martes, 16 de mayo de 2017

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - ¿De qué se quejan los franceses? ,./ DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - NO HAY RAZÓN PARA PENSAR QUE DESDE HERVAS NO SE PUEDE HACER UN BUEN CINE,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - ¿De qué se quejan los franceses? ,.

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - ¿De qué se quejan los franceses? , fotos.

¿De qué se quejan los franceses?

Una madre y su hija disfrutan de una jornada otoñal ante el embarcadero de Trocadero, junto a la torre Eiffel en París. :: R. C.
Una madre y su hija disfrutan de una jornada otoñal ante el embarcadero de Trocadero, junto a la torre Eiffel en París. 
  • Son líderes en gasto social y disfrutan de envidiables ayudas, pero, en el índice de paro, no se codean con alemanes y nórdicos sino con los europeos del Sur,.

    Resultat d'imatges de cafe con tostadas de nocillaCada vez que alguien nos cuenta sus vacaciones en Francia, podemos confiar en que no tardará mucho en pronunciar la eterna frase admirativa: «¡Allí viven muy bien!». Parece imposible pasar unos días en el país vecino sin llevarse esa impresión: las rutinas francesas transmiten una sensación de felicidad burguesa y apacible, quizá sin grandes emociones, pero envidiable en su placidez. Al forastero no le cuesta mucho esfuerzo imaginarse como parte de esa sociedad ordenada, acudiendo a su cita matinal con el olor del cruasán recién hecho o eligiendo golosamente un queso en la ‘fromagerie’, con el espíritu de un modesto pero convencido ‘bon vivant’. Al fin y al cabo, por algo han exportado expresiones como esa.
    Resultat d'imatges de huevo revuelto con salchichaLos únicos que no parecen convencidos con el plan son los propios franceses, dominados por la insatisfacción y el descontento. Su malestar tal vez tenga que ver con su compleja personalidad, «a la vez revolucionaria y conservadora», como dice el filósofo Marcel Gauchet, pero los diagnósticos menos piadosos prefieren presentar a los franceses como niños malcriados, echados a perder por un Estado provisor, tan considerado que ni siquiera en los últimos años ha aplicado tijeretazos dignos de tal nombre. Ya se sabe que, según una vieja fórmula, Francia sería «una URSS que ha triunfado». La frase siempre tuvo mucho de provocación, pero es cierto que en las estadísticas nacionales no faltan las cifras que llaman la atención.
    En las tablas más recientes del Eurostat, Francia solo está por detrás de Finlandia en los fondos dedicados a la protección social, que suponen un 24,6% del Producto Interior Bruto del país. La proporción supera en cuatro puntos y medio a la media de la UE y en más de siete a la española. También en la dotación para Sanidad ocupa el segundo puesto, con un 8,2% del PIB, rebasado solo por Dinamarca. Los franceses están acostumbrados a contar con un colchón de ayudas de las distintas administraciones que, muy probablemente, es lo que ha propiciado una tercera cifra llamativa, quizá la más asombrosa de todas: su tasa de fertilidad es de 1,96, la más elevada de toda la UE (donde la media es de 1,58) y la última en haber superado en algún ejercicio la frontera mágica del 2, rozando la tasa de reemplazo de la población. Un cuarto epígrafe completa la panorámica: según las estadísticas europeas, Francia se ha convertido en el país que recauda más impuestos, un 47,9% del Producto Interior Bruto, por encima de países que tradicionalmente la superaban, como Dinamarca y Bélgica. El Instituto Económico Molinari, un ‘think tank’ liberal, ha calculado que un empleado típico francés ha de trabajar hasta el 29 de julio para pagar su carga fiscal del año: en España, ese ‘Día de la Liberación Fiscal’ llega el 8 de junio.
    La buena disposición de los franceses para procrear no tiene que ver, desde luego, con un permiso de maternidad especialmente apetecible: son dieciséis semanas, como en España, con la particularidad de que hay que disfrutar parte de la licencia antes del parto. Pero el sistema de prestaciones hace que la crianza resulte mucho menos onerosa. Los padres con rentas más bajas reciben los 927,71 euros de la prima por nacimiento, los 185,54 euros mensuales del subsidio básico hasta los tres años y diversos complementos, también mensuales: hay uno de casi cuatrocientos euros en caso de dejar de trabajar para atender al pequeño y otro que puede alcanzar los 850,47 euros si se opta por contratar a una cuidadora. Existen también subsidios de comienzo de curso (de entre 365,91 y 399,48 euros por niño, según su edad) e incluso ayudas para mudanza que pueden ascender hasta los 978,82 euros. Y todo el mundo, independientemente de sus ingresos, tiene derecho al subsidio familiar a partir del segundo hijo: son hasta 130 euros mensuales hasta que cumplan los veinte.
    Tensión étnica y religiosa
    También el subsidio de desempleo figura entre los más generosos de Europa, tanto por las condiciones de acceso (bastan cuatro meses trabajados) como por su duración (hasta dos años, que se alargan a tres en el caso de mayores de 50 años) y su cuantía máxima: el límite está fijado en 7.130 euros brutos, frente a los 1.400 de España o los 2.450 de Alemania. En caso de que el parado encuentre un trabajo con un sueldo inferior al subsidio, se le sigue abonando la diferencia hasta que agote el derecho. ¿Y qué hay de los salarios? El sueldo mínimo es de 1.480 euros mensuales, muy similar a los de Alemania y Bélgica (el español, si se reparte en doce pagas, se queda en 826), con lo que Francia se sitúa en el quinto puesto de la tabla europea una vez eliminada la distorsión de los diferentes costes de la vida.
    Pero, en un día como hoy, es mucho más probable que nuestros vecinos del norte nos subrayen sus estadísticas menos lucidas. Sobre todo, la del paro, que solo puede parecer positiva si se contempla desde un país como el nuestro. Francia cambia de compañía en esta clasificación: de codearse con nórdicos y alemanes, aquí pasa a situarse justo detrás de Grecia, España, Chipre, Italia y Croacia, por culpa de esa desempleo del 10% que se eleva al 25% en el caso de los jóvenes. No es el único dato negativo: según un estudio de la UE, hablamos del país donde se percibe de manera más acusada la tensión entre grupos étnicos y religiosos, mientras que la OCDE ha alertado sobre la brecha social, con un 20% de ricos que multiplican por cinco los ingresos del 20% de pobres. Uno de cada cinco franceses se ve en dificultades para llegar a fin de mes, así que, por mucho que nuestras vacaciones nos sugieran lo contrario, no todo el mundo está relamiéndose en la ‘fromagerie’.

    TITULO: DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES -  NO HAY RAZÓN PARA PENSAR QUE DESDE HERVAS NO SE PUEDE HACER UN BUEN CINE,.

    DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES -  NO HAY RAZÓN PARA PENSAR QUE DESDE HERVAS NO SE PUEDE HACER UN BUEN CINE, fotos.

    No hay razón para pensar que desde Hervás no se puede hacer buen cine,.

    Rodrigo Rivas, junto a una cabeza de auriga, que da nombre a sus estudios en Hervás. Al fondo, una obra de su hermana Virginia.  :: andy solé
    Rodrigo Rivas, junto a una cabeza de auriga, que da nombre a sus estudios en Hervás. Al fondo, una obra de su hermana Virginia. 
  • Rodrigo Rivas Jiménez | Director de cine , productor de Derivas Films y copropietario de los estudios Auriga, de Hervás,.

  • Resultat d'imatges de cafe con magdalenasDirige, produce y tiene unos estudios cinematrográficos en Hervás. Rodrigo Rivas, cuya primera película ha reunido buenas críticas, es como una navaja suiza del cine: hace de todo,.

    Resultat d'imatges de perrito calienteLo he tenido delante y ha contestado a las preguntas para esta entrevista, de lo contrario hubiera sido muy fácil caer en el error -que, por otro lado, me da la sensación de que a él le hubiera encantado- de pensar que Rodrigo Rivas Jiménez (Madrid, 1978) es en realidad un personaje literario. Se le nota dichosamente caótico. Vive en un resuelto desorden y salta a la vista que su cabeza es un caldero donde se cuecen sin descanso ideas varias y no necesariamente relacionadas entre sí. Por eso uno tiene que perdonarle el barullo en que convierte cada respuesta aunque después quede la duda de si ha acertado a ponerla en orden. Estas, sin embargo, son dificultades meramente formales porque en el fondo es fácil entrevistar a este cineasta que acaba de estrenar su primer largometraje -'Garantía Personal', que ha recibido críticas muy favorables de la prensa nacional- porque basta con dar cuenta de su capacidad para hacer muchas cosas a la vez y todas con un entusiasmo imbatible para que su retrato sea certero. Y es que Rodrigo Rivas es cineasta, sí, y de largo aliento desde hace más de diez años con documentales de enjundia. Pero también es productor en Derivas Films y en Auriga Producciones, las empresas que, con su padre Julio y su hermana Virginia, hace cualquier producto audiovisual, desde un documental en África para una ONG a un anuncio para las picotas del Jerte; o talleres de formación para cineastas en ciernes. Y es también copropietario de los Estudios Auriga, un gran edificio en el que caben escenarios para casi todo donde los Rivas han echado sus ahorros y algo más, y en los que un productor puede encontrar la infraestructura técnica necesaria para hacer una película y dejarla lista para la exhibición. Que todo esto esté en Hervás, un precioso y pujante pueblo pero de no más de 4.200 habitantes, es el dato que faltaba para que se entienda que a Rodrigo y al resto de Rivas el espíritu emprendedor, que está tan de moda, les viene de antiguo y de fábrica. De su abuelo Pedro, que emigró con su familia de Castañar de Ibor a Madrid y que allí, rompiendo moldes, en lugar de emplearse en una fábrica montó una empresa de transportes. Con los años, su hijo Julio, el padre de Rodrigo, también se hizo empresario y prosperó pero 'harto de corbatas' un día cogió a su familia -Rodrigo tenía entonces 12 años- y emprendió el camino de vuelta: se instaló en Hervás, donde primero abrió un hotel rural que les asegura el sustento y después, fascinados por el cine, las productoras y los estudios. Rodrigo está en ellos en su salsa.
    Echándole una ojeada a su biografía es fácil concluir que el cine es su vida.
    Y tanto. Además, mi encuentro con el cine fue como un descubrimiento. Yo escribía desde pequeño cuentos, historias que dejaba que leyeran mi familia y mis amigos. Y también me gustaba la fotografía. Hacía fotos a todo lo que se me pusiera por delante. Pero un día, en el cine de Hervás, que tenía todos los ingredientes para ser nuestro 'Cinema Paradiso', vi la película 'Cuento de Verano', de Éric Rohmer. Cuando salí aquel día del cine ya no era el mismo: lo que había visto era lo que yo quería hacer el resto de mi vida. Tenía 16 o 17 años. Aquella película me puso en la senda de mi destino porque allí se juntó mi pasión por la fotografía y por la literatura. Salí diciéndome: 'esto me cabe en la cabeza'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario