en el papel de líder?
-Es un cambio bastante importante porque el tenis es un deporte muy individual en el que siempre hay gente pendiente de ti. Ahora soy yo la que está veinticuatro horas detrás del jugador. He pasado al rol de cuidadora y ha sido difícil, está claro, pero creo que también es bueno para mi formación saber adaptarme a estos cambios. Tengo la ventaja de que al haber sido jugadora sé lo que les gusta y sé lo que no, me ha ayudado a desarrollarme. Es muy interesante estar al otro lado.
«No soy muy niñera pero debe de ser bonito un proyecto de vida en común»
-Seguro que ahora entiende más cosas.
-Ahora me acuerdo de las veces que mi entrenador me decía: «ya verás cuando te retires, te darás cuenta». Qué razón tenías, Gonzalo. Pero hay que vivir las experiencias, y aprender de ellas.
-Dicho esto, hay muchos jugadores a los que les cuesta, además, no estar siempre mirando hacia atrás.
-Yo es que estaba cien por cien convencida de la decisión de retirarme. Tuve conversaciones con exjugadores y muchos de ellos me dijeron que lo pasaron muy mal, que incluso tuvieron una época de depresión porque no sabían qué hacer, si iban a encontrar otro tipo de trabajo o si iban a valer para hacer otras cosas. A mí aquello se me quedó grabado. Así que cuando sentí que llegaba mi momento, empecé a buscar qué cosas me gustaría hacer después de retirarme.
«Me perdí navidades, fines de año, Reyes, cumpleaños, siempre fuera de casa»
-¿Se ha sentido insegura fuera de lo que conocía?
-Me he sentido muy insegura porque para mí ha sido como volver a nacer. Es como decirte: «ahora te espabilas». No me permito que la inseguridad o el miedo al fracaso me frene a intentar buscar retos bonitos que me apetezca llevar a cabo. Así que cuando me entra el miedo digo: «no, voy hacia adelante». Y me tiro a la piscina. Pero es que es cierto que yo le pegaba bien a la pelota. Nada más. Ahora me he dado cuenta de que el deporte me está ayudando en otros ámbitos de la vida. Y puedo ayudar yo a otras personas.
-Los tenistas suelen ser conocidos por tener la cabeza fría, saben salir de los momentos complicados. Quizás son problemas universales.
-¿Sabe lo que he notado? Desde la retirada no he tenido situaciones de estrés tan elevadas como las que me generaba el tenis. Siento la gestión del día a día más sencilla porque no me genera esos picos de ansiedad que te pueden hacer tomar malas decisiones. Aprendes a lidiar con ello. Lo hablaba con Álex Corretja, con quien comento en Eurosport, donde a veces tenemos jornadas de ocho horas seguidas, pero nos hemos adaptado a un ritmo de vida tan elevado que lo que viene luego no es nada.
-¿Ha cambiado su forma de desconectar?
-Acabé con el cuerpo tan agotado que llevo un año sin hacer nada de deporte; solo juego a pádel. Otros exdeportistas me lo dicen, que me dé tiempo, que cuando me desintoxique ya me apetecerá. Así que ahora mis aficiones no tienen nada que ver con el tenis; soy una friki de los puzles. Antes de venir aquí estaba haciendo uno de 42.000 piezas, el más grande del mundo. Es que yo si me pongo, me pongo a lo grande.
-Parece como lo contrario al tenis.
-Me ayuda a la concentración, y ser capaz de ver una pieza pequeñita esparcida entre miles más y saber dónde va. Además, algo que no me pasa con ninguna otra actividad es que cuando hago puzles desconecto de todo. Se me olvida hasta el teléfono, a mí, que soy bastante activa.
«Iba a la montaña con mis padres y me subía a los árboles como un mono»
-¿Ha podido recuperar amigos?
-Tengo amigos que he conocido en el mundo del tenis a los que ahora les puedo dedicar más tiempo. No tengo amigos del colegio porque lo dejé muy pronto.
-¿A cuántas cosas has tenido que renunciar?
-Se renuncia a muchas cosas. A mí me cogió en mi juventud y ahí me perdí parte del colegio, porque no era tan sencillo como ahora: no podía estudiar a distancia, no me cambiaban los horarios, los exámenes. Por otro lado, ¿cómo iba a hacer amigos si no estaba? No había móvil, no podía tener el contacto que existe a día de hoy. La familia tampoco estaba, he pasado navidades, fin de año, Reyes, siempre fuera de casa. Tampoco cumpleaños, bodas, bautizos… pero al final vale la pena, porque me considero joven y todavía puedo recuperar momentos, sobre todo con la familia.
-He leído un reportaje donde hablaban de los tres hombres que ha habido detrás de usted: su padre, su entrenador y su pareja.
-Ha sido importante el entorno, y en mi caso he tenido mucha suerte. Empecé a viajar con quince años y a esa edad somos muy vulnerables y puede haber gente que te lleve por un camino que no es el adecuado. Tuve mucha suerte con mi entrenador, Gonzalo López, que siempre me ha intentado inculcar unos valores que ahora que me he retirado me he dado realmente cuenta de que son muy valiosos.
-Él dice que quería que fuera persona más allá de tenista.
-Esa frase la tengo muy interiorizada porque no me gusta tomar decisiones que puedan afectar a la gente, o que les pueda perjudicar. Soy muy 'patidora', como diríamos aquí.
«Renuncié a mucho y ahora quiero recuperar momentos con la familia»
-¿Le ha importado mucho la estabilidad?
-Siempre he sido muy fiel, soy consciente de que la vida es un proceso y si la persona que está a tu lado es la adecuada y las cosas no van bien hay que mirar adentro a ver si la responsabilidad es de una misma.
-¿Todavía tiene contacto con su entrenador?
-Sí, justo hoy he hablado con él. Siempre me dice: «ya sabes que eres mi hija la mayor». Pasamos veinte años juntos, para él he sido una jugadora difícil, lo reconozco, pero fuera de la pista le he respetado mucho, por eso acaba la carrera pero no la relación.
-¿Qué papel ha jugado su pareja?
-He tenido mucha suerte con Antonio y me da pena no haber coincidido con él antes, porque hubiese podido vivir algunos momentos bonitos de mi carrera. Es una persona racional, tranquila, que me ha ayudado a mejorar como persona y en la retirada. Y se lo agradezco un montón.
-¿Mira al futuro?
-No me ha dado tiempo de mirar más allá de los proyectos en que ya estoy metida; mi sueño es ahora ganar la Copa Federación el año que viene e ir a los juegos de Tokio. A partir de ahí lo tengo todo en standby, porque yo todavía no he parado. Y quiero ver qué sucede después. Sin prisas.
-¿Le gustaría, por ejemplo, tener hijos?
-No soy muy niñera, no tengo mucho instinto. Dicho esto, sí que es cierto que en el fondo debe de ser algo bonito, un proyecto para toda la vida compartida con tu pareja.
-Y si mira atrás, cuál ha sido su mejor y peor momento?
-El mejor, la medalla de plata de los juegos de Pekín. El peor, cuando me lesioné la rodilla, porque mi carrera deportiva cambió por completo. No me puedo quejar de cómo me ha ido, pero siempre tendré la duda de qué hubiera pasado porque mi pierna ya nunca fue lo mismo. Soy muy tirada para adelante y recuerdo que con mis padres iba a la montaña y me subía a los árboles como si fuera un mono y recuerdo que al lesionarme me daba miedo hasta cruzar la calle. Me limitó, sí, pero supongo que forma parte de la vida.