TITULO: Viva la vida - Mahmud Abbas ,. - ,.SABADO - 6- Marzo ,.
El sabado -6- Marzo a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Mahmud Abbas ,.
Mahmud Abbas, traje y corbata frente al pañuelo palestino,.
Su foto trajeada cuelga en los edificios oficiales junto a la de Arafat, con su tradicional kufiya, pero en sus 16 años en el poder nunca ha alcanzado el carisma de su antecesor. Las encuestas le dan como perdedor en las elecciones de julio,.
Después de tres décadas en la primera línea, Hanan Ashrawi no se presentará a las próximas elecciones legislativas del 22 de mayo porque quiere «ser un ejemplo de que es posible dejar la oficina». La mujer más famosa de la política palestina deja sus funciones a los 74 años con el objetivo de abrir un hueco a nuevas caras, una decisión nada habitual en una región donde los cargos políticos tienden a eternizarse. La decisión de Ashrawi es un mensaje interno a una jefatura palestina atada a los sillones de poder con el presidente Mahmud Abbas en lo más alto de la cúpula. El líder, de 85 años, aun no ha hecho oficial su candidatura para los comicios presidenciales del 31 de julio, pero los altos cargos de su partido, Fatah, lo tienen claro y le señalan como el «único candidato» de la formación. Los palestinos llevan quince años sin celebrar elecciones y estas dos citas están señaladas en rojo en el calendario porque después de todo este tiempo parece que hay un acuerdo entre Fatah y los islamistas de Hamás para que las elecciones se puedan celebrar.
Cada vez que surgen rumores sobre su delicado estado de salud, Abbas, cuyo nombre de guerra es Abu Mazen, reaparece trajeado y con gesto serio al frente de alguna reunión en la Muqata, la sede del gobierno palestino. En las imágenes de la televisión se muestra la cara elegante de este hombretón de pelo blanco y bigote, que mira el mundo desde el cristal de sus gafas y representa a esa élite laica árabe formada en el extranjero, que en su caso tuvo Rusia como país de destino para realizar su tesis doctoral. «De puertas adentro es campechano y muy cercano. No tiene tampoco problemas para romper el protocolo y ponerse a fumar en medio de una reunión, es un fumador empedernido», relata una fuente diplomática europea que ha tenido varios encuentros con el rais.
Su historia personal es la de cientos de miles de palestinos que en 1948 fueron expulsados de sus tierras por las fuerzas israelíes. Su familia, original de Safed, en Galilea, encontró refugio en Siria, donde estudió Derecho y comenzó su actividad política. Fue una persona próxima al equipo fundador de Fatah, partido creado por Yaser Arafat, y jugó un papel importante en el reclutamiento de un grupo de palestinos que con el paso de los años se convirtieron en las figuras clave de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la coalición de movimientos políticos y paramilitares reconocida como legítima representante del pueblo palestino antes del establecimiento de la Autoridad Nacional. Su vida siempre transcurrió a la sombra del gran líder palestino, a quien acompañó por Jordania, Líbano y Túnez antes de regresar a casa.
Su foto con traje y corbata cuelga en los edificios oficiales junto a la de Arafat, con su inseparable kufiya blanca y negra, pero en sus dieciséis años en el poder nunca ha alcanzado el carisma de su antecesor y las encuestas que se publican estos días le dan como perdedor en un hipotético duelo en las urnas con Ismael Haniyah, jefe político de Hamás. Frente al carácter revolucionario de Arafat, Abbas representa la cara pragmática y reposada del liderato palestino y siempre ha sido partidario de< dejar la lucha armada para apostar por la negociación como camino para resolver el conflicto con Israel.
Estos planes se hicieron realidad cuando falleció Arafat, ganó las elecciones presidenciales de 2005 y se convirtió en presidente. «Antes ya había ocupado el cargo de primer ministro, pero Arafat lo apartó del poder porque lo consideraba un colaboracionista de Israel. No le tenía gran aprecio, no se fiaba de él y por eso mantenía la distancia», opina Eugenio García Gascón, autor de libros como 'La derrota de Oriente'.
Abbas ganó las presidenciales hace 16 años, pero su partido, Fatah, perdió un año después las legislativas frente a Hamás. Ni Israel, ni la comunidad internacional, ni Fatah aceptaron la derrota en las urnas y fue el comienzo de un cisma interno entre las dos grandes facciones que con el paso de los años agravó la división física de los territorios palestinos con Hamás al frente de Gaza y Fatah, de Cisjordania. Desde entonces no ha habido nuevos comicios y la popularidad de Abbas se ha hundido al mismo ritmo que su política de diálogo y coordinación de seguridad con Israel se convertía en una alfombra roja para la expansión de los asentamientos judíos y la sombra de la corrupción se apoderaba de la Autoridad Nacional y de su familia.
División interna
«Mantiene un mínimo de popularidad pero solo porque se ha afianzado el tribalismo del panorama político palestino y su consecuente clientelismo. Su legado será controvertido porque en las circunstancias que le ha tocado liderar, le será imposible desprenderse de la responsabilidad del declive de la causa nacionalista palestina, de la división interna, de su obstaculización al proceso de reconciliación y del deterioro de la OLP, donde lejos de intentar una renovación interna ha hecho lo contrario, afianzar su posición y la de Fatah», apunta José Vericat, asesor del centro de Estudios Estratégicos European Institute for Peace, que lleva dos décadas siguiendo la política palestina. Vericat piensa que el día que falte Abbas «Israel perderá un líder moderado, único en la dureza de su crítica a la lucha armada». Sus seguidores destacan entre sus logros su postura firme de boicot al 'plan del siglo' de Donald Trump y el reconocimiento de Palestina como Estado observador de la ONU.
Su rostro es tan familiar en la escena internacional como invisible en la palestina, donde solo sale de la Muqata de manera puntual. «Cumple con todos los criterios de un dictador, lo controla todo. En política es el encargado de elegir a las personas que ocupan los puestos importantes en Fatah, la OLP y en la Autoridad Nacional y en economía ha convertido a sus hijos en auténticos oligarcas. Creo que estará en el poder hasta que muera y lo peor de todo es que sigue siendo una cara aceptable para Occidente», lamenta el analista gazatí Mussaab Bashir, quien asegura que desde la Franja ven a Abu Mazen como «un ejemplo de obediencia a la ocupación, una persona que simboliza el castigo y que ha renunciado a lo más sagrado, el derecho al retorno de los refugiados».
TITULO: VIVA LA VIDA - Ian Gibson , DOMINGO-7- Marzo .
El domingo -7- Marzo a las 16:00 por Telecinco , foto.
Ian Gibson,.
El irlandés de Lavapiés harto de la pandemia,.
El hispanista es un enamorado de la ornitología. En el barrio madrileño donde vive tiene su Montmartre particular. Pese a su campechanía, confiesa ser un perdonavidas cuando las discusiones se agrían,.
Para un hombre como Ian Gibson, acostumbrado a la charla y los viajes, la pandemia es el peor de los castigos. Este irlandés de Dublín es una rara avis: en un país donde la inmensa mayoría de la población es católica, tuvo una punzada de vocación para hacerse pastor protestante. Después de sus monumentales biografías de García Lorca, Dalí, Machado y Buñuel, acaba de entregar a la imprenta 'Hacia la República Federal Ibérica', libro en el que expresa su sueño de una unión entre España y Portugal sin reyes ni cortesanos. De 82 años, el hispanista vive las tribulaciones de ser presidente de su comunidad de vecinos en Lavapiés, barrio en el que vive a sus anchas. «Está en un monte y en el centro, como Montmartre».
Lunes
7.30 horas. He dejado el café porque no me sentaba bien. No obstante, soy de té de toda la vida. Lo primero que hago cuando me levanto es prepararme uno, eso es la gloria. Después del té, siempre me tomaba un café, pero ya no lo hago. Es muy jodido para mí, porque siempre he sido físicamente muy fuerte. Ya tengo 82 años y no soy tan joven como antes, lo cual me molesta y cabrea.
17.45 horas. Ahora todo es anormal en mi vida. Llevo un año confinado en mi piso de Lavapiés y la experiencia ha resultado horrorosa, tanto que me encuentro psíquicamente muy afectado, a veces incluso deprimido. Para mí España era ir a Atocha a coger el tren de Toledo, tomar el camino que conduce al puente de Alcántara, subir los escalones y observar la plaza de Zocodover, los restos del acueducto romano, el curso del Tajo, el circo romano, que está bastante bien conservado, tomar algo con los amigos... Pero con la pandemia eso ha acabado. He sufrido pesadillas y tenido que tomar ansiolíticos, para qué voy a mentir. Un desastre. Mi mujer, Carole, me dice que hay que tener valentía en la vida. Y sí, de acuerdo, intentaré ser valiente.
Martes
8.00 horas. Trabajo toda la mañana. Solo soy capaz de hacerlo hasta las tres del mediodía. Además las tardes me deprimen. Hago un ejercicio de yoga que se llama savasana, que consiste en adoptar la postura del cadáver. Me tumbo en el suelo y duermo una hora; es algo que llevo haciendo 40 años. No me levanto nuevo, pero sí con el deseo de seguir adelante.
18.00 horas. Una de las razones de venir a España fue la ornitología. En Irlanda un amigo me habló de Doñana y de los ánsares que pasan allí el invierno y comen arena de las dunas para ayudar a hacer la digestión. Ya de niño mi padre me llevaba a las marismas para ver pájaros acuáticos. España es un paraíso para un ornitólogo, hay de todo. En Madrid pasan el invierno 80.000 gaviotas. Desde mi piso las veo con los gemelos salir hacia los vertederos de las afueras a comer. Cuando se pone el sol vuelven al embalse de El Pardo, donde pasan la noche. Son miles. ¿Soy la única persona en Lavapiés que ve las bandadas? Pocos saben que aves marinas como las gaviotas vuelan por Madrid. Están desde noviembre hasta finales de marzo.
Miércoles
13.00 horas. Tal vez no debería, pero estoy escribiendo un libro sobre mi juventud. Investigo sobre mí mismo, y no sé si es muy sano resucitar cosas de mi infancia. Mi mujer me aconseja que deje las cosas en paz, pero no puedo resistir la tentación ni la necesidad de explicarme mejor a mí mismo. De repente no sé la fecha de nacimiento de un tío importante y tengo que abrir internet. Cuando escribo un libro soy totalmente obsesivo.
23.55 horas. Me da un poco de vergüenza decirlo: siempre tengo al lado de mi cama un ansiolítico, por si acaso. Me lo aconsejó Juan José Millás, que es muy de Orfidal. Una vez le confesé que me tomaba media pastilla y él me dijo que me la tomara entera. Ja, ja, ja. Seguro que no le importa que lo cuente.
Jueves
19.00 horas. En este momento soy presidente de la comunidad de vecinos y hemos afrontado muchos problemas con los pisos turísticos. He tenido que ser agresivo. Por mi educación puritana -mi familia era de las poquísimas metodistas que había en Irlanda- no sé encajar fácilmente una discusión agria porque tengo miedo a gritar. Aunque cuando me hacen una putada me sale un carácter bronco. Soy bastante perdonavidas y desagradable, y no me gusta nada. La gente piensa que soy un irlandés campechano, pero también tengo esta faceta.
Viernes
12.00 horas. Soy muy romántico y la Península Ibérica es para mí un gran yacimiento arqueológico. He visitado mucho la provincia de Cáceres en busca del santuario de Ataecina, una diosa celta. Como buen irlandés, tengo «celtomanía», y buscar los rastros de los celtas me fascina. Voy mucho al Museo Arqueológico Nacional (MAN), cuya remodelación es una maravilla. Pasé todo un año yendo allí todas las semanas cuando escribí ‘Aventuras ibéricas’. Mientras los políticos andan a la greña en el Congreso, en el MAN han hecho un trabajo callado y genial. Es un museo maravilloso a nivel mundial.
16.00 horas. Lo bueno de los españoles es que no quieren estar en su casa, sino en los bares. He conocido a mucha gente en ellos. Además son acogedores, aunque tampoco se trata de decir que son maravillosos, como hace James Rhodes. No me cae nada bien, sé que sufrió mucho de niño, pero me parece que solo dice chorradas sobre los españoles. Luego publica su artículo en el periódico y no ponen «traducido por», como si lo hubiera escrito en castellano. Hombre, nadie escribe así estando un año o lo que sea en España.
21.00 horas. De vez en cuando veo un partido de fútbol, pero no con frecuencia. Me gusta, pero no siento la misma emoción que ante uno de rugby, deporte del que he sido jugador, de primera división además. Jugaba de ala izquierda y era bastante rápido. Fue una etapa fabulosa, aunque no llegué a internacional. No me van las muchedumbres ni el dinero que mueve el fútbol.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con - Adios de la risa - Muere Quique San Francisco, el actor más crápula del cine español .
El martes -2- Marzo por La 2 a las 21:30, fotos,.
Muere Quique San Francisco, el actor más crápula del cine español,.
El conocido actor de 65 años, que arrastraba problemas de salud desde hacía años, agravados por el uso de drogas en el pasado, llevaba 47 días ingresado en la UCI por una neumonía bilateral,.
Hace unos años Quique San Francisco asistió el estreno de una película en Bilbao. Llegó por los pelos al cine escoltado por un coche de la Guardia Civil. Cuando el actor tenía función teatral, dormía en un hotel pegado al teatro. Era la única manera de asegurarse de que aparecería cada noche. Jorge Sanz, su compañero en la obra 'Hijos de mamá', asegura que con él aprendió latín: nadie le ha obligado a improvisar tanto en cada representación. San Francisco se labró con razón su título de actor más crápula del cine español. Era más conocido entre los más jóvenes por sus apariciones en 'El Hormiguero' que por una carrera que arrancó en 1961 y que concluyó las pasadas navidades con el anuncio de Campofrío, en el que interpretaba irónicamente a la parca guadaña en mano, su último trabajo según IMDB.
El actor ha muerto este lunes a los 65 años en el hospital Clínico San Carlos de Madrid al no poder superar una neumonía bilateral severa que le tenía ingresado desde hacía varias semanas. Pasó 47 días en la UCI. Se desconoce si el origen de la enfermedad, una de las afecciones más severas que puede provocar el coronavirus, está en un contagio previo de la covid-19. San Francisco concedió una entrevista a la revista '¡Hola!' durante su estancia hospitalaria en la que contaba que fue sedado e intubado al ingresar. No podía caminar y seguía necesitando un respirador. El cómico arrastraba problemas de salud desde hacía años, agravados por el uso de drogas en el pasado. En 2002 sufrió un grave accidente de tráfico en moto que le postró en una silla de ruedas durante más de un año, tiempo que se mantuvo alejado de unos escenarios que conocía desde niño.
Nacido en Madrid en 1955, Quique San Francisco contaba que a los dos años ya debutó en el teatro, a los seis en el cine y a los nueve doblaba al niño repelente de 'Chitty, Chitty, Bang, Bang'. Hijo de los actores Enriqueta Cobo y Vicente Haro (al que conoció ya adolescente), fue un niño prodigio, un chaval rubio y guapo que trabajó con los mejores directores del cine español y que, ya en su madurez, se reinventó como monologuista cómico. En los últimos años estaba más alejado del cine y se dedicaba al teatro. Sus problemas de salud se conocieron precisamente al suspenderse en Getxo el pasado 23 de enero la función de la obra con la que estaba de gira desde 2018, 'La penúltima'. En algunas de sus entrevistas, San Francisco engrandecía su leyenda canalla con episodios que oscilaban entre lo sórdido y lo hilarante. Tan pronto confesaba que estaba arruinado al haber sido estafado por un agente de su gremio y que vivía en un motel barato a las afueras de Madrid, como recordaba su paso por el Ejército como tirador de precisión en el cuerpo de fusileros.
Deudas y toxicomanía fueron una constante en su vida. Antes de los 10 años ya había aparecido en películas como 'Diferente', 'El globo azul' y 'Tres gorriones y pico'. De adolescente le vimos en series como 'Curro Jiménez', 'Crónicas de un pueblo', 'El pícaro' y 'Estudio 1'. Sin embargo, su popularidad llegó de la mano del cine quinqui con tres títulos taquilleros firmados por Eloy de la Iglesia:'Navajeros', 'Colegas' y 'El pico'. Eran los años 80 y Quique San Francisco vivió intensamente las noche de la Movida madrileña. A aquella época pertenece su relación sentimental más mediática con Rosario Flores, a la que conoció rodando un videoclip de la cantante. La ruptura se produjo, según confesión propia, por culpa de las drogas. En su filmografía destacan 'Maravillas', de Manuel Gutiérrez Aragón; 'Amanece que no es poco', de José Luis Cuerda; 'El rey pasmado', de Imanol Uribe; 'Acción mutante', de Álex de la Iglesia; y 'París-Tombuctú', de Luis García Berlanga. Fue dos veces candidato al Goya como actor de reparto por 'El baile del pato' y 'Orquesta Club Virginia', pero siempre se le resistió.
Los ojos saltones y la voz aguardentosa de Quique San Francisco forman parte de la memoria sentimental de todo aquel que se haya sentado delante de un televisor en nuestro país. Del 'Un, dos, tres…' a 'La bola de cristal', de 'Los ladrones van a la oficina' a 'Cuéntame'. Sus rocambolescos episodios vitales van de estar encarcelado en Nepal por haber tocado unos animales sagrados a ser detenido al renovar el DNI al estar en busca y captura por una citación judicial de la que se olvidó. Cuando fueron a meterle al coche patrulla no cabía al ir en silla de ruedas. «Yo no he venido a hacer historia, pero me encantaría que cuando la gente hable de mí dentro de un tiempo dijera 'era un actor cojonudo que me encantaba'», reconocía en una entrevista reciente, en la que apuntaba su epitafio: «¿Dónde hay un bar?».
TITULO: TIERRA DE TOROS - El torero de Cáceres amante del rey,.
TIERRA DE TOROS,.
Tierra de Toros - Canal Extremadura
Programa presentado por Juan Bazaga dedicado al mundo del toro en nuestra región. Estamos atentos cada semana a la actualidad taurina Programa semanal de información taurina que se encarga de mostrar las tareas cotidianas de las faenas del toro en el campo, así como del perfil más humano , etc.
El torero de Cáceres amante del rey,.
foto / Se dice que ser figura del toreo es bastante más difícil que ser Papa de Roma. A fin de cuentas, al máximo representante de la Iglesia lo elige el Colegio Cardenalicio, donde todos son conocidos y amigos y, una vez ungido, cuanto diga va a misa sin discusión, al menos, en el seno de la organización eclesial.
Caso muy diferente es el de los toreros que sueñan con la gloria. El camino exige, también, años de estudio (el conocimiento del toro puede llegar a ser más intrincado que el misterio divino), meditación (el aspirante a torero debe aislarse del mundo y vivir por y para su anelo), sacrificio (los muchachos pierden su adolescencia y juventud y, a veces, hasta la infancia, sin más compañía que la del toro), y suerte (seguro que hay por ahí algún alma de torero ejerciendo otros oficios porque una cogida a destiempo, una enfermedad o su mala estrella le impidieron intimar con el traje de luces). Y algo más: juventud, un valor heroico, una cabeza privilegiada y la capacidad para emocionar y conmover a los públicos.
El matador de toros Jairo Miguel (Cáceres, 1993) sueña con ver su nombre en los carteles taurinos, aunque es consciente al tiempo de las dificultades que conlleva conseguir plazas en las que torear y de la falta de oportunidades que sufre el torero cacereño en su tierra.
Jairo Miguel asegura que los políticos cacereños no sacan pliegos para la gestión del coso taurino en los que se apueste por su nombre ni se preocupan por bonificar su contratación a los empresarios que gestionan la Era de Los Mártires. A su juicio, «las figuras tienen que venir y sus nombres deben aparecer en los carteles», pero asevera que estar siete años sin que cuenten con uno en el lugar que lo vio nacer es mucho tiempo, nadie me ha ayudado para poder torear «ante mi público».
«Es muy triste que en una plaza como la de Cáceres no se bonifique el poner en los carteles al único espada de la ciudad», añade. El diestro conoce estas dificultades porque lleva cuatro años sin vestirse de luces, y ahora el panorama futuro tampoco le abre un abanico de oportunidades. Se muestra convencido, además, de que el mundo del toreo debe de reconvertirse para ofrecer, en un momento en que las alternativas de ocio son mayores que años atrás, una «imagen positiva» de la fiesta.
Para ello, se acaba de crear una plataforma liderada por los matadores de toros Roberto Contretas y Emilio Rey, con el apoyo del Club Taurino, para potenciar la carrera de Jairo Miguel y «que la fiesta nacional no se venga abajo en Cáceres», destacan ambos espadas.
Contreras explica que los políticos «deberían apoyarnos en este proyecto tan bonito que tenemos con Jairo. Actualmente, el único torero en activo de Cáceres capital es él. Creemos que la plaza de toros que es Bien de Interés Cultural se la están dejando llevar, tanto en su estructura, como en su afición. Aunque seamos una minoría, esa minoría puede llenar el coso. Tiene que haber gustos para todos los colores. Vive y deja vivir», concluye el diestro.
La entrevista se desarrolla en la otra gran plaza de Cáceres, la Plaza Mayor. Desde allí, Jairo asegura: «Soy y me siento torero, pero sin una oportunidad no puedo conseguirlo ni demostrarlo. Mi ambición pasa por estar en los puestos de arriba de mi profesión. Ser figura del toreo es mi objetivo y mi deseo, pero es una montaña que se forma granito a granito. El toreo es un enigma y, al final, este misterio hay que ir descubriéndolo con dedicación, arrojo, entereza ante la adversidad y superación. De lo que depende de mí, no dudo: mi fuerza interior».
«Estoy entrenando muy duro y me encuentro en el mejor momento de mi carrera, más vivo que nunca», Jairo habla alto y claro. «Es momento de tratar de poner buena cara al mal tiempo, buscar ese positivismo y luchar por mi pasión, cambiar cosas, reinventarme, ir a mejor», dice.
Jairo Miguel lleva diez años en los ruedos de España y América y decenas de faenas a sus espaldas, lo que lo convierten en el torero más joven de la historia en cumplir más de una década en el coso. Debutó en público en Alcuéscar con 8 años. Allí toreó un becerro con figuras como El Fundi, Óscar Higares o Canales Rivera. Tenía 14 años y ya era figura máxima de los novilleros en América.
El que nace torero y quien se asoma al mundo con esa gracia, deslumbra; se siente, se le nota a lo lejos. Ahora el espada cacereño, con la ayuda de la plataforma creada en su apoyo, quiere pisar con garbo el ruedo.