lunes, 1 de agosto de 2016

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - LA RUTA 66 A LA PORTUGUESA,./ EL HORMIGUERO VIERNES 5 AGOSTO - ELON MUSK Y EL TARRO DE LAS ESENCIAS,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - LA RUTA 66 A LA PORTUGUESA,.

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - LA RUTA 66 A LA PORTUGUESA, fotos.

La Ruta 66 a la portuguesa

Una de las playas de Faro, la ciudad costera del sur de Portugal. foto
  • Resultat d'imatges de LA RUTA 66 A LA PORTUGUESA,.Los alcaldes de Faro, al sur, y Chaves, al norte, proponen que la EN2 que cruza el país se convierta en una carretera turística,.

    Resultat d'imatges de cafe con galletasSi algo funciona en Estados Unidos, hay que intentar exportarlo. Con esa máxima, los portugueses se han propuesto diseñar su propia Ruta 66, la carretera más icónica de los Estados Unidos y que este año cumple 90 años. La ruta elegida es la EN2, la vía histórica más larga de Europa. Tiene 71 años y serpentea a través de 738,5 kilómetros -atravesando el país de norte a sur- que incluyen cuatro cadenas montañosas, once ríos y una treintena de municipios como Coimbra, Évora o Faro; y provincias tan emblemáticas como Alto Duero, Ribatejo y el Algarve; rincones con paisajes, historias y puntos de interés muy dispares.
    Resultat d'imatges de revuelto casaLas ciudades de Faro y Chaves son los extremos de esta nueva Ruta 66 portuguesa, que se presenta como un reto con el que se pretende bombear sangre nueva a una de las columnas vertebrales del país, prácticamente inutilizada desde que se construyeron las autopistas que cruzan el país. Si funciona, el proyecto impulsaría en gran medida el turismo nacional, beneficiando, sobre todo, a pequeños municipios del interior del territorio que no tienen el tirón de la costa. «Queremos captar un turismo diferente, que coma y que beba en los municipios, y así dar también una oportunidad a nuestros productores locales de vender sus productos y también a los establecimientos de alojamiento», señala el impulsor del proyecto, Luís Machado.
    La Ruta 66, la de verdad, debe su fama a la cantidad de historias que se han vivido en su asfalto. Las aventuras de los forasteros, las esperanzas de los emigrantes, las pasiones de los enamorados, la ambición de los emprendedores, y las aspiraciones y deseos de todos aquellos que recorrieron su cuerpo, de punta a punta, persiguiendo el sueño americano. Esta línea serpenteante de 2.448 millas (3.939 kilómetros) -muchas veces apodada como 'Bloody 66' (Sangrienta 66) por la cantidad de curvas peligrosas y cuestas empinadas con las que contaba- conectaba los estados de Illinois y California, pasando por Misuri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México y Arizona, y empezó a formar parte de la Red de Carreteras Federales de Estados Unidos el 11 de noviembre de 1926.
    La creación de la Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos decidió el fin de la jubilosa vida de la Ruta 66 que, en 1985, fue retirada de la Red de Carreteras de Estados Unidos. Sin embargo, no se borró de los recuerdos de la población, que comenzó a suspirar por la antigua carretera. Esta nostalgia de muchas poblaciones ayudó al resurgimiento de la calzada años más tarde en los mapas de carreteras, cuando se declaró Ruta Estatal Histórica.
    Ha pasado a la historia no solo por dar nombre a un tipo de combustible, la gasolina Phillips 66; sino por haber sido inmortalizada en la cultura del país en canciones, libros y películas. La película 'Cars' es el homenaje más claro a la popular vía. Además de estar interpretada por coches, está inspirada en personas y lugares reales de la carretera más famosa del mundo.

    TITULO:   EL HORMIGUERO VIERNES 5 AGOSTO - ELON MUSK Y EL TARRO DE LAS ESENCIAS,.

    Elon Musk y el tarro de las esencias

    Elon Musk presenta la tecnología de SolarCity, una empresa de paneles solares en la que también participa, en un foro energético de Nueva York. :: Rashid Umar Abbasi / reuters
    -foto, Elon Musk presenta la tecnología de SolarCity, una empresa de paneles solares en la que también participa, en un foro energético de Nueva York. 
  • El visionario aspira a ser el mayor inventor del siglo XXI. Su último proyecto es un coche autónomo que consuma energía solar,.

    Dentro de unos años es probable que los coches se conduzcan solos, los trenes viajes encapsulados en tubos de baja presión a velocidades de vértigo y los cohetes espaciales, una vez su mercancía en órbita, vuelvan a tierra con suavidad.
    Pocos humanos imaginaban hace una década muchas de las revoluciones que ha traído la tecnología. Entre los que lo hacían está Elon Musk, el visionario fundador de empresas como Paypal, Tesla o SpaceX. Un puñado de compañías que le ponen al frente de la carrera por ser en el gran inventor del siglo XXI.
    Este físico y empresario surafricano, de 45 años, entró en la nómina de grandes creadores de Silicon Valley gracias a su participación en la creación de Paypal, uno de los sistemas de pago más populares de internet. Tras esta aventura fundó Tesla, la empresa que ha convertido en el hilo conductor de su gran obra.
    Esta compañía fue la primera que llevó al mercado, hace casi ocho años, el primer deportivo completamente eléctrico. Sus dos coches a la venta en la actualidad -Tesla Model S y Model X- se han convertido en un fenómeno que recuerda a la devoción consumista que se vivió con el Iphone. El pasado 1 de abril, cuando presentó su último modelo, el Tesla Model 3, en media hora habían alcanzado las 115.000 reservas, a pesar de que los compradores tendrán que esperar varios meses para recibirlo y tenían que pagar 1.000 dólares por adelantado. Dos semanas más tarde llegaron a los 400.000 pedidos. Ahora Musk pretende hacer el más difícil todavía. Si Google, Ford, Mercedes y otros hablan del coche autónomo, el sudafricano quiere además que funcione exclusivamente con energía renovable. Ese es su último gran plan: integrar placas solares en los vehículos para reducir la necesidad de 'conectarlo' a bases de carga.
    Además, en un intento por vencer el escepticismo de unos inversores cada vez más exigentes, explicó la posibilidad de que los coches autónomos 'generen' ingresos a sus dueños cuando estos no lo utilicen, ejerciendo de taxis de vehículos de reparto gracias al piloto automático.
    Para llevar a cabo esta hoja de ruta existe un lugar clave: Nevada. Allí, en medio del desierto, Tesla construye una 'Gigafactoría', de 13 kilómetros cuadrados, dedicada a producir baterías de litio . A día de hoy, solo está al 14% de su capacidad. Lo que pretende Musk con esta infraestructura -para la que se ha asociado con Panasonic- es revolucionar y abaratar el almacenamiento de energía.
    Y es que Tesla pretende cambiar el paradigma del consumo eléctrico en los hogares. Entre otras cosas, producirá baterías destinadas a almacenar energías renovables en casa.
    La Powerwall, nombre de este ingenio, funciona con energía solar y ofrece modelos de 10kWh y de 7kWh. El objetivo es ofrecer una alternativa de fácil montaje que ayude a ahorrar en la factura y sirva de respaldo cuando se cae la red. Un plan para reducir la dependencia de los usuarios de las compañías eléctricas.
    Por otra parte, la 'Gigafactoría' de Tesla también pretende abastecer la demanda de baterías derivada de sus planes de vender medio millón de coches eléctricos en 2020.
    Los planes de Musk no se quedan en la Tierra. Es igual de conocido por Tesla como por SpaceX, la única empresa privada que abastece a la Estación Espacial Internacional, y la primera en crear un cohete reutilizable. Tras varias pruebas consiguió, el pasado 8 de abril, que el aparato se posase en una plataforma en alta mar. Este hito abre una nueva era 'low cost' en la conquista del espacio. Mientras que la fabricación de un cohete puede alcanzar los 60 millones de dólares, reacondicionar uno de los de SpaceX puede suponer una inversión de apenas 200.000.
    Musk también apuesta fuerte por uno de los sueños de la humanidad: conquistar Marte. Propone detonar bombas atómicas en los polos del Planeta Rojo para calentarlo y hacerlo habitable. También quiere gasificar con CO2 la atmósfera marciana para hacerla más densa y así conseguir el efecto invernadero. Sus planes suenan un tanto mesiánicos pero pone fecha: en 2025 quiere ver la primera colonia en Marte. En 2018, augura, saldrá la primera expedición. Y él no descarta ser uno de los tripulantes.

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