viernes, 13 de mayo de 2022

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Los 7,7 millones de votantes de Mélenchon tienen la llave del Elíseo ,. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - En el jardín de La Mudarra ,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -EL BOTIJO - Pablo Lospitao gana también en La Canonja,.

    TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida  -   Los 7,7 millones de votantes de Mélenchon tienen la llave del Elíseo ,.

 
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
  'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.

Los 7,7 millones de votantes de Mélenchon tienen la llave del Elíseo,.

foto / Macron y Le Pen cortejan a los simpatizantes del candidato izquierdista,

conscientes de que el voto del hartazgo es el mayor enemigo del actual presidente,.

Una gran foto de campaña de Jean-Luc Mélenchon y el lema “Otro mundo es posible” recibe a los viajeros que salen del metro en Saint-Denis, a unos centenares de metros de la basílica donde están enterrados los reyes de Francia. Pegado sobre el póster electoral del líder de Francia Insumisa, un panfleto celebra que en esta ciudad de la periferia de París, el candidato presidencial que quedó en tercer puesto a nivel nacional, fue aquí el más votado, con el 61% de los sufragios. “¡La lucha continúa!”, afirma otro afiche también pegado sobre la cara del político de izquierda populista, cuyos electores son ahora activamente cortejados por los candidatos en la ronda definitiva del 24 de abril. Tanto el centrista Emmanuel Macron como la líder de extrema derecha, Marine Le Pen, son conscientes de que los 7,7 millones de votos mélenchonistas de la primera vuelta tendrán la llave del Elíseo que ansían ambos.

Nadie sabe con certeza qué abrirá esa llave. En la noche de la primera vuelta, Mélenchon reiteró tres veces la importancia de que, en la cita del próximo domingo, “ni un solo voto” fuera a Le Pen. Pero tampoco pidió apoyar a Macron, como sí hicieron otros candidatos de izquierda —la socialista Anne Hidalgo, el ecologista Yannick Jadot o el comunista Fabien Roussel— y la conservadora Valérie Pécresse. El domingo, el equipo de Mélenchon dio a conocer una consulta interna en la que participaron 215.292 personas (una parte ínfima de los que votaron al candidato de izquierda) sobre su intención de voto en la segunda vuelta. Podían elegir entre votar en blanco, abstenerse o votar a Macron. Le Pen no entraba en la consulta. Solo un tercio de los participantes (33%) dicen que votarán por el presidente saliente. El resto se abstendrá (29%) o votará en blanco o nulo (38%).

Está por ver si estos resultados —que en ningún caso, insiste Mélenchon, equivalen a una consigna de voto— tendrán impacto. El problema, señalan analistas como Martin Quencez, subdirector de la oficina en París del laboratorio de ideas estadounidense German Marshall Fund, es que solo el 50% de los votos de Mélenchon en la primera vuelta fueron sufragios mélenchonistas “de convicción”. El otro 50%, señala, “no tiene interés en seguir las consignas de Mélenchon, lo que explica por qué la transferencia de votos en la segunda vuelta es bastante fluida”. Muchos de esos sufragios (hasta un tercio de los votos al izquierdista, advierten Quencez y otros analistas), sobre todo los antisistema, se sienten tentados de seguir el llamamiento de Le Pen, que busca revertir el frente republicano que hasta ahora le ha impedido llegar al poder en un frente anti-Macron bajo el lema, muy repetido estos días en las redes sociales, del “todo salvo Macron”.

Un mélenchonista-lepenista

En Saint-Denis, Marco lo tiene claro. El 10 de abril votó por Mélenchon, pero el domingo que viene, lo hará “por Le Pen”, dice mientras apura una cerveza en uno de los bares que rodean el mercado de la plaza, donde este jubilado de 62 años que trabajó toda su vida “aquí y allá” ayuda de tanto en tanto en algún puesto para completar su magra pensión. Marco, que no quiere dar su apellido (tampoco el resto de votantes entrevistados), es hijo de un inmigrante italiano y una descendiente de republicanos exiliados españoles. Se define como “comunista de toda la vida”, pero no se le atraganta la cerveza por irse ahora al bando opuesto. No es un voto convencido por Le Pen, subraya, sino un intento de evitar que “Macron nos joda otros cinco años”, dice, tras “dirigir un país como si fuera una empresa”.

Al cabo de un rato de charla, y mirando a los muchos migrantes que llenan el mercado de esta ciudad empobrecida de la periferia capitalina en la que ha pasado toda su vida, se dice que algo de mano dura con esos jóvenes de origen extranjero “que roban y fuman mierda (droga)” no estaría mal. Que no son todos, subraya echando una mirada al dueño del bar, de origen argelino y que escucha en silencio, aunque ha deslizado un rato antes que él votará por Macron. Pero esos jóvenes han hecho que ni él ni sus hijas se sientan “seguros” cuando caminan por Saint-Denis, y eso no puede ser, sostiene. Tampoco le disgusta imaginar una Europa “diferente, no esta Europa de ricos, con una Francia fuerte”; reconoce, no obstante, que está encantado de que haya una moneda única y no haya fronteras internas.


La mélenchonista-abstencionista

Que Lorena, una estudiante de Filosofía de 26 años y electora de Mélenchon, sea una “antifascista” convencida no impide que comprenda a Marco. “Entre los que votarán a Le Pen hay mucha gente que no es racista, pero está cansada de Macron, porque lo único que ha hecho es despreciarnos”, afirma. Esta parisina franco-colombiana de 26 años fue una de las primeras en participar la semana pasada, junto a medio millar de estudiantes, en un encierro “contra Le Pen y Macron” en la misma universidad de La Sorbona de París donde, hace medio siglo, otros estudiantes lideraron las protestas de Mayo del 68 que hicieron tambalearse al Gobierno de Charles de Gaulle. Para Lorena, repetir la final de 2017 en la carrera presidencial (de nuevo Macron y Le Pen) es una “estafa”. Por ello, y aunque sabe que con su decisión podría facilitar la llegada al Elíseo de la ultraderechista, el domingo que viene no irá a votar, como tantos otros mélenchonistas. “No hay alternativa a la abstención para nosotros. Macron no es una opción, aunque sepamos que el Reagrupamiento Nacional [el partido de Le Pen] está ahí”, dice. “Las urnas se nos quedaron pequeñas, necesitamos otra cosa. Mélenchon estuvo a punto de conseguirlo, pero una vez más no lo ha logrado y otra vez nos toca aguantar dos opciones que no son una opción”, insiste.

“Votaré a Macron aunque lo detesto”

A Thomas se le tuerce el gesto al pensar en el domingo 24. “Votaré por Macron, aunque lo detesto. Y vomitaré al salir del colegio electoral”, dice este joven de 22 años que ha interrumpido sus estudios para convertirse en profesor de artes plásticas porque no ve claro el futuro. Lo que sí tiene claro es que, aunque considere que Macron y Le Pen “son las dos caras de una misma moneda” y que el presidente “ha hecho una política que ha llevado a que aumente la extrema derecha en Francia”, un voto a “Marine Le Pen es un peligro mortal”. “Es un riesgo que no podemos correr”, subraya. De ahí que, aunque sea con la nariz tapada, el domingo votará y lo hará por el mandatario actual. Con la esperanza, dice, de que al menos las presiones sociales —las protestas de los estudiantes estos días, la ocupación de una calle de París por el movimiento ecologista Extinction Rebellion— le den en qué pensar y, quizás, cambie en algo su política.

“Creo que Macron también es peligroso y no me hago ilusiones, estoy convencido de que si gana tendremos en cinco años otra vez a una Le Pen. Pero, estratégicamente, es lo menos malo y si logramos tener un contrapeso para imponerle algunos de nuestros temas y necesidades, no perdemos nada por intentarlo”.

El sábado, en un mitin en Marsella, tierra mélenchonista, Macron prometió más esfuerzos en ecología: dos ministros específicamente dedicados y un primer ministro “encargado de la planificación ecológica”. Un mensaje que parecía dirigido a los oídos de los Thomas de toda Francia. La duda es si, el próximo domingo, habrá más gente como este joven o, por el contrario, pesarán más las Lorenas abstencionistas o incluso los Marcos reconvertidos en lepenistas.


TITULO:  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -El señor de los bosques - En el jardín de La Mudarra ,.

  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - En el jardín de La Mudarra , fotos,.

En el jardín de La Mudarra,.

En el corazón de los Montes Torozos se encuentra este valle, en el que se descubren unos paisajes completamente idílicos,.

Un relajado paseo a través del Valle del Hornija revela pronunciados tesos, verdes praderas y huertas, inmensas choperas, antiguas fuentes e históricos pagos y senderos que podrían contar mil y una historias de las gentes del Hornija. Es una orografía modesta, sin elevadas montañas ni grandes desniveles de terreno. Sin tupidos bosques ni ríos caudalosos. Pero dentro de esa modestia, el paisaje es impresionante. Cada uno de los pueblos que lo conforman son un lugar idóneo para un paseo tranquilo, en el que la única preocupación sea ver transcurrir el tiempo. Este valle es el lugar perfecto para la contemplación del paso de las estaciones y sentir el aire, a veces áspero y duro y otras suave y fresco, tan típico de los Montes de Torozos.


El río Hornija nace en Fuente Porras, en La Mudarra, y discurre a lo largo de 64 kilómetros regando numerosos pueblos hasta llegar a San Román de Hornija, donde desemboca en el Duero cerca de la localidad zamorana de Villaguer. Son muchas las fuentes que le dan vida. Fuente Porras, Oliveti, San Antonio, Canaleja, Umayor, Mimbrero, Fuente Dorada, Las Lanchas, Pisón o Toro Bueno son algunas de ellas.

En años de lluvias abundantes, el Hornija discurre orgulloso entre los pastos. Otros años menos afortunados, fluye más pausado y menos caudaloso. Cuentan que antaño estaba repleto de cangrejos, y que era muy famoso por ello. Pero si por algo es conocido este río, es por su pasado comunero. El Hornija es amigo de abrir su cauce a los amantes de la historia para contar la suya propia, la de ese río «pobre de cuna, nacido entre tapiales y huertos, mimbreros y algún molino», como rezaba el poema 'Amapolas Comuneras', del historiador, escritor, académico y político Godofredo Garabito. «Entre berrazas y berros, sigues en tu curso digno, arroyuelo más que arroyo, austero cual peregrino», continúan los versos. Y es que el Hornija es el río comunero por excelencia. Las tropas rebeldes siguieron su cauce, hasta llegar al Puente del Fierro, en Villalar de los Comuneros, donde tuvo lugar la gran batalla que llenó el río de sangre.

Hoy, el agua de este río corre furtiva y escasa, entre una enmarañada vegetación de juncos y espadañas sorprendentemente altas. Este río da vida a este valle y a todos los pueblos que lo conforman. Pueblos en los que abunda la teja y el adobe, pueblos al abrigo de una gran historia comunera, que recuerda a esplendores ya pasados. Pueblos como La Mudarra, con tan solo 300 años de pasado, pero cuna de este río. O como Peñaflor, gran atalaya del valle.

Desde su mirador se otea una singular belleza paisajística ahora salpicada de aerogeneradores que han traído nuevos aires al entorno. También Torrelobatón, presidido por la grandiosa silueta de su castillo, que sirve de faro y vigía del Hornija. Allí se une a las aguas del arroyo Hontanija. Villasexmir, donde los chozos de pastor se erigen orgullosos, testigos del pasado. Entre San Salvador y Gallegos de Hornija encontramos la Ermita del Villar, señora de la comarca bañada por el Hornija. En Vega de Valdetronco se ensancha el valle y deja ver inmensos campos de cereal que llegan hasta Marzales y Villalar de los Comuneros, ambos testigos en primera línea de la batalla comunera. Los viñedos se abren paso en los alrededores de Los Villaesteres y de San Román de Hornija, donde cede sus aguas al Padre Duero, antes de ser alimentado por otro río humilde, el Bajoz.

El paseante podrá comprobar cómo de las fuentes del Hornija manan recuerdos. Sus aguas rebosan historias que contar. En el aire se respira la nostalgia de lo que un día significó este valle y de lo que quizá algún día vuelva a significar.

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 RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO -Pablo Lospitao gana también en La Canonja,.     , fotos.

Pablo Lospitao gana también en La Canonja,.

El extremeño Pablo Lospitao suma y sigue en la Copa de España Júnior y, tras ganar la primera prueba en su Don Benito natal, ayer volvía al primer cajón del podio en La Canonja (Tarragona), escenario de la segunda prueba de la competición. Lospitao, del Electromercantil GR-100, hizo valer su punta de velocidad en un reducido,.El ciclista del equipo Electromercantil-GR-100 Pablo Lospitao ganó el VI Trofeu 15 d’Abril de La Canonja, segunda prueba puntuable de la Copa España Junior Cofidis que se disputó después de dos ediciones sin celebrarse por la pandemia.


Lospitao, que ya se adjudicó la victoria en la primera carrera del circuito en Don Benito, en febrero, fue el más rápido en la llegada en grupo que se decidió en el sprint. Se la jugaron 15 corredores que se quedaron solos durante la ascensión al Coll de la Teiexeta.


El ganador invirtió un tiempo final de dos horas, 51 minutos y 13 segundos para recorrer los 113 kilómetros del Trofeu 15 de Abril, que contó con 180 participantes. Lospitao se impuso por delante de Savelli Laptev, del team Vino, y de Pau Martí, del Drone Hopper GSPO, que le acompañó en el podio final.


Los tres habían roto la carrera con otros 12 corredores durante los siete kilómetros de ascensión al collado de la Teixeta. Hasta entonces el Trofeu 15 de Abril había estado marcado por el buen tiempo, un ritmo rápido (40 km/h de media) y sucesivas escapadas que como mucho habían llegado a los 45 segundos de diferencia.


Coincidiendo con la coronación de la Teixeta los ciclistas tuvieron que soportar un buen rato de lluvia, viento e incluso un pequeño granizo.

El descenso hacia Porrera se volvió peligroso y se produjo alguna caída. Las ascensiones al Coll de Porrera (3,3 km./7,1%) y al Coll d´Alforja (4,7 km./4,8%) no habían cambiado las cosas y el grupo de cabeza se acabó jugando la victoria en el sprint donde Lospitao fue muy superior.

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