domingo, 11 de septiembre de 2016

EN PRIMER PLANO - A FONDO -¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! - Natascha Kampusch,./ REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - LA TELE QUE MUERDE,.

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! -  Natascha Kampusch,.

 ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR ! CADENA 100 ,.
 

  Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate.,etc.
Resultat d'imatges de natascha kampusch

Natascha Kampusch - foto,.

Natascha Kampusch
Información personal
Nombre de nacimiento Natascha Maria Kampusch Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 17 de febrero de 1988 (28 años)
Bandera de Austria Viena
Residencia Viena y Strasshof an der Nordbahn Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Austria
Características físicas
Altura 1.60
Peso 42
Familia
Padres Ludwig Koch y Brigitta Sirny
Información profesional
Ocupación Presentadora de televisión, autobiógrafa, guionista y escritora Ver y modificar los datos en Wikidata
Género Autobiografía Ver y modificar los datos en Wikidata
Web
Sitio web

Natascha Kampusch (Viena, 17 de febrero de 1988) es una joven austríaca que fue secuestrada por Wolfgang Přiklopil cuando tenía diez años de edad, el 2 de marzo de 1998. Permaneció en cautividad por su secuestrador durante más de ocho años, hasta el momento de su fuga el 23 de agosto de 2006. El caso fue descrito como uno de los más dramáticos de la historia criminal de Austria. Ha narrado su cautiverio en su autobiografía, 3.096 días.

Familia

Kampusch es hija de Brigitte Sirny y Ludwig Koch, nació en Viena, Austria, el 17 de febrero de 1988. Tiene dos hermanas adultas. Sus padres se separaron cuando ella era una niña. Kampusch había vuelto de unas vacaciones con su padre un día antes de su secuestro. 1 2

Secuestro

El 2 de marzo de 1998, Natascha dejó su residencia en el distrito vienés de Donaustadt para ir a la escuela, pero no volvió a casa. Al principio se especuló con la hipótesis de que la desaparición fue fruto de discusiones entre la niña y su madre, Brigitte Sirny. Sin embargo, un testigo declaró haber visto a Natascha subir a una furgoneta blanca y otros dos testigos manifestaron que habían visto las letras G o GF (de Gänserndorf, un distrito de la Baja Austria) en la placa del vehículo. Se llevaron a cabo intensas búsquedas, pero sin éxito.
Se examinaron unos setecientos automóviles, incluido el del secuestrador Přiklopil, quien vivía en Strasshof an der Nordbahn en la Baja Austria, cerca de Gänserndorf, a tan sólo unos 30 minutos de Viena en coche,3 como parte de un esfuerzo masivo por entrevistar a dueños de furgonetas blancas. Aunque él indicó que en la mañana del 2 de marzo de 1998 estaba solo en casa, no se emprendió ninguna investigación adicional. La policía quedó satisfecha con su explicación del motivo por el que el propietario poseía la furgoneta blanca: transportar escombros, ya que Přiklopil hacía trabajos de construcción en su casa. Además, carecía de antecedentes penales.4
La policía austriaca investigó posibles conexiones de este caso con los crímenes del asesino francés Michel Fourniret.5
En 2001, un político de la región de Estiria, Martin Wabl, acusó a la familia de la niña de complicidad en el caso. La policía federal austriaca, sin embargo, no encontró ninguna prueba para tal afirmación.[cita requerida]
Según testigos, se habló de la presencia de un cómplice, aunque esto fue desmentido luego por la víctima.6

Cautiverio

Durante su confinamiento vivió en un zulo a 2,5 metros de profundidad y sólo 5 (2,78 m de largo por 1,81 m de ancho y 2,37 m de alto) en el sótano de la casa de su captor. Era cerrado, sin ventanas ni luz del día y poseía una puerta de acero.
A Kampusch no se le permitió salir durante sus primeros años de cautiverio. Estuvo seis meses encerrada en la celda. Luego, pudo subir a la casa para lavarse. A los dos años del secuestro tuvo acceso a una radio para escuchar noticias. Desde junio de 2005 tenía permitido salir al jardín de la casa.
Solamente después de febrero de 2006 se le permitió salir de la casa en una ocasión.7
Durante su cautiverio, Přiklopil le suministró libros y la educó. Kampusch dice estar orgullosa de haber escapado de las tentaciones del mundo exterior, como las drogas, las malas compañías y el alcohol.
Přiklopil amenazaba a Kampusch con matar a quien ella le pidiera ayuda y también amenazaba con suicidarse si ella escapaba. Kampusch en una ocasión dijo haber imaginado y hasta soñado que si hubiese tenido un hacha le habría cortado la cabeza a su captor, aunque ella desechó rápidamente dicha idea.8
Přiklopil solía festejar con Kampusch los cumpleaños, pascuas y navidad. También le hacía regalos.

Huida

casa del secuestrador
El 23 de agosto de 2006, Natascha estaba en el jardín de la casa limpiando el automóvil de su secuestrador, un BMW 850i, y aprovechó un momento de distracción de Přiklopil para escapar. Eran las 12:53 del día. Pidió ayuda a una mujer de 71 años, conocida como "Inge", quien no entendía qué había pasado. Natascha temía ser descubierta. "Tenía el temor de que esa persona (Přiklopil) asesinara a esa mujer, o a mí, o a ambas", recuerda. La mujer dio parte a las autoridades. Kampusch fue llevada a una estación de policía en la ciudad de Deutsch Wagram. Cuando estuvo ante la policía, se presentó diciendo: "Soy Natascha Kampusch, nacida el 17 de febrero de 1988".9 La joven fue identificada por una cicatriz en el cuerpo, así como por su pasaporte y una prueba posterior de ADN.
Fue encontrada en un estado físico relativamente bueno, si bien estaba pálida y pesaba sólo 42 kg, el mismo peso que tenía al desaparecer ocho años antes. Su estatura había crecido tan sólo unos 15 cm.
Sabine Freudenberger, la primera oficial de policía que habló con ella, dijo estar impresionada por "su inteligencia, su vocabulario".
Wolfgang Přiklopil fue buscado intensamente y antes que lo encontraran se suicidó saltando a las vías de un tren de las afueras de Viena.

Después de la huida

Hubo especulaciones de que Kampusch sufría del Síndrome de Estocolmo. Ella lo negó y calificó a su captor como un "criminal".10
Poco después de la liberación de la joven, su padre abrió una cuenta en un banco austriaco con el fin de recaudar fondos para Natascha, ya que ésta requerirá durante años un tratamiento psicológico para superar los traumas sufridos durante su cautiverio.11
La prensa austriaca informó que uno de los deseos expresados por la joven tras su liberación es hacer un viaje en un crucero con sus familiares y tal vez ser actriz., etc.

TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - LA TELE QUE MUERDE,.

La tele que muerde - foto,.

 La tele que muerde
  • Andy Casagrande filma tiburones en Discovery todo este mes. «Ellos matan para sobrevivir, no pueden salir a comprar la cena como nosotros»,.

     

    El año pasado 98 personas en todo el mundo fueron atacadas por tiburones. Dos de ellas en las costas de Gran Canaria, en España. Y aunque la posibilidad de que te muerda uno es remota (una de cada cuatro millones) este verano la historia se volvió a repetir en la playa de Elche (Alicante). Un escualo clavó su afilada hilera de dientes en la mano de un hombre de 40 años provocando la psicosis colectiva y que el resto de bañistas salieran despavoridos. Ahora Discovery Channel afronta el reto de nadar con ellos y dar a conocer al 'enemigo' a través de diferentes especiales que se emitirán durante este mes, al que han denominado 'Sharktember'.
    «La primera vez que vi un tiburón fue en la televisión, tenía 7 años y quedé fascinado con ellos. Me volví un adicto y decidí que tenía que estudiar biología marina y fotoperiodismo. Dejé mi ciudad, Nueva York, y me trasladé a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) para investigarlos más», explica Andy Casagrande, ganador de un Emmy y experto en su filmación. Su amor hacia estos animales es tan grande que, además de cambiar los rascacielos de la gran manzana por las profundidades del océano, defiende su buena fe. «Es un mito que sean monstruos del mal. Si nos graban a cualquiera de nosotros comiendo pollo frito o espaguetis con tomate a cámara lenta, con música de terror y enfocando a nuestros dientes también lo pareceríamos», asegura lanzando una indirecta a la mítica película de Steven Spielberg que puso los pelos de punta a más de uno.
    «Los tiburones tienen que ir de caza, acechar a la presa y matarla para poder sobrevivir. Nosotros podemos ir a Starbucks y comprarnos la cena; ellos no. Su vida es muy dura y arriesgada. Podrían resultar dañados en este proceso, porque su boca es muy sensible. Y lo cierto es que ni siquiera prestan mucha atención a los seres humanos. De vez en cuando nos confunden con comida en el agua, pero les gusta estar solos. ¡Menos alguno que quiere ser famoso y salir en la televisión en la Shark Week (semana del tiburón)!», bromea el biólogo.
    El susto de DiCaprio
    Para poder sumergirse a grabar los reportajes, Casagrande y su equipo utilizan la tecnología más moderna. En primer lugar, se meten dentro de una especie de urnas transparentes y jaulas que les impiden convertirse en el aperitivo de los tiburones. Aunque no se ha librado de algún que otro sustillo. «Un par de ellos me han intentado morder las aletas de buceo o la cámara. Son curiosos y, como no tienen manos ni piernas, utilizan la boca para detectar las cosas», explica. Menos suerte tuvo Leonardo DiCaprio en 2006, cuando fue invitado a una expedición de buceo, un atún se quedó atrapado en la parte superior de la jaula y un escualo saltó a por él, metiéndose en la urna con el actor. «La mitad de su cuerpo estaba dentro y la otra fuera y yo me pegué a la parte inferior. Aún así me mordió un par de veces, pero sobreviví», señaló DiCaprio.
    Si los seres humanos son la parte superior de la cadena alimentaria en la Tierra, los tiburones lo son del océano. De ahí su lucha por coexistir. «Si los eliminásemos sería un caos para el ecosistema: la población de focas (principal alimento de los escualos) explotaría y los bancos de peces se incrementarían. Su función, básicamente, es limpiar el mar, ya que cazan presas enfermas y jóvenes. Sería como si quitásemos a todos los hombres del planeta», detalla el biólogo.

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