domingo, 3 de mayo de 2015

Entrevista Javier Ballesteros Botín: / REVISTA XL SEMANAL, EN PORTADA, Colombia: Reconciliarse con el verdugo,.

TÍTULO:Entrevista Javier Ballesteros Botín,.
 
 Entrevista Javier Ballesteros Botín,.

-foto-Javier Ballesteros Botín: "Soy Ballesteros para lo bueno y para lo malo"

Cree que a su padre le habría gustado más verlo triunfar en los 'greens' que en los despachos. Por eso, a cuatro años de la muerte de Severiano Ballesteros, su hijo mayor ha decidido apostar por el golf antes que por su carrera de Derecho. A sus 24 años, Javier Ballesteros va a por todas, sin miedo a nada ni a nadie, mucho menos al peso de sus apellidos. Hablamos con él.
A punto de cumplirse cuatro años del fallecimiento de Severiano Ballesteros, su figura sigue presente en los campos de golf de todo el mundo. No solo por el recuerdo imborrable que dejó el gran campeón cántabro, sino porque desde hace unos meses vuelve a oírse su apellido en los torneos. Su hijo mayor, Javier, ha decidido dar el salto al campo profesional. Quiere seguir los pasos de su padre, al que tanto se parece en lo físico y, según su madre, Carmen Botín, también en la forma de hablar y en los gestos. A sus 24 años, busca cumplir el sueño que tiene desde pequeño: ganarse la vida con una pasión que lleva en los genes sin agobiarse por las comparaciones ni la responsabilidad de formar parte de dos de las familias más conocidas en España.
XLSemanal. Ha aparcado la carrera de Derecho para dedicarse al golf de forma profesional. ¿Por qué ese paso ahora?
Javier Ballesteros. Mi padre siempre me decía que debía terminar una carrera. Él no tuvo la oportunidad de estudiar. Se tuvo que poner a trabajar pronto porque en su casa necesitaban el dinero. Yo he hecho hasta tercero y no sé cuándo, pero espero acabar la carrera. Desde pequeño tenía muy claro que me iba a convertir en jugador profesional y en noviembre del año pasado pensé que era el momento, sin que hubiera ninguna razón en particular.
XL. ¿Alguna vez le comentó a su padre que quería ser profesional? 
J.B. Sí, muchas veces. Él me respondía que estaba encantado, pero siempre me sacaba lo de los estudios. Es verdad que le prometí que acabaría la carrera... Así que la promesa está medio rota... Bueno, él quería que acabara y lo haré.
XL. ¿Siempre tuvo claro que acabaría dedicándose al golf? 
J.B. Acabo de empezar en el campo profesional y espero poder ganarme la vida con esto; y si no, con el Derecho. A mí me inculcaron el golf desde pequeño, en casa, pero mis hermanos no juegan. No nos han obligado a jugar al golf.
XL. ¿Puede resultar un lastre que lo comparen con su padre?
J.B. Lo que hizo mi padre fue algo muy grande, pero para mí no es un lastre ni una maleta muy pesada de soportar. Trato de ser yo mismo, no me pongo ninguna presión. Ya dicen que las comparaciones son odiosas y, en este caso, por supuesto. Igualar lo que hizo mi padre o acercarse es muy difícil, pero yo lo veo al revés. Más que generar presión, te puede abrir puertas.
XL. ¿Qué siente cuando ve el cariño y la admiración que se le siguen teniendo a su padre por todo el mundo?
J.B. Es un orgullo. El año pasado estuve en Irlanda y era impresionante. Te quedas asombrado de cómo le sigue queriendo la gente. En España, en Portugal, en Francia... en las Islas Británicas, aún más. Es fantástico.
XL. Uno de sus mejores recuerdos fue cuando le hizo de caddie en el Open Británico.
J.B. Esa semana de 2006 la tengo grabada para siempre. Por esa época, mi padre ya no estaba jugando ni entrenando demasiado. Aquel torneo lo jugó porque se lo pedí yo. Le dije que me hacía mucha ilusión hacerle de caddie, y allí fuimos. No pasó el corte, pero no jugó mal. Una cosa es que te cuenten el cariño que le tienen, pero cuando lo ves allí, en vivo, es impresionante.
XL. Va pasando el tiempo, pero la figura de su padre sigue hoy muy presente, como se demuestra con reconocimientos tan importantes como que le pongan el nombre de Severiano Ballesteros al aeropuerto de Santander. ¿Qué le ha parecido a la familia?
J.B. Hace un año, nos comentó mi madre que había una iniciativa de un particular para ponerle el nombre al aeropuerto. La verdad es que estamos muy orgullosos. Que en tu ciudad quieran ponerle su nombre a un sitio tan importante es para estar agradecidos.
XL. Es el mayor de tres hermanos. ¿Ejerce de hermano mayor?
J.B. Yo tengo 24 años ahora; mi hermano, 22, y mi hermana, 20. De hermano mayor ejerzo poco con Miguel porque es un tío muy responsable, nos llevamos muy bien. Con Carmen sí que tengo algo de lucha alguna vez para controlarla porque es un poco rebelde, pero de los tres ella es la mejor y, además, era el ojito derecho de mi padre
.XL. ¿Qué consejo de su padre tiene siempre presente, tanto a nivel personal como profesional?
J.B. Él siempre decía que, ante todo, hay que ser una persona honrada. Y en lo profesional, que había que intentar jugar de la forma más natural posible.
XL. A veces las personas que son una estrella mundial en su actividad son difíciles de tratar en el ámbito familiar. ¿Cómo era su padre en casa?
J.B. Ahora ves a golfistas famosos o a futbolistas muy excéntricos, muy endiosados. No sé si es porque era otra época o por la manera de ser de mi padre, pero él era diferente. En casa era un padre como cualquier otro. Muy cariñoso con nosotros, siempre nos daba besos y abrazos.
XL. ¿Qué es lo que más echa de menos de lo que solía hacer con él?
J.B. Cuando te pasa una cosa así, que tu padre se vaya muy pronto, echas de menos todo. En especial, el cariño. Y, luego, pues los ratos que nos íbamos a montar en bicicleta, a pescar, muchos momentos en el campo de golf... Esas son las cosas que primero me vienen a la mente.
XL. ¿Cree que su padre preferiría tener a un buen abogado o le haría ilusión que triunfara en este deporte?
J.B. Yo ahí lo tengo bastante claro, la verdad. Creo que a él le gustaría mucho más que triunfara en el golf.
XL. ¿Qué cualidades cree que ha heredado de su padre, tanto en lo personal como en lo deportivo?
J.B. Como jugador te diría que poco, pero es que heredar algo tan bueno es muy complicado. Tengo un juego corto bastante bueno. No como él, porque lo que hacía mi padre con el juego corto era magia. Y en lo personal, mi madre siempre me dice que hablo igual que él y que reacciono ante las cosas de la misma manera.
XL. ¿Piensa aprovechar las invitaciones que reciba de los torneos que quieran volver a contar con un Ballesteros en su lista de jugadores o prefiere ganarse la participación por sí mismo?
J.B. El primer año de profesional siempre es difícil. Alguna invitación sí que estoy pidiendo. Como digo yo, Ballesteros para lo bueno y para lo malo. Pero no se crea que me dan todas las que pido.
XL. Los resultados, de momento, no están siendo muy brillantes en sus primeros torneos. 
J.B. Yo estoy muy tranquilo. Es cierto que he empezado jugando regular. No me he puesto demasiadas expectativas, quiero ir despacio. La carrera de un golfista es larga y no hace falta empezar muy fuerte. Soy consciente de que no soy ningún genio jugando al golf. Creo que juego bien y que puedo llegar a jugar bastante bien, pero voy poco a poco.
XL. A nivel personal, ¿marca mucho llevar dos apellidos tan importantes en este país como Ballesteros Botín?
J.B. Siempre me he considerado una persona muy normal. He tenido la suerte de que mis padres me han dado una educación muy buena, pero no de ir a un colegio o a otro, sino por los valores que nos han enseñado en casa. No siento ninguna responsabilidad especial por llevar esos apellidos. Siempre me he comportado como cualquier chaval de mi edad.
XL. ¿En un futuro le gustaría trabajar en el banco que fundó su otra rama familiar, los Botín?
J.B. Es muy complicado que yo trabaje en un banco, no es algo que me guste. Si termino Derecho, me gustaría trabajar en algo relacionado con la carrera. Es cierto que también hay abogados en los bancos, pero en un principio la idea no es trabajar en un banco, ni en el Santander ni en ningún otro.
XL. ¿Cree que a su abuelo Emilio le habría gustado que encaminara sus pasos al mundo de la empresa?
J.B. Habría que haberle hecho esta pregunta a él. A mí nunca me comentó nada. Le gustaba mucho el golf, así que pienso que estaría contento.
XL. ¿Qué recuerdo guarda de él?
J.B. Yo he jugado varias veces con él al golf y sí que me acuerdo de que alguna vez nos apostábamos bolas cuando yo tenía once o doce años. Unas veces ganaba él y otras, yo. Cuando él me ganaba, me hacía pagar. Cuando te apuestas unas bolas, tienen que ser nuevas, así que yo cogía las cajas, le quitaba las bolas nuevas y le ponía unas viejas. Él pagaba, pero si yo perdía le tenía que pagar.
XL. Desde fuera se le veía como una persona que infundía mucho respeto. Supongo que su visión como nieto será distinta.
J.B. Con nosotros era un abuelo como puede ser cualquier otro. Hay abuelos más cariñosos, otros menos, pero era un abuelo a fin de cuentas, nada que ver con lo que puedas apreciar desde fuera.
XL. Durante el funeral de su padre dijo: «Papá, estamos siendo fuertes, como nos pediste». ¿Cuesta ser fuerte tras sufrir tan joven una pérdida tan dolorosa?
J.B. Siempre he pensado que si fuera la única persona en este mundo a la que le ha pasado pues quizá sería muy duro, que no digo que no lo sea. También tengo amigos que han pasado por lo mismo. Se le echa mucho de menos, pero tienes que seguir. Nada ni nadie te lo va a devolver.
XL. ¿Qué le falta al golf en España para que sea más popular? ¿Quizá tener a alguien con los éxitos de su padre?
J.B. Es una pregunta complicada. Siempre he pensado que Sergio García podía ser esa persona. Puede que le falte ganar un torneo grande, pero pienso que aún lo puede conseguir y creo que será el British.
En el nombre del padre

Desde hace dos años, Javier Ballesteros preside la fundación que lleva el nombre de su padre.
«Llevamos unos años trabajando con el Centro Nacional de Investigación Oncológica en la investigación de los tumores cerebrales. También hay un área dirigida al mundo del golf para ayudar a los chicos sin recursos».
Promueven también un circuito benéfico por toda España para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer.
«Consta de 37 torneos que se disputan de abril a septiembre y una final en el Real Golf de Pedreña, a la que asistirán las parejas vencedoras de cada torneo. Los que ganen la final participarán en Malasia, en el Pro-Am de la EurAsia Cup 2016, la competición que enfrenta a los mejores jugadores europeos contra los asiáticos. Yo invito a la gente a que participe en el circuito porque lo van a pasar bien jugando al golf y van a contribuir a una buena causa. 
Más información en la web www.seveballesteros.com.

TÍTULO:  REVISTA XL SEMANAL, EN  PORTADA, Colombia: Reconciliarse con el verdugo,

En Portada / fotos,.

Colombia: Reconciliarse con el verdugo

Son los grandes olvidados. Más de 96.000 personas han desaparecido en el largo conflicto colombiano y, hasta hace poco, nadie se había preocupado de dar con ellas. Excepto sus familias. Ahora, su búsqueda ha abierto una puerta a la reconciliación.
Son las dos de la tarde de un viernes cualquiera en la ciudad de Medellín. Junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, un grupo de mujeres se manifiestan con pancartas que muestran los rostros de sus hijos desaparecidos. Son las Madres de la Candelaria: un grupo de mujeres, lideradas por Teresita Gaviria, que se concentra, desde hace 16 años, ante la puerta de esta iglesia de Medellín. Todos los viernes exigen allí respuestas sobre el paradero de sus hijos desaparecidos. «Las madres de la Candelaria no somos parte de la guerra, pero sí somos parte de la paz. Vivos se los llevaron, vivos los queremos», gritan a coro las madres ante la indiferencia de muchos transeúntes.
«Estas mujeres tienen muchísimo mérito subraya la doctora Mercedes Palacio, responsable de la Unidad de Identificación Humana de la Fiscalía de Medellín. Durante años nadie les hacía caso, vivían bajo un fuerte estigma. En Colombia, todo el mundo marcha por los secuestrados. Nadie marcha por los desaparecidos. La gente daba por sentado que 'algo habrían hecho'».
Mientras habla, la doctora revisa el expediente de un cuerpo que se dispone a identificar. Ella y su equipo antropólogos, odontólogos, médicos, un asistente y un fotógrafo llevan siete años exhumando e identificando cuerpos. «Este no es un trabajo fácil se lamenta Palacio. Las familias esperan al familiar desaparecido, no una cajita que, a veces, solo incluye tres huesitos. Lleva un tiempo prepararlos para ese paso. Por desgracia, en este país el drama de la desaparición forzada se repite con demasiada frecuencia».
En concreto, Palacio y su equipo han exhumado más de 1300 cuerpos de personas desaparecidas. Apenas la mitad de ellos han podido ser identificados y devueltos a sus familias. Y esto solo en Antioquia, uno de los 32 departamentos que tiene Colombia. En todo el país, desde 2007, los equipos de la Fiscalía General de la Nación han recuperado, en casi 4500 fosas, alrededor de 6000 cadáveres. Son cifras de un conflicto que, desde 1958, se ha cobrado más de 220.000 muertes entre civiles, guerrilleros, militares y paramilitares y que remiten a matanzas que no produjeron titulares de prensa; a asesinatos sistemáticos y premeditados de los que ningún bando está libre de culpa, si bien la balanza siempre tiende a inclinarse hacia algún lado.
En el centro penitenciario de alta seguridad de Itagüí, a las afueras de Medellín, cumplen condena los principales comandantes paramilitares, responsables de crímenes contra la humanidad y de algunos de los más sangrientos episodios de la reciente historia de Colombia. Ninguno, sin embargo, pasará aquí más de ocho años. Es el límite que impuso la Ley de Justicia y Paz, aprobada en 2005 por el Gobierno de Álvaro Uribe, que culminó con la desmovilización de unos 32.000 paramilitares. A cambio, eso sí, de confesar todos sus delitos y de colaborar con la justicia.
Por eso, muchos de los inquilinos de Itagüí trabajan mano a mano con fundaciones, asociaciones o con el grupo de Palacios en labores de reparación de las víctimas. Un movimiento solidario visto con escepticismo por muchos analistas, para quienes todo esto se resume en un intento de lavar la imagen de las llamadas Autodefensas ahora que el Gobierno y las guerrillas acercan posiciones hacia la paz en las conversaciones de La Habana. Lo cierto, en todo caso, es que la colaboración está dando sus frutos.
Prácticamente cada semana salimos al terreno con un comandante que asegura que en tal sitio enterraron a tantas personas tras ser ejecutadas. Muchas veces es verdad, otras no encontramos nada revela Palacio. En todo caso, sin la ayuda de algunos comandantes nunca hubiéramos hallado muchos de los cuerpos que hemos recuperado».
Rodrigo Alzate, alias Julián Bolívar, es uno de ellos. Desmovilizado en 2005, este excomandante de las Autodefensas y autor confeso de más de 1500 crímenes es el creador de la Fundación Aulas de Paz, una de las organizaciones más activas en la labor de reparación de víctimas. Su lema: «Si en el pasado recluté hombres para la guerra, hoy mi propósito es convocar hombres y mujeres para la paz». Su trabajo cuenta con el apoyo de las Madres de la Candelaria, que incluso recomendaron al presidente Juan Manuel Santos suspender la orden de extradición a los Estados Unidos que pendía sobre él.
Desde hace dos años, madres de desaparecidos y exparamilitares mantienen talleres periódicos en el interior de la cárcel. «En estos encuentros, víctimas y verdugos nos miramos a los ojos cuenta Teresita Gaviria, presidenta de las Madres de la Candelaria. Les preguntamos por nuestros hijos, dónde los enterraron. Y ellos nos piden que, por muy difícil que nos resulte, los perdonemos. Es una situación intensa, muy dura, pero la verdad y el perdón son necesarios para construir la paz. Debemos mirar al futuro, no podemos mirar siempre al pasado».
Entre las madres que acuden a la cárcel de Itagüí para entrevistarse con los verdugos de sus hijos figura Blanca Moreno. El 23 de diciembre de 2002, Moreno vio por última vez a su hijo Alexander. Reclutado a la fuerza por los paramilitares, combatió en el departamento del Caquetá. «No sabía nada de mi hijo, hasta que un día recibí una llamada rememora. Una persona me decía que estaba muerto, que se había ahogado en el río Pescado, en Florencia, y que no lo buscara. Viajé de inmediato a Florencia para buscar a mi hijo, pero no encontré nada. Años más tarde recibí otra llamada. Un chico que se hacía llamar Esnaider me ofrecía información sobre Alexander. Al parecer, él, mi hijo y otro muchacho habían acordado intercambiarse información en caso de que algún día les pasara algo. Me contó que lo del río Pescado era mentira, que a Alexander lo ejecutaron por intentar huir. Lo ataron a un palo, lo torturaron y lo descuartizaron. Nunca recuperaré su cuerpo».
Blanca Moreno lleva años recibiendo ayuda psicológica. Su trabajo con las Madres de la Candelaria ha sido su refugio en estos años de duelo. «He perdonado a los verdugos de mi hijo admite. Todos los días pido a Dios por el perdón de sus asesinos, pero también por el daño que mi hijo haya podido hacer a otras personas inocentes».
Las Madres de la Candelaria llevan 16 años prestando apoyo psicológico y ayuda legal a las familias de los cerca de 96.000 desaparecidos del conflicto colombiano. «Nuestra situación es terrible denuncia Teresita Gaviria. Estamos olvidados. Pocos se preocupan por nosotros, y quienes lo hacen sufren todo tipo de trabas».
El caso más sangrante es el de los llamados 'falsos positivos'. «Es donde más trabas nos encontramos», afirma un funcionario de la Fiscalía de Bogotá, que rehúsa dar su nombre por razones de seguridad. Por falsos positivos se conoce en Colombia a las ejecuciones extrajudiciales de civiles más de 1000 casos están bajo investigación por miembros de las Fuerzas Armadas que las hacían pasar por guerrilleros caídos en combate. El escándalo salió a la luz en 2008 y puso en tela de juicio la estrategia de seguridad del presidente Álvaro Uribe, muy cuestionado por las sospechas de vinculación con el paramilitarismo.
Siete años después, estos cadáveres continúan salpicando al Ejército. Varios oficiales y suboficiales han sido destituidos en relación con este asunto que se cobró también la renuncia del mismísimo jefe del Ejército, el general Mario Montoya Uribe. «Siempre tenemos problemas cuando nos toca exhumar una fosa común atribuida a guerrilleros muertos en combate revela el funcionario de la Fiscalía. Hace poco, exhumamos varios cuerpos en Caquetá. Los identificamos y todos ellos correspondían a personas que constaban como desaparecidas y que nunca habían tenido relación con la guerrilla. Ojalá algún día se sepa todo lo que ha ocurrido, aunque, honestamente, lo dudo. Me temo que en Itagüí apenas cumple condena la punta del iceberg».
Mientras tanto, en el penal antioqueño prosigue el programa de reparación de víctimas de Aulas de Paz, en colaboración con la asociación de Madres de la Candelaria. Varias familias, al menos, han obtenido gracias a él respuesta sobre el destino de sus seres queridos. Una tarea, en todo caso, plagada de obstáculos.
«Hoy no tenemos buenas noticias», afirma el excomandante Rodrigo Alzate, sentado en su oficina, en las dependencias de Itagüí. En su última reunión con Teresita Gaviria se comprometió a obtener información sobre el paradero de Ingrid Meneses, hija de doña Marta, fiel colaboradora de Gaviria. Meneses desapareció el 29 de noviembre de 2010, junto con su novio, en Yarumal, 125 kilómetros al norte de Medellín. Doña Marta nunca más volvió a saber de ella.
Ingrid y su novio fueron retenidos por un grupo paramilitar que opera en la zona, los Urabeños, una de las Bandas Criminales Emergentes (Bacrim), como se conoce a las organizaciones mafiosas surgidas tras la desmovilización de las Autodefensas. Esta, en concreto, está considerada hoy como el grupo paramilitar más grande, peligroso y mejor estructurado de toda Colombia; por número de combatientes, presencia territorial, volumen de droga con el que trafican y también por su crueldad. Claro que hace tiempo que en Colombia se agotaron ya los términos para definir atrocidades.
Rodrigo Alzate se prepara para compartir la información que ha conseguido obtener sobre el destino de Meneses. «Ya sabemos qué le ocurrió a la hija de doña Marta deja caer el exparamilitar. Fue ejecutada ese mismo día. Ella y su novio fueron descuartizados para hacerlos desaparecer sin dejar rastro. Después lanzaron sus restos al río. Poco se puede hacer ya».
Tumbas anónimas

Un grupo de madres y familiares de desaparecidos celebran una vigilia en el cementerio universal de Medellín. El camposanto es célebre en Colombia por ser uno de los que acoge más tumbas sin nombre de todo el país.
Crueldad mafiosa

Ingrid Meneses y su novio desaparecieron el 29 de noviembre de 2010. Sus padres desconocían su paradero hasta el pasado marzo. Un excomandante de las Autodefensas arrepentido los ayudó en el caso. Descubrió que ambos fueron ejecutados por los Urabeños, el más temido grupo paramilitar en activo. También que después los descuartizaron y que echaron sus restos a un río.
Descanso sin paz

Berta Mejias muestra la foto de su marido, desaparecido la Nochebuena de 1988, cuando se dirigía a su trabajo en una hacienda. Tras pasar años buscándolo, supo que había sido ejecutado por paramilitares ese mismo día. Cuando quiso viajar al lugar donde le dijeron que estaba enterrado, recibió numerosas amenazas.
Madres coraje

Inspirada en las Madres de Plaza de Mayo, en Argentina, el 19 de marzo de 1999 nació la Asociación Caminos de Esperanza Madres de la Candelaria. Ignorado durante años, el grupo ha conseguido poner sobre la mesa el problema de los más de 96.000 desaparecidos del conflicto colombiano.
Ponerles nombre

Los cadáveres sin identificar se guardan en cajas. Cada una lleva un número asignado.
Víctima y verdugo

Teresita Gaviria perdió a su padre, un hermano y un hijo a manos de paramilitares. Hoy, como directora de una ONG de madres de desaparecidos ha encontrado una ayuda inesperada en Rodrigo Alzate, antiguo líder de las Autodefensas. Desde hace dos años, Alzate revela a las madres la ubicación de las posibles tumbas de sus hijos a cambio de su perdón.
Confesar y expiar

La prisión de máxima seguridad de Itagüí acoge a comandantes paramilitares desmovilizados durante el gobierno de Álvaro Uribe. Cumplen condenas por crímenes contra la humanidad. Sus penas, sin embargo, no sobrepasan los ocho años. Es una de las concesiones de la ley de 2005 que posibilitó desmovilizar a 32.000 paramilitares a cambio de confesar todos sus delitos y colaborar con la justicia.

COCINA DEL DOMINGO, Alcachofas con jamón / EN PRIMER PLANO,. LOS 136 BEBES DEL DOCTOR NELSON,.

TÍTULO: COCINA DEL DOMINGO, Alcachofas con jamón,.

 Alcachofas con jamón,.foto

Ingredientes: 9 alcachofas, 2 dientes de ajo, media cebolla, 75 g de jamón en tacos, cebollino picado, agua, aceite de oliva virgen, sal y pimienta.
Elaboración: se pica la cebolla y se pocha bien en aceite de oliva virgen. Se limpian las alcachofas aprovechando el tallo, se cortan en cuartos y las vamos colocando en un bol de cristal con agua, sin ningún otro aditivo. Una vez limpias y cortadas todas, las sacamos del agua y las colocamos en una cazuela de acero inoxidable. Se cubren con agua y se acercan al fuego.Cuando hierva, se baja el fuego y se mantiene el hervor 15 minutos. De las alcachofas cocidas, se toman ocho porciones y se ponen en un recipiente con un poco del caldo de las mismas (200 g) y 50 g de aceite. Se tritura esta mezcla en frío y se añade un poco de sal y pimienta. En una cazuela se echan un poco de aceite, el ajo picado, la cebolla bien pochada, el jamón y se dora ligeramente. Se incorpora después el batido de alcachofas que habíamos preparado antes.
Acabado y presentación: cuando rompa a hervir, se incorpora el resto de las alcachofas bien escurridas. Se hierve, se rectifica de sal y pimienta y, si hiciera falta, se añade un poco de caldo de alcachofa. Se sirve bien caliente y con un poco de cebollino picado por encima.
Mis trucos
Para no equivocarte al comprar las alcachofas, asegúrate de que estén bien tiesas al apretarlas. Abre la palma y cierra; si el fruto está duro como una piedra, la alcachofa es de categoría. Si no ofrecen resistencia y dan sensación de blandurrias, es mejor dejarlas.

TÍTULO:  EN PRIMER PLANO,. LOS 136 BEBES DEL DOCTOR NELSON,.

Los 136 bebés del doctor Nelson / foto

Orfanatos, ¿un daño irreparable?

Un equipo de neurocientíficos de la Universidad de Harvard han estudiado durante 15 años la evolución de 136 niños rumanos criados en un orfanato. Sus conclusiones acaban de hacerse públicas y desvelan de manera escalofriante la importancia de los primeros mil días de vida y sus consecuencias.
Lo peor, dice Charles Nelson, era el silencio. Ese lúgubre silencio en los dormitorios de St. Catherine, donde los pequeños miraban al techo desde sus camitas callados como tumbas. «Ninguno de los niños lloraba cuenta Nelson. ¿Para qué? Nadie les iba a hacer caso».
St. Catherine fue en su día el mayor orfanato de Bucarest. Cuando el psicólogo de Harvard Charles Nelson lo visitó por primera vez, hace ya 15 años, vivían allí 400 niños. «Tenía unas instalaciones estupendas», comenta el investigador. Un paraíso a primera vista... si no hubiese sido por el silencio de los niños.
Lo que vio y escuchó en St. Catherine fue un shock, una experiencia que le cambió la vida. Llevaba muchos años dedicado al estudio del desarrollo mental de los niños, pero nunca se habría podido imaginar que viviría algo así. Nelson todavía se acuerda de los niños afectados por la sífilis, con el cerebro ya invadido por esta porque nadie les había diagnosticado correctamente esta enfermedad. O de aquel chico con hidrocefalia; los médicos no habían querido colocarle una válvula especial, llamada shunt, porque conseguirla resultaba demasiado laborioso.
Más difícil de aguantar era la sensación de desamparo que se respiraba en el orfanato. Niños de ocho años con el cuerpo de niños de tres se acercaban a Nelson y le cogían de la mano, se aferraban a él... Otros se quedaban sentados en el suelo desnudo de la sala de juegos, como ausentes, balanceando el torso adelante y atrás, sin parar. Mientras, las enfermeras se quedaban en la sala de televisión charlando y fumando.
Trabajar aquí fue muy duro para Nelson y su equipo. Decidieron imponerse una regla básica: «Nunca llorar delante de los niños». No todos consiguieron cumplirla. El Proyecto de Intervención Temprana de Bucarest nació para documentar las consecuencias sociales de la desatención y su posible tratamiento. Nelson y sus colaboradores han pasado los últimos 14 años levantando acta del horror, y acaban de publicar los primeros resultados. Los niños a los que conocieron de bebés o cuando solo tenían unos pocos años de vida se han ido adentrando ya en la adolescencia. Según las alarmantes conclusiones de los investigadores, todos han sufrido daños mentales graves. En numerosas ocasiones, la desatención y las carencias socioafectivas tienen unos efectos más devastadores que el maltrato o los abusos sexuales.
Una dramática lotería. 
Los científicos optaron por un experimento bastante inusual para llevar a cabo su estudio. Comenzó en el año 2000 con una dramática lotería, un procedimiento que podría parecer insensible, hasta cruel: metieron en un sombrero 136 papeletas numeradas y dobladas. Cada una de ellas escondía el destino de un niño.
Previamente, habían seleccionado a 136 pequeños físicamente sanos, con edades entre los 6 y los 31 meses. Fueron las papeletas sacadas al azar las que determinaron los 68 que serían entregados a familias de acogida. Los otros 68 se quedaron en St. Catherine.
«Claro que no nos gustó tener que privar a esos pobres niños de la posibilidad de curarse explica Nelson. Pero la alternativa hubiese sido que todos se quedaran en el orfanato». Dividir a los niños les daba a los científicos la oportunidad de comparar el desarrollo de ambos grupos.
Encontrar a las familias de acogida adecuadas resultó una tarea complicada en una ciudad en la que todo el mundo considera retrasados mentales a los niños de los orfanatos y en la que las personas que acogen a niños desconocidos pasan a ser sospechosas de pedofilia. Pero al final consiguieron reunir suficientes familias para llevar a cabo el proyecto.
 Empieza el experimento: electroencefalogramas
Además de psicólogo, Nelson es neurocientífico. Llevaba más de 20 años estudiando las corrientes cerebrales de los niños, y su intención era seguir haciéndolo en Rumanía: quería descubrir si el déficit social de los niños también había afectado a las señales producidas por sus redes neuronales. Bajo la desconfiada mirada del personal rumano, su equipo levantó en St. Catherine un laboratorio equipado para realizar electroencefalografías. Los niños se sentaban allí con electrodos conectados a sus cabecitas.
Los picos y curvas de los encefalogramas reflejan la devastación que reina en las mentes de los pequeños. Especialmente sus ondas beta, consideradas un indicador del estado de alerta, eran mucho más débiles que en los niños normales. «Era como si estuvieran aletargados, como medio apagados», dice Nelson.
Lo mismo sucedía con su inteligencia: es cierto que no resulta sencillo medirla en bebés y niños pequeños, pero la denominada 'escala de desarrollo mental de Bayley' está considerada como un buen reflejo del cociente intelectual.
De media, los huérfanos alcanzaban un valor de 74, apenas un poco mejor que el de niños con discapacidad intelectual. Sus habilidades comunicativas estaban en mucho peor estado. Vocabulario, gramática, comprensión oral... en todas las facetas quedaban muy por detrás de los niños de la misma edad criados fuera de orfanatos.
Un mensaje positivo... pero limitado
A pesar de estos resultados, los científicos tienen un mensaje positivo: los cuidados recibidos en las familias de acogida han conseguido despertar la actividad mental de los niños. Los resultados más llamativos se registraban en el test de comunicación oral: apenas llegados a sus nuevos entornos, con las familias de acogida, los pequeños se lanzaban a hablar a trompicones y, al poco tiempo, sus habilidades podían equipararse a las de los niños 'normales' de su misma edad. Sus cocientes intelectuales también aumentaron; de media, subieron más de diez puntos.
Eso sí, solo unos pocos niños alcanzaron el nivel habitual en su rango de edad. Muchas de las habilidades intelectuales parecían haber quedado irreparablemente dañadas, especialmente entre los de mayor edad.
«Concluimos que en torno a los dos años se cierra una ventana en el desarrollo de los niños», dice Nelson.
El psicólogo sospecha que en los dos primeros años se crean los circuitos sobre los que luego se asienta la futura inteligencia. En esta fase temprana, el cerebro está hambriento de estímulos que impulsen su desarrollo. «Necesita experiencias tanto como el oxígeno», dice Nelson. Sin estímulos exteriores, las neuronas se marchitan en lugar de interconectarse. Los investigadores pudieron hacer visible este fenómeno gracias al uso del tomógrafo.
Si los daños han sido graves y prolongados, el cerebro no logra recuperarse, por muchos cuidados que luego reciban los pequeños. Las tomografías muestran que entre los niños criados con familias de acogida, la sustancia gris formada por los cuerpos de las neuronas tampoco había crecido hasta alcanzar un grosor normal.
Justo lo contrario ocurría con la sustancia blanca, la formada por las fibras mediante las cuales unas neuronas se conectan a otras. En los niños criados en las familias de acogida, su volumen era claramente mayor. Incluso el denominado 'cuerpo calloso' la estructura que comunica ambos hemisferios cerebrales había ganado en grosor y densidad. Por lo tanto, mientras que la cantidad de neuronas permanece limitada, sí que se puede hacer que las células nerviosas disponibles aumenten el número de sus conexiones. «Y eso se manifiesta en forma de una mayor inteligencia», asegura Nelson.
El mejor ejemplo del sprint intelectual que se puede realizar si se cuenta con las condiciones favorables es el protagonizado por el pequeño Florin: «Poco antes de cumplir un año, su cociente intelectual fue de 90 cuenta Nelson. Tras permanecer cuatro años con la familia, su inteligencia se ha situado en torno al 120».
Otros daños irreversibles e invisibles
Lo que los investigadores del equipo de Charles Nelson han reunido en estos 14 años de estudios es un angustioso registro de los efectos de la falta de atención y socialización en los niños. El más evidente es un déficit generalizado: el cuerpo de los huérfanos es mucho más pequeño que el de los otros niños de su edad, el crecimiento presenta un retraso de unos cuatro años. Los médicos hablan de un 'enanismo psicosocial'.
Una investigación más minuciosa certificó la existencia de otros daños menos visibles. Los extremos de los cromosomas de los niños, los llamados 'telómeros', eran mucho más cortos de lo normal. Este fenómeno se considera un indicio claro de un envejecimiento prematuro. Los científicos habían descubierto así que los niños llevarían de por vida en sus células un recordatorio del abandono padecido durante sus primeros años de existencia.
Los científicos se topaban con déficits de todo tipo allá donde buscasen. La vida emocional de los niños, por ejemplo, demostró ser enormemente pobre. No estaban en condiciones de manifestar alegría o entusiasmo y apenas eran capaces de reconocer reacciones de ese tipo en los demás.
Muchos de los niños presentaban un comportamiento que los expertos llaman 'estereotipia': movían el cuerpo de un lado a otro, agitaban los brazos o mostraban otras señales de hospitalismo, síndrome habitual en los bebés separados de sus madres nada más nacer. A esto se añadían con frecuencia manifestaciones de trastornos psicológicos: la depresión y los trastornos de ansiedad o de atención eran mucho más frecuentes entre ellos que en los niños criados en entornos familiares.
En torno al cinco por ciento de los huérfanos estudiados se habían refugiado en sí mismos. Se mostraban apáticos, indiferentes e inaccesibles. Los investigadores llamaron 'cuasiautismo' a este fenómeno. «Esos niños se comportaban como si nunca habían aprendido a establecer relaciones con los demás,» explica Nelson.
Más habitual era otro patrón de comportamiento con el que los investigadores se encontraron en St. Catherine: la mayoría de los niños se mostraban ansiosos de contacto humano, pero manifestaban esta necesidad de una manera arbitraria, prácticamente con cualquier persona.
Para poder investigar de una forma más precisa el desapego emocional de los pequeños huérfanos, los investigadores decidieron escenificar la visita de un desconocido, que les decía a los niños que estaba allí para llevarse a uno de ellos, así, sin dar más explicaciones. Casi todos se dejaron llevar sin ofrecer resistencia, una despreocupación que casi nunca aparece en niños con una vinculación sana con sus padres.
Y era este rasgo, la vinculación estable y segura con sus nuevos padres, lo que más influencia tenía en el comportamiento de los niños entregados a las familias de acogida. Cuanto más rápida era la integración de los niños en su nuevo entorno social, más rápida era también su mejoría. La mente y el cuerpo parecían recuperarse al mismo ritmo. Cuantos más centímetros crecían sus cuerpos, más puntos subían sus resultados en las pruebas de cociente intelectual. Charles Nelson asegura que en todos los casos estudiados pudo confirmar una sencilla regla: «La mejor cura para los síntomas de la desatención y el abandono es el vínculo de apego».
Los científicos del grupo de Nelson regresarán en los próximos meses a St. Catherine. Mediante sus cuestionarios, pruebas y electrodos, comprobarán cómo han evolucionado los niños en el orfanato y en sus familias de acogida. «Los más mayores de nuestro estudio tienen ya 15 años señala Nelson, es decir, ya tienen edad suficiente para poder apreciar hasta qué punto la pertenencia a una familia ofrece protección».
Los huérfanos rumanos
En Rumanía hay muchos orfanatos. En 1990 había 170 mil niños abandonados. De ahí que se lleven a cabo en ese país estudios infantiles, como en el St. Catherine. Con sus impactantes resultados, el doctor Nelson busca concienciar a todas las autoridades involucradas, de Estados Unidos y de cualquier país, sobre la urgencia de evitar que en el futuro sigan existiendo niños institucionalizados.
Investigar sobre el terreno

Charles Nelson es neurólogo y psiquiatra del Hospital Infantil de Boston. Él lidera el equipo que investiga la evolución de los niños que pasaron sus primeros años en el orfanato St. Catherine de Rumanía. Arriba, con uno de esos bebés que fue dado a una familia de acogida.
La importancia de los primeros mil días
PASOS DE GIGANTE. Los primeros mil días de vida son decisivos. El bebé da pasos de gigante en sus habilidades cognitivas.
CONEXIONES NEURONALES. El cerebro del bebé pesa 300 gramos y tiene casi cien mil millones de neuronas. A medida que recibe estímulos, las neuronas se interconectan hasta alcanzar varios cientos de billones de sinapsis a los tres años. Para entonces habrá alcanzado el 85 por ciento de su desarrollo.
UN CHORRO DE ESTÍMULOS. El cerebro de un bebé nunca se sacia. Los estímulos ambientales son imprescindibles para que las neuronas se conecten. Solo para agarrarse al pecho de la madre necesita activar veinte reflejos.
PODA SINÁPTICA. ¿Qué pasa con los circuitos que no se usan? Que se vuelven inservibles. Es lo que se conoce como 'poda sináptica'. La neurona no muere, pero los axones (o ramas) inútiles se 'mustian'.
LA 'DIETA' LINGÜÍSTICA. Los niños de padres con estudios universitarios escuchan unas 2153 palabras por hora. Los de familias con progenitores sin estudios, 616. A los 14 años, el gap acumulado será de 30 millones de palabras. Una 'dieta' lingüística pobre en la infancia genera adultos con dificultades para expresarse.
PIEL CON PIEL. El contacto físico con la madre es vital. El neonatólogo Adolfo Gómez Papí (Hospital Universitario de Tarragona) señala que el bebé se siente uno con su madre. Cuando llora, solo ella lo puede tranquilizar. El amor de su madre regula sus emociones, hace madurar su sistema nervioso y le enseña a responder ante el estrés. La empatía se aprende con caricias.

EL DIA DE LA MADRE = POESIA,./ DESAYUNO CENA DEL DOMINGO, TRANCAS Y BARRANCAS,./ VIAJANDO CON CHESTER, EL DESVIRGADOR,.

TÍTULO: EL DIA DE LA MADRE = POESIA,.

Resultat d'imatges de poesia de la madreEN TU DIA MAMA / foto

MAMA TU FUISTE AQUELLA PERSONA
QUE DESDE QUE NACÍ ME ME CUIDASTE
COMO SI FUERAS MI ANGEL GUARDIAN
TU ME AMASTE,.
Del cielo cayo una rosa
mi mama la recogio
se la puso en su cabello
y que linda quedo,.
No vale la pena regalarte una rosa
porque entre las .flores.
eres la mas hermosa
feliz dia...
TÍTULO:  DESAYUNO CENA DEL DOMINGO, TRANCAS Y BARRANCAS,.
SI PABLO SE ENFADA, NOS PATEA POR DEBAJO. PERO SON SIEMPRE LESIONES LEVES,.

Trancas y Barrancas: "Si Pablo se enfada, nos patea por debajo. Pero son siempre lesiones leves"

Damián Mollá (Barrancas) y Juan Ibáñez (Trancas), ambos madrileños del 80. Somos guionistas, cómicos y las Hormigas del programa de Pablo Motos, El hormiguero (-foto-Antena 3).
XLSemanal. ¿Son pareja de hecho?
Damián Mollá. Casi... Llevamos currando juntos desde los 18 años. Nos tenemos muy calados y nos mimamos para que esto dure muchos años más.
Juan Ibáñez. Estudiamos Ciencias de la Información juntos, aunque no la terminamos porque empezamos a currar estando en el tercer año.
D.M. Hace poco le he confesado a mi madre que no la voy a terminar. Tras 14 años, le he dicho la verdad [risas].
XL. Nueve años de programa y acaban de batir su récord histórico de audiencia con Isabel Preysler como invitada. Las Hormigas lograron el minuto de oro, con más de seis millones de espectadores.
J.I. El éxito fue de Pablo, que logró que Isabel fuera al plató, tras 20 años sin conceder entrevistas en televisión.
D.M. La pena es que fue sin Ambrosio, el de la pirámide de bombones; pero Isabel estuvo muy simpática.
XL. Debajo de la mesa hay dos sillas y un monitor, ¿están cómodos ahí abajo?
J.I. No se está mal: son sillas arrancadas de un coche y se tumban un poco.
D.M. Si Pablo se enfada con nosotros, nos da una patada para que nos callemos. Siempre son lesiones leves.
J.I. Los invitados también nos dan collejas en la nuca con los zapatos cuando se ponen nerviosos.
XL. ¿Son libres las Hormigas?
J.I. ¡Totalmente! Es un programa en directo y tenemos toda la libertad.
D.M. Los límites se los pone cada uno. Intentamos que los chistes tengan mordiente, pero sin ofender a nadie. Tenemos el micro abierto todo el programa y participamos con libertad.
XL. ¿Envidian la fama de las Hormigas?
D.M. No: somos conscientes de que nadie compraría muñecos con nuestra cara. Yo soy muy desconocido, pero ser Barrancas lo compensa todo.
J.I. La gente envía correos a las Hormigas, hace galletas con sus caras, se las tatúan o se disfrazan de ellas.
XL. ¿Los políticos tienen sentido del humor o solo si están en campaña?
D.M. La mayoría suelen ir a no meter la pata. Hacen un personaje. Pero Arias Cañete, por ejemplo, es un cachondo, y Bono tiene sentido del humor.
J.I. En campaña están más tensos, sí, y se prestan menos a las bromas. Suelen estar de los nervios: saben lo que se juegan. Si se relajaran más, funcionarían mejor y ganarían muchos votos. Albert Rivera, por ejemplo, estuvo muy suelto y ha subido diez puntos desde que vino a 'El hormiguero'. ¡Es muy fuerte!

Desayuno,.
Cuidados intensivos 

Juan: «Mi chica, la actriz Nerea Barros, hace zumos con algas y proteínas. Se cuida, a mí no...».
Damián: «¿Yo? Un batido de plátano, naranja y fresas. Mola y engorda mogollón».
En la última velada de boxeo a la que fui, volví a ver a un púgil venezolano que siempre me ha despertado simpatía. Es bajo, con rasgos achinados, tiene una forma de cuerpo extraña, casi esférica, y en la espalda lleva dos balazos. Es veterano, y en su historial abundan las derrotas. Va siempre con un mismo entrenador, con el que mantiene una relación cómplice, como si ambos estuvieran demasiado mayores para no atravesar las veladas con un poso melancólico y cínico. Apenas hablan en la esquina, ¿para qué, si ya se lo dijeron todo? Es fácil imaginarlos compartiendo la habitación de una pensión durante el modesto cabotaje de sus peleas.
Mi púgil venezolano es un desvirgador. Vive de ello, a unos mil euros por combate las mejores noches. Cuando digo que es un desvirgador, me refiero a que conoce todas las mañas del combate, es capaz de enlodar cualquier pelea y de arrastrar al rival a emboscadas psicológicas, y por eso lo utilizan los entrenadores de púgiles prometedores que necesitan curtirse rápido durante sus primeras experiencias profesionales. Imaginemos a un boxeador talentoso, lleno de futuro, acostumbrado a ir sobrado y a gustarse en la categoría amateur y que encima resolvió fácil sus primeras peleas como profesional. Un chaval así puede llegar a creer que todo resultará así de sencillo y que podría ir haciendo ya la reserva en un vuelo a Las Vegas. En ese preciso instante, el entrenador comprende que su pupilo necesita una experiencia con el Desvirgador, que le ensuciará la impecable esgrima de elegido nunca examinada por una verdadera prueba de recursos y temperamento. Cualquier chico recién llegado que pelee contra el Desvirgador saldrá del combate algo más sabio, y seguro que menos inocente. En la última vez que lo fui a ver, al Desvirgador le sucedió algo. Se enojó más de la cuenta, traspasó los límites del enfado teatral en los que suele moverse. Lo irritó, creo, que el muchacho que le habían traído para que le quitara la virginidad se comportó de un modo demasiado elusivo y se mantuvo frío, pese a sus intentos de desquiciarlo. Al final, el Desvirgador le arreó un cabezazo, lo llamó «maricón» tan alto que el insulto se escuchó en todo el recinto, y se hizo descalificar. Bajó del ring entre abucheos y se marchó sonriendo, como si todo lo tuviera calculado para cenar más temprano esa noche, que para él era otra cualquiera en la oficina.
El Desvirgador pertenece a la clase de los boxeadores escalón. Es decir, aquellos que nunca serán campeones y lo saben, que acumulan ya decenas de noches y derrotas más o menos suburbiales, pero que sirven para que un púgil llamado a las grandes peleas se foguee y vaya cumpliendo etapas. No es sencillo ser un boxeador escalón. Sobre todo porque a veces se espera de ti que no se te ocurra ganar (sólo a veces). Pero no hace falta forzar nada porque, en general, el boxeador escalón sabe que se va a enfrentar a otro más inexperto, pero mucho mejor, y que por tanto sube al ring a recibir un castigo. La honradez del boxeador escalón es la que luego hace que aguante la paliza sin rechistar hasta que el propio árbitro decida parar la pelea. Si esa honradez no existe, el escalón aprovechará cualquier golpe claro para irse al suelo en los primeros asaltos, fingirse en estado de KO, cobrar y marcharse, dejando atrás a un jovenzuelo con los brazos en alto y convencido de ser Alí hasta que llegue al vestuario y su entrenador le diga que no lo es.
Hubo un boxeador escalón español que fue llevado a la Argentina para que se curtiera con él un futuro campeón. Era de los que aguantan el castigo, por lo que se pasó el combate pidiéndole al rival que lo tirara ya: «Venga, que me tienes». Lo malo es que, como en un reflejo, el escalón tiró una mano que hizo contacto en el mentón y dejó KO al argentino. Consciente de cuán osado era lo que acababa de hacer, el español ni pasó por el hotel por miedo a que lo estuvieran esperando, sino que cruzó por carretera la frontera con Uruguay, vestido aún de boxeador,.

sábado, 2 de mayo de 2015

LOS MELONES, TRAZOS, CON LA MATERNIDAD ME HE VUELTO MAS TOLERANTE Y PACIENTE, SCARLETT JOHANSSON,./ LAS 3 RAZONES, JUAN JOSE MONTES PERIODISTA, SI LA MUJER QUE VA ABORTAR TUVIERA APOYO, EL 80% DE LAS VECES NO LO HARIA,.

TÍTULO: LOS MELONES,  TRAZOS, CON LA MATERNIDAD ME HE VUELTO MAS TOLERANTE Y PACIENTE, SCARLETT JOHANSSON,.

Scarlett Johansson: LOS MELONES,  TRAZOS, CON LA MATERNIDAD ME HE VUELTO MAS TOLERANTE Y PACIENTE, SCARLETT JOHANSSON,.fotos,.

Resultat d'imatges de lo melonesScarlett Johansson: "Con la maternidad me he vuelto más tolerante y paciente"

  • La actriz es la Viuda Negra en nuevos 'Los vengadores', donde rodó escenas embaraza

Scarlett Johansson como la Viuda Negra de 'Los Vengadores'. Cedida
La única mujer en el reparto de 'Vengadores: la era de Ultrón', que se estrena este miércoles, es Scarlett Johansson. En la película da vida a la Viuda Negra. La actriz había interpretado a la Viuda Negra en tres ocasiones, pero esta vez ha afrontado el reto de trabajar ante las cámaras estando embarazada.

Su hija nació en septiembre, cinco meses después de finalizar el rodaje del filme. Con un maravilloso corte de pelo y unos impresionantes zapatos rojos, Johansson deslumbra durante la entrevista, celebrada en los estudios Disney de Burbank (California). Vestida de forma informal, con un suéter morado y pantalones negros, Johansson reconoce su satisfacción por regresar a la franquicia de 'Los vengadores'. El director de la cinta, Joss Whedon, se puso en la piel de Ultrón y le buscó dos aliados: Quicksilver y la Bruja Escarlata.

Vestirse con un traje de látex es arriesgado siempre, sobre todo para las estrellas de cine.
Es un gran compromiso. Cuando te lo pones eres muy consciente de que con el látex no dejas lugar a dudas. Mi preparación física con el traje fue dolorosísima. Hasta que conseguí hacerlo bien me dolía todo, fue horrible. Cuando por fin aprendí la coreografía me sentí como una superheroína, pero hasta llegué a ese momento el proceso fue agotador.

¿Se atrevió a rodar escenas de acción embarazada?
Sí, lo hice. No está permitido montar en moto, pero yo lo hice. Debo confesar que fue un tipo de motocicleta mecánica que no iba a ninguna parte. No obstante, gracias a la ayuda de grandes profesionales esas escenas sufrieron una metamorfosis y la Viuda Negra sigue siendo una mujer poderosa. Me siento muy orgullosa de regresar a la franquicia porque en cada película los guionistas me ofrecen herramientas que mejoran la imagen de mi personaje.

¿Cuál es el papel de la Viuda Negra dentro de este grupo?
Cada personaje tiene su objetivo, su propósito y todos ellos encajan de una forma u otra. Cada uno tiene su propio código moral, su entrenamiento, su preparación y su experiencia.

¿Le gusta el personaje que interpreta?
Me encanta, me parece un personaje sensacional. Es una superheroína muy hábil, profesional, peligrosa y misteriosa. Me gusta interpretarla. Creo que es raro encontrar una mujer sexy e inteligente en la gran pantalla, capaz de pelear con cualquiera -hombres incluidos- y superarlos física y emocionalmente, y mi personaje lo consigue.

"MUY AGRADECIDA"

¿Su personaje representa la femineidad en el mundo de los superhéroes?
La mayoría de las superheroínas no han resultado personajes muy logrados. Se limitaban a dar vueltas por el aire y poner las manos en sus caderas. Con la Viuda Negra hemos hecho algo más, aunque por supuesto el físico y su imagen son muy importantes. Este personaje me ha brindado una gran oportunidad, estoy muy agradecida. El director y guionista, Joss Whedon, ha realizado un gran trabajo al crear un personaje femenino que no es un mero elemento decorativo dentro del grupo. Tampoco se limita a subrayar su atractivo físico.

¿La maternidad le afecta en su forma de entender los personajes?
Sí. Como mujer he madurado, he cambiado mucho, me he vuelto más tolerante, más paciente, porque soy muy impaciente; ahora al menos soy consciente de mi defecto. He madurado y aprendido que es importante dejar el trabajo en el rodaje y no olvidarse de uno mismo cuando se llega a casa. Mi familia es mi prioridad.

¿Cómo lleva el peso de la fama?
Me siento increíblemente afortunada por haber conseguido el éxito y no voy a quejarme de la fama. Me fascina lo que hago y mis proyectos cinematográficos me llenan como artista. Todo lo demás es un dolor de cabeza. Tengo muchos amigos que no tienen trabajo, que no consiguen nada, ni en la televisión, ni en anuncios, ni haciendo interpretaciones de voz, así que quejarme por mi pérdida de anonimato es un poco tonto. Dicho esto, es verdad que la falta de privacidad es una pesadilla.

Usted vive en Manhattan ¿Nueva York le permite tener una vida más o menos tranquila?
Sí, en Nueva York puedo andar por cualquier sitio y nunca nadie me molesta. La gente en Nueva York cuando ve a un famoso te mira, encoje los hombros y sigue a lo suyo. Vivo una vida relativamente normal, monto en metro, voy al supermercado, camino por la calle, no vivo en hoteles ni llevo guardaespaldas. Y si alguna vez me encuentro con un problema cojo un taxi.
 
Montes presenta 'Secretos' hoy sábado en la Feria del Libro de Cáceres y el 11, en Badajoz. :: j. v. arnelasTÍTULO: LAS 3 RAZONES, JUAN JOSE MONTES PERIODISTA, SI LA MUJER QUE VA ABORTAR TUVIERA APOYO, EL 80% DE LAS VECES NO LO HARIA,.

«Si la mujer que va a abortar tuviera apoyo, el 80% de las veces no lo haría»,.

  • -foto- Juan José Montes Periodista | , Quince extremeñas decididas a abortar que se arrepintieron en el último momento abren su corazón para confesar que sus hijos «son lo mejor que les ha pasado»,.

     Secretos. 15 mujeres se confiesan' es el primer libro de Juan José Montes González (La Codosera, Badajoz, 1969). Periodista por la Complutense y padre de tres hijas, este profesional de la comunicación ha entrevistado durante los últimos dos años a quince mujeres extremeñas que estaban decididas a abortar pero se arrepintieron en el momento final. Una de ellas incluso estaba anestesiada cuando se levantó del potro. «Su hija se llama María y vive por dos minutos. Cuando ves a esa niña tan bonita dices: ¡Madre mía!».

    ¿Qué le ha llevado a publicar el libro?
    Se me ocurrió mientras hablaba con una mujer que había abortado ocho años antes. Le estaba haciendo una entrevista con motivo de la Jornada Mundial de la Vida y la pobrecilla no paraba de llorar. Se me quedó grabado cuando me dijo: yo maté a mi hijo y eso no tiene remedio. Aquello me conmovió.
    ¿Le ha sido fácil encontrar estos testimonios?
    Yo conocía libros que hablan del síndrome postaborto, que provoca en las mujeres sentimientos de culpabilidad, insomnio... Muchas recuerdan lo que hicieron al ver a un niño con la misma edad que el hijo que no tuvieron. Pero esos libros eran tristes, porque en el aborto se mata uno pero mueren dos, porque muere también la madre. En mi caso, he contado con la ayuda de grupos que ayudan a estas mujeres y no me ha resultado complicado localizarlas. Los beneficios del libro ayudarán a mujeres que decidan no abortar para comprarles pañales, potitos, carritos y cosas que necesiten.