TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Un curso de asuntos pendientes y sin presupuestos ,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Un curso de asuntos pendientes y sin presupuestos , fotos,.
Un curso de asuntos pendientes y sin presupuestos ,.
Si no hay repetición electoral, la legislatura que comienza se presenta como un camino tortuoso,.
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero,.
( desayuno)
No parece que haya dudas del peaje que van a pedir los independentistas a Pedro Sánchez necesitado de gobernar. Se trata de reinterpretar la Constitución para diluirla. Asentar la nueva España plurinacional. Hasta Sumar de Yolanda Díaz se ha colocado el apellido «plurinacional». La otra pieza polémica es la amnistía por el «procés», que ya no se ve tan mal en el PSOE, aunque se la rebautice como «alivio penal» para endulzarla. Añádase a ello cumplir con Bruselas las reformas exigidas a cambio de los fondos europeos, es decir, «apretarse el cinturón». Además, claro, de hacer frente a un otoño marcado por el fin de los contratos vinculados al sector turístico y por unos precios de los alimentos, las hipotecas, los combustibles o la electricidad que no dan respiro…
( Cena )
A ese combinado ácido se suma que media España –los más de 11 millones de votantes de PP y Vox– es políticamente arrinconada por un Gobierno más ideológicamente frentista que nunca antes, empeñado en lanzar «cordones sanitarios» contra aquellos que osan criticarle. El frontispicio de la XV Legislatura, si finalmente transcurre según lo previsible (es decir, si Sánchez logra la alianza para ser investido por Carles Puigdemont una vez que el intento de Alberto Nuñez Feijoo, como es previsible, no llegue a buen término), es un cuadro muy borroso. Desde Ferraz y La Moncloa nos tacharán de «predicadores del Juicio Final» por vaticinarlo. Pues bien, por el bien general ojalá nos equivoquemos y luego sea una agradable senda por hayedos.
Pero si, efectivamente, no hay repetición electoral, el curso que se abre pinta más bien como un camino tortuoso. La primera muestra, el «frente Frankenstein Plus» no va a tener Presupuestos Generales. Pese a que la ministra en funciones María Jesús Montero diga que trabaja ya en ellos. Quizá sea un alivio para Sánchez dejar pasar ese primer puzle económico del mandato. No va a serle muy sencillo casar programas de gasto público desmedido, como el de Díaz y su renta básica, con las apuestas más liberales y menos impositivas, ¡de derechas!, del PNV o del mismo Junts. Tampoco enfrentarse a las demás comunidades autónomas que reivindicarán lo suyo frente a las exigencias de Cataluña y País Vasco. Con un añadido: el Gobierno entrante deberá llevar a Bruselas la reforma definitiva del modelo laboral y de pensiones. Con la interrogante de cómo afectará la salida de la vicepresidenta, Nadia Calviño, si finalmente se asienta en el cargo al que aspira en el Banco Europeo de Inversiones. Una Economía, en fin, entendida como el galimatías de siglas y «almas» de un gabinete con tantas voces.
Tampoco parece muy risueño lo relacionado con la «carpeta institucional», repleta de asuntos pendientes. El primero, la renovación del CGPJ -a Europa se le acaba la paciencia-. Y poner a Puigdemont al timón de la política española va a suponer seguramente colocar al zorro al cuidado de las gallinas de la independencia judicial. Este nuevo curso estaba previsto comenzar a abordar la ley de la Corona para recubrir la Monarquía ante eventualidades políticas. Aunque, legislar junto a los que buscan derribar a Felipe VI no parece la mejor idea. Y tampoco es lógico consensuar una política exterior de Estado que, entre otras materias, unifique criterios sobre Marruecos. También en esto las expectativas son manifiestamente mejorables. Como en lo que concierne a los compromisos de inversión militar y a las relaciones con la OTAN, siendo Sumar y sus diecisiete partidos radicales antimilitaristas una de las patas de la coalición gubernamental. El curso político, insisto, si no hay repetición electoral, vaticina poca actividad legislativa y mucho Real Decreto, con un Congreso «progresista» al servicio del vale todo con tal de que Sánchez siga en La Moncloa.
Y por si la endiablada composición de la Cámara Baja y la debilidad del Gobierno que se pueda constituir no fueran suficientes, aún hay otro obstáculo: 2024 será año electoral en el País Vasco y Galicia. Posiblemente, también en Cataluña. Palabras mayores, con sus principales protagonistas implicados seguramente en el «desgobierno» de España. Porque ya se sabe que quien escribe en el BOE maneja los tiempos. Y los dineros. Así que vamos a ver a los socios: PSOE, Sumar (y sus franquicias), PNV, Bildu, BNG, ERC y Junts, dándose codazos. Agárrense, que vienen curvas. Cuando «el progresismo» se enfrenta, se enfrenta de verdad. En cualquier caso, la primera cita del nuevo curso se producirá antes del intento de investidura de Alberto Núñez Feijoo el 26 de septiembre. Y dará pistas de lo que nos espera. Llega la Diada, con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y los sectores independentistas más radicales dispuestos a presionar a Puigdemont para que no se abrace a Sánchez si no es a cambio de pagar la máxima factura: amnistía y autodeterminación. El término botifler (traidor) planea sobre el palacio residencial del fugado de la Justicia en Waterloo. Ese mismo día tal vez se compruebe si la nueva legislatura va por vía muerta o por un estrecho desfiladero en el que será el secesionismo quien pueda poner el cartel de «Fin».
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EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Feijóo moverá todos los hilos políticos y económicos para la investidura ,.
EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Feijóo moverá todos los hilos políticos y económicos para la investidura, fotos,.
Feijóo moverá todos los hilos políticos y económicos para la investidura,.
En paralelo, Génova pondrá a trabajar a un grupo de expertos para responder a un posible acuerdo de amnistía,.
Discreción. Muy pocos nombres de la dirección del partido estarán al tanto del detalle de los resultados de la implementación de la estrategia, y será Alberto Núñez Feijóo quien asuma personalmente los principales contactos de cara a su investidura, convocada para finales de septiembre. Las llamadas serán a «todos los niveles, políticos y también en otros ámbitos sociales, económicos y empresariales». «Aquí nos jugamos todos mucho; esto no es sólo un problema de qué partido gana la batalla de la investidura», defienden dentro del comité de dirección del PP.
En la cúpula popular no se engaña nadie, y trabajan sabiendo, de antemano, que la investidura es «muy difícil» que salga adelante, pero, aun así, el plan es «pisar todos los escenarios y tocar todos los hilos».
De aquí al Pleno de investidura se concentrarán en la tarea de los contactos «multinivel» y en reforzar la presentación del proyecto político con el que concurrieron a las elecciones. En el PP han hecho revisión de la campaña para detectar los errores que frenaron la mayoría más amplia que pronosticaban las encuestas. La «derogación del sanchismo» es un lema que se quedó corto, y esto les coloca ahora delante del reto de que este mes, y la sesión de investidura, les sirva para «potenciar el mensaje de que Feijóo tiene un proyecto político para todo el país».
La revisión de la gestión de esta pasadas elecciones ha servido también «para constatar hasta qué punto no se midió bien, con el apoyo de la demoscopia, el daño que Vox hace a las siglas del PP en todas las comunidades donde hay lengua cooficial», según fuentes de la dirección.
Feijóo estrenó ayer el curso político desde el trampolín de la potencia del poder territorial que consiguió el PP en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Sus barones apoyan que en estas próximas semanas Madrid hable con todos los partidos, salvo con Bildu. No se ve a día de hoy a Junts votando a favor de Feijóo en la investidura, pero consideran que tampoco deben descartar plenamente que Junts no dé el «sí» a Sánchez, a pesar de que ya esté en marcha la negociación para sacar adelante la amnistía que exige el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
La reunión de ayer en Galicia, en el simbólico Castello de Soutomaior, dejó buenas sensaciones entre los presidentes autonómicos. Vieron a Feijóo «recuperado» del «golpe» del resultado de las generales, al quedarse la victoria por debajo de las expectativas generadas, y hay consenso en que el partido debe trabajar con la idea de una repetición electoral o, si no, con que se debe seguir reforzando el proyecto político porque la legislatura, si sale adelante con un nuevo gobierno presidido por Pedro Sánchez, «durará poco ya que es inmanejable por la debilidad con la que la afronta el PSOE».
La continuidad de Feijóo como presidente del PP no está en discusión en ningún ámbito del partido, tampoco en la Comunidad de Madrid, aunque sea el foco hacia donde siempre se apunta para buscar tensiones internas. La presidenta Isabel Díaz Ayuso está dedicada a completar «su proyecto» en Madrid, y dará su apoyo a Feijóo para que repita como candidato si se dieran esas circunstancias, según fuentes de su entorno.
El PP se pone esta semana también a trabajar en el día después de la investidura de Feijóo, para el caso de que resulte fallida. «Tenemos que estar listos para responder a la negociación de Sánchez y a sus cesiones».
Todas las partes ya han asumido que la clave está en la amnistía, y Moncloa está, de hecho, inmersa en el proceso de dar forma a un proyecto de ley en el que se cumplan las exigencias de Puigdemont. Con disfraces en el lenguaje para sortear el coste de esta nueva concesión que supondría, de aprobarse, borrón y cuenta nueva del referéndum ilegal de autodeterminación del 1-O y de sus consecuencias legales y políticas.
Tan es así que ERC ha entrado en escena con movimientos que dejan ver los nervios de la pelea con Junts por ver quién impone el relato ante el votante soberanista, a fin de que no sea el partido de Puigdemont el que se cuelgue todas las medallas.
La amnistía era una línea roja para los socialistas hasta esta campaña electoral, pero ha sido ya borrada. A lo malo, Moncloa confía en que «suceda lo mismo que con la ley del aborto, que salga adelante, sea recurrida, y el Tribunal Constitucional, cuando resuelva, que puede ser dentro de años, no frene sus efectos». La mayoría progresista que hoy controla el Alto Tribunal juega a favor de Sánchez.
En Moncloa también están ya dedicados a conseguir que en el mensaje mediático se normalice la amnistía que los socialistas consideraban hasta hoy absolutamente inviable, por sus dudas constitucionales, pero, asimismo, por lo que tiene de inaceptable desde el punto de vista político y ético.
Los portavoces de Sánchez aseguran que el proceso avanza, y que la investidura de Feijóo les da margen para aprovechar estas semanas para seguir profundizando en unas negociaciones que exigen poner de acuerdo la letra del proyecto de Junts con el que puede asumir el PSOE en el Congreso de los Diputados. Obvian que entre las exigencias de Puigdemont también está el referéndum de autodeterminación.
El PP no tiene vía para frenar la tramitación de una ley de amnistía, ni siquiera con el uso de su capacidad de veto en el Senado. A lo más, retrasar su aprobación. Y la unidad de acción con Vox tampoco les sumaría en un marco en el que todo lo que tiene que ver con el partido de Abascal se ha demostrado que sólo sirve para reforzar a Sánchez y la imagen de unidad con sus socios.
TITULO : Donde comen dos - Juanjo Oliva: Vestir un bacalao con pisto,.
Juanjo Oliva: Vestir un bacalao con pisto,.
Diseñador
En casa, el peso de la mesa lo lleva su marido. Él es más de «disfrutar de la comida con una buena compañía». Y si hay que probar se atreve con todo,.
foto / Vestir un bacalao con pisto,.
En casa, el peso de la mesa lo lleva su marido. Él es más de «disfrutar de la comida con una buena compañía». Y si hay que probar se atreve con todo
Su Selfierreceta
Salsa fresca de pesto para acompañarla pasta
Ingredientes:
-80 gr de hojas de albahaca
-4 cucharadas de piñones
-2 dientes de ajo
-100 ml de aceite de oliva virgen extra
-100 gr de queso parmesano recién rallado
Elaboración:
Se juntan todos los ingredientes y se trituran hasta conseguir que sea una salsa espesa para acompañar a la pasta fresca. Se puede conservar un par de días en el frigorífico.
Lo que borda Juanjo Oliva es la costura porque, como él mismo cuenta, cocinar no es lo suyo. Ni siquiera algo que le guste, aunque, eso sí, «disfruto muchísimo de una comida en buena compañía. No tengo gastronomías favoritas, quizás cierta inclinación por la japonesa, pero estoy abierto a probar nuevas cocinas y sabores; de hecho, cuando viajo siempre aprovecho para probarlo todo e incluso cosas que no son apetecibles a la vista, las como y me gustan», cuenta el diseñador. Lo más sorprendente que recuerda fue «el sabor y la textura del tuétano y la gelatinosidad de la cocochas, y lo más rico, el caviar».
Es, precisamente, en sus viajes donde descubre estos nuevos manjares. Como, sin ir más lejos, este verano en Menorca: «Reconozco que he descubierto el queso de Mahón, el de Torralba y, desde entonces, junto al jamón ibérico, son de mis sabores favoritos».
Puede irse al fin del mundo a buscar telas, pero para comprar la comida, «mejor por internet, y para los productos frescos vamos al mercado e intentamos que sean orgánicos». Básicos que no faltan en su despensa, al igual que «el agua mineral con gas de S.Pelegrino, Coca-Cola Zero, vino tinto de Arzuaga, vino blanco de Protos, miel de Menorca, un foie gras francés y rillettes –hechas por la familia de mi marido–, espárragos blancos de Navarra y ventresca de Consorcio». Y si éstos son los ingredientes indispensables para comer, también tiene sus fetiches en cuanto a la bebida: «Para los cócteles, a mi pareja y a mí nos gustan las ginebras Xoriguer y la Hendricks y los vodkas Belvedere y Greygoose». Aunque no es la despensa lo único que está repleto, «en el frigorífico siempre tenemos lonchas de jamón de bellota 5J, huevos de corral, espárragos trigueros, tomate del tipo buey de una huerta, limas y canónigos». Muy completo.
Como es natural, los sabores que recuerda son los de su infancia, esos que le regalaba su madre. «Los que salían de su cocina y lo rico que estaba todo. Su tortilla de patatas, sus lentejas, sus empanadillas o su pisto son sabores que tengo grabados», recuerda. Y en su casa, los amigos siempre le piden que haya en la mesa el plato estrella de la pareja Oliva-Bagues: «El bacalao con pisto y las ‘‘pommes de terre sautées’’ de mi marido». Y es que él es complemento perfecto de Juanjo Oliva, Jeff Bagues, y quien cocina en casa, «porque tiene mano y, además, le gusta».
Del estilismo ya se encarga Oliva, al que la cocina de las espumas e hidrógenos no le llama la atención, poque le «confunde». Eso sí, ambos son sibaritas y se cuidan tanto por dentro como por fuera: «Tenemos la costumbre de tomar en ayunas un vaso de agua caliente con un zumo de limón y nunca he probado una dieta».
Mi restaurante favorito
«En Madrid me encanta comer en la Sala de Despiece, la Trainera o en La Parra; para cenar en París, Chez Janou o Chez Diep; en Nueva York, al P.J Clarke’s o Indochine y en Londres, en Roca».