EL PERCHERO - Manco y comunista , fotos.
Manco y comunista,.
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Recordando a una novia de Béjar, entendí a Errejón,.
Mi primera novia era de Béjar. Lo de ser novia quizás fuera una ilusión mía porque nuestra relación era más bien superficial. Tal vez fuera su refresquito, que es como llamaban en Santiago de Compostela a los ligues. Pero como yo estaba en Salamanca y no en Santiago y como lo último que se me ocurriría es llamar refresquito a una chica y menos convertirme yo en tal espécimen sentimental... Pues eso, que yo la consideraba mi novia, aunque ella me tuviera a mí en muy poca consideración.
Que fuera natural de Béjar tenía su trascendencia: todos los viernes se iba a su pueblo y todos los lunes, cuando volvía en La Serrana, que así se llamaba su coche de línea, yo iba a buscarla a la estación y ella me anunciaba su sublime decisión: debíamos dejar nuestra relación. Después, tomábamos «nuestro último café» en el Novelty, donde coincidíamos a veces con Torrente Ballester, yo ponía sobre la mesa toda mi capacidad de persuasión y la convencía para seguir refrescándonos.
Me cansaban un poco aquellos lunes a la moviola. Como en la película esa del día de la marmota, la escena se repetía todas las semanas: me abandonaba, la convencía y regresaba. Un lunes, ¡menos mal!, entendí que allí había gato encerrado y presioné a la muchacha para que me explicara por qué me quería dejar cada vez que volvía de su pueblo. «No, si a mí me da lo mismo cortar o seguir, al fin y al cabo... Son mis padres quienes me presionan para que deje de verte», se sinceró. En lugar de entender que lo de «al fin y al cabo...» era la clave del asunto, me sentí herido en mi honor por la reticencia de sus padres y quise conocer el porqué de aquella presión familiar. La muchacha no se anduvo con paños calientes y desveló la razón: «Porque dicen que eres manco y comunista».
Ese lunes aprendí que en este país lo del comunismo es un baldón que te margina. Y me irritó mucho. Asumía que ser manco provocara inquietud, ¿pero ser comunista? Yo no militaba en el PCE, pero la cuestión no era esa. El caso es que mi indignación fue mayúscula, pero también mi aprendizaje. Y tomé nota.
Recordé mis lunes de ruptura interrupta cuando Podemos e Izquierda Unida pactaron para ir juntos a las elecciones. Y entendí a Errejón. Podemos por si solo era un partido transversal, eran la gente, así, en general, y sus propuestas podían ser todo lo abstractas que se quisiera porque tenían la gracia de la ingenuidad, de la ilusión, del cambio por el cambio. Al pactar con IU, o sea, los comunistas en el imaginario colectivo, no es que dieran miedo, es que dejaban de ser transversales, de ser la gente y de ser ingenuos. Hasta ese pacto, se les podía perdonar hasta su actitud de superioridad moral y su soberbia intelectual. Al fin y al cabo, eran jóvenes y, por lo tanto, eran impulsivos, arrogantes y con más ilusión que estrategia. Pero jóvenes y comunistas. ¡Uf!
Como escribía Gregorio Morán este sábado en La Vanguardia, «la política es una profesión para hombres o mujeres solos, que escuchan, aceptan, sonríen, agradecen y hacen luego lo que su estrategia ha definido. Sin piedad ni llantos. Lo viejo quedó atrás y lo nuevo lo invento yo». Anguita es lo viejo y es llanto: el que provocó a Iglesias en Córdoba una tarde de junio y acabó con sus expectativas de ‘sorpasso’ y de victoria.
Que no se ofendan Podemos ni Izquierda Unida, pero ellos mismos saben que esa alianza apresurada y posibilista destrozaba el discurso histórico y coherente de los comunistas e invalidaba la propuesta audaz y transversal de asalto a los cielos de Podemos. Dos y dos no eran cuatro, sino ganas de ser cuatro y ese cálculo mató una propuesta basada en lo incalculable.
¿Que qué pasó con mi novia de Béjar? Pues que ese verano me dejó por un comunista de verdad y con dos brazos. Lo de los brazos le daba lo mismo. Lo que no me perdonó fue que la convenciera de que yo, en realidad, era socialdemócrata.
TITULO: BALONCESTO - NBA - se retira Tim Duncan, el mejor cuatro de la historia,.
Oficial: se retira Tim Duncan, el mejor cuatro de la historia,. foto.
El ala-pívot, jugador franquicia de los San Antonio Spurs desde que llegó a la Liga, ha anunciado que deja la NBA a sus 40 años. Toda una leyenda.
El mejor cuatro de la historia dice adiós a los parqués de la NBA tras 19 años de servicio. Tim Duncan ha anunciado hoy lunes que se retira oficialmente del baloncesto a través de un breve comunicado en la web de los San Antonio Spurs.
Duncan, 19 años de historia
Duncan, de 40 años, deja así una franquicia que cambió para siempre el 31 de octubre de 1997. Aquel día, un chaval procedente de Wake Forest debutaba en la mejor liga de baloncesto del mundo como número uno de su camada. Y nunca defraudó. El de las Islas Vírgenes transformó, junto con Gregg Popovich, David Robinson, Manu Ginóbili y Tony Parker un equipo afincado en la ciudad de San Antonio que ha sido parte fundamental del deporte mundial los últimos 19 años.
Marcas y récords de Duncan
Cinco anillos, un récord de 1,072 victorias y 438 derrotas en temporada regular (71% de triunfos, la mejor marca durante esos 19 años en las grandes ligas del deporte estadounidense y récord de cualquier equipo en la historia de la NBA en un periodo de 19 campañas), dos MVP de Regular Season, tres de las Finales, 15 veces elegido en los All-NBA Teams, 15 veces elegido en los mejores quintetos defensivos y 15 veces All-Star.
Se retira una verdadera leyenda del baloncesto: el mejor cuatro de la historia.
