Remedios Varo: tan imprescindible como invisible,.
Una creadora internacional, muy conocida en México y en Estados Unidos,.
Nacida en Cataluña en 1913, en nuestro país es una absoluta desconocida,.
Vivió los primeros años de su carrera en Madrid y Barcelona antes de exiliarse,.
Con motivo de la feria ARCO, el retrato de la artista Remedios Varo, el lunes, 19 de febrero, a las 21.00 horas, en La 2,.
Imprescindibles / fotos.
Un espacio para conocer a las grandes figuras españolas de los últimos dos siglos en el ámbito de la cultura y la ciencia
Toni Espinosa ha dirigido este documental sobre la pintora Remedios Varo.
Un espacio para conocer a las grandes figuras españolas de los últimos dos siglos en el ámbito de la cultura y la ciencia
Toni Espinosa ha dirigido este documental sobre la pintora Remedios Varo.
- Imprescindibles se emite los lunes, a las 21.00 horas, en La 2 de TVE
Fue gracias a mi amiga Anabel Frutos, que reside desde hace años en Nueva York. En una de sus visitas estivales a Barcelona, después de comer y sabiendo que yo me dedicaba al mundo del documental, me habló por primera vez de Remedios Varo.
Una artista internacional
Una creadora con reconocimiento internacional, especialmente en México y Estados Unidos, pero que en nuestro país es una absoluta desconocida, a pesar de haber nacido en un pequeño pueblo catalán llamado Anglès y de haber desarrollado los primeros años de su carrera en Madrid y Barcelona antes de marcharse para no regresar jamás, por culpa de la guerra y la dictadura.“En nuestro país es una absoluta desconocida“Quizá sea demasiado aventurado por mi parte decir esto, pero en mi opinión Remedios Varo se hubiera marchado de todos modos de España. Porque lo que a ella le atraía de París era la ciudad cosmopolita, moderna y los personajes que en ella habitaban.
Su incontenible talento necesitaba romper los límites de una España provinciana que se le quedaba pequeña. Por eso, después de varios intentos, acabó viviendo en la ciudad del surrealismo, por eso se inventó una boda con su mejor amigo, para ser libre y poder independizarse legalmente de su familia, pero también de un país rancio y gris.
A solas con las pinturas
Estando a solas con sus pinturas, la mayoría de las cuales están en el Museo de Arte Moderno de México (MAM), donde nos trataron de una forma exquisita, nos dimos cuenta del brutal talento de Remedios Varo. Sus obras, que a través de catálogos o de Internet son muy atractivas, vistas en persona y sin ninguna prisa, pudiendo retratarlas a nuestro gusto, nos descubrieron esa cuarta dimensión.“Nos dimos cuenta del brutal talento de Remedios Varo“Yo creo que uno de los mejores recuerdos que me llevaré a la tumba serán las cuatro tardes que pasé en el MAM prácticamente a solas con Albert Serradó, el director de fotografía, filmando las obras de Remedios Varo. A esas alturas del proceso de rodaje ya conocíamos sus obras a través de reproducciones, pero tendrían que habernos visto cada vez que los operarios del museo nos traían una pintura real. Se nos iluminaban las caras de la impresión.
Empezábamos con un plano general y seguíamos acercándonos cada vez más, cambiando los objetivos de la cámara, hasta utilizar unas macros que nos ofrecían detalles milimétricos del trazo de la artista, abriéndonos la puerta a esa dimensión desconocida que se esconde en todas y cada una de sus obras.
Hemos intentado que todo eso quedara reflejado en el documental que hemos realizado para la serie Imprescindibles. También hemos tratado de ser objetivos y conciliadores, por respeto a la protagonista.
Una vida corta
Que Remedios Varo no sea más conocida en España puede tener varias explicaciones. Las de siempre, como la falta de cariño de este país por sus figuras verdaderamente importantes. Pero hay razones más concretas. Remedios murió joven y cuando su talento estaba en plena erupción. No tuvo demasiado tiempo para disfrutar las mieles del éxito y viendo sus obras uno es incapaz de imaginar hasta donde podría haber llegado.“Remedios murió joven y cuando su talento estaba en plena erupción“Después están las litigios sobre su obra. Remedios Varo amó tanto y fue tan generosa con tantas personas, y fue tan libre, y murió tan joven, que no es de extrañar que se impusiera cierta confusión sobre la propiedad de la obra y que fueran tantos los que se sintieran destinatarios de ella.
Por suerte para nosotros, hemos contado con la colaboración desinteresada de todas las personas e instituciones vinculadas con la pintora y con su obra, tanto en México como en España. Todas ellas nos han abierto las puertas y sus corazones de forma generosa, mostrándose sumamente interesadas en que la figura de Remedios Varo se proyecte de ahora en adelante con todo su esplendor.
Tenemos que estarles agradecidos a todos por su amabilidad y los buenos ratos que nos regalaron, a Zoé Valdés por compartir con nosotros su pasión por “La cazadora de astros”; a Xavier Lizarraga por mostrarnos el lado más humano y terrenal de Remedios Varo, pero en especial a Ana Alexandra Gruen y Beatriz Varo que nos abrieron las puertas de sus casas y compartieron con nosotros todo lo que saben y tienen sobre esta mujer tan imprescindible como invisible.
De verdad, si tienen tiempo vean el documental, lean sobre ella, y si pueden vean sus pinturas en persona. Alucinarán.
TITULO:EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - Los pequeños Talibés - Lunes -19- febrero,.
Los pequeños Talibés / fotos.
En Portada muestra la realidad de los miles de niños que viven en las daaras de Senegal
Muchos son explotados por sus maestros coránicos, que les empujan a la mendicidad
Los pequeños talibés se estrena el lunes 19 de febrero a las 23:30 en La 2 de TVE
No ha sido un rodaje fácil, es más fue muy duro desde el punto de vista humano,
siempre lo es cuando se trata de niños que sufren, que son explotados y
maltratados, cuando ves que les han robado o les están robando la
infancia. Pero era necesario hacer de tripas corazón, esconder en el
silencio las ganas de llorar, la rabia y la indignación, para denunciar la situación que viven estos “pequeños talibés”.
Se conoce como talibés a los niños de las daaras, escuelas coránicas tradicionales. En muchas de ellas, son obligados por sus morabitos, maestros coránicos, a mendigar por las calles de las ciudades de Senegal, país de mayoría musulmana. Son víctimas de la explotación infantil y muchos son golpeados, atados e incluso encadenados, si no traen al morabito la cantidad estipulada o no memorizan adecuadamente el Corán. Los que no pueden aguantar la situación se escapan de la daara y se convierten en niños de la calle.
Es un tema muy sensible, por tratarse de menores, pero también por las dificultades que entraña poder tener acceso a alguna daara o incluso hablar con algún morabito, ya que quienes practican esta explotación infantil ven toda crítica o denuncia como un ataque al islam.
Además, no existe una normativa sobre las daaras y éstas surgen sin control por doquier en lugares que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad ni de salubridad. Tradicionalmente, estas daaras estaban sobre todo en las zonas rurales, los padres entregaban a sus hijos al morabito para que recibieran una educación en el islam o sencillamente para que los mantuviesen porque ellos no podían. A partir de los 90, la sequía y la crisis provocaron que esas escuelas se trasladasen a las ciudades y morabitos sin escrúpulos empezaron a enviar a los talibés durante horas a mendigar por las calles.
En estas daaras las condiciones en las que viven los niños son terribles. Nuestro equipo pudo visitar una de ellas junto con Djibril Bokoum y sus jóvenes voluntarios de EAT, Equipo Ayudamos a los talibés, que se dedican dentro de sus posibilidades a acondicionar y sanear algunas daaras. En esa daara, el morabito andaba entre los niños con un látigo y no negó que les pegaba, si lo consideraba necesario. La verdad es que resulta difícil de entender que no esté en la cárcel por los malos tratos a los que somete a los pequeños.
En otra de las daaras que visitamos, el morabito, todo un cínico,
negó que enviase a los niños a mendigar, aunque sus declaraciones
indicaban lo contrario, y reconocía sin ambages que “si vemos que el niño tiene memoria y que podemos ayudarle a mejorar pegándole, le pegamos”.
Los antiguos talibés con los que pudimos hablar nos confirmaron los malos tratos y/o la explotación a la que fueron sometidos. Modou, hoy acróbata, incluso nos enseñó las marcas que, catorce años después, todavía le recuerdan aquel infierno. Ibrahima estudia para llegar a la universidad. Cheikh se forma como carpintero. Y Dan Gueye, aunque sobrevive como puede con trabajillos, no pierde la esperanza.
Dentro de la tristeza y desolación que te invaden cuando conoces de cerca a los pequeños talibés y los ves mendigando por las calles, produce algo de consuelo y esperanza el trabajo que realizan las ONGs como Village Pilote, Empire des Enfants o Solidarité pour les Enfants des Rues. Estuvimos rodando y viendo lo complicado que, a veces, resulta trabajar con los niños arrebatados a la calle, porque, como nos contaban, algunos han estado cinco o diez años en la calle y les cuesta estabilizarlos y que recuperen el hábito de vivir en comunidad. Todos llegan traumatizados. En cualquier caso, se intenta que retornen a sus hogares pero, a veces, es imposible. .
La sociedad y el gobierno senegaleses son conscientes de la explotación de estos niños pero hay falta de voluntad política y se necesita un compromiso más firme de los líderes religiosos para luchar contra esta práctica. La mendicidad infantil está prohibida pero los pequeños talibés mendigos siguen a la vista de todos.
Con expertos en la materia, como el sociólogo Mamadou Wane o Mody G. Ndiaye, de la Célula Nacional de la Lucha contra la Trata de Personas o Niokhobaye Diouf,
Director de Protección de la Infancia, hablamos también sobre el hecho
de que una parte de los niños viene de otros países de la región con lo
que se da el delito de trata de seres humanos y la vulnerabilidad de
estos pequeños los convierte también en presa fácil de grupos
violentos, incluso de grupos terroristas yihadistas.
Es muy duro comprobar que una gran parte de la sociedad mira, en el fondo, hacia otro lado, aunque todos los días cuando salen de sus casas, los ven, no están escondidos, están con sus latas o botes de plástico, con sus ropas desgastadas, sucios, muchos con heridas y con los pies destrozadas, con las marcas de una infancia perdida en sus pequeños cuerpos. Las campañas de sensibilización van en aumento pero falta todavía un definitivo basta ya para acabar con este tipo de explotación infantil y no permitir que los morabitos de estas falsas escuelas coránicas se escuden en la religión, en el islam, para su vergonzoso,.
Se conoce como talibés a los niños de las daaras, escuelas coránicas tradicionales. En muchas de ellas, son obligados por sus morabitos, maestros coránicos, a mendigar por las calles de las ciudades de Senegal, país de mayoría musulmana. Son víctimas de la explotación infantil y muchos son golpeados, atados e incluso encadenados, si no traen al morabito la cantidad estipulada o no memorizan adecuadamente el Corán. Los que no pueden aguantar la situación se escapan de la daara y se convierten en niños de la calle.
Es un tema muy sensible, por tratarse de menores, pero también por las dificultades que entraña poder tener acceso a alguna daara o incluso hablar con algún morabito, ya que quienes practican esta explotación infantil ven toda crítica o denuncia como un ataque al islam.
Además, no existe una normativa sobre las daaras y éstas surgen sin control por doquier en lugares que no reúnen las mínimas condiciones de habitabilidad ni de salubridad. Tradicionalmente, estas daaras estaban sobre todo en las zonas rurales, los padres entregaban a sus hijos al morabito para que recibieran una educación en el islam o sencillamente para que los mantuviesen porque ellos no podían. A partir de los 90, la sequía y la crisis provocaron que esas escuelas se trasladasen a las ciudades y morabitos sin escrúpulos empezaron a enviar a los talibés durante horas a mendigar por las calles.
En estas daaras las condiciones en las que viven los niños son terribles. Nuestro equipo pudo visitar una de ellas junto con Djibril Bokoum y sus jóvenes voluntarios de EAT, Equipo Ayudamos a los talibés, que se dedican dentro de sus posibilidades a acondicionar y sanear algunas daaras. En esa daara, el morabito andaba entre los niños con un látigo y no negó que les pegaba, si lo consideraba necesario. La verdad es que resulta difícil de entender que no esté en la cárcel por los malos tratos a los que somete a los pequeños.
Los antiguos talibés con los que pudimos hablar nos confirmaron los malos tratos y/o la explotación a la que fueron sometidos. Modou, hoy acróbata, incluso nos enseñó las marcas que, catorce años después, todavía le recuerdan aquel infierno. Ibrahima estudia para llegar a la universidad. Cheikh se forma como carpintero. Y Dan Gueye, aunque sobrevive como puede con trabajillos, no pierde la esperanza.
Dentro de la tristeza y desolación que te invaden cuando conoces de cerca a los pequeños talibés y los ves mendigando por las calles, produce algo de consuelo y esperanza el trabajo que realizan las ONGs como Village Pilote, Empire des Enfants o Solidarité pour les Enfants des Rues. Estuvimos rodando y viendo lo complicado que, a veces, resulta trabajar con los niños arrebatados a la calle, porque, como nos contaban, algunos han estado cinco o diez años en la calle y les cuesta estabilizarlos y que recuperen el hábito de vivir en comunidad. Todos llegan traumatizados. En cualquier caso, se intenta que retornen a sus hogares pero, a veces, es imposible. .
La sociedad y el gobierno senegaleses son conscientes de la explotación de estos niños pero hay falta de voluntad política y se necesita un compromiso más firme de los líderes religiosos para luchar contra esta práctica. La mendicidad infantil está prohibida pero los pequeños talibés mendigos siguen a la vista de todos.
Es muy duro comprobar que una gran parte de la sociedad mira, en el fondo, hacia otro lado, aunque todos los días cuando salen de sus casas, los ven, no están escondidos, están con sus latas o botes de plástico, con sus ropas desgastadas, sucios, muchos con heridas y con los pies destrozadas, con las marcas de una infancia perdida en sus pequeños cuerpos. Las campañas de sensibilización van en aumento pero falta todavía un definitivo basta ya para acabar con este tipo de explotación infantil y no permitir que los morabitos de estas falsas escuelas coránicas se escuden en la religión, en el islam, para su vergonzoso,.
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