Por cruel que parezca,
las masacres del campo de batalla siempre han contribuido al progreso de la medicina. En la Primera Guerra Mundial, la radiología salvó muchas vidas en el frente de la mano de Marie Curie.
“Las masacres del campo de batalla siempre han contribuido al progreso de la medicina“
En la Segunda Guerra Mundial fueron las transfusiones de sangre las
que lo hicieron. El oro rojo, el fluido portador de vida, se convirtió
en una esperanza.
La próxima edición de
La noche temática incluye los siguientes títulos: "Marie Curie, una mujer en el frente" y "El oro rojo".
Marie Curie, una mujer en el frente
Una
docuficción de producción francesa de 2014 dirigida por Alain Brunard,
de 90 minutos de duración y coproducida por Capa Drama, Be-Film, RTBF
(Televisión Belga) y con la participación de Ufilm, Planète +, RTS,
GA&A Productions, France Televisions, que nos acerca a la historia
de Marie Curie, científica que revolucionó el mundo de la medicina.
La noche temática - Marie Curie, una mujer en el frente
Cuando estalla la Primera Guerra Mundial en 1914,
Marie Curie es una científica de renombre,
ganadora del Premio Nobel en Física. Sería la primera mujer en
conseguir este reconocimiento. Su marido Pierre Curie había muerto en un
accidente 8 años antes, y ella dirige ahora el Instituto de
Investigaciones del Radio con el Doctor Claudius Regaud
. Decidida a poner en práctica las técnicas radiológicas, ella y su hija Irène de 17 años recorren el frente de batalla para
convencer a cirujanos y doctores de la importancia de la radiología
para salvar a los heridos de guerra. Por su parte, Claudius Regaud,
quien ha pasado varios años trabajando en el tratamiento del cáncer con
radio, es requerido para desarrollar nuevos tratamientos y cuidados en
los hospitales del frente.
Claudius Regaud y Marie Curie pasarán los cuatro años de
guerra contribuyendo a increíbles avances en medicina y a poner en
marcha el hospital moderno. Un único lugar en el que reagrupar los
cuidados, la investigación y la enseñanza. Sencillamente acababan de
inventar el hospital universitario moderno. Frente a la modernidad de
las armas gana por fin terreno la modernidad de los cuidados. Al final
de la guerra, los dos investigadores abren una unidad de tratamiento y
cuidados en el Instituto del Radio, uniendo así investigación y terapia.
El oro rojo
Una
producción francesa de 2015 dirigida por Philippe Baron, de 52 minutos
de duración y producida por Vivement Lundi con la participación de
France Télévisions.
La noche temática - Oro rojo
En junio de 1944, los aliados desembarcaron en la costa de
Normandía. Transportaban neveras que contenían miles de litros de un
preciado fluido: la sangre humana. Ésta será la mayor operación de
transfusión de sangre de la historia. Por primera vez, una
extraordinaria logística permite
el transporte de cientos de
miles de litros de sangre desde Nueva York a Londres para ser
transfundidos una semana más tarde a soldados americanos o británicos en las playas de Normandía.
Los
médicos trabajaron en unas condiciones extremas y avanzaban siguiendo
los pasos de los combatientes. Practicaban transfusiones en la arena,
atrapados entre la marea que subía y el fuego de la artillería. No
habría sido posible sin sangre humana, ese líquido frágil y perecedero,
más valioso que un metal precioso. Gracias a este oro rojo, miles de
soldados que en guerras precedentes habrían muerto salvaron la vida.
Detrás de esta acción se escondía una operación logística de gran
envergadura.
Las transfusiones estuvieron prohibidas durante
siglos. Las raras tentativas realizadas con sangre de cabra tuvieron
unos resultados desastrosos. Solo algunos cirujanos importantes y
algunos aprendices de brujo se atrevían a practicarla.
Los experimentos con transfusiones comenzaron a desarrollarse en la Primera Guerra Mundial.
En situaciones desesperadas los médicos realizaban transfusiones de
sangre sin realizar test sanguíneos. Será en la Segunda Guerra Mundial
cuando la sangre donada llegue a las zonas de guerra. En Estados Unidos,
un país en el que los negros y blancos viven separados, no será hasta
1942 cuando la Cruz Roja acepte la sangre de los negros, aunque
separada.
El cirujano canadiense Norman Bethune, partidario de la
medicina social y defensor de su gratuidad para todos, tuvo la idea de
equipar camionetas con instrumental médico, reservas de sangre y
neveras. Había nacido el primer servicio móvil de transfusión. Bethune
es conocido por sus servicios en tiempo de guerra, en especial por la
intervención de sus unidades médicas
durante la Guerra Civil española en 1936. La población española respondió masivamente al llamamiento para donar sangre.
En Barcelona y Madrid aparecieron los primeros bancos de sangre.
“Durante siglos, derramar sangre por la
patria había significado morir por ella. Por primera vez, todos podrían
dar sangre por la patria sin perder la vida.“
Lo que sucedió en España hizo que se generalizase el uso
de sangre conservada en los países en paz. Los ejércitos de todos los
países empezaron a incluir las reservas de sangre en sus logísticas.
Cada ejército se preparaba para la guerra almacenando reservas. El
problema al que se enfrentaban durante la Segunda Guerra Mundial era la
condición perecedera de la sangre. En Estados Unidos, el científico
Charles Drew tuvo entonces una idea brillante: en vez de enviar sangre
entera, que es muy perecedera, iban a enviar plasma, uno de sus
componentes. En el kit se incluía una aguja, goma y suero fisiológico
para reconstruir el plasma. A continuación se sellaban herméticamente y
los kits estaban listos para partir al combate.
Durante siglos,
derramar sangre por la patria había significado morir por ella. Por
primera vez, todos podrían dar sangre por la patria sin perder la vida.
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