miércoles, 28 de enero de 2015

DESAYUNO--CENA--MIERCOLES--Aquí no se pone malo nadie ./ MUERE EL COMICO DE FELIPITO TAKATÚN,./ MIERCOLES--CINE--The Italian Job,.

TÍTULO: DESAYUNO--CENA--MIERCOLES--Aquí no se pone malo nadie ,.

Oficina de la administración en Mérida. :: brígido
DESAYUNO--CENA--MIERCOLES--Aquí no se pone malo nadie --fotos,.

Oficinas y escuelas parecen hospitales de campaña con tanto trabajador enfermo,.

El lunes fui a una consejería y aquello parecía un hospital de campaña. Un administrativo llevaba papeles a fotocopiar apoyándose en una muleta. Una jefa de servicio atendía a dos ciudadanos con una contractura en su cuello, que se tocaba a cada rato, intentando enderezárselo, masajeándoselo como podía. Un ordenanza tosía, un técnico moqueaba con los ojos rojos llenos de lágrimas y cuando me acerqué al mostrador, quien me iba a atender salió corriendo hacia el baño haciendo un gesto inequívoco: iba a vomitar y no podía atenderme.
Me quedé petrificado. Yo solo había visto situaciones así en las películas bélicas y en esos hiper cash donde coinciden cien autónomos comprando y ya se sabe que un autónomo español es ese ciudadano que nunca se pone enfermo y si se pone, se aguanta.
Vino a atenderme una conocida y le pregunté que si habían lanzado una bomba de gas mostaza o acababan de tener una batalla campal y me tranquilizó. No, no se trataba de ninguna guerra, sino del resultado de las normas para controlar las bajas de los funcionarios. «Antes, si faltabas un día o dos por una gastroenteritis, una gripe, unas cervicales tensas o un esguince leve, no pasaba nada. Ahora, a partir del cuarto día, te quitan dinero. Mi prima se torció un tobillo y se ha quedado sin 300 euros», ejemplificó.
Pasó por allí otro funcionario y sentenció: «Esto es peor que en el tiempo de los esclavos: Espartaco no podía caer enfermo y nosotros, tampoco». Así están las cosas en la administración. El personal se siente distinto, una especie de híbrido entre el autónomo y el esclavo que tiene que aguantar y trabajar como sea so pena de quedarse con la paga tiritando.
Me cuentan que en los institutos la cosa es de traca. Los centros escolares son reservas virales de primera categoría. Allí hay virus para escoger: el de la gripe, el de la flojera, el de la gastroenteritis inexplicable, el de la diarrea por sorpresa. Dicen que las salas de profesores, este invierno, parecen las salas de espera de los ambulatorios de San Roque y Moctezuma juntos. Se moquea y se tose, vienen las arcadas y vuelven los mareos. Pero allí no falta nadie. Luego, en las aulas, hay un generoso intercambio viral entre docentes y discentes y todos contentos.
Recuerdo que en el instituto, en invierno, cuando hacía exámenes orales, sentaba a los alumnos a dos metros para evitar los contagios. A veces, me sacudía la hipocondria y me olvidaba de la prevención, sentaba a los alumnos en mi mesa, esa noche me empezaba a picar la garganta y a la mañana siguiente, 38 de fiebre y camita. Ahora, los colocaría a seis metros porque a clase se va con 38 y con lo que sea.
Es verdad que he conocido colegas maduros que tenían lumbago todos los lunes y colegas jóvenes que se resfriaban casi todos los viernes, supongo que por culpa del botellón de los jueves. Pero eran casos esporádicos, detectados y controlables. No sé si por culpa de esos excesos anecdóticos ahora pagan todos.
Esto de las bajas y las generalizaciones es delicado e injusto. Una vez tuve un compañero de Santiago de Compostela que faltaba mucho porque decía que se ponía triste. Ironizamos bastante sobre su tristeza hasta que un día nos sacudió la noticia de que se había suicidado. Desde entonces, ni comento las bajas. Pero ya ven, las enfermedades se han eliminado por decreto. Ahora se convalece en el trabajo. A base de medicinas, vendas y reposo hay que salir adelante. «Tengo unas jaquecas que solo se curan con oscuridad y silencio. Antes me quedaba en casa soportando el dolor. Ahora lo soporto aquí. Me pongo un antifaz en los ojos, cobijo mi cabeza entre los brazos y así voy tirando. Eso o quedarme sin vacaciones», me cuenta una funcionaria mientras me sella unos impresos. Lo dicho, todos esclavos, todos autónomos: ni enfermos, ni vacaciones.

TÍTULO:  MUERE EL COMICO DE FELIPITO TAKATÚN,.

El actor y comediante argentino Jorge Alberto Ripoli, más conocido como Joe Rígoli y popular en España en los setenta por su personaje ...foto,.

El actor y comediante argentino Jorge Alberto Ripoli, más conocido como Joe Rígoli y popular en España en los setenta por su personaje Felipito Takatún, falleció este martes a los 78 años de edad en la ciudad argentina de Mar del Plata, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires, informaron medios locales.
Rígoli, que padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, murió esta madrugada en el sanatorio donde había sido internado "por un cuadro de neumonía y anemia" que empeoró con rapidez, informó a la agencia oficial Télam Enrique Acosta, primo del actor. Acosta reveló también que el fallecido atravesaba graves problemas económicos.

El cómico, nacido el 5 de noviembre de 1936 en Buenos Aires, desarrolló una prolífica carrera actoral en Argentina, en especial en la televisión, donde se le recuerda por su exitosa participación en programas como Viendo a Biondi y La tuerca.

En la década de los sesenta debutó en el cine en Asalto en la ciudad, de Carlos Cores, y luego participó en otra docena de películas, como ¡Qué noche de casamiento! (1969) y Bañeros II, la playa loca (1989), entre otras.

A principios de los años setenta se trasladó a España con su entonces esposa, Susana Mayo, y fue contratado por Televisión Española (TVE), donde alcanzó una gran popularidad con su personaje Felipito Takatún.

También colaboró en programas como Tarde para todos, Fantástico, Lápiz y Papel, Un, dos tres.. responda otra vez o El Kiosco. Tras su regreso a Argentina, en 1991 actuó en el ciclo Los Libonatti, y en la última década realizó una de sus últimas actuaciones en Casado con hijos, junto a los argentinos Guillermo Francella y Florencia Peña.


The Italian Job TÍTULO: MIERCOLES--CINE-- The Italian Job,.
Reparto
Mark Wahlberg, Edward Norton, Charlize Theron, Seth Green, Jason Statham, Donald Sutherland, Mos Def, Franky G., Boris Lee Krutonog, Olek Krupa,.
 
 Una banda de ladrones liderada por un veterano (Donald Sutherland) se propone llevar a cabo un robo en Venecia planificado por el inteligente Charlie Croker (Mark Wahlberg), pero la banda es traicionada por uno de sus miembros. Para recuperar el botín, deciden dar un nuevo golpe, pero eso supone introducirse en el sistema de control de tráfico de Los Ángeles, manipularlo y crear el mayor atasco de la historia.


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